-ENCUENTRO Y DOLOR-
Rebecca percibe los rayos del sol
de la mañana penetrando a través de la ventana de la buhardilla. Arruga la
nariz mientras abre un ojo y lentamente levanta la cabeza sin saber dónde está.
- ¡Ohhhh! - Susurra con un gemido lastimero,
abre el otro ojo se incorpora finalmente para explorar el resto de la sala. Una
sábana escasamente cubre su cuerpo desnudo. Rebecca se incorpora para ver a
Katherine dormida. - ¡Hey!.- la sacude con su mano.
- ¡Hmmm!.- Katherine responde con una voz grave.
- ¡Hmmm!.- Katherine responde con una voz grave.
–
¡Despierta!- Rebecca se levanta de la cama y comienza a
vestirse. La cabeza le rebota en el interior de la resaca.
- ¿Qué hora es?- pregunta Katherine enrollándose de nuevo en la sábana.
–
Las nueve. No quiero ser yo quien llegue tarde, así que ya estoy.- Le dice ya vestida. Katherine
bosteza mientras manotea para encontrar la bata.
–
Creo que bebimos demasiado champán anoche.- Le dice riendo y agarrando de la cintura a
Rebecca.
-
¿Café?- Le ofrece
en tono dulce.
–
Compraré algo camino a la oficina, me tengo que ir. - Le da un rápido beso en la
mejilla. -
¡Ah! Y libera tu agenda para esta tarde. - Le ordena al cerrar la puerta detrás de
ella. Katherine sonríe pensando en lo que podría tener planeado.
Rebecca termina por poner en orden
su mesa de diseño. Se prepara para pasar la tarde del viernes fuera de ella. Miró
a Katherine haciéndole un guiño. Katherine guarda su cuaderno de dibujo y se
acerca a Rebecca.
-Tengo
planeado para nosotras una tarde especial.- Le
dice a Katherine mientras recoge las cosas en su bolso y cartera.
-
¡Oh! suena romántico.- Katherine
le coge la mano acariciando la parte superior de la misma con el pulgar.
-
¿Estás segura? Tanja podría no estar de acuerdo. - Rebecca, sonríe.
-Todo
el mundo merece algo de tiempo libre y además yo soy la jefa de diseño.-
Le recuerda.
-
No te preocupes por Tanja ella no ha estado aquí en todo el día, ahora vamos a
casa y cambiarnos por algo más cómodo y estar en el castillo en una hora.- Rebecca le exige apuntándola con
su dedo índice.
Katherine llega al castillo puntual,
es recibida en la puerta por Justus.
-
¡Buenas tardes!-
Haciendo una ligera reverencia con la cabeza.
-
La condesa me ha pedido que la llevara a la cocina, me sigue por favor.- Katherine sonríe.
-
¡Gracias Justus!- Rebecca va vestida con un top sin mangas de
verano y pantalones de mezclilla.
-
¡Hola! - Katherine
saluda al entrar en la cocina, Rebecca se dio la vuelta para verla. - ¡Wow! ¡Me gusta! - Comenta sobre ropa,
camina hacia ella y le pone una fresa en la boca. El pelo negro azabache de
Katherine está prolijamente recogido en un moño trenzado, lleva un pantalón con
sandalias a juego que muestran su piel bronceada. Katherine se acerca y mira
brevemente alrededor, antes de besarla románticamente. Ambos gimieron de la
pasión del beso.
–
Aguarda.- Rebecca sonríe al recoger la cesta de picnic
de la mesa.
-
La señora Lentz nos ha preparado un almuerzo de picnic ¡Vamos!- Rebecca coge a Katherine de la
mano y salen por la puerta trasera. Caminan hasta un lugar pintoresco en el
bosque cercano. Rebecca extiende en el césped una gran manta a cuadros azul y
blanco. Le indica a Katherine que se
siente junto a ella. Se sirven vino, unos canapés de queso,
galletas y uvas.
-
Es hermoso, este lugar, he disfrutado mucho mis visitas aquí, pero nunca he contemplado
una vista tan hermosa.- Comenta
Katherine. Rebecca se burla de ella.
- Gracias, me alegra que te guste como estoy.- Katherine se ríe y hace cosquillas a Rebecca rodando por encima de ella. La mira a los ojos y suavemente acaricia su cara con el dorso de la mano.
- ¡Eres hermosa!- Rebecca levanta la cabeza hasta reflejarse en los ojos verdes de Katherine. Hipnotizada acercan sus labios en reclamo de un beso romántico.
- Gracias, me alegra que te guste como estoy.- Katherine se ríe y hace cosquillas a Rebecca rodando por encima de ella. La mira a los ojos y suavemente acaricia su cara con el dorso de la mano.
- ¡Eres hermosa!- Rebecca levanta la cabeza hasta reflejarse en los ojos verdes de Katherine. Hipnotizada acercan sus labios en reclamo de un beso romántico.
Marlene se detiene en la puerta del
castillo y mira a su alrededor. Entra y tranquilamente sube las escaleras hasta
la habitación de Tanja. Llama a la puerta. Tanja abre con una copa de champán
en la mano.
-
¡Marlene!- Expresa
con entusiasmo. - Hace casi una semana que
has llegado y es la primera vez que te veo en persona.- Tanja se queja con
sarcasmo. Se abrazan con entusiasmo.
-
¿Cómo están las cosas? ¿Emma, Sebastián…?- Marlene pregunta aceptando una copa de
champán de Tanja.
-
¡Bueno! Emma está creciendo muy rápido, Sebastián se ha retrasado en China
durante los últimos días. Ha habido problemas con la boutique que estamos
abriendo en Shangay. -
Marlene asiente.
-
Parece que la LCL ha cerrado el círculo.- Tanja levanta su copa a Marlene brindando
por el éxito.
-
No ha sido precisamente fácil, pero el concepto funciona y es una máquina de
hacer dinero.-
Tanja resume el contexto del negocio.
–
Bueno, cuéntame ¿Cómo te fue por Los
Ángeles?- Tania
pregunta cambiando de tema.
-
¡Bien! El cambio fue para ampliar mis horizontes.-
Responde.
-
¿Teatro, supongo?-
Marlene se acerca a la ventana y aparta
la cortina para mirar hacia fuera.
-
Sí y no. He estudiado diseño gráfico, espero que mi talento sea de alguna
utilidad aquí. Desde luego no pienso volver a Los Ángeles.- Expresa con toda franqueza.
-
Kim me ha contado lo de tu formación en diseño.
Por extraño que te parezca…- Se acerca a espaldas de Marlene.
-
¡Tengo una idea! - Expresa
Tanja. Marlene sigue contemplando el
exterior detrás de la ventana.
-
¿Qué tienes en mente?-
Le pregunta.
- Nuestro director de arte ha aceptado otro empleo y se ha despedido. He estado pensando en que, esto te podría beneficiar, ya sabes LCL, con tus nuevas habilidades recién adquiridas, sería un buen empleo para ti.- Marlene mira con incertidumbre a su amiga.
- Nuestro director de arte ha aceptado otro empleo y se ha despedido. He estado pensando en que, esto te podría beneficiar, ya sabes LCL, con tus nuevas habilidades recién adquiridas, sería un buen empleo para ti.- Marlene mira con incertidumbre a su amiga.
-
Yo no sé si eso es una buena idea- Tanja la agarra firmemente
por los hombros.
-
¿Por qué no lo quieres? Eres perfecta para el trabajo, como Director de Arte
estarás a cargo de tu propia creatividad y equipo, lo que te propongo es real.- Tania se
expresa con honestidad. Marlene se dirige de nuevo a la ventana, pensando en lo
que Tanja le está ofreciendo. Aparta la cortina y se asoma, para su sorpresa,
allí, en la mitad del césped están Rebecca y Katherine. Nota un nudo en
la garganta, se queda allí quieta, como si estuviera observando en secreto, se da media vuelta hacia Tanja con
una expresión extraña.
- Marlene esta es una oportunidad para hacer
algo de tí misma.- Tanja intenta convencerla en una tentativa de razonar
con ella. Se queda paralizada por la mirada turbada impresa en el rostro de su
amiga. Tanja se acerca a la ventana mira
hacia fuera, se vuelve hacia Marlene cruza los brazos en actitud descontenta.
-
Debería haberlo sabido.-
Vomita en voz alta. - ¡Rebecca!- Exclama para romper aún más el trance de Marlene.
-
No creo que pueda trabajar con Rebecca o su novia.- Expresa en un tono tímido y sombrío.
Tanja pone su mirada en ella.
–
No tienes que darme explicaciones. – Trata de conseguir
toda la atención de su amiga que bebe rápidamente el resto de su champán
para refrescar la sequedad de su boca.
-
Volví por que quería algo más para mí que un trabajo. A lo largo de este tiempo
he reconocido que mis sentimientos por
Rebecca… dejarla hizo que me diera
cuenta de que no podía enterrar lo que sentía.- La
declaración de Marlene se convierte en una súplica. Tanja frunce el ceño y se
detiene por un breve momento.
-
El trabajo del director de arte podría jugar a tu favor.- Marlene no tiene claro los motivos
de Tanja.
-
¿Cómo es qué?- Tanja
se apresura a responder.
–
Siempre podrás mantener un ojo en Rebecca, habrá un montón de proyectos
previstos con ella.- Marlene
empieza a cavilar lo que le está diciendo.
-
No sé Tanja, ella parece feliz y no estoy segura de que el trabajo conjunto
ayude a resolver el dolor y la rabia que ambas hemos sentido. - Tanja sonríe.
-
¿Te estás alejando de aquello por lo que
has venido a luchar?-
Tanja comenta con audacia. Marlene pone
una mirada de desafío en su cara, expresando la poca gracia de Tanja.
–
A estas alturas ya deberías conocerme mejor. Nunca he renunciado a nada de lo
que he querido de verdad.-
Tanja siente que la ha convencido.
-
Katherine está viviendo en el desván y por lo que he hablado con Rebecca no
tiene noticias de ti.-
Marlene se queda perpleja.
–
Me resulta curioso. ¿Por qué no se lo ha contado? No hay razón para ocultar
nuestra relación en el pasado.- Tanja sirvió otro
trago.
-
Hablé con Rebecca. Al parecer no está preparada para un compromiso y manteniendo
sentimientos por ti es difícil. Sé que ella sufrió mucho la segunda vez que te fuiste. Creo que
mantenía la esperanza de que lo reconsiderarías, pero tu colaboración con Hagen
y el distanciamiento de la familia… - Marlene detiene la charla con brusquedad.
-
Sí, bueno Hagen me confió a un montón de cosas, pero no estoy aquí para hacer
un refrito. -
Tanja afirma con la cabeza antes de responder.
–
¡Ok! Pero debo advertirte que no será fácil cuando se trata de Rebecca. Dos años es mucho tiempo para algunos y Katherine juega un papel importante en
lo que sucede en su vida.-
Marlene se frota la cara con frustración.
-
¡Es verdad!-
Contesta de forma emocional.
–
Si aún amas a Rebecca realmente,
entonces deberías reconsiderar mi oferta.- Tanja comienza a empujarla hacia una respuesta
afirmativa.
-
Voy a pensar en ello, pero por favor mantenlo entre nosotras.- aprieta a Tanja para obtener esa promesa.
-
Tengo que recoger Tommy de la guardería.- Marlene recoge su bolso de encima de la
cómoda. Tania la despide con una frase de rotundidad.
-
Te necesito en LCL. El lunes por la mañana a las ocho, tenemos que escogerte un
patrón para un vestido y un accesorio.- Marlene la miró.
-
¿Supongo que Rebecca va a hacer el diseño? - Le preguntó sin rodeos.
-
¡No! estará en Londres por negocios. - Tanja sigue con la vista su caminar por el pasillo
mientras sonríe.
-
Entonces te veré el lunes.-
Marlene abandona la estancia de Tanja y
se dirige por el pasillo hasta la parte superior de las escaleras cuando oye un
ruido que viene desde la planta baja. Se detiene de forma brusca. Allí, en la
puerta de la gran sala están Rebecca y Katherine enzarzadas en un abrazo.
Rebecca aparta a su novia con rudeza, mira a lo alto de las escaleras y se
queda paralizada, al igual que Marlene. Todo parece como a cámara lenta se
miran sin decir una palabra. Rebecca no puede oír la voz de Katherine haciendo eco en su oído.
-
¡Hola Rebecca! -
Rebecca echa la cabeza hacia atrás, mira a Katherine y luego vuelve hacia
Marlene que termina de bajar las escaleras.
–
¡Marlene! - Hace
una mueca de aclararse la garganta.
- ¿Cómo estás?- Pregunta Rebecca.
–
¡Bien! - Respondió ella que extiende su mano como un
gesto amistoso a Katherine.
- ¿Rebecca?- Marlene espera una introducción.
- ¿Rebecca?- Marlene espera una introducción.
-
Ah perdón, Marlene Von Lahnstein, Katherine Schmidt.- Las dos, se dan la mano, Katherine levanta
la ceja y recuerda.
-
¿Es usted la hermana de Kim?- Marlene asintió levemente con la
cabeza.
-
¡Sí, lo soy!-
Respondió ella con calma.
-
Ella la ha mencionado en alguna ocasión. ¿Está aquí para la boda?- Pregunta Katherine.
- ¡Sí! En realidad, estaba visitando a Tanja.- El sonido repentino de teléfono celular de Katherine les sobresalta. Busca el teléfono en su bolsillo.
- ¡Sí! En realidad, estaba visitando a Tanja.- El sonido repentino de teléfono celular de Katherine les sobresalta. Busca el teléfono en su bolsillo.
-
Es Tanja , necesita esos bocetos que vimos, tengo que volver a LCL.- Rebecca parece perdida en sus
pensamientos.
-
Supongo que voy a trabajar hasta tarde.-
Katherine le da un beso rápido en la mejilla a Rebecca.
-
¿Sabes? Odio salir corriendo. Marlene,
fue un placer conocerla.- Ella le sonríe.
– Lo mismo digo.- Rebecca ve como se aleja, vuelve la mirada hacia Marlene.
– Lo mismo digo.- Rebecca ve como se aleja, vuelve la mirada hacia Marlene.
–
Me dijo Kim, que en Los Ángeles tuviste un gran éxito.- Comenta Rebecca. La mirada de Marlene se siente atraída por los penetrantes sensuales ojos marrones de Rebecca y no dice nada.
-
Marlene ¿Estás bien?-
Pregunta al no obtener una respuesta.
-
¡Uhhh! Sí, realmente me tengo que ir.- Rebecca sonrió.
-
Me alegro de verte. ¡Cuídate! - Y echó a andar por el
pasillo, a cada paso que daba le dolía la idea de no volver a verla.
- ¡Rebecca! - Reclama su atención para detenerla en seco. Rebecca se recompone antes de darse la vuelta. Marlene está de pie en el vestíbulo, la luz del atardecer, que entra por la ventana de la escalera, dibuja en su largo cabello rubio la visión de su hermoso rostro. Hace una seña a Rebecca para acercarse.
- ¿Sí?- Le tiembla la voz.
- Katherine es encantadora, espero que seas feliz.- Rebecca lo recibe con decepción, trata de no se le note. Marlene no le concede tiempo para responder, se apresura a huir igual que Rebecca. Trata de llamarla por su nombre - ¡Marlene! - Sin aliento suficiente. Ella abandona Konigsbrunn con presteza. La angustia que sufre por ver a Rebecca es más intensa de lo que había previsto, su corazón late rápidamente y fuera de control. Se detiene a una distancia segura del castillo, las lágrimas comienzan a rodar por su rostro.
- ¡Rebecca! - Reclama su atención para detenerla en seco. Rebecca se recompone antes de darse la vuelta. Marlene está de pie en el vestíbulo, la luz del atardecer, que entra por la ventana de la escalera, dibuja en su largo cabello rubio la visión de su hermoso rostro. Hace una seña a Rebecca para acercarse.
- ¿Sí?- Le tiembla la voz.
- Katherine es encantadora, espero que seas feliz.- Rebecca lo recibe con decepción, trata de no se le note. Marlene no le concede tiempo para responder, se apresura a huir igual que Rebecca. Trata de llamarla por su nombre - ¡Marlene! - Sin aliento suficiente. Ella abandona Konigsbrunn con presteza. La angustia que sufre por ver a Rebecca es más intensa de lo que había previsto, su corazón late rápidamente y fuera de control. Se detiene a una distancia segura del castillo, las lágrimas comienzan a rodar por su rostro.
-
¡Dios mío! - Grita
en voz alta golpeando su puño contra el volante. - ¿Cómo hemos llegado a este lugar? ¿Por qué Rebecca?- Las preguntas queman
profundamente en su corazón. Marlene hunde su cara en las manos sollozando, su
primer encuentro ha sido agridulce.
Rebecca regresa a su habitación, sus
sentidos llegan en estado de shock. Sentada en el borde de la cama extrae la
caja de LCL. Coge la horquilla que Marlene le había entregado en muestra de su
amor por ella. Agarró el pasador con fuerza en su mano, la realidad de su
encuentro fue abrumadora. La conciencia de Rebecca se siente culpable. Nota un
pinchazo del pasador, un dolor sordo en la palma de su mano. La abre para el
alivio del dolor, pero es de ninguna utilidad, se da cuenta de que el verdadero
dolor no está en su mano, se encuentra en su corazón.
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