Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 30 de mayo de 2017

CAPÍTULO 78

                 
                      
               CADA FIESTA TIENE SU CAPÍTULO
- Podemos hablar en privado.-  Katherine se estremece mirando Rebecca.
- ¡Sí!- Responde ella, con las copas en la mano salen a la terraza, Rebecca deja su vaso sobre la barandilla y mira hacia el cielo nocturno.  
- ¡Ok!- Se da la vuelta mirando para ver si hay alguien más en la terraza con ellas.
- Tienes toda mi atención.- Ella cruzó los suspiros brazos.
– No hemos hablado de forma cortés entre nosotras. ¿Qué pasó?-  Katherine cuestiona acercándose a ella.  Rebecca se siente molesta.  
- ¿Me has traído aquí para hablar de lo que una vez sucedió entre nosotras?- Le pregunta y comienza a alejarse sin saber que Sophia está de pie en las sombras escuchando.
- ¡Por favor! Rebecca no te vayas.- Le suplica haciendo que Rebecca se encienda.
- Lo que compartimos es pasado, amo a Marlene ¿Puedes ver eso?-  Le dice con la sensación de que debe acabar con Katherine.
- Te amo y sé que no va a cambiar lo que siento.-  Deja que sus sentimientos fluyan libremente.  
- Yo no te quiero y es duro tener que tratar contigo en un entorno de trabajo. Con tu mala educación, el rencor  y el enojo porque terminé contigo. Nunca pensé que actuarías de esta manera.  Creí que te comportarías profesionalmente estando en mi empresa.-  Rebecca le espeta airadamente.
- Es duro, duro verte en los brazos de otra persona, pero la parte más difícil de todo esto, es la forma en que me mentiste y me traicionaste.- La voz  perfora las orejas de Rebecca.
- No puedo hablar de esto contigo más, lejos de tu perturbación y enojo, nunca habrá un momento en que no me moleste, yo te amaba a mi manera, pero como ya te dije en su momento, siempre he estado enamorada de Marlene.-  Responde apoyando su frente contra la pared, Katherine se acerca por detrás y toca su hombro con la mano temblorosa.
- ¡Por favor! Ámame de nuevo.- Le expresa bajando la cabeza, quita la mano de su hombro y silenciosamente se dirige al interior. Rebecca permanece apoyada contra la pared con la cabeza nadando en la conversación con Katherine. Cierra los ojos, pero el chasquido de unos tacones la sobresalta, mira hacia donde procede el ruido. - ¡Yo, yo!- Sophia habla caminando desde las sombras. - Veo que has dejado un rastro de corazones rotos.-  Ella camina lenta hacia Rebecca. - ¿Estás bien?-  Ella extiende la mano tocando el lado de su cara.    
– Lo estaré.-  Se aparta un poco para regresar a la barandilla y recuperar la copa.     
- ¿Asumo que Katherine era un accesorio en tu vida?- Rebecca gime humilde.
- ¡Sí! Lo fue.- Responde con palabras cortas y cortantes.
- Yo amo a mi esposa. Ella no puede ver más allá que mi traición y la infidelidad. Ciertamente no puede aceptar el hecho de que terminó todo.-  Expresó con el calor subiendo por su espalda.
- ¿Por qué no entras y te reúnes con Marlene? Creo que has tenido suficiente estrés para una noche. Tengo la intención de ir a LCL temprano y debemos hablar.- Rebecca respira profundamente.
- ¡Sí! Debo encontrar a Marlene, estoy cansada. Si no te importa me gustaría que vinieras a mi casa para tomar un café. Mi oficina está allí y podríamos hablar en privado. - Rebecca ofreció.
- Me encantaría.- Rebecca consigue esbozar una sonrisa.  
- ¿Podrás acudir a las nueve?- Sophia asiente y Rebecca regresa al interior dejando a Sophia en la terraza.
Rebecca se sienta en el borde de la cama a quitarse sus zapatos y luego la ropa.    
- ¿Te gustó el menú de esta noche?-  Le pregunta a Marlene.
– Si que me gustó, había una gran cantidad de alimentos ricos, pero estoy cansada.- Ella deja de hablar brevemente. Le parece que algo cruza la mente de Rebecca.
- ¡Katherine!- Menciona Rebecca poniéndose el camisón por la cabeza. - Tuve que escuchar como me lloraba sobre el hecho de que le mentí y la traicioné.-  Se pone de pie y camina hacia el baño.- Me dice que me ama y me quiere amar a tu espalda. Tendré que hablar con Sebastián y Elisabeth sobre ella. No puedo llegar a ella sin importarme por mucho que lo intente.-  Marlene se sienta en la cómoda y ve a Rebecca a través del reflejo en el espejo.
- Yo si puedo imaginar cómo se siente, traicionada.- Le responde. Rebecca deja de hablar.
- ¡Marlene! ¿Por qué dices eso?- Ella le pide una explicación. Explicación que ella debe dar con lo de Sofía y el beso que cubre su mente. Ella lo ha ocultado demasiado tiempo a Marlene, no es veraz consigo misma, se le hace nudo en la garganta.
- Tú la traicionaste engañándola conmigo, es simple, pero es como una fea herida que no se cura, la infidelidad es siempre una fea herida.- Sus comentarios son sencillos y sin dudas. Rebecca mira sin comprender, ella contiene el aliento y su corazón le golpea en la cabeza.
- ¡Ok! Pero  ha tenido algún tiempo para sanar.- Responde lanzando sus manos al aire.
- Me casé contigo, que debería haber sido la gota final. No estoy interesada en hacer una vida con ella. Continuará atormentándome,  piensa que soy más rastrera que el vientre de una serpiente.- Ella exclama sintiendo dolor de cabeza. Marlene toma el pelo suelto y comienza a cepillarlo.
- Y es por eso que ella vive en Berlín.- Rebecca la mira. - No ha dejado sus comentarios punzantes.-  Se mete en la cama, Marlene se une a ella y apaga la lámpara. Hubo silencio entre las dos. Rebecca se queda mirando el techo de la ventana.
- ¿Estás dormida?-  Marlene pregunta, se vuelve y se acurruca pegada a Rebecca.
- Estoy demasiado enojada para dormir.-  Dice haciendo una mueca.
- ¡Rebecca! Simplemente olvídate de ella, nunca va a ser feliz no importa lo que diga o haga.- Hace un gesto como una risa de Rebecca.
- Tengo que trabajar con ella para dar nombre a la línea adolescente. ¿Imaginas?-  Suspira poniendo sus ojos en Marlene antes de continuar.
– Es lo que toca ahora.- Marlene acaricia su mejilla.
- Vas a gestionar, no tendrás que verla durante mucho tiempo.- Toma aire para seguir. - Sophía parece agradable, por no hablar de atractiva.- Marlene cambia de tema.
– Nos reunimos mañana aquí. Me voy a vender aquí mismo y espero que ella acepte.-  Saca sus manos detrás de su cabeza y las acerca a la cara de Marlene, toma un mechón de pelo dorado y lo envuelve en su dedo índice.     
- Sophia es una mujer atractiva, pero mi amor es preciosa, por no hablar de sexy con ese vestido que tenía esta noche.-  Marlene la abraza besándola suavemente.   - Gracias a mi bella esposa, realmente me sentí cómoda en él.-  Le expresa con dulzura trazando los labios de Rebecca con su pulgar.
- Necesito dormir un poco y tengo que llamar primero a Sebastián por la mañana para ver si puede juntar algunos números, porque estoy segura que querrá seis cifras.-  De repente se hizo el silencio.       
- ¡Marlene!- Rebecca le susurra, pero no hay respuesta, mira sus ojos cerrados en la penumbra de la habitación, roza sus labios con la punta de la nariz.
- ¡Buenas noches, amor mío!-  Se despide en un tono suave. Poco a poco va cayendo en un sueño profundo.

Marlene se levanta temprano dejando a Rebecca dormir.
- ¡Buenos días Ruth!-  Se apresura a bajar las escaleras.
- ¡Que temprano! ¿Rebecca?-  Entra en la cocina y Marlene se sirve un café.
- Ella debe bajar pronto. Yo tengo que hacer algunas cosas temprano en la oficina. No llegaré tarde esta noche.- Ella le sonríe poniendo mantequilla en un panecillo y  después de dar cuenta de él, sale corriendo por la puerta. 
Rebecca baja por las escaleras en camisón y bata.
- ¿Dónde está Marlene?- Pregunta mirando a su alrededor.
– Ella me dijo que tenía de hacer algo esta mañana.- Ruth le responde  preparando un café a Rebecca. 
- Estaré en mi despacho esta mañana.-  Le  comunica y extrae su teléfono celular del bolsillo de la bata. Marca el numero de Sebastián.
- ¡Hey! ¿Ya estás arriba?-  Le pregunta. - ¡Sí! Aunque hubiera pensado que mi hermanita estaría durmiendo esta mañana.-  Añade en tono de broma.
- Hay mucho que hacer.-  Dice sonriendo.
- ¡Bueno! Tanja ya va dos pasos por delante de ustedes esta mañana.- Él se ríe entre dientes.
- ¿Puedes venir a tomar un café alrededor de las siete y media?-  Ella le cita apresurada.  
- Si puedo ¿Supongo que  quieres discutir un posible empleo para Sophia en LCL?-  Su pregunta no le sorprende, Tanja se lo ha anticipado.
– ¡Exacto! Me voy a reunir con ella aquí a las nueve, es hora de conocer sus pensamientos, y no quiero perder más el tiempo.-  Le murmura en el teléfono. Rebecca termina su desayuno.  - ¡Ruth! Sebastián estará aquí a las siete y media y la Sra Van Dorn a las nueve. ¿Podría preparar una bandeja de café y llevarlo a la oficina?-  Ella le ordena con una sonrisa.
- ¿Habrá algo más?- Ella pregunta recogiendo el plato y la taza de café.
- ¡No! En principio eso es todo.- Apresurada  sube las escaleras y se viste.

 Sebastián se sienta a la mesa de Rebecca con una libreta y un lápiz.
- ¿Qué estás pensando?-  Él pregunta curioso.     
- Seis cifras fácil.- Ella sonríe y él comienza a calcular números en el papel.
- ¿Has hablado con Abby?-  Pregunta sin cuestionar los temas entre ellas.
- ¡No! No lo he hecho. De todas formas creo que ya había contado con un diseñador en el presupuesto y la verdad es que no he tenido tiempo para hacerle frente.-  Ella responde ofendida  sacudiendo la pluma.
- ¿Hay algún problema?- Él le pregunta con calma y sin preocupación.
- ¡No! Quiero decir sí, no nos gustamos en absoluto.- Ella lo mira fijamente por un momento.
- ¡Marlene!- Por fin habla. - ¡Oh! No creía que fuera grave.- Él responde sirviéndose un café.
- Basta de hablar de ella, lo que tenemos que hablar es de Sophia y si podemos contratarla. Creo que puede ser lo mejor que le ha pasado a LCL en mucho tiempo. Lo digo en serio Sebastián ella puede marcar una gran diferencia y que será difícil para cualquier empresa, incluyendo a Henri,  competir con nosotros.- Ella le explica con entusiasmo en su tono de voz.
- Por no decir que ya hemos invadido su negocio en París.- Le recuerda. Rebecca lo mira con severidad.
- Creo que Jean Dupree ha conseguido mantenerlo a raya y con la línea de lencería será el negocio principal después de Riga. Creo que hay suficiente espacio en París para los dos.- Sebastián se percata de la frescura y control que su hermana mantiene.
- Habla con ella, yo voy a hacer unos pocos de números. Averigua sus pretensiones, pero tengo que saberlo pronto. Una vez que termines de negociar, me llamas.- Pone el cuaderno de notas en su maletín. - Cuanto antes mejor Rebecca.-  Le remata. Se levanta y se marcha, dejando a Rebecca con sus pensamientos de cómo manejar la situación.

Rebecca contesta a la llamada del timbre.
- Por favor, Sophia entra.-  Ella parece renovada y descansada de su viaje.
- Encantada.-   Dice mirando a su alrededor. Entran en la gran sala.
- Atractiva, ella es muy hermosa. - Sofía se refiere al retrato de Marlene colgado encima de la chimenea.
- ¡Gracias! Ella es el amor de mi vida y no hay nada que pueda encontrar en el mundo mejor que ella, además es la madre de nuestro  hijo.-  Añade saliendo de la gran sala y entrando en su oficina. Sophia se siente abrumada por el comentario, siente algo de vergüenza por su loca intentona.
- ¿Café?-  Rebecca le ofrece y sirve una taza, Sophia remueve la crema y el azúcar. 
- Creo que ya estoy lista para una gira en LCL.-  Se lleva la taza a los labios.
- Lo primero es lo primero.-  Rebecca habla reuniendo el valor para hablar de su propósito.  
- Me gustaría que vinieras a trabajar en LCL.-  Le dice directamente esperando una respuesta. Sophia deja la taza sobre la mesa.
- ¿Como diseñador jefe? - Ella pregunta con seriedad. El corazón de Rebecca golpea rápido y su respiración se hace profunda.
- ¡Sí! Como diseñador jefe.- Hay un momento de silencio, ella parece perdida y sorprendida.
- Yo era feliz como diseñador jefe y como te expliqué en Bruselas mi familia decidió que necesitaba un administrador sobre todos los diseñadores y me ofrecieron a mí el puesto. Acepté porque era lo mejor para Marlene y para mí en ese momento. – Rebecca se expresa con franqueza.
- ¡Ya veo! Debo admitir que estoy sorprendida de que renuncies a diseñar en absoluto.-  Le dice en un tono sincero.
- Diseñar es mi vida y tuve que pensar mucho antes de aceptar esta posición. Pero había cosas más importantes que compensaban quedarse a la cabeza.- Rebecca explica con honestidad. Sophia termina su café.
- ¿Cuándo necesitas una respuesta?-  Ella le pregunta. Rebecca sonríe.
- ¡Pronto! Por desgracia no tengo mucho tiempo, Emily se casará pronto y Angelo, no lo sabe todavía, se trasladará a París para trabajar en la línea de ropa interior.  Natasha, la asistente de Emily, es una superdotada pero sus verdaderos talentos no han sido exploradas todavía.- Sophia alza la frente.
- ¿Así que hay todavía mucho talento sin explotar?-  Pregunta profesional.
- ¡Sí! Necesito contratar a alguien que esté interesado en formar y moldear estos talentos a sus preferencias.-  Dice en actitud profesional.
- ¡Hmmm! ¿Tanja?- Sofía pregunta con intriga.
- Ella no está a cargo de las diseñadoras, sin embargo es la responsable de LCL Dusseldorf y es muy organizada.  ¿Es eso un problema?-  Rebecca le pregunta con un nudo en la garganta.
- ¡No! En realidad, ha sido muy agradable conmigo.- Le relata.
- Tanja está ocupada con la moda internacional y tanto ella como Sebastián han hecho viajes a diferentes lugares en los que estamos interesados en abrir tiendas y boutiques. Ella mantiene el negocio así enfocado.- Rebecca sonríe. - Eso es hasta que tengamos un desfile de moda para componer.-  Ambos se ríen.
- ¡Ya veo!- Ella responde en voz baja. - Tanja ha sido un activo en el negocio durante mucho tiempo. Y, sí, puede ser grosera, insensible y maleducada, pero con sus habilidades en los negocios y mis colecciones, hemos sido capaces de levantar LCL.- Le transmite en un tono confiado. - Supongo que sabrás que yo no renuncio a Henri.- Ella le declara con audacia. Rebecca sonríe.  - No estarías aquí si no fuese así.-  Ella responde con mirada inquisitoria.
- ¡Bueno!  Yo creo que tenemos que recorrer LCL para que te pueda dar una respuesta.-  Ella deja su taza sobre la mesa, Rebecca se pone en pie.
- ¡Bien! Pues vamos allá.- Rebecca y Sophía salen de la casa en dirección a LCL.

-¡Buenos días, Tanja!-  Rebecca la saluda al reconocerla en el bar tomando un café. - Veo que las dos decidieron hacer acto de presencia.- Expresa con una sarcástica sonrisa.
- ¿Has visto a Marlene?-   Pregunta Rebecca, Tanja mueve un ojo hacia ella.
- Telones de fondo antes y después de una reunión con los diseñadores. Puede que esté en su oficina.-  Ella le comenta. Sophia la sigue por las escaleras hasta la sala de diseño.
- ¡Wow! Esto es de primera clase.- Gira la cabeza viendo la estancia muy moderna. Sonríe examinado los rollos de tela y viendo los diseñadores con sus asistentes trabajando.
- Señora. Van Dorn.- Rápidamente se volvió hacia Emily.
- ¡Emily! Que buen rato pasé con usted y su abuelo anoche.-  Emily sonríe sacando un rollo de material de la pila.
- ¿Le gustaría unirse a mí?- Emily le ofrece y ella se acerca a su mesa el diseño. Rebecca les deja trabajar mientras se dirige a la oficina de Marlene.
- ¿Cómo vas?- Entra con una alegre sonrisa.  
- ¡Bien! Los telones de fondo están acabados. Me he reunido con los diseñadores y estoy lista para el show.-  Sonríe y se levanta de su escritorio. Abraza a Rebecca con cariño.
- ¡Te quiero!- Sus miradas son de lujuria. - Me gustaría que estuviéramos en casa ahora mismo.-  Hacen unas risitas para besarse.
- Porque no podemos, pero no creo que todo esté perdido.-  Marlene comenta con ternura. Rebecca afloja el abrazo de Marlene y camina hacia la ventana para mirar fuera de las persianas.
- Tengo a Sophia aquí.- Marlene se acerca a la ventana mirando por encima del hombro de Rebeca.
- Hemos negociado y creo que ella está interesada, pero me dijo que no ha renunciado todavía con Henri de París, creo que no estaría aquí si no lo hubiera pensado. - Marlene escucha la emoción en la voz de Rebecca. - Me reuní con Sebastián antes que con ella, está trabajando los números en estos momentos.-  Le relata con tranquilidad.
- ¡Bueno! Yo espero que funcione.- Le remarca  Marlene.
- Pero parece aprensiva. - Rebecca se vuelve rápida hacia ella.
- ¿Estás bien?-  Ella mira a Rebecca con buen tono.
- Yo sólo sé de lo que he leído en algunas de las revistas de moda. Puede ser malévola en conseguir lo que quiere y que a veces sus intereses están más allá de la moda, eso es todo.-  Rebecca se encoge.
- La gente hace lo que puede en el mundo de la moda para salir adelante y tu sabes de primera mano cómo es este negocio, sí, la gente es despiadada y me doy cuenta de que ella puede ser una de esas personas que han utilizado todas sus mañas para conseguir lo que quiere.-  Marlene se siente una entrometida en el trabajo de Rebecca.
- Sólo estoy haciendo un comentario Rebecca. ¿Por qué de repente estás enojada?-  Arremete contra ella.  
– No lo estoy, lo que digo es que tenemos que buscar la parte buena en sus habilidades, no sus últimas indiscreciones, esto es LCL y es un juego completamente diferente, un nuevo comienzo con un campo de juego diferente.-  Rebecca argumenta como sintiéndose acorralada.
- ¿Por qué estamos hablando esto Rebecca?-  Marlene la mira con una sonrisa.
- Tengo cosas que hacer.-  Ella le responde notando una mirada de descontento antes de salir de su oficina.

viernes, 26 de mayo de 2017

CAPÍTULO 77


                         
               

                                TODO PREPARADO

Rebecca espera pacientemente una respuesta de Jean Dupree.  
- Elisabeth y yo hemos discutido sobre ese joven muy talentoso que has descubierto, no tengo a nadie en mente. Sé que eres reacia a dejarlo ir, pero…- Él duda empujando sus gafas en el puente de la nariz.
- No puedo dejar de pensar que puede ser un buen diseñador en París, tendría carta blanca para hacer lo que le plazca y un campo de diseño muy abierto para planificar proyectos futuros para susurros de la noche.- Rebecca mira fijamente a Elisabeth antes de hablar.
- Creo que es en su mejor interés aceptar la posición en París.- Elisabeth se aclaró la garganta.
- He disfrutado trabajando con él, es un joven maravilloso, con una gran cantidad de talento. Pero yo estoy muy ocupada con los asuntos familiares que ocuparán gran parte de mi tiempo el año que viene. Sebastián está claramente secuestrado con el aspecto legal de LCL y Tanja tiene bastante en su plato con las boutiques y las aperturas de tiendas. Creo que con los cambios mi tiempo estará mucho mejor optimizado aquí.-  Elisabeth habla profesionalmente.
- Así que, si no he entendido mal, vamos a ofrecerle la posición de París tras el desfile de moda.-  Dupree expone con cordialidad y termina su café.
- Si ustedes, señoras, me disculpan debería descansar antes de la cena, los viajes largos me cansan mucho.- Se pone de pie estrecha la mano de Rebecca y en silencio sale de la sala. Rebecca siente cierto alivio de la tensión acumulada.
- Sé que debe haber sido difícil.-  Rebecca se pronuncia.
- En realidad hemos hecho mucho con la línea de ropa interior, lo que jamás hubiera imaginado y el verdadero talento es Angelo. Él no necesita ningún tipo de distracciones por mi parte, creo que su traslado a París es la mejor decisión.-  Elisabeth le habla con calma. Rebecca se levanta y coloca su taza de café en la bandeja de servir.  
- ¿Has hablado con Marlene?-  Elisabeth le pregunta con mirada inquisitoria.
- ¡No! Hoy no, las cosas han estado algo tensas la mayor parte del día.- Rebecca suspira después de responder.  
- Debes decirle la verdad.- Ella le aconseja de nuevo. 
- Debería, pero ahora tengo la espalda contra la pared. Tenemos invitados y no necesito agitación durante los días de la moda. Además no necesito que Katherine tome nota si piensa que algo pasa entre Marlene y yo. – Respira en profundidad.
- Necesito tranquilidad, quiero contratar a Sofía si ella quiere, tendrá LCL. No hay nada más que pueda hacer en este momento. Me preocupo por la salud de Marlene y el bebé. Se lo diré, pero sólo cuando perciba que es el momento. – Satisface  la curiosidad de Elisabeth.
- ¿Y qué te hace pensar que la gente no se dará cuenta? Katherine no estará indiferente.-  Rebecca se acerca a la ventana y se asoma.
- Me gustaría que me odiara de verdad.-  Elisabeth se acerca a ella poniendo las manos sobre sus hombros.  
- Ella te ama y te dejó muy claros sus sentimientos.- Rebecca estiró la cabeza hacia atrás.
- Tal vez con la línea adolescente viaje por todo el mundo y se aleje de Alemania.- Elisabeth sonríe.
- Siempre y cuando su madre esté viva y su familia necesite su apoyo, algo que no va a suceder. Además si se queda en LCL  todavía tendrás que lidiar con ella de alguna manera.-  Rebecca baja la cabeza y se cruza de brazos.
- Tienes razón.  Debería irme. Marlene estará en casa pronto y tengo que tratar de hacer las paces, aunque no es tonta y huele los problemas a distancia.-  Una sonrisa temerosa cruza su rostro.  
- Después del desafío que debes afrontar. ¿Os uniréis a nosotros para la cena?-  Elisabeth preguntó.
- ¡No!- Responde sacudiendo la cabeza. - Creo que necesitamos un poco de tiempo a solas esta noche. Ésta será una semana de mucho trabajo y lo suficientemente estresante y, por supuesto, estaremos aquí mañana por la noche.- Abraza a Elisabeth mientras contesta. 

Rebecca va andando lentamente por el camino que bordeaba el muro de piedra donde se separan las propiedades hasta el arroyo con  los árboles  en flor, mira su reflejo en el agua clara de la corriente. El calor del día se ha apagado, ahora siente frio, envuelve sus manos alrededor de sus brazos con un escalofrío. Marlene está mirando por las puertas francesas que dan al patio y ve a Rebecca cerca del arroyo, Saca una chaqueta del armario del vestíbulo y camina a su encuentro.
- ¡Hey!- Sorprende a Rebecca, le entrega la chaqueta.
- ¡Hola! No te esperaba tan pronto. - Le comenta.
- Acabo de llegar a casa y te vi aquí ¿De regreso desde el castillo?- Rebecca la coge de la mano.  
– De allí vengo.- Comienzan a caminar a lo largo del arroyo. - Es una hermosa tarde, perfecta para un paseo.- Aprieta suave la mano de Marlene.  - ¡Te amo!- Su cabeza se inclina hacia el hombro y descansa allí.  Lentamente caminan por el bosque.
- Es hermoso en esta época del año.-  Marlene lo recita descansando contra un árbol de arce grande. Rebecca pone sus manos alrededor de su cintura.
- ¡Bésame!- Marlene cierra los ojos y se inclina hacia adelante. Rebecca y ella unen sus bocas con suavidad y su lengua sondeando. Las manos de Rebecca comienzan a vagar libremente por el costado de Marlene mueve su pierna hasta hundirla en su montículo, ella gime. Rebecca calienta la boca besando cada pulgada del cuello de Marlene que se queja en voz alta haciendo una mueca cuando empieza a desabrochar su pantalón.
- ¡Rebecca!- La mano de Marlene intenta detener sus avances. - ¡No me detengas!- Ella le pide aflojando la mano de Marlene. - ¡Rebecca! yo no…- Rápidamente le cubre la boca con la mano sujetándola fuerte contra el árbol. - ¡Por favor!- Ella ruega mientras los dedos de Rebecca encuentran el camino al calor de su seno, lo que la hace flexionar las piernas. - ¡Oooh!- Sus gemidos van dirigidas a la oreja de Rebecca, su aliento caliente como el fuego causa una carga emocional que dispara la espalda de Rebecca. - Si me quieres, entonces llévame a la cama.- Marlene se pronuncia eróticamente, sus ojos penetrantes y la mirada ardiente, Rebecca acepta que la guiara de regreso a casa. Una vez dentro se miran la una a la otra perdidas en la pasión mutua. Arriba, la luz de la tarde, sombras emitidas a través de las ventanas que hacen que la habitación esté tenuemente iluminada. - ¡Quítate la ropa!- Rebecca le pide con los labios temblando. Marlene abre la cremallera lentamente sus pantalones vaqueros y con vacilación los deja caer al suelo, se desabrocha la camisa haciendo que Rebecca  tiemble por dentro. Marlene se queda sólo con su ropa interior. Rebecca se acerca a ella deslizándole suavemente los tirantes de su sostén a los lados de sus brazos y se lo quita para tirarlo al suelo.
- ¡Ponte en la cama!- Le dice con una mirada intensa, Marlene obedece, Rebecca se quita la chaqueta, luego la camisa, el sujetador y los pantalones vaqueros, se pone delante de ella vestida sólo con su ropa interior. Retira la otra prenda de Marlene, corre encima de ella que se deshace de sus bragas y abre las piernas como ella.
- ¡Te quiero!-  Marlene suavemente le dice. Los ojos de Rebecca contemplan los de ella. Sus manos suavemente trazan el camino a su montículo y luego dentro de ella.  Marlene se retuerce de completo placer. Agarra el pelo de Rebecca con las manos cerradas llega al clímax en repetidas convulsiones y la mente en un estado de felicidad erótica. Marlene pone  lágrimas que corren de sus ojos mientras jadea y su mente se recupera del toque de Rebecca. - ¿Estás llorando?-  Le pregunta con preocupación. Marlene se seca las lágrimas con sus dedos.
- ¿Sabes lo que me haces sentir?-  Le pregunta olvidando las discusiones que habían mantenido.
– Si que lo sé, es en lo que confío para  mantener la fe en mi amor y que te guíe en el mejor y el peor de los momentos. Puedo hacerte sentir de esta manera porque te amo más de lo que imaginas.- Los labios de Marlene rápidamente tapan su boca en un profundo beso apasionado. Acabado ella se retira mirando a sus ojos marrones con intensidad.        
- ¡Hmmm! ¿Qué fue eso?-  Rebecca quiere saber la respuesta. - Para hacerte callar.- Sonríe y coge a Rebecca entre sus brazos, con su dedo índice hace movimientos arremolinados en su brazo. - ¡Hazme el amor!- Rebecca ruega con ternura. Las manos de Marlene se cierran alrededor de su cuello y le da un beso. - Quiero sentir tu pasión, tu amor.-  Rebecca habla mirándola, Marlene se deshace de la ropa interior de Rebecca. Con sus labios sensuales besa su piel. Marlene toca leve y tiernamente el rincón mas sensible. Rebecca gime, con su mano Marlene provoca que Rebecca se tense a la vez que acaricia las largas hebras de pelo de Marlene. Su cuerpo se arquea y uniendo al ritmo sus bocasl hasta que explota con una ola de placer. Durante un rato prolongado permanecen encerradas la una en brazos de la otra.
- ¿Tienes hambre?- Marlene pregunta en un susurro.
- ¡Si! Y mucha.- Ella se acerca y besa la parte superior de la cabeza.
- Ruth debería estar en casa pronto.- Marlene añade al sentarse. - Si estás hambrienta podría arreglar alguna cosa.- Ella busca algo en el centro de los ojos de Rebecca.               
- ¿Tenemos sobras?- Le pregunta Rebecca, Marlene piensa un segundo.
- ¡Tenemos! Pero podía cocinar algo para las dos.- Ella la agarra del brazo.
- No quiero que te pongas a cocinar ahora, relájate, sólo hay que calentar lo que encuentre en el refrigerador.-  Le responde a Marlene. - Necesito una ducha.-  Rebecca le dice saliendo de la cama. - ¡Vente conmigo!- Le sonríe extendiendo su mano hacia ella.
   
- ¿Cómo fue la visita con Dupree y Elisabeth?- Marlene le pregunta sacando el plato del microondas.
- ¡Tranquila!- Responde pensando en volver a la conversación.
- ¿Había alguien más allí?-  Pregunta con curiosidad.
- ¡No! Sólo ellos dos.- Le contesta poniendo los mantelitos en la barra.
– Apuesto que Dupree está emocionado con la boda.- Le comenta mientras se sientan a comer.
- ¡Sí! Hablamos de la boda, la madre de Emily asistirá y se alojará en el castillo.- Marlene sigue preguntando.
- ¿Qué más habéis hablado?-  Marlene apoya el codo en la barra y reposa la cara en su palma.
- Angelo se trasladará a París, ya se ha decidido pero él no lo sabe todavía y no se le ofrecerá hasta que el desfile haya terminado.- Mira a Marlene con cautela.
- Creo que es lo mejor.-  Rebecca tose levemente aclarándose la garganta, Marlene se ríe entre dientes.
- Angelo, si fuera una mujer, se podría  decir que es una víctima de las circunstancias.-  Marlene expresa con gravedad con intención de hacer unas risas.
- Deja que te ayude con los platos.-  Ellas terminan de limpiar la cocina justo cuando Ruth entra por la puerta principal.
- Supongo que el encuentro ha ido bien.- Comenta Marlene. Ella se quita su chaqueta y la cuelga en el armario del vestíbulo.
- ¡Sí! Lo he disfrutado, ¡Gracias!-  Sonríe agradecida. - Voy a estar trabajando la cena mañana por la noche. ¿Hay algo en particular que le gustaría hacer para mañana?  Porque mi tarde se gastará en el castillo.-  Ruth pregunta
– Los quehaceres regulares de la mañana.- Marlene le instruye
- Si me disculpan me voy a acostar.- Ella les da las buenas noches.
Rebecca coge a Marlene de la mano y entran en la gran sala, sirve un agua con gas y se la entrega.  
- Me alegraré cuando lleguemos al final de esta semana. Voy a sugerir para hacerte cargo de las futuras sesiones de fotos y desfiles de moda.-  Expresa tomando un sorbo de su whisky.
- ¿No debería estar haciendo eso de todos modos?- Marlene cuestiona relajada en el sillón, con los dedos trazando el borde de su vaso.
- Deberías.- Se quedan en silencio un momento sin cerrar los ojos.
- Creo que has ganado una gran cantidad de experiencia y credibilidad, conmigo viajando este verano creo que serás capaz de intervenir y hacerte cargo. Tanja tiene las manos llenas con la moda internacional y no tiene tiempo para dedicar a las sesiones de fotos o desfiles de moda. Espero que ella viaje, ahora que Emma han decidido llevarla a un internado este año que viene.-  Expone con seriedad y se bebe el resto de su whisky.
- Emma está creciendo rápido y tomará sus propias decisiones sobre lo que quiere. No sé, desearía que nuestros hijos se quedasen cerca de casa.-  Marlene conjetura. 
- Tanja se mostró reacia, en realidad no hemos hablado mucho, pero con sus hijos en la distancia pasará menos tiempo en LCL y más tiempo descubriendo nuevas aventuras, tal vez vaya a China.-  Comenta Rebecca entre risitas.
- Quería decirte que me he inscrito en una clase de preparación al parto, comienza en julio.-  Menciona Marlene.
- ¡Hmmm! Espero que hayas hablado con Ollie. Yo podría estar ausente.- Rebecca le comenta.
–Tengo a Ollie, ya hablé de ello con él y se ofreció, creo que estamos listos.-  Ella se acaricia el vientre suavemente y bosteza.
– Creo que es hora de irse a la cama.- Mira a Rebecca y se pone en pie, toma su mano, apaga las luces y suben al piso de arriba.

Rebecca entra por la puerta con retraso, viene de LCL apresurada, corre escaleras arriba.
- ¿Dónde has estado?- Marlene pregunta, Rebecca comienza a desnudarse para meterse en la ducha.
- Llego tarde porque había problemas en la sala de planchado y es la tercera vez este mes.- Exclama con enojo, Marlene se sienta al comodín para aplicar su maquillaje.
- Debe haber sucedido después de que me fui.- Rebecca disfruta del calor de la ducha, que relaja su tensión.
- Siempre es algo.- Habla en voz alta. Marlene se recoge el pelo en una coleta atado con un lazo negro. Se pone el vestido recién creado dándole forma sobre su estómago.
- ¿Por qué no puede alguien decir algo de inmediato en lugar de esperar hasta el último minuto?- Marlene pregunta calzándose un par de sandalias de vestir a juego negro. 
- No sé. A veces creo que tienen miedo de admitir que han roto algo o que si no funciona correctamente, por temor a que les echen la culpa. -  Rebecca responde dando un paso fuera de la ducha.
- ¡Wow! Te ves sexy. – Deja de hablar y mira a Marlene. Se envuelve en la toalla.
- ¡Gracias!- Responde sonriendo y colocando un par de aretes en sus lóbulos.
- ¿Has decidido lo que llevarás puesto?-  Le pregunta mirando su cuerpo desnudo que está delante de ella.
- El vestido de algodón azul claro.- Le responde girando en seco y corrigiendo el estilo de su cabello.
- No te he visto en todo el día.- Marlene le dice caminando detrás de ella y besando su hombro desnudo.
- Elisabeth y Angelo me tenían prisionera con lo último de la línea de ropa interior. Después me reuní con Tanja y Sebastián. Katherine estaba reacia y muy  poco dispuesta a discutir el nombre de la colección adolescente en la que ha estado trabajando. Aaron perdió el disco de memoria de las fotos y tuvimos que tomar otra serie de ellas de la pasarela. Ha sido un infierno de día, pero estamos casi allí.-  Le cuenta dándose la vuelta, abraza a Marlene.
- ¿Y tú, dónde estabas?-  Ella sonríe con su mejor estado de ánimo.
- Trabajé en mi oficina la mayor parte del día y me fui temprano. ¿La señora Van Dorn ya está aquí?- Le pregunta.
- ¡Uh! ¡No! Su vuelo se retrasó y llegaría tarde.-  Ella le responde sintiendo una opresión en el pecho. Rebecca se viste y se calza un par de zapatos de tacón, se pone una toquilla al hombro. 
- Te veo preciosa, casi podía quedarme en casa si no fuera por la cena.- Marlene le habla en un tono sensual.
- ¡Bueno! Pues organízalo para volver temprano.- Y comienzan a reír mientras salen en dirección al castillo. El paseo a la parte delantera del castillo está bien iluminado.  Los invitados van llegando. Rebecca abre la puerta para Marlene aparece el mayordomo.
- ¡Justus!- Expresa Marlene.  
– ¡Condesas! ¿Puedo tomar sus abrigos y carteras?- Rebecca ayuda a Marlene a quitarse el abrigo y se lo entrega a él que les muestra el camino a la gran sala. Katherine está junto a la chimenea con una copa de champán en la mano, Natasha flanquea un lado de ella y Abby el otro. 
- ¡Bueno, eso es que debe haber algún tipo de conversación.-  Marlene sonríe por lo bajo. Rebecca explora la sala en búsqueda de Sophia.
- ¡Rebecca!- Esa voz familiar suena detrás de ella, se gira para encontrarse d cara con ella.
- ¡Sophia! Confío en que hayas descansado del viaje, Te perdimos en LCL hoy.-  Le tiende la mano y la estrechan.
- Sofía, te presento a mi esposa, Marlene.- Ella le estrecha la mano y con una sonrisa dice.
- ¡Hola! He oído hablar mucho de usted.- Sus ojos grises llaman la atención de Marlene, la sonrisa y la curva de sus labios definen la hermosa mujer que está delante de ella. El cabello castaño bien peinado, el traje con estilo haciendo juego con el color de sus ojos y piernas elegantes y delgadas.
– Y yo de usted, es agradable conocerla.-  Marlene sonríe. Sophía cambia de tema.
- ¡Rebecca! He hablado con Jean Dupree, está entusiasmado con trasladar la línea de ropa interior a París.-  Comienza la conversación profesional. Marlene asiente.
- Si me disculpan. Creo que voy a mezclarme por ahí antes de la cena.- Ella mira a Sophia.  
- Estoy segura de que usted y Rebecca tienen mucho de que hablar.- Los labios de Marlene rozan la mejilla de Rebecca.
- Ella es muy hermosa Rebeca.-  Le dice al verla caminar hacia Tanja y Elisabeth.
- Soy la persona más afortunada de la tierra.- Ella confirma observándola.
- Como te puedes imaginar he llegado ya de noche. Me disculpo por no poder hacer el recorrido por LCL hoy, realmente lo deseo, pero me divertí aquí.- Hace una mirada a su alrededor
– ¡Es muy bonito! Jean y yo hicimos un recorrido con Elisabeth y Sebastián por las murallas del castillo y luego caminamos por los jardines un rato. Espero conocer a algunas de las personas de LCL.-  Rebecca sonríe  ampliamente.
- Te voy a presentar.-  Toma una copa de champán de la bandeja de Justus.
- ¡Angelo! ¡Aaron! Me gustaría presentaros a Sophia Van Dorn.- Angelo toma su mano tirando de ella hasta besarla suavemente.
- He oído hablar mucho de usted y celebro conocerla finalmente.- Él sonríe mientras Aarón toma su mano en un apretón firme.
- ¡Aaron Strauss!- Él sonríe.
- Angelo es el diseñador de la ropa interior y Aarón mi asistente.- Los ojos de Sophia irradiaban a los dos hombres guapos que tenía justo enfrente.
- ¡Disculpa!- Rebecca le toca ligeramente el codo.
- Por supuesto que ya conoces a Emily y mi hermano Tristán.- Conversan con unos y con otros y finalmente se mezclan con el resto de los invitados antes de  sentarse a cenar. Acabada ésta, se  vuelven a la gran sala para el café y bebidas.      
- Sophía es atractiva.-  Marlene, señala a Rebecca.
- ¡Sí!- Rebecca contesta con firmeza, algo de inquietud al recordar el tacto de sus labios en un beso breve.        
- Parece tener toda la atención de los hombres aquí, Natasha incluso la ha mirado un par de veces.- Le comenta  con una sonrisa.
- Natasha debería verse a sí misma.- Rebecca le habla en voz baja con una media sonrisa. Marlene y Rebecca se separan. Tanja se acerca a Rebecca.
- ¿Cuál es tu opinión sobre Sophia?- Le pregunta con el labio apretado.
- No lo sé, ¿Por qué?- Ella entrecierra los ojos en respuesta.
- ¿Ha dicho algo? Me decepcionó no verla en LCL hoy.-  Tanja se expresa en voz baja.   
- ¿Has tratado de entablar conversación con ella?-  Rebecca cuestiona con una mirada firme. Tanja la mira con severidad, levanta su copa de champán hacia Rebecca y se mueve hacia Sophia.
- ¡Marlene!- Tristán llama mirando a su vientre. - Te veo…-  Tartamudea por un segundo. – Diferente.- Ella le responde con una risa y se acaricia el abdomen con una sonrisa.
- ¡Marlene!- Emily se acerca y  agarra del brazo a Tristán.
- Papa tiene algo que mostrarnos, perdona.-  Ella sonríe, Marlene asiente. Rebecca se pone de pie junto a la chimenea viendo la concurrencia cuando Katherine se acerca a su lado.
- ¡Katherine!- Rebecca saluda. - ¿Cómo estás?-  Pregunta tomando un trago de su champán.
- No te vi hoy.- Rebecca hizo una mueca.
-Tenía mucho que hacer, recibí tu nota sobre el nombre de la colección y no había realmente ningún sentido discutirlo, especialmente hoy cuando sabes que tenemos un desfile de moda que preparar. - Katherine frunce el ceño, su estado de ánimo es ya probado.