Una separación necesaria

Una separación necesaria

miércoles, 4 de enero de 2017

CAPÍTULO 37





                                                 NUEVOS PROYECTOS

Marlene y Rebecca caminan nerviosas hacia la puerta de Schneider.
- Bienvenidas señoras.-  Charlie les hace señas para acercarse.
- Qué agradable teneros de vuelta, quiero escuchar todo lo que me podáis contar sobre  la luna de miel, chicas .- Su risa ayuda a calmar los nervios.  
- Deberías salir de este castillo y hacernos una visita pronto.-  Le declara Rebecca mirando alrededor buscando a Ollie. Charlie la agarra por el brazo.  
- Ollie os está esperando. Le senté en el comedor de  atrás.- Ella les acompaña hasta la mesa.
- ¡Señoras!-  Ollie las saluda y tira de sus sillas. -  Me tomé la libertad de pedir vino, espero que no te importe.- Su sonrisa alivia las tensiones de Marlene.
- Pensé que Jorge podría unirse a nosotros.-  Marlene bromea.  Ollie suspira.
- Desafortunadamente él tiene negocios en Amsterdam esta semana.- Rebecca entra en la conversación.
- ¿Cómo van las cosas? Quiero decir entre ustedes dos.- Ella pregunta con un tartamudeo.
- Bien, muy bien, estamos viviendo cómodamente y por una vez por nosotros mismos.- Rebecca toma un sorbo de  vino.
- ¿Me he enterado que estás haciendo un montón de viajes?- Él se frota un lado de la mandíbula.
- Sí ser ejecutivo de una revista tiene sus privilegios.- Agrega en el momento que el camarero trae los menús a la mesa.
Disfrutan de la cena poniéndose al día sobre las últimas noticias.
- Bueno me habéis invitado a cenar. ¿Tengo la sensación que el asunto va para un contrato de modelo tal vez? -  Comenta. Marlene toma la palabra y le responde rápidamente.      
- No, en realidad es algo más personal y Rebecca y yo… escucha nuestra reflexión,  simplemente nos oyes, antes de hacer cualquier juicio.- Ella le  implora, Rebecca le coge la mano, Ollie les sonríe de manera amable.
- ¡Está bien! Escucharé.-  El silencio habla.
- Rebecca y yo hemos decidido formar una familia y nos gustaría que  seas el padre de nuestro primer hijo. ¡Si estás interesado!- Marlene casi vomita la reflexión, finalmente consigue el valor para decirlo. Él se queda sin habla al principio, Rebecca le toca la manga de su chaqueta.
- Esto es un desconcierto para ti, lo sabemos, y que es muy serio para que tomes una decisión. Entiendo que puede ser demasiado molesto para asimilar en éste momento.- Rebecca habla con una punzada en su voz. Ollie mira a las dos, ellas pueden ver el brillo en sus ojos.
- ¿Ser padre? ¿Me queréis como padre para un hijo?-  Ollie parece perplejo, pero halagado, sonríe con calma por lo bajo. Marlene y Rebecca se miran la una a la otra sin adivinar los verdaderos sentimientos de Ollie.  Marlene apenas puede tragar, el nudo en su garganta está causando una intensa presión.
- Lo sentimos si te hemos causado algún desconcierto.- Rebecca interviene. Él sonríe ampliamente.
- Ser padre, siempre he soñado con ser padre. ¿Te acuerdas de cuando Christian y yo adoptamos la niña? Yo la amaba, fue una experiencia maravillosa. - Él cuenta con la cara iluminada.
- Lo recuerdo.- Marlene le confirma.
- Sé que fue una buena cosa en tu vida y la relación con Christian.-   Le comenta con dulzura.  Marlene y Rebecca  sonríen porque ambas están seguras del significado de su sonrisa.
- ¡Ollie! Entendemos si necesitas tiempo para pensar o si sientes que no te interesa…- Rebecca le habla mirándole directamente al rostro.
- ¿Quién de vosotras lo engendrará?-  Le pregunta con franqueza. Marlene sonríe.  
– Yo lo haré.-  Le expresa feliz. Ollie asiente con la cabeza.
- Supongo que hay un montón de cosas de que hablar y ¿Entiendo que estoy bajo alguna obligación?- Rebeca hace una respiración profunda.
- ¡No! No estarías bajo ninguna obligación, cubriremos todos los gastos médicos, por supuesto.- Le responde.
- ¿Sería parte de la vida de este niño?-  Les pregunta con cierta ansiedad. Marlene mira a Rebecca luego a Ollie.
- ¿Que quieres ser? Me refiero a un grado que no será un grado de cercanía, el niño será nuestro legalmente.- Ella le comenta.
- No estoy pidiendo participar plenamente, pero en algún momento ese niño querrá saber quién es el padre. - Ollie se pone serio.
- Tendrías que firmar un contrato de renuncia a todos los derechos de padre que recaerían en las madres.- Rebecca le añade.
- Pero para ser justos nos gustaría que seas una parte de su vida de alguna manera, podrías cuidarle de vez en cuando.- Le añade con una sonrisa. Ollie trata de relajarse.
- Entendemos que es un asunto muy serio para decidir así a bote pronto. Puede ser algo que quieras discutir con Jorge o tomarte algún tiempo para pensar por tí mismo.-  Marlene comenta con tranquilidad. Ollie pone la servilleta sobre la mesa y termina el último sorbo de vino en su copa.
- ¿Qué tengo que hacer?-  Su pregunta les ilumina la mirada.
- ¿Estás diciendo que lo harás?- Rebecca le pregunta nerviosa.  
- ¡Sí! ¡Será un honor!-  Se ríe sacudiendo la cabeza. Ambas mujeres lo abrazan encantadas. Terminan la cena hablando sobre la decisión de elegirle a él. El plan se empieza a poner  en marcha.

Marlene se está desnudando mientras Rebecca se ducha. Coge el teléfono para llamar a Kim. Confirma el plan para la cena del domingo con su padre, Tommy y Biggi. Rebecca sale envuelta en una toalla de la ducha  y se seca el pelo.
- Pensé que te unirías a mí.- Le dice acariciando la cara de Marlene con la mano.
- Tenía que llamar a Kim, quería estar segura de que estará en casa de papá el domingo. Emilio se queda en España unos días más, su madre no está bien y quiere pasar mas tiempo con ella.-  Marlene se sienta y comienza a cepillarse el pelo. Rebecca ya se ha puesto el pijama.
- Sé que tenemos que hablarles de formar familia. ¿No sé si quieres hablarles de Ollie?-  Rebecca le pregunta.  
- Creo que deberíamos mantener lo de Ollie en secreto hasta que estemos listas para decirlo al resto de nuestra familia.- Ella le responde. Se levanta y se pone el camisón.
– Estoy cansada.- Dice bostezando.  - Fue bastante dramático, debo admitir que me preocupaba al principio, pensando en él y el tipo de persona que es.- Se encoge para meterse en la cama. Pone su brazo alrededor de la cintura de Rebecca.
– Tendremos que hablar con Sebastian, hay  que decirle todo. Quería esperar hasta después de que nos enteráramos de que estuvieses embarazada, pero le necesitamos para redactar el contrato. -  Marlene se acerca a Rebecca y le besa la nuca. Rebecca rueda sobre si misma y sus labios se encuentran.  Marlene la mira profundamente a los ojos, la tenue luz de la lámpara dibuja el contorno de su cara, su piel cálida y acogedor al tacto. Marlene apunta su dedo índice y lo coloca en el hoyuelo de la barbilla de Rebecca deja que descanse allí sin moverlo. La oscuridad de los ojos de Rebecca  excita la necesidad de abrazarla. - ¡Hazme el amor!- Le susurra sobre la mejilla de Rebecca que estaba mirándola expectante.
- ¿Oí que estabas cansada? – Le pregunta Rebecca  juguetona.
- Nunca estoy demasiado cansada para hacer el amor.- Ella se ofreció. - Ayuda a dormir mejor.-  Sonríe y reúnen sus labios en un giro apasionado, sus lenguas encerradas juntas. Marlene puso las manos a los lados de la cara de Rebecca tirando de ella hasta que sus ojos se encontraron de nuevo.
- Nadie me ha llegado por la forma de hacer el amor como tu.- Marlene gimotea, la sonrisa de Rebecca  se amplía.
- Y nadie me ha hecho sentir como cuando entras en una habitación, me dejas sin palabras,  irradias belleza y pienso en lo afortunada que soy de que estés enamorada de mí.- Ella se va hasta el fondo del camisón de Rebecca y poco a poco se lo quita.  Las manos de Marlene viajan por los costados de Rebecca a las curvas de sus caderas, siente la piel de gallina aumentando, dispuesta así ella agarra sus muslos empujándola hacia sí. - ¡Hmmm!- Rebecca gime con los ojos cerrados con fuerza, levanta el camisón de Marlene hasta quitárselo. - ¡Te quiero! ¡Te amo!- Marlene susurra débilmente, arquea la cabeza hacia atrás,  los músculos se contraen apretándose mutuamente, mientras disfrutan el inmenso placer. Marlene está encima de Rebecca, su piel ahora mojada de sudor, apasionada. Rebecca cierra sus brazos alrededor de la espalda de Marlene sus manos y dedos masajeando sus músculos doloridos, el fuego sexual corre profundamente a través de ellas, mordisquea el labio inferior de Rebecca con los dientes agarrando suavemente la punta de la lengua entrando y saliendo de su boca abierta. - ¡Marlene!- Rebecca le habla. - ¡Shhh! ¡No ahora, no!- Marlene la besa entonces se desliza bajo las sábanas y cumple con el escape sexual que Rebecca ansía. Se abrazan, Marlene juega con un mechón de pelo de Rebecca girándolo firmemente alrededor de su dedo. La habitación está tan tranquila que no se oye ni caer un alfiler. Rebecca respira.
- Vamos a tener un bebé.- Marlene besa la frente a Rebecca. – Seremos madres.-  Comenta mientras se desliza más bajo las sábanas envolviéndose alrededor de ella. – Me has llamado y yo te silenciado. ¿Había algo importante que querías decir?- Le pregunta Marlene, Rebecca niega con la cabeza.
-Te quiero y sólo cuando me abrazas aparece esa energía que necesito expulsar.- Ella apoya su cara contra la de Rebecca.
- Se llama química, mi amor, es algo que no muchas personas tienen, pero que yo he tenido contigo desde el principio.- Marlene sonríe y mira los ojos de su esposa antes de continuar. - Creo que es una de las cosas más potentes que me atrajo a ti, incluso antes de saber que me estaba enamorando.- Rebecca se vuelve hacia ella.
- Soy muy afortunada, tenerte en mi vida y sin ningún tipo de obstáculos.- Marlene coloca sus labios en los de Rebecca besándola con ternura.
- Vamos a dejar todo lo que hay detrás de nosotros, no habrá más malos tiempos o que cualquiera pueda interponerse en nuestro camino, sellamos nuestro destino casándonos y ahora estamos listas para crear nuestra propia familia.- Rebecca se siente reconfortada por sus palabras, se acurruca fuertemente contra ella.

Rebecca se crispa cuando pone su brazo sobre la almohada de Marlene sólo para descubrir que está vacía. Rápidamente levanta la vista y luego se da la vuelta.
- ¿Qué estás haciendo? Es temprano.- Rebecca le dice con voz de grava. Marlene aprieta la banda de goma alrededor de su cola de caballo, está vestida y maquillada. 
- Nosotras, tenemos un largo día por delante.- Ella se ofrece sentándose a su lado en la cama, besa su frente.
- ¿Qué tenemos que hacer?- Expresa Rebecca con mirada de sorpresa.
- ¡Sí! El desayuno, luego un recorrido por la casa y algunas compras de muebles.- Le ordena y  agarra la mano de Rebecca tirando de ella fuera de la cama. Rebecca suspira.
- ¿Muebles? ¿No podemos comprarlos por internet?- Marlene se ríe en voz alta.  
- No seas tontorrona.- Rebecca se viste informal, caminan por el patio en dirección al comedor. 
- Realmente debería ir a la oficina, esta mañana todo el mundo está trabajando horas extras.- Marlene le dirige una mirada de reprobación.
– Podemos, pero no vamos a quedarnos, tienes una nueva posición, que implica no ser la niñera de los empleados de LCL.- Ella exige en un gruñido. Entran en el comedor todo el mundo está sentado. Justus le sirve un café.
- ¡Rebecca! Tengo los diseños listos de la ropa interior.- Tanja habla mientras se unta mantequilla en un panecillo de desayuno, Marlene aprieta los dientes.
- ¿Vas a estar en la oficina la mayor parte del día?- Le pregunta a Rebecca que permanece tranquila. 
- ¡Sí! Tenemos un desfile de moda que planificar o ¿Lo has olvidado?- Tanja rompe mirando directamente a los ojos de Marlene. Rebecca se aclara la garganta.
- Marlene y yo tenemos planes para hoy.- Le responde con claridad y bebe su café. Elisabeth se asoma por encima del periódico.
- ¿Planes? Tengo todo el personal trabajando hoy. ¿Sois conscientes de vuestras responsabilidades?-  Se hizo el silencio en la mesa.
- Lo siento Tanja pero Rebecca y yo tenemos una vida fuera de LCL, y sí, somos conscientes. En algún momento de hoy tenemos la intención de entrar y salir para comprobar el desfile de moda contigo. A Emily ya se le ocurrió un nombre para la colección y por desgracia sin nuevos apoyos, va a ser un poco difícil de hacer algo juntos hoy.- Marlene responde con severidad y cierta frialdad. Tanja la mira fijamente, arruga la nariz y luego la frente, Tristan agita su café, media sonrisa cruza su rostro mientras se burla en voz baja.
- Parece que nuestra cuñada ha establecido la ley abajo.- Él barrunta mientras se toma una copa.
- ¡Cállate Tristán!- Tanja ordena en voz alta.
- ¡Disculpa!- Pone la servilleta sobre la mesa y sale del comedor.
- Es suficiente Tanja.- Elisabeth se expresa con firmeza, Sebastián tose en su mano.     
- Hemos ajustado el presupuesto para nuevos apoyos.- Expone generando un brillo de satisfacción en el rostro de Marlene.  - ¡Sí! Marlene ahora tendrás nuevos apoyos y accesorios para trabajar.- Elisabeth se expresa dulcemente tratando de aliviar las tensiones en la mesa.
- Puedes pedir lo que sea que necesites el lunes por la mañana.- Tanja le comenta. A Rebecca se le escapa una risita y se cubre la boca con la mano. Tanja envía a Marlene una expresión de desacuerdo. -Te veré en la oficina después.- Ella se excusa al igual que Sebastián.
- ¡Lo siento!- Elisabeth se disculpa rápidamente. - Tenía la esperanza de tener un buen desayuno en familia la mañana del sábado.- Rebecca la mira con ironía.
- Llámame cuando consigas arreglar eso.- El tono sarcástico causa algo de risa a Elisabeth.
- ¿Así que las niñas tienen un gran día planeado?-  Marlene se apresura a contestarle.
- Un recorrido por la obra de la casa, papá ha hecho un gran progreso en los últimos días y luego vamos a ir de compras, a por muebles y complementos para la casa.- Su sonrisa es de complacencia y su voz ahora es relajada.
- Esta tarde haremos una parada en la oficina y, posiblemente, algo de trabajo para el desfile de moda.- Rebecca añade. Terminado el desayuno, Marlene y Rebecca se aprovisionan de abrigos y sombreros. Salen por la puerta delantera del castillo.
- Es un hermoso día. ¿Vamos  caminando?-  Marlene agarra a Rebecca por el brazo, el brillo del sol causa un estrabismo en los ojos.
- Hace frío ¿Estás segura de que no quieres ir en coche?- Rebecca contesta.
- Prefiero caminar no hemos tenido muchos días soleados últimamente y creo que la caminata será buena para nosotros.- Se abren paso andando por la carretera.
En la casa los carpinteros y contratistas trabajan de manera constante.
- ¡Papá! ¡Buenos días! - Marlene lo abraza.  
- ¡Chicas!- Rebecca camina alrededor de las paredes tachonadas colocando sus manos sobre ellas en un intento de averiguar qué iría en cada cual y dónde.
- Han entregado la piedra y el ladrillo.-Thomas anuncia apuntando hacia un lado de la casa.
- Un muy hermoso color peltre y el ladrillo es un rojo pálido de una fantástica serie. Ha sido una buena elección de las dos.- Termina de decir al tiempo que se rasca la cabeza.
- ¡Gracias Thomas! Parece que las cosas están a tiempo.- Rebecca está mirando la pila de ventanas puestas contra la pared.
- Los últimos días han sido buenos, hemos conseguido terminar el techo,  era una prioridad.-  Marlene pasa la mano a lo largo de la mampostería de la chimenea que será el punto culminante de la gran sala. Rebecca se acerca por detrás y le pone la barbilla encima del hombro.
- Un retrato tuyo con el vestido de novia, se vería hermoso  encima de la repisa de la chimenea. ¿No te parece?- Marlene sonríe volviendo hacia Rebecca.
- ¿El mío en la escalera del castillo?- Ella le pregunta con timidez.
- ¡Sí! Estabas preciosa con ese vestido.- Rebecca contesta y ambas se echan a reír. - Ni siquiera hemos pensado en la repisa de la chimenea.- Ella le responde. 
- Bueno, vamos a empezar a pedir algunas ideas, tal vez tu papá pueda plantear algo, como viejo lobo.-  Rebecca bromea. 
-Tenemos que  comprar muebles.-  Marlene le recuerda y se alejan de la casa.

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