Una separación necesaria

Una separación necesaria

viernes, 11 de agosto de 2017

CAPÍTULO 100


                         LO QUE BIEN EMPIEZA, BIEN ACABA
Rebecca sostiene la mano de Marlene con fuerza mientras esperan para empezar con la ecografía.
- ¿Estás nerviosa, excitada, o algo así?-  Rebecca sonríe.
– Nerviosa.- Marlene lo hace entre dientes.
- ¿Estamos listas?-  La enfermera les pregunta.        
– ¡Lo estamos!- Rebecca contesta agarrando la mano de Marlene con más fuerza.     
- ¡Ok! Esto estará un poco frío.-  Empieza a extender el gel en su abdomen.
- Ahora  señora Von Lahnstein, voy a empezar.- Comienza a pasear el lápiz del ultrasonido sobre ella en un patrón circular haciendo paradas momentáneas pero breves.
- Si me disculpan, voy a llamar al Dr. Kurtz.- Rebecca afloja la mano de Marlene con rapidez. 
- Espera, ¿Está todo bien?-  Ella la sigue hasta la puerta.
- Por favor, Sra. Von Lahnstein, déjeme que venga el doctor.-  Ella repite. Marlene levanta la cabeza con una extraña expresión en su rostro.
- ¿Crees que algo anda mal?-  Pregunta con nerviosismo, Rebecca se acerca de nuevo a ella.
- ¡No sé!-  Ella sacude la cabeza, al instante el médico  entra.
- Dr. Kurtz. ¿Hay una razón para estar preocupado?- Marlene cuestiona bruscamente.
- ¡No! Es sólo un problema técnico.-  Empieza la ecografía de nuevo.
- ¡Bueno! - Gira la pantalla hacia ellas, ambas observan la imagen.  
- ¡Marlene! Vas a tener gemelos.-  Se quedan sin aliento, Rebecca en voz alta exclama.
- ¡Gemelos!- Marlene traga saliva mirando más de cerca a la pantalla. 
- Veo, veo a los dos.- Suena su voz con alegría.
- Este bebé en el frente.-  Apunta a la pantalla. - Es un niño, sin embargo, es más difícil saber el sexo del otro está de  espalda.- La mirada de Rebecca se hace  hosca y se echa a llorar.
– Entonces. ¿Cómo es esto de diferente con mi otro embarazo?-  Marlene cuestiona preocupada con lo desconocido. La enfermera comienza a limpiarla.
- Va a llevar el doble de carga y, a veces puede ser un embarazo difícil, es posible que necesite reposo en cama y en muchos casos el parto no será natural, sino por cesárea.- Le explica mientras escribe notas en la ficha.
- ¡Oh! Ya veo.-  La mirada en el rostro de Marlene es de aprensión, él le pone la mano en el hombro para tranquilizarla.      
- No hay que preocuparse, has tenido un buen embarazo y un niño sano antes.- Le  expresa con entusiasmo.
- ¿Cuándo debe ser el nacimiento?- Rebecca pregunta aún bajo el schok de los gemelos, todavía en la vanguardia de su mente.
- En o alrededor del diez de noviembre y si vemos las cosas se ponen difíciles, puede que tengamos que hacer algo antes. Marlene, Quiero verte de nuevo en un mes. Comenzarás a engordar más y algunas de las molestias que experimentaste pueden ser dos veces ahora y necesitarás mucho descanso y menos estrés a medida que se acerque el parto.-  Le añade y le da una receta. 
- Empieza a tomar estas vitaminas hoy y si tienes alguna pregunta de preocupación por favor llámame. Nos vemos en un mes.-  Recoge la carpeta debajo del brazo y sale de la habitación. Marlene se viste. Rebecca se mantiene tranquila.
- No pareces feliz.-  Marlene se ha dado cuenta mientras habla.
- Estoy feliz sólo me preocupo por ti y lo que esto podría implicar.- Se inclina hacia delante para besar a Marlene como si estuviera ofreciendo una tregua.
- Obviamente tenemos mucho que pensar.- Marlene comenta mientras camina a la zona de recepción.
- Yo podría haber causado esto.-  Rebecca se ríe con un ligero movimiento de la cabeza.
- ¿Cómo?- Marlene pregunta  curiosa.
- Tristán y Helena son gemelos y está en mi línea de sangre.-  Abre la puerta del coche. Marlene coloca su mano en la de Rebecca, cuando ya conduce fuera del hospital.
- ¡Tonterías! Era una posibilidad  que pudiera tener gemelos. ¿Qué pasa con Ollie? También puede tener gemelos en su línea.-  Se ríen con franqueza.
- Debemos parar y ver Ollie, él debe saberlo de inmediato.-  Rebecca le comenta. Marlene hace una llamada.
- ¡Ollie, oye, ¿Dónde estás?-  Le pregunta.        
- ¿En casa?-  Él responde con entusiasmo.
- ¡Quédate ahí! Estamos a sólo unas pocas manzanas de distancia.-  Ollie espera a que lleguen.  Marlene, Rebecca por fin llegan y entran en el piso.
- Bueno, no me hagas esperar. ¿Muchacha? ¿Muchacho?-  Les pregunta con entusiasmo.
- Quizás haya de los dos.-  Rebecca responde dejándose caer en el sofá.
- ¿Qué quiere decir?- Él la mira con la frente arqueada.
- Estoy embarazada de gemelos.- Marlene le comunica. Ollie se queda sin habla.
- ¿Gemelos? ¿En serio?-  Dice confuso. 
- Oíste correctamente.- Rebecca le da un codazo, él escucha con incredulidad.
- ¿Tienes gemelos en tu árbol genealógico?-  Pregunta Marlene.
- No que yo sepa, no lo sé. - Responde de nuevo mirando al suelo.
- Espero que no estés contrariada.-  Continúa mirando a Marlene.
- ¡No! Fue simplemente un Schok, eso es todo.- Ella lo tranquiliza.
- ¡Bueno! Yo estaré aquí por lo que se necesite, sabes que puedes contar conmigo. Ésto es motivo de celebración.-  Se levanta del sofá y saca una botella de mosto del gabinete, les sirve una copa a cada una.
- ¡Gracias Ollie!-  Marlene comenta.
- Estoy muy honrado de que me halláis elegido. -  Rebecca le acaricia el hombro
- Te conocemos, sabemos que no harías nada que dañara a nuestra familia, además ya ves a Mateo lo guapo que es.-  Ella le asegura con voz amable y cariñosa.
- Para nosotras eres el mejor.-  Marlene remata. Terminan sus bebidas y se despiden.

Marlene entra en su oficina y suspira al quitarse el suéter.  - ¡Cassandra! No oí que llamaba, adelante.-  Entra aclarándose la garganta.
- Quería hablar contigo, sé que este último año ha sido un poco difícil. Pienso que ambas estamos interesadas en normalizar el trato. Te debo una disculpa por mi comportamiento.-  Marlene puede ver la lucha interna y el tormento en su cara.
- ¡Gracias Cassandra! Significa mucho viniendo de ti. -  Marlene se sienta a su escritorio y cruza las manos.
- También quiero que sepas que eres una gran instructora y que eres muy apreciada aquí, diseño gráfico parece haber conseguido un gran éxito, felicidades por ello.-  Cassandra le relata moviéndose más cerca del escritorio.  Marlene extiende su mano hacia ella.
- Me alegro de que podamos mirarnos a los ojos de nuevo.-  Marlene se ríe, Cassandra también ríe mientras estrechan las manos.
- Ahora, si me disculpas, tengo algunas pruebas para evaluar.-  Se da la vuelta dejando que Marlene se sienta a gusto. El profesor Schumer se cruza con Cassandra en la puerta.
- ¡Buenos días! ¿Cómo van las cosas?-  Él la mira y luego a Marlene.
- No podían ir mejor.-   Ella le responde y sale dejándolo para hablar con Marlene, cierra la puerta.  
- ¿Han hecho las paces?-  Le pregunta y se sienta frente a su escritorio.
- ¡Si! Vino a pedirme disculpas y todo está arreglado.-  Responde con firmeza.
- Ella parecía encantada. ¿Querías verme?-  Él cambia rápidamente de tema.
- ¡Sí! Estoy embarazada.-  Expresa con su voz llevada por la emoción, el profesor Schumer le coge la mano.  
– Me alegro por ti y Rebecca.-  Él sonríe a Marlene.
- Voy a dar a luz alrededor del primero de noviembre.-  Ella le relata.  
- Como siempre y cuando tengas un asistente en tu lugar yo no tengo ningún problema.-  Con una sonrisa anima el momento.
- Estoy embarazada de gemelos.-  Atrapa a Schumer con la guardia bajada.
- ¡Oh!- Exclama.
– Entiendo que debe saberlo porque a veces éste embarazo puede ser más difícil y  necesitaré algo de descanso añadido y habré de permanecer en casa más tiempo.-  Le explica, él frunce el ceño. 
- Lo más importante es tu salud, no te preocupes, nosotros seguiremos aquí, los hijos son de suma importancia. Has hecho un trabajo muy bueno para Universidad, tendrás el apoyo del claustro. - Le asegura.
- Gracias profesor Schumer este trabajo aquí significa el mundo para mí.-  Ella muestra su euforia.
- ¡Hey! Marlene.- Miriam la llama desde el pasillo al ver al decano salir.
- ¿Cómo estás?-  Le pregunta.  
- ¡Estoy bien!-  Responde.
- ¿Cómo está Rebecca?- Le pregunta además.
- ¡Bien!  Ocupada y estamos esperando.-  Marlene sonríe mientras caminan hacia sus clases.
- Estoy feliz por vosotras. ¿Niño, niña?- Marlene se detiene en la puerta de su clase.  
- Ambos, tal vez.-  Ella arquea la ceja.
- ¡Hmmm! ¿Gemelos, supongo?-  Miriam sonríe ampliamente.
- ¡Sí! Gemelos.- Se miran la una a la otra y sonríe.
- Me gustaría ver a Rebecca manipulando gemelos.- Bromea tocando en el hombro de Marlene.
- Bueno, tengo clase.-  Y añade.
- ¡Por favor! Dile a Rebecca que os deseo todo lo mejor.-   Y dicho esto se aleja de Marlene pasillo adelante. Marlene se cruza de brazos y se queda mirando la figura mundana que una vez que había capturado el corazón de su esposa. Sonríe tenuemente y luego entra en silencio en su clase para cumplir un día de trabajo.  

- ¡Rebecca! -  Marlene llama.
- ¡Aquí!-  Ella responde desde la gran sala. Marlene la encuentra reposada en una silla con un libro de bebés en la mano.
- ¿Qué estás haciendo?-  Ella le pregunta y se sienta a su lado después de besarla. 
- Vamos a tener un niño, eso es seguro.- Ella juguetona pone los ojos en Marlene.
- ¿Y?- Marlene bromea con media sonrisa.
- Esperábamos una niña, el otro gemelo podría serlo.-  Conjetura. Marlene suspira.
- ¿Así que estás buscando en los nombres de niño? - Ella lo asume al voltear hacia arriba la etiqueta del libro.
- ¡Sí! Hay que empezar a pensar en nombres.-  Rebecca suena a entusiasmo.
- ¿Y ya has reducido la lista?-  La pregunta hace que Rebecca emita una sonrisa.
- Hay tantos sin embargo.-   Vuelve a reír.
- Me gusta Nicholas y pensé que pudiéramos llamarle Nicholas Oliver, en honor a Ollie.- Le da el libro a Marlene mientras habla. Marlene hace un gesto con la cabeza mostrándose de acuerdo.
- ¡Me gusta! Yo no había pensado mucho en el nombre de un niño. Descubrir que son  gemelos ha sido impactante y no me ha permitido tener mucho tiempo para hacer una pausa. ¡Rebecca!- Marlene extiende la mano a su cara.  
- También existe la posibilidad de que sean dos niños.-  Le dice con seriedad.
- ¡Lo sé!  Esperaba tener una niña.-  Rebecca parece un poco triste
- Tenemos que elegir otro nombre de niño.-   Expresa en un tono dulce pero sincero.  De nuevo el libro abierto y con especial interés lo van hojeando hasta que eligen un nombre.
 - ¡Así! Brandon, Brandon Thomas ¿Cómo tu padre?-  Pregunta Rebecca y  se sirve un whisky en su vaso.
– Un bonito regalo para él.-  Marlene  responde.
- Madeline Viktoria si se trata de una niña.-  Rebecca remarca y cruza sus dedos, Marlene asiente contenta.

Las semanas pasan rápido, Marlene y Rebecca se preparan para el nacimiento de sus bebés. 
- Espero que esta ecografía muestre que el bebé se ha movido lo suficiente para ver el sexo del otro.-  Rebecca comenta entre dientes mientras esperan al Dr. Kurtz para comenzar con la técnica. Él entra en la sala y las saluda con afecto. Despues de un breve interrogatorio se dispone hacer la ecografía.
- ¡Está bien! Ya sabes que vas a sentir un poco frío al tacto.-  Él comienza a mover el puntero través de su vientre,  vuelve la pantalla hacia ellas, ambas pueden ver la imagen y contienen la respiración a la espera de encontrar el resultado de sus ilusiones.
- Está claro que ambos han cambiado y que los gemelos son chicos.-  Rebecca aprieta la mano de Marlene  mientras baja la cabeza.
- No hay chica.-  Murmura.
- Todo se ve bien.- Señala el facultativo, y continúa.
- Quiero hacer algunos análisis de sangre y comprobar su nivel de lípidos, la presión arterial es un poco elevada y quiero controlar eso, son seis meses y en un momento las cosas podrían llegar a ser complicadas, quiero verte de nuevo en dos semanas, descansa un poco.- Le ordena y sale despidiéndose con cortesía. Entra de nuevo la enfermera para extraer su sangre.
- ¿Estas decepcionada?-  Marlene pregunta con firmeza cuando la enfermera ya sale de la habitación.
- ¡No! Bueno un poco, pero en este momento lo único que me importa eres tú y la salud de los bebés, el Dr. Kurtz te ha ordenado descansar un poco y necesitarás más cuidados de tu esposa.-  Rebecca le indica con un voz cariñosa y el ceño fruncido.
- Estoy ya tan grande e incómoda.-  Ella se queja con voz tenue.
- Parece que estoy embarazada con la mitad de un equipo de fútbol.-   Bromea, Rebecca y ella se ríen.

Rebecca trae una bandeja con la cena a Marlene. Está descansando en la cama.      
- ¿Cómo te encuentras?-  Rebecca le pregunta dejando la bandeja.
- Gorda y cansada.-  Dice acariciando el abultado contorno de su vientre.
- Ya sabes lo que el médico dijo, tienes que hacer reposo en cama.-  Le comenta con firmeza.
- ¡Lo sé! pero no me olvido de mis clases, el yoga, y el cumpleaños de Mateo.-  Rebecca la tranquiliza, toma un mechón de su cabello y lo hace girar con sus dedos. 
– Estás de  ocho meses, y por desgracia tu presión arterial es demasiado alta.-  Le da un beso. - Ahora tienes que comer algo.- Marlene recoge el tenedor de la bandeja y  se sienta. - No tengo hambre, estoy cansada.-  Ella empuja la bandeja a distancia.       
- ¡Marlene!- Rebecca se agita. - ¡Tienes que comer!- Recalca.
– No te preocupes por mí, ya comeré más tarde.-  Marlene la agarra del brazo y tira de ella a su lado.       
- Debería estar controlando a Mateo, Ruth está muy ocupada estos días.-  Rebecca habla colocando sus manos detrás de la cabeza de Marlene. 
- Él es como dos.- Marlene se ríe.
- ¡Sí! Como dos terribles niños.- Le menciona.
- Lo encontré antes, quiero decir que le perdí de vista durante una fracción de segundo y lo encontré en la sala grande a punto de coger una botella de whisky.-  Se ríen con simpatía.
- Me gustaría poder hacer el amor contigo.-  Marlene, de repente, se pone seria, Rebecca la besa con dulzura.
– Nosotras lo haremos cuando sea oportuno.- Sonríe y la besa de nuevo.- Pero en este momento lo que necesitamos es asegurarnos de que los tres estáis bien, eso es en lo que estoy centrada.- Marlene la mira a los ojos.   
 - Eres la mejor, mi mejor amiga, mi amante, mi confidente.-  Le toca con los dedos  los labios a Rebecca, cierra los ojos y se besan, luego agarra su mano en busca de apoyo.

Rebecca camina nerviosa por el pasillo de la clínica. Esta vez ha entrado acompañando a Marlene, pero una vez la han sedado se tuvo que salir, los nervios de ver a su esposa en éste trance la han traicionado y está como gato enjaulado, de un lado para otro. 
- ¡Hey! Ella va a estar bien.- Thomas la tranquiliza.
- ¡Lo sé!- Ella baja la cabeza.
- ¡Señora Von Lahnstein!- La enfermera la llama.
- Tu esposa te reclama.-  Se disculpa y rápidamente corre al lado de Marlene.
- ¿Estás bien?-  Ella pregunta mirando alrededor, Marlene no responde, oye un llanto y luego otro, una amplia sonrisa se dibuja en su cara cuando le entregan un niño y luego el otro, uno moreno y el otro rubio.   - ¡Oh! Por Dios son perfectos.- Marlene sigue sedada, logra una sonrisa  y balbucea
- ¡Sí! ¿Qué te parece, Nicholas el rubio y el moreno Brandon?-  Le susurra.
-  Me parece genial. ¡Te quiero! Y que guapos.- La enfermera ayuda a Rebecca a colocarlos en sus cunas.
- Voy a llevarlos hacia al nido, espero un momento si quiere hacerlo saber a su familia.-  Le oferta a Rebecca.
- Me quedaré con Marlene un rato.-  Le retira el pelo de la cara.  - ¿Te duele algo, cariño?- Le pregunta con toda la dulzura que le es posible.
- ¡No! Estoy bien, todavía un poco aturdida.-  Hace una mueca.
- Los chicos se ven preciosos.-  Bromea Rebecca. - Los veo como nosotras dos, rubia y morena. Descansa y no te preocupes por nada.-  Las enfermeras regresan.  - Estamos a punto de llevarla a la habitación.-  Anuncia una de ellas.
– Ve a enseñar a nuestras familias a los chicos.- Marlene le ordena y  cierra los ojos, Rebecca le da un rápido beso en la mejilla.
- Los niños están en el nido.-  Rebecca anuncia a todo el mundo. Señala con el dedo al final del pasillo, allí se reúnen frente a las ventanas.
- Chicos Lahnstein, tienen un bonito parecido a ella. - Tristán comenta colocando el brazo alrededor del hombro de Rebecca.  Emily se acerca detrás de ellos acariciando la protuberancia que sobresale de su vientre.
- Rebecca, estoy muy feliz por ti y Marlene.-  Elisabeth se apoya en el hombro de Rebecca en un esfuerzo por transmitir tranquilidad.        
- Era mucho esperar gemelos. ¡Santo cielo!-  Exclama.
- Felices y sanos.-  Biggi añade.
- Parece que me voy a quedar más de lo normal.-  Dana interviene.
- Me alegro de que estés aquí.-  Expresa Rebecca.
- Me alegro de que todos estéis aquí significa mucho para, mí y Marlene.-  Todos ellos la abrazan en una piña.

Rebecca toma un sorbo de café mientras estudia los titulares del periódico.
- Debe ser un interesante artículo.-  Ruth comenta llegando a la barra y entrega a Rebecca su desayuno.
- ¡Hmmm! - Ella entrecierra los ojos.
- No he oído a ninguno de los chicos todavía y Mateo sigue durmiendo a pierna suelta. - Ruth menciona cuando Marlene baja las escaleras.
- Pensaba que se me hacía tarde.- Besa la mejilla de Rebecca.
- Tu primer día de regreso. ¿Cómo lo llevas?-  Rebecca pregunta con curiosidad.
- Lo sabré al final del día. Papá irá a recoger a Dana para llevarla al aeropuerto esta mañana.-  Le  recuerda a Rebecca.
- ¡Ok! ¿Tiene ya las maletas?-  Marlene asiente.
- Bueno, tengo trabajo que hacer, Ruth si necesita un poco de ayuda con los chicos, voy a estar en mi oficina.- Rebecca se excusa.
- Acabo de comprobar a Mateo y está empezando a moverse.-  Dice Marlene. 
- Lo tendré vestido y listo para que lo recoja un poco más tarde.-  Ruth informa a Marlene. Marlene entra en la oficina de Rebecca.  
- Quiero pasar un tiempo a solas esta noche.-  Ordena, Rebecca le sonríe abrazándola por la cintura.
- Un poco de romance.-  Ella se ríe.
- Ahora podría utilizar algo de eso pero tenemos tres niños que van a querer toda nuestra atención.-  Marlene gimotea pasando el dedo por los labios de Rebecca.
- Los gemelos se van a casa de papá esta tarde y Mateo se quedará con Olli y Jorge  esta noche, Ruth necesitaba la noche libre y usted y yo necesitamos tiempo de silencio.-  Rebecca frunce el ceño. Marlene sonríe. Se besan románticamente.
- ¿Seguro que estás lista para esto?-  Rebecca interroga por la excitación.
– Lo estoy, sólo tú y yo, el vino, un baño caliente y quién sabe qué más.- Ella instruye con un toque de su dedo en la punta de la nariz de Rebecca.

- ¡Te amo!- Rebecca habla tumbada en la curva del brazo de Marlene, ella acaricia el pelo de Rebecca.
- Yo estaba pensando…-  Marlene comienza
- ¿El qué?- Rebecca corta la frase.
- Sé que deseas tener una niña.-  Se da la vuelta hacia Marlene.   
- Estoy feliz con nuestros hijos.- Comenta con una risita, argumentando en voz baja. - Tres son suficiente.- Ella estudia la expresión del rostro de Marlene.
- Sé que con el tiempo seguiremos pensando en una chica.-  Le advierte con una sonrisa. - Pero es que no creo que pueda gestar a otro niño.-  Ella bajó la cabeza con dolor.   
- ¡Hey! Marlene, no está mal, podremos adoptar si decidimos en el futuro que queremos otro niño.- Rebecca la calma besando sus labios.
- Hay algo que quiero decirte, solo para que lo pienses.-  Mira a Rebecca en serio.
- ¿Y qué sería?- Ella vaciló.
- Sé de la dedicación que has puesto a tu trabajo, que los viajes son una gran parte de él, y conmigo has estado maravillosa.-  Rebecca interrumpió.
- Marlene no sé lo que quieres decir.- Le exige en un tono atractivo.
- ¡Bien! Pero no te enfades.-  Ella empieza de nuevo. - ¿Estarías dispuesta a gestar nuestro próximo hijo?-  Espeta a una aturdida Rebecca.
- ¿Qué? ¿Yo?- Pone la mano en el pecho segura de lo que acababa de oír.
- Podríamos hacer la fertilización in vitro como lo hicimos con los gemelos, podríamos darnos esa oportunidad.- Explica muy alegre a Rebecca.
- ¡Marlene!  Nunca tuve un pensamiento sobre ello.- Deja de hablar mirando la calidez de la cara de su esposa.
- ¿Quieres?- Marlene le pregunta y espera una respuesta.
- ¿Tenemos algo de tiempo para pensar en ello? No lo descarto, los gemelos tienen sólo tres meses de edad y el suficiente trabajo para mantenernos ocupadas. Te prometo hacer una reflexión seria.-  Marlene sonrió.
– Te amo, y quiero hacer el amor contigo tanto como para recuperar estos meses. Y podemos esperar, tienes razón tenemos la mitad de un equipo de fútbol que necesita nuestra atención.- Rebecca suspira.      
- Escuela, deportes, primeras fechas, etc…- Rebecca sueña despierta. De pronto comienzan a reír haciéndose cosquillas mutuas. “Nuevos inicios, Marlene” Rebecca está pensando mientras se besan. Ahora la vida no ha hecho más que empezar...

jueves, 10 de agosto de 2017

Epílogo




                         NOTA DEL AUTOR Y FINAL

El capítulo 100 cerrará mañana esta historia de amor y pasión de Marlene y Rebecca von Lahnstein. Imaginaremos que la vida continúa para ellas con los avatares que el destino tiene preparados y que, pese a las dificultades y el fuerte carácter de ambas, superarán todo por la fuerza del amor. Hacen un bonito matrimonio ¿Verdad?
¡Bueno! Este es mi segundo trabajo con temática romántica de amor entre mujeres que publico. El primero,  “Mi Alma  Fantasma”, es una novela publicada por la editorial Randon Hause. Hay una fotografía en el margen derecho de este blog de la portada, fue publicado a mediados de 2016. Se puede adquirir en Amazón o en los portales de venta por internet tanto en Ebook como ejemplar en papel, para degustar su lectura, no solo tenerlo en la librería.
En la actualidad preparo mi tercer trabajo con la misma temática, pero argumento distinto. Espero publicarlo pronto y que pueda ser un éxito mayor que las dos anteriores.
Así como la audiencia estaba pendiente de la evolución del argumento, yo me he preocupado de ofrecer un buen texto, comprensible y de fácil lectura. Recuerden que es una adaptación de un fanfic escrito en inglés y que la traducción no ha resultado sencilla por los giros y características de la lengua inglesa. 
También ha sido mi ocupación el ver las cifras de audiencia a través de los portales de estadística. Las cifras han resultado bastante aceptables para el tipo de público que se interesa por estos temas. Hasta el capítulo 10 la audiencia fue creciendo de forma constante hasta alcanzar un promedio de 220 visitas por capítulo, cifra que, con altibajos se ha mantenido constante hacia el final creciendo según avanzaba. A día de hoy son un total de 32000 visitas contadas por la página de Blogger lo que hace un promedio de 300 por capítulo.
El público lector se ha repartido por todo el mundo, especialmente ha sido muy popular en hispano américa, la facilidad de comunicación en español ha conseguido que, salvo rara excepción, todo el orbe hispano parlante ha tenido acceso a la lectura de la novela. Incluso EE.UU. ha tenido una audiencia notable, no solo en los estados que se habla español, en los del Norte y el Este, donde predominan otros idiomas. Filipinas, Iraq, Siria Turquía, Rusia, Uzbequistán, Angola, India, son lugares en los que también se ha leído este relato.
Sin embargo, a pesar de la satisfacción por la expectación levantada, la audiencia ha mostrado poca capacidad de respuesta, no quiero decir que no la haya habido, si hay comentarios elogiosos que he agradecido. Es posible que haya establecido mis expectativas en algo más. No obstante, estoy muy satisfecho por la audiencia.
Gracias a tod@s por vuestro interés y espero encontraros en un nuevo relato, cuando lo acabe y vea que está en condiciones de ser publicado.


P.D. Para mis fans de Perú. El día 20 comienzo una gira por ese maravilloso país hasta el 2 de Septiembre, hace mas de cuarenta años que deseo visitarlo. Si alguien de ese país desea contactar conmigo les pongo mi Email.  mialmafantasma@gmail.com

martes, 8 de agosto de 2017

CAPÍTULO 99



                                     UNA NUEVA ESPERANZA

- ¿Estás nerviosa?-  Pregunta Rebecca a Marlene agarrando su brazo al entrar en la sala de espera del hospital.
- ¡Un poco!-  Confiesa.
- El hecho de que tuviéramos un fallo la primera vez no significa no se pueda concebir en este momento.-  Asegura Rebecca retirándole el cabello de su cara.
- Creo que estaremos bien después de este tiempo de espera. Ha sido  preocupante.-  Rebecca la interrumpe. 
- ¡Ahora! Ahora ya sabes lo que dijo el Dr. Dressler acerca de estar molesta o asustada.-  Le advierte.
- ¡Lo sé! Pero quiero esto tanto Rebecca, quiero llevar un hijo tuyo. - Ella le sonríe. Con su dedo índice toca los labios de Rebecca.
- Vamos dejar de ser tan aprensivas Marlene.-  Le proclama con firmeza.
- ¡Señora Von Lahnstein!- La enfermera llama desde el pasillo, ella rápidamente mira a Rebecca.
- ¡Shh! - Ella alivia su mente. - Yo estaré aquí. ¡Ve! - Ella toca su hombro y volvió a sentarse mientras Marlene acude a la llamada de la enfermera.  Ollie entra.
- ¿Ha entrado?-  Le pregunta al quitarse el abrigo,  se sienta junto a Rebecca.
- ¡Sí!-  Ella le sonríe. - Mantén los dedos cruzados.-  Añade. Ambos esperaron pacientemente hasta que el Dr. Dressler los llama a la sala de recuperación.
- Esperemos que los óvulos fecundados no se pierdan esta vez.- Les dice mirándoles.
-  Marlene tendrá que permanecer inmóvil durante un tiempo, antes de permitir que se vaya a casa y como la última vez, ella necesita descanso.-  Le recuerda a Rebecca. Marlene está inmóvil con los ojos cerrados. Rebecca se inclina y la besa en los labios haciéndole saber que el equipo de apoyo está allí.
- ¡Ollie!- Abre los ojos lentamente. - ¡Gracias por venir!- Rebecca le da un codazo.
- ¡Es el padre!-  Bromea en un intento de conseguir una sonrisa de Marlene.

Rebecca lleva una bandeja con la cena a Marlene, ya están de vuelta en casa y ella debe mantener reposo durante unos días, se sienta en la cama colocando firme su mano sobre el estómago.
- ¿Estás preocupada?-   Le pregunta con amabilidad y coloca la bandeja junto a ella. - No puedo dejar de estarlo, quiero decir. ¿Y si esto no funciona? ¿Lo intentamos de nuevo?- Espeta Marlene con actitud seria.
- Será lo que sea y no hay nada que podamos hacer, pero la esperanza es lo único que tenemos ahora, hay que confiar y ser positivas.-  Marlene suspira y coloca su mano en el hombro de Rebecca.
- Te amo y yo sólo quiero demostrarlo.- Rebecca contiene la respiración por un segundo.
- No tienes que demostrar tu amor, ya tengo pruebas suficientes.- Se burla dulcemente, dándole una mirada sincera.
- Si no estás embarazada esta vez vamos a esperar un poco más y luego intentarlo de nuevo.-  Le asegura para que Marlene se sienta segura.
- Deja de preocuparte, tienes que ver a Mateo.-  Rebecca cambia de tema.
- Él está corriendo alrededor de los muebles ahora y es un problema para Ruth.- Ella hace un movimiento con la cabeza y ríe.
- No puedo creer lo mucho que está creciendo.- Ella le responde tomando un bocado de comida.
- ¡Hmmm! Es una pequeña rata de alfombra.-  Rebecca contesta y ambas hacen unas risas.
- ¿Cuándo vas a volver al trabajo?-  Rebecca cuestiona de forma más seria.
- La próxima semana, estoy siguiendo órdenes del Dr. Dressler. Necesito más descanso y relajación, además, Tess está haciendo un trabajo muy bueno. Lástima que voy a perderla este mes de mayo.-   Responde con el pensamiento de lleno en el trabajo. - Se va a graduar. Voy a tener que empezar a entrevistar candidatos a un nuevo asistente, si estoy embarazada tendré que prepararlo.  Tess aún estará allí para ayudar con la transición.-  Ella se explica con calma.
- Me voy a Madrid el Jueves, he pensado en esto largo y duro, voy a tener que enfrentarme a Bella.-  Rebecca habla protestando.
- Ya sé que te ha puesto fuera de ti.-  Responde Marlene.
- No puedo dejarla sin respuesta para siempre, la primavera llegará pronto y el verano, tenemos que añadir esplendor a la línea de accesorios de playa, pero ella se resiste cada vez que hablamos por teléfono.-  La voz de Rebecca suena a  enojo.
- ¡Lo siento!-  Continua mirando a Marlene. - No necesito hacer hincapié más en ello.-  Ella coge el tenedor y le da un mordisco a su comida.
- ¡Rebecca Von Lahnstein!- Marlene le dice en broma, Rebecca rápidamente aspira, los labios de Marlene se acercan y rozan los de ella en un beso emocional.
- ¡Te quiero!-  Le expresa y continúa hablando. - Me encantan tus tontunas.-  Rebecca sonríe, sus ojos se fijan en las manos de Marlene, encuentran camino al primer botón de la camisa. Marlene mira hacia abajo y le coge suavemente la mano. - ¡No puedes!- Susurra mirando hacia ella.
- ¡Lo sé!-  Rebecca retira la mano.
- Termina la cena y descansa un poco, vuelvo pronto para ver cómo sigues.-  Rebecca sale por la puerta, Marlene sonríe viéndola alejarse de la habitación, mira hacia su estómago y lo acaricia con la expectativa de un embarazo.

– Ruth.-  Rebecca la llama en voz alta.
- ¿Sí, Rebecca?- Se acerca a la puerta de su oficina.  
- Tengo que ir a LCL, Marlene ha acabado de cenar y descansa. ¿Podría controlar a Mateo este rato?-  Le pregunta poniéndose el abrigo, recoge su agenda para salir.
- ¡Puedo! ¿Vendrás muy tarde?- Ella pregunta.
- ¡No! No quiero que Marlene se preocupe por dónde estoy.-   Le informa saliendo por la puerta. Rebecca llega a LCL mira su reloj. - ¡Hmmm! Las seis y media.-  Habla en voz baja. - Me pregunto quién estará todavía aquí.-  Baja del coche y entra por la puerta delantera. - ¿Hay algún mensaje para mí hoy?-  Le pregunta a la recepcionista.       - ¡Oh! Sra. Von Lahnstein, sí, sí.-  Y le entrega los mensajes.  - Estaba a punto de irme. ¿Necesitará algo más?-  Le pregunta a Rebecca que hojea sus mensajes.        
- ¡No! Disfruta de la noche.- Le responde.
- ¡Rebecca!-  Sophia la llama, alza la vista al balcón y la ve asomada por encima de la barandilla.
- ¡Dame un momento!- Le contesta mirando el último mensaje en su mano. Rebecca sube las escaleras con curiosidad sobre lo que Sophía está haciendo.  
- ¡Rebecca!- Exclama con violencia  girando en torno a sí misma con un traje en la mano.
- ¿Qué es tan importante?-  Rebecca se encoge de hombros mirándola.
- El traje. ¿No lo amas?-  Ella se acerca a Rebecca de una manera llamativa.
- Parece hermoso ¿Estás lista para el desfile de moda de primavera?-  Le pregunta sin rodeos.  
- Pareces un poco molesta esta tarde.-  Declara Sophia la mira y se acerca.
- ¡Estoy bien! - Algunas arrugas de preocupación aparecen en su rostro.
- ¿Estás segura?-  Le pregunta dejando el vestido encima de la mesa. De repente pone su mano en la cara de Rebecca.
- ¡Por favor! ¡No!  No me toques.- Sophia retira rápida la mano y siguió mirándola.
- Me disculpo, no quise hacerte sentir incómoda.-   Rebecca la mira humilde.
- Me gustas y eres mi mejor diseñadora, pero a veces me pregunto si todavía tienes algún tipo de interés en mí.- Rebecca le hace una observación severa.
- No he tenido ningún contacto desde Bruselas.-  Dice con cierta vergüenza, Rebecca hace una respiración profunda.  
- Eres una mujer increíble, talentosa, mundana y hermosa.-  Enseguida baja la cabeza y se vuelve hacia ella.
- ¿No pensarías que quiero meterme entre tú y Marlene?-  Le expresa con calma.  
– No creo que lo hagas.-  Rebecca añade con una sonrisa.
- Nunca ha estado en mi intención.-  Le responde con rapidez.
- ¡Bueno! Pero lo del contacto incidental y las miradas, deben cesar. No quiero tener cotilleos aquí.- Con amabilidad le sugiere.  Sophia vuelve la cabeza.       
- ¡Lo siento! Yo sólo quiero hacer un buen trabajo, tengo un cierto afecto por tí,  tienes cierto atractivo para el sexo y me he preguntado.-  Rebecca interrumpe levantando la mano.
- ¡Para! Estoy enamorada de mi esposa.-   Expresa disipando cualquier duda. – Me tengo que ir,  Marlene me está esperando y no quiero llegar tarde.-  Comenta
- ¡Rebecca!- Sophia la llama de nuevo cuando ya se está alejando.
- ¿Sí?-  Se da la vuelta hacia ella.  
- Estoy lista para el show de primavera, a la colección de Natasha le faltan unos pocos detalles menores para rematar y creo que vamos a terminar antes de lo previsto.-  Ella responde con sinceridad. Rebecca contiene su dedo índice y lo recoge para responder.
– Eso es lo que yo quería escuchar ahora. Mañana por la tarde haremos las comprobaciones. Necesito que todo esté resuelto antes de ir a Madrid la próxima semana. – Le indica con una sonrisa. 
– Se lo haré saber a Natasha a primera hora de la mañana. - Le contesta de forma asertiva.
- ¡Buenas noches! - Rebecca saluda ligeramente con la mano.     
- ¡Buenas noches!- Responde ella. Sofía siente cierta desesperación, se agarra los lados de sus brazos como en un escalofrío.
- Sophía ¿Estás trabajando aún tan tarde?-  Aaron le grita desde el pie de la escalera, Sophia se asoma para mirarle.
- ¡No! Sólo estaba retocando la manga de esta camisa.-  La levanta para que la vea. 
-  ¡Ya! Te puedo acompañar que si estás lista.- Le sonríe y se abrocha la chaqueta.
- Eso suena muy bien.-  Ella recoge su bolso y el abrigo y se reúne con él en la puerta principal.
- ¿Qué tal una copa?-  Pregunta ella agarrando su brazo. 
- ¿Es que hay un límite?- Él sonríe.
 - Creo que es una idea maravillosa.- Responde ella mientras se alejan.

- Marlene, vamos a llegar tarde. - Rebecca llama desde el dormitorio.
- Estoy ahí en un momento, sólo estoy tratando de que Mateo se duerma. - Ella le responde entregando al niño su juguete favorito, le acaricia la cabeza pasando los dedos por el pelo.
- Te quiero pequeño.-  Él le chilla mientras ella le mira con tierno gesto.     
- ¡Marlene!-   Ruth llama su atención mientras coloca el resto de la ropa en el armario.  
- No lo haces por querer llegar tarde.- Marlene gimotea porque entiende que la está regañando.
- ¡Lo sé!-  Responde con rapidez y besa de nuevo a Mateo.      
- Tengo los dedos cruzados. -  Ruth le añade con una sonrisa, ella se escapa de la sala. 
- ¡Marlene!-  Rebecca llama de nuevo.
- ¡Ya voy!- Ella baja las escaleras, Rebecca le ayuda con el suéter.
- ¿Cómo te sientes hoy? ¿Algún síntoma de la mañana?-  Le pregunta al meterse en el coche.
- Una sensación de náusea. -  Menciona a continuación.  - ¡Pero eso no significa nada! -  Le dice un poco solemne a Rebecca. Entran de la mano en la clínica del Dr. Dressler.
- ¡Relax!-  Rebecca le indica con dulce tono.  Con paciencia esperan sentadas. 
- ¡La señora Von Lahnstein!-  La enfermera la llama por su nombre.  Le toma a  Marlene la temperatura y el peso, dejándolas solas en la sala de exploración.
- Estoy bastante nerviosa.-  Le dice a Rebecca al sentarse en la camilla.
- No te preocupes, recuerda que si no estás embarazada, lo vamos a intentar de nuevo. - Le recuerda llevando su  mano a la mejilla de Marlene. El Dr. Dressler por fin aparece.
- ¡Buenos días señoras!-  Ambas responden con cortesía.
- ¿Cómo te encuentras?-  Le pregunta escuchando su corazón y con punta de los dedos explora las glándulas del cuello.     
- ¿Estás todavía dando el pecho a Mateo? - Le pregunta.  
- ¡No! Lo he destetado hace tiempo, ahora ya come alimentos sólidos. Y yo me siento bien.- El médico la interroga.
- ¿Te has hecho una prueba de embarazo? - Dice mientras empieza a escribir en su historia clínica.
- Hemos decidido esperar hasta que llegásemos aquí. Estamos algo preocupadas y un poco nerviosas. - Rebecca le responde. El Dr. Dressler termina de escribir.
- Voy a decir a la enfermera que tome una muestra de sangre.-  Le cuenta sonriendo.
- Y vamos a esperar lo mejor.-  Él la ayuda a bajar de la mesa de examen y se sienta en la silla al lado del escritorio.
- ¡Disculpe!- Vuelve a la mesa de examen, la enfermera ha entrado y le hace una extracción sanguínea. 
- La espera es la parte más difícil.-  Rebecca se burla de ella y la abraza. Toma un mechón de cabello de Marlene y juguetea con él entre sus dedos.
- Me encanta que…- se tocan la nariz mutuamente.
- No me siento tan bien.-  Marlene encoge y frunce el ceño.
- ¡Marlene!- Rebecca se pone seria. - Estás siendo injusta, detén toda preocupación, no seas tan pesimista.- Rebecca se queja en voz alta. Poco después el Dr. Dressler regresa.
- Tengo los resultados.-  Marlene apenas puede respirar, Rebecca agarra su mano con fuerza.
- Por lo que la prueba indica estáis embarazadas, felicidades.-  Marlene abraza a  Rebecca y estrecha efusiva la mano del Dr. Dressler.
- Te sugiero pedir una cita con el Dr. Kurtz para un chequeo pronto.-  Mira hacia atrás en el calendario de la pared entrecerrando los ojos. - Hicimos el implante el diez de febrero por lo que debe llegar a término en noviembre. El Dr. Kurtz hará los cálculos. Si os puedo ser útil para cualquier otro servicio, por favor póngase en contacto conmigo.-  
- ¡Bueno! Debemos celebrarlo.-   Rebecca sonríe cuando llegan al coche.
- Sólo quiero ir con mi familia y compartir la noticia, pero tenemos que ir a buscar a Mateo, él debe ser una parte de la puesta en común con nuestras familias.- Marlene entra por la puerta principal, Ruth está esperando.
- ¡Bueno! Éste es un gran día.-  Sonríe. - Estamos embarazadas.-  Comenta Marlene feliz, Mateo llega a gatas desde el estudio. - ¡Aquí estás!-  Rebecca lo recoge del suelo.
- Estoy muy feliz por las dos, especialmente por Rebecca.- Ruth les transmite.
- ¡Gracias Ruth! es muy importante tu opinión para nosotras.-  Le ponen la capa a Mateo y lo cargan para el viaje a la casa de los Wolf.
- ¡Biggi!-  Marlene se la encuentra al abrir la puerta, Thomas está tomando una cerveza. Rebecca pone a Mateo en el suelo, da un paso con cautela hacia Thomás.
- ¿Es este mi nieto?-  Él lo recoge  dándole vueltas en el aire.
- Tenemos noticia.-  Marlene declara quitándose el abrigo.
- Esperamos que sea buena noticia.-  Biggi responde con un guiño y una sonrisa.
- Estoy embarazada.-  La sala se quedó en silencio por un breve instante, Biggi abraza a Marlene con fuerza, Thomas se queda mirando a Rebecca.
- ¿Así que la fertilización in vitro funcionó?-  Le pregunta con una ligera sonrisa.
- ¡Lo hizo!- Rebecca rebosa alegría respondiendo.
- Las dos estamos emocionadas, sabía que podía llevar implantados óvulos fecundados de Rebecca, nos pareció una manera hermosa de tener un hijo de ambas.- Marlene sonríe ampliamente. Después de un rato de visita salieron rumbo al castillo, antes paran en No Limits.  
- ¿Está Ollie?- Rebecca le pide a Josie.
– En su oficina.-  Señala en dirección hacia la puerta.         
- ¡Ollie!-  Ambas entran.
- ¡Marlene y Rebecca! No estaríais aquí si no hubiera noticia.-  Expresa y se levanta de su escritorio tomando a Mateo en sus brazos.
- Estoy embarazada.-  Los ojos le brillan con las palabras que expresa, besa en la cara a Mateo.
- Es una noticia maravillosa, vas a tener un hermano o una hermana.- Bromea  con Mateo cuando le recupera a sus brazos. Rebecca sale del despacho contestando una llamada de Elisabeth.
- Iba a llamarte…-   Mientras Ollie habla con Marlene.
- Jorge va a estar en la ciudad este fin de semana y me preguntaba si podríamos tener Mateo el sábado. -  Pregunta.  Rebecca regresa  y mira a Marlene.
- No veo por qué no.-  Rebecca contesta con una sonrisa, Marlene está de acuerdo. - Llámame con tiempo el sábado para tener sus cosas listas.-  Agrega Marlene.
- Mi familia espera para cenar con nosotras.-  Rebecca interviene. Olli asiente.             
- ¿Supongo que no les has dicho nada?-  Marlene interroga.
– ¡No! No lo he hecho, será una sorpresa.-  Abandonan No límits y se dirigen al castillo
- ¡Buenas noches condesas.-  Justus saluda a Marlene y Rebecca en la puerta.
- La cena está a punto de ser servida, voy a traer la silla del pequeño, ¡Perdón! - Le guiña un ojo a Mateo  y rápidamente le hace unas cosquillas.
- Gracias Justus.-  Entran en el comedor.
- ¡Buenas noches a todos! - Rebecca comenzó con los saludos. 
- ¡Por favor, tomar asiento!-  Elisabeth invita a las recién llegadas. Tristán y Emily cogen a Mateo de los brazos de Rebecca.
- Mi pequeño sobrino.- Tristán se ríe con él, que agarra firme un mechón de cabello de Emily y tiró de ella. 
- Tanja, Sebastián.-  Marlene les saluda al tiempo que se acomoda en la mesa.
- Creo que Marlene y Rebecca tienen algo que decirnos.-  Elisabeth proclama para conseguir la atención de todo el mundo, Rebecca mira a Marlene.
- Marlene y yo tenemos algunas noticias que compartir.-  Rebecca se aclara la garganta.
- Estamos esperando un bebé.-  La sala se queda en silencio.
- ¡Felicidades!- Elisabeth es la primera en hablar.
- Es una gran noticia, no sabía que estaban tratando…-  Añade Emily.
- ¡Sí! Es nuestro hijo.- Rebecca comienza a explicar. 
- Marlene y yo decidimos intentar la fertilización in vitro.-  Marlene interviene rápidamente.
- Perdimos el primer intento.  Decidimos no decir nada hasta estar seguras de que estamos embarazadas.-  Tristán coloca a Mateo en la trona.
- Y ¿Cómo funciona eso?-  Marlene responde instruyendo.
– A  Rebecca le han extraído unos óvulos que, en el momento oportuno fueron fertilizados y mediante un procedimiento médico me los implantaron en mí matriz.- Justus indica que la cena está servida.
- Esto suena muy emocionante.-  Emily expresa agarrada del brazo de Tristán. Rebecca sonríe.  
– Yo no estaba muy segura de si ahora era el momento adecuado para tener otro bebé. Después de mucha discusión, decidimos intentarlo de nuevo.-  Elisabeth se acerca.
- Os deseo mucha  suerte y toda la alegría del mundo.- Mateo comenzó a chillar en presencia de la comida, lo que provoca que todos rían.
-  ¿Puedo darle de comer? – Emily pregunta con un aire infantil.
– ¡Por supuesto!- Marlene le entrega una cuchara, Rebecca recupera el babero de la bolsa del bebé y le prepara el plato.
- Muchacho hambriento, quiere comer todo el tiempo.-  Marlene comenta jocosa.
- ¡Rebecca! ¿La línea de traje de baño de Bella?-  Mira a Tanja con desprecio pensando que no es capaz de respetar ciertos momentos.
- No he comprobado mi correo electrónico, espero que lo envíen aquí esta semana y a tiempo para el show de primavera la próxima semana.-  Sebastián se queja.
- ¿No podemos disfrutar de una noche con otra tertulia? Marlene y Rebecca acaban compartir sus buenas noticias con todos nosotros.-  La reprende en voz baja.
- ¡Está bien Sebastián! Gracias.-  Rebecca contesta.  Terminada la cena.
- Vamos Mateo se está haciendo tarde y necesitas un baño.-  Marlene lo saca de la silla de comer.
- Gracias por la cena y por compartir nuestras noticias.-  Salen dando a todos las buenas noches.

- ¿Está dormido?- Pregunta Rebecca.  
- ¡Hmmm! Si lo está.- Marlene, responde desde la puerta con los brazos cruzados apoyada en la jamba.
- Ven aquí, entonces.- Rebecca hace un gesto con su dedo índice levantándose sobre sus rodillas en la cama.
- Ese camisón tan atractivo. ¿Que tiene en el interior?-  Marlene bromea caminando hacia la cama, le desata la bata.
- ¿Qué tienes en mente?- Le pregunta.
- ¿Por qué no te metes en la cama? Te lo mostraré.-  Marlene sonríe mientras se acerca para abrazar a Rebecca. Se besan con un gemido suave, sus lenguas se enredan en un juego de  pasión, Rebecca se echa hacia atrás.
- Quiero hacer el amor contigo.- La oscuridad de sus ojos penetrantes le ruegan en una súplica. Marlene tira lentamente el camisón de Rebecca fuera dejando al descubierto su cuerpo ella la abraza con sus manos y acaricia su cara con los labios. Consigue levantar un frenesí de besos que levantan la pasión en Rebecca. Sus dedos trazan la curva de sus labios.
- Este bebé que llevo significa mucho para mí.-  Ella le susurra, Rebecca la besa con ternura, sus manos aprietan la piel con la de Marlene mientras  acoplan sus cuerpos ahora enroscados en el interior de la pasión erótica de hacer el amor.