Una separación necesaria

Una separación necesaria

viernes, 7 de julio de 2017

CAPÍTULO 90

                                                     

                                   UN NUEVO RETO

- Las llaves de su oficina.- El profesor Schumer habla con una sonrisa  de gratitud.  
- Gracias profesor Schumer.- Su voz tiembla un poco mientras lo sigue por el pasillo a su nueva oficina. Abre la puerta y mira hacia dentro.
- Creo que te va a gustar.-  Le dice.
- ¡Wow!- Exclama con asombro, al mostrarle el interior.
- Habrá que configurar el ordenador antes de que termine el semestre de verano, puede  decorarlo a su gusto.-  Da un paso atrás lo que le permite tomar una perspectiva de la habitación, un pequeño ventanal da al patio del campus, una vista agradable que posee un jardín de rocas con hermosas flores y setos que bordean las paredes a lo largo de las otras oficinas y aulas.
- Cassandra estará  esta tarde después del almuerzo, voy a avisar a mantenimiento que se reúna con usted para traer sus cosas en cuanto pueda, esta tarde me gustaría mostrarle todo alrededor del campus, y donde estará su aula de clases.- Le explica con admirable parsimonia.
- ¡Está bien! Muy bien.- Responde ella todavía maravillada por su nueva oficina. Marlene pasa la mano por la mesa de caoba fina y se vuelca sobre el ordenador para ponerlo en marcha y comienza a introducir su información personal en él.  Cuando mas centrada está alguien llama a su puerta.
- ¡Señora!-  La voz de un señor mayor llama su atención.
- Soy William señora del departamento de mantenimiento. - Sonríe quitándose el sombrero y sosteniéndolo en su mano, Marlene se levanta y lo saluda.
- Marlene von Lahnstein.- Le dice con una sonrisa.
- ¿Usted debe tener algunas cosas para traer a su despacho? -  Le pregunta.
- ¡Sí! ¿Me acompaña?-  Ella recoge las llaves de su bolso y se van hasta el coche. Ya de regreso.
- Sólo tiene que colocarlo aquí.-  Ella hizo un gesto a William y sonríe.
- ¿Eso es todo señora?-  Le pregunta empujando el carro hacia la puerta.  
- ¡Sí gracias! Si le necesito, le encontraré.-  Cierra la puerta cuando él sale de su oficina, se apoya en la puerta y suena un mensaje en el teléfono.
- ¿Almuerzo?-  Mensaje de Rebecca. Marlene sonríe y reenvía un nuevo mensaje.
- ¿Dónde?-  Le pregunta.  
- Podría llevarlo.-  Rebecca y Marlene intercambian los mensajes de texto, se arreglan para el almuerzo. Marlene empieza a colocar sus libros en los estantes de la pared.  Coloca la última fotografía de su madre y con sus hermanas en el estante inferior  adaptada a la altura de su vista.
- ¡Cómo te extraño mamá!- Se frota los ojos llorosos.
- ¡Marlene!- Rebecca entreabre la puerta.
- ¡Hey! Si lo encontraste.-  Ella la abraza y la besa en la mejilla.
- Cogí esto para el almuerzo. ¿Estás bien?-   Le pregunta inquieta mientras deposita la bolsa del almuerzo sobre el escritorio.
– Si lo estoy yo… estaba pensando en mamá.-  Las dos miran hacia la imagen, Rebecca sonríe.                               
- Apuesto a que ella te está contemplando ahora-  Le dice para aliviar el estrés emocional que está sintiendo. Se comen su almuerzo.
- ¿Así que esto es de verdad?- Rebecca pregunta con una sonrisa mirando a su alrededor se acerca a la ventana y se asoma. Marlene camina detrás de ella y pone la barbilla encima de su hombro.
- ¿Cuándo comienzas las clases?- Marlene recupera el calendario escolar de su escritorio.
- El quince de agosto.- Rebecca se da la vuelta y pone sus manos alrededor de su cintura toca la nariz de Marlene en un beso esquimal.
- Estoy muy orgullosa de ti.- Le expresa con dulzura.
- ¡Gracias! Significa mucho para mí tu apoyo.-  Bromea haciendo cosquillas a Rebecca, se ríen abrazadas antes de darse un beso de pasión.
- No debemos hacer esto aquí. ¿Quieres que me despidan en mi primer día?- Marlene se ríe empujando el brazo de Rebecca, de pronto  alguien llama a su puerta, mientras camina hacia allí, Rebecca endereza su camisa y rápidamente se pasa los dedos por el pelo para que pareciera presentable.             
- ¡Profesor Schumer!- Marlene lo recibe y él mira por encima del hombro con ganas de conocer a la mujer joven de pie detrás de ella.
- Profesor Schumer, mi esposa, Rebecca Von Lahnstein.- Él estrecha su mano en un movimiento firme.
- Es un placer.-  Dice sonriendo.
– Lo mismo digo, encantada.-  Rebecca le contesta, su sonrisa la acusa Marlene, que tiene cierto sonrojo en su cara.
- ¿Espero no haber interrumpido…?-  Le pregunta en voz baja.
- ¡No! Sólo hemos hecho el almuerzo y le estaba mostrando los alrededores de mi oficina.- Ella da sus explicaciones. 
- Y yo debería irme, tengo trabajo.- Comenta Rebecca. - Profesor Schumer ha sido muy agradable conocerle al fin y quería darle personalmente gracias por dar a Marlene esta oportunidad, sé que no la decepcionará.-  Ella recoge su bolso rozando su mano contra Marlene.
- Les puedo asegurar que estamos muy contentos de tenerla a bordo y por favor, en cualquier momento, no dude en hacernos una visita, somos muy abiertos de mente aquí y sentimos que la familia debe tener alguna presencia.- Contesta con sinceridad en su voz.
- Creo que aceptaré esa oferta.-  Ella responde y sale.
- Parece encantadora.-  El Profesor Schumer se sincera al verla caminar por el pasillo y desaparecer por la salida.
- Ella lo es y un gran apoyo.- Le toca el hombro.
- Creo que un día me gustará escuchar su historia.- Marlene arquea su ceja y se sonríe.
- ¿Está seguro? Hay mucho que contar.-  Se ríe. Con un gesto le invita a ir por el pasillo.
- Esta será su aula de clases, como puede ver se ha levantado el asiento, tendrá un proyector con una pantalla desplegable y un lugar para su portátil y poder visualizar imágenes y tal.- Ella se dirige a la zona de la tarima mirando por encima de la mesa.
- ¡Wow! Esto es muy bueno y emocionante.- Le comenta tirando de la pantalla toda su longitud hasta abajo.
- Creo que se sentirá cómoda, todas sus clases las realizará aquí, menos distracciones de esta manera.-  Él le da luz verde para que le siguiera la lleva a la  sala de profesores, abre la puerta donde hay varias mesas, un sofá y sillas, nevera, microondas y cocina.
- ¡Agradable!-  Comenta al entrar mirando a su alrededor.
- Es posible que desee relajarse aquí, puede comer con otras personas o en su oficina.- Añade. Recorren el resto del campus antes de regresar a su oficina.
- Voy a comprobar para ver si Cassandra ha llegado.- La deja un momento y luego regresó con una mujer.
- ¡Cassandra! Nuestra nueva instructora, Marlene von Lahnstein.-  Se dan la mano.
– Estaré para  ayudar a poner sus cosas en orden.-  Ella sonríe con los ojos en itinerancia a su vientre.
- Veo que está embarazada. ¿Espera para pronto?-  Ella preguntó.
- ¡Sí! A primeros de octubre.- Le menciona. Cassandra Hefner es una mujer rechoncha con el pelo corto y negro de estilo para adaptarse a su rostro, sus ojos verdes, sus labios curvados,  rolliza.
- Tengo una lista de posibles asistentes, voy a buscarla a mi oficina.- El profesor Schumer les dice y dejándolas para comenzar a trabajar en los planes de lecciones de Marlene.
- Realmente aprecio el gesto.-  Marlene expresa.
- No es un problema, siempre estoy dispuesta a ayudar a un nuevo instructor. - Ella le habla con su sonrisa relajada.
- ¡Marlene! ¿Por qué no empezamos con un gráfico de curvas de grado?- Le propone  sacando un papel y lápiz. - Es posible que desee sentarse, y sacar los pies de los zapatos.- Le hace un gesto con la mano, Marlene se sienta y comienza a observarla. Marlene va tomando notas con la conversación. El profesor Schumer desaparece después de dejar la lista de posibles asistentes.
- ¿Te importa si miro la lista?-  Cassandra la  coge y lee los nombres que están en el papel.
- Tess Keller. La he conocido como estudiante un tiempo, ella está en secundaria este año y es muy estudiosa.-  Marlene sonríe anotando los datos de ella.
- ¿Crees que  podría estar interesada?-  Marlene compartió el papel con ella mirando por encima de los nombres.
- La podría llamar para usted, llegaría aquí pronto.- Sus ojos verdes se iluminan mientras habla.
- Debo tener a alguien capacitado y que ocupe mi lugar antes de mi fecha de vencimiento.- Le recuerda.
- ¿Ya han elegido  nombre?-  Ella le pregunta mirando con una leve sonrisa.
– Le llamaremos Mateo.- Responde feliz.
- Yo sé que usted y su esposo deben estar extremadamente excitados.-  Marlene baja la cabeza. – Yo…!- Comienza a hablar cuando el teléfono del escritorio suena.
- Disculpe, ¡Hola!-  Descuelga y contesta.  
- ¡Sí! ¿Es la señora Von Lahnstein?- Le preguntan al otro lado, Cassandra coge la lista y le indica con movimientos a Marlene ella haría la llamada a Tess y sale de su oficina.
-  Es desde la oficina administrativa, estamos comprobando su teléfono, su nuevo número parpadeará cuando colguemos y  puede configurar su contraseña, si tiene alguna pregunta no dude en llamarnos.-  El administrador cuelga, Marlene retrocede en su silla cerrando los ojos cansados.
- Tess puede llegar en aproximadamente una hora ¿Si tienes tiempo?-  Ella le  pregunta.
– Claro. -  Marlene mira su reloj. - Tengo una clase de yoga a las seis.- Murmura.
- ¡Oh! Creo que habremos terminado podrá salir de aquí antes de esa hora.-  Cassandra sonríe.  
- Von Lahnstein, ¿No son ricos?- Cuestiona sentada frente al escritorio de Marlene.
- ¡Uh! Sí, muy ricos.- Marlene le responde.
- ¿No son dueños de una casa de moda aquí en Düsseldorf?- Ella sondea aún más.
- ¡Sí! LCL, trabajé allí como director de arte hasta que me ofrecieron esta oportunidad.-  Cassandra la mira sin comprender.
– ¡Un trabajo de prestigio como ese!-  Ella comenta con sorpresa. Marlene interviene con calma.
- Fue un buen trabajo, pero necesitaba un cambio.- Sonríe cuando alguien llama a la puerta.          
- Tess, oye entra.- Cassandra hizo un gesto para que se uniera a ellas. - Tess, Marlene.-  Les hace un gesto a las dos, Tess toma su dedo índice haciendo girar un mechón de pelo rubio, está un poco inquieta, como tímida, piensa Marlene mientras la mira a los ojos de color azul claro.
- Cassandra piensa que podrías estar interesada en ser mi asistente, tendré mi bebé alrededor del primero de octubre y estoy buscando a alguien que puede ordenar mi clase sin problemas y con total profesionalismo.-  Su tono es amigable pero severo.
- Estoy trabajando en un grado de  arte.- Ella expresa algo más relajada.  
- ¡Bien! Así que supongo que deberíamos ver lo bien que podemos trabajar juntas, ¿Puedes venir en la mañana del lunes a las ocho?- Marlene pregunta a la espera de una respuesta.
- ¡Claro!- Ella parece encantada.
 ¡Bueno! Entonces, te veré el lunes por la mañana.- Ella le comenta. Marlene regresa a su ordenador y empieza a recoger sus cosas.
- Nos vemos a primera hora mañana.-  Comenta.
- ¡Sí! Cassandra gracias por todo, estoy muy emocionada por esta oportunidad, el profesor Schumer ha puesto mucha confianza en mis habilidades y no quiero decepcionarlo de ninguna manera.- Cassandra le sonríe, su mano extendida hacia el hombro de Marlene.
- Creo que encontrará  trabajar aquí muy gratificante, es una manera de dar salida a sus talentos y habilidades, es muy relajado, recuerda que se trata de que eres una estudiante adulto.-  Ella sonríe mientras salen del edificio hacia el aparcamiento.
- ¡Bueno! Mi marido me está esperando, vamos a pasar la noche en la ciudad.-  Ella parece excitada.
– Y yo tengo una clase de yoga.-  Marlene vuelve a reír.
Marlene se queda sentada en su coche con la mente confundida por las muchas cosas diferentes que quiere hacer. Se muerde el labio inferior con mucha aprensión antes de conducir hacia su clase de yoga.

- ¿Así que esto es lo que encontraste?- Rebecca pregunta Aaron mientras se sienta.
- ¡Sí! Parece que Bella es uno de los mejores diseñadores de trajes de baño en España, no trabaja para cualquier empresa. Dice ser de una organización independiente y su línea de baño será presentada en la feria de Madrid. La verdad es que este modo de programa resalta a muchos principiantes e independientes.-  Responde abriendo su agenda y sacando un itinerario.  
- Viajamos el dos de agosto, el desfile de moda es el tres y tu y yo hemos reservado vuelo para el cuatro.-  Le remarca dándole el itinerario.
- ¡Gracias! Buen trabajo.- Ella estudia el papeleo que le ha dado.  
- ¡Ah! Nos hospedamos en el Madrid Inn, donde se llevará a cabo el desfile de moda.- Rebecca sonríe.
- ¡Fantástico!- Transmite amablemente.
- ¡Eso es todo! Voy a cenar con Emily y Tristan esta noche. - Mira su reloj.
- ¡Bueno! No te voy a entretener.- Responde ella.
– Marlene. ¿Cómo le va?-  Pregunta mientras salen por la puerta principal.
- Su primer día, estaba un poco nerviosa, almorzamos, creo que todo irá bien.-  Le responde. - Ella va a perder…-  Él sonríe ligeramente.      
- ¡Lo sé! Pero esto es lo que siente que es lo mejor para ella y tenemos que respetar sus sentimientos.- Habla en su defensa.
- Eso no cambia el hecho de que ella hizo aquí un buen trabajo y mantuvo todo el mundo contento.-  Se ríe al entrar en su coche. Rebecca lo observa mientras se aleja, contempla lo que tenía que decir acerca de Marlene y cómo en el fondo de su mente sabe que todavía tenía una chispa de esperanza que volvería sus sentimientos hacia él. Marlene entra por la puerta principal.
- ¡Rebecca! – La llama.
- En la cocina.- Se oye al fondo.  
- ¡Hey!-  Marlene la abraza por detrás y besó el lado de su cara.
- ¿Has tenido una buena tarde?- Le pregunta al sacar la cena fuera del horno.
- ¡Sí, muy buena! ¿Lo hizo Ruth?- Ella le pregunta y se inclina sobre el hombro de Rebecca, - ¡Lasaña!-  Marlene va a buscar dos platos al armario. Rebecca se sirve una copa de vino. - Helena me llamó mientras venía de clase de yoga.-  Marlene comienza a hablar, Rebecca suspira con el ceño fruncido. - Le dije que la llamaría de nuevo esta noche.-  Le dirige a Rebecca una mirada seria.
- ¡No sé!- Ella duda un instante.- Sentarme frente a él en una mesa a cenar es simplemente demasiado.-  Se ríe con sarcasmo.
- Ella es tu hermana y sólo quiere hacer las paces. ¿Vas a pasar todo el verano sin hablar con ella?-  Marlene le declara.
- Yo no quiero eso, pero es evidente que ella no hace buenas elecciones, como siempre Helena cuando está con alguien, es que simplemente no sabe cómo actuar.- Rebecca define sus extraños sentimientos sobre Clark.
- Puedo admitir que es arrogante.- Dice Marlene, Rebecca la contempla. - Pero enfadarse con Helena.- Hace una pausa por un segundo.  - Necesita tu apoyo y estoy segura de que lo va a manejar bien, he visto muchos cambios en ella cuando ha estado aquí, ella no está tan protegida y tranquila. - Marlene afirma en un tono elocuente.
- ¡Ok! Me has convencido, pero en el momento en que se pase de la raya es cuando nos vamos.- Rebecca advierte.         
-Aaron estuvo aquí antes.- Rebecca cambia de conversación.
- Parece estar preocupado por ti.-  La miró buscando una razón. - ¡Realmente!- Enfatiza. Marlene se encoge de hombros.
- No sé por qué.- Hace una mueca y un estrabismo.
- Él está preocupado de que no voy a ser capaz soportar no ver al bebé si estás en otro lugar lejos de LCL.-  Le cuenta terminando su comida.
- ¡Hmmm! Me parece extraño. No me dijo nada, le conté  antes que a cualquier otra persona que me iba.-  Le responde con claridad.
- Creo que todavía tiene sentimientos por ti y  no poder verte todos los días  puede que tenga algo de nostalgia.-  Le comenta.
- Creo que su mal no es ese, yo era sólo un accesorio allí situada todos los días, alguien con quien podía hablar.  Eso lo tengo muy claro, me dijo desde el principio que no tenía ningún sentimiento, solo somos  amigos.-  Marlene responde honesta a Rebecca. Ella suspira acercándose hacia su rostro y la besa.
- Voy a llamar a Helena.-  Le dice Marlene, Rebecca asiente.
- ¿Helena? Soy Marlene. ¡Si! Estaremos en la cena mañana. ¡Sí! Schneider a las siete.-  Rebecca aclara en la barra los platos de la cena. Marlene regresa para ayudarla. 
– Cenaremos a las siete en Schneider´s.-  Le expresa y acaban de colocar los platos. 
- ¿Puedo tomar una copa?-  Rebecca le pide al entrar en la gran sala. Se sirve un whisky.
- No quiero acostarme demasiado tarde, he tenido un día largo.-  Rebecca frunce el ceño.         
- Podríamos ir arriba y puedo hacer que te sientas bien…-  La sonrisa  la hipnotiza. 
- ¡Hmmm! Estoy cansada.- Responde Marlene con tono provocador, ella se va rápidamente. Rebecca se bebe el whisky, limpia el vaso y se apresura a subir las escaleras, Marlene espera de pie desnuda fuera de la ducha extiende su mano acercándola a ella y a su aliento caliente para besarse con ardor. Marlene la hace girar a su alrededor lentamente para desabrocharse la camisa y deshacerse del resto de su ropa y entregarse a una lluvia de besos y caricias, luego secarse mutuamente antes de subir a la calidez de la cama y hacer el amor.
- Siempre sabes cómo hacer que me sienta bien.-  Marlene susurra en el oído de Rebecca.        
- Te amo, es por eso.- Sonríe humilde. Marlene acaricia el brazo de Rebecca lo que la hace girar una y frente a la otra. 
- ¿Cómo ha ido el trabajo hoy?-  Le pregunta con ternura besando sus labios.  
- Creo que he contratado a un asistente, veremos el lunes. Estuve con uno de los instructores que me está ayudando hasta que pueda conseguir aprender a tocar las cuerdas.-  Le cuenta.
- ¿Y quién es esta persona? - Marlene pensó brevemente.
- Cassandra, Cassandra Hefner.-  Rebecca se la queda mirando.
- ¡Bueno! Espero que ella sepa lo afortunada que se va a ser trabajar a tu lado.-  Ella golpea cariñosa la nariz de Marlene con su dedo índice.
- ¡Buenas noches!.- Le desea Rebecca.  Marlene sonríe y la besa.
- ¡Que descanses!- Se da la vuelta, Rebecca se acurruca a su espalda.

- ¡Rebecca!-   Marlene llama a salir del armario mientras se mete en un par de pantalones premamá.
- ¡Vamos a llegar tarde!-  Exclama resonando su voz a través de las paredes.
- Estoy a punto de terminar el maquillaje sólo dame un segundo.- Transmite desde el cuarto de baño.
- ¿Qué llevas puesto? ¿No has decidido aún? Has tenido todo el día.-  Marlene gruñe al ver a Rebecca de pie desnuda en frente de la cama.
- ¡Hmmm!- Gimotea.  
- ¿Seguro que no quieres quedarte aquí?- Le pregunta penosamente.
- ¡Rebecca!- La voz de Marlene se convierte en hosca, se cruza de brazos.
- ¡Ok!-  Rebecca hace una mueca y se pone su ropa interior. 
– Me pondré  esos pantalones negros con la camisa blanca de manga larga.- Ella le explica recuperando ambas prendas del armario.
- Yo voy abajo.-  Comenta Marlene. Rebecca ya vestida tira del dobladillo de su blusa y endereza su cabello.                 
- ¿Estamos listas?- Pregunta Marlene a la que sale de dejar una nota en la cocina para Ruth.
- ¡Sí!- Ella recoge su bolso y se dirigen a Schneider.
- ¡Damas!-  Charlie las recibe en la puerta sonriendo. – Os veo bien.-  Ella dirige su comentario hacia Marlene. - ¿Rebecca creó la ropa de maternidad que luces?-  Marlene se dirige un poco a ella.
- ¡Sí! Lo hice, en mi tiempo libre.-  Le responde.  
- Helena y su amigo están sentados en el piano bar. ¡Vamos!- Siguen a Charlie a la mesa, Clark se puso de pie con una media sonrisa.
– Estoy muy contenta de que hayáis venido.-  Helena sonríe tocando el antebrazo de Rebecca al sentarse.  
- ¡Sí! No os he visto  mucho últimamente.-  Añade Clark.  
- Rebecca ¿Qué tal te ha ido?- Helena le pregunta, ella traga saliva antes de responder.
- Un poco liada, he estado ocupada con el desfile de Riga y vamos a hacer una renovación de algunas colecciones pasadas de LCL.-   Helena toma la iniciativa.
– He oído a Tanja mencionar algo acerca de fantasía húmeda con Elisabeth.- Rebecca frunce el ceño.
- ¡Sí! Tanja tiene en su mente que sea una colección de todas las edades. Tendré que buscar un diseñador de trajes de baño.-  Afirma colocando la servilleta en su regazo. Marlene sonríe.  - ¡Rebecca! Lo harás muy bien.-  Clark levanta la copa de vino.
- ¡Cheers!- Toma un sorbo mirando a Rebecca.
- ¡Marlene!- Helena se dirige a ella. - ¡Felicidades! Por estar en la Universidad de Dusseldorf. ¿Saben la suerte que tienen?-  Le pregunta.
- ¡Gracias Helena!- Clark brinda por ella.
- ¿Y qué es lo que enseñas?- Le interroga.
- Diseño Gráfico. He tenido la suerte de que Elisabeth tuviera una gran fe en mi trabajo y me recomendó a la Universidad, estaban totalmente informados.-  Ella transmite con confianza. 
- ¿Bailamos?- Clark toma a Rebecca de la mano, ella acepta, y se presentan en la pista de baile.
- Yo quería disculparme por mi rudeza. Espero que no sea difícil entender que actué como un completo idiota.- Él habla con la mirada de cierta vergüenza en su cara, Rebecca pensó por un instante.  
- ¿Te gusta mi hermana?”- Ella le cuestiona sin cambios en su expresión.    
– Enormemente, ella es amable e inteligente, divertida, todo lo que un hombre podría desear.-  Responde con sinceridad.
- Entonces, si te sientes tan atraído por ella. ¿Por qué me has tratado de aquella manera? Yo… No sabes nada de mí, ni de haber hecho nada contra ti. ¿Es esta la forma en que tratas a las hermanas de las mujeres que dices que te atraen tanto?-  Rebecca se mantiene discreta al decirle lo que piensa. Siguen bailando él piensa lo que le ha dicho.
- Estaba equivocado y no tendría que haberte tratado de esa manera, y de nuevo pido disculpas, nunca quise hacer daño a ninguna de vosotras.-  Él baja la cabeza. 

- Acepto la disculpa, sólo quiero que Helena tenga una vida feliz al igual que yo, Marlene, Tristán y Emily tenemos.- Arquea su frente en busca de una respuesta positiva por parte de él.

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