Deseos y promesas
– ¿Estás
ya empacando? - Elisabeth
le pregunta a Rebecca al entrar en el comedor. - ¡Si! Estoy. - Se sirve una taza de té caliente. - Todo en LCL está hecho y asuntos cerrados.
Elisabeth. - Ella le replica y ambas
sonríen. - Pensé que debía enviar un
mensaje a Grace, he reservado vuelo y sólo llevaré cosas que realmente necesite.
– Les cuenta mientras da un sorbo al té. – Creo que es buena idea. Preparar a Grace para decirle que viajas y
espero que sea para más que sólo una visita. – Elisabeth trata de ser
animosa. - No creo que sea fácil ganarme
a Marlene de vuelta, creo que ella siente que la he abandonado y será
complicado conseguir una oportunidad de reconciliación. - Elisabeth sonríe. - No
seas tan dura contigo misma Rebecca, te recuerdo que siempre puedes volver a
casa. - Ella coge su mano y se la acaricia. - Sueño con largas caminatas con Marlene a lo largo de la playa, comer
langosta, ir de compras a Nueva York… – Le confía a Elisabeth, pero ella
piensa que las cosas no serán fáciles. -
Entonces ¿Has decidido qué día partir? - Rebecca frunce los labios. - Tristán estará aquí mañana y quiero pasar un
poco de tiempo con él. – Comenta y baja la vista al suelo. - Ha sido tu mayor apoyo. - Le
dice sonriendo. - Y él comparte que
realice este movimiento, se da cuenta de que nunca podría ser feliz con nadie
distinto a Marlene. - El tono de Rebecca es optimista. Elisabeth toma un
sorbo de té. - ¿Has hablado con Eric? -
Pregunta con preocupación. - No te dije
que me pidió que me casara con él después de la inauguración. - Elisabeth la mira bajando su taza. - ¿Asumo que cuando no aceptaste le dijiste
la verdad? - Ella preguntó en voz baja. -
Me importa mucho Eric, pero no lo amo, nunca fue mi intención casarme con él,
sólo para satisfacer su deseo, sí, le dije la verdad y él no se sorprendió, pero
cree que seré decepcionada y herida. – Rebecca se siente triste por lo
sucedido. - Lo siento por él. Ha sido bueno
contigo y un buen hombre joven y agradable. - Elisabeth con sinceridad. - Creo que lo tiene en su mente. Que Marlene
no volverá a mí y regresaré corriendo hacia él dispuesta a comenzar un hogar y
una familia. - Elisabeth se sonríe. -
¡Disculpa! - Ella cubre aún más la boca. – Simplemente es que no puedo verlo. –
Comenta en tono de burla. Rebecca se ríe. - Has
sido mi mejor amiga en todo esto, incluso cuando mis días estaban oscurecidos
por la incertidumbre en la que estaba, nunca podré agradecer lo suficiente todo
tu cariño, Elisabeth. – Respira un momento. - LCL está ahora en gran forma, nuestros diseñadores son competentes y
confiables, André me ha asegurado que no permitirá que nadie deje caer el balón
y me siento bien, bueno explorando un nuevo mundo. - Se desahoga satisfecha y muy alegre. - Rebecca desde que tomaste la dirección
de LCL la has colocado en una trayectoria positiva. Ahora no hay la anarquía anterior,
ha funcionado mejor y podré controlar y ejecutar cualquier operación sin
problemas. - Rebecca muerde su tortilla. Deja el tenedor sobre el plato. -
Después de todo tengo que admirar la decisión de Tanya de irse, centrarse en
Hannes y Emma. – A
Elisabeth se le escapa una sonrisa de satisfacción. - Esto marcó una gran diferencia
en nuestras vidas. - Comenta en un tono jocoso y terminan el desayuno. - Tengo una reunión con el personal esta
mañana y voy a aclarar el borrador final para las colecciones de verano. - Informa
a Elisabeth mientras sale del comedor.
-
¡Buenos días! - saluda
Marlene con voz fría mientras se pone detrás de Tracey. -
¿Cómo estás? -Ella sonríe. - ¡Estoy
bien! Esperaba que pudiéramos tomar un café.- Mira su reloj y mira a
Tracey. - ¿A qué hora? - Ella
pregunta. - ¿Dentro de una hora en la
cafetería? - Ella frunce los labios. -
¡Bien! Te encontraré allí. - Marlene la deja para atender a sus pacientes,
Grace la encuentra por el pasillo. - Veo
que estabas hablando con Tracey. - Marlene hace una mueca. - ¡Sí! La invité a tomar un café en nuestro
descanso. – Le cuenta. Ella pone cara de sorpresa. - ¡Oh! ¿Vas pedirle que salga contigo? – Marlene se encoge de
hombros. - Pensé que podríamos tomarlo
con tranquilidad esta vez, ella me gusta y… - Grace levanta su mano. - ¡Tú solita! - Es honesta en su tono de voz. - ¡Grace! No estoy lista para nada serio. ,
en realidad, ni siquiera llevo separada de Mark tanto tiempo. – Llena el
aire con preocupación en su tono. -
Seguramente no estás usando a Mark como excusa, aquello terminó antes de que
comenzara a caminar. - Se cruza de brazos y le echa una mirada seria. - He logrado arruinar mi vida. - Se
siente mal por ella misma. - David está incluso un poco preocupado
por ti. ¿Por qué no invitas a Tracey este fin de semana? David y yo vamos a cocinar
almejas, el fin de semana se supone que será agradable, algunos de los
empleados asistirán también. - Le propone con sinceridad. - Eso suena como buena idea. - Sonríe,
sintiéndose cómoda. - Te veré más tarde y
te daré los detalles. - Grace
regresa a su oficina cuando suena su teléfono. Lo saca del bolsillo de su bata y
para sorpresa suya es un mensaje de Rebecca, ella rápidamente le responde, le
dice que su llegada será una sorpresa para Marlene. “Te reservaré una habitación en el Shoreview Inn, esto sorprenderá a
Marlene, pero tengo que preguntarte. ¿Estás segura de ello Rebecca?"
Ella contesta el mensaje con un corazón latiendo salvajemente. "Nunca
he estado más segura en mi vida.” Vuelve
a enviar otro mensaje. “No quiero que lo sepa,
esto debe ser una sorpresa, llegaré en un par de semanas."
-
Me alegro de que me hayas encontrado hueco para tomar un café. - Dice Marlene sentada al lado de Tracey. - ¡Yo también! Pensé mucho en nuestra charla
durante los últimos días y creo que he sido injusta y he juzgado demasiado
rápido. – Escucha algo eufórica a Tracey hablando. - ¡Me alegro! No quería bajar con el pie equivocado, pero disfruto de
tu compañía, y sí, siento que el pasado todavía me duele. - Le recuerda. - ¡No debería! No he analizado bien la forma
en que te sientes y sé que ahora mismo estás sola, sin compañía. – Le
responde con realismo. - Eso es todo lo
que hay y quién sabe lo que el futuro nos depara. - Ella contesta con
cierta dulzura. - Me alegro de haber
superado esto, Marlene, me gustaría verte más, es decir, si es tu voluntad. -
Ellas terminan su café. - Grace y David
preparan una barbacoa en la playa. Me preguntaba si te gustaría acompañarme.
- Tracey asiente. - Grace había
mencionado algo al respecto. ¡Me encantaría! – Sonríe y coge su mano. - ¡Gracias! Voy a ver un momento a Grace y
hacérselo saber. - Ella abandona alegre la mesa, Tracey la ve alejarse,
está empezando a ilusionarse.
–
Marlene. ¿Hablaste con Tracey? -
Grace se encuentra con Marlene fuera de la puerta de la cafetería. - ¡Si! Ella
me acompañará a probar tus almejas. - Suelta una risita y a Grace le parece
que ella está feliz. Su rostro no muestra tanta felicidad y Marlene nota algo. - ¿Qué pasa Grace? - Marlene pregunta
intrigada. - ¡Nada, nada! Estoy perfectamente bien. - Comenta, pero se siente
incómoda por Rebecca. - ¿A qué hora debemos
estar? - Ella pregunta con algo de ansiedad. – A las cinco y trae una botella de vino. - Grace intenta sonreír.
Marlene se acerca al porche de
la cabaña de Tracey, está a punto de llamar cuando ella abre la puerta. - ¡Adelante! - La coge de la mano. - Sé que es un poco pronto. – Comienza a
hablar. Tracey coloca sus labios en los de Marlene en un profundo beso. - ¡Hmmm! - Marlene gimotea. - ¿Así? - Ella le susurra. - ¡Así es! - Se besan de nuevo, Marlene
cruza los brazos por la cintura de Tracey. -
No queremos llegar tarde. - Se separan. -
Voy a buscar mi chaqueta. Un paseo por la playa más tarde sería agradable. –
Le propone. Marlene le pasa el índice por la mejilla y se dirigen a la cabaña
de Grace y David. Caminan por el sendero arenoso hasta la parte de atrás de la
cabaña. - ¡Marlene! ¡Tracey! - Grace
las recibe, David hace una gran hoguera y sus compañeros de trabajo se colocan
alrededor en mantas sobre la arena. - Déjame prepararte un poco de
vino. - Grace regresa a la casa y
les sirve sendas copas. Marlene se encuentra con ella en el camino. - ¡Gracias! - Le entrega las copas. - ¡Marlene! - Grace la llama en voz baja.
- Sé que te gusta Tracey, pero... -
Deja de hablar. Marlene la mira con extrañeza. - ¿Pasa algo? - Ella pregunta con una mueca, - ¡No! Ella es maravillosa y hermosa, simplemente no creo que realmente
hayas terminado con Rebecca. - Responde con voz temblorosa. - ¡Grace! Rebecca eligió su destino, yo no,
estoy aquí, ella está allí y ella no quiso seguirme. - Responde dando media
vuelta y caminando hacia la playa. Deja a Grace preguntándose qué pasará cuando
vuelvan a encontrarse. Marlene se recuesta en la manta cerrando los ojos y
escuchando las interesantes conversaciones que vuelan a su alrededor, el sonido
de las olas a lo largo de la orilla al estallar y el chisporrotear del fuego. - ¿Podemos pasear? -Tracey aparta los
cabellos de Marlene de su rostro y contempla la quietud de sus ojos azules. - ¡Claro! – Tracey la ayuda a levantarse. - Esta noche es fría - Murmura Marlene. -
Me gustaría estar sentada junto a un
acogedor fuego en el interior. - Tracey suelta una risita.
Caminan de la mano de regreso. – Estoy repleta de esas almejas. - Añade
Marlene sonriendo mientras se detienen a ver las olas rompiendo en la orilla. - ¡Bésame otra vez! - Le suplica Marlene con un movimiento en el
labio. Tracey obliga a conectar y sus lenguas se juntaron en un beso febril, el
toque de las manos acariciando los lados de las caras de ambas causó un revuelo
sexual en las dos. - Deberíamos regresar.
- Marlene se aparta despacio. - ¡Sí! Antes de que la gente sospeche. –
Ríen cómicas. - Realmente no me importa
lo que piense la gente. - Comenta
Marlene. - Nunca me importaron las
etiquetas, eres quién eres y estar casado y no compartir esa honestidad con esa
persona. - Baja la cabeza y deja de hablar. -
Debería haber sido honesta con mi esposo sobre mi pasado y la forma en que
realmente me sentí. - Le echa un rápido vistazo a Tracey y luego frunce el
ceño. - ¡Lo
siento! No pensé, arrojé mis problemas pasados sobre ti. – La
mira algo confusa. - ¡Está
bien! ¿De qué otro modo puedo llegar a conocerte si no compartimos cosas que
sentimos y que son importantes para nosotras? – Marlene se siente más tranquila. - ¡Tienes razón! Tracey, siento que me libero cuando puedo hablar
abiertamente con alguien. - Da
impulso a la charla. - Yo también tengo
un pasado. Siempre he sido gay, nunca hubo una curva en mi camino, fue difícil
para mí, mis padres no eran muy receptivos, mis tres hermanas intentaron
apoyarme, eran mayores, yo el bebé, tenían su vida personal, pero siempre
estaban ahí sin importar lo desordenada que estuviera. - Se ríe con
soltura. - ¿Tus padres alguna vez te censuraron?
- Marlene pregunta sin malicia. - No
realmente, quiero decir, si salía con alguien amable y educado. Gracias a mi
esfuerzo, fui inteligente y hábil, me apliqué en la escuela y en la facultad. Están
orgullosos de mí y me aman, pero no tengo el derecho de llevar una chica como
pareja a casa todavía. - Suelta una
risita, se cogen de las manos y caminan de vuelta a la hoguera.
Concluida la
velada al calor de la hoguera, al volver se detienen frente a la cabaña de Tracey. - ¿Quieres una taza de chocolate? -
Marlene la mira fijamente. - ¡Claro! –
Se miran con una sonrisa y entran. - Fue
una noche agradable. - Dice ella sacando las tazas del gabinete. - Grace y David saben cómo pasar un buen
rato. - Marlene comenta descansando en los cálidos cojines del sofá. Tracey
trae las tazas del chocolate y se acurruca junto a ella. - Disfruté de la caminata, fue iluminadora y en cualquier momento que
quieras hablamos. - Marlene coloca su taza y pone su mano en el cuello. - No quiero hablar. - Tracey se inclina
hacia delante y la besa de nuevo con los labios entreabiertos. Se miran con las
caras muy cerca, el dedo de Tracey traza el contorno de la nariz de Marlene. - Eres hermosa y amable. - Expresa,
Marlene la besa de nuevo. - ¡Te quiero! -
Tracey gime y se levanta, toma a Marlene
de la mano y la lleva al dormitorio. - ¿Estás segura? - Marlene pregunta
mientras Tracey se desabrocha la camisa. – ¡Lo
estoy! - Le susurra en el oído y le besa el cuello antesala de entregarse al
amor durante toda la noche. El olor a café y huevos fritos despierta a Marlene.
Tracey abre la puerta trayendo una bandeja de desayuno a la cama, Marlene se
incorpora arreglándose el pelo. - ¿Café?
- Ella bosteza. - Estabas durmiendo tan tranquilamente antes, no quise despertarte. –
Le dice. - ¿Qué hora es? – Marlene
mira alrededor buscando un reloj. - ¡Diez
treinta! - Responde Tracey bebiendo un sorbo de café y compartiendo el
plato de huevos y tostadas. Marlene se recuesta y cierra los ojos estirándose. - Debería vestirme y regresar al apartamento
y darme una ducha. - Hace una mueca. -
¡Ok! ¿Puedo verte a la tarde? - Tracey pregunta interesada. - ¡Claro!
¿Por qué no vamos a por langosta esta noche y cenamos tranquilamente? -
Responde feliz. - ¡Bien! ¿A qué hora te
recojo? – Pregunta Marlene. -
Alrededor de las seis. - Tracey se ofrece para que Marlene la bese
suavemente. Finalmente se viste para regresar a casa.
Rebeca está desordenando el
invernadero colocando las cosas en cajas para
almacenarlas. De pronto suena un golpe en la puerta. - ¡Adelante! – Grita. - ¡Tristan! - Ella lo abraza.
- ¿Preparada para salir? - Ella
sonríe. – En un par de semanas. – Le
dice, identificando la caja que acababa de cerrar. - ¿Lo sabe Marlene? – Se interesa. - ¡No! Quiero sorprenderla, he hablado con su amiga Grace, ella está al
tanto. - Le responde y se sientan en el sofá. - ¿Qué harás si te rechaza? - Pregunta en un tono realista. - Luchar por ella y esta vez no voy a
renunciar. - Se mantiene firme en su
tono de voz. - Supongo que esto significa
que si está viendo a alguien… - Ella
interrumpe rápidamente. - Estoy
preparada, si es así, no voy a mentir, lo haré. Las cosas serán más difíciles,
pero como dije antes, pelearé por ella, no quiero separarme más de lo necesario,
sé que ella me ama Tristán, solo tengo que convencerla de eso. Esta vez soy
real, sin juegos. – Él la ve positiva. - Y
¿Qué pasa con LCL? - Ella suspira. -
Mi colección fue un éxito y Andre ayudará a Elisabeth a manejar las cosas, voy
a trabajar desde casa, eso es si Marlene me quiere, estoy seguro de que tendré
que hacer sacrificios para que podamos estar juntas. - Tristán gruñe levemente. - Es un gran riesgo Rebecca y tú sabes cómo eres con el trabajo,
ahora que estás de pie y las cosas van bien, no estoy seguro de que puedas
quedarte quieta. – Refunfuña. - Estoy
enamorada, es así de simple y me ha tomado todo el tiempo posible para darme
cuenta de que ella es a la que le daría todo por no tener más incertidumbres. -
Ella le aclara. - ¿Has oído algo de Eric?
Ha sido una gran parte de tu vida en los últimos meses. - Le pregunta a su
mirada severa. - No desde la ruptura. –
Niega con la cabeza. - Ni siquiera quiero
llamarlo ruptura ya que no era algo serio para mí como lo era para él, pero le
hice daño, debería haber detenido las cosas antes de que se me fuesen de la mano.
- Siente lástima por él. - ¡Rebecca! Estás
siendo un poco dura contigo misma, simplemente sucedió, he sabido todo el
tiempo que nunca podrías estar realmente con él. Me viene a la cabeza Lizette.
- Él siente una enfermedad en su
estómago al mencionar su nombre. -
Podrías haberla traído de vuelta fácilmente, la amaste una vez y la ruptura con
ella no fue hace mucho tiempo. Eric solo fue un faro en la noche por que
tuviste compañía, las cosas comenzaban a estar bien. - Rebecca gruñó en voz
alta. - Lizette está fuera de escena, antes
incluso del accidente. Sabía que quería a Marlene pero la forma en que las
cosas sucedieron, me obligaron a volver a conectar con todo lo que había perdido. Marlene necesitaba irse para arraigar en su
carrera, había demasiado tumulto aquí,
ella no quería caer en la misma rutina Tristán, y yo tampoco lo quería,
porque las cosas podrían volver a ser cómo
fueron. Quiero un nuevo comienzo con ella y debo hacer que suceda como he dicho
antes. Sólo quiero una segunda oportunidad, deberé ser convincente y tendrá que
ser en sus términos. - Tristán se levanta del sofá. - Marlene es dura y positiva en lo que ella quiere, no será una misión
fácil, tendrás que trabajar para atraparla. - Sonríe con aire travieso. - Basta de hablar, ayúdame con éstas cajas.
- Tristán la ayuda a identificar las cajas y las colocan en el armario
vacío riendo.
-
¿Tienes el día muy ocupado? -
Grace se acerca a Marlene. - Tengo dos
nuevos casos en los que estoy trabajando. ¿Por qué? - Grace se queda
mirando con candidez. - Sólo curiosidad.
– Le sonríe. - Es sólo que no te he visto
mucho últimamente y me preguntaba… - Marlene la corta. - ¡Lo siento! La última semana la he pasado con Tracey. - Grace
se anima. - ¿Supongo que has decidido que
tu pasado no era tan preocupante después de todo? - Le señala de una manera cortés. -
Supongo que nos atraemos la una a la otra y… - Grace la interrumpe. - ¿Has estado durmiendo con ella? - Le pregunta,
Marlene baja los hombros. - ¡Sí Grace! Es
lo que dos personas hacen cuando hay un fuego entre ellas, estoy disfrutando de
nuestro tiempo juntas, ella me hace reír y sentirme cómoda. - Grace traga
saliva. - ¿Sientes algo por ella de la misma forma que lo sentiste por Rebecca?
- Marlene la mira muy extrañada. -
Rebecca y yo hemos terminado, necesito esto, tengo que seguir adelante y tener…
No quiero pensar en Rebecca, quiero esperar una nueva relación y mi carrera está
en ciernes ahora. Tracey me hace pensar en positivo, de apoyo que podría… - Grace
baja la cabeza. - ¿Por qué me traes a
Rebecca ahora? - Ella se cruza de brazos e insiste en una respuesta.
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