Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 28 de junio de 2016

CAPÍTULO 7




-TORBELLINO-


Marlene se despierta con el sonido de la lluvia golpeando contra la ventana de su dormitorio. Se da la vuelta y mira el despertador, son las siete de la mañana se incorpora envuelta en la sábana. En un instante se ducha, se viste. Sale de casa en dirección a la LCL. Indecisa, por un momento, abre las puertas de la famosa casa de moda. Cierra los ojos  un instante y escucha los sonidos familiares que alguna vez había tenido que soportar a diario. Entra en el vestíbulo para notar algunos cambios en la decoración interior. Llama a la puerta de Tanja y entra, es saludan con cordialidad.
- ¡Buenos días! ¿Café?- Tanja le ofrece,  apuntando a una bandeja con una jarra humeante. Marlene se sirve una taza y se sienta en la silla frente al escritorio de Tanja.
- ¡Así que! ¿Dónde está tu vestido? - Le pregunta curiosa y con ganas de ver el trabajo hecho a mano por Rebecca. Tanja recupera la bolsa de ropa del armario tras de sí, abre la cremallera lentamente y le expone el vestido entero.
- ¡Wowww! - Marlene resopla con asombro. - ¡Rebecca! - Sonríe susurrando en voz baja.
- Bueno, si hay algo para lo que Rebecca está dotada en la moda, es el diseño.- Tanja sonríe, mientras miran el vestido terminado.
- ¡Es muy hermoso! - Marlene, responde.  - Espero que este sea la última entre tú y Sebastian.- Tanja frunce el ceño.
- Eso espero también, el matrimonio se está convirtiendo como un viaje al mercado, aburrido y una necesidad. - Tanja comenta con sarcasmo. Marlene se sorprende por esos comentarios poco afortunados.
- En realidad, el mercado es aburrido. ¿Dices eso de Sebastián, Tanja?-  Ella sonríe.
- No tiene nada que ver con Sebastián, sólo el concepto es el que debe entenderse. Marlene tal vez te encontrarás con alguien que no sea Rebecca y sientes la cabeza.-  Esta frase provoca cierta ira de Marlene.
- Deja los comentarios chapuceros por favor.- Le suplica.
- ¡Marlene! - Tanja hace una breve pausa. - Katherine será la apropiada para diseñar tu vestido, hemos repasado algunos diseños que creo que te gustarán.- Marlene gira la cabeza hacia atrás.                            
- ¿Katherine?- Exclama en voz alta. - ¡Marlene cálmate! Te gustará,  no te hará daño. Debes familiarizarte con ella. - Tanja añade con un guiño acercándose a la puerta y lentamente se  vuelve hacia Marlene
– A pesar de las circunstancias, ella es competente en lo suyo, hará un buen diseño para ti.- Marlene aprieta su mandíbula con fuerza. - No es tan malo Marlene ¡Vamos!- Tanja termina de abrir la puerta. Con paso tranquilo, Marlene y Tanja suben por las escaleras. Katherine está sentada en su lugar de trabajo. Se la ve muy ocupada dándole vueltas a los diseños de moda joven y un dibujo de unos vestidos de criada.
– ¡Hola!- Marlene saluda mientras se acerca a ella. Katherine sonríe y entrega los bocetos para que los revisen. - ¿Como estas?- Marlene pregunta nerviosa.
- Estoy bien, gracias.- Le dice. Ella y Tanja seleccionan algunos bocetos. - ¡Me gusta este!- Tanja bromea mientras se lo muestra a Marlene.
-¡Sí! creo que es una buena opción.- Contesta distraída con la vista puesta en el área de diseño.
- Bueno os dejo a las dos, por ahora.- Señala Tanja enfilando  las escaleras.
- ¿Tomamos  algunas medidas?- Katherine pone la cinta métrica en frente de ella y con celeridad comienza a tomar todas las medidas necesarias.  – Es necesario hacerlo.- Katherine habla mientras  anota,  pasa la cinta por la cintura de Marlene.
- ¿Así que eres una Lahnstein?- Katherine interroga con curiosidad aparente.
- ¡Sí! Sí que lo soy.- Marlene, respondió en un tartamudeo.      
- ¿Prima? Sé que eres la hermana de  Kim y que ella es una Lahnstein.-  Katherine indaga un poco más profundo.
- En realidad soy un Lahnstein por matrimonio, Hagen y yo estuvimos casados.- Ella respondió.
 - ¡Ah! Ya veo, ¿Has tenido a Rebecca cerca?- El corazón de Marlene corrió pensando en Rebecca.
- ¡Oh! No somos sólo conocidas. Últimamente no nos hemos  visto mucho, he estado viviendo en Los Ángeles los pasados dos años.-  Responde abiertamente. Marlene empieza a cuestionarse el porqué de las preguntas de Katherine, de un modo extraño lo encuentra intrigante, puede explicarse porque Rebecca está con ella. Mientras miran el borrador del vestido que Katherine había esbozado aparece Tanja a unirse de nuevo con ellas y observa el boceto más reciente.
- Marlene ¿Lo ves? Katherine hace bellas obras al igual que Rebecca. Hacen un fabuloso equipo ¿No te parece?-  La pregunta de Tanja causa a Marlene un nudo que la  ahoga de repente.
- ¡Disculpa!- Se vuelve para toser, Katherine coloca los otros bocetos de nuevo en la cartera.     
- Voy a hacer el dibujo un poco más a escala, tengo tus medidas, puedo empezar ya.–  Oferta Katherine, Tanya sonríe.
- ¡Está bien! Creo que hay que elegir un color.  ¿Marlene? – Tania reclama su atención.
- ¡Siguen los materiales  en la sala de almacenamiento que conozco?- Marlene pregunta sin pensar. Tanja frunce el ceño dando Marlene un empujón hacia el almacén. Entran cerrando la puerta detrás de ellas.
- ¿Qué ha sido eso Tanja? Rebecca y su equipo, en realidad, tus comentarios han sido poco adecuados y fuera de lugar.- Marlene ladró a bocanadas.     
- Sólo un poco de diversión, vamos Marlene no te hagas la dolida.- Tanja sonríe disimuladamente.
- Tal vez  a ella no, pero a mí me parecen fuera de lugar.- Marlene responde con enfado. Tanja la ignora mientras hojea los materiales saca un rollo de tela de cizalla rosa claro y se lo muestra a Marlene.
- ¿Esta?- Pregunta, los ojos de Marlene se iluminaron.
- Mi color favorito y perfecto para una boda de verano.-  Tania vuelve a hablar.
- Creo que Katherine sospechará de vosotras, quiero decir que sabe exactamente donde guardamos los materiales- Continua con su relato.  - No pasará mucho tiempo antes de que ella pregunte a Kim o alguien más, acerca de ti.- El rostro de Marlene manifiesta una mirada de irritación.
- Hablé con Rebecca y  le pregunté si Katherine sabe algo de nuestro pasado. Me dijo que se siente incómoda, le cuesta decirle la realidad.- Tanja se acerca a la puerta y se apoya contra ella, se cruza de brazos mirando a Marlene.
- ¿Has pensado una respuesta a mi oferta?- Marlene mantiene la calma, Tania siempre es agresiva con sus cosas.     
- ¡Sí! He decidido  aceptar, debo hacerlo, deseo quedarme en Düsseldorf.- Tanja se siente embargada  por la emoción.
- No te arrepentirás, será cuestión de tiempo, pero espero grandes cosas de vosotras.-  Le comenta Tanja, Marlene le dedica un gesto de gratitud.
- Te  casas el Sábado, deberíamos esperar hasta después de la boda.- Tanja lo piensa por un momento y comenzó a caminar al tiempo que le dicta órdenes a Marlene.  
- Quiero que empieces el Lunes, Sebastián y yo hemos pospuesto los planes de la luna de miel, la razón es que Riga está cerca, Sebastián tiene un problema legal en China y…- Marlene la corta.
- Lo entiendo, harás el anuncio ¿Cuando?-  Pregunta con sequedad. Tanja tararea mientras comienza a caminar de nuevo.
- El Viernes, probablemente tendrás una prueba final temprano, haré el anuncio a continuación. Voy a hablar con el Jefe de Estado Mayor, Sebastián,  para redactar tu contrato.- Marlene se sintió fortalecida, finalmente tendrá un oportunidad de usar su talento y habilidades adquiridos en Los Ángeles.  
- Habla con Katherine antes de salir, tienes que  elegir un accesorio con tiempo.- Tanja suspira profundamente, abre la puerta, Marlene sale.
- Hablaremos más tarde. - Tanja  se apresura a salir del almacén.
Marlene se acerca y entrega el rollo de tela a Katherine.   
- ¡Oh! Gracias Marlene.- Estudia el material. – ¡Es precioso!  ¡Perfecto!- Katherine  acaricia la tela con sus dedos.
- Me alegro de que te guste.- Le contesta. - Katherine, quiero darte las gracias por trabajar para mí, sé que eres rápida aunque hay otras cosas urgentes, pero ya sabes cómo es Tanja.- Ambas rieron.
- Lo haré, no será un problema.-  Le asegura con convicción. Katherine le expone la copia del dibujo mostrando a Marlene el proyecto a lápiz del vestido.       
- ¿Qué aprecias? - Pregunta tratando de obtener una opinión sincera de Marlene.    
- Es precioso Katherine, de verdad haces un trabajo admirable.- Marlene admira el proyecto.
- Cualquier cosa por una amiga de Rebecca.- Comenta causando un jadeo a Marlene.
- Rebecca tiene suerte de tenerte.- Marlene  responde con cierta torpeza. Katherine sonríe mirando los complementos que le había dado.
- Que se lo digan a ella.- Se echó a reír con algunas dudas.
- ¿Cuánto tiempo lleváis saliendo?- Marlene está algo más a gusto con sus propias preguntas. Katherine levantó la ceja  pensando.
- Desde mi llegada a LCL, unos seis meses. Realmente me quería para trabajar con ella, tuvimos una especie de relación de larga distancia, que fue difícil. Ella quiso que yo estuviera más cerca, así que aquí estoy.- Marlene se siente culpable por mentir a Katherine y las complicaciones que podrán surgir una vez que se entere de la verdad acerca de Rebecca. Marlene suspira, recoge su bolso y la chaqueta.
- Lo siento por las prisas, pero me tengo que ir ¿Podré contactar contigo?-  Katherine le responde.  
- Voy a estar trabajando en esto la mayor parte del día, digamos que… ¿Mañana por la tarde a las dos?- Marlene está de acuerdo. - Bueno voy a ver qué hago a continuación.- Katherine coloca los otros bocetos de vuelta en su cartera, la deja a un lado y prepara un patrón para el vestido centrándose en el. - ¡Oh! ¿Marlene? – Llama en voz alta. Marlene se vuelve hacia ella. - Si hay algún cambio, dejaré aviso a Tanja.- Marlene amable asiente desde el pasillo del piso inferior.

Rebecca aparece en la puerta de la buhardilla.
- ¡Hmm! Te he echado de menos.- Rebecca entra con un ramo de flores que  entrega a Katherine.  
- ¿Para mí?- Pregunta tomándolas y oliendo su dulce fragancia.
- ¡Sí! ¡Sólo para Ti!- Rebecca responde sonriendo. Katherine encuentra un jarrón para ponerlos en él. Rebecca la abraza y la besa.
- ¿Cómo está tu madre?-  Le pregunta.
- Bien,  por ahora, pero han de realizarle algunas pruebas la próxima semana.-  Katherine se pone triste.
- ¡Hey! ¿Hay algo que no me has dicho?- Ella negó con la cabeza.
-Sólo, que estoy un poco preocupada.- Rebecca pasó los dedos por el cabello de Katherine para aliviar sus tensiones. - Finalmente conseguí ayuda de Miguel, está con ellos ahora.- Rebecca ratifica la inquietud por los problemas de salud de su madre.
- Lo siento Katherine, me gustaría poder hacer las cosas mejor.- Katherine no contesta, camina de nuevo hacia el jarrón de flores e inhala su aroma calmante. Rebecca abraza a Katherine contra ella poniendo la cabeza sobre su hombro.  
- ¿Cómo fue lo de Londres?- Ella pregunta acogida entre los brazos de Rebecca.           
- Habrías estado orgullosa, tuve la oportunidad de resolver los problemas que  tenían, en realidad era todo un malentendido. Actué como mediadora y conseguí solucionar el conflicto. - Rebecca habla con orgullo. Toma a Katherine por la mano se sienta a su a su lado en la cama. Se besan apasionadas, Katherine comienza a desabrochar la camisa de Rebecca. La mira a los ojos, hay tal fuego en ellos que le da la vuelta, poniéndose encima de ella. En el calor de la pasión el pitido del teléfono interrumpe ese acto de calor sensual. Katherine se retuerce debajo de Rebecca.
- Tengo que contestar.- Llega a la mesita de noche y lo recoge. Rebecca se sienta mientras ella mira su mensaje de texto. - ¡Es Tanja! - Mira a Rebecca con un suspiro de alivio.
- ¡Es tarde! ¿Qué puede querer a esta hora?-   A Rebecca se le clava una cruz.      
- Nada quiere saber el estado del vestido de Marlene, se marchó un poco temprano esta tarde.- Rebecca la mira  confundida.
- ¿Vestido de Marlene?- Pregunta con violencia, apenas puede tragar saliva. - ¡Pero..! ¿Qué vestido?- Exige con enfado una respuesta.
- ¡Rebecca! ¿Qué es lo que está mal?- Katherine está atónita. Rebecca siente un nudo en la boca del estómago.
- ¿Por qué estás haciendo un vestido para Marlene?-  Pregunta actitud grosera  mientras se abrocha los botones de la camisa.
- No entiendo ¿Por qué estás tan enojada?- Katherine pregunta agarrando el brazo de Rebecca.
- ¡No estoy enojada! - Explota tirando de su brazo.
- Sí que lo estás, algo te ha molestado y mucho.-  Katherine comienza a no entender qué pasa.  
- Me tengo que ir.-  Katherine intenta detenerla  y bloquea su camino.
- ¡Por favor! ¡Déjame ir!-  Le ruega en un tono seco, Katherine la abraza. Rebecca tiene una expresión de descontento y una inflexión rara en su voz.- ¡Por favor! Katherine, ¡Deja que me marche! -  Levanta las manos de Katherine de sus hombros.
- ¿Qué es esto? ¿Qué está pasando?- Rebecca  se vuelve y le corta con una dura mirada.
- Sólo déjame.- Se acerca a la puerta.
- ¿Supongo que no me va a hacer ningún bien a pedirte que te quedes?-  Rebecca agarra el pomo de la puerta y lo gira con lentitud. Katherine se pone  a llorar.
- ¡Rebecca!- Le grita. - No sé cuánto más puedo aguantar tu mal humor, estás distraída y preocupada. Te veo bien un minuto totalmente fuera de control  el siguiente.- Rebecca baja la cabeza.
- ¡Necesito despejarme!  - Sale cerrando la puerta tras de si.

Rebecca va caminando a lo largo del Rin, una cálida brisa de verano sopla, el agua calma sus frustraciones. Piensa en la situación que acaba de encontrarse. Apoya las manos en la barandilla que bordea el río y contempla como brillan las luces de la ciudad. Se inclina mirando los extraños que hace  el agua. Recuerda el pasado, los paseos que ella y Marlene compartieron. Las conversaciones, los deseos, los proyectos que hicieron en las caminatas que se dieron por allí. De repente comienza a sentir la tensión golpeándole en la cabeza. 
Sabe que su relación con Katherine está en problemas, las mentiras y engaños ya han comenzado, algo que puede deteriorar el dia a día con ella.  En su corazón, siempre y cuando Marlene esté en Dusseldorf sus pensamientos serán un tormento por los recuerdos de lo que una vez tuvieron. De nuevo pasa otra noche de insomnio. 

Con el cansancio acumulado, por no haber dormido, como compañía, inicia el camino al trabajo. Llega a las puertas de LCL temprano esta mañana. Se sirve un café y se pone a estudiar su cuaderno de dibujo. Muy pronto se viene abajo, es incapaz de concentrarse. En ese momento aparece Jessica que se sirve una taza de café.
- ¡Hey! ¿No es esta tu semana de vacaciones?-  Pregunta a Jessica cuando ya está cerca.
- ¡Sí! Aún no las he terminado, me iré de vuelta el sábado después de la boda.- Rebecca estudia la cara de Jessica, la nota algo afligida.
- ¿Echas de menos a Maxi?- Jessica solloza levemente.  
- ¡Demasiado! Pero estoy agradecido a Dana y Hagen, han estado genial en lo que respecta Maxi.- Responde resoplando.                  
- ¿Ricardo? - Pregunta Rebecca. 
- ¡Sí! Él también me ha ayudado mucho.-  Sonríe. - Cuando no está en el hospital.- Jessica contesta mirando alrededor de la habitación.
- ¿Echando de menos algo?- Rebecca pregunta.
- ¡Sí! Katherine está trabajando en el vestido de Marlene y necesitaba estos pernos que sujetan el material de corte, los encontré en el fondo de la sala de la tienda.- Rebecca se pone tensa mientras coloca sus dedos a las sienes frotándolos. - Rebecca ¿Estás bien?- Pregunta Jessica con mirada de preocupación.
- ¡No! Yo no soy yo con todo este lío de la boda, Tanja, Marlene.- Ella desliza el nombre de Marlene sin pensar. Jessica la mira fijamente.
- ¿Así que esto es acerca de Marlene?- Rebecca baja los hombros.  
- ¡Sí, Marlene! ¿Cómo ha podido Tanja pedir a Katherine que diseñara un vestido para  Marlene?-  Jessica percibe las ansiedades de Rebecca.
- ¿No sabías nada sobre el vestido?- Jessica pregunta sorprendida.
- ¿Cómo podría saberlo? Yo estaba en Londres.-  Jessica frunce el ceño.
- Katherine no sabe nada de lo tuyo con Marlene ¿Verdad?- Rebecca no respondió de inmediato.  
- Claro que no.- Murmura.   
- Marlene estuvo aquí ayer, realmente pensé que lo sabía.- Jessica le responde terminando su café.  
-Tengo mucho que hacer, mejor empezar.-  Rebecca mira a Jessica con consternación.
- Te agradecería que no digas nada para Katherine.- Jessica acepta la petición, pero reprueba su silencio.
– Rebecca, no lo haré, pero alguien lo hará si no se lo cuentas tú.-  Rebecca negó con la cabeza.
- ¡Lo sé!  Buscaré el momento adecuado. Ahora he de tener unas palabras con Tanja.- Rebecca sale de la sala de diseño y baja a la oficina de Tanja abre la puerta sin llamar.
- ¡Rebecca! -Tanja cuelga el teléfono.
- ¿Cómo te fue en Londres?-   Podía ver la ira en los ojos de Rebecca.
- Londres está resuelto. ¿Por qué no te molestas en leer el mensaje que te envié?- Rebecca cerró la puerta con furia. 
- ¿Por has decidido que Katherine, de toda la gente de diseño, sea quien le haga un vestido a  Marlene?- Espeta furiosa. Tanja le responde con crueldad.
- ¿Habrías preferido que te encargara a ti el vestido?- Rebecca la mira sin decir palabra. - ¡Estoy esperando una respuesta Rebecca! - Ella le pregunta con brusquedad.
- ¿Por qué haces esto? Estos juegos te están envejeciendo, Tanja.-  Rebecca responde con animosidad hacia ella.
- ¡Rebecca! ¿Estás teniendo segundos pensamientos sobre Katherine?- Tanja sondea con dureza.
- ¿Cómo te atreves? Mantente fuera de mi intimidad y deja a Katherine fuera de tus juegos. ¿Entiendes lo que quiero decir?-  Rebecca sale furiosa, sube las escaleras en busca de Katherine. Ella está ocupada trabajando  el vestido de Marlene. Se acerca a ella.
- ¿Tienes un momento para mí?- Hace que la ignora,  está centrada en el vestido.
- No puedes ignorarme siempre.- Katherine la mira con tristeza.
– Yo no puedo hacer frente a tus altibajos Rebecca, ya no sé si hablar servirá de algo.-  Rebecca la coge de la mano.
- ¡Ven conmigo!- Tira de ella hasta llegar al almacén y cierra la puerta.  
- ¿Qué quieres Rebecca?- Le exige una explicación.
- Siento lo de anoche.- Pone sus manos alrededor de la cintura de Katherine y trata de besarla, ella se aparta.
- ¡No Rebecca! - Se separa y se da la vuelta.
- ¡Por favor! Sólo escucha, sé que te dice daño, ¡Lo siento! No voy a maquillar el dolor que te causé anoche. ¡Hay cosas!- Rebecca se detiene un instante. - Hay algo que tenemos que hablar, pero este no es el momento ni el lugar.- Katherine mira a los sensuales ojos marrones de Rebecca. - ¡Por favor! Perdóname Katherine.- Le suplica con lágrimas en los ojos. - ¡Por favor!- Katherine frunce el ceño y hace una mueca.
- No sé lo que está mal en tu cabeza, tu mal humor, tus distracciones son más de lo que puedo soportar, te quiero pero no me merezco que me trates así.-  Rebecca continúa lagrimeando.  
- ¡Por favor, Katherine! Te lo explicaré, si me das tiempo.- Katherine suspira y comienza a caminar hacia la puerta.
- Estoy cansada Rebecca y tengo trabajo que hacer, Tanja está presionando para terminar este vestido y para ser honesto, yo, no puedo seguir con esto.- Rebecca la agarró por el brazo.      
- ¿Estás queriendo un descanso por un tiempo?- Katherine la mira con sorpresa. - ¿Es eso lo que quieres?-  Rebecca responde con cierta angustia.
- ¡No! Pero no quiero perderte tampoco y si una separación nos hará más fuertes, entonces estoy dispuesta a intentarlo.- Katherine no dice nada más, abre la puerta y regresa a su mesa. Rebecca se seca las lágrimas y se queda sola en el almacén. Sale caminando hacia el maniquí del que cuelga el vestido de cizalla rosa que está trabajando.
- ¡Es precioso! – Comenta Rebecca. - ¡Por favor, Katherine! No quiero discutir.- Ella parece no hacerle caso, trabaja fijando el dobladillo.
- ¡Por favor! Déjalo ya Rebecca.- Le responde con franqueza. Rebecca rápidamente trata de cambiar de tema.
- ¿Tiene Marlene hora para la prueba?- Katherine quita el vestido del maniquí y se lo muestra. Lo levanta contra ella misma como para modelarlo.
- ¡Sí! A las dos, ¿por qué?- Katherine pregunta con curiosidad.        
- Pensé que si necesitas cualquier ayuda.- Rebecca habla con intensidad.
- ¡No! Yo no, no necesito tu ayuda.- Su respuesta es cortante.
- Sólo pensé que…- Katherine interrumpe.
- Marlene y yo nos vamos a llevar bien.- Rebecca siente que el nudo aprieta en su garganta mientras intenta tragar. Lo toma como un indicio y que debe salir. Vuelve a alejarse en ese momento Katherine le dice, deteniendo sus pasos en seco.  
- No me di cuenta que era tu cuñada.- Rebecca se da la vuelta.
- ¡Sí! Sí que lo fue. Estuvimos muy cerca, pero luego se alejó.- Katherine la mira extrañada. Se limitó a decir que eran familia. Rebecca se encoge de hombros. No está segura de cómo reaccionar y se las arregla para sonreír un tanto forzada.
– ¡Sí! Estuvimos muy cerca cuando conoció Hagen, es lo que quise decir.- Declara Rebecca tratando de cubrir la vergüenza que siente. Katherine se detiene y  coloca el vestido de nuevo en el maniquí.
- Realmente no tengo mucho más que hacer.- Contesta a Rebecca. Ella retrocede, el aire que la rodeaba está lleno de tensión, percibe una agitación que le quema. El miedo a la soledad ronda sobre su cabeza. El golpeteo  en sus sienes le recuerda el dolor que ha causado a las personas a las que tan profundamente ama. Recoge sus cosas y abandona LCL en silencio. Camina despacio  por la acera, se sienta en un banco bajo la sombra de un viejo roble y coloca sus cosas a un lado en el asiento. Se inclina hacia delante con los codos en las rodillas y los puños debajo de su barbilla.  
- ¿Qué está mal conmigo?-  Se  cuestiona duramente en voz baja. Se encuentra perdida, indiferente y patética a las cosas a su alrededor. La gente que quiere sufre por su incapacidad para ser veraz.
- ¡Rebecca!- La voz de una mujer la saca de su auto flagelación.
- ¡Biggi! ¿Qué estás haciendo por aquí?-  Pregunta sorprendida, se sienta a su lado. 
– Buscando un poco de aire fresco.- Le dice  sonriendo. 
- ¿Y tu?- Rebeca toma aire con profundidad y se acomoda en el banco.   
- ¡Sintiendo lástima de mí misma! - Responde en un tono de apatía.
- ¡Aaah! ¡Vamos a ver!  ¿Es cuando sentimos lástima por nosotros mismos, por lo general alguien nos ha enfurecido o nos duele hasta el punto que se nos revuelven las tripas?- Rebecca levanta una ceja hacia ella. - ¿Está todo bien?- Biggi pregunta intrigada.
- ¡No! En realidad, sólo que no entiendo.- Su voz tiembla mientras habla.
- ¿Quieres hablar de ello?- Rebecca se siente obligada a abrirse a Biggi. 
- Sólo quiero hacer feliz a Katherine,  nos llevamos bien, por fin estamos haciendo algunos progresos en nuestra relación, ¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?- Biggi pone su mano sobre el hombro de Rebeca.
- ¿Tienes dudas?- Rebecca niega con la cabeza.    
- ¡No lo sé!- Ella parece vacilante. - Mis sentimientos reprimidos se han despertado.- Responde mientras la mira, Biggi le contesta.
- ¿Se trata de Marlene?- Pregunta.   
- Nunca pensé que iba a verla de nuevo, ni tampoco creí que volvería aquí. Nunca pensé que tendría que enfrentarme y decirle a Katherine la verdad sobre mi relación pasada con ella. Me he estado mintiendo a mí misma. No quiero recordar el dolor que sentí cuando ella se marchó.- Rebecca habla con lágrimas en los ojos. Biggi la consuela.
- ¿Qué quieres Rebecca? - Rebecca frunce el ceño, confusa.  
- ¿Qué quieres decir?- Le cuestiona.
- Es obvio que has llegado a una encrucijada en la carretera, en un lado está Katherine, esta mujer hermosa e inteligente que ya has hecho camino con ella, que te hace feliz y tiene mucho en común contigo.  En el otro lado está Marlene, una mujer que desafía incluso al rival más difícil. Tú luchaste por su amor y ella hizo de tu mundo lo que es hoy.-  Rebecca comenzó a desgranar las palabras de Biggi como de consejo y orientación.
- ¡Es cierto! Yo siempre amaré a Marlene, pero estoy con Katherine ahora y si Marlene no estuviera aquí…- Biggi la detiene.
- Pero ella está aquí y no importa qué, la respuesta a tus preguntas se encuentran dentro de Rebecca.- Biggi se levanta y la mira de frente. - Escucha a tu corazón Rebecca, nunca miente y a quien  elijas será el más adecuado para ti. - Rebecca recapacita lo escuchado, tratando de ver las cosas bajo una luz más clara.
- Las cosas serían mucho más fáciles si supiera  las intenciones de Marlene. Ella no se plantea si quedarse o irse. Sé una cosa, no puedo esconderlo más tiempo a Katherine.- Rebecca pierde la mirada de Biggi.       
- Rebecca, en este momento no tienen nada que ver las intenciones de Marlene, cualquier decisión que tomes no hay mundo lo suficientemente grande para evitarla a ella, si eso es lo que ambas deseáis. Si basas tu relación con Katherine con la presencia constante de Marlene. Entonces tal vez necesites repensar cuáles son realmente tus sentimientos. - Rebecca junta las manos y baja la cabeza.
- Gracias Biggi, sé que tengo que empezar diciendo a Katherine la verdad. - Biggi sonríe.
- Es lo que hay que hacer.- Sale de Rebecca hacer un examen de conciencia. 

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