Una separación necesaria

Una separación necesaria

viernes, 23 de junio de 2017

CAPÍTULO 86

                     
                        UNA INTROMISIÓN INACEPTABLE
- Es un día perfecto para una boda.- Dice Marlene mientras Rebecca aprieta el cierre del collar de perlas alrededor de su cuello.
- Eres y estás preciosa con ese vestido.-  Da un paso atrás para contemplarla con admiración.
- El rosa siempre ha sido tu color favorito.-  Añade Rebecca.
- ¿Qué hora es? No queremos llegar tarde.-  Marlene le dice con prisas a Rebecca. 
- Espera, te estoy completando tu nuevo vestido y tu preocupada por el tiempo.- Le dice con amabilidad colocando las manos  en sus caderas.
- ¡Sí! El vestido es precioso y me sienta de maravilla, simplemente no quiero llegar tarde.-  Revuelve en su bolso, Rebecca la toma la mano para detenerla.
- ¿Qué estás buscando?- Ella sacude la cabeza.
- Mi perfume.-  Dice suspirando.
- Nos vemos en la planta baja.-  Rebecca le relata y sale.
- ¡Rebecca!- Ruth se encuentra con ella al pie de la escalera.
- Te veo muy atractiva con ese vestido.- Ella se inclina con una sonrisa.
- ¡Gracias Ruth!-  Marlene baja a su encuentro. 
– Y Marlene de color rosa que se te ve muy bien. - Ella sonríe y parece más tranquila.   
- Vamos a asistir a la boda de mi hermano.- Rebecca comenta colocando un chal alrededor de los hombros de Marlene.
– ¿Debería preparar cena o van a llegar tarde?-  Ruth pregunta.
- Tienes la noche libre para llegar tarde.-  Marlene amablemente le ordena y salen camino del castillo. Los huéspedes se van sentando.  Rebecca espera a la entrada con sus hermanos y hermana. Con Tristán caminan por el pasillo seguido de Hagen, Sebastian, Helena y luego Rebecca. Toman sus lugares en la ceremonia. Natasha y Naomi caminan seguidas por Jean y Emily del brazo. Emily se ve espectacular con su vestido, piensa  Marlene.  Clark se sienta en silencio junto a ella.
– Estás muy hermosa.-  Le dice en voz baja.
- ¡Gracias!- Responde ella.
- Helena parece feliz contigo.-  Marlene le dice en un tono amistoso. La boda comienza, ella se tranquiliza viendo a la novia y el novio intercambiando sus votos. Marlene mira a Rebecca captando su mirada fija en ella. Empieza a sentir su piel de gallina como una excitación sexual.
- ¿Estás bien?-  Clark pregunta notando el sonrojo en su rostro.
- Estoy bien, es sólo un poco de calor.- Responde en voz baja cuando todo el mundo se pone de pie y aplaude. Los novios regresan por el pasillo y se abren las puertas del castillo. Comienza la recepción y las bandejas de champán recorren la sala para los invitados. A medida que se mezclan y conversan.  
- ¿Bailas?-  Rebecca se acerca a Marlene, toma su mano y la sostiene en sus brazos.  - ¡Estás tan bonita!- Susurra colocando la cara próxima a la oreja de Marlene.      
- Si pudiera me gustaría hacerte el amor aquí mismo.- Ella responde apretando su abrazo por los hombros de Rebecca.
- ¡Hmmm! Podríamos escapar.- Ella levanta la ceja cuando Clark pidió coger la mano de Rebecca.
- ¿Puedo?- Marlene asiente y retrocede.
- Tu esposa es una mujer muy bella y vibrante.-  Le comenta con una tímida sonrisa. Rebecca piensa que es un presumido. Ella sonríe con satisfacción.     
- Sí que lo es y casada.-  La mira a los ojos.
- Y una vez perteneció a su hermano.- Rebecca lo mira severa, le da cierta aprehensión el comentario, Rebecca lo encuentra atrevido y peculiar.  
- Y ahora me pertenece a mí.- Le responde con un tono serio y corta el baile para encontrarse en los brazos de su hermano.  Tristán le habla mientras bailan lentamente.
– Te he visto bailando con el novio de nuestra hermana.-  Ella hace una mueca.
- Lo hice y a él no le importa ser atrevido e indiscreto.-  Ella se calla con el ceño fruncido.
- ¡Sí! Es muy rudo de mente y no creo que le importe a quién insulta.-  Tristán añade rápidamente.
- ¿Te ha hecho algún comentario?-   Ella le pregunta con curiosidad.
- Obviamente Helena le dijo que Marlene y yo estuvimos juntos una vez que tú te la llevaste.-  Él le devuelve la mirada con una sonrisa.
- Me gustaría que no le hubiera dicho una palabra, por supuesto que es obligado conocer la situación. No sé qué tan fuerte es su relación y guardar secretos no es una buena cosa.-  Contesta con claridad.
- Le pregunté por Helena y cuáles eran sus intenciones.- Tristán le comenta mirando a los ojos de Rebecca mientras bailan.
- ¿Y?- Ella cuestiona seria.
- Que está bien, que se llevan bien y tienen una gran relación de trabajo.-  Le explica con una sonrisa.
- ¡Bueno! Él es bastante  presumido.-  Rebecca contesta.
- Es un hombre.- Tristán comenta para continuar. - Pero a partir de lo que le he oído, parece que tiene la opinión de que un hombre debe estar con su mujer, su verdadero amor no importa qué y como, una lucha a muerte y ese tipo de cosas.- Declara en una voz fuerte. Rebecca ve la oscuridad en sus ojos
- Asumo que estás hablando de Marlene.- Suspira.               
- Absolutamente, según él yo debería haber luchado hasta la muerte por ella.- Tristán le responde. - ¡Me reí! No estoy seguro de cómo se lo tomó, personalmente no me importa, se lo dejo a nuestra hermana, que si quiere y si así lo desea, podrá explicarle todo.- Le cuenta en un gruñido.
- ¡Wow!- Rebecca resopla. - Luchar hasta la muerte.- Repite de nuevo.
-  No literalmente, me dejó evidente que percibía que me di por vencido demasiado pronto y no luché hasta el final. Me recalcó de forma grosera.-  Le narra Tristán como una anécdota.
- También es cierto que no sabe nada de lo que sucedió.-  Ella le responde con tristeza pensando en el pasado. La música termina y con ella el baile.  
- No hay que preocuparse.- Le coge la barbilla entre el pulgar y el dedo índice.
- He encontrado la más adecuada, la amo y ella me hace feliz.- Sonríe aliviando la tensión de Rebecca. Su mente comienza a dar vueltas a los pensamientos de Clark y su comportamiento extraño.
- ¡Rebecca!- La voz de Sofía la llama desde atrás y rápidamente se gira.
- Te ves hermosa con ese vestido.-  Ella la agarra de la manga haciendo que Rebecca se sienta un poco incómoda.
- ¡Gracias!-  Le murmura. - ¿Estás disfrutando de la boda? – Le pregunta cogiendo una copa de champan de la bandeja del camarero.
- ¡Lo estoy! Jean y yo hemos tenido una larga charla sobre Paris. Dice que Angelo ha encajado muy bien allí.-  Ella le relata y continúa.
- Yo le dije que pensaba retenerle en Dusseldorf. Me equivoqué cuando le dije que la Lahnstein estaba interesada en la promoción de sus otros talentos de diseño.-  Rebecca le echa una mirada de asombro mientras bebe su copa de champán, piensa un instante.
- ¡Bueno! Obviamente es muy bueno en el diseño de la ropa interior que cualquier otra cosa, así que se tomó la decisión de enviarlo a París.- Le explica con un tic nervioso.
- ¡Rebecca! ¿Estás bien? Pareces un poco alterada.-  Sophia se interesa. Rebecca mira a sus labios y el pensamiento de la beso entre ellas, se sujeta y rompe la mirada.
- Estoy bien, de verdad.- Su cabeza ahora está en una niebla sobre la extraña conversación con respecto Angelo. - ¿Dónde está Marlene?- Sophía trata de continuar la conversación, Rebecca recorrió la estancia con la mirada.
- Por allí con su padre y hermanas.- Le responde y se bebe el resto del champán.
- ¡Disculpa!- Sebastián interrumpe.
- ¿Te apetece bailar?- Le pregunta a Sophia, ella acepta y Rebecca se dirige a Marlene.    
- ¡Oh! Ahí estás. Veo que tu tarjeta de baile ha sido completada.-  Bromea, Rebecca la toma de la mano y tira de ella hacia la pista de baile y la abraza con fuerza. Marlene apoya la cara por encima de su hombro y cierra los ojos.
- ¿Nos marchamos?-  Rebecca le susurra besando su oído.
- Es pronto todavía.- Marlene  dice con seriedad.
- Los novios no se han ido y no han comido tampoco.- Le comenta estirándose hacia atrás y mirando a los ojos. - ¿Cuál es el problema?- Le pregunta con el ceño fruncido de preocupación.  
- Nada, estoy bien, de verdad.-  Sonríe  mirando por encima del hombro de Marlene a Sophia bailando con Sebastian.            
- ¿Clark te dijo algo?- Marlene sondea.
- Es un poco extraño, hizo un comentario acerca de ti y de Tristán. Luego cuando bailé con Tristán, me contó algunas cosas que le dijo acerca de nuestra relación con él, que me parecieron groseros e impertinentes.- Suspira entornando los ojos en actitud de desprecio.
- Es también un presumido. - Agrega Marlene, Rebecca pregunta aún más cerca.
- ¿Ha querido ligar contigo?-  Le pregunta deteniendo el baile.
- Sólo me dijo que yo era hermosa, cuando se sentó junto a mí en la ceremonia.- Le cuenta. Rebecca se queja.
– A mí me dijo que te encontraba hermosa y vibrante.-  Le dice. 
- ¿Y cómo reaccionaste?- Tira de ella desde la pista hacia fuera.
- Que estás muy casada.- Se ríen tratando de relajarse. - Creo que él tiene que cuidar de Helena.- Rebecca conjetura.
- Yo no creo realmente que su interés sea contigo o por mí, sólo la situación en que nos encontramos con Tristán.- Marlene habla con franqueza, se ríen con inocencia. - Me muero de hambre tengo necesidad de comer.- Marlene le ruega en silencio y se cuelan en la cocina donde hay bandejas de bocadillos y entremeses. Se sientan a la mesa, Rebecca abre una botella de jugo de uva espumoso y sirve una copa para cada una de ellas.
- La señora Lentz probablemente va a matarnos.- Expresa Marlene.
- Mejor nos apresuramos antes de que alguien nos encuentre.-  Rebecca expone. Se hacen con unos bocadillos y otros aperitivos y se los van comiendo mientras conversan. Acabado recogen, reordenan y vuelven arriba a la gran sala pasando desapercibidas. Tristán y Emily cortan la tarda de bodas, Marlene pregunta algo a Kim y Dana y empiezan a hablar.
- ¡Rebecca! No te he visto demasiado esta tarde.- Aaron se acerca y le entrega una copa de champán.
- ¡Gracias! ¿Dónde has estado? - Ella pregunta mirando a Marlene al final  de la sala.
- Natasha y Abby han logrado mantenerme casi oculto del resto de la multitud, Abby no se siente demasiado cómoda aquí.-  Dice con una sonrisa.
- No me he dado cuenta, ella es la compañera de Natasha y Natasha es la mejor amiga de Emily así que mientras ella se mueva alejada de mí y no estrese a Marlene estoy bien con ella.-  Le responde tomando un sorbo de champán.
- He estado hablando con ellas, pero acaban por mezclarse entre los invitados.- Le cuenta.
- Marlene se ve preciosa como siempre.-  Dice pensando mientras la mira.
- ¡Sí!- Rebecca responde.
- ¡Lo siento!  Prometí que no volvería a hacer eso. - Se aclara la garganta. - No hacer esos comentarios, quiero decir.-  Se corta ante la mirada de Rebecca.
- ¡Está bien! Ella es muy hermosa y yo sería una tonta si no pensara que cualquier hombre o mujer no se diera cuenta de ello.- Él la mira con simpatía y ella se excusa para acercarse a Marlene. 
- ¡Dana, Kim! - Las saluda mientras hablan.
- ¿Bailamos? - Ella deja la copa de champán y la coge de la mano para abrazarla en el baile.
- ¿Podemos ir a alguna parte?- Le pregunta besando sus labios.
- ¿Ahora? La cosa acaba de empezar y no he tenido mucha oportunidad de hablar con mis hermanas.-  Marlene interpela. Rebecca hace un puchero.
- ¿Qué te pasa?- A Marlene le parece que está molesta por algo.
- Nada, estoy un poco de mal humor eso es todo.- Le responde ella con voz sensual. Marlene se acerca a su oído.
– Ya hemos hecho el amor en el día de hoy.- Ella le recuerda.
– Y lo hemos hecho alguna más en un solo día.- Le responde haciendo eco con su sonrisa seductora. Marlene la mira critica.  
- No estoy en ese estado de ánimo en este momento.- Ella le responde con franqueza.
- Pero podría ser.- Le tira del plisado de la delantera del vestido de Marlene, ella la detiene agarrando su mano.
- Se prudente, vamos a tener tiempo más tarde en casa.- Le reconviene con una mueca. Rebecca baja los brazos y se gira para alejarse.
- ¿Está Rebecca bien?-  Dana preguntó.
- Rebecca está echada a perder.-  Kim cortó en dar pausa a Marlene.
- ¿Castigada?- Le pregunta a su hermana mayor. - ¡Bueno, sí!- Tartamudea, Kim le da un codazo en broma. Rebecca levanta una copa de champán de la bandeja y se acerca al sofá y se sienta y retira sus zapatos.
- ¿Te importa si me uno a tu compañía?- Una voz de mujer le habla detrás de ella, Rebecca se vuelve para encontrar a Naomi.
- ¡Uh! Sí seguro. ¿Quieres una copa de champan?-  Rebecca llama la atención del camarero.
- ¡Gracias!- Naomi, acepta la copa de la bandeja.
– He visto a Emily preciosa hoy, su vestido es único y con mucha clase. Quería darte las gracias.-  Le habla tomando asiento junto a ella.
- ¡Gracias! Ha sido un placer confeccionar el vestido.-  Rebecca le contesta sonriendo.
- ¿Has disfrutado de tu estancia en el castillo?-  Le pregunta.  
- ¡Mucho! Estoy muy agradecida por la bondad de tu familia.-  Ella parece gratificada, pero de alguna manera Rebecca  encuentra que ella está pesarosa por la distancia.
- Emily es una persona maravillosa y una diseñadora con mucho talento. Me alegro de que haya decidido unirse a nuestra familia.-  Señala.
- ¡Sí! Tristán es un hombre muy dedicado y estoy contenta de que conociera a alguien que va a hacerla feliz.-  Comenta bajando la cabeza.
- No he estado allí para Emily cuando era joven y cuando su padre estuvo enfermo.-  Rebecca puede ver la angustia en su rostro.       
- ¡Sí! Algo me ha dicho.- Rebecca habla con la esperanza de que no sobrepasar el límite de lo  personal. 
- Emily la ama y que quiere hacer las cosas para que todo vaya bien entre ustedes dos.-  Rebecca se expresa sincera. Naomi traga saliva.- Me voy a quedar por aquí por un tiempo. Cuando regresen de su luna de miel, trataré de tener paz y de pasar algún tiempo juntas.-  Comenta terminando su champán.
- Creo que encontrarás la estancia aquí cómoda, relajante y gratificante.- Rebecca le expresa con honestidad.
- Elisabeth es un anfitriona maravillosa.- Naomi interviene rápidamente.
- Jean permanecerá durante unos días también.- Expresa con una sonrisa tranquilizadora.
- ¿Así que estás casada con Marlene?-  Ella cambia de tema.
- ¡Si! Lo estoy!- Ella responde con rapidez.
- Ella parece una persona encantadora y Emily tiene muy buena opinión de ella.- Expresa su opinión.   
- Ellas tienen una muy buena relación en el trabajo, así como una buena amistad.- Añade terminando el resto de su champán. - Si no te importa, creo que voy a volver a casa.- Rebecca se pone los zapatos de nuevo.
– Ha sido un placer platicar contigo.-  Expresa Naomi amable.
– Y contigo, nosotros vivimos en la finca enfrente, deberías venir a tomar un café o té mientras estés por aquí.- Le dice estrechando su mano con afecto. Rebecca pudo ver que Marlene estaba todavía muy involucrada en la conversación con sus hermanas y su padre. Les desea a Tristán y Emily todo lo mejor y una luna de miel agradable y se fuga a través de la cocina.
- ¿Te marchas tan pronto?- La voz de un hombre que la llama desde las sombras de la terraza, Rebecca rápidamente se volvió para ver Clark pie directamente detrás de ella.
- ¿Y si, qué pasa?-  Ella sonrió por lo bajo.
- ¿Dónde está tu bella esposa?- Su pregunta parece retorcida, Rebecca puede decir que había estado bebiendo por  su tono arrogante.
- En el interior. ¿Por qué lo preguntas?- Su atención ahora en su extraño comportamiento.
- Porque es una mujer muy bella y hay numerosos hombres allí y que ha sido robada una vez antes.- Lo mira pensando que el último whisky en su vaso le ha hecho daño. Rebecca siente que el aire abandona los pulmones.
- Marlene nunca fue robada. ¿De dónde viene eso?-  Su voz se va haciendo más fuerte mientras le pregunta.
- ¡Bueno! Ella estaba en un equipo y ahora está jugando para el otro lado.- Responde con un ligero eructo. Rebecca hace una mueca.
- Vuelve a entrar Clark, estoy seguro de Helena te está buscando.- Ella le grita y le ve tropezar.
- Tristán es tu hermano ¿Cómo pudiste hacerle eso? No entiendo, cómo una mujer sólo puede entrometerse en la propiedad personal de un hombre y se aproveche de ella.-  Rebecca cruza sus brazos y su mandíbula apretada.
- ¿Como un ladrón en la noche? ¿Es eso lo que piensas?- Ella le dice excitada. Él se sienta en el banco y coloca su cara entre las manos. - ¿Crees que Tristán está libre de culpa? Él nos hizo vivir un infierno, arruinó a Marlene de muchas maneras, pero hemos sobrevivido a todo, el tormento y la desconfianza. Jugando para el otro lado, bueno, eso es sólo una metáfora.- Rebecca habla de forma estoica. Ella se aleja de él y entra en el castillo. Encuentra a Helena.
- ¡Ven conmigo!- Le exige en voz baja, la toma de la mano y casi arrastrando la lleva fuera.
- Clark está borracho y grosero.- Ellla nota el descontento.
- ¿Dónde está?- La mira frenética y su voz temblando.
- ¡Allí!- Ella señala hacia el banco en que está tumbado.
- ¡Clark!- Helena exclama con voz amarga y mira hacia Rebecca.
- ¡Levántate!-  Ella le agarra del brazo y él se pone de pie.
- ¡Helena!- Se rió poniendo su brazo alrededor de su hombro.
- ¡Rebecca!- Asiente y se endereza la corbata suelta y saluda a las dos.
– Me parece que has bebido demasiado.- Helena lo regaña, él frunce el ceño como si estuviera siendo castigado.
- Ayúdame en vas…- Él intenta darle un beso, pero ella se aparta.
- ¿Necesitas ayuda?- Rebecca pregunta con ira en sus palabras.
– Puedes pedirle a Justus el favor.- Rebecca la deja con él y envía a Justus para ayudarla.
- ¡Me voy a casa!-  Dice Rebecca acercándose a Marlene.  
- ¿Vas a venir o te quedas?-  Le pregunta con firmeza.       
- Estoy lista.- Ella responde,  abraza a sus hermanas y su padre.
- Mañana para el almuerzo.- Biggi le recuerda.
- ¡Sí! Estaremos alrededor de mediodía.- Confirma Marlene que abandona a su familia.
- Pareces muy enfadada. ¿Qué ha pasado?- Marlene le pregunta mientras Rebecca le pone el abrigo sobre los hombros.
- ¡Clark!- Ella grita. - ¡Joder!- Exclama irritada.
- ¿Se enfrentó a ti?- Le pregunta.
- ¡Está borracho! Antes cuando salí a través de la cocina,  él estaba en la terraza y se me acercó, me dijo que no debería dejarte aquí sola, que alguien te iba a robar, como te robé de Tristán.-  Su cólera le provoca una lágrima que rueda por su mejilla. - Él me dijo algo acerca de jugar para un lado y luego cambiar a la otra parte.-  Le comenta mientras caminan de regreso por el camino a casa.
- Eso es absurdo.- Marlene le interrumpe. Rebecca suspira mirando a Marlene a los ojos.
- Temo y me preocupa mi hermana por este egoísta maníaco con el que está.- Su expresión es aterrorizada,  Marlene se asusta.

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