Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 4 de julio de 2017

CAPÍTULO 89

                           

                                DIRECTA AL CAMBIO
-No te olvides la clase de preparación es esta tarde a las seis.-  Marlene le recuerda a Ollie.
- ¡Lo tengo! ¿Supongo que Rebecca todavía está fuera?- El pregunta.
- ¡Sí! Un seminario en Colonia me ha enviado un mensaje, que llegaría tarde.-  Marlene  le  responde. - Estoy preparada para salir del trabajo,  podríamos encontrarnos allí.-  Ella le añade.
- ¿Cuál es la dirección? - Le pregunta.  
- Clinica de San Vicente sala cinco de la planta ocho.- Le explica.  - Estoy en “No Limits” todavía, Josie llega un poco tarde.- Le comenta y mira su reloj.  
– Yo iré por delante y voy haciendo el registro. - Marlene cuelga y termina de colocar el resto de sus efectos personales en las cajas que había colocado dentro de su oficina.                  
- ¡Marlene!- Tanja golpea en la puerta. 
- ¡Sí! Entra, no tengo mucho tiempo, tengo clase de preparación esta noche. Me voy para encontrarme con Ollie. - Le responde cerrando la tapa de la caja que acababa de llenar.  
- Para la colección de Sophia, ¿Tienes esas fotos? - Marlene revuelve en los papeles de su escritorio y coge un sobre y se lo entrega.
- ¿El nuevo director usará esta oficina?-  Le pregunta mientras Tanja mira las fotos.  
- ¡Sí! Tan pronto como lo dejes libre. Rebecca y yo hemos decidido contratar a Ian Fletcher.-  Marlene recoge su bolso.
- Es una buena opción, ha sido director de arte para una empresa tan prestigiosa como Goldberg de Londres.-  Sonríe.  - Tengo clase de preparación y ya llego tarde, si me disculpas, te veré mañana.-  Ella acaricia el hombro de Tanja con una sonrisa y se marcha.

- ¡La señora Von Lahnstein!- La voz de la recepcionista llamó por su nombre y le entrega un portapapeles con unos documentos en él.
- ¡Gracias!- Ella se sienta a rellenarlo. - ¡Oh Ollie!- Mira hacia arriba y sonríe agarrando su mano.
- Veo que no llego tarde.- Se sienta a su lado y mira el papel, cuando  otras parejas jóvenes comienzan a llegar.
- Si han rellenado todos sus papeles favor síganme.-  Le ordena la recepcionista, Marlene le devuelve los papeles y la siguen hasta una sala donde se sientan en los lugares asignados. Ollie echa un vistazo a la habitación.
- Parece que hay muchas personas que tienen bebés de este año.- El comenta cuando aparece la instructora de la clase entrando en la sala.
- Si se me permiten, quisiera tener la atención de todos.-  Ella comienza su discurso. - Este curso se realizará un día a la semana, durará una hora hasta que hayamos completado las doce horas del programa.  Soy la señora Leonard y seré su instructora. Les enseñaremos técnicas de respiración, a gestionar el dolor y el miedo entre otras cosas con el fin de ayudar y asegurar que todos y cada uno de ustedes tenga una entrega segura y tan natural como sea posible. - Marlene coge a Ollie de la mano, apretándola fuerte. Comienzan con la presentación de sí mismos y luego a trabajar en algunas de las técnicas de respiración antes de hacer un descanso.
- ¿Así que para cuando será?- La joven que está sentada junto a Marlene y Ollie le pregunta.  
- A primeros de Octubre.- Sonríe acariciando su vientre.
- Soy Claire.- Ella estrecha su mano.     
- Veo que mi marido ha hecho amistad con el suyo. – Le dice. 
- Soy Marlene.- Se presenta.
- Pero Ollie no es…-  Comienza a hablar cuando la instructora les interrumpe para reiniciar la clase. Ollie vuelve a tomar su asiento has que acaba la hora de la clase.
- ¡Bueno! Esto fue interesante, tendré que ir a casa y enseñar a Rebecca lo que hemos aprendido esta noche.- Él se ríe entre dientes, Marlene pone los ojos. - Me presenté con Claire.-  Le dice.
- ¡Si! La esposa de Trevor.-  Marlene sonríe ante el comentario sobre Ollie.  
- Ella pensó que eras mi marido.-  Entran en el estacionamiento.
- ¡Sí! Trevor está muy nervioso acerca de ser padre.-  Y añade.  - Y no creo que las lecciones de respiración le estén ayudando, traté de calmarlo, pero…-  Afirma mientras se ríen.
- ¡Gracias Ollie!-   Él le da una mirada rápida.
- Ya sabes que  estoy aquí para ti y para Rebecca en cualquier momento.- abrió la puerta del coche para ella.
- Te haré saber si Rebecca no puede hacerlo la próxima semana. ¿Vas a estar por aquí? - Le pregunta.        
– Estaré, Jorge está fuera de la ciudad todo el mes.-  Duda un instante.- Christian vendrá el martes.-  Él baja la cabeza.  
- ¿Él está decidido a verte?-  Ella pregunta.  
- ¡Sí! No sé Marlene, sólo que no sé si es una buena idea, él viene y no lo puedo parar si quiere verme, vendrá a “No Limits”.- Tartamudea en busca de las  palabras correctas.
- ¡Ollie! ¿Le has dicho a Jorge lo de la cena?- Ella le interroga con gesto serio.
- Lo hice, tuve que hacerlo, él es mi vida el hombre que amo y no es así de simple, Christian fue la persona con la que pensé que me pasaría la vida ya sabes cómo es eso.-  Marlene puede ver la tensión que cubre su cara mientras habla. Marlene golpea el volante con los dedos pensando en qué decir a su amigo enfocando  su situación con Christian.
- Si al verlo sólo desentierras viejos recuerdos, entonces deberías decirle que has cambiado y que no crees que sea una buena idea.-  Ella le aconseja y calurosamente le sonríe pero con dudas.
– Veremos.-  Añade en voz baja.
- Si necesitas hablar.-  Le recuerda.
- Lo haré, prometido.  Debería irme, hablaremos pronto.-  Le dice y ella lo deja en “No Limits” preguntándose qué debía hacer.
Marlene entra en la tranquilidad de su casa mientras camina a la cocina donde encuentra una nota de Ruth, la cena está en el horno.  Coge su plato y se sienta a la barra cuando aparece Rebecca.
- ¡Hola!- Se acerca a ella y la besa en la mejilla.        
- ¡Hola! ¿Tienes hambre?-  Le pregunta
- ¡No! Hicimos el almuerzo muy tarde.-  Le responde  sirviendo un vaso de vino.
– La clase ¿Cómo ha ido?-  Rebecca pregunta mientras cierra el refrigerador.
- ¡Bien, bien!-  Se sienta al lado de Marlene.             
- Pareces distante. ¿Qué pasa?-  Marlene deja su tenedor sobre la mesa.
- Ollie me dijo Christian llegará el martes, está muy nervioso y que no sabe cómo manejar la situación.-  Rebecca frunce los labios.  
- Estoy segura de que le has aconsejado bien.-  Marlene se ríe entre dientes.
- Él quiere cenar con Ollie, pero no está  seguro de que sea una buena idea.-  Ella le responde.
- ¿Qué hay de Jorge?-  Rebecca interrogado.
- Sabe que Christian va a estar aquí y por lo que tengo entendido, confía en Ollie al completo, es sólo la angustia y el temor de ver a alguien con quien tuvo algo y todavía lo ama, pero no puede volver allí.-  Marlene le transmite, recoge su plato de la barra, Rebecca baja la cabeza.
- ¡Sí! Puedo entender lo difícil que debe ser.  Será bueno volver a ver a Christian de nuevo.-  Expresa con una sonrisa.
- Hablaré con Ollie.-  Marlene añade.
- Estoy cansada y con necesidad de un baño caliente y relajante. - Mira Rebecca.   
- Tráete tu copa de vino y vente conmigo.- Ella la atrae hacia si.
- ¡Hmmm! suena bien.-  Se sirve un poco más de vino y la sigue por las escaleras arriba. Marlene  prepara un baño caliente, se despojan de la ropa y se deslizan dentro de la bañera y sentadas la una frente a la otra.
- ¿No está Jorge de viaje por alguna parte?-  Rebecca continúa la conversación.
- ¡Sí! Todo el mes.-  Le responde cerrando los ojos se recuesta bajo el calor de la espuma, Rebecca acerca el pie y con sus dedos comienza a acariciar suavemente el vientre de Marlene.  
- ¡Hmmm!-  Ella gimotea en voz alta al tiempo que el roce de Rebecca se hace más intenso. 
- ¡Rebecca!- Marlene dice agarrándole el pie. - Podrías hacer que me sienta bien, relajada.- Rebecca ríe ligeramente.
- Estoy segura de que podría.-  Ella le habla con sensualidad. Rebecca se inclina hacia delante para reunir sus labios a los de Marlene en un beso apasionado. - ¿Así?-  Cuestiona. Marlene abre un ojo.
- Igual si.- Se pone de pie vestida de espuma de jabón,  coge una toalla, agarra a Marlene de la mano tirando de ella hacia arriba la envuelve en la toalla, se la lleva a la habitación y a la cama. - Me lees el pensamiento.-  Rebecca sigue acariciando su cuerpo desnudo que alienta el deseo con ardor.
- Te amo Marlene.-  Dibuja con sus labios los de ella con la lengua separándolos y degustando la dulzura de su boca.
- Y yo también te amo, pero estoy cansada y necesito descansar.-  Pone su mano en la cara de Rebecca, mirándola podía sentir la pesadez en los párpados, Rebecca sonríe.
- Date la vuelta.-  Ella le expresa, al hacerlo el peso extra que lleva delante de ella lo siente incómodo. Marlene se remueve en la cama. 
- ¿Qué pasa?- Rebecca le dijo al oído.
- No puedo estar cómoda.- Le responde acariciando su vientre con la mano. Rebecca se abraza  por la parte superior del abdomen de Marlene.
- ¿Quieres ponerte de espalda?- Ella preguntó.
- ¡Si! Creo que lo necesito.- Ella le ayuda cuando Marlene se retuerce notando el movimiento de un pie sobre su caja torácica que la sorprende. - ¡Creo que  me ha dado una patada! – Exclama. Rebecca se acerca y enciende la lámpara. Sonríe con satisfacción al observar el pequeño movimiento bajo la piel de Marlene.
- Se está moviendo.-  Ella parece excitada, toma la mano de Marlene y la pone sobre su vientre. – Es él.- Se ríe también aliviada cuando recibe un cálido beso.       
- Cierra los ojos. Debes relajarte.-  Rebecca le ordena con dulzura mientras le acaricia el vientre y los brazos en un suave movimiento para calmarla de la incómoda sensación que Marlene ha estado experimentando. A los pocos instantes Rebecca puede oír la pesada respiración de una dormida Marlene, alarga la mano  apaga la luz y tira de las mantas sobre ellas.

Rebecca está sentada en la barra de la cocina bebiendo su café y mordiendo la corteza en su tostada.
- Buenos días.-  Sonríe a Marlene mientras baja por las escaleras.
- Has dormido bien por lo que veo.-  Ella asiente.
- ¡Lo hice!-  Se frota el vientre. - Se está moviendo un poco esta mañana.- Toma la mano de Rebecca colocándola encima de  su vientre.
- ¡Sí que se mueve!- Se sonríen mirándose.  
- ¡Buenos días, Ruth! – Saluda al entrar en la cocina,  les echa una mirada fija.
– Os he oído que el bebé se está moviendo.- Dice mientras sirve a Marlene una taza de té.
- ¡Sí! Sí que está inquieto.-  Ruth se rió entre dientes.
- Siempre es una buena señal cuando están tan activos, a excepción de cuando, de repente te da una patada de la nada.- Comenta con gracia.
- ¿Qué te gustaría para el desayuno?-  Ella continúa mientras Marlene agita la crema en su té.
- Huevo escalfado y una tostada.-  Le propone.       
- Es tu último día y luego a grandes aventuras. ¿Estás nerviosa?-  Rebecca pregunta con voz burlona.  
- Estoy y no estoy.-  Ruth le entrega el plato.
- ¿Cuánto tiempo antes de convertirse en profesora?-  Ruth la mira con una sonrisa traviesa. 
- No tengo la preparación adecuada.- Ella rápidamente responde.
- Podrás convertirte en una buena profesora.-   Rebecca le animó.
- Puede, pero entre la enseñanza, la familia y luego hacer cursos, eso sería una gran hazaña por no hablar de una carga. Me temo que si lo hiciera, necesitaría mucho tiempo lejos de nosotros, de nuestra familia. - Se pone seria con sus palabras.
- No renuncies a la idea.-  Ruth con calma la regaña. – Eres joven e inteligente y tendrás un montón de tiempo para tu familia.- Rebecca sonríe.
- ¡Bueno! Odio dejar esta conversación, pero tengo cita con Tanja a las ocho y media.- Recoge su agenda y papeles, besa la mejilla de Marlene. - ¡Ruth!- Le dice con un gesto. - ¡Marlene! Te veo más tarde.- Y abandona su compañía. 
- No sé si Rebecca está preocupada por mí, por convertirme en profesora o incluso si puedo llegar a ser catedrático.- Marlene dice bajando los hombros.
- Verás  Marlene, va a ser un gran apoyo, te ama y sólo quiere lo mejor para ti.-  Las palabras de Ruth hacen eco en su mente, ella sonríe.
- ¡Me voy ya! Te veo esta noche.-  Le comenta.

Rebecca abre su agenda. - Ian estará aquí en breve, se está instalando en el desván hoy, las últimas cosas de Emily ya han sido trasladadas al castillo.-  Ella señala al hojear su contrato.
- ¿Sebastián vendrá con nosotras?-  Rebecca pregunta levantando la vista de la agenda.  - Él tiene algún tema de presupuesto que aclarar con Abby esta mañana, así que sí, lo espero en cualquier momento.-  Le expone al tiempo que suenan unos golpecitos en la puerta. - ¡Sí! ¡Por favor entre!- Tanja ordena y se abre la puerta.
- ¡Ian! Entra y toma asiento.-  Ella le hace un gesto con la mano.
- ¡Buenos días, Tanja!  Rebecca.- Él asiente con la cabeza mientras habla. Ian Fletcher es un hombre alto, con el pelo ralo de color marrón oscuro y un bigote bien recortado, sus pómulos notables y pequeños, penetrantes ojos marrones, labios delgados y los mantiene fruncidos cuando no está hablando, Rebecca le encuentra de naturaleza  grave y un tanto melancólica.
- ¿Asumo que la señora Von Lahstein  desocupará su oficina hoy?-  Pregunta tomando asiento al lado de Rebecca.  
- ¡Sí! Está a punto, recogiendo  sus efectos personales.-  Rebecca contesta y le mira con extrañeza.
- ¡Bueno! Es que tengo mis cosas esperando en el vestíbulo.- Lo dice muy en serio. 
- Sebastián me acaba de mandar un mensaje, él está en camino hacia aquí.- Le explica Tanja que coge la jarra de café y se sirve una taza.
- ¿Café?-  Ofrece, pero declinan la invitación. Ian extrae una pluma de su bolsillo y se prepara para firmar el contrato que está sobre la mesa de Tanja, Sebastián entra para ultimar los detalles una vez más y firmarlo.  Sale de la oficina para preparar sus nuevas tareas de trabajo.
- ¡Bueno!- Sebastián comenta.- Creo que es una excelente elección. Tanja, Rebecca habéis hecho un buen trabajo.-  Le dan las gracias.
- Tengo que hacer las maletas.- Les dice al recoger su maletín.
- ¿Y dónde vas ahora?- Rebecca pregunta con intriga.
- China, tengo que hacer una inspección y reunirme con los supervisores de la planta.-  Le responde.  
- ¿Las cosas van bien, no es así?- Tanja interviene rápidamente.  
– Lo están, no te preocupes.- Sebastián se excusa.
– Fantasía húmeda.- Tanja  espeta para conseguir la atención de Rebecca.  
- ¡Sí! ¿Y qué?-  Aprieta la mandíbula. - No lo he vuelto a  pensar.  Estamos en la mitad del verano y necesitamos centrarnos en las colecciones de otoño e invierno y te preocupas por los bañadores después de la primera parte del año Tanja.- Rebecca le argumenta.
- He hablado con Sophia, ella está interesada en mantener a Natasha como su ayudante principal y esto deja a Emily sola.- Tanja le relata jugando con su agenda. - Emily está ocupada con la ropa de noche, sé que cuando la contrataste estaba diseñando ropa de playa pero estamos en que a ella le he cambiado a algo más exclusivo y elegante, simplemente no la veo cambiando.-  Añade como en una rabieta.
- ¿Qué sugieres?-  Tanja sonríe.
- Sugiero que nos encaminemos con un diseño que se ajuste a los criterios.- Rebecca frunce el ceño al responder.
- No es como si tuviéramos un montón de tiempo. Lo cierto es que nuestra firma es elegante en el traje de noche y LCL ha jugado esa carta bastante bien.- Ella duda por un momento.
- ¿Dónde viajarás a continuación?-  Rebecca levantó la ceja.
- Londres, ¿Por qué?- Ella preguntó. Tanja entrecierra los ojos  pensando.  
- ¿Qué pasa con Madrid o Lisboa?- Rebecca se aclara la garganta.
- Nunca hablamos de ellos, pensamos que tú y Sebastián fuisteis a Madrid a todos los efectos para localizar un sitio con encanto.- Su curiosidad ahora es intrigante.  
- Lo hicimos. Tienen un desfile de moda de trajes de baño en agosto, creo que deberías asistir.- Rebecca abre su agenda y apunta algunas notas.
- Voy a ver. Tendré que investigarlo primero.-  Ella cierra su agenda y abandona el despacho de Tanja.
 Marlene pone el resto de sus cosas personales en el carrito que se había buscado. 
- ¿Quieres éstos en el maletero de tu coche?-  Sascha pregunta al cargar las cajas en la plataforma.
- ¡Sí!-  Le responde  cuando entra Rebecca.
- ¡Sascha!- Le saluda, él asiente mientras tira del carro fuera de la puerta.
- Veo que estás a punto de terminar.-  Rebecca la abraza por la cintura y mira a su alrededor.
-  ¡Sí!- Ella sonríe y la besa.
- Sé que te lo he preguntado, pero ¿No estás nada nerviosa?- Marlene baja la cabeza.  
- Mentiría si dijera que no.-  Ella sonríe. - Pero ganaré tiempo de volver a casa a diario.- Ella deja de hablar mirando profundamente a los ojos de Rebecca.
- Vayamos casa.- Marlene la coge de la mano y mira a su alrededor,  una lágrima cae de su mejilla.  
- Voy a extrañar este lugar.- Añade.      
- Estoy segura de que lo harás, pero tienes una gran cantidad de apoyo detrás de ti ¿Has dicho a todo el mundo adiós?- Ella le pregunta mientras se abren camino hacia el área de diseño.
– Lo he hecho antes.-  Le expresa.
- Entonces vamos a casa.- Bajan las escaleras y salen por la puerta. Rebecca la ayuda a entrar en el coche.     
– Yo voy ahora, nos vemos en casa, tengo un par de cosas que encargar a Aaron. - Cierra la puerta del coche. Rebecca retorna a LCL. En el rellano puede ver Aaron mirando por la ventana se vuelve hacia ella.
- Veo que se ha ido.- Él comenta tragando saliva.
- Ella está entusiasmada con este nuevo reto y los dos sabemos cómo es cuando se trata de un reto.- Le comenta con un guiño y un movimiento de cabeza.
- ¿No te preocupa?-  Se preguntó cruzando los brazos.
- ¡Que hacer sino! Ella tiene que tomar sus propias decisiones, no puedo hacerlo por ella.- Argumenta.
- Yo creo que con el bebé que viene, te gustaría tener un mejor control sobre ella.- Él le habla con cautela.
- Lo va a hacer muy bien y no va a estar muy lejos.-  Le asegura. - Ahora tengo algunas cosas que deberás hacer.-  Volvieron a su oficina abrió su agenda.
- Madrid va a tener un desfile de moda de trajes de baño en agosto, has de averiguar la fecha para cuando lo hagan y reservar habitaciones también. Quiero que hagas un poco de investigación sobre los diseñadores, al igual que realices una pequeña biografía sobre ellos. Mándame un mensaje cuando tengas esa información.  ¡Por favor! - Ella se marcha de la oficina y se dirige a casa. Rebecca entra por la puerta y coloca sus cosas a un lado. Entra en la oficina y se sienta en su escritorio. Marlene se acerca mientras habla por su teléfono móvil.
- ¡Es Helena!- Sonríe y cubre el receptor con la mano.
- ¿Quiere saber si podemos cenar con ella y Clark el sábado por la noche? - Rebecca hace una mueca, Marlene se encogió de hombros.  
– ¿Te puedo llamar después?-  Ella pregunta en un susurro. Marlene cuelga y camina detrás de Rebecca, comienza a masajear sus hombros.
- Creo que Clark quiere disculparse y hacer las paces, Helena me lo ha dado a entender. Creo que deberíamos aceptar, no has pasado ningún tiempo con ella. - Marlene bromea besando la parte superior de la cabeza de Rebecca.
- ¿Cuál es el punto, Marlene?-  Le pregunta con dureza. - Él es grosero, arrogante y no es exactamente amigo de lo homosexual.- Ladra con fuerza frotándose las sienes.        
- ¡Bueno! Sólo tendríamos que cambiar de opinión.-  Marlene expresa con entusiasmo. Rebecca suspira profundamente.
- Siempre optimista.- Comenta en voz baja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario