Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 31 de enero de 2017

CAPÍTULO 45

                                                     

                                              UN PASO ADELANTE

-¡Buenos días!- Comenta Marlene  besando la mejilla de Rebecca.
- ¿Por qué no me despertaste al llegar anoche?- Rebecca bosteza y se estira un poco.
- Era muy tarde, te dije que había retrasos en los vuelos por el mal tiempo.- Se incorpora y se sienta en la cama. - No te olvides de tomarte la temperatura.-  Le dice,  recordando sus deberes matutinos.
- Lo hago ahora. ¿Que tal París?-  Rebecca se sienta.
– Hermoso, como siempre, pero frío. La nueva instalación es agradable. Me reuní con el personal para comentarles sobre la próxima línea de ropa interior y colección de primavera de Emily. Dupree me hizo  un recorrido por todo el edificio. Me senté con el diseñador jefe y hablamos de la línea de verano y un programa posible antes de Riga. Ya sabes, las cosas normales.- Ella se ríe entre dientes.
- ¿Crees que te va a gustar este trabajo?- Marlene pregunta colocándose un cómodo par de jeans.
– Creo que sí. Estoy  esperando a que las nuevas tiendas se abran, haré entrevistas y contrataciones. En este momento no me siento con el control, sin embargo, las reuniones con todo el personal me dan un sentido de donde y como quiero que se construyan las colecciones, las sesiones de fotos y todo lo demás.-  Rebecca responde y sale fuera de la cama para encaminarse al baño. - ¿Estás nerviosa?- Rebecca pregunta al salir de la ducha y comienza a secarse el pelo.
- ¡Sí!- Marlene contesta rápidamente. - ¡Un poco!- Añade con una sonrisa.
- He pedido al chófer que nos lleve a la cita hoy.- Rebecca habla llegando hasta ella y besa sus labios. Se desplazan al comedor para hacer su desayuno, y esperar a que el coche estuviese dispuesto.
- Condesa, el chófer está aquí.-  Anuncia Justus, ambas se levantan y caminan en su compañía hasta el hall de la entrada.
- ¡Gracias Justus!- Él les sonríe con un gesto inclinando la cabeza. Rebecca abre la puerta dando una sorpresa a Marlene.
- ¿El Rolls? ¿En serio?- Ella se ríe.
- ¿Por qué no ir a la cita con estilo? No es muy frecuente tener la oportunidad de sacarlo.-  El conductor abre la puerta para ellas, y ambas se deslizan en la comodidad de los asientos traseros. Marlene nota que Rebecca arrastra la mano hasta su rodilla para acariciarla, ella le echa una mirada de descontento.
El coche se detiene en la parte posterior del aparcamiento. Marlene mira su reloj.
- Es muy temprano.-  Comenta. El conductor sale y las deja solas en el interior.
- ¿A dónde va?-  Pregunta sorprendida.  
- A otro lado.- Rebecca le dice mientras comienza a acariciar la pierna de Marlene.               
- Rebecca estamos en un coche en el aparcamiento de la clínica.- Ella exclama en voz alta. Rebecca comienza a besar su cuello y mueve la mano hacia el botón de sus pantalones vaqueros.
- ¡No Rebecca!- Ella le murmura pero cierra los ojos. Rebecca le desabrocha y luego baja lenta y metódicamente la cremallera deslizando su mano hacia el interior de sus pantalones.
- ¡Oh dios!- Marlene exclama mientras acaricia su hombro besándola salvajemente. 
- ¡Marlene!- Le susurra al oído con respiraciones pesadas.
- ¡Para favor! Alguien podría vernos.- Le ruega mientras cede al avance de Rebecca que le baja rápidamente los pantalones vaqueros a Marlene  exponiendo su pelvis y se agacha besando su abdomen. Tira de ella hasta acostarla en el asiento se pone encima y con su mano explora libremente el vacío entre sus piernas hasta llevarla cerca del orgasmo en un ritmo rápido, Marlene gime al ritmo constante de la mano de Rebecca. Llega al clímax con los ojos cerrados y haciendo retroceder su cabeza en un éxtasis ardiente. Marlene se recompone de nuevo. Mientras se abrocha de nuevo, se percata de la densa capa de vaho que cubre las ventanas del coche.
- ¡Dios mío! Hemos empañado las ventanas.- Rebecca está quieta. - ¿Estás bien?-  Marlene pregunta. 
- ¡Lo estoy!- Rebecca esboza una sonrisa. - Necesitabas estar estimulada.- Ella le musita con una risita profunda. Marlene entonces recuerda lo que los folletos decían acerca de ponerse a tono, antes de la inseminación.
- ¡Me olvidé por completo!-  Murmura. - Creo que todas las preocupaciones y entusiasmo han estimulado solo mi mente.-  Ella sonríe ayudando a Rebecca a ponerse el abrigo.
- ¿Estamos listas?- Rebecca inquiere.
- ¡Estamos!- Salen del Rolls y se dirigen a la puerta de la clínica. Entran en la consulta. Marlene todavía puede sentir las oleadas de placer disparando a través de su cuerpo como una carga de energía.  Firman en la recepción y esperan pacientemente.
- ¿La señora Von Lahnstein?-  La enfermera llama y se dirigen al interior. Entran en una estancia de tipo quirúrgico. A Marlene le entrega una bata y le pide que se desvista de cintura hacia abajo. Lo realiza y se sienta en la mesa de examen. El Dr. Dressler entra.
- ¡Buenos días, señoras!- Saluda con un movimiento de su cabeza. – El señor Sabel ha estado aquí, hemos procesado la muestra y todo está en orden. ¿Estamos listas?- Ambas asienten con un gesto de su cabeza. Marlene sonríe mirando a Rebecca. Ella le coge la mano y la sostiene mientras se hace la inseminación. Una vez acabado salen de la clínica. El médico opina que, como en cualquier situación normal, siempre hay esperanzas de embarazo.

- Voy a tener que dejarte en casa, tengo que asistir a una reunión con Tanja, Elisabeth y el hombre de Roma sobre el trabajo de los diseñadores de ropa interior.-  Le comenta. El coche aparca en la entrada del castillo. Besa la mejilla de Marlene.
– Ahora a descansar y recuerda, nada de esfuerzos hoy.-  Rebecca le ordena con un movimiento de su dedo índice y cara de broma.
- Yo creo que voy a empezar ese libro sobre la maternidad planificada que he querido leer antes.- Responde Marlene y sale del Rolls.

Rebecca se sienta en su oficina y ve en su agenda las notas que había tomado en su viaje a París. Tanja llama a la puerta y luego entra.
- ¡Buenos días, Sebastián está aquí, vamos a hablar antes de que Mr. Carmella llegue.-  Rebecca levanta la ceja.       
- ¿Sala de conferencias Tercer piso?-  Ella cierra su agenda y se pone de pie.         
- ¡Sí!- Caminan juntas hasta el ascensor.  entran en la sala de conferencias, Rebecca se sienta al lado de Sebastián. 
- ¿Se unirá Marlene a nosotros?- Le pregunta a Rebecca. Ella lo mira sin responder inmediatamente.
- Tiene una cita con los médicos de esta mañana.- Sin más explicaciones. Él asiente con la cabeza.
- ¡Rebecca!- Elisabeth entra. - ¿Cómo has encontrado París?- Ella pregunta con cierto nerviosismo intranquila por la línea de lencería.
- ¡Pues bien! París es París.- Contesta mirando sus notas. - Me reuní con el señor Dupree, recorrí las instalaciones y luego expliqué al personal el tema de la colección de Emily y la línea de ropa interior para el verano. Le pregunté al Sr. Dupree para hacer una sesión de fotos creativa. Opino que deberíamos contemplar la posibilidad de hacer un desfile de moda, en medio del verano, destacando LCL París y la línea de ropa interior. Todavía hay que darle un nombre.- Rebecca hace un informe escueto.
- No es prioritario hasta el momento, pero estoy trabajando en ese nombre.- Elisabeth le responde.
- Estoy de acuerdo en el desfile de moda, debe ser modesto y el camino para introducirnos a LCL en la ciudad de la luz.- Tanja comenta.
- Creo que te gustará el Sr. Carmella, es joven, con talento y curioso. Sus diseños son agresivos y me gusta lo que he visto.- Rebecca habló en un tono firme.
- Supongo que estará dispuesto a trabajar con Elisabeth?- Le pregunta Sebastián. 
- ¡Sí! Me dijo que ha estado esperando una oportunidad como esta.-  Afirma Rebecca. Tanja marca el número de la recepcionista. 
– Teresa acompaña al Sr. Carmella hasta la sala de conferencias, por favor.- Tanja sonríe, todos se sirven una taza de café mientras esperan. Una Llamada en la puerta y Tanja le invita a  entrar. Angelo Carmella es un hombre apuesto joven con los ojos y el pelo oscuros, alto y delgado pero musculoso su piel es justo de un hombre de ascendencia mediterránea, lleva una barba bien recortada, atractivo, especialmente para las mujeres que le suelen rodear. El nerviosismo se apodera de todos, alguien mantiene un ojo dirigido a Rebecca.
- He traído una cartera de algunos de mis diseños, es decir ¿Si les interesa?-  Pregunta con una sonrisa.
- ¡Sí! ¡Por favor!- Elisabeth le indica mirándolo. Sebastián prepara un caballete en la cabecera de la mesa. Él enseña una gama lujosa de ropa de interior además de bufandas, batas y camisones atractivos. Rebecca sonríe mientras disfruta del espectáculo que les está cautivando.
- ¿Estaría usted dispuesto a trasladarse a Alemania?-  Elisabeth pregunta con despreocupación. Él mira a su alrededor antes de responder.  
- Por la oportunidad de diseñar para una empresa tan prestigiosa como esta ¡Desde luego!- Sebastián se aclara la garganta.
- Tendrá que firmar un contrato comprometiéndose a seguir las reglas y estatutos  que LCL otorga.- Su sonrisa se incrementa mientras mira a Sebastián.
– Entiendo. Firmé algo similar cuando acepté el trabajo de gerente, así que no es un problema.- Se cierra el acuerdo.  - Supongo que tendrás que volver a Italia para recoger tus cosas. Queremos comenzar con la línea de ropa interior, tan pronto como sea posible.- Tanja le dice en tono de broma.  Con la emoción en los ojos, agradece a todos que le hayan aceptado.
- Yo puedo regresar, a más tardar, el lunes y estaré listo para comenzar.- Vuelve a mostrar su gratitud. Elisabeth se dirige de nuevo a él.
- Podría quedarse en el castillo hasta que se  sitúe.- Él transmite un nuevo agradecimiento.
– ¡Muchas gracias! Esto significa mucho. Sólo puedo  prometer  cosas buenas y mucho trabajo.-  Rebecca se siente relajada y con una sonrisa habla en voz baja a Sebastián.
- Marlene tiene el apartamento y podría subarrendarlo para él ya que es ahora una parte de LCL.-  Cierra el maletín y mira a su hermana pequeña. 
- Me gusta la forma como te manejas y no me duele porque tienes el talento necesario. Esto es lo que estábamos buscando para llevarnos fuera de nuestra tierra.- Se dirige a continuación al nuevo diseñador.
- ¡Angelo! Voy a trabajar en el contrato esta noche. Nos reuniremos en privado para discutir sus opciones de sueldo y tendremos que tramitar un visado de trabajo para usted.- Sigue a Sebastián caminando hacia su oficina.
- ¡Rebecca! Él es bastante atractivo y encantador.- Elisabeth le comenta halagando al nuevo fichaje. Rebecca sonríe.     
- ¡Sí! Y con talento, pero debemos poner nuestras cabezas juntas y pensar en un nombre para la colección de lencería. Yo estoy lista para empezar a trabajar con él de inmediato.- Añade presionando a Elisabeth.
- Si me disculpan.- Tanja recoge sus cosas. - Sebastián y yo estamos preparando un viaje a Berlín para visitar  la nueva tienda.- Ella mira a Rebecca esperando una reacción.
- ¡Ah! Y ¿Cuándo vas a ir?-pregunta Rebecca. Tanja se acerca a ella.
- La noche del lunes, tengo reservado un vuelo.- Rebecca comienza a pensar en Katherine y cómo estará trabajando la nueva tienda.
- Ya veo. ¿Crees que Katherine está preparada para que acudas?- Tanja frunció el ceño.
- ¡Sí! Las cosas parecen estar moviéndose en la buena dirección, creo que hay que prepararse para una combinación de la feria de la primavera y una colección de verano adolescente que está diseñando.- Rebecca se acuerda de ellas dos y el duro trabajo que ambas realizaron para LCL. 
- Es algo que debemos discutir en otro momento Tanja. Haré un viaje allí a finales del próximo mes, veamos lo que te encuentras cuando estés alli, me refiero a que la tienda acaba de abrirse, y estoy seguro de que ella tiene un montón de diseños en su cartera.-  Rebecca se expresa con calma.
- Estoy de acuerdo con Rebecca. Deberíamos esperar hasta saber su capacidad y que podamos hacer una valoración de cómo van las cosas allí realmente.- Le comenta Elisabeth. Tanja responde con serenidad, aplacando su ira.
-Tienes razón, Sebastián y yo tomaremos una decisión una vez que veamos cómo se ejecutan las operaciones. ¡Por favor! Trabajar en un nombre para la línea de ropa interior.-  Les indica antes de salir de la sala.
Elisabeth mira a Rebecca.
- ¿Cómo te sientes pensando en visitar Berlín?- Rebecca se encoge de hombros.
- Va a ser difícil ver a Katherine, no voy a mentir.-  Se pone de pie caminando hacia la ventana, mira hacia el exterior.
- ¿Crees que hay  necesidad de que vayas? Y ¿Has considerado cómo se puede sentir Marlene?- Rebecca cierra los ojos antes de volverse hacia Elisabeth.
- Tengo que cumplir con mi compromiso con la empresa. Tuvimos una relación, que yo no puedo decir que no la quise, estuve encantada con  ella. Pero no como me encanta Marlene. Compartimos mucho y eso no lo puedo cambiar.- Elisabeth la consuela.                     
- Tanja  entenderá lo que debe hacer y preparará otros arreglos para Berlín.- Rebecca piensa por un momento antes de hablar.
- Tengo que…, no puedo evitar hacer mi trabajo sólo por apaciguar a los demás, Katherine no tendrá más remedio que trabajar conmigo y tengo que superar el sentimiento de culpa, está herida y eso es algo que no quiero recordar cada vez que tengo que cumplir con ella.- Elisabeth suspira.
- Conseguirás superar esos sentimientos, estás casada y comienzas a formar una familia con tu amor verdadero, en algún lugar dentro de ti, siempre habrá un recordatorio de lo que tuviste con ella. Creo que Marlene lo puede comprender, ella ya ha disipado esa duda.- Rebecca mira con claridad a Elisabeth.
- Tienes razón, como siempre.-  Elisabeth sonríe y la abraza. - ¡Marlene ya ha sido inseminada!-  Rebecca le expresa feliz cogiendo a Elisabeth por sorpresa. 
- ¡Que alegría! Es una gran noticia.- Aprieta su abrazo sobre Rebecca y se sientan de nuevo a la mesa de conferencias a tomar un café y cambiar impresiones.
- No hemos dicho nada todavía, ha sido esta mañana. Creemos que hay que esperar a ver si está embarazada antes de anunciar cualquier tipo de novedad.-  Elisabeth asiente.
- No diré una palabra, sin embargo estoy emocionada por las dos, y que voy a ser abuela.- Comenta emocionada.
- Si se trata de una niña, se llamará Madeline Viktoria en honor a nuestras madres naturales y si es niño Mateo Ludwig.- Rebecca comenta con emoción.
- Tu padre estaría orgulloso.- Le expresa con satisfacción mientras sorbe su café. Llaman a la puerta.
- ¡Oh! Señor Carmella, por favor entre.- Elisabeth hace un gesto para que se acerque.
- ¡Angelo! ¡Por favor!- Dice sonriendo. - He repasado las reglas y estatutos. Sebastian está gestionando el visado para quedarme.- Rebecca hojeó su cartera.
– Enviaremos sus cosas al castillo. Nos acompañará en la cena de esta noche.- Añade Elisabeth.     
- Muy amable, me encantaría.- Él se inclina hacia delante tomando su mano y besándola. Rebecca sonríe  abriendo del todo los ojos.
-  ¿Le gustaría ver  su nuevo puesto de trabajo y conocer algunos de los otros diseñadores?- Él la sigue por el pasillo y luego  hacia la planta del área de diseño.
- ¡Emily, Natasha! Quiero que conozcáis a Angelo Carmella nuestro nuevo fichaje para el diseño de la ropa interior y accesorios.- Emily le tiende la mano y con una sonrisa cálida lo saludó.     
- Yo soy Natasha, asistente de Emily.- Le da también la mano e inclina ligeramente la cabeza.
- Es un placer conocerlas.-   Rebecca lo agarra del brazo y se lo lleva a su puesto.
- Usted va a trabajar aquí, hay utensilios de dibujo y otros materiales en los cajones.-  Ella los abre mostrándole donde se guardan todas las cosas. Luego hacen un recorrido por el cuarto de costura y el almacén.
- ¡Wow! Aquí hay muchos contenedores de materiales y accesorios, nunca he visto tantas cosas con las que trabajar.- Rebecca se pone las manos en las caderas y le responde en un tono serio.
- Tú nunca has tenido la oportunidad de diseñar para una firma de prestigio.-  Comenta con orgullo. - Voy a llamar al chófer que te recoja y te lleve hasta el castillo. Estoy seguro de que te gustaría establecerte antes de la cena de esta noche.- Bajan las escaleras juntos discutiendo tendencias de la moda.             
- ¿Tenéis un explorador de la moda? – Él le pregunta mientras se sientan a la barra de café.
- ¡Si! Lo tenemos, se llama Kim, está en Barcelona.  Debe de estar de vuelta mañana o el miércoles. Te concertaré una reunión con ella antes de que salga para Amsterdam el jueves.- Ella le responde y pide un café con leche.
- ¡Rebecca!- Llama Tanja desde la puerta de su oficina y le indica a los dos para unirse a ella.     
- He cerrado su billete de avión,  puede recogerlo en el mostrador de vuelo del aeropuerto, sale mañana a mediodía y hará el regreso domingo por la noche.- Ella le da una tarjeta.

- Éste es Hans, su número de teléfono. Es nuestro conductor, a su llegada al aeropuerto le llama.  Lo recogerá en lo que recupera el equipaje.- Angelo está abrumado la oportunidad de diseñar para una gran firma y las mujeres hermosas que lo rodearán.

viernes, 27 de enero de 2017

CAPÍTULO 44


                              UN POCO DE AVENTURA

Rebecca se ducha y espera el regreso de Marlene mientras se viste para la cena. Marlene abre la puerta, entra, coloca el bolso sobre la mesa y cuelga el abrigo.
- ¡Hey, hmmm! Te ves bien, ¿Vamos a un lugar especial?- Le pregunta en tono de broma.
- Pensé que podríamos salir a cenar. ¿Un Italiano, un Chino?- Ella sonríe abrazando a Marlene con firmeza.
- No estoy segura de tener hambre.- Ella frunce el ceño. Rebecca tiene curiosidad. - ¿Cómo te fue?-  Le pregunta con impaciencia.   
- Creo que se puede decir que entiende que si no nos deja tranquilas habrá consecuencias.- Marlene se sienta en el sofá, Rebecca a su lado. - Fue difícil, en el mejor concepto, ella está muy herida, pero no confundida acerca de lo que quiere o sus sentimientos acerca de mí.- Rebeca hace una respiración profunda y la sostiene.
- ¡Está bien!- Marlene le asegura tocando la rodilla de Rebecca con la mano que lentamente exhaló.
- Siento que las cosas hayan salido de esta manera.- Rebecca duda un instante.
- Si te hubieras casado con Tristán, no sé, me había dado cuenta de que no había nada para nosotras y que tu decisión era estar con el hombre que amabas. Que yo no era nada más que una curiosidad para ti.- Ella comenta con tristeza.  Marlene la mira con una sonrisa.
- Pero yo nunca me hubiera casado con él, yo estaba enamorada de ti, lo usé como un escape, y sí, nos duele Tristán profundamente y, a veces creo que todavía lo sentimos por él. Al igual que lo que Abby siente, de alguna manera es un daño sembrado profundo o ira, pero me casé contigo y no lo usamos como un ardid para escapar de ella, ella conocía desde el principio mis sentimientos por ti.-  Rebecca acaricia suavemente su cara sus labios encuentran los de ella en un beso lento dulce.
- Creo que ella lo entiende ahora.  Sólo tiene que lidiar con ese sentimiento por su cuenta, como una sanación, se enfadará al principio, pero según pase el tiempo...-  Rebecca la interrumpe con un movimiento de su mano.
- Podemos asumir todo tipo de cosas acerca de sus sentimientos Marlene, pero no cambia el hecho de que ella ha sido grosera y una perra completa hacia mí y nuestra relación. Ser amable este tiempo para que cure sus heridas es ridículo, no me importa cómo se siente y, francamente, no estoy mal por ella de ninguna manera. Sé que no se puede cambiar el cómo se siente acerca de ti, pero tienes que parar la hemorragia, creo que diciéndole que se presentarán cargos es como tiene que ser.-  Rebecca responde en forma de rabieta mientras divaga.
- Basta de hablar de ella, si no se coloca el suelo, entonces ella nunca estará fuera de nuestras vidas.- Marlene mira a Rebecca con severidad.
- Siento que necesitas aliviarte pero  no quiero agitarlo más. ¡Ya! Tenemos que trabajar con ella, habrá reuniones de presupuesto y más de una vez con ella,  no hay nada que pueda hacer para cambiar eso, le pedí que dejara LCL, ir a otro lugar, pero ella no se quiere mover.-  Insiste, Rebecca se levanta del sofá y camina por la habitación. 
- Tú puedes ser agradable, pero no tienes que ser más amable, ella es una serpiente y me importa un bledo cómo mierda se sienta Marlene.- Las palabras de Rebecca se hacen aún más calientes.
- ¡Cálmate Rebecca! Vamos a echar todo esto fuera, no quiero hablar de ella nunca más.- Se levanta del sofá y camina hacia ella, le frota  los hombros con las manos masajeando suave.
- No tengo hambre para la cena, pero estoy hambrienta de un poco de aventura.- Ella se ríe un poco. Rebecca sonríe. - ¿Y qué tienes en mente?-  Ella le susurra colocándole sus manos sobre los glúteos.       
- ¡La cocina! Creo que la señora Lentz hizo un poco de pudín.-  Coge a Rebecca de la mano y a escondidas entran en la cocina donde hay quietud, abren el frigrífico para buscar el pudín. Se ríen y ríen mientras se dan cucharadas mutuamente. Marlene coloca las tazas vacías en el fregadero, se da la vuelta y encuentra a Rebecca cerca de ella. Se adelanta a besarla con las manos en ambos lados del cuello de Rebecca acariciando su garganta con los pulgares.  Ambas gimotean besándose fuera de control. - ¡Marlene!- Rebecca le susurra. - ¡Shhhh!- Ella la sigue besando. Lentamente comienza a desabrocharse la camisa y luego afloja el sujetador y los deja caer al suelo, abraza a Rebecca con pasión acalorada.             
- ¡Ohh!- Rebecca suspira, Marlene aleja su rostro un poco y la mira a los ojos, esos ojos en los que piensa, cómo ella se enamoró de ellos y cómo despertó sexualmente con ellos. - ¡Te quiero!-  Marlene le musita al oído, con la lengua traza el contorno de los labios curvados de Rebecca. Le baja la cremallera de los pantalones vaqueros corriendo la mano hacia dentro buscando la calidez que le espera. Rebecca estira la cabeza hacia atrás  descansando las palmas de las manos contra el borde de la pileta que agarra con fuerza al sentir la presión de las manos de Marlene en una pasión erótica. El cuerpo de Rebecca se retuerce con total satisfacción. Abraza a  Marlene y le desviste de su camisa empujándola hacia la mesa. La sienta encima y tira de sus pantalones y bragas, Rebecca termina con su ropa esparcida por el suelo de la cocina.  De pie ante ella con una mirada. - No puedo resistir tu belleza.- Con sus manos le acaricia los muslos exteriores. Marlene atrapa sus manos y la atrae encima de ella y cierra sus piernas alrededor de la cintura de Rebecca tirando con fuerza contra ella. Rebecca chasquea la lengua contra la piel humeante de Marlene, primero la hendidura entre sus pechos y luego el ombligo hasta que llega al montículo. Es imposible para Marlene controlarse, arquea su cuerpo entero hacia arriba, Rebecca se mueve con fuerza, el clímax llega en oleadas de éxtasis. El pulso de Marlene se acelera en la cúspide del culmen. La dureza de la mesa es un rápido recordatorio de que la comodidad de la cama eran más deseable, pero la tentación del juego del sexo era demasiado buena para dejar sin respuesta. Rápidamente se visten entre risitas y se arrastran de nuevo a la orangerie. Se acuestan en la cama cayendo en los brazos la una de al otra. 
- Voy a estar dolorida.-  Comenta Marlene en un susurro
- La mesa.- Rebecca añadió.
- ¡Ahora!  Ha sido un poco atrevido, pero hizo el sexo mucho mejor. - Ella besa la punta de la oreja de Marlene. - ¿Es esto un fetiche Rebecca?-  Toca con sus labios la mejilla.
- Se podría decir que, hemos hablado de esto antes, de nuestra necesidad de mantenernos en sintonía.-  Marlene suspira. Ella toma la barbilla de Marlene entre el pulgar y el dedo índice, cierra los ojos mientras sus labios se unen en un tierno beso. - ¡Buenas noches mi amor!- Rebecca le musita en voz baja. Caen en un sueño profundo,  abrazadas y unidas por ese lazo de amor.

Rebecca hojea el pasaporte y el papeleo preparando su viaje a París.
¿Está todo en orden?- Marlene le pregunta mientras se abrocha  los botones de la blusa.
- ¡Sí! ¿Estás lista para salir?- Curiosea Rebecca.
- ¡Sí!- Marlene agarra su abrigo se dirigen a la consulta del doctor Dressler.

Marlene se sienta encima de la mesa de examen mientras Rebecca comprueba sus mensajes de texto.
- ¡Buenos días, señoras!- Dr. Dressler se dirige a ellas con una sonrisa,  Abre la carpeta para estudiar el contenido antes de cerrarla. Se acerca a Marlene.
- Veo que tanto usted como los resultados de las pruebas del donante están en buenas condiciones.-  Mira en la carpeta de nuevo.
- ¿El Sr. Oliver Sabel?- Pregunta.
- ¡Sí! Él va a ser el donante.-  Marlene bromeó con una sonrisa.
- ¿Has estado contando tus días?-  Le pregunta a alcanzar su estetoscopio.
- Mi ciclo se inició hace diez días como podrá ver en la ficha que he estado rellenando.-  El médico escucha  su ritmo cardíaco de nuevo.
- Creo que el viernes será el mejor momento. Comience a tomarse la temperatura  temprano cada mañana y ¿Puede hacer que el Sr. . Sabel esté aquí ese día?- Rebecca guarda su teléfono celular y se acerca a la mesa de examen.
- Podemos, hablaremos con él hoy.- Confirma. Salen de la cita sintiendo emoción.
- ¡Esto funciona! Estaré en casa la noche del jueves y aquí el viernes para la inseminación. - Rebecca le dice a Marlene, suena el móvil un mensaje de texto.     
- ¡Olli!-  Exclama. - El viernes por la mañana estará aquí. -Se cogen de la mano.     
- ¿Un paseo por el río?-  pregunta Marlene. Rebecca sonríe.
- Hace frío pero nos podíamos parar a tomar un café en el camino.- Ella le argumenta.  
- No puedo pensar en una mejor manera de mantener el calor y luego el café.- Marlene dice mientras ríen y tratan de mantener calma.

Rebecca contempla las vistas de la ciudad y recuerda la última vez que estuvo en París con Marlene, el romance y los malos momentos que siguieron. El conductor del taxi se detuvo en la puerta del hotel. Entra, se registra y sube a su habitación. Mañana será un día largo. Después de cenar en el restaurante del hotel regresa arriba. Pone sus cosas en el armario mientras piensa en la cita con los médicos el viernes. Se ducha y se pone el pijama para la cama. “¿Usted pasa?" Un mensaje de texto la saca de su pensamiento. "Yo no" responde ella con una sonrisa y en ese instante suena el teléfono.
- ¡Hola!- Ella respondió.  - ¡Te extraño ya!-  Marlene se queja en broma.
- ¡Yo también!- Rebecca le transmite rápidamente.
- Ha sido un día largo. Bueno, nos dieron todos los apoyos numerados y colocados en los contenedores. Las chicas han comenzado a preparar los dibujos sobre el ambiente de la ropa de verano y…- Rebecca la corta con una risita.
- Eso es lo que me gusta de ti y  ¿Que más has debido hacer hoy?- La pregunta deja un poco de silencio al otro extremo.
- Yo, me fui temprano.- Se rió como si estuviera guardando secretos.
- ¡Oh! Señora Von Lahnstein, no lo hiciste.- Ella juega con sus palabras.
- ¡Lo hice! Me ví con papá,  están a punto de poner la baldosa.- Ella expresa con vehemencia.
- Eso es maravilloso, sé que eres feliz y te echo de menos. Estaré en casa antes de lo piensas.-   Le asegura. - ¡Besos! Marlene.   

- Sra. Von Lahnstein bienvenida a LCL París.- Dupree comenta al reconocerla en la entrada de la nueva empresa de producción.
- Gracias, señor Dupree y ¿Cómo están las cosas?- Ella pregunta mirando los bastidores de ropa que están colocados en el vestíbulo,  preparando la creación de un tema para la primavera. Abre la puerta de su oficina y entran en ella.
- Como se puede ver los días de fiesta acumulan los retrasos del equipo.- Sonríe mientras sirve una taza de café.
- Siéntese por favor.- Hace un gesto con una sonrisa. Rebecca se sienta apoyando la agenda sobre su escritorio bebe un poco de café y cierra los ojos un instante para disfrutar de su sabor.
 - ¿Confío en que haya dormido bien?- Le pregunta. - Lo hice.- Ella deposita la taza  para abrir su agenda.
– ¿Ha tenido una conversación Elisabeth  con usted sobre la línea de ropa interior?- Le interroga poniéndose manos a la obra.
- Lo hicimos, hablamos en profundidad sobre hacer una sesión de fotos aquí, pero la introducción sería en LCL Dusseldorf si no me equivoco.-  Él conjetura.
– ¡Será! Elisabeth y Tanja han decidido que París, Roma y Nueva York eran los mejores lugares para introducir la línea.- Ella duda un segundo.
- Pero tienen que darle un nombre y en eso y más cosas tenemos que avanzar antes de que hacer el desfile de moda de primavera.- Le  responde anotando una cita en su agenda.
- Ya veo. Entiendo que el desfile de moda de invierno de Emily fue estelar.-  Irradia sonrisas hablando de su nieta.     
- De hecho, es muy buena y he disfrutado trabajando con ella. Es una estudiante rápida y con talento.-  Él suspira sentándose en su silla.  
- Ella solo piensa en el mundo de ustedes, me dice que está en un entorno natural y que es usted una gran maestra. Estoy bastante sorprendido que usted renunciara al diseño.- Él la mira, Rebecca esboza una leve sonrisa.
- El matrimonio y un montón de cosas me hicieron cambiar a esta posición, fue la decisión correcta, Marlene y yo tenemos un futuro planeado que espero brillante. De todos modos esto le abrió la puerta a Emily.-  Él sonríe.
- Sí lo hizo y creo que fue la decisión adecuada para ella y por la noticia. ¡Ah! Y enhorabuena por su boda, les deseo muchos años de felicidad.-  Comenta y hace una respiración profunda. -Tengo una pregunta para usted, si no le importa. Es de carácter personal.- Rebecca le mira  cerrando su agenda para darle toda su atención.
- Emily parece estar un poco quedada con su hermano Tristán.- Comienza a hablar. 
– ¡Sí! Llevan saliendo un tiempo.- Ella interviene.
- Estoy un poco preocupado.- Murmura, Rebecca le mira con extrañeza.
- Le puedo asegurar Dupree, Tristán es un buen hombre y que realmente le gusta Emily.- Elogia a su hermano.
- Emily es joven y nunca ha… realmente hasta la fecha ella siempre ha estado interesada solo en la moda y el diseño y no en los chicos.- Habla en un intento de aliviar su mente preocupada. 
- Se está adaptando bien y tranquila. Sé que Tristán ha sido más que un caballero con ella. Elisabeth la ha mantenido hasta ahora fuera del castillo. Ella vive muy bien en el desván.- Él gruñe en voz baja.
- Es joven y curiosa. Me preocupo por su bienestar.- Rebecca añade.
- Puedo entender su aprensión pero  mantendré un ojo en ella, sé lo que Elisabeth le prometió.- Rebecca le argumenta. Él piensa un momento antes de hablar.
– Perdone por ser prepotente, lo sé, pero a la pérdida de su padre, mi hijo, he hecho de mi meta personal,  asegurarme de que tiene todo lo que necesita, una educación y un buen trabajo. Su madre se volvió a casar y vive en Sudáfrica y Emily realmente no ha tenido mucho que ver con ella desde la muerte de su padre.-  Rebecca se inclina hacia delante y le tocó la mano golpeándole suave.
-Trate de no preocuparse. Emily no es una niña, sino una mujer adulta tratando de encontrar su camino en la vida. Hay muchos altibajos a medida que avanzamos por este camino, ella es una gran trabajadora y dedicada al diseño, y tiene un montón de autoestima.- Rebecca hace que se sienta más relajado.
- ¡Gracias Rebecca! Alivia mis preocupaciones. ¿Vamos a hacer un recorrido?-  Se levanta de su escritorio y le muestra a Rebecca toda la instalación de la última asociación a LCL Inc.
- Me gustaría reunirme con el personal de mañana y hablar para una sesión de fotos y de la próxima línea de lencería.- Ella le comenta con franqueza mientras completan el recorrido.
- Organizaré una reunión de desayuno.- Él le ofrece. - ¿Vale a las nueve?- Ella sonríe y recoge su agenda del escritorio.
- Está bien.-

Terminada la vista Rebecca camina a lo largo de los Campos Elíseos pensando en Marlene y el tiempo que habían pasado allí, la maternidad y todas sus virtudes la nueva casa y estar lejos en los momentos más críticos de su vida. Se detiene brevemente mirando por encima de lo que la gran ciudad de París tiene que ofrecer, su encanto y esplendor lo romántico que era todo y deseando que Marlene estuviera allí para compartirlo con ella. Saca su teléfono celular y hace una foto que remite a Marlene diciendo simplemente. “Te echo de menos y te amo, recuerdos para ti desde París.” El día había sido largo, lleno de visitas a la nueva instalación, le espera una buena noche de sueño.

martes, 24 de enero de 2017

CAPÍTULO 43



                                   POR LAS BUENAS O POR LAS MALAS

- La pasión por la moda.- Rebecca lee en voz alta mientras saborea el artículo escrito en el periódico.
- Veo que conseguimos la primera página.-  Comenta  Elisabeth tomando su lugar en la mesa.
- ¡Lo hicimos!- Rebecca exclama emocionada. El desfile, la tarde anterior, fue un éxito y lo comentan en la mesa durante el desayuno. Tanja entra en compañía de  Sebastián y Tristán.
- ¿Dónde está Marlene?-  Tanja pregunta en un tono agradable, Rebecca deja el periódico a un lado.
- Decidió dormir algo más esta mañana, anoche estuvo muy activa.- Añade entregando la primera página a Elisabeth.     
- Creo que yo también dormiría igual, felicidades por el éxito.- Tristán expresa con una sonrisa.
- Gracias, pero no puedo recibir yo el éxito. Emily tuvo un buen inicio, los diseños y fondos de Marlene le dieron a la colección de primavera los matices  que necesitaba. Todo el personal, desde los asistentes a las costureras, todos hicieron su parte, no habría sido un éxito si no lo hubiésemos trabajado como un equipo.-  Rebecca contestó de manera asertiva.
- Me gustó la ad lib de la ropa interior.- Expuso Sebastián  mirando a Tanja.
- Creo que ha sido una edición especial de verdad, estoy esperando que Rebecca tenga la oportunidad de lanzar al señor Dupree en París.- Expone Tanja con franqueza. Rebecca deja su taza de café y se aclara la garganta.
- ¡Por cierto! Roma, el gerente de la tienda, Angelo Carmella.-  Se dirige a Tanja.
- ¡Sí! ¿Qué hay con él?- Tanja responde  con cierta sorpresa.
- ¿Quién lo contrató?- Pregunta con entusiasmo.      
- Lo hice yo.- Sebastián responde mirando a Rebecca con preocupación.
- ¿Hay algún problema?- Pregunta Elisabeth.
- ¡Sí! Él no debe gestionar la tienda.- Sebastián gruñe. 
- ¿Cuál es el problema?  Hice un buen fichaje.- Tanja intervino.    
- ¿No querrás decir que nos está robando?-  Rebecca explota en una carcajada.      
- ¡No, no! En mi visita estuve con él en su oficina, estaba llena de diseños de ropa interior, bufandas, bolsos y accesorios, le pregunté quién los había hecho y afirmó que los había sido él, yo no le creí al principio, pero después de echar un vistazo a su cartera de diseños me convenció.-  Elisabeth se le ilumina la cara.
– A ver Rebecca, quiero oír más.- Ella continúa.
- Le he pedido que venga a Dusseldorf para hacerle una entrevista a  LCL.-  Antes de continuar, le da un trago al café, como queriendo pensar lo que va a decir.- Creo que es posible que haya encontrado nuestro diseñador de ropa interior.- Habla con confianza. 
- ¡Hmmm!-  Tanja gruñe. - Prepararé una reunión. ¿Cuándo vas a estar de vuelta de París?- Le pregunta a Rebecca.     
- El jueves,  iba a salir el lunes, pero tengo algo con Marlene, tenemos asuntos que atender.-  Elisabeth mira a Rebecca con un brillo en sus ojos.  Rebecca le guiña un ojo.
- ¡Bien! Le programaré un vuelo para él para el jueves. Y nos reunimos el viernes. ¿De acuerdo?- Tanja expone  viendo conformidad en los asistentes.           
- Suena bien.- Responde Rebecca y se levanta de la mesa. - Si me disculpan, tengo algunos negocios que atender esta mañana.- Pone la servilleta sobre el plato y termina el último sorbo de su café antes de salir.

Rebecca se dirige hacia el edificio de apartamentos donde vive Abby. Encuentra el apartamento, número 2B y golpea con el puño la puerta.
- ¿Quién es?-  Una voz preguntó desde el otro lado.
- Rebecca.- Responde con brusquedad y cortante. La puerta se abre lentamente con Abby allí de pie, sorprendida.
- ¿Que la podría traer aquí un sábado por la mañana?- Ella le pregunta con intriga. Rebecca le contesta  con dureza.
– Vengo a decirle amablemente que deje a Marlene en paz. Ella está casada conmigo y no puedo imaginar cómo eso no es definitivo para usted.- Abby suspira y cruza los brazos.
-Tuvimos algo muy especial hasta que entró usted en escena. Quiero decir que estábamos juntas porque usted estaba con Katherine y le manifestó que la amaba.- Rebecca frunció el ceño.
- Siempre fue la intención de Marlene recuperar mi cariño, pero eso ya lo sabe usted, ella se lo dijo. Ella me ama, siempre ha sido así y siempre lo hará. No quiere tener nada más que ver con usted. No voy a negar que se preocupa por usted. ¿Usted no pasa tiempo con alguien y simplemente luego se olvida de ellos?-  Abby interrumpe.
- ¿Así lo hizo con Katherine?-  Rebecca gimió profundamente
- Amaba a Katherine, pero no era la forma de amar o ser amada que Marlene y yo tuvimos en el pasado.- Abby pasa los dedos por su pelo tirando de él lejos de su cara.
- Usted  no ha pensado mucho acerca de su relación con Marlene cuando la engañó, el infierno que le provocó, lo mismo ha hecho a Katherine cuando la engañó con Marlene.- Son palabras duras de Abby. Rebecca traga saliva al darse cuenta de que cualquier conversación racional con Abby era casi imposible.
- Percibo que las ambiciones de su vida se centran en cómo tratar de arruinar la mía  con Marlene.- Abby se rió entre dientes. 
- Yo la quiero y lo sigo haciendo lo que, incluso si usted me despide de LCL, voy a ser ese dolor que padecerá contínuamente.-  Rebecca la mira con desprecio.
- ¿Me está amenazando? ¿Un dolor? ¿Realmente usted vive en la alegría de ser un dolor en el culo?- Abby se ríe en voz alta.
– Cree que ha ganado ¿No? Está casada, pero es obvio que siente miedo, por lo que a mí se refiere.- Rebecca aprieta los dientes.
- ¡Sí! ¡He ganado! Si quiere llamarlo así, pero para ser honesto, Marlene regresó a Dusseldorf para mí y usted fue sólo una distracción menor.-  Las palabras de Rebecca entran a través de ella como un cuchillo.
-  ¿Cuánto tiempo pasará antes de engañarla de nuevo? ¿Cuánto tiempo Rebecca?- Ella preguntó bruscamente la cara roja como sus fosas nasales.
- ¡Nunca! He aprendido la lección, por desgracia yo hice trampa y fallé a la persona que más amo en esta vida, pero ella ha perdonado todas mis faltas del pasado.- Rebecca habla con franqueza. El corazón de Abby golpea salvajemente.
- No me hace ningún bien discutir con usted, Rebecca, ella me encantó y he perdido, pero no puedo cerrar mis sentimientos para echarlos fuera.- Abby trata de hablar con calma y con razón. 
- Estoy pidiendo que deje tranquila a Marlene, ella está casada y fuera de su alcance, entiendo que deben trabajar juntos y he aceptado eso. Confío en mi esposa, pero ella se molesta cuando usted va más allá de una relación de trabajo. Por eso estoy aquí. Déjela  en paz o ella  no tendrá más remedio que presentar cargos por acoso contra usted.- Las palabras Rebecca resuenan en sus oídos como golpes pesados.
- Seguramente ella no piensa que la estoy acosando, seguro que no lo haría.- Rebecca cortó rápidamente.
- Ella lo hará, porque está cansada de sus juegos, está cansada de tratar de explicarle sus sentimientos, háganos a todos nosotros un favor y detenga todo ésto.- Abby hace una mueca.
- Eso casi suena como la mendicidad Rebecca. ¿Se lo ruego?- Rebecca se acerca a ella hasta la intimidación.
- Yo no tengo que mendigar nada. Estoy tratando de ser cívica, en realidad.- Le comenta.
- ¡Bueno! Yo no quiero perder mi trabajo por cargos de acoso  y no quiero hacer daño a Marlene.  Pero quiero saber lo que ella siente, prefiero escucharlo de su boca. ¿Entendido?-  Rebecca se cruza de brazos dando golpecitos con el dedo índice contra la manga.  
– Le transmitiré lo que ha dicho.- Rebecca empieza a salir. - Espero que en el futuro todo esto esté perfectamente claro.- Abby lo escucha con una mirada en blanco, Rebecca cierra la puerta detrás de ella.

– Hey! ¿Dónde has estado?- La voz de Marlene hizo eco penetrando en  los pensamientos de Rebecca cuando entra en el invernadero.
- No estoy muy segura de que quieras saberlo.- Ella frunce el ceño.
- ¿Y tú? Pensé que todavía podías estar durmiendo. Anoche fue una noche de  bastante ritmo.- Rebecca habla con calma evadiendo su pregunta intrusiva en la interrogante  de donde había estado.
- Es mediodía Rebecca, lo hice, dormir un poco más y ya he desayunado. He estado con papá. La mayoría de las ventanas están en su sitio, y si el tiempo se mantiene, van a trabajar mañana y terminaran con ellas. - Ella sonríe moviendo a Rebecca y agarrándola por la cintura. – Ahora, no me has contestado. ¿Dónde has estado?- Se expresa con seriedad. Rebecca siente una sensación de repugnancia.
- Fui a ver a Abby.- La sonrisa de Marlene se torna hacia un ceño fruncido, retira las manos de la cintura de Rebecca.
- ¡Ah! Lo hiciste.  ¿Cómo fue?-  Rebecca no duda, pero no le mentirá a Marlene sobre cualquier aspecto de la conversación que tuvo con Abby.
- Ella te ama, no puedo cambiar de opinión sobre eso. Puedo entenderlo de alguna manera. Me dijo que no podía cerrar sus sentimientos por ti.-  Rebecca coge su abrigo. – Vamos fuera.- Marlene se enfunda su abrigo.- Le pedí que nos deje en paz, que estabas harta de sus juegos que te pone en una situación incómoda. Ella no entiende cómo te sientes. Le dije que estamos casadas y que eso debería ser suficiente.-  Rebecca mira con actitud arrepentida a Marlene.
- Ella ha tenido un momento difícil, te juro Rebecca, yo nunca le dije que estaba enamorada de ella y no me preocupo por ella, nos hemos dado cosas pero nunca pensé que se enamoraría de mí, hablamos mucho acerca de mis luchas y sentimientos por ti.- Rebecca levantó la mano para hacerla callar.
- Sé que nunca la has amado, le explique que era simplemente una distracción, que regresaste para hacerme volver contigo y pero por entonces estaba Katherine.- Rebecca suspiró mientras comenzaba a caminar.
- ¿Qué pasa con Katherine?-  Pregunta Marlene.
- Cómo está dolida, mencionó de cuando te mentí y engañé  y que sólo sería cuestión de tiempo antes de engañarte de nuevo.-  Marlene baja la cabeza.
- Yo sé que no vas a cometer el mismo error otra vez. ¿Que hiciste para convencerla de que nos deje en paz?- Rebecca mira con tormento en sus ojos oscuros.
- ¡Yo creo que sí, yo, yo!- Rebecca duda.
- ¿Qué le dijiste?- Marlene se expresa  abrupta.
- Le dije que si ella no te deja en paz que no tendrías más remedio que presentar cargos por acoso  en su contra.- Rebecca siente una opresión en su pecho. Espira aire despacio mientras espera la respuesta de Marlene.
- Eso es bastante drástico Rebecca ¿No te parece?-  Ella le pregunta con una mirada de asombro. 
- No, yo he intentado todo lo demás, ¿Qué quieres que haga? Tanja y Sebastián aprecian su trabajo, y yo, debemos admitir que es buena en lo que hace. ¿Debería haber ido a Elisabeth, a sus espaldas, y que ella lo diese por terminado?-  Su tono se vuelve caliente caliente.
- ¡No! Porque si lo hiciera Tanja nos culparía a las dos. - Marlene contesta honestamente.
- Hay algo más.-  Le comenta Rebecca frotando sus sienes, en un intento de liberar la presión que  tiene dentro de su cabeza.
- ¿Qué?- Marlene está aún más intrigada.
- Ella quiere oírte decir que puede ser así, que presentarías cargos.-  Afirma Rebecca con voz temblorosa.
- Ya veo, ahora que estoy  tratando de convencerla que cambie en sus sentimientos.-  Añade lanzando sus manos en el aire.
- ¡Tranquilízate! Lo siento. Ella no atendía a razones.- Le responde tomándola por sus brazos. Marlene extrae del bolsillo su teléfono celular y escribe un mensaje a Abby y lo guarda de nuevo en su abrigo.
- ¡Vuelvo! No te preocupes.- Rebecca percibe una sensación de inseguridad, pero sabe que debe dejar que ella exprese la última palabra.                

- ¡Entra!- Abby la saluda con una sonrisa cautelosa. - Estoy casi segura que estás enterada que Rebecca ha venido aquí antes. Puedes quitarte el abrigo.- Ella le ofrece con un gesto de la mano.
- ¡No! No voy a estar tanto tiempo.- Marlene contesta. - ¿Cómo pueden estar las cosas en ésta espiral fuera de control? Te advertí que nos dejaras en paz. ¡Pues no! Son persistentes tus molestias y que claramente no has escuchado.- Marlene argumenta con calma. Abby baja la cabeza.
- ¡Te amo!- Abby dice como un lamento.
- ¡Por favor! Sólo detente, nunca diré te quiero, yo no te amo, estoy muy enamorada de Rebeca ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?-  Abby suspira profundamente para recoger sus pensamientos.
- No puedo cerrar mis sentimientos, no te puedo amar un día y  el siguiente olvidarlo. Lo que teníamos era tan especial.- Marlene la interrumpió.
- Fue compañerismo y sexo solamente, no tenía la intención de que fuera otra cosa. Mi foco estaba siempre en Rebecca y tú lo sabías o ¿Se te ha olvidado de alguna manera?- La discusión entre las dos se convierte en caliente.
- Lo hice al principio, pero las cosas cambiaron para mí, no me estaba dando cuenta de que me enamoraba de ti, y acabe por hacerlo. Rebecca estaba comprometida con Katherine. ¿No tienes ningún buen pensamiento acerca de lo que teníamos?-  Ella implora en la búsqueda de una pequeña chispa de sentimientos reales que Marlene aún podría albergar.
- ¡No! Me preocupo por ti como persona y, ¡Sí! Tuve un muy buen momento contigo, no voy a mentir que teníamos una relación muy especial, pero yo no te amo.- Marlene relata con honestidad.
- Así que incluso. ¿Si Rebecca se hubiese quedado con Katherine no habrías seguido conmigo más lejos? – Presiona a Marlene buscando una respuesta directa.
- No puedo responder a eso, no sé qué hubiera pasado si Rebecca me hubiese negado, pero ella no lo hizo. Llevamos enamoradas demasiado tiempo y ninguna persona o cosa alguna podrá mantenernos separadas.- Ella le comenta.      
- Rebecca no tiene un buen historial, ¿Qué pasará cuando te engañe otra vez? ¿Qué vas a hacer? ¿Volverás gateando de nuevo a mí?- Abby habla con dureza. 
- Eso es entre Rebecca y yo, no tiene nada que ver contigo ¿Qué quieres? ¿Quieres que acabe mi relación con Rebecca para hacerte feliz? ¿Estás  en algún viaje de ego? ¿Crees que en ese instante habría venido corriendo de nuevo a ti sólo para poder probar ese punto? ¿Estarías feliz sabiendo que convives con alguien que está enamorado de otra persona? - Marlene se siente despreciada y eso la enfurece.
- ¡Tienes razón! Yo no sería feliz sabiendo que Rebecca está siempre en tu mente, pero yo no puedo dejar de amarte y con ganas de estar contigo es que, simplemente no es tan fácil.- Le expresa en voz alta.
- Tienes que probar Abby, tienes que controlar tus sentimientos, tus arrebatos hacia Rebecca, tienes que dejarnos en paz, tenemos que trabajar juntas y deseo que haya una buena relación de trabajo entre las dos, pero no a expensas de tus sentimientos. - Marlene razona en forma de advertencia.  Abby se siente acosada y acorralada.
- Es difícil tenerte aquí de pie, rogándome que detenga algo que quiero tan desesperadamente, quiero abrazarte, te quiero en mi cama, pero me doy cuenta de que simplemente, eso no va a suceder.- Sus palabras atormentan a Marlene nuevamente como lo habían hecho en el pasado.
- No quiero presentar cargos, no es algo que se me apetezca hacer. Sobre todo después de lo que pasé cuando me violaron, el dolor que sentí, la burla, no quiero tratar con ello y yo te conozco. Entiende que, testificar fue muy duro y frente al hombre que me violó, fue una pesadilla, por decir lo menos, pero si me pones la espalda contra la pared, no tendré más remedio, no necesito recordarte que mi cuñado es también mi abogado y estoy segura de que entiendes que no será muy bueno para ti. Pero si tengo que seguir adelante, lo haré. - Marlene declara racional y con un control completo. Abby llora sacudiendo la cabeza.
- ¡No! Necesito éste trabajo. Te amo pero no voy a dejar que esto me arruine, me controlaré cuando estéis cerca, tú y Rebecca, te lo prometo, por favor, no haré nada para destruir lo que había entre nosotros. - Las súplicas las expresa en un tono sincero. Marlene  sin más, sale tranquilamente cerrando la puerta detrás de ella. Las tensiones que consumen sus emociones ahora parecen muy lejos.