Una separación necesaria

Una separación necesaria

viernes, 17 de marzo de 2017

CAPÍTULO 58

                                                 


                                         LAS COSAS CLARAS

Rebecca bosteza y se vuelve en la cama para pegarse a la espalda de Marlene,  dulcemente le besa la nuca causando cierta excitación en ella.
- ¿Estás bien?- Le susurra al oído.
- No estoy segura, sin embargo…-  Ella duda al pronunciar las palabras. Rebecca siente cierta inquietud, se echa hacia atrás permitiendo a Marlene dar la vuelta.
- ¿Que esta mal?-  Le pide una explicación al ver la expresión de su rostro.
- No podía dormir anoche y no quería despertarte, así que me deslicé de la cama y me fui a la gran sala con mi cuaderno de dibujo, pensé que podría aclarar mi mente trabajando.-  Se detiene, toma aire mirándola.                   
- ¡Adelante!-  Indica Rebecca. 
- Katherine apareció por allí, ella tampoco podía dormir bien y hablamos.  Está muy molesta todavía y me preguntó por qué me la llevé  por delante.- Marlene comenta con los ojos irritados.
- ¡Lo siento! No pensé…- Marlene la hace callar colocando la mano en su boca.
-  Me dijo que desearía que nunca hubiese vuelto aquí.-  Rebecca sólo puede mirar y escuchar lo que le dice su esposa. - Le dije que eras mi alma gemela, mi compañera de vida y que nos pertenecemos la una a la otra.-  Rebecca hace una mueca.
- No deberías haber tenido que reconocer nada de eso, ella sabe lo que siento.- Las palabras de Rebecca la estimulan más.
- ¡Rebecca! Ella se siente despreciada ¿Qué harías si estuvieras  en esa posición?-  Marlene pregunta mirándola a los ojos. Rebecca suspira profundamente y rápida sale de la cama.
- No me importa lo despreciada que se sienta. Estoy cansada de ser la culpable de su infelicidad, me doy cuenta de que le duele. Ya está hecho y estoy harta de caminar de puntillas, sólo para aliviar cómo mierda se siente.-  Comienza a vestirse.  
- ¡Rebecca! Está bien, hablé de mi y creo que ella solo consiguió exasperarme realmente.-  Marlene sale de la cama tratando de calmarla. 
- ¡Bueno! Ella estuvo grosera conmigo anoche, sé que está enfadada y me parece que siente que todo es por mi culpa, pero a ti, no tiene que ir con chorradas innecesarias, está cruzando la raya Marlene.- El rostro de Rebecca está rojo de ira. - Esta es nuestra casa, fue invitada a quedarse aquí se podría pensar que sería cordial y agradecida, pero no y ya he tenido suficiente.- Comenta levantando su mano hasta su garganta. 
Marlene también se viste, cuando ya están listas para acudir al desayuno, salen en dirección al comedor .
- ¡Por favor! Mantén la calma.-  Marlene le suplica mientras caminan hacia el comedor.  - No hagas una escena frente a tu familia.-    Le susurra mientras se acercan al comedor.
- ¡Buenos días!- Tristán saluda doblando el periódico para entregárselo a Sebastián. 
- ¡Buenos días!-  Marlene contesta mirando alrededor. Se sientan una junto a la otra. En ese momento Elisabeth, Tanja y Katherine entran en la sala.
- ¡Buenos días a todos!-  Elisabeth se sienta a la cabecera de la mesa. Hubo silencio mientras Justus les sirve el café.
- ¡Rebecca! ¿Revisarás la línea de ropa interior de esta mañana?- Tanja comienza la conversación.  
- ¡Lo haré! Luego Emily y yo vamos a revisar los retoques finales a su colección de verano. Matices.- Elisabeth deja su taza de café de nuevo en el platillo.
- Creo que todos estamos listos para seguir, el trabajo de Katherine está cerca de acabarse y una vez Rebecca lo revise, entonces creo que podemos empezar a poner los fondos juntos.-  Marlene se aclara la garganta.
- La línea de ropa interior será un tema horizonte, Matices tendrá una gran cantidad de vidrio y acero, líneas limpias, ángulos y fiestas de verano como tema , tengo muchas ganas de trabajar con Katherine en la colección de adolescente, estoy segura de que podemos llegar a algo en un par de días.- Katherine puede sentir un nudo formándose en su intestino, la frialdad de Marlene hacia ella la hizo pensar en la conversación que tuvieron la noche anterior. Rebecca mira a Katherine, el nudo en la garganta se endurece mientras la rabia que siente comienza a acumularse en su interior. Rebecca declina desayunar, termina su café y se excusa dejando a Marlene en la mesa. Tristán mira a Marlene.
- ¿Estás bien  Rebecca? Pareces enojada y de mal humor.-  Cuestiona mirando con un ojo a Katherine.
- ¡Sí! Está bien, es que tiene mucho en su cabeza.-  Tanja sonríe. - Del desfile de moda, seguro, el nerviosismo que siempre sufrimos. - Trata de suavizar la situación consiguiendo ganar la atención de Katherine. Marlene la mira con gesto de desagrado.
- Si me disculpan, tengo una cita en la nueva casa, voy a llegar a LCL un poco más tarde esta mañana.-  Aclara y se levanta de la mesa para volver al invernadero. 
Katherine termina su zumo sentada en silencio mientras Elisabeth termina de leer la última parte del periódico.
- ¿Hay algo que quieras decir?- Elisabeth pregunta aprovechando que las dos están solas en el comedor.
- Gracias por hospedarme aquí. El castillo es muy bonito, aunque ya lo conocía de mis visitas en el pasado, pero Rebecca siempre fue reservada con algunas partes de este lugar y la mayoría de los jardines.- Elisabeth ladeó la cabeza hacia un lado. 
- ¿Por qué no te pones el abrigo? Hace bueno esta mañana y damos un paseo, te lo voy a mostrar sobre el mismo terreno.-  Le propone con una sonrisa.  
- ¡Oh! Me encantaría.- Rápidamente regresa a la habitación de invitados a recoger su abrigo y se dirige al encuentro de Elisabeth en el vestíbulo. Comienzan a caminar lentamente por delante del castillo y por un sendero que bordeaba el muro de piedra.
- Parece que las cosas estaban un poco tensas esta mañana, quiero decir que Rebecca estuvo demasiado tranquila y se fue a toda prisa.-  Katherine comienza a hablar.  
- ¡No creo que tenga nada que ver con que estés aquí!-  Elisabeth se apresura a responder.
- Tiene todo que ver conmigo y con mi presencia.- Ella comenta severamente.
- Sé cómo te debes sentir viendo Rebecca con Marlene y que no eres tú quien está con ella. Pero tomaste tu decisión de quedarte en LCL, la oportunidad de tu vida para tener tu propia tienda y ser una diseñadora de altura.  Por desgracia no siempre se puede tener todo lo que se quiere.- Las  palabras de Elisabeth son crueles pero amables.
- Sé que Rebecca no quiere nada más de mí, pero todavía me siento que yo… y no es algo de más de un día o incluso un mes, aún la amo.- Katherine  declara sin temor.
- Nadie dijo que conseguir olvidar a alguien sea fácil, se necesita tiempo.- Elisabeth expresa con parsimonia.
- Se casó con Marlene casi inmediatamente Elisabeth. Creo que… porque ella todavía siente algo por mí y su decisión fue una erupción y que no sabía qué hacer.- De pronto se detienen, ella se vuelve hacia Katherine.
- Seguramente no pensarás que Rebecca dejaría a Marlene porque creas que tomó una decisión precipitada. ¿Es a lo que te refieres?- Elisabeth le pregunta con firmeza.
- ¡Lo hago! Creo que si ella realmente busca en su corazón se daría cuenta de que se dio por vencida por nosotras con demasiada facilidad.-  Katherine argumenta  mientras caminan más abajo en el camino y a lo largo de la quebrada.
- Esa es una casa muy hermosa.  ¿No forma parte del castillo?-  Pregunta Katherine.
- ¡Lo es! Esa casa es de Rebecca, la está construyendo para Marlene.- Suspira antes de continuar. – Para Marlene y su hijo.- Katherine no hace ni un gesto al oirlo. - La realidad duele ¿No?- Elisabeth ha sentenciado con un gesto mirándola a los ojos. Katherine cambia su caminar mirando hacia otro lado.
– Creo que debería estar lista para el trabajo antes de que Tanja se pregunte donde estoy.  ¡Gracias Elisabeth! Por la caminata.- Se apresura a regresar al castillo con lágrimas que fluyen por su rostro por la angustia de enfrentarse a una realidad que es demasiado intensa. Cae sobre la cama en una explosión de dolor y autocompasión. Se acerca al lavabo para despejar su cara con agua fría. Se cepilla el pelo con el gesto rígido por la tensión interna y la ira. Se viste para el trabajo.  
    
- ¿Pensaste algo?- Rebecca pregunta balanceando la puerta de la oficina de Marlene. Ella  posa la barbilla en el puño mirándola con una sonrisa.  
- ¡Eso! No arremeter o perder los estribos de esta mañana.- Esa sonrisa  calienta los  pensamientos internos de Rebecca.
- No es exactamente lo que estaba pensando.- Rebecca se cruza de brazos y suspira apoyada en el marco de la puerta.         
- ¿Qué, pues?-  Marlene pregunta.
- No he estado enferma esta mañana. - Le comenta y hace una inspiración profunda pero breve. - Sí tuve un poco de náusea, pero una vez que comí algo desapareció, tal vez eso sea una señal de que va a disminuir y no tendré náuseas matutinas mucho más tiempo.- Le dice con una sonrisa.  Rebecca se acerca a su lado y extiende su mano, Marlene se la coge y tirando de ella se levanta y se  acercan.    
- ¡Bésame!- Rebecca le pide.
- Creo que puedo manejar eso.- Cierra los ojos  y sus  labios entran en contacto con suavidad,  sus lenguas giran entrelazadas, los susurros profundos de ambas son de placer. 
- ¡Hmmm!-  Rebecca gimotea.  - Podría llevarte a casa en este momento…- Apenas consigue pronunciar esas palabras cuando Marlene se aparta de ella.
- ¡Hablando de casa!- Se acerca al cajón de su escritorio y saca un juego de llaves. - Creo que estamos listas para entrar a vivir.- Sonríe gozosa. Rebecca la abraza y se besan de nuevo con emoción.
- ¿Por qué no dijiste algo antes?- Ella la besa de nuevo.  
- Me detuve y me acerqué a la puerta de la casa de camino aquí, papá y su equipo todavía tienen que dar unos toques menores, los electrodomésticos de la cocina se entregarán mañana, llamé a la tienda de muebles y pueden comenzar la entrega y puesta en marcha el viernes.-  Rebecca sonríe con complacencia, aprecia energía a través de la expresión facial de Marlene.
- ¿No tenemos una reunión de presupuesto el viernes?-  Rebecca pregunta, Marlene hace una respiración profunda.
- ¡Sí! Se había pospuesto y yo no he mirado el informe  que envió Abby el otro día,  no sé si debemos agregar algunas cifras.- Ella se sienta a su escritorio para recuperar el folleto, lo pone encima de la mesa.
-  ¿Por qué no  contactas con ella?- Rebecca hace una mueca. - Tal vez consigas la reunión para primera hora la mañana del viernes. Se podría conseguir que Thomas abriera la casa para la entrega de los muebles.- Marlene da unos golpecitos con los dedos encima del folleto.
- Creo que lo podré conseguir.- Recoge el libro y sale de detrás de su escritorio.
- Estaré en mi oficina.- Le indica Rebecca con una sonrisa  y salen al pasillo.
Emily y Natasha trabajan concentradas sin darse cuenta de la presencia de Rebecca. 
- Parece que las dos tenéis las cosas bajo control, voy a estar en mi oficina si me necesitáis.- Las dos la miran, asienten y siguen con su trabajo. 
De camino a su guarida observa que Elisabeth repasa unos folletos sentada en el puesto de Angelo.          
 - ¡Elisabeth!- Rebecca le habla de pasada.
- ¡Rebecca!- Ella le sonríe.
- ¿Dónde está Angelo?-  Elisabeth mira hacia la puerta del almacén.
- En busca de un par de zapatillas que podrían ir bien con éste camisón y su bata.-  Le responde levantando el conjunto para mostrarlo a Rebecca.
- ¿Has visto a Katherine esta mañana?-  Elisabeth pregunta con claridad.
- No, pero ella y yo tenemos que hablar.- Rebecca escaneada la sala  en su busca. Elisabeth se acerca para hablar en voz baja. 
- Ella sigue muy inestable, en lo que a tí se refiere.- Rebecca gira la cabeza hacia atrás para mirarla. – Hemos paseado por los jardines después del desayuno. Está sufriendo realmente y parece pensar que has cometido un gran error y no te has dado cuenta todavía.-  Rebecca gruñe en voz alta.
- Voy a buscarla, hablaré con ella.- Abandona su compañía y se dirige a las escaleras.

Marlene llama a la puerta del despacho de Abby. - ¡Adelante!- Exclama sin levantar la vista.  - ¡Marlene!-  Sorprendida deja su lápiz sobre la mesa llena de folletos, documentos y copias impresas.
- ¡Por favor! Acércate y toma  asiento.- Marlene se coloca en la silla en silencio mientras Abby despeja su escritorio.  - Como se puede ver he estado muy ocupada. ¿Qué puedo hacer por ti?- Su estado de ánimo hacia Marlene parece un poco emocionado. Marlene empezó a sentir cierta aprensión.  
- Las reuniones de presupuesto parece ser que se posponen con frecuencia. ¿Tienes una idea de cuándo tendremos un taller? ¿El viernes?- Abby hace una mueca.
- Los últimos viajes de Sebastián a China han sido la mayoría de las razones, estuve en un simposio y me fui  una semana y con el desfile de moda en primer plano es realmente difícil de decir y como se puede ver, he tenido mi tiempo al completo tratando de ponerme al día y prepararme para ese taller.- Marlene asiente con la cabeza.
– Trato de tener mis cosas finalizadas. He hecho algunas anotaciones en el folleto, puedes revisarlas.-  Marlene abre la libreta mostrando su contenido.
- No te he visto mucho en todos estos días. ¿Está todo bien?-  Abby le pregunta mirando por encima del folleto. Marlene duda.
- No me he encontrado muy bien los últimos días, estoy embarazada.- La noticia deja a  Abby en silencio. - Rebecca y yo vamos a tener un bebé.- Continúa. Abby se queda sin palabras de inicio.
- Veo que cuando decidiste todo, no se trataba de un pronto repente.-  Sus labios tiemblan mientras la interroga. 
- Le dije a Rebecca que quería formar una familia antes de casarnos, debo admitir que ella fue algo escéptica al principio, pero luego se dio cuenta de que también quería una familia con niños  y además estamos construyendo una casa.- Le comenta con franqueza. Abby siente que las lágrimas comienzan a formarse en sus ojos.
- Si me disculpas, tengo un montón de trabajo por hacer.-  Se levanta de su escritorio y acompaña a Marlene a la puerta. Abby la contempla alejándose a través de la rendija de la puerta. Las lágrimas corren por su rostro puede saborearlas con la sal al caer por sus mejillas a los labios. Se vuelve apoyada en la puerta, sus rodillas se doblan por el peso de la total decepción. - ¡Te amo, te amo tanto!- Murmura de dolor. La idea de que Marlene tenga un bebé es el colmo de la angustia. Algo empieza a perforar su alma, puede sentir el deseo de apuñalar a Rebecca. Sus palabras son abruptas - ¿Cómo podría?-  Se apresura a regresar a su escritorio, con ira golpea los papeles que van a parar al suelo. Hierve de rabia antes de descomponerse sollozando.

Rebecca termina la última de sus notas  y las coloca en su agenda. 
- ¡Rebecca!- Katherine llama desde la apertura de la puerta. - ¿Tienes un momento?-  Rebecca la mira en distancia, puede sentir los latidos de su corazón en la garganta.
- ¡Sí! Por favor entra.-  Le contesta con  aspereza. 
- Tengo algunas fotos y he añadido un par de bocetos, me gustaría que lo vieses antes de empezar a vestir los maniquíes.- Rebeca toma las fotos de su mano.
- ¿Has concertado un encuentro con Marlene esta mañana?-  Le pregunta mientras sus ojos se centran en las fotos y bocetos.     
- Ella no estaba en su oficina.- Responde con la voz un poco temblorosa.
- Elisabeth y yo hicimos un agradable paseo por los jardines esta mañana. La casa que estás construyendo para Marlene es preciosa.-  Ella cambia de repente la conversación. Rebecca se frota los ojos y deja las fotos sobre la mesa.
- ¿Por qué dijiste a Marlene esas cosas? Que deseabas que no hubiesen ocurrido.- Katherine da un paso atrás sintiéndose incómoda.
- ¿Qué quieres decir? ¿Estás hablando de anoche?- Pregunta un tanto incrédula.
- Sabes exactamente lo que estoy hablando. ¿Tu deseas que ella nunca hubiese regresado? ¿Ella te llevó por delante?-  Interroga con ira y actitud brusca.  
- Me cuentas un simple hecho.-  Responde con nerviosismo  bajando la cabeza.
- ¡Escúchame! Voy a asegurarme de que me entiendes.  La amo, siempre la he amado. El destino tiene una manera de ser imprevisible y aterriza en tu puerta en el momento que le apetece. Era nuestro destino,  el destino de estar juntas. Yo no te he pedido que te cases conmigo y yo no te habría pedido vivir en el castillo, y ya no voy a endulzar cualquier cosa por ti. Estoy cansada de caminar de puntillas a tu alrededor, no tengo sentimientos románticos por ti. Así que deja de intentar poner una cuña entre Marlene y yo. ¿He sido clara?-  Las palabras salen de su boca cargadas de furia.
– ¡Wow!- Expresa Katherine mordiéndose el labio y tratando de contener las lágrimas.
- No va a cambiar lo que siento por ti, yo siempre te amaré.- Rebecca se pone de pie y se acerca a ella.
- Tenemos una relación de trabajo y nada más, no voy a decir las palabras que deseas escuchar porque ya no te quiero. Espero de tu profesionalidad  cuando estemos trabajando juntas. Marlene no necesita ningún tipo de estrés de ti o cualquier otra persona, espero que seas cordial en lo que a ella se refiere. Tenemos un trabajo que hacer y  tendré que viajar a Berlín, a menos que tengas la intención de pasar a un terreno más peligroso.-  Rebecca le habla con conocimiento aunque  precipitada.
- ¿Me estás pidiendo salir LCL?-  Ella responde con rudeza.
- Si eso es lo que se necesita para zanjar esos sentimientos. Eres una gran diseñadora, no puedo negar eso y tu actuación en el trabajo es impecable. Pero deja reposar tus sentimientos personales en el camino. - Y deja de hablar mirándola fijamente. Katherine no dice nada más, lentamente se da la vuelta y sale dando un portazo.

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