Una separación necesaria

Una separación necesaria

viernes, 7 de abril de 2017

CAPÍTULO 64

                                                      


                                    TITUBEOS

Rebecca está sentada en la sala grande. El sonido de las brasas chisporroteando en la chimenea la han hipnotizado. Está dando vueltas en su pensamiento sobre las conversaciones que ha tenido con Aarón. La duda persistente de sus palabras en lo que concierne a Marlene le ha causado mucha ansiedad, bebe un sorbo de whisky de la copa que se ha servido. 
- ¡Katherine!- Expresa en voz alta golpeteando el lado del vaso de cristal con su dedo índice, despuésr bebe el contenido del licor que le queda de un trago. Un crujido de la puerta principal la asusta.  Marlene entra callada, se retira el abrigo y lo cuelga en el armario del vestíbulo.
- ¡Rebecca!- La llama en voz alta, entra en la sala y la encuentra cómodamente sentada en el sofá. Se percata del vaso de licor que está vacío. 
- ¿Has estado bebiendo esta tarde?-  Le pregunta, los ojos de Rebecca se dirigen a ella.
- ¿Y qué si lo hago?-  Le responde preguntando en un tono monótono.
- ¡No se! Me pareció que hoy, no eras tú misma. ¿Qué te pasa, cariño?- Marlene se sienta en la silla junto a ella.
- Creo que no has sido veraz sobre Aarón.- insinúa Rebecca. Marlene frunce el ceño.
- ¿Así que esto es por Aarón?- Le molesta el comentario.
- Él es un hombre con necesidades Marlene y  tiene su mirada puesta en ti.-  Le comenta sacudiendo la cabeza.
- No hay nada ahí para mí, estoy casada contigo. ¿Qué te hace pensar eso? Dios mío vamos a tener nuestro primer hijo y ¿Estás preocupada por Aarón? -  Se enfrenta a ella con enojo.
- ¿Te has acostado con él? Te he preguntado antes.-  Ella le pregunta de nuevo.
- Te dije que no. ¿De dónde viene esto, es por el almuerzo?-  Ella le dirige una mirada muy dura.
- Cuando me enfrenté a él acerca de mis sospechas las negó. Le comenté algo acerca de un par de besos entre los adolescentes y su mirada era de conmoción, incluso me preguntó si me lo habías dicho, parecía perdido por mi comentario, como si hubiera algo más o algo que no me  has dicho.-  Rebecca suspira, se  levanta y  se sirve otra copa.
- ¡No me puedo imaginar que estemos hablando de esto! Nunca me he acostado con él, tenía dieciséis años, nos besamos y nos tocamos, pero nunca tuvimos sexo.- Marlene confiesa desconcertada, Rebecca se sienta de nuevo y toma un trago del whisky.
- Yo no lo sé.  Me ha asegurado que sólo sois amigos y que él sólo está tratando de volver a conectar como alguien conocido.-  Marlene se pone de pie.
- Te amo Rebecca.- Se arrodilla frente a ella - Y yo no necesito ningún estrés con esto.  ¿Qué tienes pensado hacer con él? No puede causarte esos celos Rebecca, no estoy interesada en él de esa manera.- Apoya la cabeza sobre el regazo de Rebecca, ella la acaricia con sus manos y las pasa por el pelo de Marlene.
- Yo no quiero cambiarlo por otra persona. Él me gusta por su ética de trabajo ¿De qué serviría hacer que le despidan?-  Ella se ríe en voz baja.
- Él me ha prometido que nos respeta y que no tiene otra intención que no sea la de ser un buen amigo.-  Le dice bajando sus labios a la cabeza de Marlene para besarla. Marlene levanta su rostro buscando el encuentro con Rebecca, se besan con ternura.
- Te quiero Rebecca y te quiero por encima de todo,  lo sabes con certeza.-  Ella le recuerda.
- ¡Lo sé!- Se besan de nuevo. - ¡La cena!- Ella se levanta de su posición tocando a Rebecca en la rodilla.
- Tengo algunas cosas que acabar en la oficina.- Menciona Rebecca viéndola salir de la sala. Marlene saca ollas y sartenes y comienza a preparar la cena. Rebecca se desliza detrás de ella, la barbilla apoyada ligeramente sobre su hombro.
- Pensé que tenías cosas que hacer en su oficina.- Ella le pregunta encendiendo un fogón.  
- ¡Puede esperar! ¿Qué estás haciendo?-  Le pregunta abrazando la cintura de Marlene.  
- Comeremos esta noche una mezcla de verduras fritas y pollo asado.-  Ella le menciona a la que abre el horno.
- ¡Hmmm! Huele bien.- Ella le comenta besándola en la nuca.
- ¡Rebecca!- Marlene acaba de estremecerse.
- ¿Qué?- Ella susurró al oído.
- ¿Quieres la cena o sexo?-  Le pregunta mientras se afloja del abrazo de Rebecca. 
- ¿Tanto?-  Le responde extendiendo una mano para agarrar una verdura cruda de la sartén. - ¡Out!- Marlene le dice juguetona. Suena el teléfono de Rebecca por la entrada de un mensaje.
- ¡Disculpa!-  Pone un gesto serio.  - Pero tengo que contestar esto.-  Camina a su oficina y se sienta en su escritorio leyendo el texto que acababa de recibir de Katherine. “Llámame por favor.” Rebecca suspira y luego marca su número.
- ¡Rebecca! Gracias por llamar.- Responde de inmediato. 
- ¡Sí Katherine! ¿Qué puedo hacer por ti esta noche?- Rebecca responde poniendo énfasis en la noche.
- No puedo quitarme la foto adolescente de mi mente y ahora que he tenido tiempo para reflexionar y pensar, yo realmente no entiendo tu lógica.- Ella se confiesa abiertamente, Rebecca no está muy segura de cómo responder. - Rebecca ¿Estás ahí?-  Katherine habla muy seca.
- ¡Sí! Katherine te escucho, pensé que, ya que tu línea de moda ya está aquí, sería más fácil hacer una sesión en un lugar cercano.- Ella comenta con calma.
- Ya veo y ¿Por qué no hablas conmigo sobre esto directamente? Lo que trato de decir es que Aarón no sabe mucho acerca de mi línea, o cual es su contenido exactamente. Deberías haber sido tú quien me lo pregunte, no él y no puedo dejar de pensar en que es una manera de alejarte escudada en otra persona. - Ella comienza a golpear verbalmente a Rebecca.
- Yo estoy al mando, Aarón es mi asistente y tu colección adolescente está aquí y no la enviaré de nuevo a Berlín hasta después del desfile de moda. Tengo mucho trabajo y estaré muy ocupada viajando este verano. No estoy segura de que pueda encontrar cualquier otro momento en mi agenda solo para tus caprichos. Si lo que deseas es no regresar para la sesión, que es para ti, lo dices sin tapujos. Te agradecería un poco de respeto. No quiero estar pacificando nuestra confianza cada vez que estoy en tu presencia o tengo que tratar contigo profesionalmente.- Se calienta atacando la actitud de Katherine.
– Aunque no creo ver ningún motivo para volver. No quiero discutir porque estemos más allá de ese punto. Pero mi trabajo es mi vida, hablamos cuando Aarón encuentre un escenario para hacer las fotos conveniente y yo estaré allí. - Su comportamiento se hace algo más tranquilo.         
– Haré los ajustes pertinentes, voy a dejar nota a Tanja y a Elisabeth para que sepan que todo está arreglado.- Ambas cuelgan, Rebecca respira de alivio con la sensación de logro.  Marlene está colocando los platos de la cena en el mostrador, Rebecca entra en la cocina. 
- ¿Todo bien?-  Le sirve su plato sonriendo, Rebecca se sienta. 
- ¡Katherine!-  Murmura. Marlene le ofrece un vaso de agua.
- ¿La sesión de fotos?- Supone. Rebecca la mira con viveza.
- Ella quiere que el rodaje sea en Berlín, no tiene sentido, el desfile de moda está aquí y su línea tendría que ser enviada dos veces. Todo es por mi culpa, ella piensa que debería haber sido yo quien le diera una respuesta y no Aarón.-  Le va narrando mientras continúa quejándose.
- Lo hecho, hecho está. Ella tiene que darse cuenta de que estás al mando y que contrataste a Aaron como asistente. ¿No se supone que él tiene que manejar esas cosas?-  Rebecca levanta los ojos con mirada cortante.
- Ella no quiere escuchar, piensa que no es adecuado involucrar a alguien que no sabe nada de su línea. Ella no es feliz a menos que pueda  golpearme directamente. Es sólo, otra forma de mostrar que ha sido tratada injustamente.- Le cuenta a Marlene jugando con la comida en el tenedor.
- ¡Lo siento! Debo admitir y puedo entender de muchas maneras, cómo se siente.- Rebecca deja su tenedor en el plato.
- No quiero hablar de ella más. Tristán ha estado aquí hoy.-  Le da la noticia para cambiar de conversación.
- ¡Ah! y ¿Qué le ha traído por aquí?- Marlene pregunta  terminando su cena.
- Le va a pedir a Emily que se case con él. Lo estará haciendo esta noche en realidad.-  Rebecca le cuenta. 
- ¡Bueno! Es hora de que él también sea feliz.- Ella coge su plato y se va al fregadero.
- Deja que yo los lave. Ha sido un largo día y estoy segura de que te gustaría relajarte con algo más cómodo.-  Rebecca le guiña un ojo. Marlene suspira.
- Me gustaría, gracias.-  Ella la besa en la mejilla y se  encamina hacia las escaleras. Rebecca limpia y recoge los platos, se sirve una copa de vino y apaga las luces. Sube por las escaleras y entra en el dormitorio.
- ¡Marlene!- Llama al no encontrarla.
- ¡Aquí!-  Responde desde el cuarto de baño.  Rebecca entra en él para hallar a Marlene reclinada en la bañera y envuelta en espuma de jabón.
- ¡Hmmm! - Rebecca gime tomando un trago de vino. Marlene levanta una pierna hacia arriba fuera del agua, la espuma cae a lo largo de su piel exponiendo su delicada pero bien musculosa pierna.
- ¿Por qué no te unes a mí?- Ella le ofrece con una insinuación sensual. Rebecca deja su copa en la mesa y comienza a desnudarse, entra en la bañera dando la espalda a Marlene, se desliza entre sus piernas y apoya la cabeza contra su pecho. Marlene coge una esponja y comienza a frotar sus senos y el pecho, haciendo que los Rebecca se alce en cierta escitación.  Gimotea cerrando los ojos con fuerza. La mano y los dedos de Marlene  caminan hacia los muslos de Rebecca  acariciando lo más íntimo lo que hace que logre la felicidad sexual. - ¡Oh! Marlene.-  Ella le implora. - ¡Por favor! No te detengas.-  Y comienza a retorcerse flexionando sus piernas hasta que se estremece y tiembla cuando llega al culmen. Marlene le pellizca la oreja entre los dientes.  - ¿Quieres más?-  Rebecca se vuelve hacia ella, su lengua separa dulcemente sus labios y explora su boca lentamente y gimiendo en voz alta. - Llévame a la cama.- Marlene le ruega en medio del empuje de sus  lenguas. Rebecca se levanta chorreando agua y espuma, agarra una toalla y se envuelven las dos, así ceñidas se besan otra vez y salen de la bañera.
- Eres tan sexy.- Rebecca susurra entre sus labios tocando los de Marlene con deseo. Se dirigen a la cama y caen en una maraña de pasión erótica, las manos y los dedos acariciándose casi violentamente, los besos sin control mientras convulsionan una y otra vez hasta que llegan al clímax conectadas. Marlene celebra en brazos de Rebecca el agotamiento producido.  - ¿Estás bien?- Rebecca pregunta con una ceja levantada mientras los latidos de su corazón vuelven a su ritmo normal. - ¡Hmmm! Estoy bien.- Rebecca besa la cabeza de Marlene.
- Espero que esto no sea una exageración.-  Marlene se acaricia la parte inferior del abdomen con un trazo firme de la mano. 
- Estoy bien de verdad y hasta que el doctor no me diga lo contrario, entonces…- Deja de hablar y se acurruca más cerca de Rebecca.
- ¿Cuando vas de nuevo al doctor?- Ella le pregunta.
- Mañana y volveré a casa para entrevistar personal aquí en la mañana.- Rebecca se dio la vuelta.
- ¿Mañana? ¿Así que has decidido contratar a alguien a tiempo completo?-  Rebecca parece emocionada.
- ¿Te gustaría ayudar en la entrevista?-  Marlene se ofrece. 
- Tengo asuntos pendientes, hay programada una conferencia telefónica con Sophia Van Dorn.-  Marlene la mira perpleja.
- Todavía tratando de contratar a esa diseñadora superior de Holanda, por lo que veo.- Marlene le dice con mirada sorprendida.
- Lo estoy intentando, creo que puede girar sobre sus talones hacia LCL.  Necesitamos sangre nueva, si vamos a competir con resto del mundo. Ella es experimentada, tenaz y tiene una cabeza prodigiosa.-  Reflexiona Rebecca. Marlene suspiró.
- Por no hablar de prepotente y arrogante según he leído sobre ella en las revistas de moda. Cuando has estado en Holanda ¿Cómo fue tu reunión?-  Rebecca sonríe moviendo la cabeza.
- Muy corta, su horario no permitía mucho tiempo y estábamos en un seminario donde ella y sus diseños se encontraban en el centro de atención.-  Le responde y luego besa sus labios suavemente.           
- ¿Esperas que asista al desfile de moda de primavera?- Le pregunta con curiosidad. 
- Esa es la razón de mi llamada, percibí en nuestra breve conversación que estaba muy impresionada por mis colecciones pasadas y estaba interesada en saber mi opinión sobre el escenario de Nueva York.-  Ella piensa en su conversación y las cosas que había aprendido en el seminario.
- Va a ser todo un reto, ha trabajado con Henri de París, es un honor otorgado a sólo unos pocos de los más grandes diseñadores del mundo y ella ha sido capaz de escribir su propia entrada. Será un gran fichaje si lo consigo. -  Rebecca reflexiona.
- Ella puede encontrar en LCL  un verdadero reto.- Le añade Marlene.  
- No sé, en los dos números anteriores la tratan de diseñador sabio y económicamente puede ser más un obstáculo que una ayuda.- Su tono es algo triste pero sincero.
- Bueno eres brillante y no dejarás a nadie jamás indiferente que es una de las cosas que adoro de ti, más que tu devoción a la familia,  el negocio te ha puesto en esta situación y yo estoy orgullosa de ti.- Ella se da la vuelta y la besa. 
- Esperemos que pueda traerla, al menos para el desfile de moda, así  Elisabeth, Tanja y Sebastián pueden ver lo que soy capaz de hacer.-  Se besan de nuevo, Marlene la mira brevemente y emite un bostezo. 
- Me estoy desconectando. ¡Que cansancio! ¡Buenas noches!-  Ella cierra los ojos mientras Rebecca se acerca y besa su frente.

Rebecca ordena el papeleo de su escritorio y termina de colocarlos en los cajones. Coge su teléfono y con breve vacilación, llama a Sophia Van Dorn, la diseñadora holandesa, a la que está interesada en contratar.
- ¿La señora Van Dorn? - Rebecca pregunta con una voz amigable.  
- Rebecca Von Lahnstein.-  Se presenta.
- ¡Ah! Sí, señora Von Lahstein, recuerdo que nos conocimos en Amsterdam.- Ella contestó.
- Espero que todo esté bien, me  decepcionó un poco no poder hablar algo más entre nosotras, pero puedo entender cuando se está tan ocupada.- Rebecca le expresa dejando la conversación abierta.
- ¡Sí! Como usted sabe el mundo de la moda es turbulento y no nos deja mucho tiempo para hacer vida social o sentarse para aprender nuevas ideas y técnicas de los demás. ¿Va acudir a Bruselas el próximo mes?  Voy a dar un taller de moda.-  Le contesta cogiendo a Rebecca por sorpresa.
- No había planeado estar en él, tengo un show de primavera aquí a finales de mayo y la mayor parte de mi tiempo está dedicado a su preparación.-  Le responde, se hace un momento de silencio.
- Me encantaría que acudiera, sólo estoy invitando algunos diseñadores y no he completado mi lista. Mi asistente se pondrá en contacto con los detalles.-  Rebecca sonríe ampliamente.
- Estoy segura de que  puedo arreglarlo, gracias por la invitación.- Sophia responde con un sentimiento de obligación.
- Bueno, yo prepararé un hueco amplio en mi agenda y espero que podamos charlar detenidamente sobre la moda y Nueva York.-  Ella sonríe brevemente.
- Voy a reservar las fechas. – Intercambian información y dirección de correo electrónico y de contacto antes de colgar. Rebecca se echa hacia atrás en su silla y el efecto de relajo por la invitación. Envía un texto a Aarón, le pide que acuda a la casa para hacer un poco de planificación.

Marlene se acerca a Rebecca trayendo un café y tostadas recientes.
- ¡Buenos días!- Le saluda con una sonrisa agradable a los ojos de mecha de Rebecca.
- ¡Hmmm! Te ves sexy.- Ella se levanta de la mesa y se inclina hacia delante en busca de un beso.
– Has madrugado ¿A qué hora comienzan tus entrevistas?-  Marlene percibe el calor de buen humor de Rebecca.
– A las Nueve.- Mira su reloj de pulsera. – Te veo en buen estado de ánimo. ¿Intuyo que tu conversación con la diseñadora holandesa fue bien?- Rebecca bebe rápidamente su café y muerde su tostada antes de responder.
- Lo fue, ella me ha invitado a un taller el próximo mes en Bruselas y es sólo para unos pocos diseñadores, me siento honrada.- Marlene le pone ojitos riendo en voz baja.
- Y ¿Cómo vas a decirle que no estás diseñando? - Rebecca piensa por un segundo.
- Esta es una oportunidad de su vida y yo la estoy cortejando para pasar a LCL además estoy emocionada por que ella ha decidido venir.-  Responde tomando otro sorbo de café.
- Ya veo.- Marlene contesta en el preciso momento que el timbre de la puerta suena. Ella sale y abre la puerta.
- ¡Buenos días Aarón.- Él sonríe feliz de verla.
- ¡Marlene!- Él asiente con la cabeza.
- Rebecca está en su oficina. ¿Puedo ofrecerte un café?-  Le pregunta. 
- ¡Sí, por favor!-  Aarón entra, Marlene vuelve a la cocina a preparar una bandeja y regresa a la oficina de Rebecca.
- Hablé con Katherine anoche.- Ella comienza su relato.
- ¡Sí! Ella me llamó tarde y me habló de esa conversación.-  Él esboza una sonrisa.
- No puedo tratar con ella. Le he dicho que no puedo pacificar cada encuentro con ella, que esto es un negocio y no nuestro pasado. Que la sesión de fotos está prevista para hacerla aquí como estoy seguro de que sois conscientes.-  Se sirve una taza de café. 
- Lo estoy. He elegido un par de lugares cerca de Kolonia, creo que te gustarán.-  Él le transmite. Ella repasa algo en la pantalla de su portátil y encuentra el correo electrónico de la asistente de Sophia Van Dorn.
- Vamos a ir a Bruselas el quince y dieciséis del mes que viene. Reserva vuelo de ida para la noche anterior y la mañana de después para la vuelta.- Le ordena.
- ¡Ok! - Dice anotando en su agenda.- ¡Bruselas! Tengo algunos amigos allí que no he visto hace tiempo.- Añade.
- ¡Bueno!  Veremos la Ciudad, creo que se pueden hacer acuerdos futuros con Kim. Lleva la cámara para conseguir algunas fotos mientras estemos allí.- Su sonrisa transmite la sensación de que las cosas están tranquilas.

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