-LA PASIÓN NUNCA CAMBIA-
Marlene empuja la puerta principal de LCL.
- Sra.
Von Lahnstein.- Acude a una señal de la recepcionista.
- ¿Sí?- Se
acerca a ella.
-
Hay un mensaje aquí para usted.- La recepcionista le entrega un sobre.
- ¡Gracias!- Marlene
sonríe al cogerlo, lo lee subiendo las
escaleras.
- ¿Importante?- Le pregunta Kim al encontrarse con ella el
piso superior.
-
¡Hmmm! El agente inmobiliario ha llamado. Mi contrato para el piso ya está
listo.- Kim sonríe.
- ¡Genial!
¿No se lo has dicho todavía a papá?-
Marlene le dirige una mirada.
- ¡No!
Solamente Biggi y yo hemos hablado de esto. ¿Cuándo regresa Emilio a casa?- Kim la sigue hasta su oficina.
–
La próxima semana y ya estoy nerviosa.- Agrega cerrando la puerta del despacho. - ¡Bueno! Pues me gustaría empezar a mover cosas este fin de semana. ¿Me
puedes ayudar?- Le pregunta mientras marca el número de la inmobiliaria.
- ¿Como
un fin de semana de chicas?-
Kim se echa a reír y luego susurra. -
Tengo trabajo que hacer.-
Marlene está marcando un teléfono, Kim la saluda con la mano y sale de la
oficina.
-
¡Sí! Marlene Von Lahnstein… Me acaban de comunicar su llamada.- El agente en el otro lado se aclara la
garganta.
-
Sra. Von Lahnstein, tengo preparado su contrato de arrendamiento y listo para
su firma.- Marlene sonríe
con emoción.
- ¿Podria venir esta mañana?- Le propone.
- ¿Podria venir esta mañana?- Le propone.
-
¿A las diez? – Sonríe de
nuevo.
– Contacte
con mi secretaria para cumplir con todas las formalidades.- Marlene
levanta la cabeza para ver a Rebecca de pie en la puerta, hace un gesto con la
mano para que entre.
-
Estaré ahí a las diez, gracias.-
Cuelga el aparato.
-
¡Buenos días Rebecca! Por favor entra.-
Rebecca camina lentamente.
- ¿Los
telones de fondo, están listos?- Le pide en estado de ánimo alterado.
- Estoy a punto de concluir ¿Podrías darme un poco de margen?- Rebecca frunce el ceño.
- Estoy a punto de concluir ¿Podrías darme un poco de margen?- Rebecca frunce el ceño.
-
¡Por favor! Tan pronto como sea posible.- Espeta en un tono rudo
y sale de la oficina. Marlene se sienta a su escritorio y resopla bajando la
cabeza.
-
¡Marlene!- Escucha una voz
tajante.
- ¿Sí
Tanja? - Expresa con hostilidad
- ¿Qué
ocurre?- Le dice extrañada por el tono.
-
No voy a tratar con el humor de perros de Rebecca hoy, tengo trabajo que hacer.-
Tanja se ríe en voz alta y se inclinaba sobre
el frente de su escritorio.
–
Ignórala ¿Dónde estamos con el tema? No quiero ninguna reacción violenta de
Elisabeth.- Marlene suspira.
- Estoy
a punto de sacar las impresiones y todo estará listo para una revisión esta
tarde, tengo una cita a media mañana.-
Tanja asiente. - He alquilado un pequeño
apartamento no lejos de aquí.- Informa a Tanja que levanta la ceja. La
sonrisa de Tanja es astuta.
-
¿La vida en un apartamento de la familia es demasiado para ti ahora?- La pregunta tiene su crudeza, Marlene no
se amilana.
- En
realidad, supongo que vivir por mi cuenta desde hace dos años no tiene nada que
ver con eso.- Marlene afirma
con ironía. Tanja se pone en pie.
-
Debo dejar que vuelvas al trabajo, obviamente, he interrumpido tu lluvia de
ideas, que me harás saber esta tarde, quiero resultados antes de irme.
Sebastián y yo nos vamos a Berlín esta noche.- Menciona como por casualidad.
-
¿Berlín?- El interés de Marlene es provocado.
-
¡Sí! Hemos elegido un lugar en el distrito centro de la ciudad, sólo he visto
fotos, Sebastián ha estado ocupado en limar cuestiones legales, es un edificio
antiguo pero con mucha clase.-
Tanja le notifica que cierran la adquisición el próximo fin de semana.
- ¿No
lo mencionaste el otro día? ¿Una pequeña casa de moda allí con una tienda en
lugar de una boutique?- La sonrisa de Tanja se torna traviesa, pero
le responde en un tono insolente.
-
¡Lo hice!- Se da media
vuelta, sale por la puerta, pero recula hacia Marlene. - Veo que has puesto mucha atención a lo que discutimos esa mañana. Los
resultados, esta tarde.- Le suelta al alejarse.
Rebecca coloca el estante de ropa cerca de
los maniquíes, en ese momento suena su móvil, comprueba, es un mensaje de
Tristán "¿Encontraste algo?" Lee en el teléfono y sonríe
levemente sacudiendo la cabeza, "¡Noo!” Escribe. Levanta la vista y ve a Tanja dejar el despacho
de Marlene. "Voy a hablar con Tanja viene camino hacia mí" Envia el
mensaje y él reenvía una rápida respuesta. "Gracias".
Rebecca se sienta en su mesa y al cruzar Tania cerca de ella.
- ¡Tanja,
buenos días!- Se detiene al
instante y se pone a juguetear con una camisa en el estante.
-
¡Rebecca! He hablado con Marlene, está a
punto de preparar el escenario, quiero ver el producto terminado esta noche, Sebastián y yo tenemos negocios
en Berlín y no estaremos durante un par de días y quiero todo eso listo. ¿Habrá
un fotógrafo preparado para el viernes por la mañana?- Ella
pregunta en tono contundente.
-
¡Sí! he estado al tanto de todo. Por una vez estamos por delante, me gustaría
que siga siendo así. ¿Vas a estar de vuelta de Berlín para el viernes?- Le reclama Rebecca. Mira su teléfono acordándose
de Tristán. Tania le contesta con rudeza.
–
Es posible, esperamos firmar los documentos sobre el edificio el jueves a más tardar. Sebastián tiene un par de temas legales que tratar
primero, pero parece que Berlín no se nos escapará, es una oportunidad. Quiero
empezar a entrevistar personal cuanto antes. ¿Me preparas una lista de diseñadores y
asistentes cuando tengas tiempo?- Le ordena con inusual cortesía.
-
Tanja, una cosa más. Abby el nuevo contable.- Tanja le echa
una mirada extraña.
- ¿Qué
pasa con ella?- Rebecca
tartamudeó por un segundo.
- ¿Sabes
si está soltera?- Tanja
soltó rápidamente.
- ¿Qué?- Poniendo cara extraña. - Dime algo. ¿Estás interesada en la
contable?- Rebecca se ríe con franqueza. - ¡No! Pero alguien ha preguntado por ella, yo sólo pensé que…- Tanja la interrumpe.
- Esto
no es la escuela secundaria. Si una persona es lo suficientemente madura como
para interesarse, le ruego, por el cielo, que se lo pregunten a su… ! - Ella exclama en voz alta y se para antes de soltar el venablo que está pensando. Rebecca mira a
su alrededor con la esperanza de que nadie escuchase las explosiones de Tanja
que le dirige una mirada severa.
- Para
responder a tu pregunta, es soltera o por lo menos su currículum dice que lo
es. ¡Por favor! No necesitamos distracciones de otros aquí, no quiero ningún
comportamiento perturbador ¿Me entiendes?- Rebecca enrojecida de pudor asiente con la cabeza.
- Quiero
que los resultados de esta tarde sean notificados a Elisabeth, y la sesión de
fotos y ¿Dónde está Marlene?-
Volviendo a gritar. Rebecca trata de sonreír.
- Ella está saliendo de su oficina ahora.- Tanja volvió la cabeza para ver que se acerca.
- Ella está saliendo de su oficina ahora.- Tanja volvió la cabeza para ver que se acerca.
-
¡Llámame!- A toda prisa se
marcha a su cueva. Rebecca envía mensaje a Tristán con la información. Se acerca
a los maniquíes.
-Tanja
está enervada esta mañana.-
Marlene comenta colocando las fotos impresas detrás del maniquí para una mirada
rápida.
- Casi
me odia al regodearme de que estábamos en la fecha prevista- Explica
Rebecca.
–
Vamos a abrir una nueva tienda en Berlín, a diferencia de las boutiques.- Informa a Rebecca, ella la mira
mientras ajusta un par de pantalones al maniquí.
- Me
sorprende que tengan en consideración Berlín, me refiero a que Yuri y Martha
están teniendo éxito allí.
- Le explica Rebecca.
- De
eso se trata. Tanja es astuta, cuando se trata de negocios y lo sabes, su pensamiento es brillante, aunque a menudo
poco convencional. Ha conseguido que LCL esté donde está hoy.- Marlene elogia con voz alegre. Rebecca piensa
en lo que le ha dicho.
-
¡Gracias Marlene! -
Marlene sonríe, mira hacia su reloj de pulsera.
- Tengo una cita, ¿Te puedes arreglar un rato? No debería tardar demasiado.- Rebecca ladea la cabeza hacia el estante de ropa.
- Tengo una cita, ¿Te puedes arreglar un rato? No debería tardar demasiado.- Rebecca ladea la cabeza hacia el estante de ropa.
-
¡Claro! Tendré los maniquíes vestidos para cuando vuelvas.- Marlene regresa a su oficina y recoge el
bolso, se pone la chaqueta del traje y se marcha a la oficina del agente
inmobiliario. Rebecca va vistiendo de manera pausada los maniquíes.
Le apetece un café con leche y se dirige al
bar donde encuentra a Tristán.
–
Sí que viniste rápido.- Se
ríe de él y se sientan en la barra. –
Con leche, dos, por favor.- Le pide al camarero y se gira hacia él. Tristán
extiende su mano con otro libro contable, sonríe.
–
Es que debía tener una razón, no podía venir de vacío.- Él la mira con admiración.
-
¡Gracias Rebecca!- Le susurra. Ella ríe mirando su traje.
- Un traje negro ¡Hmmm! ¡Muy profesional!- Ambos sonríen.
- Un traje negro ¡Hmmm! ¡Muy profesional!- Ambos sonríen.
-Tengo
una cita con ella en unos minutos, no quiero llegar tarde. – Rebeca no está dispuesta a dejarle ir,
sin que conozca sus problemas con Tania.
- Recibí
una reprimenda de Tanja cuando le pregunté por ella. Me dejó claro que esto no es la escuela secundaria y
que no quiere ningún comportamiento lascivo.- Tristán ríe con su sarcasmo habitual. - Mantendré eso en mente, ahora tengo una cita.- Ella sonríe alegre. Termina su café con leche
y lo escolta hasta la parte superior de las escaleras. Le mira con una sonrisa y chocan las manos en despedida. Tristán golpea
nervioso la puerta cerrada de la oficina de Abby. Espera paciente una respuesta
de ella. La puerta se abre y es ella quien aparece en el otro lado con una
miraba encantadora.
-
¡Entra!- Le invita a
pasar.
-
¡Buenos días!- Le desea
con una ligera contracción en su voz.
-
¡Buenos días! Por favor siéntate.- Tristán se sienta en la silla con el libro contable
a su lado. Juega con su corbata como si necesitara para aflojarla.
-Tuve
tiempo de revisar el libro que has
traído el otro día.- Ella
lo mira en actitud profesional antes de continuar. - Parece que Martin ha hecho un buen trabajo con la teneduría de
negocios de LCL y estoy segura que en el banco también lo hará.- Le entrega
el libro en la mano.
- ¡Gracias!- Expresa Tristán en un tono relajado. - Martin siempre ha sido buen contable. Tuvimos que hacer un movimiento repentino, nuestro contable nos había dejado, nos volvimos locos para encontrar un reemplazo, Martin era un seguro para el banco y decidimos su cambio, pero él se tomó su tiempo en pensarlo.- Le sonríe con la afirmación de que ella hará también un trabajo emcomiable.
- ¡Gracias!- Expresa Tristán en un tono relajado. - Martin siempre ha sido buen contable. Tuvimos que hacer un movimiento repentino, nuestro contable nos había dejado, nos volvimos locos para encontrar un reemplazo, Martin era un seguro para el banco y decidimos su cambio, pero él se tomó su tiempo en pensarlo.- Le sonríe con la afirmación de que ella hará también un trabajo emcomiable.
- Bueno,
yo espero que pueda justificar bien mi
trabajo en LCL y Lahnstein Empresas.-
Añade con una sonrisa de confianza.
Tristán la mira fijamente por un momento antes de entregarle el otro libro.
–Digo…
¿Eres nueva en Dusseldorf?-
Pregunta con curiosidad.
- ¡No!
Yo no, mi abuela si lo era. A menudo la visitaba cuando era niña. Yo nací y
crecí en Hamburgo, pero pasaba los veranos aquí.- Satisface así la curiosidad de Tristán. Ella
abre el libro.
-
¡Ya veo! ¿Estarías interesada en una cena el viernes por la noche?- Él le propone sin remilgos, ella levanta la
cabeza desde el libro y sonríe.
-
¡Ah! Sí ¿Por qué no? ¿Qué tienes en mente?- Ella le pregunta cerrando
el libro de la contabilidad. Piensa por un segundo.
-
China, ¿Te gusta la comida china?-
Expuso con dudas.
-
¡Sí! Siempre y cuando sea un encuentro informal.- Ella le propone en un tono sincero.
- ¡Sí!
Muy informal.- Él sonríe.
-Yo
trabajo muchas horas y espero que no te importe, pero me gusta relacionarme de
una manera relajada, buena comida una botella de vino. Bueno
entonces ¿Digamos a las siete?- Tristán confirma con avidez.
–
A las siete suena bien.- Él
se levanta de la silla.
- ¿Dónde
te recojo?- Ella anota su
dirección y número de teléfono. Él dobla el papel y lo mete en el bolsillo, recoge
el libro final de su escritorio.
-
¡Gracias!- Las da
sinceramente.
- Voy
a tener otro libro de contabilidad preparado y listo en las próximas semanas. A
menos que tengas algún problema, voy a poner a Martin a tu disposición si es
necesario.- Ella da su
conformidad. - Bueno entonces nos veremos el Viernes, tienes mi tarjeta, mi número
está en ella.- Le recuerda al salir
de la oficina. Abby busca en su
escritorio la tarjeta la coge y lee. “Estoy
aquí, yo lo consigo” Ella sonríe. Tristán se abre paso entre los montones
de materiales, rollos, cajas y arrugados papeles en busca de Rebecca.
-
¡Ahí lo tienes!- Él la
sorprende en posición agachada en la base del maniquí. Se pone de pie para hablar
con él.
- ¿Cómo
te ha ido?- Ella muestra
su curiosidad tratando de llamar su atención.
- ¿Cuándo
es la última vez que habían limpiado este piso?- Sutilmente pregunta mirando a su
alrededor.
-
¡Corta el rollo!- Rebecca
se cruza de brazos como si estuviera jugando un juego infantil. Una sonrisa se
dibujó en el rostro de Tristán.
-
¡Mi hermana pequeña!-
Exclama. Ella le dirige una mirada traviesa.
- ¿Bien?- Duda mantenerla en
suspenso.
-Tenemos
una cita para la noche del viernes.-
Él parece eufórico, todavía un poco abrumado. Rebecca abraza a su hermano.
-
Que gran noticia ¿Algún lugar especial?- Ella le pregunta. Tristán recapacita.
– Informal,
ella prefiere algo voluble un poco de vino, relajarse. Me siento afortunado,
incluso lo considera una cita conmigo.- Rebecca frunce el ceño.
-
¿Por qué no? Eres guapo, soltero y trabajo remunerado.- Él se encoge de hombros.
-
¡No lo sé! Mi trayectoria con las mujeres no ha sido muy buena.- Rebecca apoya las manos contra su pecho.
-Tú
no vas a casarte con ella.-
Le explica con seriedad.
- Deja de preocuparte.- Tristán en voz baja le dice.
- Deja de preocuparte.- Tristán en voz baja le dice.
- Ha
sido un largo tiempo, incluso he pensado en pedírselo a alguien.- Rebecca sonríe.
-
No te preocupes, estarás bien.-
Ella tira de la solapa de su chaqueta.
- Una
vez más, gracias.-
Rápidamente se abrazan de nuevo.
-Te
veré más tarde.- Rebecca vuelve
a centrarse en su trabajo cuando Marlene regresa. Rebecca murmura.
- ¡Hmmm!- Marlene responde dejando su bolso debajo de la mesa.
- ¡Hmmm!- Marlene responde dejando su bolso debajo de la mesa.
- Voy
a bajar a la sala de impresión, el escenario está listo.- Rebecca da un paso atrás. - ¿Necesitas ayuda?- Ella niega con la
cabeza y se aleja. Rebecca la sigue con la mirada, la forma de su figura, la
forma en que se conduce le causa un conflicto interno. Su corazón se acelera
rápidamente. Se ha perdido en una neblina al oler su perfume estriado a través
del aire. El sabor de su beso la persigue.
-
¡Hola, Rebecca!- Marlene
le toca el hombro y la despierta de su ensueño lleno de humo.
-
¡Eh! Sí, el telón de fondo.-
Ella lo mira. Marlene tiene el telón de fondo enrollado colgando del brazo.
- Vamos
a ver lo que tenemos.-
Marlene habla en un tono profesional que se interpone en el estado emocional de Rebecca.
Cuelga el telón de fondo junto a Marlene. Se inclina para ajustar la esquina,
Rebecca se pone muy cerca y detrás de ella. Marlene se incorpora de forma
inesperada para Rebecca al tiempo que se da la vuelta, casi chocan y con sus
caras cerca. Marlene, no puede respirar, siente el calor del aliento de Rebecca
su mirada penetrante. Rebecca se inclina hacia delante con los ojos cerrados. Cuando
cree que está a punto de besarla Marlene la detiene.
-
¡No Rebecca!- Marlene la
aparta. - No sabemos qué va a suceder. Que me culpes o te estreses y yo simplemente no puedo tratar con ello.- Marlene toma su bolso de la mesa y huye.
Rebecca puede sentir el pelo de la nuca erizado y en el cuello un frío
insoportable.
-
¡Marlene!- La llama, corre por las escaleras y sale por la puerta. Ella camina a paso rápido por la
acera y da la vuelta a la esquina pero es en vano. Con tristeza regresa para encontrar a Marlene parada allí con su
mirada desalentadora.
-Yo
sé que no me va a sentar bien pedir
disculpas, no lo haré. Te amo y sé que me amas, me imagino lo que estoy
tratando de decir es que este amor no está cerrado y es una lucha para las
dos.- Rebecca le razona sin aliento y con el corazón
acelerado por la ansiedad.
– Estás en lo cierto, te quiero y siempre voy a quererte, nada volverá a cambiar lo que siento por ti, pero no podemos seguir así. Tenemos que salir de este tiovivo. Tiene que parar si tenemos la intención de vivir nuestras vidas con la gente que hemos elegido.- Rebecca la mira extrañada.
– Estás en lo cierto, te quiero y siempre voy a quererte, nada volverá a cambiar lo que siento por ti, pero no podemos seguir así. Tenemos que salir de este tiovivo. Tiene que parar si tenemos la intención de vivir nuestras vidas con la gente que hemos elegido.- Rebecca la mira extrañada.
-
¿Marlene has elegido a alguien?-
Marlene niega con la cabeza.
- Sabes
lo que quiero decir Rebecca.-
Ella le regaña. Rebecca la mira con ternura.
-
¿Sigo cometiendo los mismos errores a los que siempre te refieres? Tengo,
sacudido mi cerebro porque sé que ha sido incómodo y doloroso para ti.- Ella se lamenta.
- Rebecca
tenemos que encontrar una manera de trabajar juntas, necesito este trabajo.- El suspiro
de Marlene es intenso.
- Me
temo que voy a hacerte daño, aunque no quiera.- Responde con solemnidad.
- Céntrate en Katherine, me has dicho en numerosas ocasiones que ella es con la que quieres construir una vida, obviamente la amas.- El tono de Marlene trata de combatir la melancolía a Rebecca.
- Céntrate en Katherine, me has dicho en numerosas ocasiones que ella es con la que quieres construir una vida, obviamente la amas.- El tono de Marlene trata de combatir la melancolía a Rebecca.
- Es
cierto, me encanta ella de muchas maneras, pero Marlene…- Marlene le dirige una mirada penetrante.
-
¡Por favor! No Rebecca. Por favor respeta mis deseos y déjame en paz, yo
simplemente no puedo hacer frente a tus arrebatos emocionales a diario.- Rebecca se encuentra muy pérdida al escuchar
esas las palabras.
- ¿Has
pensado en tomar un paso más allá en tu relación con Katherine?- Marlene le pregunta. La expresión de
Rebecca es de culpa y consternación.
- ¿Qué
quieres decir?- Marlene da
un paso en dirección contraria, de regreso hacia LCL.
-
Marlene espera por favor explica lo que quieres decir.- Ella pide vacilante. Toma la mano de
Marlene para detenerla. Una vez más está cara a cara con ella.
- ¿Por
qué vives separada? ¿Has pensado en el matrimonio y los niños? ¿Por qué no vivís
en el castillo?- El tono
de Marlene es vengativo y agudo. Rebecca siente los dolores punzantes que corren
por su corazón, no puede tragar, las lágrimas empiezan a arder en sus ojos.
- Eso
simplemente no es el tipo de matrimonio, me preguntas acerca de los niños, mi
vida está ocupada, nunca he tenido ese pensamiento, los niños no son necesarios
y no es condición para vivir con alguien. Yo no estoy preparada para estar atada
de esa manera. - Marlene escucha
las impresionantes revelaciones de Rebecca, puede ver la desesperación en sus
ojos y escucharla en su voz.
- Exactamente
¿Qué es lo que quieres? Katherine es amable y generosa, es evidente que ella te
ama. Ésta no es una relación adolescente Rebecca.- Marlene se expresa como si estuviera
tratando de hacer que se abra y hable de sus verdaderos sentimientos. - Eso es entre nosotros ¿No crees Marlene?
¿Por qué todas estas preguntas personales? ¿Por qué te importa?- Rebecca se
convirtió estoica.
- Creo
que ya hemos hablado que me preocupo por ti y lo que sucede en tu vida.- Marlene se aparta de ella descansando su
frente en la mano.
-
¡Hey! ¡Lo siento! Me parece que lo que dije sobre el matrimonio y los niños no
es exactamente lo que querías escuchar.- El ceño de Marlene es modesto.
- ¿Por
qué me importa lo que piensas?- Se
cruzó de brazos en una rabieta.
-
¡Vamos Marlene! Mi relación personal no debe preocuparte.- Rebecca sonríe con cautela.
- ¡Esta
conversación terminó!-
Marlene sigue a pie con Rebecca pisándole los talones. -Tenemos que terminar un trabajo, no quiero hablar sobre tu vida
personal, aunque si es de mi incumbencia,
sólo quiero que seas feliz.- Ella le vocifera mientras caminan. Rebecca se
mantiene en silencio. Marlene abre la puerta a LCL se mueve a un ritmo más
rápido sube al piso de arriba y se mete en su oficina casi sin aliento. Rebecca
la contempla desde la puerta. Marlene está molesta y preocupada.
- Yo
debería saber que nunca he querido ponerte en el punto de mira Marlene, de
verdad lo siento.- Rebecca ahora está hablando con honestidad.
- Rebecca
tenemos que encontrar una manera de trabajar juntas, de nuevo, Tanja está
dependiendo de nosotros y con los demás para conseguir el trabajo hecho.- Rebecca cierra la puerta detrás de ella, se
acerca a Marlene.
- Nosotras
trabajamos bien juntas, es así, siempre lo hemos hecho.- Rebecca comienza a tartamudear, no puede
pronunciar las palabras que realmente quería expresar. Marlene la mira
esperando a que termine lo que tiene en su mente.
- Estos
sentimientos entran en juego cada vez que te miro. Pienso en lo que me he
perdido y lo que podría haber sido y sé que en el fondo lo que necesito
conseguir es esto. La vida no ha sido justa y nos hemos ido por caminos
separados. - Marlene recopila
sus pensamientos que necesita para canalizar sus miedos, remordimientos y
deseos antes de hablar.
- Rebecca sé que nunca podremos ser realmente amigas, no como antes y no voy a estar en tu camino con Katherine. Te he dicho esto antes y lo dije en serio, necesito este trabajo, tengo que ganar experiencia, y necesito que seas consciente de ello.- Marlene se expresa con preocupación.
- Rebecca sé que nunca podremos ser realmente amigas, no como antes y no voy a estar en tu camino con Katherine. Te he dicho esto antes y lo dije en serio, necesito este trabajo, tengo que ganar experiencia, y necesito que seas consciente de ello.- Marlene se expresa con preocupación.
- ¡Tienes
razón diablos! Siempre tienes la razón.- Rebecca trata de hacer luz en el
tema. Ambas ríen.
- Sólo
tengo que conseguir pasar de las distracciones Marlene.- Rebecca ratifica con firmeza y con
honestidad sincera.
- Ahora,
por favor vamos a terminar el trabajo antes de que vuelva la dragonesa.-
Rebecca bromea tirando el antebrazo de Marlene. Se las arregla para obtener una
sencilla sonrisa de Marlene. Continúan trabajando diligentes hasta la noche
preparando el escenario adolescente.
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