Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 14 de marzo de 2017

CAPÍTULO 57


                                   

                            EL PASADO SIEMPRE REGRESA

Tanja recibe al mensajero que porta numerosas cajas procedentes de LCL Berlín.   
-  ¡Por aquí!- Le ordena y empieza a apilar las cajas de ropa a cierta distancia de la entrada principal.
- ¿Son los paquetes de Berlín?-  Rebecca pregunta  saliendo de su oficina.
– ¡Si! Lo son y justo a tiempo. Sascha deberá estar aquí en cualquier momento para a abrirlos, le mandé a buscar bastidores. Llama a Emily y Natasha  que bajen cuanto antes. Hemos de colgarlos pronto, así tendremos menos preocupación por las arrugas.-  Murmura mientras camina alejándose. 
- ¿No estás siendo un poco paranoica?-  Rebecca cuestiona  sus comentarios y ella la mira molesta. Sascha trae los bastidores rodando  y los coloca junto a las cajas.  
- ¿Puedo ayudarte?- Angelo pregunta apareciendo por detrás de Rebecca, ella se gira hacia él.               
- Necesitamos todas las manos que podamos conseguir.- Sascha comienza a cortar las ligaduras de las cajas y abrirlas. Se forma una línea de montaje y se coloca rápido la ropa en los bastidores.
- ¿Ves?- Rebecca agarra por los brazos a Tanja.      
-Te preocupas demasiado.- Ella suspira como en una rabieta y se  aleja.
- ¿Te apetece un café?- Ofrece Angelo
- ¡Claro!-  Acepta Rebecca.
- Ella parece de mal humor hoy.-  Él comenta pidiendo un expreso.– Yo quiero el café solo, negro por favor.-  Ordena.  
- ¿Cuando no es ella?- Rebecca comenta con sinceridad. - Supongo que soy afortunada haber conseguido alejarla de mí o tal vez he estado tan ocupada que no lo he notado.- Se sientan a la barra. 
- Confío en que tener más que ver con Elisabeth… - Él frunce el ceño ligeramente.  
- Tanja no es precisamente una de las favoritas en la familia, la mayoría de nosotros sólo la tolera. Ella es grosera y generalmente está de mal humor, a menudo vive enfadada con el mundo que la rodea, pero Sebastián la ama y es astuta, es muy buena en los negocios.-  Rebecca habla con severidad.
- Ya veo, así que me darás un curso intensivo sobre cómo evitar hacer que se enfade.- Ella no descompone la figura. 
- Tu encantadora sonrisa puede hacer milagros. ¡Sí! Ella es controladora de mentes o personalidades débiles. Es más, con imaginación, ella puede ser cruel, pero desde que Elisabeth está encima no tienes nada de qué preocuparte.-  Ángelo toma un sorbo del expreso.
– Lo voy a recordar… que.- Comenta mirando alrededor del vestíbulo.
- No he visto a Marlene hoy ¿Está todo bien?-  Rebecca deja su taza en el platillo.       
- No se sentía bien ésta mañana y  decidió trabajar desde casa.-  Él niega con la cabeza.
- Si tienes tiempo esta tarde, espero que Elisabeth aparezca y podemos ver más de lo que ya hemos hecho para el show.- Contiene el aliento con la esperanza de una respuesta positiva por su  parte. Rebecca piensa  un momento.     
- Déjame ver mi libro de citas, creo que estoy libre esta tarde pero no puedo quedarme demasiado, tengo que cuidar de mi esposa, me espera en casa.- responde con firmeza.
- Voy a empezar a poner algunas cosas en orden, estoy trabajando en una túnica. Creo que te gustará.-  Afirma acariciando la perilla en su barbilla mientras la mira fijamente. Termina su café y regresa a su oficina. Ella comienza a mover  la documentación y los mensajes en su escritorio. Suena el teléfono móvil. "Lo siento por el retraso pensé que estaría allí hoy, pero todavía he de atar cabos sueltos, mañana llego”.  Sonríe pensando que Aarón, empezará mañana.
Rebecca pone en orden su escritorio, revisa las fotos de Marlene y hojea el último libro de fotos que Kim había dejado. Piensa en Riga, la reunión de Aarón y Katherine. De repente siente que debe frotar sus sienes para aliviar las ansiedades que comienza a sentir. Katherine estará aquí mañana y ni siquiera se lo ha dicho a Marlene.  Marca el número en el teléfono para escuchar su voz. Le habla con calma, sabe que la oye cerca de su oído.
- ¡Marlene! "¿Cómo vas, como te sientes? - Le pregunta.
- Estoy mejor, las náuseas parecen ser un poco menos intensas cada día, así que espero que seré capaz de volver al tiempo completo en unos pocos días.- Rebecca suspira pasando los dedos por su pelo.
- ¿Vienes esta tarde?- Hay algunas dudas en el otro extremo.
- ¡No! Pero puedes venir a casa.- Le responde Marlene.
- ¡Oh! Desearía poder hacerlo, pero le dije a Angelo que me quedaría algo. Me apetece trabajar en algo de la línea de ropa interior con él y Elisabeth, no voy a llegar demasiado tarde. ¿No tienes clase de cocina?-  Pregunta viendo a Tanja acercarse a la oficina a través de las persianas abiertas de la puerta.
- La tengo, probablemente iré, estaré ausente cuando llegues a casa.-  Le responde. 
- Me tengo que ir, Tanja está hoy de esa manera suya, te veré esta noche.- Una vez ha colgado, piensa que está agotada por la perorata anterior de Tanja.
- ¿Y ahora qué?-  Le pregunta según entra.
- El vuelo de Katherine llega esta tarde se alojará en el castillo. Te espero para la cena, tenemos mucho de qué hablar, Sebastián está con el tema de China y tendremos que tomar algunas decisiones. ¿Marlene será capaz de unirse a nosotros? - Rebecca responde con enojo. 
- Pues creo que sin ella. Tiene una clase de cocina esta tarde en la universidad y dudo que pueda hacer que se cancele por lo que está fuera de la cuestión.-  Rebecca se levanta de su escritorio. - Y debería ir a casa para el almuerzo, tengo que decirle que Katherine va a venir y alojarse en el castillo. - Recoge sus cosas, hace una parada en el camino de vuelta para comprar algo de comida china.

Marlene se sienta en la mesa a trabajar con diligencia en los telones de fondo para el desfile de moda. Con el ordenador portátil abierto,  hay montones de papeles arrugados en todas partes. Rebecca abre la puerta para sorprenderla. 
– ¿Que haces aquí?- Le pregunta boquiabierta. Le enseña la bolsa de comida y se sienta a echar un vistazo sobre la mesa. - Me sorprendes, verte aquí a estas horas no es frecuente.- Le dice  mirando a la pantalla de su ordenador portátil.  
- ¡Ya ves! Te veo muy trabajadora hoy. ¿Puedes parar a almorzar?-  Rebecca le ofrece. Ella sonríe, cierra su portátil y empuja los papeles a un lado con cara de expectación.
– Ahora dime realmente que te trae por aquí.- Expresa en un tono algo áspero.  Rebecca baja la cabeza para respirar. 
- Katherine llega esta noche y va a permanecer en el castillo durante un par de días. Tanja ha convocado una reunión para la cena.-   Marlene  guarda silencio y la mira fijamente.
- ¿A qué hora?-  Rebecca frunce el ceño.
- Ella no me lo dijo, creo que en el horario regular de la cena. Le dije que tenías la clase esta tarde y no te sería posible asistir.- Marlene abre la parte superior del envase de comida y comienza a probar el pollo a la naranja que Rebecca ha traído.
- ¡Bueno! Por suerte la clase fue cancelada esta tarde, Pierre tiene gripe por lo que podré asistir, después de todo.- Rebecca sintió un nudo formándose en su intestino. 
- ¡Ah! - Exclama con una sonrisa.  - Haré que Tanja lo sepa.-  Terminan su almuerzo y con un atractivo beso Rebecca regresa de vuelta al trabajo.

Tanja revisa la ropa colgada en los bastidores, contempla las piezas de moda adolescente para el show.  
- Katherine ha hecho un trabajo espléndido. ¿No te parece?-  Le pregunta a Rebecca que está detrás de ella.
- Lo ha hecho, si.- Contesta y carraspea.  
– Cancelaron la clase de cocina de Marlene, al parecer el chef tiene la gripe, así que asistirá a la velada de esta noche. Le dije que la hora de la cena sería la habitual.- 
Tanja asiente. Rebecca recoge su cuaderno de dibujo y se dirige hacia las escaleras.
Elisabeth y Angelo  están trabajando con los patrones junto a una combinación de rollos de tela para las prendas que han de coserse.
- ¡Oh! Rebecca.- Exclama.          
- ¡Elisabeth!- Saluda ella. Angelo se sienta a un lado, y deja los patrones que tenía en sus manos, coge una bata de color negro, cuello y solapa atada completa, Rebecca piensa en silencio visualizando lo que estaba frente a ella.
- ¿Bueno, qué piensas?- Angelo pregunta serio.
- La banda debe tener una línea fina de encaje a juego que la destaque.- Responde, se lleva la mano a la frente mientras lo mira.       
- ¿Tiene la ropa interior a juego?-  Elisabeth se la pone delante mostrando el conjunto. Rebecca lo recoge.
- Me gusta éste fino encaje, enhorabuena a los dos, un diseño a juego agradable. ¿A ver lo que puedes hacer con la túnica? Recuerda la necesidad de tener un punto focal para lo que está encubierto.-  Rebecca comenta. Angelo levanta las manos en el aire.
- ¡Gracias Rebecca!- Ella sonríe, Elisabeth se cruza de brazos con una risita. Angelo observa a Rebecca como maneja la ropa interior con los dedos, delicada y esbelta, su ritmo cardíaco se acelera cuando, accidentalmente se roza contra él.
- Angelo se unirá a nosotros para la cena. ¿Estará Marlene?-  Pregunta Elisabeth.
- ¡Sí! Ya le he dicho que Katherine se alojará en el castillo durante unos días.- Rebecca hace una mueca. - Han cancelado la clase de cocina.-  Elisabeth arquea la ceja.
- Sé lo mucho que  está disfrutando de esas clases.-  Rebecca sonríe.
- Todo lo que quiere hacer es por contentarme, Elisabeth.- Se excusan de Angelo caminando hacia las escaleras. - Ella ha decidido no tener un equipo doméstico, quiere hacer su propia cocina y limitar el tiempo de la niñera con el bebé.-  Elisabeth pone su mano en el hombro de Rebecca de manera reconfortante.
- Entiendo cómo se siente, se crió en una casa que estaba muy cerca de esa forma de hacer y es difícil romper eso, no tenían empleados o niñeras.- Le recuerda. Rebecca se encoge de hombros.
- Creo que con el bebé y nosotras trabajando a tiempo completo será algo estresante y no necesitamos ese dolor de cabeza.-  Elisabeth se ríe tras llegar abajo de las escaleras.
– Ya sabes lo testaruda que es, cuando tiene compuesta una idea en su mente es difícil hacerla cambiar. - Las palabras de Elisabeth son reconfortantes pero veraces. 
- Sé que no debo preocuparme, pero yo vivo con la inquietud en una situación que desconozco, el saber cómo irán las cosas.- Elisabeth la mira con una risa.
- Nos vemos en la cena de esta noche, creo que me iré a casa ahora.-  Le comenta en voz baja. - Angelo me llevará, tenemos unos pocos cabos sueltos que cerrar. La cena será a las siete. ¿Cómo crees que os irá con Katherine?- Elisabeth comenta con delicadeza mientras caminan de regreso a su oficina.
– Con tensión e incómoda. Tanja tiene en su cabeza que tenemos que ampliar la línea de moda adolescente más allá de Alemania, ¿Qué mejor manera de hacerlo luego a través del programa de la primavera? Con Katherine y Emily en el centro de la atención.- Elisabeth asiente con seriedad.
- ¿Asistirá el señor Dupree?-  Rebecca le pregunta con curiosidad.
- ¡Sí! Sospecho que una vez que hemos creado la línea, susurros nocturnos, será también parte de LCL París y si Tanja juega bien sus cartas,  insistirá en la contratación de otro diseñador de ropa interior para París. - Rebecca sonríe.
- Tenemos mucho de que hablar, te veré en la cena entonces.- Ella cierra la puerta de su oficina y se pone el abrigo, mete las llaves en su bolso. Angelo se pone en pie arriba de las escaleras mirándola, mientras ella sale por la puerta.
               
- ¿Eso es lo que llevarás puesto para cenar?-  Rebecca pregunta a Marlene por el vestido que luce espléndida. Ella la mira con extrañeza.
- ¿No te gusta? Lo hiciste para mí. – Le pregunta con una expresión de incertidumbre.
- ¡Me encanta! Pero creo que entonces voy a tener que lidiar con todos los presentes.-  Le dice con una risita envolviendo sus brazos alrededor de su cintura. El vestido es sin mangas y de color plateado. Se abrazan por la cintura Rebecca le ciñe un cinturón a juego y mira  el escote de corte bajo. Los labios de Rebecca se unen a los de Marlene.
- ¿Vamos?-  Dice señalando hacia la puerta. Entran en la gran sala cogidas de la mano.
-  ¡Marlene! Que aspecto más impresionante.-  Tanja dice en voz alta haciendo que todos en la sala se giren para mirar hacia ellas.  Justus le sirve una tónica.  Katherine está parada frente a la chimenea calmando el frío de sus brazos, bebe champán mirando directamente a Rebecca que se dirige a ella.
- ¿Tuviste un buen viaje?-  Le pregunta con calma.
- ¡Sí! Lo tuve  y la oportunidad de descansar y relajarme algo antes de la cena.- Comenta con frialdad. - Muy amables Tanja y Elisabeth por permitir que me quede aquí. He visto el castillo ahora en una gran parte con una luz diferente.- Su tono es petulante pero enérgico, Rebecca traga saliva, su garganta arde por el comentario sarcástico que Katherine acababa de hacer. 
- Lamento que te sientas así, yo siempre traté de mostrarte buenos momentos cuando estabas aquí. Espero que disfrutes el resto de tu estancia.-  Rebecca responde con ironía y le da un trago al champagne. Marlene se acerca a ellas.
- Katherine, encantada de verte. -  Ella mantiene la calma pero informal.
- ¡Marlene! Te ves hermosa, le di mis felicitaciones a Rebecca.-  Su tono es cordial. 
- ¡Gracias! Espero trabajar contigo en el desfile de moda. – Le dice con una  sonrisa que irradia cordialidad.
- ¡Marlene!-  Emily la reclama.
- ¡Disculpa!- Mira a las dos, se giran hacia Emily y Elisabeth. Angelo está tranquilamente sentado observando a Rebecca y Katherine.
- He tenido la oportunidad de mirar por encima las piezas que ha seleccionado para el espectáculo. ¡Buen trabajo! -  Comenta Rebecca.
- ¡Gracias! He tenido un montón de tiempo para pensar en lo que quería diseñar y cómo quería hacerlo, es una de las ventajas de ser el diseñador jefe de tu propia tienda.- Sus palabras son cortantes.
- ¡Bueno! Yo estoy feliz por ti, lo estoy de verdad.- Rebecca comienza a alejarse de ella. Katherine siente que las lágrimas empiezan a brotar en los ojos. Saca un pañuelo de su bolso y se seca los ojos.
- ¿Estás bien?- Angelo pregunta acercándose a ella.
- Estoy bien, solo ha sido un momento sentimental para mí.- Le contesta al extraño para ella.
- Soy Angelo, Angelo Carmella, diseñador de ropa interior.- Se presenta con un apretón de manos.
- Su conversación ha sido un poco intensa con Rebecca.- Continua inseguro de si  había cruzado la línea con ella.
- ¡Katherine Schmidt! La moda adolescente.- Muestra una sonrisa atractiva. - ¡Sí! Lo es, nuestras conversaciones son siempre intensas, ella es mi ex.- Esas palabras hacen que Angelo dé un paso atrás, bebe un trago de champán. 
- Ya veo, me disculpo.-  Ella rápidamente lo interrumpe.
- No hay necesidad de disculparse, ella hizo su elección y es obvio que no era yo.-  Su expresión facial es apagada.
- He visto la línea de moda joven y debo admitir que haces bellas cosas.-  Su voz se relaja mientras cambia la conversación.
- ¡Gracias!  Espero  ver  susurros nocturnos en LCL.-  Ella le responde.  
- La cena está servida.- Justus anuncia después de entrar en la habitación.
Se discutió sobre el próximo desfile de moda durante la cena. Al retirarse de nuevo a la gran sala, Katherine caminando detrás de Rebecca.
- Parece que Tristán ha conocido a alguien especial.- Le comenta. 
- ¡Sí! Él está contento.-   Le responde al darse la vuelta para mirarla.
- Ella podría ser quien le serene.-  Ella responde con la esperanza de que su hermano pueda ser feliz. - Emily es joven y parece muy intuitiva y segura.- Katherine conjetura.
- Está todavía un poco verde, pero lo está consiguiendo.-  Le responde.
- ¡Rebecca!-  Marlene llama. - Voy a recogerme por esta noche. ¿Te quedas?-  Ella hace un gesto a Katherine de buenas noches.  
- ¡No! Voy también, es temprano todavía, pero tengo un ajetreado día de mañana.- Le dan a todos las buenas noches y regresan al invernadero. Katherine recoge rápidamente otra copa de champán de la bandeja del camarero y se la bebe de un trago
- ¿Puedo conseguirte otra?- Angelo le pregunta. - ¡No gracias! Yo también voy a recogerme y espero ver sus diseños mañana  Sr. Carmella, fue un placer conocerte.-  Ella se excusa y regresa a la habitación de invitados.
Marlene yace mirando el techo, puede oír la pesada respiración de Rebecca sumida en un sueño profundo que la consume. Se levanta de la cama y se pone la bata, en silencio se arrastra a la gran sala. Relajada y con su bloc de dibujo se sienta delante de la chimenea. Dibuja unas cuantas líneas y de repente se para cuando oye un ruido chirriante.
- ¡Oh! Marlene, lo siento. No me di cuenta que estabas aquí.- Katherine se acerca a su lado.
- ¡Katherine!- Exclama. - No podía dormir.- Katherine se sirve una copa de whisky.
- ¡Yo tampoco!- Mira  el anillo de diamantes en su dedo que brillaba bajo la pálida luz de la habitación. Se sienta junto a ella. Marlene deja su cuaderno de dibujo.
- Debe ser difícil estar aquí, con Rebecca cerca.- Katherine no responde de inmediato, se queda mirando las llamas de la chimenea.
- ¿Por qué no fuiste honesta conmigo? ¿Por qué te la llevaste?  ¿Qué había entre tú y Rebecca?- Marlene baja la cabeza por un momento.
- Nunca quise que resultaras herida y fue decisión de Rebecca, no mía si te digo la verdad. La animé en numerosas ocasiones a decidirse por ti, pero Rebecca es obstinada y egocéntrica.-  Katherine sonríe con retintín.
- Estamos de acuerdo en que, me hubiese gustado que nunca hubieras reaparecido.- Estas palabras traspasan a Marlene hasta la médula.
- Lo siento por tu dolor, sólo puedo imaginar cómo debes sentirte pero siempre estuvimos destinadas a estar juntas. Ella es mi alma gemela y mi socio en la vida. No voy a pedir disculpas por lo que siento por ella o la decisión que tomó. Yo le pertenezco a ella y ella a mí. Era inevitable encontrarnos de nuevo y reiniciar nuestro camino juntas. No importaba que estuviera involucrada con alguien y siento decirlo porque que te incluye a ti.- Marlene toma su cuaderno de dibujo dejando a Katherine revolviéndose en su propio ser.

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