Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 27 de junio de 2017

CAPÍTULO 87

                                               
                           LOS CAMBIOS LLEVAN RIESGOS

Marlene se dio la vuelta en la cama agarrando a Rebecca firme alrededor de la cintura.
- ¿Estás despierta?- La besa en el cuello.
- ¡Hmmm!-  Gimotea pero apenas se mueve. Marlene  comienza a tocar la punta de los cabellos de Rebecca con su dedo índice, la besa en el cuello de nuevo, pero tiene la sensación de que Rebecca seguía enojada por lo de la noche anterior. 
- He tomado una decisión.- Le dice en voz baja al oído. Rebecca duda un segundo antes de rodar sobre su espalda.
- Sorpréndeme. ¿Cuál será?-  Ella se queda mirando al infinito. Marlene apoya la cabeza sobre su pecho.
- He decidido aceptar la oferta de la Universidad.- Percibe acelerado el ritmo cardíaco de Rebecca. Marlene susurra pensando en ella dejando LCL, el espacio que dejaría el no verla en el entorno del trabajo.
- No puedo decir que no me sorprende.- Ella responde pasando los dedos por el cabello de Marlene.
- Sólo  quiero que no te muestres decepcionada.-  Marlene responde con un suspiro. 
- Yo nunca podría estar decepcionada contigo, te amo.-  Le dice con mirada tierna.
- Quiero ser yo quien se lo diga a Tanja. Me reuniré con el profesor Schumer mañana, y quiero dar a Tanja tiempo suficiente para encontrar a alguien y así  poder trabajar con ellos.-  Le explica con una sonrisa.
- ¿Comenzarías el primero de agosto? - Rebecca le pregunta besando su cabeza.
- ¡Sí! Tendré que contratar  un asistente y entrenarle antes de la baja maternal, al menos estaré un mes o así con mis clases.- Rebecca percibe la emoción en su voz,  la abraza con fuerza.    
- Estoy muy orgullosa de ti.-  Añade y la besa suavemente, cada una cierra los ojos con sus pensamientos.
- ¡Te echaré de menos en LCL!-  Rebecca dice entre dientes.
- Te hará volver a casa por la noche con más ilusión.-  Comenta Marlene.
- ¿Cómo vas a funcionar con Mateo, cuando sea un poco mayor?-  Le pregunta levantando la cabeza.
- Habrá días que mi horario será algo mas completo, estará con Ruth, ya te lo he dicho, voy a tener clases la tarde de los miércoles y sé que estarás en casa para él.-  Le responde, Rebecca hace una mueca.
- Nunca he cuidado de un bebé Marlene.-  Ella expresa con severidad.
- Relájate, aprenderás y serás una buena… de las mejores madres,  deja de ser tan nerviosa.-  Ella le exige al tiempo que rueda fuera de la cama y se coloca la bata.
- ¿Dónde vas? Estamos bien disfrutando de este tiempo juntas.- Ella se arquea apoyándose en los codos.
- Voy a hacer café para nosotras.-  Rebecca se acurruca bajo las mantas, la cruda realidad de cuidar un bebé entra de nuevo en su mente y se queda sin aliento.
- ¿Está todo bien?-  Marlene pregunta dejando la bandeja de café sobre la cómoda. - ¡Oh! Sí. ¿Por qué no iba a estarlo?-  Murmura aceptando la taza de manos de Marlene.        
- ¿Crees que te gustará la enseñanza? Quiero decir: Te gusta dibujar y el diseño, éste es un verdadero reto y  diferente a ser director de arte.- Marlene sonríe sorbiendo su café.
- Me las arreglaré, mis conocimientos de informática son buenos, tengo varios programas para trabajar y así podré trabajar con cualquier estudiante. Con lo que ya he aprendido creo que dominaré el reto. ¿No te parece? - La exposición de Marlene parece racional para Rebecca que termina su café.
- Yo debería ducharme.-  Marlene le dice, Rebecca sale de la cama.
- Y yo debería ir a ver a mi hermana.- Ella expresó suavemente.
- ¿Crees que ahora es un buen momento?-  Marlene le pregunta.
- No hay buen momento, pero no estoy dispuesta de ser utilizada como una embaucadora.-  Muestra una mirada de desconcierto, ella abre la ducha, Marlene está a su lado y escucha su tono de enfado.
- Es un hijo de puta y no estoy dispuesta a dejarlo caminar por encima de nosotras. No tiene ni idea de lo sucedido. Tristán incluso se enojó con él porque no sostiene su lengua cuando debe y lo quiero detener, él es un huésped en la casa de nuestra familia.- 
Rebecca casi delira mientras entra en la ducha, Marlene baja la cabeza sabiendo que no puede parar a Rebecca y el asunto debe tratarlo en el seno familiar. Rebecca se viste y baja por las escaleras.
- ¿Quieres desayunar?- Le pregunta Marlene. 
- ¡No! Gracias, no tengo estómago para ello. Sólo quiero dejar este asunto terminado con mi hermana.-  Le responde, Marlene es todo lo que escucha antes de cerrarse la puerta.  
- ¡Buenos días Justus! Sra. Lentz.- Rebecca les saluda al entrar por la puerta de la cocina.
- Condesa, estaba a punto de preparar el café para el desayuno. ¿Le importaría unirse a todos los demás?-  Le pregunta colocando la jarra sobre la bandeja. 
- ¡No! ¡Gracias! Necesito hablar con Helena ¿Está despierta?-  Justus sonríe cómico.
– Afortunadamente ella no es como su novio, que todavía está dormido.- Rebecca fija su mirada.
- ¿Podrías pedirle que venga a la cocina? Es importante.-  Él asiente saliendo de la cocina camino del comedor. A los pocos minutos aparece su hermana.
- ¡Rebecca!- Helena la llama con cierta sorpresa.  Ella reacciona con un ligero movimiento de su cabeza.
-  Señora Lentz, ¿Nos disculpa?- Le pregunta en un tono relajado, la Sra. Lentz sonríe y deja sus cosas a un lado de la mesa y sale de la cocina.
- ¡Lo siento Rebecca! Sé lo enfadada que debes estar.-  Helena le dice en un tono razonable.  
- No me gusta tu novio o lo como lo llames.-  Rebecca arremete contra ella con voz fiera.  
- ¡Cálmate por favor! Rebecca.- Le pide con serenidad. - Él Había bebido más de la cuenta.-  Rebecca encaja su mandíbula.
- Él fue grosero y ha hecho comentarios tanto a Tristán como a mí. Yo no conozco a este hombre de nada, pero se atreve a darme su opinión de que soy totalmente responsable de la ruptura entre Tristán y Marlene.- Ella gruñe muy enfadada y con una mirada muy dura. Helena suspira y suplica.
- Una vez más, sólo puedo pedir disculpas por su mal comportamiento.- Ella sintió un dolor en la boca del estómago al responder a su hermana.
- No me molesta  el hecho de que tenga un problema con parejas del mismo sexo, pero es un huésped en la casa de nuestra familia y debe aprender a mantener la boca cerrada. Lo que sucedió entre Tristán, Marlene y yo está resuelto, ella es mi esposa y estamos a punto de tener un hijo. Tristán ha encontrado a Emily y son felices. Sólo espero por tu bien que este hombre venga con limpieza a por ti. Y espero que nunca tengas que pedir perdón más veces por los problemas o errores de esta otra persona.- Rebecca expone su posición con estoicismo.
- No estoy segura de que esto sea procedente en él.  Clark nunca ha tenido un problema con las personas homosexuales. Llegaré al fondo de ello, no quiero arruinar nuestro verano aquí, quiero y necesito pasar tiempo con todos vosotros.-  Ella responde con dulzura. Rebecca extiende la mano a la mejilla de Helena.
- Eres mi hermana y te quiero y no deseo que te hagan daño tampoco. Me temo que Clark tiene un problema en su cabeza de antes, y además profundo. Al venir aquí se ha abierto esta herida de alguna manera. Mantener secretos nunca es una buena cosa, creo que todos hemos aprendido a partir de nuestro pasado. Marlene y yo no queremos sentirnos incómodas cuando estemos en tu compañía.-  Helena corta rápida.
- Y yo tampoco Rebecca.- Responde con una expresión facial de consternación.
- ¡Por favor! Resuelve este problema.-  Le dice  dejando a Helena reflexionando sobre el comportamiento irracional de Clark.         

- ¡Hmmm! La carne asada estaba muy buena Biggi.-  
Rebecca alaba la comida al dar el último bocado de su plato Disfrutan de la cena en casa de Thomas y Biggi
- ¡Gracias Rebecca! Pero ahorrar algo de espacio para un pedazo de la tarta.- Les dice.
- ¡Entonces! ¿Cómo te encuentras?-  Thomas mira a su hija.  
- Estoy bien papá, cansada, a veces.- Mira hacia su plato mientras ella le responde.  Sonríe y luego vuelve un ojo hacia Rebecca. Marlene deja su vaso en la mesa.
- ¡Papá, Biggi! Tengo que compartir algunas noticias con vosotros.-  Ella comienza  a hablar voz nerviosa por la emoción.
- ¡Bueno! No nos tengas en vilo!- Thomas interrumpe, Biggi le agarra la manga de la camisa tirando de él.
- Me han ofrecido un nuevo trabajo.- Ella responde mirando a ambos.
- ¿Qué?- Él interviene.
- ¡Sí!- Marlene se aclara la garganta.  - La Universidad de Dusseldorf y su departamento de bellas artes ha decidido añadir el diseño gráfico y la moda a su oferta docente de este año. La respuesta a sus encuestas ha sido abrumadora.  Me he entrevistado con el profesor Hans Schumer la semana pasada.- Les cuenta. Thomas parece divertido e iluminado por su decisión.
- Pero ¿Qué pasa con el bebé? - Le pregunta con seriedad.
- Me tomaré mi permiso de maternidad como está previsto, tendré un asistente entrenado para que me sustituya. La Universidad cuenta con un centro de cuidado infantil para que las madres y los padres puedan pasar tiempo con sus hijos durante los descansos.-  Menciona
- ¿Cuándo vas a empezar?-  Pregunta Biggi.
- El primero de agosto, tendré mucho que hacer para elaborar mi plan de trabajo en una nueva oficina.- Su sonrisa irradia felicidad.  
- ¿Estás segura?- Thomas la interroga intrigado.
- ¡Sí! Estoy muy segura.-  Marlene le responde.
- ¿Rebecca?- Thomas la mira con suspense.- ¿Cuáles son tus sentimientos?- Le pregunta con curiosidad.
- No puedo decir que no esté decepcionada con su salida de LCL, pero estoy muy orgullosa de ella. Es dueña de sí misma y una  gran profesional que se merece esta oportunidad.- Les asegura con firmeza. Mientras Marlene ayuda Biggi a recoger la mesa.
- ¿Quieres una copa de vino?-  Thomas le ofrece Rebecca.
- ¡Sí, por favor!-  Ella se sienta en el sofá y él le entrega la copa y se sienta junto a ella.
- Parece entusiasmada con este nuevo reto.- Le comenta.
- ¡Sí! Y la he apoyado, Marlene es muy inteligente por no hablar de brillante, su talento la guiará con sapiencia.-  Ella reflexiona bebiendo su vino.
- Me preocupa el bebé, nuevo estrés.-  Bromea. 
- Yo también me preocupo, pero ella me asegura que todo estará bien y tengo que confiar. Esto es lo que ella quiere.-  Rebecca señala, Marlene se acerca por detrás de ellos, posa su mano sobre el hombro de Rebecca.
- ¿Más vino?-  Ella pregunta, Rebecca le entrega la copa.
- ¡Gracias!- Le expresa.
- No puedo evitar que me preocupa. Recuerdo cuando Vickie estaba embarazada de Tommy, creo que hizo demasiadas cosas, pero no pude convencerla de lo contrario.- Thomas tiene un aire de preocupación.
– Por lo que a mí respecta no debo preocuparla, se pone tensa.-  Rebecca le dice con una risita.
- Yo tampoco debería preocuparla, pero a mí sí me preocupa.- Revela Thomas.  Biggi y Marlene se acercan a ellos.
- Así que maestra o profesora.-  Biggi expresa contenta.
- ¡Sí! Tengo muchas ideas que corren por mi cabeza.-  Le relata.  
- Te prometo que te  ayudaré con lo que pueda.-  Rebecca le dice con adoración.  
- Hagen y Dana estuvieron esta mañana, tenían que regresar. Dana estaba nostálgica.- Le cuenta Thomas. Rebecca habla a continuación.
- Tuve una larga conversación con Hagen, la granja parece ser un éxito y Maxi está realmente creciendo pero quiere un hijo propio.-  Después de un largo rato compartiendo conversación con Thomas y Biggi, Marlene y Rebecca regresan  a  casa.
- Necesito una siesta.- Marlene se declara al abrir la puerta.
- Necesito algo más que una siesta.- Rebecca expresa en broma besando  un lado del cuello de Marlene.
- No estoy realmente en el estado de ánimo Rebecca.- Le expresa a subiendo las escaleras con Rebecca aferrada a ella.
- Podrías cambiar de opinión.-  Le responde con su mano presionando suavemente la trasera de Marlene.
- Eso no vas a hacerlo.- Quejándose y cambiando la mirada hacia atrás, hacia Rebecca.
- ¡Oh!- Responde Rebecca sensualmente agarrando a Marlene besando sus labios con fuerza, la lengua de Rebecca sondea su boca con un gemido.
- ¡Déjame mostrarte!- Rebecca le dice en un ruego. Se besan apasionadas hasta que caen en la cama. Rebecca se mueve a un lado de ella, su mano vaga hacia el montículo, mira hacia los ojos azules sensuales de Marlene.
- Te amo más de lo que jamás podría imaginar, mi corazón late fuera de control cuando te miro, tu tacto me vuelve loca.-  Ella le susurra romántica. La mano de Marlene se desliza hasta el primer botón de los pantalones vaqueros azules de Rebecca como un chasquido, se miran brevemente. La mano de Rebecca guía a Marlene ella le abre la cremallera y le quita los pantalones, seguido por la camisa y la ropa interior. Rebecca, ahora desnuda, lentamente desabrocha la camisa de Marlene y la deja caer al suelo, le desabrocha el sujetador y luego le retira el resto de la ropa.
- Eres tan hermosa Marlene y tengo la gran  suerte de que te hayas decidido hacer tu vida conmigo.-  Ella le habla con dulzura y luego acaricia suavemente su vientre.
- Te amo Rebecca, te he amado durante tanto tiempo como puedo recordar, incluso a través de los tiempos más difíciles y con nuestras debilidades.- Ella le relata solemne. Yacen abrazadas mirándose mutuamente. Rebecca hace una respiración profunda y se sienta al lado de Marlene tragando saliva.
- Marlene, necesito decirte algo.-  Ella comienza a rasgar su garganta haciéndose daño mientras trata de formar las palabras. Marlene la agarra el hombro.
- ¿Por qué estás llorando? - Ella le pregunta levantándose a su lado.
- Es realmente necesario que escuches, esto no es fácil para mí.- Se pone de rodillas baja la barbilla antes de responder.
- ¡Ok! Tienes toda mi atención. ¿Qué es lo que podría ser tan difícil de decirme?-  Su mirada es hace atenta y seria.
- ¡Dios! No sé por dónde empezar.- Ella se arrastra.
– ¿Empezar? Desde el principio.-  Marlene trata de ser un apoyo.      
- Cuando acepté este empleo, supe que tendría que tomar decisiones difíciles de llevar a cabo, que tendría que usar mi inteligencia, el talento y el conocimiento para contratar gente para hacer un buen trabajo en LCL.- Sacude la cabeza secándose una lágrima que había rodado hasta la barbilla. - Cuando viajé a Bruselas fui con la intención de contratar a Sophia que trabajaba para Henri. - Ella mira a los ojos de Marlene. 
– Y la  contrataste,  parece feliz y se lleva bien con todos.- Marlene sonríe con una expresión agradable.
- La verdad del asunto es aquella noche que fui a su habitación… me dio un beso.- Rebecca puede ver elevarse la tensión en la cara de Marlene.
- ¿Te fuiste a dormir con ella?- Le pregunta sin rodeos saliendo de la cama y poniéndose la bata.
- ¡No! Yo no, me sorprendió totalmente, yo, yo…-  Trata de explicar.
- ¿El qué Rebecca?- Marlene empieza a pasear aparta la vista de ella.
- Yo le dije que estaba casada y que estábamos esperando nuestro primer hijo.-  Le contesta honestamente, se levanta de la cama y se mueve hacia Marlene.
– Ponte algo de ropa.- Le ordena Marlene suspirando con dureza.
- ¡Lo siento! No pasó nada Marlene. Juro no pasó nada.- Ella declara en voz alta mientras empieza a vestirse.
-Te pregunté hace semanas que era lo que estaba mal, me lo has ocultado todo este tiempo.- Exclama en voz alta.
– Contrólate baja la voz  Marlene, o quieres que Ruth nos oiga.-  Marlene cierra la puerta.
- ¡Marlene quería decírtelo!-  Rebecca incrementa su llanto.
- ¿Querías decírmelo?- Le suelta en tono brusco y enojado.
- Realmente no ha sido un buen momento, yo no quería darle importancia, fue sólo un incidente aislado y desafortunado. Nunca le mostré ningún interés.-  Ella deja de hablar y baja la cabeza, Marlene empieza a caminar de nuevo.               
- ¿Mostrar su interés? Ella trabaja para nosotros Rebecca.- El rostro de Marlene se convirtió en hosco.
- Le dije que estaba casada, de verdad, por favor, tienes que creer que nunca volvería a engañarte, lo juro.- Extiende su mano en el hombro de Marlene, de repente ella se aparta.
-  ¿Tuviste que atornillarla para conseguir que trabaje para LCL? -  Las lágrimas fluyen ahora por su rostro.
- No le he puesto una mano encima, no estoy interesada en ella de esa manera y no tenía ni idea de cuando la conocí que era bisexual.- Rebecca imploró tratando de acercarse a ella.
– Por qué no me dijiste que ella te dio un beso. ¿Me estás engañando Rebecca? ¿Tuviste contacto con ella? ¿Está ella en tus sueños cuando duermes por la noche? Me refiero a que la contrataste, aceptó y que ¿Hay  alguna razón que no sea LCL por la que se quedó?- Comenta Marlene sentada en la cama.
- ¡No lo sé!-  Enseguida baja la cabeza en admisión de culpabilidad. - Sólo escucha Marlene y si quieres que me vaya, lo haré. Pero en este momento tú y nuestro hijo es lo más importante en mi vida y te quiero, nunca he tenido relaciones sexuales con ella. Después del beso, rápidamente salí de su cuarto y ella se disculpó. No sabía nada acerca de nosotras hasta que se lo dije. La verdad del asunto es que realmente quería que viniera a trabajar para LCL y dudé de mí misma y de mis habilidades, yo sólo podía ver lo que podía hacer para LCL y sabía que si te decía algo sobre el beso, te pondrías en contra de ella y me presionarías para no contratarla. Y no quería que eso ocurriera.-  Rebecca le habla con voz clara y precisa. Marlene se cruza de brazos mirándola  directamente a los ojos.
- Estos son exactamente los motivos por los que nos separamos la primera vez, porque no nos comunicamos, ocultaste durante semanas lo de tu romance con Thore y ahora has mentido sobre Sophia porque querías contratarla, no puedes tomar decisiones de negocio solo para ti. ¿Cómo sabes lo que yo te hubiese dicho?-   Se pregunta con angustia en su corazón.           
- ¡Vamos Marlene! sabes que te habrías enfadado.- Conjetura Rebecca.
- ¡Bueno! Entonces no me conoces en absoluto. Me contaste lo ocurrido con  Angelo de inmediato, pero no has tenido las agallas para decirme lo de Sophia. Me pregunto Rebecca si no te sientes atraída por ella, más que el diseño de moda.-  Sus observaciones son crudas y toman por sorpresa a Rebecca.
- ¡Te amo! Yo sólo quiero estar contigo. ¿Por qué no me escuchas?-  Ella la abraza por la cintura atrayéndola.
- ¿Escuchar? Puedo escuchar todo el tiempo, pero entonces dime la  verdad de cuando te la pida o la suplique. Me has  mentido, no tienes fe en mí o en esta relación. ¿Qué voy a pensar?-  Le pregunta con la expresión facial de tristeza, ella comienza a llorar de nuevo, los labios de Rebecca tiemblan.
- ¡Por favor! ¡No! Te necesito, y sí, me he equivocado por no decírtelo de inmediato, te lo ruego entiéndeme y perdóname, por favor.- Marlene y ella bajan la cabeza al pozo de su estómago que le duele incontrolable. Acaricia  su vientre con delicadeza.
- ¡No sé Rebecca!- Suspira y abre el cajón de la cómoda, rebusca dentro de él y saca un par de pijamas y los entrega a Rebecca. Con cautela los coge y suelta el abrazo que tenía en la cintura. Sin decir nada más decisivo y en silencio sale de la habitación y cierra la puerta.

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