UNA FELIZ NOTICIA
Marlene se prepara para la consulta con el
médico.
-
¡Rebecca! ¿Vas a dormir todo el día?- Le
pregunta al tiempo que ella bosteza.
- ¿Qué
hora es?- Se incorpora
mirando alrededor de la habitación.
-
Ocho y media. Has estado encerrada en tu oficina durante tres días. ¿Qué está
pasando contigo? Desde que has vuelto, has estado muy reservada sobre tu
reunión con el diseñador holandés.- Rebecca levanta la mirada.
-
Sophía, ese es su nombre.-
Le responde en una rabieta.
- ¿Que
es lo que pasa?- Marlene le pregunta con calma.
- No
hemos tenido mucho tiempo para hablar. Has estado ocupada instruyendo a Ruth, y
yo estoy tratando de preparar una oferta para Sophía , por si acaso.-
Ella comenta mientras sale fuera de la cama, Marlene mira a Rebecca
reflejándose en el espejo.
-
¿Crees que va a aceptar?- Se da la vuelta mirando directa al rostro.
-
¡No lo sé! No está segura, piensa en retirarse
y en viajar. Acaba de divorciarse hace
poco.- Rebecca contestó
recordando el beso que casi comparten.
-
¡Ajá!- Marlene frunce el
ceño poniendo sus aretes en la oreja. Rebecca se viste rápidamente.
- ¿Estamos
listas?- Pregunta
acariciando la espalda de Marlene.
-
¡Lo estamos!- le dice con una sonrisa.
–
Voy a sacar el coche, te recojo en la entrada.-
Ella se va dejando a Marlene poniéndose el abrigo.
Rebecca detiene el coche delante de la entrada
del hospital de San Vicente.
- Voy
a aparcar. Te veo en el vestíbulo.-
Marlene mira su reloj.
–
En el segundo piso es donde está la sala
de exploración, te espero allí.- A Rebecca le parece que Marlene está algo
nerviosa, le acaricia la mano.
- Todo
va a salir bien no te preocupes.- Le guiña un ojo y le sonríe para aliviar su
tensión.
Marlene sube a la sala y encuentra dos
sillas en una esquina. Se sienta, coge una revista y la hojea con un tic en sus
dedos. Rebecca aparece pocos minutos
después y se sienta a su lado.
- Sé de
tu nerviosismo, estoy aquí a tu lado, todo estará bien.- Le agarra la mano
con fuerza.
- Yo
sólo espero eso, que todo esté bien.-
Marlene responde mirando hacia su abdomen y frotando el montículo que sobresale
en él.
- Será
así, sólo hay que tener un poco de confianza.- Rebecca declara intentando relajarla,
Marlene abraza con fuerza su mano.
-
¡La señora Von Lahnstein!-
La enfermera la llama. Entran en la sala de exploración. - ¡Por favor! Ha de quitarse la ropa y póngase el batín con los lazos
atados detrás.- Ella le sonríe y le
entrega el batín.
– Cuando
se haya cambiado favor siéntese en la mesa, el doctor estará en un minuto.-
Rebecca la ayuda a quitarse su ropa y ata la parte trasera de la bata.
Marlene se monta en la mesa con cierta angustia.
-
¡Estará bien!- Rebecca la besa
con dulzura en los labios, ella le sonríe apoyando la mano en su hombro.
- Te
quiero.- Le susurra al oído. Se escucha el crujido de
una puerta al abrirse. Rebecca se da la vuelta para ver a una mujer joven que
camina hacia ellas.
-
¡Buenos días! Soy la Dra. Graham, vengo a hacer la ecografía.- La calidez de su sonrisa es alentadora para las dos. Coge la ficha y la estudia.
-
¿Marlene?- La mira sentada
sobre la mesa.
-
¡Sí!- Le responde animada.
- Y
usted debe ser Rebecca.- Le
estrecha la mano.
-
Necesito que se eche hacia atrás. Necesito tener espacio libre para explorar toda
la zona inferior del abdomen. Marlene debe levantarse la bata.- Rebecca la ayuda a tumbarse y después se
coloca en el otro lado.
- ¿Aquí?- Le pregunta, la Doctora mira a Marlene.
-
¡Sí! Ahí está bien.- Le responde mientras se coloca un par de
guantes.
- Voy
a extender este gel sobre su abdomen, lo notará algo frío al principio.- Ella le habla con una sonrisa.
-
Ustedes deben estar muy emocionadas. ¿Es el primero?-
Comenta mientras empieza a pasear la sonda por la piel del abdomen en un
patrón circular.
-
¡Sí! Es el primero.- Rebecca contesta sosteniendo la mano de
Marlene.
-
¡Aquí está!- Dice la
doctora y se centra en el feto. Algo emocionante para las dos. - Mira ahí está la cabeza.- Marlene aprieta
la mano de Rebecca con fuerza, ella se inclina a besarla suavemente.
- Te
quiero.- Le susurra con
una sonrisa relajante a Marlene.
-
Veo los pies y una mano.- Continua
narrando.
- ¿Qué
es eso?- Rebecca señala un punto en la pantalla.
- ¿Esto?-
Muestra la doctora. - ¡Ah! Bueno, es obvio que van a tener un
niño.- Ella les comenta, Rebecca se
queda en silencio, Marlene sonríe. La Doctora termina la exploración.
–
Voy a llamar a la enfermera para que entre y le ayude a limpiarse. ¿Alguna
pregunta?- Marlene cortésmente negó con la cabeza.
-
¡No! Creo que estamos contentas.-
Ella imprime la imagen del bebé y se lo entrega.
-
¡Gracias!- Marlene mira a una tranquila Rebecca mientras
se incorpora de nuevo. - Lo siento, sé lo
mucho que querías una niña.- Con su
mano llega hasta su cara para acariciarla.
- No
me preocupo por eso, yo sólo estoy impresionada por la vida que está creciendo
dentro de ti.- A Rebecca
se la saltan las lágrimas de la emoción.
- ¡Rebecca! - Marlene expresa
con ternura. La enfermera entra en la sala para limpiar su piel de los restos
de gel. Rebecca se aparta y limpia su cara.
- Siga
con su médico.- La Dra. Graham le dice. - Todo se ve bien y el bebé parece sano, voy a enviar los resultados al
doctor Kurtz esta tarde, puede vestirse, por ahora nada más.- Comenta antes de dejar la habitación.
El viaje a casa es tranquilo, Marlene va
mirando la imagen de la ecografía que acaricia con su dedo índice y mira a
Rebecca.
-
¡Mateo!- Ella sonríe.
-
¡Sí! Mateo, Mateo Ludwig.- Rebecca sonríe mientras conduce.
-
Quiero a ir al castillo, debemos compartir nuestras buenas noticias con papá y
Biggi de inmediato. ¿Vienes conmigo?- Le pregunta.
-
¡Claro! Vamos a caminar es un hermoso día.- Rebecca aparca el coche y comienzan su paseo sosteniendo sus
manos entrelazadas.
- Debemos
trabajar en el nido este fin de semana.- Rebecca comenta.
- ¡Sí!
El mobiliario debe llegar mañana.- Responde
Marlene.
-
Haré que el encargado de mantenimiento nos coloque todo en la habitación.-
Rebecca propone. Marlene se
vuelve hacia ella.
-
¡Gracias! Gracias por querer estar ahí y participar en la puesta a punto del
nido de nuestro bebé.- Rebecca la atrae hacia sí.
- Por
supuesto que quiero estar ahí. ¿Por qué lo dudas? Te quiero y a este bebé, que
lo es todo para mí.- Le responde dando una sorpresa a Marlene. Ya están
entrando en el taller.
- ¡Papá!
¡Biggi!- Les sorprende sentados a la
mesa comiendo su almuerzo.
- Venir
y sentaros con nosotros.- Biggi saca dos sándwiches adicionales y se
los entrega, se sientan.
-
¿Y qué os trae a las dos por aquí hoy?- Thomas interroga con la mosca en la oreja. – Me han hecho una ecografía esta mañana.-
Marlene le suelta con una sonrisa.
-
¡Oh!- Thomas se pone serio.
- ¿Y?- Él le da un codazo.
-
¡Es un chico! - Le expresa
con una sonrisa. Thomas la abraza.
- Estoy
muy contento por las dos.-
Biggi abraza a Rebecca.
- Esta
es una noticia maravillosa.- Dice
emocionada.
-
¡Gracias Biggi!- Marlene
entrega la foto de la ecografía a Thomas que la mira limpiándose una lágrima.
Echa una miraba a Biggi antes de hablar.
- Tu
madre estaría muy orgullosa.-
Su garganta se aprieta al recordar a
Viktoria.
-
Lo sé papá, sé que lo estaría.- Ella suspira. Se abrazan de nuevo.
- Tengo
trabajo que terminar.- Dice
poniéndose la chaqueta. – ¡Nos vemos pronto!- Thomas sale al exterior. Marlene piensa que la
euforia de la noticia se ha perdido al recordar a Viktoria. Biggi suspira.
- A
veces Tommy hace cosas que le recuerdan a Viktoria. Ha sido un camino difícil
para él.- Marlene coloca
el brazo alrededor de su hombro.
- Él
te quiere, ya lo sabes.- Biggi
sonríe. Continúan con ella un rato más, después Rebecca se dirige por el
pasillo al estudio.
-
Sabía que te encontraría aquí.- Le
dice desde la puerta cruzando los brazos.
-
¡Rebecca! ¿Qué te trae por aquí hoy?-
Elisabeth le pregunta quitándose sus gafas de lectura y que deja encima del papeleo que estaba
revisando.
- Marlene
y yo acabamos de hacer un almuerzo con Thomas y Biggi y queríamos compartir
nuestras noticias.- Ella le dice en tono de broma.
-
¿Y qué noticias son?- La mira con una expresión sincera.
-
Una ecografía esta mañana, y… vamos a tener un niño.- Le
expresa sonriente. Elisabeth se levanta y la abraza con firmeza.
- ¡Oh!
Un niño.- Elisabeth la mira fijamente. - Tu padre estaría en el séptimo cielo,
sabiendo que iba a tener otro nieto.-
Ella volvió a sentarse en su escritorio.
-
¿No estás decepcionada porque no sea una chica?- Elisabeth le pregunta.
- Yo
lo estaba al principio, pero cuando vi a ese pequeño bebé moverse, yo apenas pude
contenerme Elisabeth, lloré de emoción y me sentí abrumada.- Le relata.
- No
estarás decepcionada, traer una nueva vida a este mundo os dará muchas alegrías,
a las dos.- Le aconseja. Rebecca se sienta. - ¿Estás lista para el día de la moda?- Pregunta Elisabeth.
- Creo
que voy a tener que lidiar con algunos problemas acuciantes esta semana, todo
el mundo debería estar trabajando horas extras. ¡Sí! Creo que estamos listos. La
línea de ropa interior parece estar llegando a las tiendas. ¿Estás contenta?- Elisabeth sonríe ampliamente.
- Creo
que la contratación de Angelo ha ayudado mucho, no puedo dejar de pensar cuando
Jean Dupree llegue, va a estar empujando para mover susurros nocturnos a París.- Rebeca hace una respiración profunda.
-
Siempre ha sido la intención de LCL hacer eso y no creo que vaya a ser de
nuestro interés.- Rebecca contesta con un poco de remordimiento.
-
¿Qué pasa con Angelo? ¿Va a querer trasladarse a París?- Le
pregunta con suma curiosidad.
- No
estoy segura. Probablemente podría dejar su puesto aquí y sus diseños, para
irse a París. No sé qué intenciones ocultas tiene y no hemos aprovechado sus capacidades
reales.- Rebecca conjetura.
- Y
tu viaje a Bruselas. ¿Crees que has tenido éxito?- Rebecca piensa un segundo en silencio.
-
¡Vamos a ver! Sophia Van Dorn tiene mucho que ofrecer a LCL, es una sensación
que tengo, pero no estoy segura de que ella quiera permanecer en el mundo de la
moda. Está pensando en la jubilación y en viajar por el mundo. Sin embargo ha
aceptado asistir al día de la moda aquí. Le haré una propuesta, que sepa que la queremos
en nuestro equipo.- Le responde. En ese momento Marlene aparece en
el estudio.
- ¡Marlene!
Felicidades.- Elisabeth se levanta para abrazarla. Marlene le entrega la
ecografía.
-
¡Preciosa! Estoy orgullosa de ti y estoy orgullosa del hecho de que hayáis
logrado superar vuestras diferencias y empezar de nuevo. Tomar la decisión
madura de casaros y formar una familia. Tener un hijo no siempre es fácil, el
matrimonio no siempre es fácil tampoco.- Ella les aconseja.
Marlene coge la mano de Rebecca y la sostiene.
- Yo
solo sé una cosa.- Marlene
habla hacia su esposa. - ¡Te quiero!-
Le dice mirando a los ojos de Rebecca.
- Y
tú, me haces muy feliz.-
Su mano toca el bulto en su vientre.
- He
dispuesto que la Sra. Van Dorn permanezca en el invernadero. Puede decidir
quedarse después del día de la moda para tener una idea de lo que es LCL.-
Elisabeth cambia de tema y comienza a hablar de negocios.
-
Creo que es una buena idea.-
Rebecca añadió, Marlene escucha bastante tranquila. - Si acepta el cargo, va a necesitar un lugar para vivir.- Rebecca
le comenta.
- Y
ese es mi pensamiento, si podemos convencerla, entonces no tendría que mirar
más allá del invernadero. Estaría cómoda,
es perfecto para una o dos personas y tendría mucha privacidad.- Ella responde poniendo de nuevo sobre la
mesa sus gafas de lectura y recogiendo un cuaderno de su escritorio.
-
Estamos listas para completar el presupuesto con Abby mañana Marlene y cerrarlo el viernes con Tanja.- Elisabeth asiente. -
¿Supongo que estás bien con tu parte?-
Hay un silencio.
-
¿Rebecca?- Rebecca la mira
con gravedad.
- He
aprobado la mía, pero no he tenido el estómago para hablarlo con ella.- Responde con severidad, Elisabeth la mira seria.
- Puedes
tenerlo para mí lo primero, podría actuar como tu enlace si lo deseas.- Elisabeth se ofrece, Rebecca piensa un
momento.
-
Creo que es una buena idea, te lo traeré para el desayuno en la mañana. Debemos
cumplir con la familia y tener un plan en marcha para cuando llegue Sophia.- Explica Rebecca.
- Yo
podré arreglar eso.- Responde
ella.
Rebecca y Marlene caminan lentamente de la
mano por el camino del castillo.
-
No has dicho mucho acerca de Sophia Van Dorn. ¿Sucedió algo que te incomoda?- Marlene pregunta con suspicacia. Rebecca niega
con la cabeza.
-
¡No, no!- Ella se vuelve hacia Marlene, la rodea con sus brazos
alrededor de su cintura.
- Ella
es mi idea de un diseñador de ensueño, talentoso y encantador.- Le habla mirando al cielo por encima de ella.
-
Sería decepcionante si no acepta el trabajo, quiero decir que sé que ella tiene
talento para convertir la empresa de la moda en algo próspero y que podría
enseñar mucho a Emily y Angelo.- Marlene la hace callar.
- Tú
ya les has enseñado bastante. ¿Crees que estás carente de talento? Date un poco
de crédito y estate preparada para lo peor, recuerda que no es el único pez en
el mar.- Rebecca la mira
con extrañeza.
–
Tienes razón, soy talentosa y dotada a la hora de diseñar, pero te olvidas que
acepté este trabajo para hacer LCL una casa de moda potente y competitiva.- Argumenta con franqueza.
-
LCL ha tenido un gran alcance durante años y han tirado dinero de la
Lahnstein para contratar a los mejores y
competir con los más grandes magnates de la moda en el mundo Rebecca.- Ella adopta una postura severa. Rebecca
afloja su abrazo de la cintura y le coge la mano. Permanece tranquila no quiere discutir más del
tema mientras caminan hacia la casa. - Sólo
estoy siendo realista Rebecca.- Marlene entona sus palabras en un tono
bajo. - Aunque sé que sería genial para
la empresa y sé que esto sería una gran victoria para ti cuando se trata de tu
familia. Sólo quiero que estés preparada para las consecuencias si ella no
acepta. Hay otros diseñadores que puedes cortejar. Ese es tu trabajo, encontrar
a esas personas con talento. Mira Angelo.-
Ella frunce el ceño y la besa en la mejilla.
- ¡Lo
sé! Pero esto sería genial para LCL y te agradezco tu confianza en mí.- Le confía y apoya la cabeza en su hombro.
- Necesito
llamar a Dana y Ollie, para contarles la noticia. – Marlene dice al abrir la puerta de entrada
a la casa. Suena un mensaje de texto en el teléfono de Rebecca.
- Es Emily, quiere verse conmigo.-
Marlene se inclina a besarla suavemente.
- ¿Cuánto vas a tardar?- Le
pregunta.
–
Espero no volver tarde.- Ella responde sacando las llaves del coche de
su bolso.
-
¡Vale! me quedaré para preparar la cena y hacer algo de yoga.- Sonríe
y besa a su esposa mientras se aleja. Marlene se apoya contra la puerta pensando
en la conversación y la extraña sensación de que la había producido. Le da la
sensación que de alguna manera Rebecca no estaba siendo totalmente sincera
acerca de Sophia.
-
¡Marlene!- Ruth la llama a su espalda, se da la vuelta y
cierra la puerta de entrada.
- ¿Está
todo bien? Pareces un poco perdida.-
Le pregunta mirando a la expresión de su
cara.
-
¡Estoy bien!- Ella sonríe y
comparte la noticia con ella, le muestra la foto de la ecografía.
Rebecca entra en LCL y ve a Tanja en la cafetería,
se acerca a ella.
- ¿Cómo
estás?- Pregunta para
comenzar la conversación.
- Si
pudiera, estaría más feliz en este momento, juraría que hay una conspiración
pasando aquí.- Tanja rompe su silencio.
-
¿Así que las cosas están funcionando sin problemas?- Tanja
expresa una sonrisa sarcástica.
- Todo el mundo está trabajando duro y nadie se queja. Y si todo va según lo previsto, nuestras líneas tendrán éxito, será bueno y nuestro personal estará encantado, LCL se beneficiará y la Lahnstein Corp estará agradecida.- Su declaración, de alguna manera, es cortante.
- Todo el mundo está trabajando duro y nadie se queja. Y si todo va según lo previsto, nuestras líneas tendrán éxito, será bueno y nuestro personal estará encantado, LCL se beneficiará y la Lahnstein Corp estará agradecida.- Su declaración, de alguna manera, es cortante.
- Tengo
que hablar con Aaron esta mañana, me quiero ir pronto. Revisaré la lista de
invitados y la música para el desfile.
Hay que decidirlo ya, no quiero que pase de hoy el tomar esas decisiones.
Emily me ha llamado para me reúna con
ella.- Mete su agenda bajo el brazo.
-
Una vez que hayas hablado con Aaron ven a mi oficina.- Ella
le comenta, Rebecca sube por las escaleras. Natasha no se da cuenta de la
presencia de Rebecca mientras esboza concentrada en su libreta, que
generalmente mantiene oculta. Rebecca en
silencio mira sobre su hombro.
- ¿Y
qué estás dibujando?- Ella la sobresaltó provocando que se dispare
su mano del dibujo. Se detiene cerrando la libreta y lanzando el lápiz a un
lado.
-
¡Nada! Sólo estaba jugando con un diseño, eso es todo.- Ella duda antes de volverse hacia Rebecca.
-
¿Jugando con un diseño?-
Rebecca la mira cruzando los brazos.
-
¡Um! Sí, ya sabes que trabajé para una empresa de cuero y encaje en Kolonia.- Su corazón se acelera al responder.
- Sí,
estoy al tanto, pero como ayudante no como diseñador. Estoy en lo cierto sobre
eso ¿no? - Le cuestiona
mirando el bloc de dibujo cerrado.
- Déjame
ver lo que has hecho, está claro que has estado dibujando desde hace algún
tiempo.- Natasha traga saliva y se muestra reacia a
darle la libreta, pero Rebecca insiste tendiéndole la mano. Ella se lo entrega
con un ligero movimiento de su mano y una mirada de vergüenza, Rebecca la coge mirando a su alrededor
buscando a Emily.
- ¿Dónde
está Emily?- Pregunta al
abrir el bloc de dibujo y mirando a la primera página.
- Ella
fue a la sala de plancha, una de las planchadoras tuvo un problema con un
vestido.- Le responde con
su interior temblando viendo a Rebecca hojear las páginas. Rebecca la mira y le
devuelve la libreta.
-
¡Bueno! Voy a ver si puedo encontrarla.- Natasha siente que un escalofrío la envuelve mientras observa
que Rebecca no ha dicho ni una palabra
sobre sus diseños.
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