UNA NUEVA VIDA
Cassandra deja su mochila y se desplaza en
silencio a la oficina de Marlene donde encuentra la puerta ligeramente abierta.
-
¡Hola!- Ve la lámpara encendida del escritorio de
Marlene, está, pero no presente.
-
¿Tess?- Llama también,
pero no hay respuesta. Una vez dentro contempla mirando los motivos decorativos
que Marlene ha colocado en su oficina. Cassandra se acerca al cajón de la mesa
abierto y observa una foto enmarcada que Marlene había colocado allí. Coge la foto de la boda y se da cuenta de algo
muy extraño para ella, Marlene está casada con una mujer.
-
¡Oh! ¡Buenos días!- Tess saluda
sobresaltándola, deposita rápidamente la
imagen y se aclara la garganta y volviéndose hacia ella. Tess deja
su bolsa de libros y la observa con la expresión perdida.
-
¿Hay algo malo?- Le pregunta intrigada. Cassandra tira de la
parte inferior de la chaqueta de su vestido y lo endereza antes de hablar.
- No
sabía que Marlene era lesbiana.- Expresa en un susurro ronco. Tess pone mirada
de sorpresa.
- ¿Importa?- Ella pregunta con brusquedad.
- No
soy muy partidaria de las personas homosexuales.- Dice tartamudeando, como sintiendo
resentimiento hacia Marlene.
- ¿Qué
quiere decir Cassandra? ¿Qué preferencias sexuales de Marlene tienen que ver
con este trabajo?- Le pregunta sin rodeos.
- Ella
es muy atractiva y embarazada.-
Se queda sin aliento en la explicación. Tess sacude la cabeza.
- ¿Tan
ignorante eres?- Casandra
la interrumpió con una mirada de desconcierto.
- Ignorante,
ciertamente no soy ignorante.-
Ella se sonroja enfadada.
- ¿Usted
cree que debido a que Marlene sea atractiva y esté embarazada posiblemente no
podría ser gay?- Le plantea a la espera de una respuesta,
Cassandra está pérdida no encuentra las palabras. Marlene entra en la oficina
frente a una situación muy incómoda.
-
¡Hola! ¡Buenos días!- Mira
a los dos y capta algo. –
¿Está todo bien?- Pregunta al sentir cierta tensión en el aire.
-
¡Todo está bien!- Tess se
hace cargo de dar a Cassandra una mirada de advertencia.
-
¡Sí! Buenos días a ti también Marlene, pensé que podríamos trabajar en el entorno
del plan de la primera clase.-
Ella parece estar controlada pero
nerviosa ante Marlene. Cassandra se sienta y con el rabillo del ojo mira a
Marlene poniendo sus cosas en orden.
- ¿Por
dónde empezamos?- Ella
abre su cuaderno.
- ¿Eh?
¡Oh! Lo siento, espero que me perdones estoy un poco preocupada esta mañana el
inicio del plan de clase.-
Le dice de nuevo. Trabajan con
tranquilidad durante toda la mañana. Suena un mensaje de texto. Marlene propone.
–
Traerán bocadillos para el almuerzo ¿Por
cual tienen preferencia?- Ella sonríe. Tess responde.
- Me
gustaría uno de Rossbeef.-
Cassandra mira con una media sonrisa.
- ¡Sí!
Rossbeef estará bien, gracias.-
Marlene envía la propuesta a Rebecca.
-
Estará aquí alrededor del mediodía.-
Puntualiza. Con paciencia terminan de trabajar en el esbozo del plan de las lecciones.
Tess estudia el cuaderno de diseño gráfico.
-
¡Vamos a parar! - Marlene
propone mirando su reloj de pulsera.
–
¡Claro!- Tess responde. Cassandra se excusa por un momento.
-
El almuerzo estará aquí en breve, Rebecca lo está trayendo para todos.- Tess
hace una mirada extraña.
-
Tess ¿Está bien todo? Cassandra parece un poco nerviosa.- La
interroga un tanto preocupada. ATess se le aceleran los latidos del corazón.
-
Creo que está algo ansiosa, eso es todo.- Le responde pero da la impresión como si estuviera encubriéndola.
-
¡Ok!- Marlene comenta encogiéndose de hombros. Cassandra
regresa.
- El
almuerzo ya debe estar aquí.-
Dice Marlene cuando alguien llama a su puerta, se pone de pie y con una sonrisa
se dirige a la puerta, la abre y encuentra a Rebecca de pie en el otro lado.
-
Rebecca, por favor entra.- Le entrega a Marlene la bolsa de bocadillos.
-
¡Gracias!- Coge la bolsa
de su mano y se dirige a las presentes.
-
Cassandra, Tess, os presento a Rebecca, mi esposa.-
Tess se levanta de su silla para estrechar su mano, Cassandra percibe
cubierta de sudor la palma de su mano, rápidamente la limpia en su falda y estrecha
la mano de Rebecca, una sacudida rápida pero simple.
-
Rebecca es diseñadora de moda y trabaja en la administración de la empresa de
su familia LCL.- Cassandra se queda mirando a Rebecca con calma,
bien vestida y muy atractiva.
- Estoy
encantada de conoceros, Marlene me dice que ha conocido a algunas personas
realmente maravillosas aquí y se siente cómoda en su nuevo trabajo, me gustaría
daros las gracias a ambas por su bienvenida.- Expresa mirándolas con sus grandes ojos castaños,
Cassandra se siente pequeña por dentro, se muerde el labio en un intento de
relajarse. La revelación de la sexualidad de Marlene la mantiene en condiciones
de prevención. Disfrutan de los bocadillos mientras conversan.
-
Entonces, ¿Cómo se conocieron?-
Pregunta Tess.
-
Yo estaba casada con el hermano mayor de Rebecca, no duró mucho tiempo, nos
divorciamos. - Rebecca
cortó rápidamente.
-
Yo me fui a Nueva York estuve allí algún tiempo. -
Marlene cogió su mano.
-
Me las arreglé para salir con otro hermano, Tristán. Planeamos casarnos pero
Rebecca llegó a casa y las cosas cambiaron nos enamoramos y decidimos que no
podíamos vivir la una sin la otra.- Les expone con confianza. Cassandra se
mantiene a la escucha, se siente muy lejos y no forma parte de la conversación.
- Cassandra
estás muy distante hoy.- Comenta Marlene.
-
¡Lo siento! Sólo que tengo muchas cosas en mi mente. ¿Podríamos terminar
mañana?- Le ruega.
-
¡Claro! Voy a estudiar lo que hemos hecho.- Marlene la mira con extrañeza.
-
Rebecca ha sido un placer conocerte y gracias por el almuerzo.- Rebecca responde con una inclinación de
cabeza.
–
Lo mismo digo, un placer.-
Finalizado el almuerzo Rebecca deja a Marlene
y a Tess terminando su trabajo.
-
¡Tess!- Marlene trata de conseguir su atención.
-
¡Sí!- Sonríe cerrando el
cuaderno en el que estaba trabajando.
- Cassandra
parece estar fuera hoy. ¿Sucedió algo he dicho algo que podría haberla enojado?
- Tess hace una mueca
sintiendo un poco de culpa.
-
Creo que Cassandra está abrumada hoy por su revelación de Rebecca.- Murmura
mirando lejos de ella.
-
¡Lo siento! No entiendo lo que quieres decir.- Marlene parece no
comprender.
- Cuando
entré antes no estabas aquí, aunque si Cassandra, la vi con tu foto de la boda
en la mano y parecía molesta porque seas lesbiana.- Su rostro se enrojece mientras responde.
Marlene se la queda mirando tranquila.- Marlene,
lo siento.- Se queja Tess.
- No
es necesario, no todo el mundo acepta mi estilo de vida, puedo entender su
aprensión.- Marlene trata
de razonar, Tess suspira.
-
La ignorancia de estos temas de la vida o las preferencias personales conducen
al absurdo. Cassandra no es una excepción, ella debería saber mejor estas
cosas.- Se explica.
-
Hablaré con ella.- Marlene le transmite con calma.
-
¡Sí! Deberías hacerlo, pero no te decepciones si ella no responde.- Tess le advierte. La mente de Marlene
ahora se concentra en Cassandra.
- Creo
que deberíamos terminar mañana.- Tess
recoge su mochila.
- ¡Sí!
Tendré preparada la lección para primera hora.- Ella toca a Marlene en el hombro
-
Por favor, trata de no estar enojada con Cassandra. Ella vendrá antes que yo,
es realmente una persona maravillosa y ha sido una verdadera amiga para mí.- Le
pide amablemente, dejando a Marlene reflexionando sobre lo hablado.
Cassandra está sentada en su escritorio
terminando el papeleo cuando alguien llama a su puerta.
-
¡Adelante!- Levanta la
vista al entrar Marlene, que puede sentir la frialdad que Cassandra irradia.
- ¿Tienes
un momento?- Marlene le pregunta.
-
¡Uh! ¡Sí! Por favor toma asiento.- Cassandra extiende su mano señalando la
silla.
-
¡Lo siento! Tuve que dejaros un poco bruscamente.- Marlene decide sentarse en la silla.
- ¿Nos
has dejado porque te sientes incómoda sobre mi situación?- Las
palabras de Marlene son firmes, mientras la mira directamente a los ojos.
- Tengo
que admitir que me sorprendió que seas lesbiana.- Ella
responde con severidad. - ¿Crees
que la gente debe estar etiquetada?-
Marlene cuestiona con una mirada
hiriente.
- No
estoy segura de entenderte.- Cassandra expresa con duda.
-
¿Yo parezco una lesbiana para tí?-
Le vuelve a preguntar.
–
Ésta pregunta no le encuentro sentido Marlene, yo no lo sé. ¿Qué quieres que
diga?- Su tono es fuerte.
-
Siento que no lo entiendas, tengo que respetar tus sentimientos, lo siento por tu
inseguridad acerca de mí, supongo que debería haberme dado cuenta de que no
todo es aceptable.- Se
pone de pie y camina hacia la puerta inclinando la cabeza y dejándola en
silencio.
- Parece
que has tenido un día muy largo.- Rebecca expresa al entrar Marlene por la puerta, le ayuda con su mochila y el
bolso.
- ¿Qué
pasa?- Rebecca pregunta poniendo el brazo alrededor
de su hombro, entran en el salón, diría, por la mirada en blanco en el rostro
de Marlene, que algo estaba pasando.
- ¿Ocurrió
algo después de marcharme?- Aparta el pelo de la cara hosca de Marlene.
- Te
quiero.- Haciendo una
mueca le dice, Rebecca frunce el ceño.
- Y
yo también te quiero.- Eleva
su mano a la frente. - Cassandra actuaba de manera extraña esta tarde, Tess me dijo que tiene un problema con las personas
homosexuales, he tratado de enfrentarme a ella sobre el tema y me apagué
totalmente, creo que ella me ha encontrado repulsiva.- Una lágrima se le forma
en el rabillo del ojo.
-
No llores y no te preocupes, sabes muy
bien que tenemos que tratar con gente sin pretensiones, insensibles e
ignorantes de todo. No te preocupes por
ella ocurra lo que ocurra.-
La voz de Rebecca la ayuda, la abraza estrechamente.
-
¿Qué tal si te preparo un baño caliente? Puedes relajarte antes de la cena.- Ella le sonríe tomando su mano.
- Creo
que no tengo mucha hambre.- Le expresa con tristeza.
– Ven,
puedo prometer que ahora todo estará
bien. - Marlene piensa brevemente. – ¡Me lo prometes!- Arquea la ceja, Rebecca se ríe.
-
Voy a preparar el baño.- Rebecca deja a Marlene que la ve subir las
escaleras.
Las primeras semanas de clases pasan rápido
para Marlene.
- Tess,
tengo una cita con el médico esta tarde y necesitaré que te ocupes de la última
clase del día. ¿Crees que estás lista?- Le pregunta Marlene. Tess
puede ver que está incómoda.
-
¡Sí! Por supuesto. ¿Estás bien?.-
Ella se acercó y la agarra por el brazo.
- Sólo
un poco de indigestión.- Su mano viaja al bajo vientre, se frota para
calmar la agitación que siente.
-
Voy a preparar la clase de la tarde.-
Propone Tess. Marlene se sienta en la silla del escritorio, Tess coge los
planes de lección y los papeles y se desplaza hasta el aula, coloca portátiles
en cada una de las mesas de los estudiantes.
-
¡Maldita sea!- Profiere
buscando en la bolsa de libros la unidad de disco USB para la computadora
portátil, suspira profundamente.
–
He debido dejarlo sobre la mesa.- Expresa en voz alta, rápidamente se
desplaza a la oficina de nuevo.
- ¡Marlene!- Abre
la puerta. - La unidad de disco USB.- Le dice mirando hacia ella, Marlene está
temblando y estremeciéndose, trata enviarle un mensaje de texto a Rebecca.
-
¡Marlene!- Tess le chilla y corre a su lado.
- Creo
que estoy de parto.- Murmura. Tess coge el teléfono.
-
¡Rebecca! Soy Tess ven pronto, Marlene piensa que está de parto.- Hay un momento de silencio.
- Tess
dile que a respirar despacio y profundo, ya estoy en camino.- Tess
coge la mano de Marlene. – Respira
despacio.- Le ordena y le quita el pelo de la cara.
-
Sabía que algo pasaba, no me sentía bien esta mañana. - Marlene
logra pronunciar las palabras.
- ¡Shh!
Simplemente respira y relájate, todo va a salir muy bien. - Tess empieza a temblar un poco.
-
¡Marlene!- Rebecca irrumpe
por la puerta. Hay lágrimas en los ojos de Marlene.
- Respira
profundamente, relájate y cierra los ojos. - Rebecca le coge la mano.
- ¿Crees
que puedes llegar hasta el coche? He aparcado junto a la puerta.-
Marlene afirma con la cabeza, se tambalea un poco mientras se levanta.
- Voy
a avisar al profesor Schumer.- Tess las deja un momento mientras se abren
camino por el pasillo. Regresa de nuevo rápida.
- Marlene,
déjame ayudar.- La agarra por debajo del brazo, la acompañan y
la aseguran en el coche.
-
Te llamo con cualquier noticia.-
Le dice Rebecca. Con la respiración contenida
observan como Rebecca sale a toda
velocidad al Hospital de San Vicente.
-
Respira, cariño, respira, sé que es difícil pero debes relajarte. - Marlene hace una mueca mordiéndose el
labio inferior.
- ¡Rebecca
es pronto, demasiado pronto!-
Exclama al exhalar.
- Marlene
los bebés llegan temprano también, es una semana no te preocupes. – con su mano toca la rodilla de Marlene que
la agarra con fuerza.
-
¡Rebecca!- Marlene mira atónita.
-
¿Qué ocurre cielo?- La
mira con el rabillo del ojo.
- Creo
que he roto aguas.-
Rebecca baja la mirada y puede ver la humedad en sus pantalones.
–
¡Tranquila! Ya casi estamos. -
Continúa sosteniendo su mano, Rebecca acelera todo lo que puede hasta las
puertas de la clínica.
-
Voy a avisar.- Le dice.
Marlene traga saliva con fuerza, los dolores de parto son cada vez intensos.
-
Señora Von Lahnstein.- Una enfermera la llama por su nombre al abrir
la puerta del coche, le desabrocha el cinturón de seguridad y dos asistentes la
ayudan a ponerse en la silla de ruedas.
-
Ahora vuelvo, voy a aparcar el coche.-
Rebecca le dice, algo nerviosa, mientras, la llevan al servicio de urgencias.
Rebecca llega rápidamente a la sala de examen donde Marlene está en la cama, le
habían retirado su ropa y su lugar lleva puesta una bata de hospital.
-
¡Hey!- Le dice a Rebecca con
muecas.
-
¿Has llamado a papá y Olli?- Rebecca le acaricia la frente con la punta de
sus dedos.
-
Lo hice y están informados.- La besa en la frente.
-
El Dr. Kurtz estará aquí en un momento.- La enfermera les dice
mientras comprueba el pulso y coloca cortinas a su alrededor.
-
¡Oooh!- Se queja Marlene.
–
Respira despacio.- Rebecca le pide con una sonrisa.
- ¡Te
amo!- añade.
El Dr. Kurtz entra colocándose un par de
guantes, él explora a Marlene por encima, le sonríe y la relaja un poco.
- Está
definitivamente de parto, así que cuando diga que empuje…- Empieza
a ensayarlo, las enfermeras le apoyan con las contracciones que siente, cada
vez le resulta más difícil.
-
Respira Marlene.- Rebecca la sigue acariciando el rostro, la
enfermera le seca el sudor de la frente. El agarre de Marlene en la mano de
Rebecca se hace más fuerte, se queja haciendo una mueca.
-
¡Marlene!- el Dr. Kurtz le habla con firmeza. - Tome
una respiración profunda y empuje.- Ella lo realiza y exhala con fuerza, su
estómago se revuelve por el dolor cada vez más intenso.
-
¡Oh Dios!- Grita
desesperada.
-
¡Tranquila Marlene! Debes relajarte y respira, el bebé avanza a cada
respiración.- Los labios
de Rebecca se posan en la mejilla de Marlene, los mantiene allí saboreando la
sal de las lágrimas de Marlene, ella gime y gime con más frecuencia cuando se
arquea agitada. - ¡Empuje Marlene,
empuje!- El Dr. Kurtz ordena de
nuevo, ella dobla su cuerpo hacia adelante. -
Puedo ver la cabeza. - Marlene se agarra a la barandilla de la cama con la
otra mano. - ¡Empuja Marlene!- Rebecca
le sugiere de nuevo. - Respiración
profunda, cierra los ojos, shhh.-
Rebecca susurra a Marlene que mueve la cabeza hacia atrás y adelante. - Empuje ahora Marlene.- El Dr. Kurtz ordena
mientras se acerca bajo la sábana. - ¡Eso
es! Empuje de nuevo.- Rebecca se pone de pie un instante inmóvil, hay un
segundo de silencio, Marlene levanta la cabeza, el pelo empapado de sudor y
lágrimas. - ¡Dr. Kurtz!- Marlene logra pronunciar, cuando oye el grito
de su bebé que se lo enseña de debajo del paño, las enfermeras comienzan a
limpiarlo, le colocan en una manta azul acunando su pequeño cuerpo y un gorrito
que cubre su pequeña cabecita. Rebecca comienza a llorar cuando lo toma en sus
brazos. - ¡Oh mi dios! ¡Que hermosura! -
Lo entrega en los brazos de Marlene, con su dedo índice le toca los labios
mientras bosteza y se sonríen ambas.
-
Señora Von Lahnstein. - La enfermera se acerca a ellas. - Hay que pesarlo y medirle.- Marlene es reacia a dejarlo ir. – Tres kilos cuatrocientos gramos y
cincuenta y dos centímetros. Piel y mucosas normales.- El Dr. Kurtz sonríe al explorar a Marlene
otra vez.
-
La van trasladar a una habitación en un rato, por ahora estarán en observación,
usted y el bebé, para asegurarnos de que todo está bien.- Marlene sonríe, pero está muy cansada, agotada
por el parto.
- ¡Rebecca!- levanta su mano hacia ella.
- ¡Rebecca!- levanta su mano hacia ella.
-
¡Estoy aquí, cariño!- La abraza como puede para sentir su
calor.
–
Somos una familia. - Rebecca sonríe bajando los hombros, la besa
con ternura. - Voy a decírselo a los demás.-
La enfermera mira hacia ella.
–
Le termino de limpiar y lo bajaré al nido.
Está a la derecha de la habitación al final del pasillo. ¿Mateo Ludwig Von
Lahnstein?- Le pregunta la enfermera para rellenar el
papeleo.
-
¡Sí!- Responden las dos al
mismo tiempo.
– Vuelvo
pronto, trata de cerrar los ojos y descansar.- La
besa en los labios con dulzura. Rebecca se dirige hacia la sala de espera, para
su sorpresa está allí toda su familia, así como la de Marlene, esperando
cualquier palabra. Thomas se acerca a ella mirando hacia arriba con la frente
arrugada. Abraza a Rebecca, todos los demás se reúnen alrededor de ella.
–
El niño y la madre están muy bien, Mateo Ludwig Von Lahnstein pesa tres kilos
cuatrocientos y mide cincuenta y dos centímetros de largo-. Rebecca está feliz, le brillan los ojos de
alegría. Tristán le toca el hombro, Biggi pregunta.
-
¿Qué pasó?- Rebecca aspiró.
-
Recibí una llamada de la asistente de Marlene en la Universidad diciendo que le
parecía que estaba de parto, me precipité a por ella, se le rompió la bolsa en
el camino…- Tristán se preocupa.
- ¿Está
Marlene bien?- Helena se acerca por detrás de Rebecca pone
la cabeza sobre su hombro.
-
Agotada como se puede imaginar, pero afortunadamente no fue largo. Ha sufrido
una gran cantidad de dolor y ansiedad, pero que manejamos bien, ella está ahora
muy cansada.- Les comenta.
-
¿Cuándo podremos verlos?- Olli pregunta, los hoyuelos en sus mejillas se
profundizan mientras sonríe.
- Pronto,
el bebé va a la guardería lo quieren controlar
un tiempo, el nido está justo al final del pasillo.- Ella les señala el camino. - Si todos ustedes me disculpáis, voy a ir a
ver, cuando esté en el nido vendré a decirlo.
- Ella se dirige de nuevo a la sala donde se encuentra Marlene. Está con
los ojos cerrados y parece estar descansando.
-
¿Le gustaría sostener a su bebé?-
La enfermera le pregunta con él envuelto
con seguridad en la manta azul. Rebecca asiente
con una sonrisa y extiende sus brazos para cogerlo, lo acuna, con la punta de
su dedo toca un lado de la cara, le dobla los diminutos brazos hacia ella que besa
su frente suavemente percibe un olor dulce y nuevo, esboza una gran sonrisa.
-
¡Hey!- Ella lo acerca
sobre Marlene que susurra.
-
¡Ohhh!- Le entrega el bebé
y sonríe teniendo a su hijo en los brazos.
- Marlene
él es perfecto.- Lo saca de la manta a sus brazos mirando su
cara. De pronto comienza a llorar.
- Creo
que tiene hambre.- La enfermera les indica acercándose.
- ¿Estás
lista para darle de comer?- Marlene lo levanta contra su pecho Rebecca le ayuda
a una buena posición, él se agarra al pezón y comienza a succionar.
-
¡Te amo! - Rebecca llora
emocionada, Marlene extiende el brazo alrededor de ella y la acerca, ahora están los tres unidos.
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