Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 21 de marzo de 2017

CAPÍTULO 59

                                                 

                                      DUDAS

Rebecca se sienta en su escritorio con el rostro entre las manos.
- ¿Estás bien?-  La dulce voz de Marlene suena a voz de ángel en ese momento. Rebecca suspira mirando hacia arriba.
– Lo estaré.- Transmite sollozando.
- ¿Que pasó?- Marlene pregunta acercándose a su escritorio.
- ¡Katherine!- Balbucea. - Le dije que se detuviera, que deje de tratar de arruinar nuestras vidas. Le he dicho que no la amaba, que nunca le pedí que viviera en el castillo y que yo nunca tuve intenciones de casarme con ella.  Ella llegó a decirme que todavía me amaba. - Rebecca frunce el ceño al contestarle.
- ¡Rebecca! ¿Le dijiste algo sobre nuestra conversación?- Marlene la interroga cogiendo su cara con las manos.
- ¡Lo siento Marlene pero esto no puede seguir así!-  Separa las manos de Marlene de su rostro. - Le dije que no quiero estrés para ti, que estábamos predestinadas  a estar juntas y que tú eras mi destino y que te pertenezco, que yo ya no podía caminar de puntillas sobre ella y que tal vez una vida fuera de LCL podía ser lo mejor.- Marlene la abraza. - No importa lo que ella o que piensen los demás, te amo y siempre voy a amarte  Marlene.-  Rozan sus labios en perfecta unión.
- ¿Crees que va a dejar LCL?- Marlene pregunta al contemplar que Rebecca lo había mencionado.
- No sé, yo le dije que iba a hacer viajes a Berlín y que el negocio entre nosotros debe llevarse a cabo sólo en una manera profesional. Y yo que pensaba que lo de Abby era delirante.- Añade. Marlene baja la cabeza.
- Hemos tenido esta conversación ya Rebecca las personas con las que tuvimos que ver, debían haber llevado las cosas a un nivel completamente nuevo. No saben realmente lo que hemos pasado para estar juntas y cuan enamoradas estamos la una de la otra realmente.-  Marlene deja de hablar por un momento. - Le dije a Abby que estaba embarazada, ella me pidió que dejara el despacho.-  Marlene comenta en una risita. Rebecca se limita a sacudir la cabeza.    
- Dan ganas de correr muy lejos. ¿No es así?- Marlene se acerca a ella.
- Tal vez algún día encuentren sus caminos y simplemente nos dejan tranquilas.- Sus intenciones son escuchadas por Rebecca.
- Bueno en cuanto mi mobiliario de oficina se traslade a nuestra casa tengo la intención de pasar menos tiempo aquí y más en la preparación de los viajes a las tiendas nuevas, me gustaría tener un plan en marcha, seminarios, convenciones.- Ella empieza a soñar con conocer a otros diseñadores.
- Podemos hacer planes para el viernes. Ya he hablado con Tanja y por lo menos ella está contenta por dónde estamos con el desfile de moda.- Rebecca se adelanta y con ternura la besa.
- No te preocupes,  espero conseguir  resolver todo con Katherine hoy, ella estará por ahí lamiendo sus heridas y lista para abalanzarse sobre mí.-  Exclama riendo. Marlene la atrae más cerca con sus manos acariciando ligeramente la cintura, mira en profundidad los ojos amables de Rebecca atrayéndola aún más cerca. Marlene abre su dulce boca y la coloca en  Rebecca, el sabor de sus labios provoca la penetración de su lengua a sondear todos los rincones de la misma. Rebecca siente una debilidad en las rodillas Abraza a Marlene con fuerza apretándola contra ella y  se besan apasionadas y con imprudencia temeraria hasta que un golpe en la puerta los sobresalta. Tanja entra para descubrir que todavía están abrazadas. - ¡Oops!-  Ella se ríe entre dientes. - ¿No pasáis suficiente tiempo en casa? ¿O es la visión de una a la otra demasiado intensa para que las dos no puedan mantener sus manos fuera una de la otra?-   Cuestiona con severidad la situación cruzando los brazos y con una expresión facial inflexible.
- Corta la charla Tanja. ¿Qué pasa?- Rebecca exige una justificación.
- Katherine ha vestido los maniquíes y está esperando para trabajar con Marlene, si no vas a estar aquí mañana, creo que deberíamos terminar en algún momento de hoy. ¿No te parece?-  Les dice mirando a las dos. Marlene se separa de Rebecca y sigue a Tanja por la puerta. Rebecca se deja caer en su silla. Poco después alguien llama a su puerta, suspira pensando que es Tanja otra vez. - ¡Adelante!- Suelta con desgana. Aaron escucha preguntándose sobre lo incierto del estado de ánimo de Rebecca. Entra y cierra la puerta.
- ¡Oh! Aaron Ya has llegado finalmente.- Ella le da la bienvenida.
- Pensé que no podría hacerlo en toda esta semana.- Se sienta en frente a su escritorio.
- Estoy  listo. ¿Qué sigue?- Rebecca piensa un segundo.      
– Sebastián.- Rápidamente coge el teléfono. - ¿Puedes ver ahora a Aaron?-  Ella cuelga. - Te llevaré a su encuentro.- Salen de la oficina en dirección arriba.  
- Te dejaré que hables con Sebastián, después me puedes encontrar en la sala de diseño cuando acabes. Katherine está aquí y estoy seguro de que le encantará verte. - Le da las gracias.
- No le digas que estoy, me gustaría darle una sorpresa.- Le indica amable. - Ok, nos vemos allí entonces.- Lo abandona al entrar en la oficina de Sebastián. Rebecca se acerca a la sala de diseño, sembrada de numerosas piezas de la moda adolescente sobre los maniquíes, Katherine está ocupada con los  dobladillos de una falda. Emily y Natasha  desplegando algunas de las camisetas de la colección de Katherine.
- ¿Dónde está Marlene?- Pregunta, Katherine la mira con una expresión facial tensa.
- Creo que está en su oficina.-  Emily le indica. 
Rebecca se acerca a la puerta y entra.
- ¿Está todo bien?- Le pregunta. Marlene mira hacia arriba.
– Adelante.- Se vuelve hacia su ordenador y lo enciende. - Un poco tensa. Realmente no sé qué decirle, ninguna de nosotras sabe qué decir.- Marlene parpadea con tristeza.
- Sólo tengo ganas que volvamos a la Orangerie y comenzar a empaquetar nuestras cosas.-  Rebecca baja los hombros.
- ¿Qué es lo que ha quedado por hacer?- Le pregunta al colocarse detrás de ella y acariciarle los hombros.
- Creo que hemos llegado a un tema o al menos Katherine tiene una idea que quiere lanzar.- Las tensiones de Marlene comienzan a aliviarse mientras los dedos de Rebecca calman sus músculos.
- ¿Qué opinas del tema?- Marlene le habla en voz baja.
- Ella está pensando en las calles de Berlín, la pared de graffiti, skaters, un complot diseñado para los más jóvenes. - Los pulgares de Rebecca cavan un poco más en sus hombros. Rebecca imagina lo que está tratando de proponer.  - No estoy segura de cómo reaccionarán Tanja o Elisabeth, LCL siempre ha sido, de alguna manera, elegante y glamurosa.- Comenta Marlene.
- ¡Es cierto! Pero las cosas cambian y los tiempos también han cambiado. La moda adolescente será una ventaja real para LCL y hay que recordar que estábamos en camino para volver a estar abajo.-  Rebecca  habla con razón.     
- Mi nuevo asistente está aquí, Aaron, me gustaría que lo conocieras.- Marlene le da la espalda para mirar hacia su equipo. - Déjame imprimir estas imágenes primero, voy en unos minutos.- Ella responde al tiempo que empieza a trabajar. Rebecca llega al área de diseño donde encuentra a Aaron y Katherine discutiendo de los tiempos pasados.
- ¡Rebecca!-  Aaron la llama. - Katherine se ve muy bien y hemos tenido una buena charla, me ha hablado de Berlín. - Él extiende el brazo alrededor de su hombro logrando una sonrisa.
- ¡Sí! Aaron y yo hemos recordado un poco el pasado.- Ella tartamudea.
- Estoy seguro de que tenéis mucho que hablar para ponerse al día, pero Aaron me gustaría repasar algunas cosas contigo, si no te importa.- Ella responde dando a Katherine una mirada severa.
- ¡Katherine! Nos vemos más adelante, quedamos antes de salir hoy.-  Comentó siguiendo a Rebecca escaleras abajo a su oficina.  
- Es muy bueno verlas a las dos y no sé como agradecer,  Rebecca, esta oportunidad.- Sus palabras son alentadoras para ella.
- No voy a estar mañana, me voy a mudar a mi nueva casa. Tendré mi oficina principal allí. - Él la mira perplejo.
– Ya veo y ¿Donde voy a estar yo?-  Él pregunta algo sorprendido.   
- Aquí, en esta oficina, quiero que estés aquí a diario, este será tu espacio de trabajo, tu propia oficina.-  Ella le sonríe. Él se levanta de la silla mirando a su alrededor.
- ¿Podría traer cosas de mi equipo de fotografía aquí, mis libros y otras cosas personales  para el trabajo? – Pregunta mientras camina por detrás del escritorio
- Puedes hacer lo que quieras, pasarás algún tiempo en mi oficina en casa,  pero yo voy a estar dentro, fuera y viajaremos con frecuencia. Sobre todo después de los desfiles de moda y en verano. Además quiero que trabajes con nuestra introductora de la moda Kim.-  Él asintió con la cabeza abriendo su cuaderno y apuntando algunas notas.
- ¿Que os pasó?- Él pregunta algo más cercano y personal.  Rebecca puede sentir la tensión incómoda por Katherine.  
– Amo a otra persona.- Ella le responde con sinceridad.
- Parece muy incómoda, fría casi.- Él afirma extrañado.
- Ella se siente herida, ha sido difícil, por decir lo menos, todavía trabaja para LCL.-  Rebecca suspira con vacilación antes de continuar.
- Me sorprendió que decidiera tomar la posición de Berlín, especialmente después de la ruptura.-  Rebecca le comenta.        
- ¿Se está castigando a sí misma o tú…?-  Le pregunta con curiosidad.
- Creo que ella estaba tan desgarrada y herida por mi decisión, que no podía dejarme ir, que era una decisión repentina e inesperada, creo que pensaba que no me iba a perder.- Rebecca  aparta la mirada de él. Aarón la consuela. - Me gustaría reunir al resto de nuestro personal para presentarte.- Ella se separa de su abrazo. - ¡Claro!- Él la sigue por la puerta. Se reunieron con Tanja, después Angelo y Elisabeth.
– ¿Ya has conocido a Emily y Natasha?-  Le pregunta mientras caminan juntos, de nuevo a la mesa de diseño.
- ¡Sí! Brevemente.-  H­ablaron de nuevo.
- ¿Marlene?- Pregunta Rebecca a Natasha.
- En su oficina.- Rebecca conduce a Aaron a la oficina de Marlene, llama a la puerta. 
- ¡Está abierto!- La voz de Marlene llega clara al exterior. Entran y a Marlene se la ve de espaldas, Aaron alcanza a verla y de repente se congela, tartamudea.
- ¡Marlene!, ¡Marlene Wolfe!-  Su voz le parece familiar a su oído ella se da la vuelta para reconocer a alguien de su  pasado.            
- ¿Aaron?- A duras penas consigue decir su nombre. - Han pasado años, ¡Dios mío! ¿Cómo estás?- Pregunta levantándose  para abrazarle.
- ¡Estoy muy bien!- Rebecca interviene con rapidez.
- ¡Espera, espera! ¿Ustedes dos se conocen?-  Ella pregunta desconcertada y sorprendida.
- ¡Sí! Sí que nos conocemos.-  Aaron contesta riendo.
- Te veo muy bien.-  Dice volviéndose hacia Marlene.
- ¿Cómo has estado y dónde has estado?- Ella le pregunta. 
- En todas partes, he trabajado como agente libre mucho tiempo, hago fotografía, asistente de trabajo. ¿Y tú?- La sonrisa genera un calor sobre ella.
- Aquí en Düsseldorf, he hecho un poco de canto y actuación en el pasado.- Ella niega con la cabeza. - Pero eso no funcionó, así que me trasladé a Los Ángeles durante un par de años y aprendí diseño gráfico y he conseguido un trabajo aquí.- Marlene resume su historia. Rebecca se queda mirando fijamente a los dos.  
- ¿Cuándo os habéis conocido?-  Su curiosidad se dispara.
- Nosotros, a los dieciséis años, creo, nos encontrábamos en un campamento de talentos durante el verano.- Marlene contesta sonriente.  
- Yo estaba prendado de ella.-  Él mira a Rebecca que confirma lo que ya le era evidente.
- Y yo con él tuvimos un romance de verano en el campamento.-  Marlene se ríe provocando que Rebecca  preste más atención.
– La primera vez, más la edad en que estábamos.-  Matiza Aaron.
– Diez y seis ¿Cómo podría olvidarlo?-  Añade con una risa juntándose por los brazos.
- Te veo muy bien, no lo puedo creer, que después de todos estos años, pensé que nunca volvería a verte.- Está encantado mientras habla. Se miran a los ojos.
- Deberíamos ponernos al día. ¿Tal vez la cena?- Él le propone. Rebecca se aclara la garganta.       
-Tengo un par de cosas que hacer, creo que debería dejaros hablar.- Sale sin decir una palabra a cualquiera de ellos.  Camina por el pasillo girando lentamente la cabeza, contempla regresar de nuevo a la oficina de Marlene. – Seguro que no tienes nada de que preocuparte.- Se dice a sí misma en voz baja. Rebecca regresa a la mesa de Emily revisaron algunas cosas que ella y Natasha tenían que hacer. Rebecca mira a Katherine con un nudo en la garganta.
- ¿Está todo en orden?- Le pregunta a una Katherine hosca.
- ¡Lo está!-.   Su estado de ánimo parece brillante. - Fue agradable ver a Aaron de nuevo y espero visitarlo antes de regresar a Berlín, me dijo que lo has contratado como asistente.- Habla solo del trabajo mientras corrige algo en el borde de un par de pantalones sin mirar directamente a Rebecca.
- Lo hice, creo que va a ser un excelente asistente y no trabaja mal con la cámara.-   Ella sonríe  mientras contesta.  Los ojos de Katherine se encuentran con los suyos en una mirada breve, el corazón de Katherine golpea con emoción oculta.
- Debo volver a mi trabajo.- Rebecca suspira dejando a Katherine en el  asombro de la mirada que habían compartido. Marlene recoge su abrigo y el bolso siguiendo a Aaron fuera de  LCL donde habían pasado el rato recordando sus días en el campamento de talentos. Caminan por la acera, al pasar por el parque un fuerte viento sopla en la cara.
- ¿Hay algún lugar donde podamos hablar?-  Aaron pregunta con una sonrisa.   
- ¡Claro!- Caminan dos calles para llegar a No Limits, se sientan en una mesa en la esquina.
- Nunca pensé que te vería de nuevo ni en un millón de años, me he acordado de ti a menudo durante mucho tiempo. ¿Por qué dejaste de escribir?-  la interroga.  
- Yo crecí Aaron, estábamos separados y las relaciones de larga distancia no eran lo mío, teníamos dieciséis años.- Ella responde incierta de su comportamiento.
- Lo sé.- Él se ríe bebiendo su cerveza. – Éramos unos niños.- Ella le recuerda. Volvieron a reír con ganas.
- ¿Seguro que no puedo conseguirte algo de beber? Un vaso de vino tal vez?- Él la mira con su sonrisa ensanchando mientras contempla sus los ojos azules.
- ¡No gracias! Estoy bien así.  ¿Has estado viviendo en Dusseldorf?-  Ella comienza la conversación de nuevo.
- Kölonia, pero he vivido en toda Europa y los EE.UU. ¿Dijiste que estuviste en Los Ángeles?-  Pregunta con interés.
- Lo hice, perdí mi voz interpretando un musical financiado por empresas Lahnstein. No podía seguir así, por lo  que decidí mudarme a Los Ángeles buscando un nuevo comienzo. Me fui a trabajar con un buen amigo que estaba dirigiendo una obra de teatro. Hice un poco de todo, actuar y entrenar cantantes y por último la escenografía y ahí es donde descubrí mi amor por el diseño gráfico.- Todo esto  le narra. Él toma su mano colocándola en su antebrazo.
- ¿Sigues tocando el piano?- Él le pone ojos.
- ¡Sí! En ocasiones, lo hago.- Ella se ríe.
- Y tú ¿Estás siendo dramático y tratando de hacer de actor?- Ella sonríe.  
- ¡No!-  Él se acerca. – Extraño eso de ti, la diversión que tuvimos, aquel verano que pasamos juntos, tú fuiste una estrella brillante en mi vida que yo nunca olvidaré y ahora que te he encontrado de nuevo…- Ella lo detiene rápidamente.
- Estoy casada.- Su tono agudo y al grano. Él la mira  y consume el resto de su cerveza de un trago. 
- ¡Por supuesto que sí!- Comenta de forma despreocupada. - Supongo que  debo caminar de regreso se está haciendo tarde y Rebecca estará preguntando donde estoy.- Ayuda a Marlene con su abrigo. Ella revisa su bolsillo, buscando su teléfono celular dándose cuenta de que lo dejó en su escritorio, traga saliva con el temor de que Rebecca pudo haber tratado de llamar.
- Sí debemos volver es tarde.- Él la ayuda a ponerse el abrigo. Caminaron de regreso hacia LCL Aaron ralentizado su ritmo.
- ¿Cenas conmigo, igual que en los viejos tiempos?- Le ruega amablemente.
- No puedo esta noche Aarón, tengo un día muy duro mañana y como te he dicho, estoy casada.- Él la agarra del brazo tirando de ella hacia sí muy cerca de sus labios a punto de contacto, ella gira la cabeza.
- ¡Por favor! ¡No! No puedo, estoy felizmente casada y trabajas en LCL ahora.- Él sonríe entre dientes, se encaminan de nuevo a LCL. Él entra en la oficina de Rebecca, Marlene regresa a la suya. Sale de su oficina viendo los numerosos mensajes de texto y llamadas telefónicas perdidas dejadas por Rebecca. Se acerca a Emily.
- ¿Has visto a Rebecca?-  Le pregunta en voz baja.     
- Ella se fue, ella estaba por aquí hace rato, se fue a buscarte y no pudo encontrarte. Regresó poco después de eso y luego me dijo que se iba todo el fin de semana. – Le narra
- ¡Gracias! Nos vemos el lunes.- Regresa a su oficina y se prepara para salir. Hace el camino de regreso al invernadero. Las luces estan apagadas cuando entra en ella buscando a Rebecca en silencio.
- ¡Rebecca!- Expresa al tiempo que pone su bolso en el sofá.
- ¿Dónde has estado?- Rebecca le pregunta en tono frío e insensible. 
- De visita con Aaron,  perdimos la noción del tiempo.-  Ella se le acerca.
- ¿Tan ocupados que no podías contestar el teléfono? - Rápidamente se vuelve hacia la ventana para ver el reflejo de Marlene de pie detrás de ella.
- En realidad lo olvidé tirado en mi escritorio.-  Ella bajó la cabeza. 
- ¿Te has acostado con él?-  Pregunta con ansiedad. Se hace el silencio en el aire, Rebecca se aparta y se apresura a la habitación. 

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