Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 30 de agosto de 2016

CAPÍTULO 16

  

                                               -MAS DIFICULTADES-


Thomas y Biggi acompañan a Marlene en la decoración de las paredes, colocar muebles, ordenar cuadros y disponer los efectos personales en su nuevo hogar. Kim coloca platos y resto del menaje en los armaritos de la cocina. Trabajan con denodado interés en la casa organizando y colocando muebles.
- Nunca creí que tuvieras tantas cosas.- Thomas expresa con esfuerzo al cargar con una caja. 
- ¡Pero Thomas!- Le comenta Biggi. - Ella no se va a mover a una mansión.- Marlene se ríe con sorna, Thomas la mira con algo de escepticismo.     
- Podrías haberte quedado en el apartamento.- Expresa a su hija que está sacando algunas sábanas limpias envasadas y guardadas en una maleta.
- ¡Papá! Me ayudas con la cama.-  Él la sigue hasta el dormitorio. 
- ¿Dónde has tenido guardada esta cama?- Le pregunta acariciando con su mano por encima del cabecero. Marlene ahueca la sábana ajustable, agarra una esquina de la misma.
- En el almacén de mudanzas con el resto de mis cosas.- Le sonríe.               
- Recuerdo que eras aún una jovencita cuando me pediste que hiciera esto para ti, que lo querías para cuando te casaras.- Marlene se sienta en el colchón.
- Mamá pensó que estabas loco.- Ella sonríe metiendo la sábana en la esquina inferior.
- No se podía dormir en ella, tuve que dejarla en la tienda todo ese tiempo hasta que te casaste con Hagen y luego desapareció de repente.- Él recuerda el trabajo de artesanía que realizó con ese cabecero para Marlene.
- ¡Bueno! Ahora tengo todas las razones del mundo para usarla a pesar de que no esté casada.- Levanta la ceja.
- ¡Algún día!- Le responde alegremente. Terminaron de vestir la cama.
- ¿Cómo va el trabajo? No hemos tenido mucho tiempo para hablar.- El corazón de Marlene se acelera un poco.
- ¡Bueno! Esforzado, a veces.- Le comenta. Empieza a esponjar las almohadas de la cama.
- ¿Rebecca?- Pregunta Thomas con calma.      
- Ella está bien, sólo tenemos que trabajar un poco los bordes ásperos. No es  precisamente fácil. Está de mal humor con frecuencia y absorta en sí misma.- Thomas se cruza de brazos y niega con la cabeza.
- ¿Estás segura de que es el trabajo adecuado para ti? ¿O quieres castigarte de esta manera porque la amas y quieres que vuelva?- Marlene se acerca a Thomas lo agarra por sus brazos.
- Voy a ganar experiencia, y seguro que seré capaz de utilizarla en otros lugares. Sólo tengo que ser paciente y aprender los secretos del diseño.- Marlene le dice con una leve sonrisa.
- ¡Me preocupas! Toda la pelea y la agitación que te hizo salir la primera vez se cierne sobre ti.-  Marlene se aparta de él.
-Te olvidas que soy una Wolf.- Él sonríe reconfortado.
- Y el paquete Wolf es fuerte.- Él le responde con facilidad.– Ya  sabes que yo estoy aquí para lo que necesites.-  Le expresa con voz calmada y tranquilizadora. En ese momento Kim les grita desde el salón.
- ¡Hey! Ya han traído la pizza.- Regresan a la sala de estar para disfrutar de un tiempo en familia. 
Marlene pasa el resto del fin de semana guardando cosas y haciendo que el piso vaya teniendo su carácter. Lograda la confortabilidad de su nuevo lugar, se prepara la cama para que se ajuste a sí misma,  a la tranquilidad. La mente de Marlene pregunta de nuevo por el último beso que compartió con Rebecca y lo mucho que realmente desea ceder a esas tentaciones. Pero el engaño no es una opción. Esos sentimientos la inquietan y llenan de incertidumbre.

Rebecca llega a LCL temprano. Debe preparar la reunión que tendrá para organizar todo sobre la muestra de Riga. Está sorprendida  y decepcionada de no haber oído una palabra de Katherine. Los numerosos mensajes de texto que envió el fin de semana, no los ha respondido. Algo le bulle por dentro. Los recuerdos de los besos de Marlene parecen aliviar su conciencia encolerizada, y se relaja con la imagen del beso tan apasionado que se dieron en elapartamento de ella. Se deslizan en el fondo de su mente como el agua fluye por el arroyo cercano a Kronningburg. Se toca los labios con sus dedos, los  acaricia como si fueran los de Marlene.
- ¡Buenos días Rebecca!- La voz familiar, relajante y sin embargo encantadora de Marlene le saluda desde el otro lado del balcón. Rebecca baja su mano y la esconde en un gesto tímido como queriendo ocultar algo.
- ¡Buenos días Marlene!- Le responde con una mirada de sorpresa.
– ¿La reunión es a las nueve?- Ella le pregunta. Rebecca asiente mientras Marlene entra en su oficina y cierra la puerta. Abre su cuaderno de dibujo y estudia los borradores de la futura colección de invierno que ha estado trabajando en su tiempo libre. Levanta la vista y contempla a Marlene a traés de la ventana. Estudia su figura y comienza febrilmente a dibujar su rostro.
- ¡Rebecca!- Escucha una voz sombría  a su espalda, se da la vuelta para ver a Katherine de pie con su cartera en una mano y la chaqueta colgada de su brazo.  
- ¡Katherine! – Exclama, cierra el bloc de dibujo y con una sonrisa la saluda y le  ayuda con sus cosas.
- Sé que me has llamado y enviado mensajes ¡Lo siento! He tenido muchas cosas en mi cabeza.- La mirada de Katherine es de aprehensión que despierta cierta curiosidad de Rebecca.
- ¿Cuando has llegado?- Pregunta algo nerviosa. Ella se encoge levemente de hombros.
- A medianoche. Ha sido una semana de ausencia y  debería ponerme a trabajar.- Recoge su cartera. Rebecca la agarra con fuerza de la mano.
- ¡No nos hemos visto en una semana! y… ¿Ésta es tu bienvenida cuando me ves?- Le pregunta en un tono caliente.
- ¡Por favor!  ¡No Rebecca! Éste no es el lugar para discutir nuestros problemas, además estoy preocupada, seguro que Tanja tiene mucho trabajo esperando para mí.-  Rebecca se aparta de ella.             
-Tenemos una reunión a las nueve en la sala de conferencias para revisar el desfile de moda.- Su voz suena seca e insensible. Katherine  no dice nada mientras se dirige a su mesa. Rebecca coge el cuaderno de dibujo,  lo tira sobre la mesa inflada de ira. Marlene está mirando a través de la ventana de su oficina y parece que hay cierto enfado en Rebecca, ella sale del despacho y se acerca.  
- ¿Es que Katherine?- Ella le pregunta mirando por encima hacia ella.
- ¡Sí!- La respuesta de Rebecca es breve, seca y concreta. 
- ¿Está todo bien? Pareces triste ¿Sucedió algo?- Las palabras de Marlene cavan en lo profundo en Rebecca.
- ¿Por qué todas esas preguntas Marlene?- Su estado de ánimo comienza a agriarse.
- ¡Lo siento! No quería molestar.- Le responde airada y la deja sola, regresando  a su oficina. 
Poco después Tanja aparece por el area de diseño camino de la sala de conferencias. Todos la siguen para asistir a la reunión. Hay una mesa con un servicio de desayuno compuesto por café,zumos y bollos a modo de tentempié.
- ¡Buenos días a todos!- Elisabeth comienza la reunión
- Como es del conocimiento general, Riga está a la vista, es el acontecimiento más importante para mostrar la linea de vanguardia de LCL, la colección de otoño está lista y ya he visto la línea adolescente.- Sonríe y da un sorbo a la taza de café. - Katherine bienvenida de nuevo, espero que todo esté bien en casa y que su espalda esté lista para trabajar en la siguiente gran aventura.- Katherine acepta el cumplido. 
- ¡Sí! ¡Gracias!  Estoy preparada para empezar a trabajar en mi colección de invierno. Tendré algunos borradores para el final de la semana próxima.- Tanja la mira con una sonrisa firme pero agradable.
- ¡Rebecca! Estoy impresionada por tu colección,  tengo que decir que  estoy muy satisfecha por ambas sesiones de fotos.- Rebecca trata de sonreír y controlar la rabia interior y sus pensamientos.
- ¡Sí! ¡Muchas gracias! Tuve que cavilar un montón, pensar a donde quería ir con la colección de otoño. Tengo ya algunos proyectos e ideas a punto para mi próxima colección.- Expone lánguidamente. 
- Marlene como Director de Arte tendrá que pensar mucho para llenar unos zapatos grandes.-  Elisabeth sonríe haciendo que Marlene se sienta a gusto.  
- ¡Gracias Elisabeth!- Marlene contesta con cortesía.  
- Tu trabajo de arte sobre el telón de fondo es elegante, Rebecca ha compartido conmigo lo bien que ambas habéis trabado juntas y el ojo creativo que atesoras para el diseño. Mantener ese buen ambiente de trabajo.- Les dice apuntándolas con el dedo índice. Katherine larga una mirada a Marlene con el rabillo del ojo. Está pensando en ella y Rebecca trabajando juntas y en estrecho contacto. Tanja abre su agenda, mira hacia abajo a las páginas mientras las hojea.
- Marlene comenzará a trabajar en el presupuesto para los diseñadores de moda esta semana con Abby Wilkes. Rebecca trabajará con Katherine y las costureras en los próximos días para preparar y despachar nuestras colecciones para Riga. Rebecca reúnete con tu equipo de diseño hoy. Las horas extraordinarias ha sido aprobadas, hay que empezar cuanto antes, vamos a ser los más rápidos, recordar que queremos estar a la cabeza.- Cierra su agenda. 
– ¡Sebastián! Tu turno.- Elisabeth hace un gesto hacia él.
- ¡Sí! Berlín se ha hecho realidad y el papeleo está firmado.- Él pone el maletín sobre la mesa y lo abre sacando un sobre cerrado que entrega a Elisabeth.
- ¡Bueno! Ya te conozco. Tú y Tanja os  lo habéis trabajado, y muy duro, para hacer que esto sea una realidad.- Elisabeth prosigue con el evento. 
- Vamos a ver qué tan bien funcionan nuestras tiendas y boutiques en toda Alemania. Berlín será la piedra angular para medir nuestro éxito en el futuro.-  Rebecca pide la palabra para hablar.
- Me han dicho que será una pequeña tienda de diseño en Berlín. Tanja me ha pedido que hiciera una lista de diseñadores y la tengo aquí.-  Le pasa  el papel a Tanja y ella a Elisabeth. Rápidamente lo examina y luego se lo devuelve a Tanja.
- Berlín nos dará una idea de si somos capaces de aprovechar el mercado dentro de nuestro propio país, algo que hemos obviado desde que empezamos esta aventura. Tanja ha gestionado el negocio con inteligencia y con chispa. Sospecho Rebecca que tendrás que viajar a Berlín en un futuro próximo,  quiero que estés en el equipo de entrevistas, ya que  conoces a estos diseñadores.- Hace una pausa en su discurso para tomar un sorbo de café. Respira para añadir.
- ¡Marlene! Quiero realizar algunos cambios en la entrada frontal, es el momento de mostrar algo más que los vestidos de noche. Me traes alguna idea una vez terminado el presupuesto. Katherine tengo que reunirme con usted y Rebecca por el tema de Riga.- Katherine recoge su libreta y en silencio sale. La mirada de Rebecca es de decepción hacia ella. Elisabeth levanta la sesión con todo el mundo regresando a sus puestos de trabajo. Marlene abre la puerta de su oficina, coloca su cuaderno debajo del tablero cuando se da cuenta de la hoja que está apoyada en la pantalla del ordenador, lo coge y sonríe acordándose de Abby,  ha de  trabajar con un presupuesto, algo desconocido para ella. Marlene se sienta y comienza a leerlo.
- ¡Hmmm.- Ella gimotea en voz alta. - Nunca he hecho una propuesta de presupuesto.- Rápidamente se sienta con ojos maravillados en dirección a la ventana desde donde puede ver a Rebecca a través de las rendijas de la persiana . La mira entre incómoda y tensa,  puede verla jugando con su lápiz de dibujo, como si estuviera esperando la llegada de Katherine. De repente se siente extraña y culpable por pensar en ella. Se levanta y cierra las persianas.

Katherine se acerca a Rebecca en actitud un tanto insegura.
- ¡Rebecca!- Ella le dirige una mirada de incertidumbre, tiene nublada su mente de cómo manejar la situación.
- Me alegro de tu regreso y supongo que las cosas están bien en casa.- Rebecca le expone en un tono extraño.
– Lo están, al menos por ahora está todo tranquilo. Son buenas personas. Espero que mi madre tenga una buena recuperación. Tendré que hacer viajes a Berlín con más frecuencia que antes.-  Rebecca asiente con gestos de su cabeza.
- ¿Podemos hablar?- Katherine pregunta con timidez. Rebecca mira alrededor en la sala le dice a Katherine que la siga al almacén.
- Lo siento por la forma en que te traté por teléfono.- Ella se confiesa extendiendo la mano a la cara de Rebecca. Ella la aparta y la mira sin decir nada. Katherine se acerca a ella. - Simplemente no lo entiendes, yo vengo de una familia católica muy estricta que no tolera la homosexualidad, confía en mí por favor, cuando te digo que tengo esta lucha.- Rebecca se cruza de brazos y baja la cabeza con incredulidad.
- ¿Qué hubiera pasado si me presento? ¿Qué Katherine? ¿Cómo se lo explicarías a tu familia?- Rebecca se siente herida y en desesperación hacia ella.
- No puedo responder, no estoy segura de cómo lo hubiera manejado, por favor Rebecca. Sé que debería haber sido honesta, yo sólo no sabía cómo decírtelo.-  Se echa a llorar.
- ¡Basta! Deja de llorar, eso no cambia nada. Me enoja saber que tu familia no sabe nada de mí y los míos lo saben todo sobre ti.- Rebecca grita y deja el almacén dando un portazo. Katherine se sienta en el suelo,  llora y se limpia las lágrimas con la manga de su camisa. No está en condiciones de volver al trabajo en este momento. 
Marlene entra en el almacén un instante después con la tarjeta de clip en la mano. Está ideando como decorar el hall de LCL y quiere tomar algunas decisiones sobre las pantallas delanteras. Entra buscando accesorios que apoyen su creatividad y poder utilizar para exponer algunas buenas imágenes que mostrar a Tanja.
- ¡Oh! Katherine, ¡Lo siento! No te he visto.- Marlene habla con sorpresa,  casi tropieza con ella. Katherine se queda callada.
- ¿Katherine?- Marlene se inclina hacia ella.  - ¿Te ha pasado algo?- Katherine se da la vuelta y le da la espalda.
- Rebecca está enfadada conmigo, supongo que no debería sorprenderme,  debe tratarse de ti.- Ella responde vacilante. Marlene se pone de pie.
- No sé de lo que estás hablando.- Le responde dejando abierta la amargura de Katherine hacia ella.
- ¿Por qué no me dices qué ha pasado entre vosotras dos?-  Le pregunta a Marlene con severidad.
- No me corresponde decirlo, pregunta a Rebecca.- Katherine suspira antes de interrogarla más.
- ¿Por qué estás aquí? ¿Pensaste que Rebecca volvería contigo?- Marlene le responde.
- No creo que estés pensando claramente Katherine. Es obvio tu malestar en este momento.- Katherine aprieta los dientes.
- Yo creo que estás aquí porque quieres recuperar a Rebecca y no te detendrás ante nada hasta que lo consigas.  ¡Nos estás rompiendo!-  Consigue rehacerse apoyada en el lateral de la estantería y se pone de pié. El rostro de Katherine es de color pálido y su voz tiembla mientras intenta hablar con ella.  - ¿Por qué no nos dejas en paz?- Marlene hace una mueca.
- Rebecca toma sus propias decisiones Katherine, no yo. ¿Has hablado con ella sobre nuestro pasado?- Ella la mira con desprecio.
- Sé demasiado de tu pasado, ella me lo dijo, ella me mintió todo el tiempo acerca de ti. Sólo cuando se vio forzada me lo contó.- La voz de Katherine está llena de resentimiento.
-Tenemos una historia, no siempre fue buena. Yo tomé la decisión de dejarla. Rebecca estaba fuera de control. Es terca y testaruda, a veces no es muy fácil razonar con ella.- Katherine frunce el ceño.
- ¡Bueno! Yo no parecía tener esos problemas con ella,  es amable y dedicada,  alaba mi trabajo, somos un equipo y estamos bien juntas y yo la amo.-  Marlene agarra el pomo de la puerta.
- Estoy feliz por ti Katherine eso es todo lo que tengo que decir. Tenemos que trabajar juntas y no voy a permitir que cualquier fricción interfiera. Me importa mucho  Rebecca y esa es la única cosa que no me puedo quitar de…- El tono de Marlene es duro está a  punto de abrir la puerta cuando Katherine la agarra por la manga. - ¡Aléjate de Rebecca!- Le ordena. Marlene mira la mano que todavía la coge de la manga, se la retira dejando a Katherine en la duda y la ansiedad. Sale del almacén y se dirige  a la mesa de Rebecca, pero ella no está allí. Un golpecito en el hombro desde atrás la sobresalta se gira y allí está Rebecca de pie.
-Te veo molesta.- Comenta Rebecca. Marlene piensa antes de hablar.
-Tu novia está en el almacén harta de llorar, me ha encendido y tengo que decir que su estado de ánimo es crudo. Cree que estoy detrás de ti.- El tono de Marlene es rencoroso.
- ¡Lo siento!- Se disculpa.
- Lo siento no es suficiente Rebecca, supongo que tendrás que decirle la verdad.- Ella habla en voz baja mientras mira alrededor de la sala para los ojos y oídos indiscretos. Rebecca frunce el ceño.
- ¿Qué estás diciendo?- Marlene mira a Rebecca con incredulidad.
- Esos besos que hemos compartido ¡Hace que suene! Deberías decirle cómo te las has arreglado para darme un beso en más de una ocasión.- Rebecca se sonroja,  gira la cabeza hacia atrás al almacén. Marlene la agarra del hombro para recuperar su atención.
- Miedo me da que venga y nos vea en estrecho contacto.- Y se aleja de Rebecca. 
- ¡Espera! ¿Qué te hace pensar que me gustaría decirle que… ¿Estás loca? Yo no puedo hacer eso.-  Se miran la una a la otra
- Creo que… no permitas que me empuje a una esquina porque no estés segura de tus sentimientos por ella, porque yo si lo estoy.- Marlene se lo dice con perfecta claridad.
- Mantente lejos de ella Marlene.- Rebecca exige cuando comienza a frotar sus sienes, el dolor está corriendo por su cabeza.
-Tengo una reunión con Abby, ¡Si me disculpas!- Marlene se aleja dejando a Rebecca con dudas y temores.
- Marlene espera un minuto.- Ella se para y se acerca de nuevo.  
- No puedo jugar a este juego Rebecca. Piensa, que porque le alabas por su trabajo y talento y que hagas un gran equipo con ella, significa que no tendrá los mismos problemas que tuvimos tu y yo. Ella necesita una revisión de la realidad, me pidió que te deje en paz y que me mantenga alejada. ¿Es eso lo que quieres?- Rebecca entiende la dureza de los comentarios fríos de Marlene.
- ¡Uhhh! ¡No... yo! Tenemos que trabajar juntas.- Ella tropieza con sus propias palabras, Marlene le dirige una dura mirada y se va.

martes, 23 de agosto de 2016

CAPÍTULO 15


                                               -ESTO SE COMPLICA-

Marlene y Rebecca ponen el mejor interés en terminar el tema adolescente para la muestra de Riga, apenas hablan entre ellas, solo lo preciso con el trabajo. Marlene se mantiene a la defensiva en espera de los arrebatos de Rebecca, sus emociones están a flor de piel. Ella ha dado un paso atrás, comprueba que el amor de su vida lo hace también, está luchando consigo misma. El trabajo de Rebecca como Jefe de Diseño ciertamente no es fácil, no sólo por el diseño, desafiante a veces, debe tratar con las preocupaciones cotidianas de la ejecución de un negocio de gran alcance, pero elegante. Marlene lo sabe, que ella trabaja mejor que nadie. El corazón se le había hundido con la discusión del día anterior, pero luego se levanta en las conversaciones que recupera de forma cordial con Rebecca cada vez que están juntas. El trabajo es un esfuerzo importante por la implicación de las emociones, pero ambas parecen salir de un sombrero, cada día, como en  un espectáculo de magia. Marlene necesita  ganar pleno respeto en la compañía y Rebecca quiere seguir a su lado para darle su apoyo y trabaja como un ciclón. 
Hoy es el lanzamiento del tema adolescente, el telón de fondo está acabado y las asistentes ayudan a alinear los bastidores de ropa. Rebecca aparece impresionante con el vestido negro ajustado y tacones altos que realzan su figura.
- ¡Lo siento! Llego tarde.- Le dice de puntillas a Elisabeth, ella sonríe y extiende la mano para tocar la manga de su vestido. 
Rebecca inicia la sesión exponiendo los aspectos relativos de la moda adolescente a los trabajadores que se reúnen para escuchar y observar. Los modelos jóvenes, los niños y las niñas entran a empujones por la pequeña pista de exhibición. El fotógrafo dispara su cámara de forma machacona para hacer un buen reportaje. El espectáculo es un éxito. Rebecca busca con la vista a Marlene, pero una vez más,  no está presente o al menos a su conocimiento. Los periodistas hacen numerosas preguntas dirigidas a Elisabeth. Rebecca se retira discreta, sin llamar la atención, busca con ansiedad a Marlene.
- ¡Sra. Von Lahnstein! ¡Disculpe, señora Von Lahnstein!- Una voz familiar suena a su espalda mientras trata de escapar de los periodistas, de sus preguntas y los flashes de las cámaras. Se para en seco y se da la vuelta.
- ¡Señor Flock!-  Le saluda con una mirada de ironía.  
- ¿Qué le trae a LCL? Por supuesto que  la moda adolescente no.- Ella coloca sus manos en la cintura apretando con fuerza y con el ceño fruncido.
- En realidad,  si estoy interesado en la moda adolescente.- Toma su bloc de notas de anillas y lo abre con el lápiz en ristre.
- ¡Sí! Es el primer muestrario. Como es de su conocimiento en el pasado nunca hemos intentado algo así.  Abriremos boutiques y tiendas en toda Europa y Nueva York con nuestra producción, es algo que creemos que podemos intentar y como se puede ver hemos tenido buenas críticas, ¡Tendremos éxito!-  Responde con esa sonrisa arrogante.         
- ¿Entiendo que detrás de esto está la nueva diseñadora de LCL, Katherine Schmidt?- Él la mira con una sonrisa mordaz.  Espera una respuesta de ella. Rebecca coloca sus dedos bajo la barbilla, como si estuviera en una profunda reflexión.
- ¡Sí! La señora Schmidt es la incorporación novedosa del equipo.-  Flock cree tener una ventaja sobre Rebecca.
- La cuestión es que estabas tan enamorada de ella que la contrataste sin una entrevista, podría añadir.-  Flock dice con su actitud sarcástica habitual.
- ¡Señor Flock! La señora Schmidt lleva trabajando aquí  más de seis meses, difícilmente la llamaría para hacerle una entrevista.  Y ella no tiene nada que ver con esta sesión de fotos.-  Rebecca le dice con tosquedad.  
- Disculpe pero tengo trabajo que hacer. Si tiene más preguntas debe  dirigirse a Elisabeth Von Lahnstein, ¡Gracias!-  Se da la vuelta y se aleja con aire de ofensa. Marlene está terminando de ver la sesión de fotos en su ordenador, no quería asistir en persona. Limpia su escritorio de los muchos ejemplos impresos de telones de fondo que había confeccionado. Tira los papeles y ya está pensando en Rebecca. Las dificultades que sobrevenidas al intentar trabajar juntas. Una lágrima cae de su ojo, se la limpia cuando…
- ¡Marlene!- La voz de Rebecca llama manteniendo medio abierta la puerta y la abre del todo.
- ¡Hey!- La saluda mientras se acerca a ella y le cuenta.
- Elisabeth se mostró muy contenta con el rodaje y creo que la línea de Katherine va a ser un éxito, los reporteros están por todas partes.- Ella duda un instante y continúa hablando, Marlene responde.
- ¡Me alegro de que…!- Le responde en voz baja y de espaldas.
- No podría haberlo hecho sin tu persistencia Marlene.- Rebecca se  acerca al escritorio. - Sólo quería decirte que podrías haber asistido a la sesión,  es algo nuevo e innovador. Al final siempre recibes la atención de la  prensa.-  Marlene se ríe tratando de hablar, pero se queda en silencio, se da la vuelta para responder y contempla a una Rebecca espléndida y preciosa ante sus ojos, un instante que le parece eterno antes de pronunciar palabra alguna.
- ¿Qué, y te has convertido en pasto para los medios de comunicación?-  Pregunta intentando hacer ver que su presencia no la perturba en lo emocional.
- No creo, por lo que he comprobado.  El Sr. Flock me intentó acorralar después de la sesión.- Rebecca suspira.  - ¡Sí! Y le corté de forma grosera. Él se preocupa mas de  si estoy enrollada con Katherine y de nuestras prácticas de contratación. Algo que no tiene nada que ver con el tema de los adolescentes. Le interesan más los chismes personales. Le hablé de que estamos estableciendo una tendencia nueva en la moda.-  Marlene consigue esbozar una sonrisa.
- Yo miro más el equipo, tenía cosas para terminar aquí y la verdad Rebecca,  es un éxito para Katherine,  tenía que haber sido ella la  que lo manejase.-  Rebecca está conforme.
-Tus diseños del telón han sido una verdadera fantasía, estoy muy orgullosa  de ti,  has hecho un buen trabajo Marlene.-  Rebecca vuelca emoción hacia ella.
- Me alegro de que hayamos terminado. Ahora las costureras tendrán que ponerse a trabajar. Tanja me ha enviado un mensaje. Están todavía en Berlín, el asunto está cerrado.- Señala Marlene.
- ¡Sí! También recibí el recado y ya ha hablado con Elisabeth.- Rebecca responde.
- Tengo mucho que hacer, estaré en mi mesa.- Le dice y deja sola a Marlene. 

Rebecca comienza a limpiar los montones de material, papel arrugado y otros artículos relacionados con su trabajo, acumulado encima de su mesa. Se sienta y hojea los muchos diseños que había trazado en su cuaderno de dibujo.  Levanta la vista hacia la oficina de Marlene y puede ver el contorno de su cara a través de las persianas abiertas de su ventana. La mira bajo el influjo del deseo, pero se sacude fuera de él. Busca los mensajes de texto en su teléfono.                 
- ¡Katherine! ¿Dónde estás?-  Se pregunta en voz baja. No hay mensajes.  Han pasado varios días desde su última conversación. El estómago de Rebecca es un auténtico nudo. Se intranquiliza tratando de no pensar en las consecuencias que le esperan cuando Katherine regrese.
Marlene deja el optimista cuarto de costura. Ha organizado y preparado los diseños para la muestra de Riga. Quiere mantenerse un paso por delante de Tanja. Se dirige a la sala de Rebecca que está colocando el último de sus lápices de colores en la caja de plástico. Marlene la observa con detalle. Ha organizado la mesa como tiene por costumbre.
- Como en los viejos tiempos.- Bromea, Rebecca sonríe.  
- Tu estado de ánimo parece mejor.-  Le comenta con calma. Durante la charla que tuvieron después de la sesión de fotos, Rebecca se percató que Marlene no está bien. No quiere indagar lo que le sucede, una nueva discusión no es su idea. Marlene mira su reloj.
- ¡Sí! Es tarde, estoy cansada y un fin de semana fuera me vendrá bien.- Le sonríe y la deja en la mesa para volver a su oficina.
- ¡Marlene!- Rebecca se acerca a la puerta.
- ¿Te apetece cenar conmigo esta noche? Me gustaría darte las gracias por todo.- Espera una respuesta, se pone algo nerviosa.
- ¡Rebecca! No es necesario, pero gracias por pensar en mí.- Le responde colgando su bolso sobre el hombro, apaga la luz y cierra la puerta detrás de ella.  Rebecca no se da por vencida tan fácilmente.
- Hay un restaurante chino a pocas manzanas, hasta sirven un curry de pollo exquisito y un excelente sushi.-  Afirma en un tono mendicidad. Marlene se gira hacia ella.  
- ¡No sé! Las cosas han sido tensas entre nosotras y yo… simplemente no quiero tener más discusiones.-  Le responde con franqueza.
- ¡Por favor, Marlene! Sólo por esta vez. Estaré en mi mejor comportamiento.- Le dice tratando de no hacer promesas. Marlene piensa por un segundo. Abre la puerta de entrada a LCL para salir.
- ¡Ok Rebecca! Pero, por favor, no habrá discusión alguna ni hablaremos de nuestro pasado.- Una feliz Rebecca esboza una sonrisa plena. Caminan por la calle en silencio. Llegan al restaurante,  entran en el pequeño local y se sientan. Ordenan pollo al curry, sushi y una botella de vino.
- Voy a empezar a trabajar en la colección de invierno el lunes.- Comenta Rebecca bebiendo su vino y degustando el sushi.
– Yo creo que voy a estar trabajando en el presupuesto para el próximo año, suena menos emocionante que el diseño.-  Comenta Marlene.
- Quiero conseguir una ventaja sobre otros diseñadores y asistentes, estarán ocupados con Riga y esto va a liberar un poco de tiempo para mí, ya he esbozado algunas cosas.- Rebecca parece entusiasmada con la idea.  Marlene se interesa.
- ¿Cómo descubriste este lugar, el curry es excelente.- Le dice con una sonrisa relajada.  
- ¡Uh! Katherine y yo lo descubrimos un tiempo atrás.- Coloca su tenedor en el plato y toma un sorbo del vino para aclarar la garganta.
- ¡Ah! Ya veo ¿Has vuelto a hablar con ella?- Marlene pregunta con indiferencia.
- No desde hace un par de días.- Rebecca está reacia a hablar de Katherine.
- ¿Ocurre algo Rebecca?- A Marlene se le despierta la curiosidad. Rebecca comienza a hablar cuando se da cuenta que Tristán y Abby entran en el comedor y se sientan.
- ¡Tristán y Abby!- Rebecca les saluda con la mano. Marlene gira la cabeza para verlos.
-Tristán es tu hermana y Marlene ¡Que  coincidencia!- Abby hace un gesto de saludo mientras le habla a Tristán. Él sonríe con una mueca.
- ¿Qué haces por aquí?- Pregunta con autoridad   a su hermana en busca de respuestas.
- Invité a Marlene a cenar para agradecerle su ayuda en el éxito de nuestras colecciones.- Tristán se levanta de la mesa y agarra a Rebecca del brazo.
- Disculpar un momento.-  Dice y se la lleva fuera.
- ¿Qué estás haciendo aquí? Y con Marlene.- Él la interroga con preocupación.
- ¡Vamos Tristán! Es una cena amistosa, eso es todo.- Le responde mirando a través de la ventana a Marlene.
- ¿Dónde está Katherine?- Rebecca le mira con misterio.  
- En Berlín, a su madre la han operado y no estoy segura de cuando estará de vuelta.- Tristán sonríe entre dientes.
- ¿Marlene es después? ¡Rebecca!-  Le lanza haciendo una mueca. Rebecca está muy sorprendida y perpleja.
-Tristán, estoy con Katherine.- Trata de tranquilizarlo. Él niega con la cabeza.
- Eso puede ser cierto, pero nunca te va a encantar igual que Marlene.-  Argumenta con seguridad. Rebecca quiere volver adentro. Él la detiene. - ¡Rebecca! Me preocupas. Katherine es lo mejor para ti.- Rebecca se alegra.
- No necesito que me lo recuerdes Tristán.- Ella mira por la ventana observando la conversación en la mesa.
- ¡Basta de hablar  de mí! ¿Qué pasa con Abby?- Tristán se apoya contra la pared.
- ¡Me gusta! Aunque aún está todo un poco verde.-  Le habla con sentimiento. Ella se inclina a su lado.           
- ¡Relájate! Te vendrá bien, de verdad.-  Lleva la mano al bolsillo buscando un cigarrillo y se lo pone  en la boca. Rebecca se lo quita.  
- No es una buena idea, no a todo el mundo le gusta el tabaco, y creo que Abby no lo soporta.-  Ella le regaña.
Mientras, Marlene se acerca a la mesa de Abby.
- ¿Tristán? ¡Hmmm!-  Bromea.
- ¡Sí! Él me invitó a salir esta semana. ¿Hay algún problema?- Abby le pregunta mientras bebe.
- ¡Ah no! Me alegro por ti.- Marlene siente algo de vergüenza. 
- ¿Rebecca? Pensé que ustedes dos eran  extremos totales del espectro y ahora que tengáis una cena.- Abby comenta con curiosidad.
- Un agradecimiento por todo el trabajo duro. Tuvo que convencerme.- Marlene le explica apuntando con el dedo a Abby.
- ¡Me alegro! No debería haber conflictos. Sabes lo que quiero decir.- Tristán y Rebecca regresan.   
- Marlene es tarde. Creo que deberíamos dejar a estos dos solos y marcharnos a descansar.- Rebecca le dice en voz baja. Marlene se reincorpora.      
- ¡Sí! Estoy de acuerdo. ¡Abby, Tristán!- Tristán hace un gesto de reverencia.         
- ¡Buenas noches!  ¡Ah Marlene!- Abby  llama su atención. 
- Voy a tener un proyecto de presupuesto el lunes.- Marlene sonríe mientras los ojos de Abby la siguen hasta que sale.
– Extraño ¡Las dos cenando solas!- Comenta Abby. Tristán se muerde la lengua con una mueca. 
- Ellas tienen una historia.- Habla en voz baja.
- ¡Oh! Pareces molesto.- Ella trata de calmarlo.
- Es una larga historia, normalmente trato de no hablar de ello, les debes preguntar a ellas.- Le narra vertiendo en su copa un poco de vino.
- ¡Me gustan mucho las dos, en especial Marlene. A ella la veo diferente.- En su cabeza comienza a preguntarse por ella.      
- ¡Sí! Dime ¿Cómo va el trabajo?- Él cambia de tema.
- Es mucho más grande de lo que estoy acostumbrada a… Pero creo que puedo manejarlo, estoy muy ocupada y rodeada de muchos deberes.-  La conversación no hace mas que empezar, disfrutan con alegría de la noche bebiendo y en una relajante conversación informal.

Marlene y Rebecca regresan hacia LCL.
- ¿Así que has alquilado un piso?- Rebecca pregunta con curiosidad. - ¡Sí! No muy lejos de aquí.- Le responde mientras consigue alcanzar las llaves en su bolso.
- ¿Supongo que te gustaría verlo?- Le dice sacudiendo las llaves en su mano. Comienza a caminar hacia la salida. Rebecca se detiene.
- ¡Si tu quieres!- Le contesta. Marlene se vuelve y le dice que la siga. Llegan al piso y abre la puerta, enciende las luces mostrando el interior aún sin decorar.
- ¡Wow! Marlene esto es muy bonito.- Remarca mientras escanea la sala con la mirada. Luego camina hacia el sofá.
- Veo que al menos te dejaron un sofá.- Comenta pasando la mano por la espalda de ella. - ¡Y de piel!-  Marlene se acerca, se sientan una frente a la otra.
- ¡Bueno! ¿Me vas a invitar a algo para celebrarlo?- Marlene ríe  y cruza las piernas, se siente relajada. 
- La cena estuvo estupenda.  ¡Gracias!.- Rebecca se queda en su mirada.
– Es tu bienvenida, yo sólo quería mostrar mi aprecio…-  Marlene interrumpe.
- Es parte del trabajo, no hay nada que destacar entre nosotras dos.- Rebecca hace una respiración profunda y exhala lentamente.
- No hay nadie como tú Marlene, supongo que lo sabes y lo que haces significa mucho para mí.- Rebecca se expresa sentimental. Marlene sonríe con ternura.
- Por favor, Rebecca no hablemos de sentimientos.- Una Rebecca sensual de ojos marrones oscuros mira con profundidad sobre ella. Su mente se tambalea con pensamientos de su primer encuentro de contacto en la piscina, de la cercanía, de la atracción íntegra que tuvieron la una a la otra. Se acerca y toca con suavidad su cuello con la mano acariciando con dulzura. Marlene se siente paralizada por la caricia de sus dedos. Acercan sus labios hasta la unión en un beso,  luego asegura el labio inferior de Marlene entre sus dientes. - ¡Hmmm!- Rebecca gime de deseo. El beso se convierte en apasionado y fuera de control. Las manos de Marlene aferran ambos lados de la cara de Rebecca. Cierran  los ojos en sintonía con los deseos y necesidades de cada una. Los labios y la lengua de Rebecca hacen un trabajo rápido en el cuello de Marlene que arquea la cabeza hacia atrás cuando la punta de la lengua de Rebecca viaja a lo largo de su cuello. Mueve su boca hasta el oído de Marlene, muerde  el lóbulo con dulzura. Respira con intensidad en el oído, una carga emocional surge desde dentro de ambos cuerpos. Las manos de Rebecca comienzan a desabrochar la blusa. Marlene la detiene de repente cogiendo su mano.
- ¡No Rebecca!-  Le dice en un intento de recuperar el aliento.     
- ¡Marlene por favor no me dejes así!-  Rebecca suplica con su cuerpo dolorido.
- No podemos, simplemente no puedo.- Marlene  trata de hacerse con el control de la situación. Rebecca se pone de pie.
- ¿Por qué no?-  Ella ruega con voz de mendicidad.
- Por que no está bien ¿Qué pasa con Katherine? La estás engañando, igual que hiciste conmigo, me engañaste.-  Las entrañas de Rebecca se agitan, se encuentra perdida en esas palabras.
– ¡Rebecca! Es que ella quiere estar con…-  Rebecca baja la cabeza, entiende que ella respete su relación con Katherine. Se levanta con la mano en la boca secándose el dulce sabor de los labios de Marlene.
- ¡Tienes razón!- Se expresa temblorosa.  - Sólo estoy fuera de control, todos estos sentimientos se funden en mi mente, te dije que no quería destruirla a ella en la misma forma en que lo hice contigo...  y aquí estamos.- Se expresa con tristeza. La mano de Marlene levanta la barbilla de Rebecca y su rostro le parece hermoso.
- No has respondido a mi pregunta.- Rebecca aprieta la mandíbula.
- No puedo responder a eso ahora mismo, ella es vulnerable y en un estado de constante preocupación, necesita de mi apoyo Marlene, ¿Qué debo hacer, arruinar su vida?-  Marlene niega con la cabeza.  
- ¡Ya veo!- Le dice en un tono hosco.
- No podemos seguir así, te amo demasiado como para perder de nuevo y si estar con ella alivia tu conciencia culpable, ¡Entonces…- Rebecca pone sus dedos en los labios de Marlene.
- Debo irme ¡Lo siento!- Sale por la puerta sin mirar atrás. Marlene comienza a reflexionar sobre cuál será su próximo movimiento. 

martes, 16 de agosto de 2016

CAPÍTULO 14


                                         -LA PASIÓN NUNCA CAMBIA-


Marlene empuja la puerta principal de LCL.
- Sra. Von Lahnstein.-  Acude a una señal de la recepcionista.
- ¿Sí?-  Se acerca a ella.
- Hay un mensaje aquí para usted.-  La recepcionista le entrega un sobre.
- ¡Gracias!-  Marlene sonríe al cogerlo, lo  lee subiendo las escaleras.
- ¿Importante?- Le pregunta Kim al encontrarse con ella el piso superior.
- ¡Hmmm! El agente inmobiliario ha llamado. Mi contrato para el piso ya está listo.- Kim sonríe.
- ¡Genial! ¿No se lo has dicho todavía a papá?-  Marlene le dirige una mirada.
- ¡No! Solamente Biggi y yo hemos hablado de esto. ¿Cuándo regresa Emilio a casa?- Kim la sigue hasta su oficina.
– La próxima semana y ya estoy nerviosa.- Agrega cerrando la puerta del despacho. - ¡Bueno! Pues me gustaría empezar a mover cosas este fin de semana. ¿Me puedes ayudar?- Le pregunta mientras marca el número de la inmobiliaria.
- ¿Como un fin de semana de chicas?- Kim se echa a reír y luego susurra. - Tengo trabajo que hacer.- Marlene está marcando un teléfono, Kim la saluda con la mano y sale de la oficina.
- ¡Sí!  Marlene Von Lahnstein…  Me acaban de comunicar su llamada.- El agente en el otro lado se aclara la garganta.
- Sra. Von Lahnstein, tengo preparado su contrato de arrendamiento y listo para su firma.- Marlene sonríe con emoción. 
- ¿Podria venir esta mañana?- Le propone.
- ¿A las diez? – Sonríe de nuevo.
– Contacte con mi secretaria para cumplir con todas las formalidades.-  Marlene levanta la cabeza para ver a Rebecca de pie en la puerta, hace un gesto con la mano para que entre.
- Estaré ahí a las diez, gracias.- Cuelga el aparato.
- ¡Buenos días Rebecca! Por favor entra.- Rebecca camina lentamente.     
- ¿Los telones de fondo, están listos?-  Le pide en estado de ánimo alterado.          
- Estoy a punto de concluir ¿Podrías darme un poco de margen?- Rebecca frunce el ceño.  
- ¡Por favor! Tan pronto como sea posible.-  Espeta en un tono rudo y sale de la oficina. Marlene se sienta a su escritorio y resopla bajando la cabeza.                  
- ¡Marlene!- Escucha una voz tajante.
- ¿Sí Tanja? - Expresa con hostilidad    
- ¿Qué ocurre?-  Le dice extrañada por el tono.
- No voy a tratar con el humor de perros de Rebecca hoy, tengo trabajo que hacer.-  Tanja se ríe en voz alta y se inclinaba sobre el frente de su escritorio.
– Ignórala ¿Dónde estamos con el tema? No quiero ninguna reacción violenta de Elisabeth.-  Marlene suspira.   
- Estoy a punto de sacar las impresiones y todo estará listo para una revisión esta tarde, tengo una cita a media mañana.- Tanja asiente. - He alquilado un pequeño apartamento no lejos de aquí.- Informa a Tanja que levanta la ceja. La sonrisa de Tanja es astuta.
- ¿La vida en un apartamento de la familia es demasiado para ti ahora?- La pregunta tiene su crudeza, Marlene no se amilana.
- En realidad, supongo que vivir por mi cuenta desde hace dos años no tiene nada que ver con eso.- Marlene afirma con ironía. Tanja se pone en pie.
- Debo dejar que vuelvas al trabajo, obviamente, he interrumpido tu lluvia de ideas, que me harás saber esta tarde, quiero resultados antes de irme. Sebastián y yo nos vamos a Berlín esta noche.-  Menciona como por casualidad.
- ¿Berlín?-  El interés de Marlene es provocado.
- ¡Sí! Hemos elegido un lugar en el distrito centro de la ciudad, sólo he visto fotos, Sebastián ha estado ocupado en limar cuestiones legales, es un edificio antiguo pero con mucha clase.- Tanja le notifica que cierran la adquisición el próximo fin de semana. 
- ¿No lo mencionaste el otro día? ¿Una pequeña casa de moda allí con una tienda en lugar de una boutique?-  La sonrisa de Tanja se torna traviesa, pero le responde en un tono insolente.
- ¡Lo hice!- Se da media vuelta, sale por la puerta, pero recula hacia Marlene. - Veo que has puesto mucha atención a lo que discutimos esa mañana. Los resultados, esta tarde.- Le suelta al alejarse.

Rebecca coloca el estante de ropa cerca de los maniquíes, en ese momento suena su móvil, comprueba, es un mensaje de Tristán  "¿Encontraste algo?" Lee en el teléfono y sonríe levemente sacudiendo la cabeza, "¡Noo!” Escribe. Levanta la vista y ve a Tanja dejar el despacho de Marlene. "Voy a hablar con Tanja viene camino hacia mí"  Envia el mensaje y él reenvía una rápida respuesta. "Gracias". Rebecca se sienta en su mesa y al cruzar Tania cerca de ella.
- ¡Tanja, buenos días!- Se detiene al instante y se pone a juguetear con una camisa en el estante.
- ¡Rebecca!  He hablado con Marlene, está a punto de preparar el escenario, quiero ver el producto terminado  esta noche, Sebastián y yo tenemos negocios en Berlín y no estaremos durante un par de días y quiero todo eso listo. ¿Habrá un fotógrafo preparado para el viernes por la mañana?-  Ella pregunta en tono contundente.
- ¡Sí! he estado al tanto de todo. Por una vez estamos por delante, me gustaría que siga siendo así. ¿Vas a estar de vuelta de Berlín para el viernes?- Le reclama Rebecca. Mira su teléfono acordándose de Tristán. Tania le contesta con rudeza.
– Es posible, esperamos firmar los documentos sobre el edificio el jueves a más tardar. Sebastián tiene un par de temas legales que tratar primero, pero parece que Berlín no se nos escapará, es una oportunidad. Quiero empezar a entrevistar personal cuanto antes. ¿Me preparas una lista de diseñadores y asistentes cuando tengas tiempo?-  Le ordena con inusual cortesía.
- Tanja, una cosa más. Abby el nuevo contable.- Tanja le echa una mirada extraña.
- ¿Qué pasa con ella?- Rebecca tartamudeó por un segundo.
- ¿Sabes si está soltera?- Tanja soltó rápidamente.
- ¿Qué?- Poniendo cara extraña. - Dime algo. ¿Estás interesada en la contable?- Rebecca se ríe con franqueza. - ¡No! Pero alguien ha preguntado por ella, yo sólo pensé que…-  Tanja la interrumpe.  
- Esto no es la escuela secundaria. Si una persona es lo suficientemente madura como para interesarse, le ruego, por el cielo, que se lo pregunten a su… ! - Ella exclama en voz alta y se para antes de soltar el venablo que está pensando. Rebecca mira a su alrededor con la esperanza de que nadie escuchase las explosiones de Tanja que le dirige una mirada severa.
- Para responder a tu pregunta, es soltera o por lo menos su currículum dice que lo es. ¡Por favor! No necesitamos distracciones de otros aquí, no quiero ningún comportamiento perturbador ¿Me entiendes?- Rebecca enrojecida de pudor asiente con la cabeza.  
- Quiero que los resultados de esta tarde sean notificados a Elisabeth, y la sesión de fotos y ¿Dónde está Marlene?- Volviendo a gritar. Rebecca trata de sonreír.     
- Ella está saliendo de su oficina ahora.- Tanja volvió  la cabeza para ver que se acerca.
- ¡Llámame!- A toda prisa se marcha a su cueva. Rebecca envía mensaje a Tristán con la información. Se acerca a los maniquíes.
-Tanja está enervada esta mañana.- Marlene comenta colocando las fotos impresas detrás del maniquí para una mirada rápida.
- Casi me odia al regodearme de que estábamos en la fecha prevista-  Explica Rebecca.
– Vamos a abrir una nueva tienda en Berlín, a diferencia de las boutiques.- Informa a Rebecca, ella la mira mientras ajusta un par de pantalones al maniquí.
- Me sorprende que tengan en consideración Berlín, me refiero a que Yuri y Martha están teniendo éxito allí. - Le explica  Rebecca.
- De eso se trata. Tanja es astuta, cuando se trata de negocios y lo sabes,  su pensamiento es brillante, aunque a menudo poco convencional. Ha conseguido que LCL esté donde está hoy.-  Marlene elogia con voz alegre. Rebecca piensa en lo que le ha dicho.
- ¡Gracias Marlene! - Marlene sonríe, mira hacia su reloj de pulsera
- Tengo una cita, ¿Te puedes arreglar un rato? No debería tardar demasiado.- Rebecca ladea la cabeza hacia el estante de ropa.
- ¡Claro! Tendré los maniquíes vestidos para cuando vuelvas.- Marlene regresa a su oficina y recoge el bolso, se pone la chaqueta del traje y se marcha a la oficina del agente inmobiliario. Rebecca va vistiendo de manera pausada los maniquíes.
Le apetece un café con leche y se dirige al bar donde encuentra a Tristán.
– Sí que viniste rápido.- Se ríe de él  y se sientan en la  barra. – Con leche, dos, por favor.- Le pide al camarero y se gira hacia él. Tristán extiende su mano con otro libro contable, sonríe.
– Es que debía tener una razón, no podía venir de vacío.- Él la mira con admiración.
- ¡Gracias Rebecca!-  Le susurra. Ella ríe mirando su traje.
- Un traje negro ¡Hmmm! ¡Muy profesional!-  Ambos sonríen.
-Tengo una cita con ella en unos minutos, no quiero llegar tarde. – Rebeca no está dispuesta a dejarle ir, sin que conozca sus problemas con Tania.
- Recibí una reprimenda de Tanja cuando le pregunté por ella. Me dejó  claro que esto no es la escuela secundaria y que no quiere ningún comportamiento lascivo.- Tristán ríe con su sarcasmo habitual. - Mantendré eso en mente, ahora tengo una cita.-  Ella sonríe alegre. Termina su café con leche y lo escolta hasta la parte superior de las escaleras. Le mira con una sonrisa  y chocan las manos en despedida. Tristán golpea nervioso la puerta cerrada de la oficina de Abby. Espera paciente una respuesta de ella. La puerta se abre y es ella quien aparece en el otro lado con una miraba encantadora.
- ¡Entra!- Le invita a pasar.
- ¡Buenos días!- Le desea con una ligera contracción en su voz.      
- ¡Buenos días! Por favor siéntate.-  Tristán se sienta en la silla con el libro contable a su lado. Juega con su corbata como si necesitara para aflojarla.
-Tuve  tiempo de revisar el libro que has traído el otro día.- Ella lo mira en actitud profesional antes de continuar. - Parece que Martin ha hecho un buen trabajo con la teneduría de negocios de LCL y estoy segura que en el banco también lo hará.- Le entrega el libro en la mano.  
- ¡Gracias!- Expresa Tristán en un tono relajado. - Martin siempre ha sido buen contable. Tuvimos que hacer un movimiento repentino, nuestro contable nos había dejado, nos volvimos locos para encontrar un reemplazo, Martin era un seguro para el banco y decidimos su cambio, pero él se tomó su tiempo en pensarlo.-  Le sonríe con la afirmación de que ella hará también un trabajo emcomiable.
- Bueno, yo espero que pueda justificar bien  mi trabajo en LCL y Lahnstein Empresas.-  Añade con una sonrisa de confianza. Tristán la mira fijamente por un momento antes de entregarle el otro libro.
–Digo… ¿Eres nueva en Dusseldorf?- Pregunta con curiosidad.
- ¡No! Yo no, mi abuela si lo era. A menudo la visitaba cuando era niña. Yo nací y crecí en Hamburgo, pero pasaba los veranos aquí.- Satisface así la curiosidad de Tristán. Ella abre el libro.
- ¡Ya veo! ¿Estarías interesada en una cena el viernes por la noche?- Él le propone sin remilgos, ella levanta la cabeza desde el libro y sonríe.
- ¡Ah! Sí ¿Por qué no? ¿Qué tienes en mente?-  Ella le pregunta cerrando el libro de la contabilidad. Piensa por un segundo.
- China, ¿Te gusta la comida china?-  Expuso con dudas.
- ¡Sí! Siempre y cuando sea un encuentro informal.- Ella le propone en un tono sincero.
- ¡Sí! Muy informal.- Él sonríe.
-Yo trabajo muchas horas y espero que no te importe, pero me gusta relacionarme de una manera relajada, buena comida una botella de vino. Bueno entonces ¿Digamos a las siete?- Tristán confirma  con avidez.
– A las siete suena bien.- Él se levanta de la silla.
- ¿Dónde te recojo?- Ella anota su dirección y número de teléfono. Él dobla el papel y lo mete en el bolsillo, recoge el libro final de su escritorio.
- ¡Gracias!- Las da sinceramente.
- Voy a tener otro libro de contabilidad preparado y listo en las próximas semanas. A menos que tengas algún problema, voy a poner a Martin a tu disposición si es necesario.- Ella da su conformidad.  - Bueno entonces nos veremos el Viernes, tienes mi tarjeta, mi número está en ella.-  Le recuerda al salir de la oficina.  Abby busca en su escritorio la tarjeta la coge y lee. “Estoy aquí, yo lo consigo” Ella sonríe. Tristán se abre paso entre los montones de materiales, rollos, cajas y arrugados papeles en busca de Rebecca.
- ¡Ahí lo tienes!- Él la sorprende en posición agachada en la base del maniquí. Se pone de pie para hablar con él.
- ¿Cómo te ha ido?- Ella muestra su curiosidad tratando de llamar su atención.
- ¿Cuándo es la última vez que habían limpiado este piso?- Sutilmente pregunta mirando a su alrededor.
- ¡Corta el rollo!- Rebecca se cruza de brazos como si estuviera jugando un juego infantil. Una sonrisa se dibujó en el rostro de Tristán.
- ¡Mi hermana pequeña!- Exclama. Ella le dirige una mirada traviesa.
- ¿Bien?- Duda mantenerla en suspenso.
-Tenemos una cita para la noche del viernes.- Él parece eufórico, todavía un poco abrumado. Rebecca abraza a su hermano.
- Que gran noticia ¿Algún lugar especial?- Ella le pregunta. Tristán recapacita.
– Informal, ella prefiere algo voluble un poco de vino, relajarse. Me siento afortunado, incluso lo considera una cita conmigo.-  Rebecca frunce el ceño.  
- ¿Por qué no? Eres guapo, soltero y trabajo remunerado.- Él se encoge de hombros.
- ¡No lo sé! Mi trayectoria con las mujeres no ha sido muy buena.- Rebecca apoya las manos contra su pecho.
-Tú no vas a casarte con ella.-  Le explica con seriedad. 
- Deja de preocuparte.- Tristán  en voz baja le dice.
- Ha sido un largo tiempo, incluso he pensado en pedírselo a alguien.- Rebecca sonríe.     
- No te preocupes, estarás bien.- Ella tira de la solapa de su chaqueta.
- Una vez más, gracias.- Rápidamente se abrazan de nuevo.
-Te veré más tarde.- Rebecca vuelve a centrarse en su trabajo cuando Marlene regresa.  Rebecca murmura.
- ¡Hmmm!- Marlene responde dejando su bolso debajo de la mesa.
- Voy a bajar a la sala de impresión, el escenario está listo.- Rebecca da un paso atrás. - ¿Necesitas ayuda?- Ella niega con la cabeza y se aleja. Rebecca la sigue con la mirada, la forma de su figura, la forma en que se conduce le causa un conflicto interno. Su corazón se acelera rápidamente. Se ha perdido en una neblina al oler su perfume estriado a través del aire. El sabor de su beso la persigue.      
- ¡Hola, Rebecca!- Marlene le toca el hombro y la despierta de su ensueño lleno de humo.
- ¡Eh! Sí, el telón de fondo.- Ella lo mira. Marlene tiene el telón de fondo enrollado colgando del brazo.  
- Vamos a ver lo que tenemos.- Marlene habla en un tono profesional que se interpone en el estado emocional de Rebecca. Cuelga el telón de fondo junto a Marlene. Se inclina para ajustar la esquina, Rebecca se pone muy cerca y detrás de ella. Marlene se incorpora de forma inesperada para Rebecca al tiempo que se da la vuelta, casi chocan y con sus caras cerca. Marlene, no puede respirar, siente el calor del aliento de Rebecca su mirada penetrante. Rebecca se inclina hacia delante con los ojos cerrados. Cuando cree que está a punto de besarla Marlene la detiene.
- ¡No Rebecca!- Marlene la aparta. - No sabemos qué va a suceder. Que me culpes o te estreses y yo simplemente no puedo tratar con ello.- Marlene toma su bolso de la mesa y huye. Rebecca puede sentir el pelo de la nuca erizado y en el cuello un frío insoportable.  
- ¡Marlene!- La llama, corre por las escaleras y sale por la puerta. Ella camina a paso rápido por la acera y da la vuelta a la esquina pero es en vano. Con tristeza regresa para encontrar a Marlene parada allí con su mirada desalentadora.
-Yo sé que no me va a sentar bien  pedir disculpas, no lo haré. Te amo y sé que me amas, me imagino lo que estoy tratando de decir es que este amor no está cerrado y es una lucha para las dos.-  Rebecca le razona sin aliento y con el corazón acelerado por la ansiedad.  
– Estás en lo cierto, te quiero y siempre voy a quererte, nada volverá a cambiar lo que siento por ti, pero no podemos seguir así. Tenemos que salir de este tiovivo. Tiene que parar si tenemos la intención de vivir nuestras vidas con la gente que hemos elegido.- Rebecca la mira extrañada.
- ¿Marlene has elegido a alguien?- Marlene niega con la cabeza.
- Sabes lo que quiero decir Rebecca.- Ella le regaña. Rebecca la mira con ternura.
- ¿Sigo cometiendo los mismos errores a los que siempre te refieres? Tengo, sacudido mi cerebro porque sé que ha sido incómodo y doloroso para ti.- Ella se lamenta.
- Rebecca tenemos que encontrar una manera de trabajar juntas, necesito este trabajo.-  El suspiro de Marlene es intenso.
- Me temo que voy a hacerte daño, aunque no quiera.- Responde con solemnidad.               
- Céntrate en Katherine, me has dicho en numerosas ocasiones que ella es con la que quieres construir una vida, obviamente la amas.- El tono de Marlene trata de combatir la melancolía a Rebecca.
- Es cierto, me encanta ella de muchas maneras, pero Marlene…- Marlene le dirige una mirada penetrante.
- ¡Por favor! No Rebecca. Por favor respeta mis deseos y déjame en paz, yo simplemente no puedo hacer frente a tus arrebatos emocionales a diario.- Rebecca se encuentra muy pérdida al escuchar esas las palabras.  
- ¿Has pensado en tomar un paso más allá en tu relación con Katherine?- Marlene le pregunta. La expresión de Rebecca es de culpa y consternación.  
- ¿Qué quieres decir?- Marlene da un paso en dirección contraria, de regreso hacia LCL.
- Marlene espera por favor explica lo que quieres decir.- Ella pide vacilante. Toma la mano de Marlene para detenerla. Una vez más está cara a cara con ella.
- ¿Por qué vives separada? ¿Has pensado en el matrimonio y los niños? ¿Por qué no vivís en el castillo?- El tono de Marlene es vengativo y agudo. Rebecca siente los dolores punzantes que corren por su corazón, no puede tragar, las lágrimas empiezan a arder en sus ojos.
- Eso simplemente no es el tipo de matrimonio, me preguntas acerca de los niños, mi vida está ocupada, nunca he tenido ese pensamiento, los niños no son necesarios y no es condición para vivir con alguien. Yo no estoy preparada para estar atada de esa manera. - Marlene escucha las impresionantes revelaciones de Rebecca, puede ver la desesperación en sus ojos y escucharla en su voz.
- Exactamente ¿Qué es lo que quieres? Katherine es amable y generosa, es evidente que ella te ama. Ésta no es una relación adolescente Rebecca.- Marlene se expresa como si estuviera tratando de hacer que se abra y hable de sus verdaderos sentimientos. - Eso es entre nosotros ¿No crees Marlene? ¿Por qué todas estas preguntas personales? ¿Por qué te importa?- Rebecca se convirtió estoica.
- Creo que ya hemos hablado que me preocupo por ti y lo que sucede en tu vida.- Marlene se aparta de ella descansando su frente en la mano.
- ¡Hey! ¡Lo siento! Me parece que lo que dije sobre el matrimonio y los niños no es exactamente lo que querías escuchar.- El ceño de Marlene es modesto.
- ¿Por qué me importa lo que piensas?- Se cruzó de brazos en una rabieta.
- ¡Vamos Marlene! Mi relación personal no debe preocuparte.- Rebecca sonríe con cautela.
- ¡Esta conversación terminó!- Marlene sigue a pie con Rebecca pisándole los talones. -Tenemos que terminar un trabajo, no quiero hablar sobre tu vida personal, aunque si es de mi incumbencia, sólo quiero que seas feliz.- Ella le vocifera mientras caminan. Rebecca se mantiene en silencio. Marlene abre la puerta a LCL se mueve a un ritmo más rápido sube al piso de arriba y se mete en su oficina casi sin aliento. Rebecca la contempla desde la puerta. Marlene está molesta y preocupada.
- Yo debería saber que nunca he querido ponerte en el punto de mira Marlene, de verdad lo siento.-  Rebecca ahora está hablando con honestidad.
- Rebecca tenemos que encontrar una manera de trabajar juntas, de nuevo, Tanja está dependiendo de nosotros y con los demás para conseguir el trabajo hecho.-  Rebecca cierra la puerta detrás de ella, se acerca a Marlene.
- Nosotras trabajamos bien juntas, es así, siempre lo hemos hecho.- Rebecca comienza a tartamudear, no puede pronunciar las palabras que realmente quería expresar. Marlene la mira esperando a que termine lo que tiene en su mente.
- Estos sentimientos entran en juego cada vez que te miro. Pienso en lo que me he perdido y lo que podría haber sido y sé que en el fondo lo que necesito conseguir es esto. La vida no ha sido justa y nos hemos ido por caminos separados. - Marlene recopila sus pensamientos que necesita para canalizar sus miedos, remordimientos y deseos antes de hablar. 
- Rebecca sé que nunca podremos ser realmente amigas, no como antes y no voy a estar en tu camino con Katherine. Te he dicho esto antes y lo dije en serio, necesito este trabajo, tengo que ganar experiencia, y necesito que seas consciente de ello.- Marlene se expresa con preocupación. 
- ¡Tienes razón diablos! Siempre tienes la razón.- Rebecca trata de hacer luz en el tema. Ambas ríen.         
- Sólo tengo que conseguir pasar de las distracciones Marlene.- Rebecca ratifica con firmeza y con honestidad sincera.
- Ahora, por favor vamos a terminar el trabajo antes de que vuelva la dragonesa.- Rebecca bromea tirando el antebrazo de Marlene. Se las arregla para obtener una sencilla sonrisa de Marlene. Continúan trabajando diligentes hasta la noche preparando el escenario adolescente.