Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 27 de noviembre de 2018

19ª Entrega


 Reencuentro.

El encuentro entre Rebecca y Tristán en los jardines de Koninsgbrunm es inesperado, pero a la vez resulta tranquilizador para él. Aunque las noticias que le han llegado, sobre el estado de salud de su hermana, son muy positivas, verla de nuevo ejerce de bálsamo en la preocupación de Tristán. Ella le mira seria, no se han visto desde el día del accidente y el gesto es tenso entre los dos. Elisabeth capta la zozobra de Rebecca.  - ¿Estás bien? – Rebecca asiente con la cabeza y mira desafiante a Tristán. Él también se siente inquieto, hace semanas que quiere hablar con ella, pero no se ha sentido lo suficientemente fuerte para hacerlo. - ¿Cómo estás, hermanita? – Pregunta con timidez y algo nervioso, empleando un tono conciliador. - ¡Recuperada! – Ella le contesta en un tono algo lejano. – ¿Podemos hablar? – Continúa su nerviosismo.  - ¡Por supuesto! - Ella no le cierra la puerta. Necesita conocer cómo será su relación de ahora en adelante y eso solo lo sabrá entendiéndose con él. Es mucho lo que Tristán ha hecho de mal y el cariño fraternal que existía entre ellos dos se ha ido degradando hasta que el día del accidente todo pareció romperse. Elisabeth mira expectante a Rebecca, ella le asiente con un gesto de su mirada. – Estaré en el estudio, si me necesitas. – Abandona con dudas la compañía de los dos hermanos, confía en que ambos hablen con sensatez. Tristán es un misterio pues nunca da signos de su comportamiento inmediato y casi siempre rompe cualquier pronóstico. Rebecca está tranquila porque ha visto y captado sensación culpable en sus ojos y espera que tenga un gesto de desagravio con ella. Recuerda la conversación con Marlene y lo que expresó mientras estaba inconsciente.
Ambos caminan despacio, el uno al lado del otro en silencio. Rebecca espera que Tristán rompa el mutismo en el que está encerrado, al fin y al cabo, él es quien ha propuesto hablar. Ella no se descompone ni apura el momento.  - ¡Lo siento! Lo siento mucho, no me lo perdonaré en la vida. Si hubieses muerto, yo me moriría detrás de ti. Nunca quise hacerte daño, pero en aquel momento no pensaba, era mi lado oscuro quién me gobernaba. – Rebecca está a punto de lágrima, pero se recompone.  – Fue un accidente, no tenías intención de hacerme daño, me caí al apartarme, tu estabas enfurecido con Marlene y actuabas cegado. – Tristán mira a su hermana algo sorprendido. Pensaba que ella le echaría la culpa de todo lo sucedido y eso le preocupaba. Oyendo la respuesta que le ha dado, se da cuenta de lo superficial que era su pensamiento.  - ¡Lo siento! Lo siento de nuevo por el infierno que os he hecho pasar. Me he dado cuenta, muy tarde para mi conciencia, de que el amor entre vosotras dos es algo que impresiona. Marlene me lo describió con palabras que yo nunca sería capaz de expresar. Hagen me hizo ver lo importantes que sois la una para la otra y me arrepiento de estar tan ciego. Me ofuscó mucho veros de nuevo, ya había olvidado mis rencores. Estabais fuera de mi vista y muy lejos. Cuando Marlene mostró a su hijo, algo se revolvió dentro de mí y por un momento pensé que era mío. A partir de ahí no quise escuchar a nadie y actué cegado por mi locura. – Rebecca se siente ahora reconfortada por las palabras de Tristán. Sin embargo, todavía tiene sus dudas. En el pasado también prometió no intervenir entre ellas y no cumplió su palabra, una vez casi las mata en la cuadra con un incendio. – Comprenderás que debo ser cauta con lo que me estás diciendo. Tu pasado habla por ti. – Le expone en un tono menos tenso. Ella entiende el gesto de sinceridad de su hermano, pero duda de que sea capaz de mantener su promesa, sobre todo en momentos tensos o cuando el nivel de alcohol le haga estar fuera de la realidad. -  Tristán, la semana que viene regreso a Nueva York, Marlene ya está allí. Como ya sabes nos casaremos muy pronto. No volveremos a cruzar nuestros caminos, salvo que sea necesario. Busca tu felicidad, olvídate de nosotras, ya somos felices juntas y tu no eres parte de esa felicidad. Solo lo serás el día que olvides a Marlene y lo que te hizo. Debes emprender una nueva vida al lado de otra persona o vivas solo porque así lo has decidido. Déjanos vivir la nuestra en paz, ya tenemos un proyecto de futuro organizado. Si quieres formar parte de ello, reconduce la tuya y todos ganaremos. Le dijiste a Marlene que una vez te dije que eras mi héroe. Vuelve a serlo, solo debes recuperar tu propia vida  y vívela feliz, entonces volverás a ser mi héroe. Hasta ese momento solo serás mi hermano… un hermano lejano. – Duras palabras de Rebeca que hacen mella en el alma de Tristán. Él recapacita durante un rato, mientras caminan, le va dando patadas a algunas piedrecitas de la senda, con eso descarga su ansiedad. Rebecca lo observa con el rabillo del ojo. - ¡Sabes! En parte estoy haciendo lo que me dices. Hace meses que estoy saliendo con alguien que me gusta y que tiene una personalidad magnética.  Ella no sabía nada de lo de Marlene hasta que no tuve más remedio que contárselo, me veía muy triste por tu salud, y le terminé confesando que me consideraba culpable de lo sucedido. Le conté todo y lo que más me sorprendió es que comprendió mi zozobra. Ese día fuimos al Hospital, fue cuando te visité, estabas inconsciente, Marlene estuvo muy tolerante, pero salí de allí completamente entristecido después de ver el estado en el que te había dejado. – Rebecca se detiene en su caminar, se gira hacia él y le mira. – Tú no hiciste nada, yo me caí sola porque tropecé, no te culpes por ello. Es ya agua pasada y no debes atormentarte. Es cierto que si no te hubieses presentado de esa manera nada hubiese sucedido, pero ya está, estoy curada, viva y deseando ver a Marlene con toda el alma. Olvida todo y empieza de nuevo. -  Toma aire después del discurso y en un tono más suave comienza a hablar de nuevo. - Me alegra lo que me has dicho y veo que has encontrado a alguien que puede hacerte feliz. La comprensión del otro es la base fundamental de una relación, ojalá tengas suerte Tristán, estaré muy feliz si consigues estabilizar tu vida.- Tristán sonríe ligeramente y mira al suelo con algo de pudor.  – Marisa es un encanto, desde que la conozco vivo muy a gusto. – Rebecca vuelve a mirar a su hermano con misterio.  - ¿Has dicho Marisa? ¿No será la as…?- Tristán corta la frase asintiendo con una sonrisa.  - ¡Ahhh! Bonita chica, muy agradable. Ha estado como asistente conmigo. -  Tristán sigue sonriendo, - ¡Lo sé! Me ha contado que no has perdido tu creatividad. Y no solo es asistente, será una diseñadora de categoría, he visto sus bocetos y son espléndidos. – La conversación deriva hacia el tema de Marisa. Durante rato hablan de ella, LCL y el banco. Él la informa puntualmente de todo lo relacionado con las empresas de la familia.

Rebecca espera con el equipaje en la terminal del aeropuerto de Colonia la llegada de Thomas con el pequeño Tomy, al que no ha dejado de ver un solo día. Se lo lleva a Nueva York. También ha llamado a Roselyn para que regrese a la ciudad de los rascacielos. Como de costumbre el niño se abalanza sobre ella. Thomas está algo triste por la partida del niño, todas estas semanas en casa han sido una alegría para él y Biggy, y por supuesto para su tío, el otro Thomy. Rebecca toma el vuelo de media tarde, cuando llegue a su destino Marlene estará en pleno ensayo, la esperará en el apartamento. Aunque le ha anticipado que ya puede viajar, mantiene el misterio de la hora de llegada. Calcula que estará en el apartamento sobre las ocho de la tarde de N.York, tiempo suficiente para dejar a Tomy en su cama, estará completamente dormido, facilitando así los planes de Rebecca para dar la sorpresa a Marlene. 
La pesada carga de Tomy y la maleta no amilanan las ganas de Rebecca, está ansiosa por ver de nuevo a Marlene. Llega al apartamento y acuesta al niño en su cama, comprueba que está todo correcto y se dedica a preparar la bienvenida a su amada.
Marlene abre la puerta, el cerrojo muestra signos de no estar pasado, recuerda que todos los días al salir si lo cierra. Piensa que quizás no lo ha hecho. Al abrir percibe un aroma familiar y que algo hay en el dormitorio, una tenue luz asoma por una rendija de la puerta de acceso a la habitación, se acerca misteriosa y la empuja suavemente. Una hilera de velas encendidas ilumina el rostro de Rebecca allí de pie delante suya. La encuentra bellísima y de un salto se acerca, la abraza besando sus labios con verdadera pasión. Se le saltan las lágrimas de felicidad - ¡Oh! ¡Dios mío! ¡Cuánto he soñado con verte! – Marlene no cabe en si de gozo al tener a Rebecca en sus brazos. - ¡Te quiero, te quiero, te quiero! Eres lo mejor de mi vida. – Le dice nerviosa y aún temblorosa. Deseaba tanto volverla a encontrar que no cabe en si de gozo. Con insinuante actitud Rebecca comienza a desabrochar la camisa de Marlene. Al principio se deja llevar, pero de pronto se le despiertan las alarmas. - ¿Estás segura? ¿Podemos hacerlo? – Pregunta algo insegura.  - ¡Estoy segura! Y nada me apetece más que hacer el amor de nuevo contigo, lo deseo mas que nada en el mundo.- Rebecca disipa todas las dudas de Marlene con un profundo beso. Ella misma se desprende del camisón que lleva puesto, descubriendo su desnudez ante su amada, que rápidamente la sigue y se introducen en la cama llenas de pasión. Es Rebecca quien toma el mando de las operaciones. Se coloca sobre Marlene y encajan sus cuerpos de forma perfecta. para seguir con ese baile erótico que las conduce finalmente al éxtasis mutuo. 

La tienda de la calle Stanton es un hervidero de gente esa mañana, Rebecca no se lo cree, casi no puede conducirse entre la gente hasta detrás del mostrador, donde sus empleadas la reciben de forma entusiasta. Con la cara llena de espanto se introduce en su despacho y algo especial está en el ambiente que la intriga. Se sienta en la silla de la mesa para comprobar que está modificada. – Aquí se ha sentado otra persona. -  Expresa un pensamiento en voz alta. El orden de la mesa también está alterado, no es su orden. De pronto le entra una sensación de que alguien ha invadido su espacio vital en aquel lugar. Revisa la documentación, los cajones, los expedientes comerciales y todo está en orden, todo está al día, como si ella hubiese estado trabajando cada jornada de ausencia. -  Solo puede ser una persona. Marlene. – Reflexiona un instante y a continuación comienza a reordenar el despacho a su manera, ajusta la silla a su medida y coloca las cosas como a ella le gustan. Del bolso extrae una fotografía enmarcada de Marlene y ella abrazadas y mirándose a los ojos. La coloca sobre la mesa a su izquierda, entre la puerta y su mirada. Poco rato después aparece Isabel, la encargada, es una mujer alta, latina y atractiva, cuerpo de modelo y una mirada inteligente. Ella le cuenta que los últimos días Marlene ha estado gestionando todo lo que había pendiente. Rebecca le contesta que ya lo sabía. Se disculpa con ella por no haberla avisado. – No hacía falta, tu hermano Sebastián nos avisó. De hecho un día pasó por aquí con su mujer, Tanja, de camino a San Francisco, hicieron una visita a la tienda. – Rebecca se enciende, nada tenía que hacer aquí Tanja. Esta tienda no pertenece a LCL. Siempre tiene que entrometerse.  

Marlene aparece antes de la hora del almuerzo, sonriente entra en la tienda y pregunta por Rebecca. Isabel señala el almacén. Abre la puerta y la ve de espaldas buscando algo en un estante. Sigilosa se acerca a ella y la abraza por la cintura. Rebecca da un respingo asustada, se le ilumina la mirada al ver a su amada sujetándola por la cintura y queriendo darle un beso de bienvenida. Ella la rodea con su brazo derecho y se desprende de la caja que lleva en la mano izquierda para abrazarla mientras recibe el cariñoso beso de Marlene.  - ¿Dónde estabas? Te perdí al salir de casa. -  Le dice tierna.  – Fui a buscar a Roselyn al aeropuerto. Me llamó para decir que ya estaba en La Guardia. Ahora está con Tomy en casa. ¿Almorzamos? – Rebecca pone una sonrisa con los ojos iluminados. – Marlene, ¿Has hecho tú todo lo que me he encontrado en la tienda?- Marlene la mira extrañada. - ¡Sí! ¿No te gusta? -  Rebecca la mira con pasión, no puede verla de otra forma. - ¡Me encanta! Has hecho un trabajo magnífico.- Salen del almacén y se dirigen al despacho, Rebecca recoge el bolso y salen hacia la calle. En el restaurante Balvanera deciden hacer el almuerzo, como hacía Rebecca con frecuencia. - ¿De verdad te ha gustado? No estaba segura si querías algo así. Puse mi cabeza a trabajar por que no podía estar casi medio día sin hacer nada. Los ensayos comienzan a las cuatro de la tarde, estamos unas cinco horas en el escenario ensayando, pero las mañanas eran interminables sin ti a mi lado y ya ves. -  Rebecca escucha con atención. – Pero ¿Cómo has conseguido llenar la tienda de gente? Esta mañana no se cabía, Isabel está encantada. – Marlene le va explicando paso por paso todos los detalles de la campaña publicitaria y las gestiones que ha realizado con casas comerciales y centros de ocio, teatros y salas de muestras textiles. - Isabel ha sido de gran ayuda para conocer algunas cosas de esta ciudad que me han sido muy útiles. – Así fue desgranando uno a uno todos los detalles. Acabada la comida, Rebecca regresa a la tienda y Marlene se encamina al teatro de la Avenida Brodway.

El estreno de Marlene en la escena resulta muy satisfactorio, no ha sido un gran éxito pero al menos ella se siente triunfadora por el trabajo realizado en escena.  Rebecca la ha acompañado en esta noche tan especial y al acabar la representación se dirige a su encuentro en el camerino. Entra mientras ella se está cambiando detrás de un biombo. Se acerca al espejo para domarse el pelo, se lo han peinado muy voluptuoso y a ella no parece gustarle. Rebecca la detiene. – Déjalo así, estas preciosa. Me encanta lo bonita que me pareces con ese peinado. – Ella la mira con una sonrisa. – Pues si a ti te gusta, a mi también. – 
Durante semanas el ritmo de vida está en una rutina alrededor de la Tienda con Rebecca y del teatro para Marlene. Los domingos son para disfrutar en Central Park jugando con el niño y Roselyn que se ha quedado definitivamente con ellas. La boda quedó pendiente a causa de las lesiones de Rebecca. Un día regresaran a Düsseldorf solo con esa única intención.




7 comentarios:

  1. excelente la trama sólo que la serie no está traducida al español

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  2. Por favor ponerla con sub. En español

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  3. Quisiera saber si habrá nuevos capítulos de marlene y rebeca en español me encanta gracias

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  4. He seguido las 3 historia y me han gustado me gustaría leer más gracias espero tu Respuesta

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  5. Hola senor francisco me gustaria saber en donde puedo conseguir esta novela de Marlene y rebecca

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