-TORBELLINO-
Marlene se despierta con el sonido de la
lluvia golpeando contra la ventana de su dormitorio. Se da la vuelta y mira el despertador,
son las siete de la mañana se incorpora envuelta en la sábana. En un instante
se ducha, se viste. Sale de casa en dirección a la LCL. Indecisa, por un
momento, abre las puertas de la famosa casa de moda. Cierra los ojos un instante y escucha los sonidos familiares
que alguna vez había tenido que soportar a diario. Entra en el vestíbulo para
notar algunos cambios en la decoración interior. Llama a la puerta de Tanja y
entra, es saludan con cordialidad.
- ¡Buenos
días! ¿Café?- Tanja le
ofrece, apuntando a una bandeja con una
jarra humeante. Marlene se sirve una taza y se sienta en la silla frente al
escritorio de Tanja.
- ¡Así
que! ¿Dónde está tu vestido? -
Le pregunta curiosa y con ganas de ver el trabajo hecho a mano por Rebecca.
Tanja recupera la bolsa de ropa del armario tras de sí, abre la cremallera
lentamente y le expone el vestido entero.
-
¡Wowww! - Marlene resopla
con asombro. - ¡Rebecca! - Sonríe
susurrando en voz baja.
- Bueno,
si hay algo para lo que Rebecca está dotada en la moda, es el diseño.- Tanja sonríe, mientras miran el vestido
terminado.
-
¡Es muy hermoso! -
Marlene, responde. - Espero que este sea la última entre tú y Sebastian.- Tanja frunce
el ceño.
- Eso
espero también, el matrimonio se está convirtiendo como un viaje al mercado,
aburrido y una necesidad. -
Tanja comenta con sarcasmo. Marlene se sorprende por esos comentarios poco
afortunados.
- En
realidad, el mercado es aburrido. ¿Dices eso de Sebastián, Tanja?- Ella
sonríe.
- No
tiene nada que ver con Sebastián, sólo el concepto es el que debe entenderse.
Marlene tal vez te encontrarás con alguien que no sea Rebecca y sientes la
cabeza.- Esta frase provoca cierta ira de Marlene.
- Deja
los comentarios chapuceros por favor.-
Le suplica.
-
¡Marlene! - Tanja hace una
breve pausa. - Katherine será la apropiada
para diseñar tu vestido, hemos repasado
algunos diseños que creo que te gustarán.- Marlene gira la cabeza hacia
atrás.
- ¿Katherine?- Exclama en voz alta. - ¡Marlene cálmate! Te gustará,
no te hará daño. Debes familiarizarte con ella. - Tanja añade con un
guiño acercándose a la puerta y lentamente se vuelve hacia Marlene.
–
A pesar de las circunstancias, ella es competente en lo suyo, hará un buen
diseño para ti.- Marlene
aprieta su mandíbula con fuerza. - No es
tan malo Marlene ¡Vamos!- Tanja termina de abrir la puerta. Con paso tranquilo, Marlene y Tanja suben por las escaleras. Katherine está sentada en su lugar de
trabajo. Se la ve muy ocupada
dándole vueltas a los diseños de moda joven y un dibujo de unos vestidos de
criada.
– ¡Hola!- Marlene saluda mientras se acerca a ella.
Katherine sonríe y entrega los bocetos para que los revisen. - ¿Como estas?- Marlene pregunta
nerviosa.
-
Estoy bien, gracias.- Le dice. Ella y Tanja seleccionan algunos bocetos. - ¡Me gusta este!- Tanja bromea mientras
se lo muestra a Marlene.
-¡Sí!
creo que es una buena opción.-
Contesta distraída con la vista puesta en el área de diseño.
-
Bueno os dejo a las dos, por ahora.-
Señala Tanja enfilando las escaleras.
- ¿Tomamos
algunas medidas?- Katherine pone la cinta métrica en frente
de ella y con celeridad comienza a tomar todas las medidas necesarias. – Es
necesario hacerlo.- Katherine habla mientras anota,
pasa la cinta por la cintura de Marlene.
-
¿Así que eres una Lahnstein?-
Katherine interroga con curiosidad aparente.
-
¡Sí! Sí que lo soy.-
Marlene, respondió en un tartamudeo.
- ¿Prima?
Sé que eres la hermana de Kim y que ella
es una Lahnstein.- Katherine indaga un poco más profundo.
- En
realidad soy un Lahnstein por matrimonio, Hagen y yo estuvimos casados.- Ella respondió.
- ¡Ah! Ya veo, ¿Has tenido a Rebecca cerca?-
El corazón de Marlene corrió pensando en Rebecca.
- ¡Oh!
No somos sólo conocidas. Últimamente no nos hemos visto mucho, he estado viviendo en Los Ángeles
los pasados dos años.- Responde abiertamente. Marlene empieza a cuestionarse
el porqué de las preguntas de Katherine, de un modo extraño lo encuentra
intrigante, puede explicarse porque Rebecca está con ella. Mientras miran el
borrador del vestido que Katherine había esbozado aparece Tanja a unirse de
nuevo con ellas y observa el boceto más reciente.
- Marlene
¿Lo ves? Katherine hace bellas obras al igual que Rebecca. Hacen un fabuloso
equipo ¿No te parece?- La pregunta de Tanja causa a Marlene un nudo
que la ahoga de repente.
-
¡Disculpa!- Se vuelve para
toser, Katherine coloca los otros bocetos de nuevo en la cartera.
- Voy
a hacer el dibujo un poco más a escala, tengo tus medidas, puedo empezar ya.– Oferta
Katherine, Tanya sonríe.
- ¡Está
bien! Creo que hay que elegir un color.
¿Marlene? – Tania
reclama su atención.
-
¡Siguen los materiales en la sala de
almacenamiento que conozco?-
Marlene pregunta sin pensar. Tanja frunce el ceño dando Marlene un empujón
hacia el almacén. Entran cerrando la puerta detrás de ellas.
- ¿Qué
ha sido eso Tanja? Rebecca y su equipo, en realidad, tus comentarios han sido poco adecuados y fuera de lugar.-
Marlene ladró a bocanadas.
- Sólo
un poco de diversión, vamos Marlene no te hagas la dolida.- Tanja sonríe disimuladamente.
- Tal
vez a ella no, pero a mí me parecen fuera
de lugar.- Marlene responde
con enfado. Tanja la ignora mientras hojea los materiales saca un rollo de tela de cizalla rosa claro y se lo muestra a Marlene.
- ¿Esta?- Pregunta, los ojos de Marlene se
iluminaron.
- Mi
color favorito y perfecto para una boda de verano.- Tania vuelve a hablar.
- Creo
que Katherine sospechará de vosotras, quiero decir que sabe exactamente donde
guardamos los materiales-
Continua con su relato. - No pasará mucho tiempo antes de que ella
pregunte a Kim o alguien más, acerca de ti.- El rostro de Marlene
manifiesta una mirada de irritación.
- Hablé
con Rebecca y le pregunté si Katherine
sabe algo de nuestro pasado. Me dijo que se siente incómoda, le cuesta decirle la
realidad.- Tanja se acerca
a la puerta y se apoya contra ella, se cruza de brazos mirando a Marlene.
-
¿Has pensado una respuesta a mi oferta?- Marlene mantiene la calma, Tania siempre es agresiva con sus
cosas.
- ¡Sí!
He decidido aceptar, debo hacerlo, deseo
quedarme en Düsseldorf.-
Tanja se siente embargada por la
emoción.
- No te
arrepentirás, será cuestión de tiempo, pero espero grandes cosas de vosotras.-
Le comenta Tanja, Marlene le dedica un
gesto de gratitud.
-
Te casas el Sábado, deberíamos esperar
hasta después de la boda.- Tanja
lo piensa por un momento y comenzó a caminar al tiempo que le dicta órdenes a
Marlene.
- Quiero
que empieces el Lunes, Sebastián y yo hemos pospuesto los planes de la luna de
miel, la razón es que Riga está cerca, Sebastián tiene un problema legal en
China y…- Marlene la corta.
-
Lo entiendo, harás el anuncio ¿Cuando?- Pregunta con sequedad.
Tanja tararea mientras comienza a caminar de nuevo.
- El
Viernes, probablemente tendrás una prueba final temprano, haré el anuncio a
continuación. Voy a hablar con el Jefe de Estado Mayor, Sebastián, para redactar tu contrato.- Marlene se sintió fortalecida, finalmente
tendrá un oportunidad de usar su talento y habilidades adquiridos en Los
Ángeles.
-
Habla con Katherine antes de salir, tienes que
elegir un accesorio con tiempo.- Tanja suspira profundamente, abre la puerta, Marlene sale.
-
Hablaremos más tarde. - Tanja
se apresura a salir del almacén.
Marlene se acerca y entrega el rollo de tela a
Katherine.
-
¡Oh! Gracias Marlene.-
Estudia el material. – ¡Es precioso! ¡Perfecto!- Katherine acaricia la tela con sus dedos.
- Me
alegro de que te guste.- Le contesta. - Katherine, quiero darte las
gracias por trabajar para mí, sé que eres rápida aunque hay otras cosas urgentes,
pero ya sabes cómo es Tanja.- Ambas rieron.
-
Lo haré, no será un problema.- Le asegura con convicción. Katherine le
expone la copia del dibujo mostrando a Marlene el proyecto a lápiz del vestido.
- ¿Qué
aprecias? - Pregunta tratando
de obtener una opinión sincera de Marlene.
- Es precioso Katherine, de verdad haces un trabajo admirable.- Marlene admira el proyecto.
- Es precioso Katherine, de verdad haces un trabajo admirable.- Marlene admira el proyecto.
- Cualquier
cosa por una amiga de Rebecca.- Comenta
causando un jadeo a Marlene.
- Rebecca
tiene suerte de tenerte.-
Marlene responde con cierta torpeza.
Katherine sonríe mirando los complementos que le había dado.
-
Que se lo digan a ella.- Se
echó a reír con algunas dudas.
- ¿Cuánto
tiempo lleváis saliendo?-
Marlene está algo más a gusto con sus propias preguntas. Katherine levantó la
ceja pensando.
- Desde
mi llegada a LCL, unos seis meses. Realmente me quería para trabajar con ella,
tuvimos una especie de relación de larga distancia, que fue difícil. Ella quiso
que yo estuviera más cerca, así que aquí estoy.- Marlene se siente culpable por mentir a
Katherine y las complicaciones que podrán surgir una vez que se entere de la
verdad acerca de Rebecca. Marlene suspira, recoge su bolso y la chaqueta.
- Lo
siento por las prisas, pero me tengo que ir ¿Podré contactar contigo?-
Katherine le responde.
- Voy
a estar trabajando en esto la mayor parte del día, digamos que… ¿Mañana por la tarde
a las dos?- Marlene está de acuerdo. - Bueno voy a ver qué hago a continuación.-
Katherine coloca los otros bocetos de vuelta en su cartera, la deja a un lado y
prepara un patrón para el vestido centrándose en el. - ¡Oh! ¿Marlene? – Llama en voz alta. Marlene se vuelve hacia ella.
- Si hay algún cambio, dejaré aviso a Tanja.-
Marlene amable asiente desde el pasillo del piso inferior.
Rebecca aparece en la puerta de la
buhardilla.
- ¡Hmm!
Te he echado de menos.-
Rebecca entra con un ramo de flores que
entrega a Katherine.
-
¿Para mí?- Pregunta tomándolas
y oliendo su dulce fragancia.
- ¡Sí!
¡Sólo para Ti!- Rebecca responde
sonriendo. Katherine encuentra un jarrón para ponerlos en él. Rebecca la abraza
y la besa.
- ¿Cómo
está tu madre?- Le pregunta.
-
Bien, por ahora, pero han de realizarle
algunas pruebas la próxima semana.-
Katherine se pone triste.
- ¡Hey! ¿Hay
algo que no me has dicho?- Ella negó con la cabeza.
-Sólo,
que estoy un poco preocupada.-
Rebecca pasó los dedos por el cabello de Katherine para aliviar sus tensiones. - Finalmente conseguí ayuda de Miguel, está con
ellos ahora.- Rebecca ratifica la inquietud por los problemas de salud de
su madre.
- Lo
siento Katherine, me gustaría poder hacer las cosas mejor.- Katherine no contesta, camina de nuevo
hacia el jarrón de flores e inhala su aroma calmante. Rebecca abraza a
Katherine contra ella poniendo la cabeza sobre su hombro.
- ¿Cómo
fue lo de Londres?- Ella
pregunta acogida entre los brazos de Rebecca.
-
Habrías estado orgullosa, tuve la oportunidad de resolver los problemas que tenían, en realidad era todo un malentendido.
Actué como mediadora y conseguí solucionar el conflicto. - Rebecca habla con orgullo. Toma a
Katherine por la mano se sienta a su a su lado en la cama. Se besan apasionadas,
Katherine comienza a desabrochar la camisa de Rebecca. La mira a los ojos, hay
tal fuego en ellos que le da la vuelta, poniéndose encima de ella. En el calor
de la pasión el pitido del teléfono interrumpe ese acto de calor sensual.
Katherine se retuerce debajo de Rebecca.
- Tengo
que contestar.- Llega a la
mesita de noche y lo recoge. Rebecca se sienta mientras ella mira su mensaje de
texto. - ¡Es Tanja! - Mira a Rebecca
con un suspiro de alivio.
- ¡Es
tarde! ¿Qué puede querer a esta hora?- A Rebecca se le clava una cruz.
- Nada
quiere saber el estado del vestido de Marlene, se marchó un poco temprano esta
tarde.- Rebecca la mira confundida.
-
¿Vestido de Marlene?- Pregunta con violencia, apenas puede tragar saliva. - ¡Pero..! ¿Qué
vestido?- Exige con enfado una respuesta.
-
¡Rebecca! ¿Qué es lo que está mal?-
Katherine está atónita. Rebecca siente un nudo en la boca del estómago.
- ¿Por
qué estás haciendo un vestido para Marlene?- Pregunta actitud grosera
mientras se abrocha los botones de la
camisa.
- No
entiendo ¿Por qué estás tan enojada?- Katherine
pregunta agarrando el brazo de Rebecca.
-
¡No estoy enojada! -
Explota tirando de su brazo.
- Sí
que lo estás, algo te ha molestado y mucho.- Katherine comienza a
no entender qué pasa.
- Me
tengo que ir.- Katherine intenta detenerla y bloquea su camino.
- ¡Por
favor! ¡Déjame ir!- Le ruega en un tono seco, Katherine la abraza. Rebecca tiene
una expresión de descontento y una inflexión rara en su voz.- ¡Por favor! Katherine, ¡Deja que me marche! - Levanta las manos de Katherine de sus
hombros.
-
¿Qué es esto? ¿Qué está pasando?-
Rebecca se vuelve y le corta con una dura mirada.
- Sólo
déjame.- Se acerca
a la puerta.
-
¿Supongo que no me va a hacer ningún bien a pedirte que te quedes?- Rebecca agarra el pomo de la puerta y lo gira
con lentitud. Katherine se pone a llorar.
-
¡Rebecca!- Le grita. - No sé cuánto más puedo aguantar tu mal
humor, estás distraída y preocupada. Te veo bien un minuto totalmente fuera de
control el siguiente.- Rebecca baja
la cabeza.
- ¡Necesito
despejarme! - Sale cerrando la puerta tras de si.
Rebecca va caminando a lo largo del Rin, una
cálida brisa de verano sopla, el agua calma sus frustraciones. Piensa en la
situación que acaba de encontrarse. Apoya las manos en la barandilla que bordea el
río y contempla como brillan las luces de la ciudad. Se inclina mirando los
extraños que hace el agua. Recuerda el
pasado, los paseos que ella y Marlene compartieron. Las conversaciones, los
deseos, los proyectos que hicieron en las caminatas que se dieron por allí. De repente
comienza a sentir la tensión golpeándole en la cabeza.
Sabe que su relación con Katherine está en
problemas, las mentiras y engaños ya han comenzado, algo que puede deteriorar el dia a día con ella. En su corazón, siempre y cuando Marlene esté
en Dusseldorf sus pensamientos serán un tormento por los recuerdos de lo que
una vez tuvieron. De nuevo pasa otra noche de insomnio.
Con el cansancio acumulado, por no haber dormido, como compañía, inicia el camino al trabajo. Llega a las puertas de LCL temprano esta mañana. Se sirve un café y se pone a estudiar su cuaderno de dibujo. Muy pronto se viene abajo, es incapaz de concentrarse. En ese momento aparece Jessica que se sirve una taza de café.
Con el cansancio acumulado, por no haber dormido, como compañía, inicia el camino al trabajo. Llega a las puertas de LCL temprano esta mañana. Se sirve un café y se pone a estudiar su cuaderno de dibujo. Muy pronto se viene abajo, es incapaz de concentrarse. En ese momento aparece Jessica que se sirve una taza de café.
-
¡Hey! ¿No es esta tu semana de vacaciones?- Pregunta a
Jessica cuando ya está cerca.
-
¡Sí! Aún no las he terminado, me iré de vuelta el sábado después de la boda.- Rebecca estudia la cara de Jessica, la nota
algo afligida.
- ¿Echas
de menos a Maxi?-
Jessica solloza levemente.
-
¡Demasiado! Pero estoy agradecido a Dana y Hagen, han estado genial en lo que
respecta Maxi.- Responde
resoplando.
-
¿Ricardo? - Pregunta
Rebecca.
-
¡Sí! Él también me ha ayudado mucho.- Sonríe.
- Cuando no está en el hospital.- Jessica contesta mirando alrededor de la
habitación.
- ¿Echando
de menos algo?- Rebecca
pregunta.
-
¡Sí! Katherine está trabajando en el vestido de Marlene y necesitaba estos
pernos que sujetan el material de corte, los encontré en el fondo de la sala de
la tienda.- Rebecca se pone
tensa mientras coloca sus dedos a las sienes frotándolos. - Rebecca ¿Estás bien?- Pregunta Jessica con mirada de
preocupación.
-
¡No! Yo no soy yo con todo este lío de la boda, Tanja, Marlene.- Ella desliza el nombre de Marlene sin
pensar. Jessica la mira fijamente.
- ¿Así
que esto es acerca de Marlene?-
Rebecca baja los hombros.
- ¡Sí,
Marlene! ¿Cómo ha podido Tanja pedir a Katherine que diseñara un vestido para Marlene?- Jessica percibe las
ansiedades de Rebecca.
- ¿No
sabías nada sobre el vestido?- Jessica
pregunta sorprendida.
- ¿Cómo
podría saberlo? Yo estaba en Londres.-
Jessica frunce el ceño.
- Katherine
no sabe nada de lo tuyo con Marlene ¿Verdad?- Rebecca no respondió de
inmediato.
-
Claro que no.- Murmura.
- Marlene
estuvo aquí ayer, realmente pensé que lo sabía.- Jessica le responde terminando su café.
-Tengo
mucho que hacer, mejor empezar.- Rebecca mira a Jessica con consternación.
-
Te agradecería que no digas nada para Katherine.- Jessica acepta la petición, pero reprueba
su silencio.
– Rebecca,
no lo haré, pero alguien lo hará si no se lo cuentas tú.- Rebecca
negó con la cabeza.
- ¡Lo
sé! Buscaré el momento adecuado. Ahora he
de tener unas palabras con Tanja.-
Rebecca sale de la sala de diseño y baja a la oficina de Tanja abre la puerta
sin llamar.
-
¡Rebecca! -Tanja cuelga el
teléfono.
- ¿Cómo
te fue en Londres?- Podía ver la ira en los ojos de Rebecca.
- Londres
está resuelto. ¿Por qué no te molestas en leer el mensaje que te envié?- Rebecca cerró la puerta con furia.
- ¿Por has decidido que Katherine, de toda la gente de diseño, sea quien le haga un vestido a Marlene?- Espeta furiosa. Tanja le responde con crueldad.
- ¿Por has decidido que Katherine, de toda la gente de diseño, sea quien le haga un vestido a Marlene?- Espeta furiosa. Tanja le responde con crueldad.
- ¿Habrías
preferido que te encargara a ti el vestido?- Rebecca la mira sin decir palabra. - ¡Estoy esperando una respuesta Rebecca! - Ella le pregunta con
brusquedad.
- ¿Por
qué haces esto? Estos juegos te están envejeciendo, Tanja.-
Rebecca responde con animosidad hacia ella.
- ¡Rebecca!
¿Estás teniendo segundos pensamientos
sobre Katherine?- Tanja sondea con dureza.
- ¿Cómo
te atreves? Mantente fuera de mi intimidad y deja a Katherine fuera de tus
juegos. ¿Entiendes lo que quiero decir?-
Rebecca sale furiosa, sube las escaleras en busca de Katherine. Ella está
ocupada trabajando el vestido de Marlene. Se acerca a ella.
- ¿Tienes
un momento para mí?- Hace que la ignora, está centrada en el
vestido.
- No
puedes ignorarme siempre.-
Katherine la mira con tristeza.
– Yo
no puedo hacer frente a tus altibajos Rebecca, ya no sé si hablar servirá de algo.-
Rebecca la coge de la mano.
- ¡Ven
conmigo!- Tira de ella hasta llegar al almacén y cierra la puerta.
- ¿Qué
quieres Rebecca?- Le exige una explicación.
- Siento
lo de anoche.- Pone sus manos alrededor de la cintura de Katherine y trata de besarla, ella se
aparta.
-
¡No Rebecca! - Se separa y se
da la vuelta.
-
¡Por favor! Sólo escucha, sé que te dice daño, ¡Lo siento! No voy a maquillar
el dolor que te causé anoche. ¡Hay cosas!- Rebecca se detiene un instante. - Hay algo que tenemos que hablar, pero este no es el momento ni el
lugar.- Katherine mira a los sensuales ojos marrones de Rebecca. - ¡Por favor! Perdóname Katherine.- Le suplica con lágrimas en los ojos. -
¡Por favor!- Katherine frunce el ceño y hace una mueca.
- No
sé lo que está mal en tu cabeza, tu mal humor, tus distracciones son más de lo
que puedo soportar, te quiero pero no me merezco que me trates así.- Rebecca continúa lagrimeando.
-
¡Por favor, Katherine! Te lo explicaré, si me das tiempo.- Katherine suspira y comienza a caminar
hacia la puerta.
-
Estoy cansada Rebecca y tengo trabajo que hacer, Tanja está presionando para
terminar este vestido y para ser honesto, yo, no puedo seguir con esto.- Rebecca la agarró por el brazo.
- ¿Estás
queriendo un descanso por un tiempo?-
Katherine la mira con sorpresa. - ¿Es eso lo que quieres?- Rebecca responde con cierta angustia.
-
¡No! Pero no quiero perderte tampoco y si una separación nos hará más fuertes,
entonces estoy dispuesta a intentarlo.- Katherine no dice nada más, abre la puerta y regresa a su mesa.
Rebecca se seca las lágrimas y se queda sola en el almacén. Sale caminando
hacia el maniquí del que cuelga el vestido de cizalla rosa que está trabajando.
-
¡Es precioso! – Comenta Rebecca.
- ¡Por favor, Katherine! No quiero
discutir.- Ella parece no hacerle caso, trabaja fijando el dobladillo.
-
¡Por favor! Déjalo ya Rebecca.-
Le responde con franqueza. Rebecca rápidamente trata de cambiar de tema.
- ¿Tiene
Marlene hora para la prueba?-
Katherine quita el vestido del maniquí y se lo muestra. Lo levanta contra ella misma como para
modelarlo.
-
¡Sí! A las dos, ¿por qué?-
Katherine pregunta con curiosidad.
- Pensé
que si necesitas cualquier ayuda.-
Rebecca habla con intensidad.
-
¡No! Yo no, no necesito tu ayuda.-
Su respuesta es cortante.
- Sólo
pensé que…- Katherine
interrumpe.
- Marlene
y yo nos vamos a llevar bien.-
Rebecca siente que el nudo aprieta en su garganta mientras intenta tragar. Lo
toma como un indicio y que debe salir. Vuelve a alejarse en ese momento
Katherine le dice, deteniendo sus pasos en seco.
- No
me di cuenta que era tu cuñada.-
Rebecca se da la vuelta.
-
¡Sí! Sí que lo fue. Estuvimos muy cerca, pero luego se alejó.- Katherine la mira extrañada. Se limitó a
decir que eran familia. Rebecca se encoge de hombros. No está segura de cómo
reaccionar y se las arregla para sonreír un tanto forzada.
–
¡Sí! Estuvimos muy cerca cuando conoció Hagen, es lo que quise decir.- Declara Rebecca tratando de cubrir la
vergüenza que siente. Katherine se detiene y coloca el vestido de nuevo en el maniquí.
- Realmente
no tengo mucho más que hacer.-
Contesta a Rebecca. Ella retrocede, el aire que la rodeaba está lleno de
tensión, percibe una agitación que le quema. El miedo a la soledad ronda sobre su cabeza. El golpeteo en sus sienes le recuerda
el dolor que ha causado a las personas a las que tan profundamente ama. Recoge
sus cosas y abandona LCL en silencio. Camina despacio por la acera, se sienta en un banco bajo la
sombra de un viejo roble y coloca sus cosas a un lado en el asiento. Se inclina
hacia delante con los codos en las rodillas y los puños debajo de su
barbilla.
-
¿Qué está mal conmigo?- Se
cuestiona duramente en voz baja. Se encuentra perdida, indiferente y
patética a las cosas a su alrededor. La gente que quiere sufre por su
incapacidad para ser veraz.
-
¡Rebecca!- La voz de una
mujer la saca de su auto flagelación.
-
¡Biggi! ¿Qué estás haciendo por aquí?- Pregunta sorprendida, se
sienta a su lado.
– Buscando un poco de aire fresco.- Le dice sonriendo.
- ¿Y tu?- Rebeca toma aire con profundidad y se acomoda en el banco.
– Buscando un poco de aire fresco.- Le dice sonriendo.
- ¿Y tu?- Rebeca toma aire con profundidad y se acomoda en el banco.
- ¡Sintiendo
lástima de mí misma! -
Responde en un tono de apatía.
-
¡Aaah! ¡Vamos a ver! ¿Es cuando sentimos
lástima por nosotros mismos, por lo general alguien nos ha enfurecido o nos duele
hasta el punto que se nos revuelven las tripas?- Rebecca levanta una ceja hacia ella. - ¿Está todo bien?- Biggi pregunta
intrigada.
-
¡No! En realidad, sólo que no entiendo.- Su voz tiembla mientras habla.
- ¿Quieres
hablar de ello?- Rebecca
se siente obligada a abrirse a Biggi.
- Sólo
quiero hacer feliz a Katherine, nos
llevamos bien, por fin estamos haciendo algunos progresos en nuestra relación,
¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?- Biggi pone su mano sobre el hombro de Rebeca.
- ¿Tienes
dudas?- Rebecca niega con
la cabeza.
-
¡No lo sé!- Ella parece
vacilante. - Mis sentimientos reprimidos
se han despertado.- Responde mientras la mira, Biggi le contesta.
- ¿Se
trata de Marlene?-
Pregunta.
- Nunca
pensé que iba a verla de nuevo, ni tampoco creí que volvería aquí. Nunca pensé
que tendría que enfrentarme y decirle a Katherine la verdad sobre mi
relación pasada con ella. Me he estado mintiendo a mí misma. No quiero recordar el dolor que sentí cuando ella se marchó.- Rebecca habla con lágrimas en los ojos.
Biggi la consuela.
-
¿Qué quieres Rebecca? -
Rebecca frunce el ceño, confusa.
- ¿Qué
quieres decir?- Le
cuestiona.
- Es
obvio que has llegado a una encrucijada en la carretera, en un lado está Katherine,
esta mujer hermosa e inteligente que ya has hecho camino con ella, que te hace
feliz y tiene mucho en común contigo. En
el otro lado está Marlene, una mujer que desafía incluso al rival más difícil. Tú
luchaste por su amor y ella hizo de tu mundo lo que es hoy.-
Rebecca comenzó a desgranar las palabras de Biggi como de consejo y
orientación.
-
¡Es cierto! Yo siempre amaré a Marlene, pero estoy con Katherine ahora y si Marlene
no estuviera aquí…- Biggi
la detiene.
- Pero
ella está aquí y no importa qué, la respuesta a tus preguntas se encuentran
dentro de Rebecca.- Biggi
se levanta y la mira de frente. - Escucha
a tu corazón Rebecca, nunca miente y a quien
elijas será el más adecuado para ti. - Rebecca recapacita lo
escuchado, tratando de ver las cosas bajo una luz más clara.
- Las
cosas serían mucho más fáciles si supiera las intenciones de Marlene. Ella no se plantea
si quedarse o irse. Sé una cosa, no puedo esconderlo más tiempo a Katherine.- Rebecca pierde la mirada de Biggi.
- Rebecca,
en este momento no tienen nada que ver las intenciones de Marlene, cualquier
decisión que tomes no hay mundo lo suficientemente grande para evitarla a ella, si
eso es lo que ambas deseáis. Si basas
tu relación con Katherine con la presencia constante de Marlene. Entonces tal
vez necesites repensar cuáles son realmente tus sentimientos. - Rebecca junta
las manos y baja la cabeza.
- Gracias
Biggi, sé que tengo que empezar diciendo a Katherine la verdad. - Biggi sonríe.
-
Es lo que hay que hacer.-
Sale de Rebecca hacer un examen de conciencia.