DUDAS
Rebecca se sienta en su escritorio con el
rostro entre las manos.
- ¿Estás
bien?- La dulce voz de Marlene suena a voz de ángel
en ese momento. Rebecca suspira mirando hacia arriba.
–
Lo estaré.- Transmite
sollozando.
- ¿Que
pasó?- Marlene pregunta
acercándose a su escritorio.
-
¡Katherine!- Balbucea. - Le dije que se detuviera, que deje de
tratar de arruinar nuestras vidas. Le he dicho que no la amaba, que nunca le
pedí que viviera en el castillo y que yo nunca tuve intenciones de casarme con
ella. Ella llegó a decirme que todavía
me amaba. - Rebecca frunce el ceño al contestarle.
- ¡Rebecca!
¿Le dijiste algo sobre nuestra conversación?- Marlene la interroga cogiendo su cara con las manos.
-
¡Lo siento Marlene pero esto no puede seguir así!- Separa
las manos de Marlene de su rostro. - Le
dije que no quiero estrés para ti, que estábamos predestinadas a estar juntas y que tú eras mi destino y que te
pertenezco, que yo ya no podía caminar de puntillas sobre ella y que tal vez
una vida fuera de LCL podía ser lo mejor.- Marlene la abraza. - No importa lo que ella o que piensen los
demás, te amo y siempre voy a amarte Marlene.-
Rozan sus labios en perfecta unión.
- ¿Crees
que va a dejar LCL?-
Marlene pregunta al contemplar que Rebecca lo había mencionado.
- No
sé, yo le dije que iba a hacer viajes a Berlín y que el negocio entre nosotros
debe llevarse a cabo sólo en una manera profesional. Y yo que pensaba que lo de
Abby era delirante.- Añade.
Marlene baja la cabeza.
- Hemos
tenido esta conversación ya Rebecca las personas con las que tuvimos que ver, debían
haber llevado las cosas a un nivel completamente nuevo. No saben realmente lo
que hemos pasado para estar juntas y cuan enamoradas estamos la una de la otra
realmente.- Marlene deja de hablar por un momento. - Le dije a Abby que estaba embarazada, ella
me pidió que dejara el despacho.-
Marlene comenta en una risita. Rebecca se limita a sacudir la cabeza.
- Dan
ganas de correr muy lejos. ¿No es así?- Marlene se acerca a ella.
- Tal
vez algún día encuentren sus caminos y simplemente nos dejan tranquilas.- Sus intenciones son escuchadas por
Rebecca.
- Bueno
en cuanto mi mobiliario de oficina se traslade a nuestra casa tengo la
intención de pasar menos tiempo aquí y más en la preparación de los viajes a
las tiendas nuevas, me gustaría tener un plan en marcha, seminarios,
convenciones.- Ella empieza
a soñar con conocer a otros diseñadores.
-
Podemos hacer planes para el viernes. Ya he hablado con Tanja y por lo menos
ella está contenta por dónde estamos con el desfile de moda.- Rebecca se adelanta y con ternura la besa.
-
No te preocupes, espero conseguir resolver todo con Katherine hoy, ella estará
por ahí lamiendo sus heridas y lista para abalanzarse sobre mí.- Exclama riendo. Marlene la atrae más cerca con
sus manos acariciando ligeramente la cintura, mira en profundidad los ojos
amables de Rebecca atrayéndola aún más cerca. Marlene abre su dulce boca y la coloca
en Rebecca, el sabor de sus labios provoca
la penetración de su lengua a sondear todos los rincones de la misma. Rebecca
siente una debilidad en las rodillas Abraza a Marlene con fuerza apretándola
contra ella y se besan apasionadas y con
imprudencia temeraria hasta que un golpe en la puerta los sobresalta. Tanja
entra para descubrir que todavía están abrazadas.
- ¡Oops!- Ella se ríe entre dientes. - ¿No pasáis suficiente tiempo en casa? ¿O
es la visión de una a la otra demasiado intensa para que las dos no puedan
mantener sus manos fuera una de la otra?- Cuestiona con severidad la situación cruzando
los brazos y con una expresión facial inflexible.
- Corta
la charla Tanja. ¿Qué pasa?- Rebecca
exige una justificación.
- Katherine ha vestido los maniquíes y está esperando para trabajar con Marlene, si no vas a estar aquí mañana, creo que deberíamos terminar en algún momento de hoy. ¿No te parece?- Les dice mirando a las dos. Marlene se separa de Rebecca y sigue a Tanja por la puerta. Rebecca se deja caer en su silla. Poco después alguien llama a su puerta, suspira pensando que es Tanja otra vez. - ¡Adelante!- Suelta con desgana. Aaron escucha preguntándose sobre lo incierto del estado de ánimo de Rebecca. Entra y cierra la puerta.
- Katherine ha vestido los maniquíes y está esperando para trabajar con Marlene, si no vas a estar aquí mañana, creo que deberíamos terminar en algún momento de hoy. ¿No te parece?- Les dice mirando a las dos. Marlene se separa de Rebecca y sigue a Tanja por la puerta. Rebecca se deja caer en su silla. Poco después alguien llama a su puerta, suspira pensando que es Tanja otra vez. - ¡Adelante!- Suelta con desgana. Aaron escucha preguntándose sobre lo incierto del estado de ánimo de Rebecca. Entra y cierra la puerta.
- ¡Oh!
Aaron Ya has llegado finalmente.-
Ella le da la bienvenida.
-
Pensé que no podría hacerlo en toda esta semana.- Se sienta en frente a su escritorio.
-
Estoy listo. ¿Qué sigue?- Rebecca piensa un segundo.
– Sebastián.- Rápidamente coge el teléfono. - ¿Puedes ver ahora a Aaron?- Ella cuelga. - Te llevaré a su encuentro.- Salen de la oficina en dirección
arriba.
- Te
dejaré que hables con Sebastián, después me puedes encontrar en la sala de
diseño cuando acabes. Katherine está aquí y estoy seguro de que le encantará
verte. - Le da las gracias.
- No
le digas que estoy, me gustaría darle una sorpresa.- Le indica amable. - Ok, nos vemos allí entonces.- Lo abandona al entrar en la oficina
de Sebastián. Rebecca se acerca a la sala de diseño, sembrada de numerosas
piezas de la moda adolescente sobre los maniquíes, Katherine está ocupada con
los dobladillos de una falda. Emily y
Natasha desplegando algunas de las
camisetas de la colección de Katherine.
- ¿Dónde
está Marlene?- Pregunta,
Katherine la mira con una expresión facial tensa.
- Creo
que está en su oficina.- Emily le indica.
Rebecca se acerca a la puerta y entra.
Rebecca se acerca a la puerta y entra.
-
¿Está todo bien?- Le
pregunta. Marlene mira hacia arriba.
– Adelante.- Se vuelve hacia su ordenador y lo enciende.
- Un poco tensa. Realmente no sé qué
decirle, ninguna de nosotras sabe qué decir.- Marlene parpadea con tristeza.
- Sólo
tengo ganas que volvamos a la Orangerie y comenzar a empaquetar nuestras cosas.-
Rebecca baja los hombros.
- ¿Qué
es lo que ha quedado por hacer?-
Le pregunta al colocarse detrás de ella y acariciarle los hombros.
- Creo
que hemos llegado a un tema o al menos Katherine tiene una idea que quiere
lanzar.- Las tensiones de
Marlene comienzan a aliviarse mientras los dedos de Rebecca calman sus músculos.
-
¿Qué opinas del tema?-
Marlene le habla en voz baja.
- Ella
está pensando en las calles de Berlín, la pared de graffiti, skaters, un
complot diseñado para los más jóvenes. - Los pulgares de Rebecca cavan un poco más en sus hombros. Rebecca
imagina lo que está tratando de proponer. - No
estoy segura de cómo reaccionarán Tanja o Elisabeth, LCL siempre ha sido, de alguna
manera, elegante y glamurosa.- Comenta Marlene.
-
¡Es cierto! Pero las cosas cambian y los tiempos también han cambiado. La moda
adolescente será una ventaja real para LCL y hay que recordar que estábamos en
camino para volver a estar abajo.-
Rebecca habla con razón.
- Mi
nuevo asistente está aquí, Aaron, me gustaría que lo conocieras.- Marlene le da la espalda para mirar hacia
su equipo. - Déjame imprimir estas
imágenes primero, voy en unos minutos.- Ella responde al tiempo que empieza
a trabajar. Rebecca llega al área de diseño donde encuentra a Aaron y Katherine
discutiendo de los tiempos pasados.
-
¡Rebecca!- Aaron la llama. - Katherine se ve muy bien y hemos tenido una buena charla, me ha
hablado de Berlín. - Él extiende el brazo alrededor de su hombro logrando
una sonrisa.
- ¡Sí!
Aaron y yo hemos recordado un poco el pasado.- Ella tartamudea.
- Estoy
seguro de que tenéis mucho que hablar para ponerse al día, pero Aaron me
gustaría repasar algunas cosas contigo, si no te importa.- Ella responde dando a Katherine una mirada
severa.
-
¡Katherine! Nos vemos más adelante, quedamos antes de salir hoy.- Comentó
siguiendo a Rebecca escaleras abajo a su oficina.
- Es
muy bueno verlas a las dos y no sé como agradecer, Rebecca, esta oportunidad.- Sus palabras son alentadoras para ella.
- No
voy a estar mañana, me voy a mudar a mi nueva casa. Tendré mi oficina principal
allí. - Él la mira
perplejo.
– Ya
veo y ¿Donde voy a estar yo?- Él pregunta algo sorprendido.
- Aquí,
en esta oficina, quiero que estés aquí a diario, este será tu espacio de
trabajo, tu propia oficina.- Ella le sonríe. Él se levanta de la silla
mirando a su alrededor.
-
¿Podría traer cosas de mi equipo de fotografía aquí, mis libros y otras
cosas personales para el trabajo? – Pregunta mientras camina por detrás del
escritorio.
- Puedes hacer lo que quieras, pasarás algún tiempo en mi oficina en casa, pero yo voy a estar dentro, fuera y viajaremos con frecuencia. Sobre todo después de los desfiles de moda y en verano. Además quiero que trabajes con nuestra introductora de la moda Kim.- Él asintió con la cabeza abriendo su cuaderno y apuntando algunas notas.
- Puedes hacer lo que quieras, pasarás algún tiempo en mi oficina en casa, pero yo voy a estar dentro, fuera y viajaremos con frecuencia. Sobre todo después de los desfiles de moda y en verano. Además quiero que trabajes con nuestra introductora de la moda Kim.- Él asintió con la cabeza abriendo su cuaderno y apuntando algunas notas.
-
¿Que os pasó?- Él pregunta
algo más cercano y personal. Rebecca puede
sentir la tensión incómoda por Katherine.
– Amo
a otra persona.- Ella le responde
con sinceridad.
-
Parece muy incómoda, fría casi.-
Él afirma extrañado.
- Ella
se siente herida, ha sido difícil, por decir lo menos, todavía trabaja para LCL.- Rebecca
suspira con vacilación antes de continuar.
- Me sorprendió que decidiera tomar la posición de Berlín, especialmente después de la ruptura.- Rebecca le comenta.
- Me sorprendió que decidiera tomar la posición de Berlín, especialmente después de la ruptura.- Rebecca le comenta.
-
¿Se está castigando a sí misma o tú…?- Le pregunta con curiosidad.
-
Creo que ella estaba tan desgarrada y herida por mi decisión, que no podía
dejarme ir, que era una decisión repentina e inesperada, creo que pensaba que no
me iba a perder.- Rebecca aparta la mirada de él. Aarón la consuela. - Me gustaría reunir al resto de nuestro
personal para presentarte.- Ella se separa de su abrazo. - ¡Claro!- Él la sigue por la puerta. Se
reunieron con Tanja, después Angelo y Elisabeth.
–
¿Ya has conocido a Emily y Natasha?-
Le pregunta mientras caminan juntos, de
nuevo a la mesa de diseño.
-
¡Sí! Brevemente.- Hablaron de nuevo.
-
¿Marlene?- Pregunta
Rebecca a Natasha.
- En
su oficina.- Rebecca conduce
a Aaron a la oficina de Marlene, llama a la puerta.
- ¡Está abierto!- La voz de Marlene llega clara al exterior. Entran y a Marlene se la ve de espaldas, Aaron alcanza a verla y de repente se congela, tartamudea.
- ¡Está abierto!- La voz de Marlene llega clara al exterior. Entran y a Marlene se la ve de espaldas, Aaron alcanza a verla y de repente se congela, tartamudea.
-
¡Marlene!, ¡Marlene Wolfe!-
Su voz le parece familiar a su oído ella
se da la vuelta para reconocer a alguien de su pasado.
-
¿Aaron?- A duras penas
consigue decir su nombre. - Han pasado
años, ¡Dios mío! ¿Cómo estás?- Pregunta levantándose para abrazarle.
-
¡Estoy muy bien!- Rebecca
interviene con rapidez.
-
¡Espera, espera! ¿Ustedes dos se conocen?- Ella pregunta
desconcertada y sorprendida.
- ¡Sí!
Sí que nos conocemos.- Aaron contesta riendo.
-
Te veo muy bien.- Dice volviéndose hacia Marlene.
-
¿Cómo has estado y dónde has estado?-
Ella le pregunta.
-
En todas partes, he trabajado como agente libre mucho tiempo, hago fotografía,
asistente de trabajo. ¿Y tú?-
La sonrisa genera un calor sobre ella.
- Aquí
en Düsseldorf, he hecho un poco de canto y actuación en el pasado.- Ella niega con la cabeza. - Pero eso no funcionó, así que me trasladé
a Los Ángeles durante un par de años y aprendí diseño gráfico y he conseguido
un trabajo aquí.- Marlene resume su historia. Rebecca se queda mirando fijamente
a los dos.
- ¿Cuándo
os habéis conocido?- Su curiosidad se dispara.
- Nosotros,
a los dieciséis años, creo, nos encontrábamos en un campamento de talentos
durante el verano.-
Marlene contesta sonriente.
- Yo
estaba prendado de ella.- Él mira a Rebecca que confirma lo que ya le
era evidente.
- Y
yo con él tuvimos un romance de verano en el campamento.- Marlene
se ríe provocando que Rebecca preste más
atención.
–
La primera vez, más la edad en que estábamos.-
Matiza Aaron.
–
Diez y seis ¿Cómo podría olvidarlo?-
Añade con una risa juntándose por los
brazos.
- Te
veo muy bien, no lo puedo creer, que después de todos estos años, pensé que
nunca volvería a verte.- Está
encantado mientras habla. Se miran a los ojos.
- Deberíamos
ponernos al día. ¿Tal vez la cena?-
Él le propone. Rebecca se aclara la garganta.
-Tengo
un par de cosas que hacer, creo que debería dejaros hablar.- Sale sin decir una palabra a cualquiera de
ellos. Camina por el pasillo girando
lentamente la cabeza, contempla regresar de nuevo a la oficina de Marlene. – Seguro que no tienes nada de que preocuparte.-
Se dice a sí misma en voz baja. Rebecca regresa a la mesa de Emily revisaron
algunas cosas que ella y Natasha tenían que hacer. Rebecca mira a Katherine con
un nudo en la garganta.
- ¿Está
todo en orden?- Le pregunta
a una Katherine hosca.
-
¡Lo está!-. Su
estado de ánimo parece brillante. - Fue
agradable ver a Aaron de nuevo y espero visitarlo antes de regresar a Berlín, me dijo que lo has contratado como asistente.- Habla solo del trabajo mientras
corrige algo en el borde de un par de pantalones sin mirar directamente a Rebecca.
- Lo
hice, creo que va a ser un excelente asistente y no trabaja mal con la cámara.- Ella sonríe
mientras contesta. Los ojos de
Katherine se encuentran con los suyos en una mirada breve, el corazón de
Katherine golpea con emoción oculta.
- Debo
volver a mi trabajo.-
Rebecca suspira dejando a Katherine en el
asombro de la mirada que habían compartido. Marlene recoge su abrigo y
el bolso siguiendo a Aaron fuera de LCL
donde habían pasado el rato recordando sus días en el campamento de talentos.
Caminan por la acera, al pasar por el parque un fuerte viento sopla en la cara.
- ¿Hay
algún lugar donde podamos hablar?- Aaron pregunta con una sonrisa.
-
¡Claro!- Caminan dos
calles para llegar a No Limits, se sientan en una mesa en la esquina.
- Nunca
pensé que te vería de nuevo ni en un millón de años, me he acordado de ti a
menudo durante mucho tiempo. ¿Por qué dejaste de escribir?- la
interroga.
- Yo
crecí Aaron, estábamos separados y las relaciones de larga distancia no eran lo
mío, teníamos dieciséis años.-
Ella responde incierta de su comportamiento.
- Lo
sé.- Él se ríe bebiendo su
cerveza. – Éramos unos niños.- Ella
le recuerda. Volvieron a reír con ganas.
- ¿Seguro
que no puedo conseguirte algo de beber? Un vaso de vino tal vez?- Él la mira con su sonrisa ensanchando
mientras contempla sus los ojos azules.
-
¡No gracias! Estoy bien así. ¿Has estado
viviendo en Dusseldorf?- Ella comienza la conversación de nuevo.
-
Kölonia, pero he vivido en toda Europa y los EE.UU. ¿Dijiste que estuviste en Los
Ángeles?- Pregunta con interés.
- Lo
hice, perdí mi voz interpretando un musical financiado por empresas Lahnstein. No
podía seguir así, por lo que decidí
mudarme a Los Ángeles buscando un nuevo comienzo. Me fui a trabajar con un buen
amigo que estaba dirigiendo una obra de teatro. Hice un poco de todo, actuar
y entrenar cantantes y por último la escenografía y ahí es donde descubrí mi amor
por el diseño gráfico.- Todo
esto le narra. Él toma su mano
colocándola en su antebrazo.
- ¿Sigues
tocando el piano?- Él le pone
ojos.
-
¡Sí! En ocasiones, lo hago.-
Ella se ríe.
- Y
tú ¿Estás siendo dramático y tratando de hacer de actor?- Ella sonríe.
-
¡No!- Él se acerca. – Extraño eso de ti, la diversión que tuvimos, aquel verano que pasamos
juntos, tú fuiste una estrella brillante en mi vida que yo nunca olvidaré y
ahora que te he encontrado de nuevo…- Ella lo detiene rápidamente.
- Estoy
casada.- Su tono agudo y
al grano. Él la mira y consume el resto
de su cerveza de un trago.
- ¡Por supuesto que sí!- Comenta de forma despreocupada. - Supongo que debo caminar de regreso se está haciendo tarde y Rebecca estará preguntando donde estoy.- Ayuda a Marlene con su abrigo. Ella revisa su bolsillo, buscando su teléfono celular dándose cuenta de que lo dejó en su escritorio, traga saliva con el temor de que Rebecca pudo haber tratado de llamar.
- ¡Por supuesto que sí!- Comenta de forma despreocupada. - Supongo que debo caminar de regreso se está haciendo tarde y Rebecca estará preguntando donde estoy.- Ayuda a Marlene con su abrigo. Ella revisa su bolsillo, buscando su teléfono celular dándose cuenta de que lo dejó en su escritorio, traga saliva con el temor de que Rebecca pudo haber tratado de llamar.
- Sí
debemos volver es tarde.-
Él la ayuda a ponerse el abrigo. Caminaron de regreso hacia LCL Aaron
ralentizado su ritmo.
- ¿Cenas
conmigo, igual que en los viejos tiempos?- Le ruega amablemente.
- No
puedo esta noche Aarón, tengo un día muy duro mañana y como te he dicho, estoy
casada.- Él la agarra del
brazo tirando de ella hacia sí muy cerca de sus labios a punto de contacto,
ella gira la cabeza.
-
¡Por favor! ¡No! No puedo, estoy felizmente casada y trabajas en LCL ahora.- Él sonríe entre dientes, se encaminan de
nuevo a LCL. Él entra en la oficina de Rebecca, Marlene regresa a la suya. Sale
de su oficina viendo los numerosos mensajes de texto y llamadas telefónicas
perdidas dejadas por Rebecca. Se acerca a Emily.
- ¿Has
visto a Rebecca?- Le pregunta en voz baja.
- Ella
se fue, ella estaba por aquí hace rato, se fue a buscarte y no pudo encontrarte.
Regresó poco después de eso y luego me dijo que se iba todo el fin de semana. – Le narra.
-
¡Gracias! Nos vemos el lunes.-
Regresa a su oficina y se prepara para salir. Hace el camino de regreso al
invernadero. Las luces estan apagadas cuando entra en ella buscando a Rebecca
en silencio.
-
¡Rebecca!- Expresa al
tiempo que pone su bolso en el sofá.
- ¿Dónde
has estado?- Rebecca le pregunta
en tono frío e insensible.
- De visita con Aaron, perdimos la noción del tiempo.- Ella se le acerca.
- De visita con Aaron, perdimos la noción del tiempo.- Ella se le acerca.
-
¿Tan ocupados que no podías contestar el teléfono? - Rápidamente se vuelve hacia la ventana
para ver el reflejo de Marlene de pie detrás de ella.
- En
realidad lo olvidé tirado en mi escritorio.- Ella bajó la
cabeza.
- ¿Te
has acostado con él?- Pregunta con ansiedad. Se hace el silencio en
el aire, Rebecca se aparta y se apresura a la habitación.
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