Una separación necesaria

Una separación necesaria

viernes, 6 de enero de 2017

CAPÍTULO 38

                                  
                 
                       TOTALMENTE DECIDIDAS

-¡Me gusta este!- Rebecca le dice al sentir la firmeza del colchón.
- ¿Quieres probarlo?-  Le pregunta a Marlene que se deja caer sobre el colchón  y luego se tumba  a su lado.
- ¡Rebecca! Hay gente aquí.- Marlene se levanta de forma repentina y le regaña al querer ponerse sobre ella.
- No seas tímida.-  Pasa la mano por la superficie del colchón.
– Venga, solo es para probarlo.- Marlene mira a su alrededor, con un suspiro se sienta junto a Rebecca que, rápidamente, le toma la mano y  tira de ella a su lado.
– Mira, no es tan malo.- Marlene pone una mirada de incertidumbre en su cara.
– No deberíamos estar sentadas aquí, pero es realmente cómodo.-  Añade. Rebecca sonríe apoyando el codo y poniendo su puño bajo su mejilla.
- ¿Te dije, te quiero?- Ella comienza a coquetear.
- ¡Shh! Alguien puede oírte.- Marlene se estremece cuando un señor mayor se acerca a ellas aclarándose la garganta.
- ¿Puedo ayudarles?- Es un hombre corpulento, pelo canoso con el rostro cubierto por una barba. El traje bien colocado.
- ¡Oh!- Marlene rápidamente se pone de pie. - ¡Sí! Lo compramos.- Rebecca habla con una sonrisa en positivo. Marlene gira su cabeza hacia atrás mirándola intrigada. Durante casi toda la mañana se dedican a comprar muebles y equipamiento con el vendedor siguiéndolas a todas partes.
- ¿Esto es todo señora Von Lahnstein?- Pregunta completando los recibos.
- ¡Sí! Están terminando nuestra casa ¿Se puede entregar todo cuando esté acabada? ¡Le llamaríamos! -  Él asiente con la cabeza.        
– Disponemos de almacén sin costo extra para usted, es lo menos que podemos hacer con todo el mobiliario que ha adquirido.- Sonríe en voz alta acariciándose la barba de su rostro. Rebecca firma los papeles para el pago. Salen de la tienda cogidas de la mano.
- ¿Eres feliz?- Rebecca pregunta girándose hacia Marlene para mirarla.
- La más feliz del mundo.- Responde con alegría. Caminan tranquilas riendo y bromeando hasta girar en la esquina y entrar por las puertas de LCL.
- Volvamos a la rutina.- Marlene se queja en voz alta.
- ¡Bueno! Haremos un intento de trabajar.- Tanja sorprende a las dos desde atrás. - Espero que su día de compras se haya acabado y estéis listas para echar una mano.-   Consigue ​​enojar a Rebecca.
- ¡Tanja!- Se dirige a ella con severidad. - ¿Qué es exactamente lo que quieres que hagamos? Marlene no puede pedir apoyos hasta el lunes, me voy a Roma el miércoles y se ha contratado una diseñadora que debe ser responsable. - Rebecca cruza la mirada y sus brazos a la espera de su respuesta.
- Se trata de un desfile de moda, no de un día de compras o un viaje a Roma, se trata de ayudar para que estemos preparados y el personal puede estar liberado para las fiestas.- Marlene sonríe en voz baja.
- ¿Y desde cuándo te preocupan las vacaciones del personal? Yo no puedo hacer nada hasta que pueda pedir mis apoyos y complementos, Emily y yo hemos cumplido, se tomó una decisión, por lo que…- Ella le levanta una ceja a Tanja.
Rebecca coge de la mano a Marlene. – Nos vamos a ir escaleras arriba y ver dónde están. No quiero estar aquí todo el día.- Dejan a Tanja allí parada. Emily y Natasha están ocupadas arreglando ropa en los bastidores.
- ¡Oh! Rebecca la colección Torbellino está aquí.- Tira de la etiqueta de la cremallera y lo abre. Rebecca puso sus manos en la etiqueta separando la cremallera a un lado y  hojea los vestidos de noche.  
- ¿Está todo en orden?- Marlene le pregunta mirando apoyada la barbilla en  su hombro.
 - ¡Sí!- Acaricia con la mano uno de los vestidos. - Mi última colección.- Lo dice con nostalgia anticipada.
- ¡Hey!- Marlene le da la vuelta y le pone sus manos encima de los hombros. – Estoy segura que vas a encontrar tiempo para diseñar.-  Rebecca baja los hombros.
- Estoy un poco nerviosa eso es todo, estaré bien.-  Comenta con una leve sonrisa.
- Sé que lo harás.- Marlene señala hacia la puerta de su oficina.
- Voy a mirar algunos diseños para el desfile, te veo más tarde.- Se aleja dejando a Rebecca algo triste y de mal humor.
- ¡Señora Von Lahnstein!-  Natasha sobresalta a Rebecca.
- Creo que hemos hecho todo lo que hemos podido por hoy, Emily está terminando la organización de los bastidores y las costureras. Estamos con retraso todavía y Emily ha hablado con Marlene sobre la presentación.-  Natasha informa de todo a Rebecca, ella levanta la mano para detenerla.
- ¡Ok! Antes de la noche, coloque los bastidores al final de su mesa, no debe dejar nada por medio, y podrá irse a casa, nos vemos el lunes.- Rebecca se dirige ahora al despacho de Marlene, abre la puerta. - ¿Encuentras lo que estás buscando?-  Se coloca detrás de Marlene masajeando sus hombros.
- ¡Si! Lo encontré.- Ella gimotea disfrutando de los efectos que las manos de Rebecca le  ofrecen. - ¡Vamos! Salgamos de aquí.-  Marlene ordena tocando la mano de Rebecca.
- Tenemos  que parar en el mercado, comprar una botella de vino y un bonito ramo de flores para Biggi.-  Se ponen los abrigos y se dirigen a la salida.                          
- Creo que Marlene y Rebecca se han marchado y tengo una cita con Tristán esta noche, así que no quiero llegar tarde.- Emily murmura recogiendo su bolso y la chaqueta. Natasha lleva una  pequeña bolsa de deporte negro que coge de debajo de la mesa.
- Creo que voy a trabajar esta noche.-  Comenta, sonríe caminando por las escaleras con Emily.
- ¡Oh! El gimnasio. ¿Vas con regularidad?- Emily trata de entablar conversación sin saber mucho acerca de Natasha.
- ¡Sí! Al menos, tres días a la semana.- Le responde mientras caminan hacia la puerta de salida donde les espera una noche fría.
- ¡Bueno! Nos vemos  el Lunes, tal vez podamos encontrar algo de tiempo para hablar fuera del trabajo y llegar a conocernos mejor.-  Le comenta Emily caminando hacia el coche.
- Suena bien.- Le dice mostrando una sonrisa honesta. - No querrás  llegar tarde a tu cita, te veré el Lunes.- Natasha se sube en su coche y se marcha dejando a Emily  preguntándose  quién es ella.

Marlene y Rebecca vestidas para la ocasión, con el ramo de flores y una botella de vino en la mano entran en el apartamento lleno de los olores de la cocina,  carne a la cacerola de Biggi. Marlene se acerca a la mesa y coge un álbum de fotos que yacía allí.
- Nuestras fotos de la boda.- Dice muy contenta.
- ¡Sí! Llegaron ayer por la tarde.- Thomas habla bajando las escaleras.
- No importa esperar hasta hoy para verlas. – Rebecca dice un poco mosca.  
- ¿Has trabajado hoy?- Interroga  Marlene.
- Esta misma mañana.- Le dice.
- ¿Dónde está Kim?-  Pregunta Marlene sentada al lado de Rebecca.
- En camino, tenía que hacer un recado.-  Responde Biggi quitando el asado del horno. Disfrutan viendo las fotos de la boda. Thomas abre la botella de vino.
- ¿Quién quiere vino?-  Ambas levantaron la mano y decanta una copa para cada una de ellas y las entrega con todos ellos en el sofá. Kim entra con una bandeja de postre. Marlene se levanta del sofá y ayuda a Biggi a poner la mesa. Kim comparte alguna información relacionada con el trabajo con Rebecca.    
- La cena está lista todos a la mesa. - Biggi ordena. Toman asiento y comienzan a comer.
– Me he apuntado a una clase de cocina una tarde a la semana en la Universidad, comienza la semana que viene si te interesa. - Biggi sonríe mirando directamente a Marlene. - Me imagino que, ya que vas a estar viviendo en tu propia casa, es posible que desees aprender un par de cosas.- Rebecca se ríe, Marlene le echa una mirada de desaprobación, se aclara la garganta.
- ¡Sí! Me interesaría.- Thomas mira a Rebecca y sonríe con un movimiento de cabeza.
- El martes a las siete, Podríais ir de la mano.- Marlene asiente con una sonrisa.
- Marlene la cocinera.- Kim interviene bromeando, Marlene la termina reprendiendo con la mirada. Todos comen con apetito y animación para terminar la cena con risas. Kim se levanta y recoge  la bandeja del postre. Marlene mira a Rebecca y ella le devuelve un guiño.
- Hay algo que Rebecca y yo nos gustaría hablar con vosotros.-  Empieza a hablar y Rebecca la toma de la mano. 
- Después de mucha deliberación y toma de decisiones, hemos pensado en formar una familia.-  Ella le da un trago a su vino y la habitación queda en silencio. Thomas mira a Biggi y Kim a Rebecca.  
- ¿Un bebé?-  Thomas finalmente rompe el silencio.  
- ¡Si un bebé! ¿No os ha  sorprendido?-  Biggi deja el tenedor en la mesa.
- Es una excelente noticia.- Ella choca con el codo de Thomas.
- ¡Uh! Sí.-  Él sonríe. - ¿Vais a adoptar?- Su curiosidad aumenta.
- ¡No! Queremos tener nuestro propio hijo, Marlene será inseminada, ella decidió que lo engendraría.- Rebecca contesta sorprendiendo tanto a Thomas como a Kim.
Kim sonríe. 
– Es una gran decisión, y que espero os haga felices.-
- No hemos hablado de esto con mi familia, creo que vamos a esperar hasta que Marlene esté embarazada, así que pedimos que mantengáis el secreto.- Rebecca habla con seriedad.
- ¿Te has decidido por un donante?-  Biggi pregunta con curiosidad.
– Si lo hemos hecho. Visitamos un especialista en fertilidad y ya hemos comenzado las pruebas para ver si mi salud me permite quedar embarazada.- Ella responde jugando con el postre en el plato. Rebecca la mira, ella le hace un gesto asintiendo. 
- Oliver Sabel será el padre de nuestro primer hijo, Marlene hizo algunas investigaciones sobre el banco de esperma y sus donantes.  No le gusta, lo encuentra incómodo. Pensamos en alguien en sintonía con nosotras y que sabemos es de confianza.  Ya está acordado y tan pronto cuando todas las pruebas estén realizadas Marlene será inseminada y esperamos que embarazada.-  Rebecca expone su argumento con confianza.
- Parece que lo tenéis muy pensado.- Kim comentó. - ¿La casa y no el castillo? ¡Claro!-  Ella pensó en voz alta para sí misma.
- Biggi déjame ayudarte con los platos.- Marlene se ofrece a ayudarla. Thomas sigue a  Rebecca hasta el sofá.
- ¡Me has sorprendido!  Mi hija no tanto.- Duda mirando a Marlene junto al fregadero. - ¿Un bebé?-  Mira de nuevo a Rebecca reconfortado.
- Hablamos de tener un niño antes de casarnos, ​​así que no es algo nuevo. ¡Sí! Yo era reacia al principio, pero la quiero y haré cualquier cosa para hacerla feliz. Estoy tan ansiosa como está ella ahora.- Con voz trémula Rebecca le asegura su confianza.
- ¡Ok! Así que voy a ser un abuelo, ya veo que necesito tener esta casa terminada para que mi nieto tenga un buen lugar dónde vivir.- Le golpea la rodilla a Rebecca con un poco de ternura y le nace un guiño.  -  Creo que esto se merece otra copa de vino, tenemos que celebrarlo. -  Rebecca recoge  y hojea el álbum de la boda. Recuerda ese día especial y lo hermosa que estaba Marlene con el vestido de novia.

Emily se sienta en su mesa con un bloc de notas en la mano mientras espera la llegada de Marlene. Natasha tranquilamente camina por el establecimiento con su bolsa arrastrando en el suelo.
- ¡Buenos días!- Natasha saluda con una voz de grava.
- ¡Buenos días! ¿Te apetece un café?- Emily pregunta acercándose a la máquina de café y se sirve una taza.
- ¡No gracias! Estoy cansada, pero supongo que estaré lo suficientemente ocupada hoy aquí, para que me mantenga despierta.- Emily toma un sorbo de café.
- Cuéntame algo sobre ti misma. - Natasha se sienta en el taburete de la mesa y descansa su puño bajo la barbilla.
- Tengo veintiocho años, nacída y criada en Kölonia, casada y luego divorciada.-  Ella suspira profundamente. - No tengo hijos. Me gusta hacer ejercicio y he hecho algunos buenos amigos en el gimnasio.-  Emily levanta la ceja.
- ¡Ah! ¿Cuánto tiempo estuviste casada?-  Ella se ríe mirando a Emily.
- ¡Tres años! Demasiado tiempo. - Ella niega con la cabeza. Emily habla de sí misma. - Yo soy de Niza, Francia, he asistido a la escuela de diseño en París y siempre he estado sola.-  Ella sonríe.
- ¿Cuánto tiempo llevas en Düsseldorf?-  Emily piensa por un momento.
- No mucho, me vine a trabajar directamente aquí, mi abuelo es copropietario de LCL París y me dieron esta oportunidad maravillosa.- Ella le reflexiona. Natasha mira los patrones que quedaron apilados en la mesa, ella coge uno.
- Siempre me ha gustado la moda, pero de una manera diferente. Coso, mi madre era una gran costurera y hemos hecho juntas  vestidos para la escuela. Ella me enseñó muchas  técnicas. También he diseñado un par de cosas.-  Le cuenta de una tirada.
- ¿Tienes una cartera de modelos?-  Emily le pregunta.
- ¡Si! En casa. Trabajé para una empresa de diseño en Colonia durante los últimos años, lo que más, el cuero y el encaje.- Ella se ríe. - Fue un comienzo, Luego me dediqué a diseñar ropa de mujer en mi tiempo libre, pero la empresa para la que estaba trabajando no creía que encajaba en su esquema, así que decidí darme una oportunidad en la tarea de asistente aquí. He conseguido meter mi pie en la puerta, por así decirlo.-   Le comenta.
- Me encantaría ver tu cartera en algún momento, si no te importa compartir.- Emily le expone de una manera amable. Empiezan a armar los patrones, los ponen en pilas sobre la mesa. Aparece Abby que pasa rápidamente por delante de ellas moviendo de cabeza. Natasha la mira de arriba abajo y pregunta a Emily.
- ¿Y quién es esa?-  La pregunta tiene un aire extraño para ella.
- Abby, Abby Wilkes la contable. ¿Por qué?- Natasha la observa mientras la ve entrar en la oficina de Marlene.
- Es hermosa.- Susurra el comentario coge a Emily por sorpresa.
- ¿Eres lesbiana?-  Su pregunta es directa.  - Quiero decir… que yo pensé que estuviste casada con un hombre.-  Emily expresa mientras Natasha mira a Abby que está a punto de salir de la oficina de Marlene.
- Lo estuve, no,  no soy lesbiana. Soy un espíritu libre, bisexual supongo,  se podría decir que es lo que cada vez el estado de ánimo le parece, hombre o mujer. ¿Eso te molesta o eres una mojigata?-  Ahora mira a Emily.
- ¡No! No soy ninguna mojigata ni tengo prejuicios. Por lo que se de ella, deduzco que es gay.-  El corazón de Natasha corre un poco.
- ¿Y cómo lo sabes?-  Emily inclina su cabeza.
- Porque ella tiene o ha tenido algo por Marlene y por favor no respires una palabra a nadie sobre esto. Las escuché discutiendo sobre ello.- Natasha sonríe de forma franca.  Comienza a pensar mientras ve que en la puerta de la oficina de Marlene  a Abby saliendo.               
– Interesante.-  Dicho en un susurro.

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