EL TRABAJO Y EL AMOR
Rollos de material y madejas de encaje llenan las mesas del área de trabajo, Natasha está sentada al lado de su cuaderno
de dibujo, Emily ajusta los botones de una casaca.
- ¿Cómo
ves esto?- Le pregunta a Natasha, interrumpiendo sus
pensamientos, ella deja su cuaderno de dibujo.
-
¡Me gusta!- Emily toquetea la prenda por los hombros.
-
¡Esperemos que guste a Rebecca!-
Comenta escrutando la pieza con los ojos.
- ¿Tienes
planes para esta noche con Tristán?-
Natasha curiosea. Emily hace una
respiración profunda.
-
¡Si! Si Rebecca no está satisfecha, creo que no iremos a ninguna parte esta
noche.- Natasha frunce el ceño.
-
Abby y yo iremos a cenar a un italiano.- Habla con entusiasmo.
- ¿Cómo
va eso? Me refiero al tema de Marlene y demás?- Emily pregunta con franqueza.
-
Hemos salido un par de veces, creo que avanzamos, el trabajo y Marlene son tabú,
por lo que no hablamos de ello.- Le responde, se sienta de nuevo y coge su cuaderno de dibujo.
- Bueno,
yo estoy contenta por ti. Sólo recuerda que puedes resultar herida por sus reacciones.-
Emily advierte. Natasha
suspira.
-
¡Oh! ¡Hola Marlene! ¿Te sientes mejor?- Emily pregunta por
sorpresa al ver acercarse a Marlene.
-
Estoy mejor, gracias. ¿Estás lista para colocar el vestido de noche que va a
abrir el show en el maniquí?- Pregunta aclarándose la garganta. Natasha interviene.
- Marlene,
Me alegro de la mejoría, todo está listo.- Cierra su cuaderno de dibujo y se acerca al maniquí. Marlene entrecierra sus ojos y piensa mirando
el vestido del maniquí, hace que Emily le gire un poco.
- Natasha
vamos a hacer un ajuste en la iluminación.- Le propone.
- ¿Qué
estás pensando?- Emily le pregunta con curiosidad pinchada por
el silencio de Marlene.
-
Vidrio, un montón de vidrio, líneas limpias y muchos reflejos.- Ella responde pensando en el color del
vestido.
-Ya
veo.- Emily trata de visualizarlo. Natasha mueve
las luces.
-
Estoy pensando en el verano y con este vestido sin mangas. Fiestas al aire
libre exclusivas, en un lugar donde se vea alumbrado desde grandes ventanales
con vistas a una piscina. Imagina un salón de baile con suelos blancos como las
perlas, techos altos con grandes lámparas de araña, una escalera de caracol con
pasamanos de acero inoxidable y así sucesivamente.- Ella proyecta su mente como una puesta en
escena.
- Una
presentación lujosa de la colección para gente adinerada y de prestigio.- Emily
expresa el pensamiento a sugerencia de Marlene.
-
Los vestidos de noche por lo general son para lucir en fiestas glamurosas y
eventos de categoría.- Agrega Natasha.
-
Voy a buscar a Rebecca. - Apunta Marlene. - Ella
tiene que aprobar primero la línea de ropa interior. Vamos a abrir la escena con
un cuarto oscuro y detrás el horizonte de la ciudad. Comenzaremos con susurros nocturnos, esa será la inauguración de la exposición. Las
luces de la ciudad definirán el nombre de la línea.- Les expone con una
sonrisa. Sin pensarlo pregunta Natasha.
- ¿Dónde
se acoplará la línea adolescente de Katherine?- Marlene se vuelve hacia ella.
- No
lo sé, es algo que Rebecca tendrá que decidir, ahora si me disculpáis, tengo
telones de fondo que diseñar.-
Ella regresa a su oficina, ambas la siguen con la mirada.
- ¿Quién
es Katherine?- Natasha pregunta a Emily. Ella hace una
mueca.
-
Es la ex de Rebecca y la diseñadora encargada de diseñar la línea
adolescente.- Natasha es presa de la curiosidad.
– Pero
¿Cuál es el problema?- Interroga a
Emily.
- Solo
se algo que me comentó Abby de ella. Que había estado diseñando aquí hasta que Rebecca
y Marlene decidieron casarse y ella salió corriendo.- Emily duda un segundo. - Vamos
a no agitar las cosas por aquí. No querrás ser imputada por propagar rumores,
es una sentencia de muerte, es algo que a Tanja le preocupa y le molesta. No
quiero ser participe del odio evidente que Abby tiene por Rebecca y que no se
gustan en absoluto. - Natasha pone una mirada de pesimismo.
- Yo
no quiero empezar un rumor, solo que no sé mucho acerca de las personas que nos
rodean.- Añade pensando en la conversación que tuvo
con Rebecca su historia con Marlene y donde encajaba Abby. Emily se muestra
reacia a hablar de cualquiera de ellas.
- Abby
debe conocer cosas que en realidad no son reales. ¿Pensé que habías dicho que estas cosas eran
tabú?- La mira
inquisitoria. - Tenemos una línea de moda que terminar, no quiero hacer comentarios en el tiempo que estemos aquí. Debemos
disipar cualquier rumor y, si acaso, hablar de esto fuera del trabajo.- Su
justificación deja a Natasha con más interrogantes.
Rebecca examina con detalle los cuadernos
de Kim, toma notas en su cuaderno.
- ¡Rebecca!- Es Tanja quien habla.
- ¡Sí!
¡Entra!- Cierra la libreta y la coloca hacia un lado.
-
¿Cómo fue tu entrevista con Kim?-
Se sienta frente a su escritorio. Ella abre su libreta y comienza a anotar algo.
-
¡Bueno! He de poner en relieve que ha hecho un buen trabajo con ciertos
detalles en torno a algunas de las ciudades que ha estado, hay bonitas fotos, y
hablamos de los lugares a los que va a viajar este verano. Me parece que Ankara
está un poco difícil de conseguir.-
Le responde con claridad. Tanja responde en voz
baja.
- Si
Sebastián no puede conseguir enderezar lo de China.- Rebecca interrumpe.
- Entonces
construimos una fábrica y nos movemos de nuevo en Alemania.- Replica ella.
- Rebecca
el costo de hacer negocios aquí es alto y contratar a buenos trabajadores es
difícil. Así que de momento tenemos que conseguirlo fuera. - Sus palabras son poco atractivas para
Rebecca.
-
Me preocupan los defectos.- Ella
suspira.
-
Entiendo, pero con todas estas tiendas y boutiques pendientes de abrir nos pone
en un apuro, Sebastian y Elisabeth quieren oír hablar de ello.- Rebecca se sienta cruzando los brazos.
- Sólo
tenemos seis tiendas Tanja, ¿Que va a suceder cuando tengamos más?- Le pregunta. Tanja pone cara de desánimo.
– Abby
quiere tener una reunión de presupuesto, tuvimos que cancelar la última y está pidiéndonos
que volvamos a programarla para mañana por la tarde.- Tanja le comenta a Rebecca que coloca la
palma de su mano en su frente.
- ¡No sé! No tengo el tiempo necesario, me
gustaría adelantarme con el desfile de moda y estoy tratando de mantener las
horas extras a un mínimo. - Tanja frunce el ceño.
-
Desafortunadamente tenemos que tener un presupuesto antes de finales de mayo,
como estoy segura de que eres consciente.- Le recuerda.
-
¿Le has dado el visto bueno? -
Pregunta Rebecca.
–
Haré que todos estén informados de la reunión.- Ella
se levanta de la silla.
-
¡Por cierto! Katherine estará aquí el miércoles, parte de la línea adolescente ya
ha sido enviada debería llegar mañana.- Tanja anuncia de forma brusca. Rebecca la mira con
angustia.
-
¿Qué?- Expresa con inquietud
Rebecca. - ¡Nada! Sólo es que no la esperaba
con tanta rapidez.- Termina de responder. Tanja regresa hasta el escritorio
y se inclina cerca de la cara de Rebecca.
-
¿Detecto lo que parece ser el problema? Creía que esto de Katherine era algo
pasado.- Le dice muy
petulante.
-
¡Amo a Marlene!- Ella duda un momento. - Katherine fue una parte muy importante de mi vida, lo sabes, no es
tan fácil, en realidad es incómodo, no quiero ninguna presión indebida o estrés
sobre Marlene, ella está en un momento
muy delicado en su embarazo.- Tanja sonríe
alzándose sobre ella.
- Marlene
puede manejarse sola, embarazada o no, ella es fuerte y ágil. Te he dicho esto
antes, pero no le das suficiente confianza.-
Rebecca traga saliva ante su mirada fría.
- Hemos
trabajado muy duro para estar juntas y tener este bebé.- Ella se levanta del escritorio.
-
Sabía que tomando este trabajo tendría que lidiar con ella quisiera o no.- Mira
un mensaje de texto que suena en su teléfono.
-
Es Angelo. Quiere que mire un camisón al que está poniendo los toques finales.
- Levanta la vista del teléfono y mira a Tanja.
- Voy a hablar con Abby para organizar la reunión de presupuesto. Hazme saber cuando llegue el envío de Katherine.- Ambas salen del despacho tranquilamente.
- Voy a hablar con Abby para organizar la reunión de presupuesto. Hazme saber cuando llegue el envío de Katherine.- Ambas salen del despacho tranquilamente.
Rebecca sube hacia la sala de diseño por
las escaleras.
- ¡Rebecca!- Angelo
toca la manga de la camisa del producto terminado.
- ¿Ha
visto Elisabeth esto?- Ella sonríe mientras mira el vestido dándole una vuelta.
- ¡Todavía
no, ella ha estado ocupada con otras cosas, se ha pasado los últimos días en el
castillo, no hemos coincidido mucho.-
Rebecca asiente.
- Sebastián ha estado en China. La línea de producción ha comenzado
de nuevo y ella ha tenido que hacerse cargo de otro negocio, es complicado
mantenerse al día con lo que estás haciendo.- Ella le responde. Levanta los ojos al ver a
Marlene acercarse. Angelo observa discreto las reacciones entre ellas, Marlene
coge la mano de Rebecca.
-
¡Angelo!- Le saluda.
-
¡Marlene, hola!- Le
contesta. - Tenemos que reunirnos es
importante.- Le dice a Rebecca. Ella la mira.
-
¡Ok! ¿En tu oficina?- Le pregunta. -
Disculpa Angelo.- Marlene la guía lejos.
- ¿A
dónde vamos?- Marlene pasa el brazo alrededor de su cintura
y la conduce hasta el almacén. - Marlene
Tengo mucho que hacer hoy y debemos hablar.- Marlene cierra la puerta detrás de ella.
-
No quiero hablar, sólo quiero que…-
Su sonrisa llega al corazón de Rebecca
que se rinde a sus pies.
- ¡Qué
dulce es mi bella esposa! pero…- Marlene lleva un dedo a los labios de
Rebecca.
- Nada
de peros.- Ella se inclina
hacia delante y sus labios entran en contacto con un tierno deseo.
- Te
amo Marlene, me encanta la forma en que vivimos las cosas que son importantes
para nosotros. A veces me siento abrumada, pero en el buen sentido.- La
sonrisa de ella irradia felicidad. Marlene tira de su barbilla con el pulpejo
de su dedo índice.
-
¡Tienes razón! - Comenta
con los ojos fijos en la oscuridad de los ojos marrones de Rebecca.
- ¿Razón
de qué?- Ella susurra mientras contactan entre sí por la punta de la nariz.
-Acerca de mantener nuestro amor vivo y
la importancia de no perder este sentimiento, esta necesidad de cumplir las
fantasías de los deseos y más deseos.- Rebecca comienza a llorar.
- ¿Por qué lloras?- Pregunta Marlene en un tono suave limpiando con el pulgar las lágrimas de su mejilla.
- ¿Por qué lloras?- Pregunta Marlene en un tono suave limpiando con el pulgar las lágrimas de su mejilla.
- Porque
soy una gran afortunada, muy, muy afortunada de poder abrazarte y poder
llamarte mi esposa con orgullo. –
Le dice sonriendo gozosa. Los labios de Marlene, una vez más encuentran los de Rebecca
con pasión desenfrenada.
-
¡Hmmm! ¿Qué hay de cena esta noche? Yo podría salir temprano.- Marlene se rió. - ¿Hoy? Suena bien. ¿A qué hora debo esperar que vengas?- Ella bromea.
–
¿Digamos a las seis? ¿Estará todo listo?- Rebecca le pregunta en
un tono tontorrón.
- Te
veré luego.- Marlene abre
la puerta y sale dejando a Rebecca.
-
¡Marlene! ¿Has visto a Rebecca?-
Emily se acerca por detrás de ella.
- Creo
que la vi en el almacén.- Responde mirando su reloj de pulsera.
- Emily
me voy un poco temprano esta tarde, agradecería que no retengáis a Rebecca más
tarde de las cinco.- Emily
se detiene en seco, no se mueve se vuelve hacia ella.
- ¿Por
qué Marlene? ¿Qué tienes en la manga?- Se cruza de brazos con mirada de incógnita.
Marlene expresa una sonrisa traviesa y se dirige a su despacho. Emily piensa
para sí. “Marlene y Rebecca, ella sale del almacén igual a cita de amantes.”
Se gira para ver la puerta entreabierta. -
¡Ahí estás! Tengo los patrones listos si estás disponible para verlos.-
Rebecca asiente, un cierto sonrojo le cubre el rostro. – Y… me han dado órdenes estrictas de no entretenerte mas tarde las
cinco.- Le dice con una sonrisa y una explicación de lo hablado por Marlene.
-
¡Bueno!- Rebecca hace señas con la mano. - Muéstrame lo que tienes.- Regresan a
su mesa de diseño.
Marlene termina los últimos toques de su
maquillaje, está vestida con una camisa de color azul claro dulce, el pelo
recogido y lejos de su cara, lleva un par cónico de pantalón azul marino
embutidas ambas piernas en un par de botas de diseño con estilo. Llaman a la
puerta de la orangerie, la abre y allí de pie en la puerta con un ramo de
flores en una mano y una botella de espumoso en la otra está Rebecca. - ¿Marlene?-
Pregunta como si se tratara de una cita
a ciegas. - ¿Rebecca?- Ella asiente
con la cabeza. Los ojos de Rebecca viajan a lo largo de su cuerpo, los
pantalones ajustados muestran las curvas de su cintura y sus delicadas piernas.
Silba aclarándose la garganta. - ¡Toma!-
Le ofrece las flores.
-
¿Le importaría entrar?- Pregunta Marlene, Rebecca le entrega el champán.
-
¡Para ti! Quiero decir para más adelante, si es que después de esta fecha todo
va bien y me invitas a volver aquí para tomar
una copa.- Habla con un
tono sutil y confiado. – Veremos a ver como
va todo, voy a por mi abrigo.- Ella lo
recupera del perchero y Rebecca le ayuda a deslizarse dentro. - Tengo
un taxi esperando enfrente. ¿Estamos listas?- Marlene se ríe cuando Rebecca
le muestra el camino.
- ¿Dónde
iremos a cenar?- Ella pregunta rompiendo el silencio del viaje en taxi.
- Es
una sorpresa.- Rebecca
contesta paternalmente. Se detienen en un café cerca del río en las afueras de
Kolonia, un lugar que visitaron la primera vez que se citaron. Rebecca paga al
taxista, Marlene se acerca a la acera.
- Recuerdo
este lugar, su especialidad es el cangrejo de río. - Habla
con las mejillas rojas por el aire frío que la azota a su alrededor. Entran,
Rebecca se quita el abrigo y luego ayuda con el de Marlene.
- Reserva de von Lahnstein.- Transmite al Maitre. Disfrutan de una cena a base de cangrejo de río.
- Reserva de von Lahnstein.- Transmite al Maitre. Disfrutan de una cena a base de cangrejo de río.
- Una
velada muy agradable.-
Marlene expresa a Rebecca. Paran un taxi, el viaje de regreso al castillo es
tranquilo, el estómago lleno del festín que acaban de darse.
- ¿Quieres
que demos un paseo?- Pregunta
mientras Marlene abre la puerta de la orangerie.
-
¡Sí! ¿No te gustaría una copa de vino antes de salir?- Rebecca asiente y se acomoda en el sofá. Marlene sirve una copa y la trae hasta el
sofá sentándose a su lado. – He disfrutado
mucho la cena, ¡Gracias!- Rebecca bebe su copa de champán de un solo trago.
-
¿Quieres otra copa?- Le pregunta
mientras Rebecca comienza a mirar sus labios de fina forma. No dice nada,
coloca su brazo encima del sofá e inclina su cabeza hacia adelante en un
intento de besarla. - Rebecca, no creo
que debiéramos.- Ella le habla de forma inocente, la mano de Rebeca viaja
desde detrás del sofá sobre el hombro de Marlene y la acariciaba suavemente. - ¡Tú eres tan sexy!- La atrae hacia su boca en un sensual besar. - ¡Hmmm!- Marlene gimotea. - ¡Bésame otra vez de esa manera!- Las
manos de Rebecca afianzan los lados de su cuello, sus lenguas bailan
juguetonamente dentro de las bocas que se entreabren entrelazadas. Rebecca se
detiene con expresión de lujuria, llamando la atención de Marlene.
- Quiero
hacer el amor contigo.- Puede sentir la opresión en su pecho, cierra
sus brazos alrededor de Marlene con sus besos fuera de control. Marlene se pone
de pie tomando la mano de Rebecca y en un abrazo se dirigen al dormitorio.
Rebecca se queda mirando el rostro de Marlene se quita el jersey rápidamente, desabrocha sus pantalones dejándolos caer al
suelo. Marlene mira la cara de Rebecca, sus labios se abren y tiernamente los besa. Acoplados sus cuerpos, piel a piel una encima de la otra, buscan con sus manos el camino de la felicidad acariciándose con suavidad y provocando la excitación hasta llegar al culmen del placer. Sus gemidos son intensos, ya fusionadas,
hacen el amor hasta que el cansancio las fuerza a dormirse.
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