-HAY QUE DECIDIR-
Marlene y Abby pasan el fin de semana
juntas para llegar a conocerse algo más. Marlene comparte muchos de sus viejos
refugios con ella, pero tiene mucho cuidado en evitar cualquier cosa que
recuerde su vida en torno a Rebecca. El fin de semana resulta muy relajado
y refrescante, no hay lugar para pensar en la mayoría del personal que está en
Riga en la muestra de moda.
De vez en cuando algún mensaje de Tanja para preguntar cómo van las cosas, sus respuestas las realizan con ilustraciones positivas.
La tarde del domingo se refugian cada una en su casa. Marlene pasa su tiempo leyendo tranquilamente los correos electrónicos para ponerse al día, también realiza algunos retoques a sus ideas para la decoración del atrio de LCL. Una buena noche de sueño es lo que necesita, pero no sin antes pensar cómo y dónde colocar esos retoques finales en el vestíbulo.
Por fin llega el lunes, aún y así, ocupa la mayor parte del tiempo sólo en ello, desde muy temprano que entra en LCL. Coloca, cambia y modela esas últimas mejoras en la entrada de LCL, antes de que todos regresen de Riga.
Amanece el martes, Marlene medio se despierta y se dispone a salir de la cama. Sonríe pensando en Abby y cómo disfruta de su compañía. Pero aún necesita dormitar algo y se deja llevar por el pensamiento con ella. Pero la ensoñación la lleva por derroteros no esperados, en realidad hace que sea un sueño menguante. Cree ver una espesa niebla que cubre el aire alrededor de la cama, hace una mueca mientras está adormecida, le parece que sueña con Abby, pero es Rebecca quien se le presenta. El eco de su voz la estremece y comienza a dar vueltas: "Pase lo que pase yo sólo te amo." La frase pasa una y otra vez por su mente; "Yo sólo te amo." Desfila por su imaginación en un tono agudo de forma constante y repetitiva.
De vez en cuando algún mensaje de Tanja para preguntar cómo van las cosas, sus respuestas las realizan con ilustraciones positivas.
La tarde del domingo se refugian cada una en su casa. Marlene pasa su tiempo leyendo tranquilamente los correos electrónicos para ponerse al día, también realiza algunos retoques a sus ideas para la decoración del atrio de LCL. Una buena noche de sueño es lo que necesita, pero no sin antes pensar cómo y dónde colocar esos retoques finales en el vestíbulo.
Por fin llega el lunes, aún y así, ocupa la mayor parte del tiempo sólo en ello, desde muy temprano que entra en LCL. Coloca, cambia y modela esas últimas mejoras en la entrada de LCL, antes de que todos regresen de Riga.
Amanece el martes, Marlene medio se despierta y se dispone a salir de la cama. Sonríe pensando en Abby y cómo disfruta de su compañía. Pero aún necesita dormitar algo y se deja llevar por el pensamiento con ella. Pero la ensoñación la lleva por derroteros no esperados, en realidad hace que sea un sueño menguante. Cree ver una espesa niebla que cubre el aire alrededor de la cama, hace una mueca mientras está adormecida, le parece que sueña con Abby, pero es Rebecca quien se le presenta. El eco de su voz la estremece y comienza a dar vueltas: "Pase lo que pase yo sólo te amo." La frase pasa una y otra vez por su mente; "Yo sólo te amo." Desfila por su imaginación en un tono agudo de forma constante y repetitiva.
- ¡Rebecca!- Llama a una oscura figura lejana que se está acercando
a su lado, pero es incapaz de alcanzar a esa...
- ¡Rebecca!- Grita con desesperación una vez más.
Esa silueta oscura que ronda su sueño ahora se aleja, al tiempo que ella se despierta jadeando. El escozor de las lágrimas queman su rostro. Se sienta y mira alrededor suya buscando a su amor verdadero con gesto de espanto y tratando de controlar el rápido latido de su corazón. Se queda inmóvil tratando de recordar la mayor cantidad de sueño que le es posible. Niega con miedo con un movimiento de su cabeza y su alma en ese instante entra en nostalgia por Rebecca. Abraza la almohada contra su pecho mientras las lágrimas caen por su bello rostro. La noche se ha hecho larga, inquietante y dura para los sentimientos. En su pecho percibe la sensación de que Rebecca atrae su conciencia con toda la fuerza, no poder tocarla es muy cruel y, pese a lo que tiene con Abby, ella es la que permanece en el fondo de su corazón. "Solo amo a Rebecca" "Solo a ella pertenezco". Expresa en su pensamiento lleno de emoción.
Esa silueta oscura que ronda su sueño ahora se aleja, al tiempo que ella se despierta jadeando. El escozor de las lágrimas queman su rostro. Se sienta y mira alrededor suya buscando a su amor verdadero con gesto de espanto y tratando de controlar el rápido latido de su corazón. Se queda inmóvil tratando de recordar la mayor cantidad de sueño que le es posible. Niega con miedo con un movimiento de su cabeza y su alma en ese instante entra en nostalgia por Rebecca. Abraza la almohada contra su pecho mientras las lágrimas caen por su bello rostro. La noche se ha hecho larga, inquietante y dura para los sentimientos. En su pecho percibe la sensación de que Rebecca atrae su conciencia con toda la fuerza, no poder tocarla es muy cruel y, pese a lo que tiene con Abby, ella es la que permanece en el fondo de su corazón. "Solo amo a Rebecca" "Solo a ella pertenezco". Expresa en su pensamiento lleno de emoción.
Abby entra en LCL bebiendo un café. Va leyendo tranquilamente el periódico,
- ¡Buenos días!- Se acerca
a Marlene con una sonrisa.
- ¡Buenos días!- Le contesta ajustando un vestido en el
maniquí. No la quiere mirar directamente, Rebecca permanece constante en su pensamiento. Abby dobla el periódico y lo coloca bajo el brazo.
-Te eché de menos anoche.- Ella le susurra. Marlene sonríe
ligeramente. Sigue mirando el maniquí.
- ¿Tristán?- Le pregunta de manera cortante.
- Hablé con él ayer por la noche, le
dije que teníamos que hablar.- Abby se expresa con
calma. Marlene coge un envase apartando algunos accesorios.
- Él no me ve con buenos ojos,
recuerda.- Le dice mirando de reojo y baja la vista hacia el suelo.
- ¡Marlene! Te voy a dejar fuera de la
conversación.- Le dice para tranquilizarla. Ella se ríe entre dientes.
- Él sabrá en algún momento que
estamos saliendo. Si no es por el destino, lo sabrá por Rebecca.- Le advierte una vez más. Abby se acerca a ella.
- Seguramente Rebecca no te pondría en
esa situación.-
La mirada de Marlene se torna sombría para matizar su idea.
La mirada de Marlene se torna sombría para matizar su idea.
- No puedo decir lo que va a hacer,
ella está enojada y muy al límite.- Le recuerda.
Cierra la caja de accesorios y la coloca a un lado.
Abby es perceptiva y encuentra a Marlene con aspecto de estar preocupada, insegura y algo alterado su estado de ánimo.
-Tengo trabajo que hacer.- Le dice terminando su café y abandona el lugar, dejando a Marlene con sus
pantallas. Marlene trabaja con entrega para completar el encargo que le habían encomendado. Está más que decidida a terminar cuanto antes, reorganiza las pantallas llevándolas de un lado para otro hasta que decide finalmente que el conjunto está de su gusto. A su juicio el diseño decorativo
está terminado, ya piensa en regresar a su oficina. Se siente satisfecha y orgullosa de su
trabajo. Se acerca a la barra del café y pide un expreso. Bebe saboreando la bebida mientras revisa su obra con la mirada.
Abby se asoma por el balcón hacia abajo, le parece que su amiga tiene una mirada sombría. Trata de conseguir su atención. Marlene mira hacia arriba y ve la mano de Abby. Lee en sus labios y el ademán que le reclama que suba. Termina el último trago de su café y acude a la llamada de la contable.
Abby se asoma por el balcón hacia abajo, le parece que su amiga tiene una mirada sombría. Trata de conseguir su atención. Marlene mira hacia arriba y ve la mano de Abby. Lee en sus labios y el ademán que le reclama que suba. Termina el último trago de su café y acude a la llamada de la contable.
- Pareces molesta esta mañana... de mal
humor.- Abby habla
mientras caminan hacia su oficina.
- No pude dormir bien.- Marlene está inquieta,
pero no quiere ofrecer mucho más en la conversación. El sueño con la imagen de Rebecca aún la perturba. Abby se acerca a la puerta y la cierra, apoya las manos en la cintura de Marlene.
- ¿He dicho algo que te haga sentir de esta manera? -Marlene se gira hacia ella.
- Tenía que terminar mi trabajo y lo
he acabado. De modo que podemos centrarnos en el presupuesto. Todavía estoy
inquieta por Tristán. Simplemente no puedo aguantar su lado oscuro.- Le contesta con tristeza. Abby la abraza.
- Deja de preocuparte por Tristán. No
me he acostado con él, no tengo con él ningún compromiso. Es sólo un amigo.- Marlene se encoge de hombros.
- ¡Abby! No sabes lo que es capaz de…
y yo no me siento cómoda viéndote con él todo el tiempo. Amigo o no, Tristán guarda
un odio grande hacia mí.- Abby frunce el
ceño.
- ¿No estás siendo un poco paranoica?- Ella le pregunta sin rodeos.
- No cuando él está involucrado, dile
lo que sientes pero me dejas fuera. Yo me encargo de Rebecca.- Ella se apresura a contestar.
- ¡Ok! Lo haré, ahora ven hacia aquí.- Tira de ella más cerca para besarla con una
sonrisa. Pasan la tarde repasando y recalculando el presupuesto.
– ¡Es tarde.- Marlene interviene al ver la hora en le reloj de la pared. Abby pone su lápiz en la mesa.
- ¿Planes para la cena?- Pregunta, levantando la mano para tocar su
cara.
- Tengo la noche programada con mi
familia desde hace días y no quiero faltar.- Marlene explica con prudencia.
– Una noche familiar es siempre bueno.- Ella parece iluminada por las formas familiares de
Marlene.
- Deberías unirte a nosotros, conocer
a mi familia.- La invita. Abby se niega.
- Me encantaría, pero necesito
terminar este presupuesto a tiempo.- Marlene sonríe.
- ¿Tal vez en otra ocasión entonces?- Le responde recogiendo sus
papeles y poniéndolos en orden. Abby le da un rápido beso antes salir.
Rebecca se sienta a la mesa del
desayuno mordisqueando su tostada mientras dibuja algo en su cuaderno.
- ¡Oh, Rebecca!- Elisabeth saluda sin saber que no
había ido a trabajar todavía.
-
¡Buenos días!- Ella responde
mientras continúa comiendo. Deja el lápiz y cierra el cuaderno de dibujo.
Elisabeth se sirve una taza de café y se sienta a su lado.
- ¿Has decidido permanecer en el
castillo?- Elisabeth se interesa
por la presencia de Rebecca. Ella cruza las manos y hace una pausa.
- No lo sé.
Pensaba en que un día o dos en casa me ayudaría a centrarme un poco mejor en un
nombre para mi línea de invierno.- Elisabeth
le da un sorbo a su café.
- Riga fue un éxito y creo que
te mereces un poco de tiempo para ti misma.- Rebecca se muestra de acuerdo.
- ¿Te importa si te pregunto algo?- Elisabeth la percibe alicaída.
- ¡No! Pregunta.- Contesta Rebecca que cree conocer los motivos de
Elisabeth.
– Te encuentro triste y no pareces tu
misma.- Le dice
con preocupación. Rebecca suspira.
- Estoy cansada, Riga es siempre
estresante y más con el éxito que hemos tenido.- Da una explicación que resulta poco convincente para Elisabeth, ella reflexiona en voz alta.
- Lo puedo entender. Pero me pareció
que estabas distante, en lugar de disfrutar el éxito de LCL y sus líneas.
Permaneciste en la sombra.- Rebecca se
sirve otra taza de café.
- Tengo mucho en mi cabeza Elisabeth.
Tú sabes que estoy luchando... quiero decir... Katherine, Marlene... no está siendo
fácil.- Elisabeth
levanta una ceja.
- En nuestras conversaciones me has expresado tus sentimientos por Marlene y Katherine también ¿No has
tomado una decisión?- Rebecca sólo
puede mover la cabeza.
– Amo a Marlene pero no es sencillo. A
Katherine, no quiero arruinar su vida, está bajo mucho estrés por la enfermedad
de su madre. Si la dejo ahora la hundiría en la miseria.- Rebecca vacía su alma.
Elisabeth deja su taza de café en el platillo.
- No puedes basar tu vida en torno a
ser caritativa Rebecca, ni se puede comprometer una vida a alguien por lástima.
Sé que, a tu manera, te gusta Katherine pero hay que preguntarse si vale
la pena sacrificar tu amor por Marlene.- Le expone con crudeza pero con
amable dulzura. Rebecca se queja en voz baja.
– Créeme, no he hecho nada
durante semanas, pienso en ello constantemente y en lo que debo hacer.- Expresa con cierta emoción y se levanta de la
silla. Elisabeth se acerca a la ventana que da al patio, reflexionando
sobre lo que se ha dicho.
- ¿Estás
enamorada de Katherine?- Le expone pura y simple. Rebecca piensa unos
instantes.
– La quiero, pero no me encanta en la
forma que lo hace Marlene. Yo sé que no voy a ser feliz con Katherine, si me quedo con ella, pero
Marlene ha conocido a alguien.- Ella baja la
cabeza cubriéndose la boca con la mano. Elisabeth está algo sorprendida.
- ¡Lo siento! ¿Hace mucho que lo sabes?- Rebecca la mira.
-
Poco pero he preferido no decir nada, me enteré de ello por accidente.- Elisabeth la abraza. – La dejé escapar y estoy asustada, creo que no hay vuelta atrás para ella.- Elisabeth puede ver su mirada triste. Se enfrenta
al desaliento.
- ¿Seguro que vas a renunciar tan
fácilmente?- Rebecca parece
derrotada.
- ¿Qué sentido tiene seguir? La empujé
lejos tantas veces, la he tratado con rudeza, no he sido un gran apoyo. Ella ha
hecho su declaración, está con otra persona y Katherine, no puedo lastimarla
más de lo que ya he hecho.- Rebecca
comienza a pasearse, Elisabeth trata de conseguir su atención.
- No se puede mantener a ambas
colgando. Tienes que tomar una decisión, Marlene es el amor de tu vida. Si ella
realmente te ama, entonces nada se interpondrá en vuestro camino. No importa lo
mucho que trates de olvidarte para no hacerlo. No borres de la memoria todas
las veces que ella estaba ahí para ti, su amor es y siempre ha sido
incondicional.- Elisabeth le
suelta este discurso para aconsejarle, y la deja perpleja.
- Elisabeth siempre has sabido cómo me
siento, aun cuando las tormentas de la vida están en el horizonte. Te siento como la madre que no tuve, percibo mucho amor en ti.- Le dice mirando con candor a sus ojos. Ella sonríe.
- Todos cometemos errores, pero
encontrar nuestro camino por la vida no está libre de esos errores. Imagínate
si nunca hubiera intentado volver a conectar ¿Entonces qué? No lo tires a la
basura por una idea tonta o por orgullo. Katherine va a resultar lastimada
seguro, pero el daño será peor cuanto más tiempo esperes.- Las palabras de Elisabeth
parecen seguras, sin embargo Rebecca tiene sus dudas.
- He pensado últimamente, una parte de
mí dice que debería pegarse por Katherine. La otra, me dice, que debo ser feliz
con la mujer que amo, sin importarme las dificultades que encuentre y a pesar de
lo que piensen u opinen los demás.- Elisabeth le
pone su mano en el hombro.
- Creo que tomaste esa decisión hace
mucho tiempo. Aunque no seas consciente de ello. ¿Qué vas a hacer?-
Su sonrisa hace que la tensión de Rebecca se alivie. Sus pensamientos están de forma permanente en Marlene.
Su sonrisa hace que la tensión de Rebecca se alivie. Sus pensamientos están de forma permanente en Marlene.
- No va a ser fácil tratar de ganar su
afecto, ella ha seguido adelante o al menos eso parece. Sé que soy terca
y me han dicho que vivo absorta en mí misma. Sin embargo, debajo de todas mis
capas hay una mujer que es amable y cariñosa. Ella la encontró y también
esas buenas cualidades en mí una vez. Sé que ella me ama... le pediré que se case
conmigo. Cuando la situación mejore. - Elisabeth se siente aliviada ante sus palabras
de compromiso.
– Tu padre estaría orgulloso.- Una lágrima le nubla la vista.
- ¡Gracias Elisabeth! Pero por favor,
mantengamos esto entre nosotras.- Elisabeth
asintió con la cabeza.
- ¡Ahora ve! Tienes mucho que pensar.
Es un hermoso día para caminar por los jardines, relajarse, hacer un boceto o
trazar un plan.- Ella acaricia
la nuca de Rebecca, como si se tratase de su propia hija.
Tanja contempla el trabajo de Marlene
desde la ventana de su oficina. La llama pidiéndole que baje para una reunión.
Marlene respira profundamente antes de entrar en su oficina.
- ¿Cómo fue Riga?- Pregunta según entra, Tanja sonríe.
- Un éxito. Te he llamado para
compartir algo de importancia contigo.- Le comenta. Marlene esperaba la noticia. - Conocí a un hombre, un empresario
de París, Jean Dupree, él está interesado en LCL como pratrocinador de una casa de
moda grande en la ciudad de las luces.- Tanja
habla con entusiasmo.
- ¿Y esto significa?- Marlene hace un gesto de
incertidumbre.
- Sería ir más allá del alcance de las
tiendas y boutiques. Significaría abrirse al resto de Europa. Sería el escaparate
de moda más grande encabezado por LCL París Inc.- Ella sonríe con total entusiasmo.
- Pero ¿No estamos ya al mando de una
gran empresa? Quiero decir, LCL está siempre en el ámbito de las grandes
líneas de ropa con nombre. ¿No estás preocupada por abarcar demasiado?- Marlene no tarda en responder.
- ¡Hmmm! Me gustaría ser la casa de
moda más grande del mundo. Me doy cuenta de que eso no sucede de la noche a la mañana. Sé consciente, antes de que te fueras, LCL estaba en su lecho de muerte,
pero con un poco de suerte y un gran diseño de Rebecca y la suma de Katherine,
por no hablar de algunos otros, empezamos a tener éxito de nuevo.- Marlene se ríe en voz alta.
- No te olvides de ti misma y el resto
de la Lahnstein en pleno y cómo está el negocio.- Tanja frunce el ceño con una sonrisa traviesa.
- ¿El presupuesto?- Ella pregunta,
no se dispersa de la obligación.
- Abby ha de hacer una última revisión
esta tarde-. Marlene espera
algún comentario sobre el vestíbulo. Tanja se sienta en su silla hojeando su
agenda.
- El vestíbulo está precioso. No tenía
dudas acerca de tu creatividad y talento. Mantente al día y el buen trabajo.- Marlene sonríe con amplitud y satisfecha del
cumplido de su jefa y amiga.
- ¡Berlín!- Continúa. – Rebecca y Katherine van a hacer un
viaje allí pronto. Tengo programada una entrevistaba con ellas. Quiero que diseñes un frente único para
el vestíbulo y el área de diseño. Es un edificio pequeño, pero con un poco de
trabajo y un ojo creativo se podría armar algo que se ajuste con el lema de
LCL.- Le explica con
honestidad.
- ¿Si eso es todo? Tengo un
presupuesto que completar.- Le recuerda.
- ¡Marlene! ¿No va a ser un problema?
¡Berlín está ahí!- Tanja la
interroga. Marlene mira hacia atrás.
- No ¿Por qué piensas eso?- Ella se levanta de su escritorio, Marlene hace lo mismo y salen del despacho.
- Porque sé que las cosas no están bien entre tu, Rebecca y Katherine.- Marlene sonríe mientras enfilan hacia las escaleras.
- Me las arreglaré, después de todo es
mi trabajo.- Tanja quiere ver de cerca el vestíbulo. Abby las ve bajando y se acerca a ellas.
- ¡Abby!- Tanja la saluda.
- ¡Buenos días señoras! Estaba camino a su oficina.- Se detiene
frente a ellas, entrega a ambas una carpeta con documentos en la
misma.
- ¿El borrador del presupuesto?- Tanja pregunta abriéndolo.
- Preliminar por supuesto, tengo planeado trabajar algunos detalles con Marlene esta tarde.- Tanja mira de forma extraña a las dos, Marlene se
aclara la garganta para recuperar su atención.
- ¡Bien! Con el vestíbulo completado,
tu tiempo se libera por ahora, pero lo quiero al final de la mañana, estoy
programando una reunión. Quiero estar por delante de la fecha límite de
Elisabeth.- Expone con
cierta alegría, guiñando un ojo a Marlene.
Rebecca está en postura de relax en la
cama. Sus rodillas apoyadas contra un bloc de dibujo. Su teléfono
celular suena con un mensaje de Katherine, le pregunta si quiere acudir a
la buhardilla. Ella suspira y no tarda en contestar que no es un buen momento y
que necesita descanso.
Yace en la cama con el bloc de dibujo a su lado. Saca de un cajón del armario la caja de las joyas y extrae el collar que Marlene le había regalado en el lago. Rebecca se lo acerca al pecho bien sujeto y acariciando la piedra con el pulgar.
- ¡El collar! será la clave que haga venir a Marlene.- Se sienta en el suelo y saca de debajo de la cama la caja de LCL llena de recuerdos del pasado de su amor verdadero. Encuentra el anillo de boda que compraron para Hagen y Dana. Recuerda que se lo puso en su dedo en la misma ceremonia y las sugerentes imágenes que llenaron su mente durante la ceremonia. Un viaje imaginativo de un enlace entre ellas dos para siempre. El recuerdo está fresco en su memoria y le hace esbozar una leve pero alegre sonrisa. Piensa que debe comprar un anillo de compromiso antes de nada, así que con la muestra en la mano irá a la joyería, es el primer paso para avanzar hacia ella. Se viste con presteza y sale. El plan se ha puesto en marcha.
Yace en la cama con el bloc de dibujo a su lado. Saca de un cajón del armario la caja de las joyas y extrae el collar que Marlene le había regalado en el lago. Rebecca se lo acerca al pecho bien sujeto y acariciando la piedra con el pulgar.
- ¡El collar! será la clave que haga venir a Marlene.- Se sienta en el suelo y saca de debajo de la cama la caja de LCL llena de recuerdos del pasado de su amor verdadero. Encuentra el anillo de boda que compraron para Hagen y Dana. Recuerda que se lo puso en su dedo en la misma ceremonia y las sugerentes imágenes que llenaron su mente durante la ceremonia. Un viaje imaginativo de un enlace entre ellas dos para siempre. El recuerdo está fresco en su memoria y le hace esbozar una leve pero alegre sonrisa. Piensa que debe comprar un anillo de compromiso antes de nada, así que con la muestra en la mano irá a la joyería, es el primer paso para avanzar hacia ella. Se viste con presteza y sale. El plan se ha puesto en marcha.
Mientras Marlene y Abby trabajan en
el presupuesto hasta que consiguen resolver algunos de los problemas con el dinero
que debe estar previsto para accesorios, equipos de oficina y viajes de
negocios futuros.
- Parece que estamos listas para
presentarlo a misis T. - Abby bromea.
Marlene se ríe agarrándose la barbilla y luego estira su pelo hacia atrás. Gira el cuello de
su camisa cuando siente que su collar cede cayendo al escritorio.
- ¡Oh!- Exclama en voz alta. Abby se adelanta a
recogerlo. Marlene levanta la mano, Abby se lo da.
– Mirando la expresión en tu cara este
debe haber sido un regalo muy apreciado... ¿Rebecca?- Le pregunta.
- ¡No! Es una joya de la
familia, que significa mucho.- Ella responde,
nota que el cierre se ha roto.
- Abby si me disculpas voy a llevar
esto a la joyería para que me lo reparen.- Lo
dobla en la mano.
- ¡Está bien! Te veré más tarde.- Se levanta de la silla, al salir le pregunta.
- ¿Cenamos en mi casa esta noche? - Marlene le ofrece la invitación, Abby sonríe.
- ¡Sí!-" Marlene sale.
-Te llamaré con tiempo.- Le comenta para escapar de LCL.
Rebecca camina alegre hacia la joyería
de Klaus, un joyero que ha servido a la familia durante mucho tiempo y al que también recurren a veces para cuestiones de LCL. Entra y saluda con cortesía.
- ¡Buenos dias señor Klaus!-
- ¡Buenos dias señor Klaus!-
- ¡Ah! Señorita Von Lahnstein.- La voz del anciano la reconoce desde detrás del
mostrador. Ella sonríe.
- ¡Señor. Klaus! ¿Cómo se encuentra en
este día tan caluroso?- Ella pregunta
mientras mira una bandeja de anillos bajo el cristal.
– Para mi edad y para usted, estoy fenomenal.- Él se ríe entre dientes. - ¿Y qué le trae por aquí? ¿Un collar
para un desfile de moda, pendientes…? - Ella le sonríe.
- ¡No! En realidad busco un anillo de
compromiso.- Él empuja sus
gafas de montura de cable desde la punta de la nariz, en un esfuerzo por centrar su interés en la bandeja de anillos. Abre el armario y la extrae.
- ¿Y quién es el afortunado?- Le pregunta levantando dicha bandeja repleta de anillos encastrados en sus respectivas ranuras. Rebecca le toca la mano.
- No es chico. Es mi novia, voy a
pedirle que se case conmigo.- Ella habla con
valentía. Le guiña un ojo.
- Tal vez ¿Un diamante solitario sería adecuado?- Ella los mira y apunta a un cierto anillo que le llama la atención.
- Tal vez ¿Un diamante solitario sería adecuado?- Ella los mira y apunta a un cierto anillo que le llama la atención.
- ¡Buena elección! Marqués, son únicos
en su género.- Comenta, le permite cogerlo y mirarlo en su mano.
- ¡Sí! Una buena piedra.- Ratifica ella.
- ¿Oro?-
Le pregunta rompiendo su mirada.
- ¡Sí!- Mete la mano en el bolsillo y saca el pequeño
anillo que Marlene había colocado en su dedo durante la boda de Hagen y Dana.
- Asumo que este es el tamaño deseado.
- Rebecca
asiente recordando las numerosas veces que se lo colocó en el dedo después de
que ella perdiera el que le había dado.
- Lo tendré listo en un día o dos.- Le dice mientras sigue con él en la mano.
Me gusta como va esto, rebecca por fin esta abriendo los ojos y se da cuenta q un romance por compasión no es bueno.
ResponderEliminarSólo espero q Marlene no se entere del anillo y crea q es para katherine.
Esta historia se pone interesante, ahora Rebeca debe empezar a hacer las cosas bien, para que poder conquistar a Marlene otravez.
ResponderEliminarMe da susto q no terminen juntas, a veces hasta desearía q estuviera con Abby... Pero no puede ser, aun esas dos se aman... Márlene tiene q darse cuenta q Rebecca la ama.
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