Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 17 de abril de 2018

Episodio trigésimo sexto

Deseos y promesas
¿Estás ya empacando? - Elisabeth le pregunta a Rebecca al entrar en el comedor. - ¡Si! Estoy. - Se sirve una taza de té caliente. - Todo en LCL está hecho y asuntos cerrados. Elisabeth. -  Ella le replica y ambas sonríen. - Pensé que debía enviar un mensaje a Grace, he reservado vuelo y sólo llevaré cosas que realmente necesite. – Les cuenta mientras da un sorbo al té. – Creo que es buena idea. Preparar a Grace para decirle que viajas y espero que sea para más que sólo una visita. – Elisabeth trata de ser animosa. - No creo que sea fácil ganarme a Marlene de vuelta, creo que ella siente que la he abandonado y será complicado conseguir una oportunidad de reconciliación. -  Elisabeth sonríe.  - No seas tan dura contigo misma Rebecca, te recuerdo que siempre puedes volver a casa. - Ella coge su mano y se la acaricia. - Sueño con largas caminatas con Marlene a lo largo de la playa, comer langosta, ir de compras a Nueva York… – Le confía a Elisabeth, pero ella piensa que las cosas no serán fáciles. - Entonces ¿Has decidido qué día partir? - Rebecca frunce los labios. - Tristán estará aquí mañana y quiero pasar un poco de tiempo con él. – Comenta y baja la vista al suelo. - Ha sido tu mayor apoyo. -  Le dice sonriendo. - Y él comparte que realice este movimiento, se da cuenta de que nunca podría ser feliz con nadie distinto a Marlene. - El tono de Rebecca es optimista. Elisabeth toma un sorbo de té. - ¿Has hablado con Eric? - Pregunta con preocupación. - No te dije que me pidió que me casara con él después de la inauguración. -  Elisabeth la mira bajando su taza. - ¿Asumo que cuando no aceptaste le dijiste la verdad? - Ella preguntó en voz baja. - Me importa mucho Eric, pero no lo amo, nunca fue mi intención casarme con él, sólo para satisfacer su deseo, sí, le dije la verdad y él no se sorprendió, pero cree que seré decepcionada y herida. – Rebecca se siente triste por lo sucedido. - Lo siento por él. Ha sido bueno contigo y un buen hombre joven y agradable. - Elisabeth con sinceridad. - Creo que lo tiene en su mente. Que Marlene no volverá a mí y regresaré corriendo hacia él dispuesta a comenzar un hogar y una familia. - Elisabeth se sonríe. - ¡Disculpa! - Ella cubre aún más la boca.  – Simplemente es que no puedo verlo. – Comenta en tono de burla. Rebecca se ríe.   - Has sido mi mejor amiga en todo esto, incluso cuando mis días estaban oscurecidos por la incertidumbre en la que estaba, nunca podré agradecer lo suficiente todo tu cariño, Elisabeth. – Respira un momento. - LCL está ahora en gran forma, nuestros diseñadores son competentes y confiables, André me ha asegurado que no permitirá que nadie deje caer el balón y me siento bien, bueno explorando un nuevo mundo. -  Se desahoga satisfecha y muy alegre. - Rebecca desde que tomaste la dirección de LCL la has colocado en una trayectoria positiva. Ahora no hay la anarquía anterior, ha funcionado mejor y podré controlar y ejecutar cualquier operación sin problemas. - Rebecca muerde su tortilla. Deja el tenedor sobre el plato. - Después de todo tengo que admirar la decisión de Tanya de irse, centrarse en Hannes y Emma. – ​​A Elisabeth se le escapa una sonrisa de satisfacción. -  Esto marcó una gran diferencia en nuestras vidas. - Comenta en un tono jocoso y terminan el desayuno. - Tengo una reunión con el personal esta mañana y voy a aclarar el borrador final para las colecciones de verano. - Informa a Elisabeth mientras sale del comedor.
- ¡Buenos días! - saluda Marlene con voz fría mientras se pone detrás de Tracey.    - ¿Cómo estás? -Ella sonríe. - ¡Estoy bien! Esperaba que pudiéramos tomar un café.- Mira su reloj y mira a Tracey. - ¿A qué hora? - Ella pregunta. - ¿Dentro de una hora en la cafetería? - Ella frunce los labios. - ¡Bien! Te encontraré allí. - Marlene la deja para atender a sus pacientes, Grace la encuentra por el pasillo. - Veo que estabas hablando con Tracey. - Marlene hace una mueca. - ¡Sí! La invité a tomar un café en nuestro descanso. – Le cuenta. Ella pone cara de sorpresa. - ¡Oh! ¿Vas pedirle que salga contigo? – Marlene se encoge de hombros. - Pensé que podríamos tomarlo con tranquilidad esta vez, ella me gusta y… - Grace levanta su mano. - ¡Tú solita! -  Es honesta en su tono de voz. - ¡Grace! No estoy lista para nada serio. , en realidad, ni siquiera llevo separada de Mark tanto tiempo. – Llena el aire con preocupación en su tono. - Seguramente no estás usando a Mark como excusa, aquello terminó antes de que comenzara a caminar. - Se cruza de brazos y le echa una mirada seria. - He logrado arruinar mi vida. - Se siente mal por ella misma.  - David está incluso un poco preocupado por ti. ¿Por qué no invitas a Tracey este fin de semana? David y yo vamos a cocinar almejas, el fin de semana se supone que será agradable, algunos de los empleados asistirán también. - Le propone con sinceridad. - Eso suena como buena idea. - Sonríe, sintiéndose cómoda. - Te veré más tarde y te daré los detalles. -  Grace regresa a su oficina cuando suena su teléfono. Lo saca del bolsillo de su bata y para sorpresa suya es un mensaje de Rebecca, ella rápidamente le responde, le dice que su llegada será una sorpresa para Marlene. “Te reservaré una habitación en el Shoreview Inn, esto sorprenderá a Marlene, pero tengo que preguntarte. ¿Estás segura de ello Rebecca?" Ella contesta el mensaje con un corazón latiendo salvajemente.  "Nunca he estado más segura en mi vida.”  Vuelve a enviar otro mensaje. “No quiero que lo sepa, esto debe ser una sorpresa, llegaré en un par de semanas."

- Me alegro de que me hayas encontrado hueco para tomar un café. - Dice Marlene sentada al lado de Tracey. - ¡Yo también! Pensé mucho en nuestra charla durante los últimos días y creo que he sido injusta y he juzgado demasiado rápido. – Escucha algo eufórica a Tracey hablando. - ¡Me alegro! No quería bajar con el pie equivocado, pero disfruto de tu compañía, y sí, siento que el pasado todavía me duele. - Le recuerda. - ¡No debería! No he analizado bien la forma en que te sientes y sé que ahora mismo estás sola, sin compañía. – Le responde con realismo. - Eso es todo lo que hay y quién sabe lo que el futuro nos depara. - Ella contesta con cierta dulzura. - Me alegro de haber superado esto, Marlene, me gustaría verte más, es decir, si es tu voluntad. - Ellas terminan su café. - Grace y David preparan una barbacoa en la playa. Me preguntaba si te gustaría acompañarme. - Tracey asiente. - Grace había mencionado algo al respecto. ¡Me encantaría! – Sonríe y coge su mano. - ¡Gracias! Voy a ver un momento a Grace y hacérselo saber. - Ella abandona alegre la mesa, Tracey la ve alejarse, está empezando a ilusionarse.
– Marlene. ¿Hablaste con Tracey? - Grace se encuentra con Marlene fuera de la puerta de la cafetería.   - ¡Si! Ella me acompañará a probar tus almejas. - Suelta una risita y a Grace le parece que ella está feliz. Su rostro no muestra tanta felicidad y Marlene nota algo. - ¿Qué pasa Grace? - Marlene pregunta intrigada. - ¡Nada, nada! Estoy perfectamente bien. - Comenta, pero se siente incómoda por Rebecca. - ¿A qué hora debemos estar? - Ella pregunta con algo de ansiedad. – A las cinco y trae una botella de vino. -  Grace intenta sonreír.
Marlene se acerca al porche de la cabaña de Tracey, está a punto de llamar cuando ella abre la puerta. - ¡Adelante! - La coge de la mano. - Sé que es un poco pronto. – Comienza a hablar. Tracey coloca sus labios en los de Marlene en un profundo beso. - ¡Hmmm! - Marlene gimotea. - ¿Así? - Ella le susurra. - ¡Así es! - Se besan de nuevo, Marlene cruza los brazos por la cintura de Tracey. - No queremos llegar tarde. - Se separan. - Voy a buscar mi chaqueta. Un paseo por la playa más tarde sería agradable. – Le propone. Marlene le pasa el índice por la mejilla y se dirigen a la cabaña de Grace y David. Caminan por el sendero arenoso hasta la parte de atrás de la cabaña. - ¡Marlene! ¡Tracey! - Grace las recibe, David hace una gran hoguera y sus compañeros de trabajo se colocan alrededor en mantas sobre la arena.  - Déjame prepararte un poco de vino. -  Grace regresa a la casa y les sirve sendas copas. Marlene se encuentra con ella en el camino. - ¡Gracias! - Le entrega las copas. - ¡Marlene! - Grace la llama en voz baja. - Sé que te gusta Tracey, pero... - Deja de hablar. Marlene la mira con extrañeza. - ¿Pasa algo? - Ella pregunta con una mueca, - ¡No! Ella es maravillosa y hermosa, simplemente no creo que realmente hayas terminado con Rebecca. - Responde con voz temblorosa. - ¡Grace! Rebecca eligió su destino, yo no, estoy aquí, ella está allí y ella no quiso seguirme. - Responde dando media vuelta y caminando hacia la playa. Deja a Grace preguntándose qué pasará cuando vuelvan a encontrarse. Marlene se recuesta en la manta cerrando los ojos y escuchando las interesantes conversaciones que vuelan a su alrededor, el sonido de las olas a lo largo de la orilla al estallar y el chisporrotear del fuego.  - ¿Podemos pasear? -Tracey aparta los cabellos de Marlene de su rostro y contempla la quietud de sus ojos azules. - ¡Claro! – Tracey la ayuda a levantarse.     - Esta noche es fría - Murmura Marlene. - Me gustaría estar sentada junto a un acogedor fuego en el interior. - Tracey suelta una risita.
Caminan de la mano de regreso. – Estoy repleta de esas almejas. - Añade Marlene sonriendo mientras se detienen a ver las olas rompiendo en la orilla. - ¡Bésame otra vez! -  Le suplica Marlene con un movimiento en el labio. Tracey obliga a conectar y sus lenguas se juntaron en un beso febril, el toque de las manos acariciando los lados de las caras de ambas causó un revuelo sexual en las dos. - Deberíamos regresar. -  Marlene se aparta despacio. - ¡Sí! Antes de que la gente sospeche. – Ríen cómicas. - Realmente no me importa lo que piense la gente. -  Comenta Marlene. - Nunca me importaron las etiquetas, eres quién eres y estar casado y no compartir esa honestidad con esa persona. - Baja la cabeza y deja de hablar. - Debería haber sido honesta con mi esposo sobre mi pasado y la forma en que realmente me sentí. - Le echa un rápido vistazo a Tracey y luego frunce el ceño. - ¡Lo siento! No pensé, arrojé mis problemas pasados ​​sobre ti. – La mira algo confusa. - ¡Está bien! ¿De qué otro modo puedo llegar a conocerte si no compartimos cosas que sentimos y que son importantes para nosotras? – Marlene se siente más tranquila. - ¡Tienes razón! Tracey, siento que me libero cuando puedo hablar abiertamente con alguien. -  Da impulso a la charla. - Yo también tengo un pasado. Siempre he sido gay, nunca hubo una curva en mi camino, fue difícil para mí, mis padres no eran muy receptivos, mis tres hermanas intentaron apoyarme, eran mayores, yo el bebé, tenían su vida personal, pero siempre estaban ahí sin importar lo desordenada que estuviera. - Se ríe con soltura. - ¿Tus padres alguna vez te censuraron? - Marlene pregunta sin malicia. - No realmente, quiero decir, si salía con alguien amable y educado. Gracias a mi esfuerzo, fui inteligente y hábil, me apliqué en la escuela y en la facultad. Están orgullosos de mí y me aman, pero no tengo el derecho de llevar una chica como pareja a casa todavía. -  Suelta una risita, se cogen de las manos y caminan de vuelta a la hoguera.
Concluida la velada al calor de la hoguera, al volver se detienen frente a la cabaña de Tracey. - ¿Quieres una taza de chocolate? - Marlene la mira fijamente. - ¡Claro! – Se miran con una sonrisa y entran. - Fue una noche agradable. - Dice ella sacando las tazas del gabinete. - Grace y David saben cómo pasar un buen rato. - Marlene comenta descansando en los cálidos cojines del sofá. Tracey trae las tazas del chocolate y se acurruca junto a ella. - Disfruté de la caminata, fue iluminadora y en cualquier momento que quieras hablamos. - Marlene coloca su taza y pone su mano en el cuello. - No quiero hablar. - Tracey se inclina hacia delante y la besa de nuevo con los labios entreabiertos. Se miran con las caras muy cerca, el dedo de Tracey traza el contorno de la nariz de Marlene. - Eres hermosa y amable. - Expresa, Marlene la besa de nuevo. - ¡Te quiero! -  Tracey gime y se levanta, toma a Marlene de la mano  y la lleva al dormitorio. - ¿Estás segura? - Marlene pregunta mientras Tracey se desabrocha la camisa. – ¡Lo estoy! - Le susurra en el oído y le besa el cuello antesala de entregarse al amor durante toda la noche. El olor a café y huevos fritos despierta a Marlene. Tracey abre la puerta trayendo una bandeja de desayuno a la cama, Marlene se incorpora arreglándose el pelo. - ¿Café? -  Ella bosteza. - Estabas durmiendo tan tranquilamente antes, no quise despertarte. – Le dice. - ¿Qué hora es? – Marlene mira alrededor buscando un reloj. - ¡Diez treinta! - Responde Tracey bebiendo un sorbo de café y compartiendo el plato de huevos y tostadas. Marlene se recuesta y cierra los ojos estirándose. - Debería vestirme y regresar al apartamento y darme una ducha. - Hace una mueca. - ¡Ok! ¿Puedo verte a la tarde? - Tracey pregunta interesada. - ¡Claro!  ¿Por qué no vamos a por langosta esta noche y cenamos tranquilamente? - Responde feliz. - ¡Bien! ¿A qué hora te recojo? – Pregunta Marlene. - Alrededor de las seis. - Tracey se ofrece para que Marlene la bese suavemente. Finalmente se viste para regresar a casa.

Rebeca está desordenando el invernadero colocando las cosas en cajas para  almacenarlas. De pronto suena un golpe en la puerta. - ¡Adelante! – Grita.                 - ¡Tristan! -  Ella lo abraza. - ¿Preparada para salir? - Ella sonríe. – En un par de semanas. – Le dice, identificando la caja que acababa de cerrar. - ¿Lo sabe Marlene? – Se interesa. - ¡No! Quiero sorprenderla, he hablado con su amiga Grace, ella está al tanto. - Le responde y se sientan en el sofá. - ¿Qué harás si te rechaza? - Pregunta en un tono realista. - Luchar por ella y esta vez no voy a renunciar. -  Se mantiene firme en su tono de voz. - Supongo que esto significa que si está viendo a alguien… -  Ella interrumpe rápidamente. - Estoy preparada, si es así, no voy a mentir, lo haré. Las cosas serán más difíciles, pero como dije antes, pelearé por ella, no quiero separarme más de lo necesario, sé que ella me ama Tristán, solo tengo que convencerla de eso. Esta vez soy real, sin juegos. – Él la ve positiva.  - Y ¿Qué pasa con LCL? - Ella suspira. - Mi colección fue un éxito y Andre ayudará a Elisabeth a manejar las cosas, voy a trabajar desde casa, eso es si Marlene me quiere, estoy seguro de que tendré que hacer sacrificios para que podamos estar juntas. -  Tristán gruñe levemente. - Es un gran riesgo Rebecca y tú sabes cómo eres con el trabajo, ahora que estás de pie y las cosas van bien, no estoy seguro de que puedas quedarte quieta. – Refunfuña. - Estoy enamorada, es así de simple y me ha tomado todo el tiempo posible para darme cuenta de que ella es a la que le daría todo por no tener más incertidumbres. - Ella le aclara. - ¿Has oído algo de Eric? Ha sido una gran parte de tu vida en los últimos meses. - Le pregunta a su mirada severa. - No desde la ruptura. – Niega con la cabeza. - Ni siquiera quiero llamarlo ruptura ya que no era algo serio para mí como lo era para él, pero le hice daño, debería haber detenido las cosas antes de que se me fuesen de la mano. - Siente lástima por él. - ¡Rebecca! Estás siendo un poco dura contigo misma, simplemente sucedió, he sabido todo el tiempo que nunca podrías estar realmente con él. Me viene a la cabeza Lizette. -  Él siente una enfermedad en su estómago al mencionar su nombre. - Podrías haberla traído de vuelta fácilmente, la amaste una vez y la ruptura con ella no fue hace mucho tiempo. Eric solo fue un faro en la noche por que tuviste compañía, las cosas comenzaban a estar bien. - Rebecca gruñó en voz alta. - Lizette está fuera de escena, antes incluso del accidente. Sabía que quería a Marlene pero la forma en que las cosas sucedieron, me obligaron a volver a conectar con todo lo que había perdido.  Marlene necesitaba irse para arraigar en su carrera, había demasiado tumulto aquí,  ella no quería caer en la misma rutina Tristán, y yo tampoco lo quería, porque  las cosas podrían volver a ser cómo fueron. Quiero un nuevo comienzo con ella y debo hacer que suceda como he dicho antes. Sólo quiero una segunda oportunidad, deberé ser convincente y tendrá que ser en sus términos. - Tristán se levanta del sofá. - Marlene es dura y positiva en lo que ella quiere, no será una misión fácil, tendrás que trabajar para atraparla. - Sonríe con aire travieso. - Basta de hablar, ayúdame con éstas cajas. - Tristán la ayuda a identificar las cajas y las colocan en el armario vacío riendo.

- ¿Tienes el día muy ocupado? - Grace se acerca a Marlene. - Tengo dos nuevos casos en los que estoy trabajando. ¿Por qué? - Grace se queda mirando con candidez. - Sólo curiosidad. – Le sonríe. - Es sólo que no te he visto mucho últimamente y me preguntaba… -  Marlene la corta. - ¡Lo siento! La última semana la he pasado con Tracey. - Grace se anima. - ¿Supongo que has decidido que tu pasado no era tan preocupante después de todo? -  Le señala de una manera cortés. - Supongo que nos atraemos la una a la otra y… - Grace la interrumpe. - ¿Has estado durmiendo con ella? - Le pregunta, Marlene baja los hombros. - ¡Sí Grace! Es lo que dos personas hacen cuando hay un fuego entre ellas, estoy disfrutando de nuestro tiempo juntas, ella me hace reír y sentirme cómoda. - Grace traga saliva. - ¿Sientes algo por ella de la misma forma que lo sentiste por Rebecca? - Marlene la mira muy extrañada. - Rebecca y yo hemos terminado, necesito esto, tengo que seguir adelante y tener… No quiero pensar en Rebecca, quiero esperar una nueva relación y mi carrera está en ciernes ahora. Tracey me hace pensar en positivo, de apoyo que podría… - Grace baja la cabeza. - ¿Por qué me traes a Rebecca ahora? - Ella se cruza de brazos e insiste en una respuesta.

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