PASADO Y PRESENTE
-¡Wow! Rebecca casada y con un hijo.- Comenta Miriam mirando a Ollie. Él sonríe moviendo la cabeza. - Yo nunca habría pensado que se iba a arreglar. Me refiero a lo que pasó entre nosotras. Fue difícil, ella era muy temperamental e insegura.- Comenta, él le responde con firmeza.
-
Las personas crecen y cambian, se fue a Nueva York y aprendió mucho, maduró y
supongo que se podría decir que floreció en esta hermosa y talentosa mujer.- Miriam
se siente cortada.
-
Sé que ella tiene muy buen ojo para la moda, y sí, tiene mucho talento pero
siempre estaba preocupada de alguna manera por el miedo acerca de su verdadera
sexualidad.- Ollie se ríe.
- Yo
creo que no sólo necesitaba crecer en ella. Es feliz ahora, pero no ha sido
fácil.- Su respuesta
atrapa con la guardia baja a Miriam.
- ¿Qué
quieres decir?- Su
curiosidad ahora se dispara al escucharle.
- Cuando
Rebecca regresó de Nueva York tenía en su cabeza el juego de ser una diseñadora de
alta costura en LCL, pero solitaria para el amor, no tenía a nadie que pudiera
llenar el espacio vacío que sentía.-
Miriam pone toda su atención para escuchar
más. - Marlene estaba saliendo con
Tristán, su relación era seria. Marlene estuvo casada con Hagen, pero duró poco. Tristán estaba allí para recoger
los pedazos. Marlene pasó por momentos muy difíciles.- Baja la cabeza. – La violaron y Rebecca fue su luz de guía. Le
ayudó a sobrevivir durante ese tiempo, se convirtieron en grandes amigas y muy
cercanas. - Miriam suspira.
- ¡Josie!
Un vino tinto por favor.-
Pone de nuevo su atención a Ollie.
-
Rebecca se enamoró de Marlene, fue doloroso y difícil. Marlene no sabía nada
hasta que las cosas empezaron a suceder entre ellas, luchaba contra los sentimientos por Rebecca hasta que su
amistad comenzó a resquebrajarse.-
Ollie hace una breve pausa para tomar
aire.
-
Marlene estaba enojada y llena de odio hacia Rebecca, la trató muy mal y la dejó herida. Hasta
pensé que no sobreviviría aquella relación.- Sigue narrando con
calma.
- Rebecca
es testaruda y peculiar en cierto modo.- Miriam habla con una media sonrisa. - Ella trató de distanciarse de Marlene, pero Marlene hizo todo lo
posible para mantenerla cerca. Se peleaban y no se hablaban durante días.
Tristán estaba ajeno a lo que ocurría, hasta que Rebecca confesó su amor por su
novia. Tristán se enojó con la revelación de su hermana, las cosas entre los
tres eran un manojo de nervios hasta que algo se definió, Marlene hizo su
elección, se decidió por Tristán.- Miriam frunce el ceño.
–
¿Así que se casó conTristán?-
Olli la contempla un momento.
- Marlene
estaba muy intranquila con todo esto, buscó asesoramiento conmigo y Christian.
Él trató de hacerle ver que estaba haciendo daño a los dos hermanos y a ella
misma por sus acciones. Lo que quiero decir con esto es que de quien estaba
enamorada realmente era de Rebecca y no de Tristán.- Miriam gesticula una mueca y le pregunta
de nuevo.
-
¿Qué pasó para cambiar el curso de su relación?- Ollie pensó por un momento.
–
Pasaron juntas una noche en la cama de Rebecca. Se las veía felices. Tristán no
supo nada hasta mucho más tarde, pero eso no lo detuvo de querer casarse con
ella o para demostrar a su hermana que ella no era parte de la ecuación.
Marlene le dejó en el altar el día de la boda, le dejó en la ruina.- Miriam bebió rápidamente el vino de la
copa. - Tristán culpó a Rebecca de todo, llegó
a despreciar a su propia hermana, así como a Marlene, pero se las arreglaron
para seguir adelante. Tristán las maltrataba, se volvió loco, hizo cosas
increíbles para dañarlas.- Miriam se le queda mirando con incredulidad.
- Vaya
que fue traumática.- Contesta
ella con aprensión.
- ¡Bueno! Al final ellas vivieron juntas pero las cosas comenzaron a desmoronarse, tenían una buena relación en un primer momento, se aman eso es una certeza pero al igual que Christian y yo, las cosas se vuelven complacientes. La carrera de Marlene había terminado, Tristán logró arruinarla del todo. Rebecca trabajaba duro y dando grandes pasos en LCL pero de alguna manera esto les pasó factura, a ellas y a su relación.- Se aclara la garganta dando un trago de agua y pensando en volver a recordar.
- ¡Bueno! Al final ellas vivieron juntas pero las cosas comenzaron a desmoronarse, tenían una buena relación en un primer momento, se aman eso es una certeza pero al igual que Christian y yo, las cosas se vuelven complacientes. La carrera de Marlene había terminado, Tristán logró arruinarla del todo. Rebecca trabajaba duro y dando grandes pasos en LCL pero de alguna manera esto les pasó factura, a ellas y a su relación.- Se aclara la garganta dando un trago de agua y pensando en volver a recordar.
- Rebecca
puede estar muy centrada en sí misma, pero estoy segura de que tienes razón,
que la quería.- Supone
Miriam.
- Rebecca
puso su trabajo por delante y sacó LCL fuera del agujero en el que se
encontraba, Marlene esperaba sentada en el castillo día tras día sin nada que
hacer. Se fue a trabajar a LCL y cobró mucha importancia en la empresa. Rebecca
hizo la única cosa que nunca debió hacer.- Observa a Miriam con detenimiento antes de continuar. - Ella la engañó y luego le mintió al
respecto, Marlene quedó devastada. Fue poco después de que ambas se dieron
cuenta de que no estaban siendo felices. Marlene la dejó, no quiso reconciliarse
y rompió el corazón de Rebecca que acabó destrozado cuando Marlene decidió
trasladarse a Los Ángeles.- Miriam frunce el ceño.
-
Rebecca debe haber cambiado mucho.-
Ollie continúa.
-
¡Katherine! Ella entró en la vida de Rebecca, cada vez mas necesitada de afecto,
creo que Rebecca había renunciado al hecho de que Marlene volviera a Düsseldorf.
Katherine era una diseñadora, ella y Rebecca se llevaban bien, desarrollaron
una relación que se hizo seria, pero… después de dos años de estar en LA
Marlene decidió volver a casa.-
Miriam interviene rápidamente.
- ¿Quería
volver con Rebecca?- Ollie baja la cabeza y luego le responde.
-
¡Sí! Marlene tenía un plan, ella puede ser muy calculadora. Rebecca parecía
contenta con Katherine y parecía que su vida estaba de nuevo en marcha. Tanja
contrata a Marlene como director de arte. Lo que hizo fué tirar una llave
inglesa en la vida de Rebecca. El dolor y el tormento que permanecía oculto
resurgió, luchaba con sus sentimientos
por Marlene pero al final el peso de su amor es demasiado grande. Marlene estaba a punto
de perder la esperanza, Rebecca supuso
que la única manera de que pudieran
seguir adelante y que fuesen de verdad la una de la otra, era casarse y así se
lo propuso. - Miriam
terminó su vino. Sus pensamientos vagan de nuevo a una época en que con Rebecca
tuvo un trato muy difícil convencida de hubiesen estado bien juntas.
- Ollie,
a menudo pensaba en mi tiempo con Rebecca, fue tan efímero como lo fue el
sentimiento, pero de algún modo me abrió los ojos. Quién sabe, tal vez si
estuviera sola hubiéramos podido reavivar lo que tuvimos o tratado de tener.- Ollie la mira extrañado.
-
¿Seguro que no estarías pensando en ella, que todavía vivía aquí y sola?- Ella suspira profundamente.
- No
realmente, pero me faltaba este lugar, y todos nuestros amigos, Andi,
Christian. ¿Alguna vez sabes algo de Christian?- Ella le pregunta.
- Hace
poco quería visitar Dusseldorf, sigue viviendo en Inglaterra. Él me escribió para
que nos viéramos. Estuve atormentado por ello, tengo una maravillosa relación
con Jorge y no hay manera de que alguna vez reconsidere tener una relación otra
vez con Christian. Tuve miedo de que si nos viéramos y las chispas volaran. No
habría funcionado de todas formas, no puedo revivir mi pasado con él, lo amaré
siempre, lo sé suena extraño, pero Jorge me ha dado mucho y sé que me ama,
aunque hay distancia entre nosotros, estamos el uno por el otro.- Sonríe con tranquilidad.
- Creo
que es maravilloso que hallas sido capaz de mirar hacia adelante y decidir
sobre el futuro por tí mismo, te lo mereces Ollie. Y ahora eres un padre y que
puedes ver a Mateo crecer y convertirse en un buen hombre como tú.- Le
habla con franqueza.
-
Tengo suerte, me eligieron y sé que confían en mí por completo. Él es su hijo y
tengo el máximo respeto por ellas y ellas quieren que yo sea una parte de su
vida.- Expresa en un tono feliz. - Pero no renuncies a ti misma Miriam, hay alguien por ahí para ti y
cuando menos te lo esperas aparecerá.- Ella pone la mano en su hombro.
-
No estoy buscando.- Sonríe mientras Josie les sirve otra copa.
Rebecca entra por la puerta delantera de la
casa cuando Mateo comienza a despertar. - ¿Tienes
hambre otra vez?- Ella le pregunta
mientras balbucea.
-
¡Hey! ¿Dónde has estado?- Marlene habla mientras se acerca desde la
cocina.
– Visitando
a Ollie en No Limits.- Rebecca
da sus explicaciones.
-
¡Oh! Apuesto que se ha puesto contento de verlo.- Se
cruza de brazos. - ¿Ha estado Miriam allí?- Pregunta
cogiendo con la guardia baja a Rebecca. -
¡Uh! ¡Sí! Ella entró estando yo allí…- Tartamudea bajando los hombros, le entrega el cochecito a Marlene.
- ¿Ha
sido una visita agradable?- Rebecca le dirige una mirada extraña.
-
¡Fue breve! Olli me dijo que había estado sustituyendo a Josie algunos turnos y
creo que apareció allí para trabajar en el turno de noche ¿Por qué?- Marlene sonríe.
- Ella
parece muy agradable, hemos hablado un poco hoy.- Hubo
una pausa momentánea entre ellas.
- ¿Y
qué te dijo?- Rebecca es la primera en volver a abordar el
tema.
- Ella
me preguntó si yo sabía lo de vuestro pasado, le dije que sí, quedamos en
hablar hoy pero las cosas estaban muy agitadas, nuestra conversación fue corta.- Marlene le comenta.
–
Ya veo, espero que no te moleste, pero estoy cansada y necesito una ducha. ¿Ha cocinado
Ruth?- Le pregunta mientras empieza a subir las
escaleras.
-
¡No! Lo he hecho yo, una ensalada de chef a menos que quieras algo más.- Le
dice mirando como sube lentamente por las escaleras.
- ¡No!
Está bien, tengo algunas cosas que terminar después comemos.- Expresa
en suave tono al volver a mirarla.
-
¡Ok! Voy a terminar la cena mientras te duchas, ya veo que no quieres acostarte
demasiado tarde.- Le dice volviendo a la cocina. Rebecca la observa
alejarse desde lo alto de la escalera.
-Te
quiero Marlene.- Musita
en voz baja.
- Buenos
días Aaron.- Rebecca
saluda al entrar en su oficina.
- Tengo
esta documentación para ti.-
Expresa levantándose de su escritorio y recuperarlo del archivador.
- ¡Gracias!- Ella lo abre. - Tanja va a querer esto, pero primero tengo que asegurarme de que todo
está en orden. ¿Sabes algo de Bella Fernández?- Le interroga mirándolo.
-
Tienes un e-mail esta mañana.-
Él lo imprime y se lo entrega.
-
¡Hmmm! Ella quiere que yo vaya a Madrid. ¿Me reservas un vuelo? No tengo la
paciencia oportuna para esto. Tanja y sus ideas retorcidas sobre el traje de
baño.- Ella mira de forma
extraña mientras le responde.
-
¿Voy yo también?- Rebecca piensa un segundo.
- ¡Sí!
Es posible que necesitemos fotografías, y me gustaría inspeccionar la apertura
de la tienda de Madrid, déjame que hable con Tanja.- Sale
de la oficina y se dirige al despacho de Tanja, entra y pone el correo
electrónico encima del escritorio. Tanja lo recoge sorbiendo su café y luego
levanta una ceja hacia ella.
- ¿Vas
a Madrid, después de todo?-
Rebecca suspira.
-
¡Sí! Pero no puedo prometer nada con esta persona, Bella, tuve Aaron haciendo
una investigación sobre ella. Parece ser una solitaria, por eso cuando fui a
Madrid para el desfile de moda, no estaba dispuesta a hablar. ¿Crees que estará
dispuesta a diseñar?- A la pregunta Tanja llena de aire su pecho con
cierto entusiasmo.
- Absolutamente, pero tengo mis dudas que quiera salir de España.- Tanja expone.
- Ella podría trabajar en la tienda de Madrid como su estudio de diseño.- Rebecca frunce el ceño con una sonrisa.
- Es exactamente mi pensamiento, tengo la esperanza de convencerla para visitar la tienda y luego decidir si quiere hacer carrera con LCL.- Tanja se levanta de su escritorio y se acerca a la ventana que mira hacia la calle.
- Absolutamente, pero tengo mis dudas que quiera salir de España.- Tanja expone.
- Ella podría trabajar en la tienda de Madrid como su estudio de diseño.- Rebecca frunce el ceño con una sonrisa.
- Es exactamente mi pensamiento, tengo la esperanza de convencerla para visitar la tienda y luego decidir si quiere hacer carrera con LCL.- Tanja se levanta de su escritorio y se acerca a la ventana que mira hacia la calle.
–
¡A ver qué puedes hacer! Me gustaría pensar que podría utilizar sus talentos en
el diseño de la línea de fantasía húmeda como plataforma.- Rebecca se retuerce en su silla rodando los
ojos. Tanja regresa a su escritorio y se sienta de nuevo recogiendo el correo
electrónico y releerlo.
-
¡Hmmm! Podría incluso tener su propia línea con su nombre en él.- Mira a Rebecca.
- Creo que si realmente quiere hacer esto de trajes de baño, debemos pensar en el traje de baño a juego con los sombreros, sandalias, batines para el traje de baño y otros accesorios para el verano.- Ella habla con firmeza.
- Creo que si realmente quiere hacer esto de trajes de baño, debemos pensar en el traje de baño a juego con los sombreros, sandalias, batines para el traje de baño y otros accesorios para el verano.- Ella habla con firmeza.
-
¿Y qué te hace pensar eso?-
Tanja saca una respuesta.
- Si
diseñamos trajes de baño y nada más. ¿Cuál es el punto? Me refiero a crear algo
a juego como el batín y las sandalias, tal vez algo que una mujer esté buscando
para ir con estilo, sería difícil de igualar, hay que darle algo a nuestra colección de trajes de baño sin
que tenga que ir fuera de nuestra línea. ¿No te parece?- Ella
le transmite dando una mirada de cierta dureza. Ella duda antes de hablar de
nuevo.
- Haz lo que puedas.- Rebecca suspira.
- Haz lo que puedas.- Rebecca suspira.
- Te
lo he dicho antes que no puedo prometer nada, pero está en mi mejor interés intentar
todo por esta empresa.- Le
recuerda al levantarse de la silla.
-
¡Gracias Rebecca!- Tanja
logra sacar las palabras de agradecimiento, es algo que Tanja simplemente no sabe
hacer. Rebecca arquea su frente.
-
¡De nada! Ahora hablemos acerca de la apertura de la tienda.-
Rebecca cruza los brazos esperando de pié.
-
Que al respecto, estamos listos, Sebastian ha contratado a un equipo para administrar la tienda, pero como te cuento carecemos de un diseñador. Nos damos
cuenta de que con el bebé y otras cosas, lo de la Sra. Fernández se ha
obstaculizado, pese a tus esfuerzos.-
Rebecca hizo una mueca.
- ¿Asumo
que en la tienda, la colección adolescente, torbellino y la recogida de Sophia
serán el pilar?- Tanja sonríe con sarcasmo.
-
¡Sí! Se están enviando esas colecciones en estos momentos, Ian ha diseñado el
frente de la tienda y se irá para Madrid mañana.- Le indica con severidad.
-
¿Hay algo que te hallas olvidado?- Ella da media sonrisa y sale precipitada de
la oficina.
- Aaron
envía un correo electrónico a la Sra. Fernández y concierta una cita para
vernos, se cordial y agradable, luego reserva un vuelo y habitaciones, házmelo
saber cuando todo esté listo, me voy a casa.- Le ordena al entrar en
su oficina.
-
¡Claro! Déjame arreglar todo eso primero y luego te llamo.- Responde
mientras empieza a escribir el correo electrónico.
Rebecca entra por la puerta de casa después
de un largo día.
-
¡Hey!- Marlene la recibe con
un animado Mateo en el brazo.
-
¡Hola!- Responde mirando su reloj de pulsera.
-
Estás en casa temprano.- Le
dice besando la mejilla de Mateo. - Está
exigente esta tarde, esta tocándose mucho el oído. - Le responde.
-
¡Oh! ¿Necesita ver a un médico?- Rebecca interroga con preocupación.
-
¡Sí! Puede ser un dolor de oído, no sé, no tiene fiebre y está comiendo bien,
pero llora un poco y pone su mano cerca de la oreja. Lo verá el doctor Hess
mañana por la mañana a primera hora.- Rebecca entra y deja sus cosas en la oficina
de casa. Llega pensando que Marlene tiene que trabajar, no ha de faltar a sus
clases. Se besan muy cariñosas.
-
Voy a tener que ir a Madrid durante un par de días.- Le
expresa mientras van a la sala grande.
- ¿La
apertura de la tienda?- Pregunta Marlene, se sientan en el sofá.
- Eso
y tengo que tratar de convencer a Bella Fernández para que venga a trabajar
para nosotros, le he solicitado una reunión. Aaron recibió una respuesta a su
correo electrónico y ella quiere conocer el asunto, pero debe ser en Madrid.-
Rebecca pone los ojos expectantes.
–
Ya lo veo y puedo entenderlo, es parte de tu trabajo Rebecca.- Ella se relaja al escuchar esas palabras de la
mujer que ama tan profundamente.
-
¡Ven! Ruth ha cocinado algo especial. Debes tener hambre.- Le
dice tomando a Mateo de la cuna.
- Esto
está muy bueno.- Rebecca comenta terminando el último bocado
de su plato. - ¡Stroganoff!- Marlene se ríe.
- Ruth
me va a enseñar cómo se prepara.-
Pone sus brazos alrededor del cuello de
Rebecca atrayéndola cerca buscando un beso, sus lenguas atadas en ese beso profundo
de fascinación.
-
¡Hmmm!- Rebecca y ella miran
hacia el parque infantil, y se dan cuenta que Mateo no está dormido.
- ¡Eh,
tú!- Ella se agacha y acaricia,
hace una mueca tirando de la oreja otra vez.
- Su
oído le está molestando otra vez. -
Rebecca gesticula mirando a Marlene.
- Vamos
a subir las escaleras, puede ser una larga noche.- Expresa
preocupada. Rebecca hace una respiración profunda.
- Si
necesitamos a Ruth.- Ella
comenzó a decir.
- Ella
está dispuesta a ayudar si preciso.-
Marlene responde con seguridad.
-
¡Buenos días!- Rebecca abre
los ojos nebulosos de las profundidades del sueño.
-
¡Mateo!- Ella salta de la
cama en un grito, Marlene se ríe entre dientes.
- Él
está bien, ya he le dado de comer.-
Se lo trae a la cama y se lo entrega.
-
¡Uhh! Pequeño hombrecito de la mañana.- Le susurra Rebecca, le
coloca la nariz en la del niño que se ríe en voz alta.
- ¿Se
ha quejado de la oreja otra vez?-
Le pregunta.
-
Un poco después de que le diera de comer. Puse algunas botellas en el
refrigerador, tendrá que tomar uno contigo, no sé cuánto tiempo va a estar en
el médico. ¿Vas luego por LCL?-
Se interesa mientras terminaba de
vestirse.
-
¡Sí!- Su respuesta es
corta.
- Abrígale bien y asegúrate de que no tira y se
quita la capucha.- Le
ordena y le hace un guiño, se inclina y la besa, a ella en los labios y a él en
la frente.
–
Llámame en cuanto sepas algo. -
Continúa mientras se termina de arreglar. Rebecca coloca a Mateo al otro lado
de la cama y lo viste para un día frío.
– Ruth.- La llama como arrastrando los pies por las
escaleras con Mateo en los brazos.
-
¿Tiene hambre?- Pregunta.
-
¡No! Sólo está molesto.- Empieza a llorar.
–
¡Shh! ¡Shh! - Rebecca trata
de calmarlo.
- Su
cita es pronto. ¿Necesitas ayuda?-
Le cuestiona, solo pretende dejarle a Mateo. Rebecca se sirve un café, bebiendo
a toda prisa.
-
Creo que lo podemos manejar, le traeré a casa después del doctor si no le
importa, tengo algunos negocios pendientes en LCL esta tarde.- Le comenta.
-
Yo estaré aquí, Marlene dijo que estará pronto a casa.- Le
aclara.
-
Bueno pues está arreglado, le voy a traer
después de la cita con el doctor.- Rebecca le asegura y a la carrera se marcha a
la consulta del médico.
-
¡Hola!- Marlene contesta su teléfono. - ¡Rebecca!
¿Cómo está nuestro chico?- Le
pregunta caminando de regreso a su oficina.
-
¡Bien! El doctor dice que tiene el oído enrojecido,
que tiene una infección leve, sin fiebre. Le ha recetado unas gotas de
antibiótico para ponerle en la mañana. Aparte de eso su chequeo es perfecto y
que ha ganado casi dos kilos.- Marlene se siente aliviada.
-
Lo estoy llevando a casa y que Ruth lo vigile mientras estoy en LCL.- Le
comenta. Marlene entra en ese momento por la puerta de su oficina, Miriam se
acerca a ella.
- Rebecca hablo contigo más tarde.- Se detiene en la misma puerta.
- Rebecca hablo contigo más tarde.- Se detiene en la misma puerta.
-
Miriam ¿Está todo bien?- Le
pregunta.
-
¡Sí! Está bien, no pude evitar escuchar. ¿Está Mateo bien?- Su
pregunta pilla a Marlene por sorpresa.
-
¡Sí! Gracias por preguntar.-
Entra con Marlene en su oficina.
-
Me encontré con él ayer. Espero que no te importe, es que Olli compartió
conmigo la noticia de Mateo.-
ella aborda el tema directamente. Marlene se sonríe.
- ¡No!
No me importa en absoluto, no hemos mantenido esto en secreto y Olli tiene todo
el derecho de compartir con quien él quiera.- Le relata.
- Fue
un agradable encuentro con Rebecca y a ella le va bien con el bebé. - Marlene levanta los ojos ligeramente.
-
Ella es su madre, no fue fácil al principio, era un manojo de nervios, pero ha
encajado la maternidad bien y tranquila. - Miriam sonríe.
-
Sólo estaba comprobando, si me disculpas tengo papeles para grado.- Ella
se fue dejando a Marlene con una extraña sensación.