TOTALMENTE
DECIDIDAS
-¡Me
gusta este!- Rebecca le
dice al sentir la firmeza del colchón.
- ¿Quieres
probarlo?- Le pregunta a Marlene que se deja caer sobre el
colchón y luego se tumba a su lado.
-
¡Rebecca! Hay gente aquí.-
Marlene se levanta de forma repentina y le regaña al querer ponerse sobre ella.
- No
seas tímida.- Pasa la mano por la superficie del colchón.
– Venga,
solo es para probarlo.-
Marlene mira a su alrededor, con un suspiro se sienta junto a Rebecca que,
rápidamente, le toma la mano y tira de
ella a su lado.
– Mira,
no es tan malo.- Marlene
pone una mirada de incertidumbre en su cara.
– No
deberíamos estar sentadas aquí, pero es realmente cómodo.- Añade.
Rebecca sonríe apoyando el codo y poniendo su puño bajo su mejilla.
-
¿Te dije, te quiero?- Ella
comienza a coquetear.
-
¡Shh! Alguien puede oírte.-
Marlene se estremece cuando un señor mayor se acerca a ellas aclarándose la
garganta.
- ¿Puedo
ayudarles?- Es un hombre
corpulento, pelo canoso con el rostro cubierto por una barba. El traje bien colocado.
-
¡Oh!- Marlene rápidamente
se pone de pie. - ¡Sí! Lo compramos.-
Rebecca habla con una sonrisa en positivo. Marlene gira su cabeza hacia atrás mirándola
intrigada. Durante casi toda la mañana se dedican a comprar muebles y equipamiento con el
vendedor siguiéndolas a todas partes.
- ¿Esto
es todo señora Von Lahnstein?-
Pregunta completando los recibos.
-
¡Sí! Están terminando nuestra casa ¿Se puede entregar todo cuando esté acabada? ¡Le llamaríamos! - Él asiente con la cabeza.
– Disponemos
de almacén sin costo extra para usted, es lo menos que podemos hacer con todo
el mobiliario que ha adquirido.- Sonríe
en voz alta acariciándose la barba de su rostro. Rebecca firma los papeles para
el pago. Salen de la tienda cogidas de la mano.
- ¿Eres
feliz?- Rebecca pregunta girándose
hacia Marlene para mirarla.
-
La más feliz del mundo.- Responde
con alegría. Caminan tranquilas riendo y bromeando hasta girar en la esquina y
entrar por las puertas de LCL.
- Volvamos
a la rutina.- Marlene se
queja en voz alta.
-
¡Bueno! Haremos un intento de trabajar.- Tanja sorprende a las dos desde atrás. - Espero que su día de compras se haya acabado y estéis listas para echar
una mano.- Consigue enojar
a Rebecca.
-
¡Tanja!- Se dirige a ella
con severidad. - ¿Qué es exactamente lo
que quieres que hagamos? Marlene no puede pedir apoyos hasta el lunes, me voy a
Roma el miércoles y se ha contratado una diseñadora que debe ser responsable. -
Rebecca cruza la mirada y sus brazos a la espera de su respuesta.
- Se
trata de un desfile de moda, no de un día de compras o un viaje a Roma, se
trata de ayudar para que estemos preparados y el personal puede estar liberado
para las fiestas.- Marlene
sonríe en voz baja.
- ¿Y
desde cuándo te preocupan las vacaciones del personal? Yo no puedo hacer nada
hasta que pueda pedir mis apoyos y complementos, Emily y yo hemos cumplido, se
tomó una decisión, por lo que…-
Ella le levanta una ceja a Tanja.
Rebecca coge de la mano a Marlene. – Nos vamos a ir escaleras arriba y ver dónde
están. No quiero estar aquí todo el día.- Dejan a Tanja allí parada. Emily
y Natasha están ocupadas arreglando ropa en los bastidores.
-
¡Oh! Rebecca la colección Torbellino está aquí.- Tira de la etiqueta de la cremallera y lo
abre. Rebecca puso sus manos en la etiqueta separando la cremallera a un lado y
hojea los vestidos de noche.
- ¿Está
todo en orden?- Marlene le
pregunta mirando apoyada la barbilla en
su hombro.
- ¡Sí!- Acaricia con la mano uno de los
vestidos. - Mi última colección.- Lo
dice con nostalgia anticipada.
-
¡Hey!- Marlene le da la
vuelta y le pone sus manos encima de los hombros. – Estoy segura que vas a encontrar tiempo para diseñar.- Rebecca baja los hombros.
-
Estoy un poco nerviosa eso es todo, estaré bien.- Comenta
con una leve sonrisa.
- Sé
que lo harás.- Marlene
señala hacia la puerta de su oficina.
-
Voy a mirar algunos diseños para el desfile, te veo más tarde.- Se aleja dejando a Rebecca algo triste y de
mal humor.
-
¡Señora Von Lahnstein!- Natasha sobresalta a Rebecca.
- Creo
que hemos hecho todo lo que hemos podido por hoy, Emily está terminando la
organización de los bastidores y las costureras. Estamos con retraso todavía y Emily ha hablado con Marlene sobre la presentación.- Natasha informa de todo a Rebecca, ella levanta
la mano para detenerla.
-
¡Ok! Antes de la noche, coloque los bastidores al final de su mesa, no debe
dejar nada por medio, y podrá irse a casa, nos vemos el lunes.- Rebecca se dirige ahora al despacho de
Marlene, abre la puerta. - ¿Encuentras lo
que estás buscando?- Se coloca
detrás de Marlene masajeando sus hombros.
-
¡Si! Lo encontré.- Ella
gimotea disfrutando de los efectos que las manos de Rebecca le ofrecen.
- ¡Vamos! Salgamos de aquí.- Marlene
ordena tocando la mano de Rebecca.
- Tenemos que parar en el mercado, comprar una botella de vino y un bonito ramo de flores para Biggi.- Se ponen los abrigos y se dirigen a la salida.
- Creo que Marlene y Rebecca se han marchado y tengo una cita con Tristán esta noche, así que no quiero llegar tarde.- Emily murmura recogiendo su bolso y la chaqueta. Natasha lleva una pequeña bolsa de deporte negro que coge de debajo de la mesa.
- Tenemos que parar en el mercado, comprar una botella de vino y un bonito ramo de flores para Biggi.- Se ponen los abrigos y se dirigen a la salida.
- Creo que Marlene y Rebecca se han marchado y tengo una cita con Tristán esta noche, así que no quiero llegar tarde.- Emily murmura recogiendo su bolso y la chaqueta. Natasha lleva una pequeña bolsa de deporte negro que coge de debajo de la mesa.
- Creo
que voy a trabajar esta noche.- Comenta, sonríe caminando por las escaleras
con Emily.
-
¡Oh! El gimnasio. ¿Vas con regularidad?- Emily trata de entablar conversación sin saber mucho acerca
de Natasha.
-
¡Sí! Al menos, tres días a la semana.- Le responde mientras caminan hacia la puerta de salida donde
les espera una noche fría.
-
¡Bueno! Nos vemos el Lunes, tal vez
podamos encontrar algo de tiempo para hablar fuera del trabajo y llegar a
conocernos mejor.- Le comenta Emily caminando hacia el coche.
- Suena
bien.- Le dice mostrando
una sonrisa honesta. - No querrás llegar tarde a tu cita, te veré el Lunes.-
Natasha se sube en su coche y se marcha dejando a Emily preguntándose quién es ella.
Marlene y Rebecca vestidas para la ocasión,
con el ramo de flores y una botella de vino en la mano entran en el apartamento
lleno de los olores de la cocina, carne
a la cacerola de Biggi. Marlene se acerca a la mesa y coge un álbum de fotos
que yacía allí.
-
Nuestras fotos de la boda.-
Dice muy contenta.
-
¡Sí! Llegaron ayer por la tarde.-
Thomas habla bajando las escaleras.
- No
importa esperar hasta hoy para verlas. – Rebecca dice un poco mosca.
-
¿Has trabajado hoy?- Interroga Marlene.
- Esta
misma mañana.- Le dice.
- ¿Dónde
está Kim?- Pregunta Marlene sentada al lado de Rebecca.
- En
camino, tenía que hacer un recado.-
Responde Biggi quitando el asado del
horno. Disfrutan viendo las fotos de la boda. Thomas abre la botella de vino.
- ¿Quién
quiere vino?- Ambas levantaron la mano y decanta una copa
para cada una de ellas y las entrega con todos ellos en el sofá. Kim entra con
una bandeja de postre. Marlene se levanta del sofá y ayuda a Biggi a poner la
mesa. Kim comparte alguna información relacionada con el trabajo con Rebecca.
- La
cena está lista todos a la mesa. -
Biggi ordena. Toman asiento y comienzan a comer.
–
Me he apuntado a una clase de cocina una tarde a la semana en la Universidad,
comienza la semana que viene si te interesa. - Biggi sonríe mirando directamente a
Marlene. - Me
imagino que, ya que vas a estar viviendo en tu propia casa, es posible que
desees aprender un par de cosas.-
Rebecca se ríe, Marlene le echa una mirada de desaprobación, se aclara la
garganta.
-
¡Sí! Me interesaría.-
Thomas mira a Rebecca y sonríe con un movimiento de cabeza.
- El
martes a las siete, Podríais ir de la mano.- Marlene asiente con una sonrisa.
- Marlene
la cocinera.- Kim interviene
bromeando, Marlene la termina reprendiendo con la mirada. Todos comen con
apetito y animación para terminar la cena con risas. Kim se levanta y recoge la bandeja del postre. Marlene mira a Rebecca
y ella le devuelve un guiño.
- Hay
algo que Rebecca y yo nos gustaría hablar con vosotros.- Empieza
a hablar y Rebecca la toma de la mano.
- Después
de mucha deliberación y toma de decisiones, hemos pensado en formar una familia.-
Ella le da un trago a su vino y la habitación queda en silencio. Thomas
mira a Biggi y Kim a Rebecca.
-
¿Un bebé?- Thomas finalmente rompe el silencio.
- ¡Si
un bebé! ¿No os ha sorprendido?- Biggi deja el tenedor en la mesa.
- Es
una excelente noticia.-
Ella choca con el codo de Thomas.
-
¡Uh! Sí.- Él sonríe. -
¿Vais a adoptar?- Su curiosidad aumenta.
-
¡No! Queremos tener nuestro propio hijo, Marlene será inseminada, ella decidió
que lo engendraría.- Rebecca
contesta sorprendiendo tanto a Thomas como a Kim.
Kim sonríe.
– Es una gran decisión, y que espero os haga felices.-
– Es una gran decisión, y que espero os haga felices.-
- No
hemos hablado de esto con mi familia, creo que vamos a esperar hasta que
Marlene esté embarazada, así que pedimos que mantengáis el secreto.- Rebecca
habla con seriedad.
- ¿Te
has decidido por un donante?- Biggi
pregunta con curiosidad.
–
Si lo hemos hecho. Visitamos un especialista en fertilidad y ya hemos comenzado
las pruebas para ver si mi salud me permite quedar embarazada.- Ella responde jugando con el postre en el
plato. Rebecca la mira, ella le hace un gesto asintiendo.
- Oliver Sabel será el padre de nuestro primer hijo, Marlene hizo algunas investigaciones sobre el banco de esperma y sus donantes. No le gusta, lo encuentra incómodo. Pensamos en alguien en sintonía con nosotras y que sabemos es de confianza. Ya está acordado y tan pronto cuando todas las pruebas estén realizadas Marlene será inseminada y esperamos que embarazada.- Rebecca expone su argumento con confianza.
- Oliver Sabel será el padre de nuestro primer hijo, Marlene hizo algunas investigaciones sobre el banco de esperma y sus donantes. No le gusta, lo encuentra incómodo. Pensamos en alguien en sintonía con nosotras y que sabemos es de confianza. Ya está acordado y tan pronto cuando todas las pruebas estén realizadas Marlene será inseminada y esperamos que embarazada.- Rebecca expone su argumento con confianza.
- Parece
que lo tenéis muy pensado.- Kim comentó. - ¿La casa y no el castillo? ¡Claro!- Ella pensó en voz alta para sí misma.
- Biggi
déjame ayudarte con los platos.-
Marlene se ofrece a ayudarla. Thomas sigue a
Rebecca hasta el sofá.
-
¡Me has sorprendido! Mi hija no tanto.- Duda mirando a Marlene junto al fregadero.
- ¿Un bebé?- Mira de nuevo a Rebecca reconfortado.
- Hablamos
de tener un niño antes de casarnos, así que no es
algo nuevo. ¡Sí! Yo era reacia al principio, pero la quiero y haré cualquier
cosa para hacerla feliz. Estoy tan
ansiosa como está ella ahora.- Con voz trémula Rebecca le asegura su
confianza.
- ¡Ok! Así que voy a ser un abuelo, ya
veo que necesito tener esta casa terminada para que mi nieto tenga un buen
lugar dónde vivir.- Le
golpea la rodilla a Rebecca con un poco de ternura y le nace un guiño. - Creo que esto se merece otra copa de vino,
tenemos que celebrarlo. - Rebecca
recoge y hojea el álbum de la boda. Recuerda
ese día especial y lo hermosa que estaba Marlene con el vestido de novia.
Emily se sienta en su mesa con un bloc de
notas en la mano mientras espera la llegada de Marlene. Natasha tranquilamente camina
por el establecimiento con su bolsa arrastrando en el suelo.
-
¡Buenos días!- Natasha
saluda con una voz de grava.
-
¡Buenos días! ¿Te apetece un café?-
Emily pregunta acercándose a la máquina de café y se sirve una taza.
-
¡No gracias! Estoy cansada, pero supongo que estaré lo suficientemente ocupada
hoy aquí, para que me mantenga despierta.-
Emily toma un sorbo de café.
-
Cuéntame algo sobre ti misma. -
Natasha se sienta en el taburete de la mesa y descansa su puño bajo la barbilla.
-
Tengo veintiocho años, nacída y criada en Kölonia, casada y luego divorciada.-
Ella suspira profundamente. -
No tengo hijos. Me gusta hacer ejercicio y he hecho algunos buenos amigos en el
gimnasio.- Emily levanta la ceja.
-
¡Ah! ¿Cuánto tiempo estuviste casada?- Ella se ríe mirando a Emily.
-
¡Tres años! Demasiado tiempo. -
Ella niega con la cabeza. Emily habla de sí misma. - Yo soy de Niza, Francia, he asistido a la escuela de diseño en París
y siempre he estado sola.- Ella
sonríe.
- ¿Cuánto
tiempo llevas en Düsseldorf?-
Emily piensa por un momento.
- No
mucho, me vine a trabajar directamente aquí, mi abuelo es copropietario de LCL
París y me dieron esta oportunidad maravillosa.- Ella le reflexiona. Natasha mira los
patrones que quedaron apilados en la mesa, ella coge uno.
- Siempre
me ha gustado la moda, pero de una manera diferente. Coso, mi madre era una
gran costurera y hemos hecho juntas
vestidos para la escuela. Ella me enseñó muchas técnicas. También he diseñado un par de cosas.- Le
cuenta de una tirada.
- ¿Tienes
una cartera de modelos?- Emily le pregunta.
-
¡Si! En casa. Trabajé para una empresa de diseño en Colonia durante los últimos
años, lo que más, el cuero y el encaje.- Ella se ríe. - Fue un
comienzo, Luego me dediqué a diseñar ropa de mujer en mi tiempo libre, pero la
empresa para la que estaba trabajando no creía que encajaba en su esquema, así
que decidí darme una oportunidad en la tarea de asistente aquí. He conseguido
meter mi pie en la puerta, por así decirlo.- Le comenta.
-
Me encantaría ver tu cartera en algún momento, si no te importa compartir.- Emily le expone de una manera amable. Empiezan
a armar los patrones, los ponen en pilas sobre la mesa. Aparece Abby que pasa
rápidamente por delante de ellas moviendo de cabeza. Natasha la mira de arriba
abajo y pregunta a Emily.
- ¿Y
quién es esa?- La pregunta tiene un aire extraño para ella.
-
Abby, Abby Wilkes la contable. ¿Por qué?- Natasha la observa mientras la ve entrar en la oficina de
Marlene.
- Es
hermosa.- Susurra el
comentario coge a Emily por sorpresa.
- ¿Eres
lesbiana?- Su pregunta es directa. - Quiero
decir… que yo pensé que estuviste casada con un hombre.- Emily expresa mientras Natasha mira a Abby que
está a punto de salir de la oficina de Marlene.
- Lo estuve, no, no soy lesbiana. Soy un espíritu libre, bisexual supongo, se podría decir que es lo que cada vez el estado de ánimo le parece, hombre o mujer. ¿Eso te molesta o eres una mojigata?- Ahora mira a Emily.
- Lo estuve, no, no soy lesbiana. Soy un espíritu libre, bisexual supongo, se podría decir que es lo que cada vez el estado de ánimo le parece, hombre o mujer. ¿Eso te molesta o eres una mojigata?- Ahora mira a Emily.
-
¡No! No soy ninguna mojigata ni tengo prejuicios. Por lo que se de ella,
deduzco que es gay.- El corazón de Natasha corre un poco.
-
¿Y cómo lo sabes?- Emily inclina su cabeza.
- Porque
ella tiene o ha tenido algo por Marlene y por favor no respires una palabra a
nadie sobre esto. Las escuché discutiendo sobre ello.- Natasha sonríe de forma franca. Comienza a pensar mientras ve que en la puerta de la oficina de
Marlene a Abby saliendo.
–
Interesante.- Dicho en un susurro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario