LO QUE BIEN
EMPIEZA, BIEN ACABA
Rebecca sostiene la mano de Marlene con fuerza
mientras esperan para empezar con la ecografía.
- ¿Estás
nerviosa, excitada, o algo así?-
Rebecca sonríe.
–
Nerviosa.- Marlene lo hace entre dientes.
- ¿Estamos
listas?- La enfermera les pregunta.
–
¡Lo estamos!- Rebecca contesta
agarrando la mano de Marlene con más fuerza.
- ¡Ok! Esto estará un poco frío.- Empieza a extender el gel en su abdomen.
- ¡Ok! Esto estará un poco frío.- Empieza a extender el gel en su abdomen.
-
Ahora señora Von Lahnstein, voy a empezar.- Comienza a pasear el lápiz del ultrasonido
sobre ella en un patrón circular haciendo paradas momentáneas pero breves.
- Si
me disculpan, voy a llamar al Dr. Kurtz.- Rebecca afloja la mano de Marlene con rapidez.
- Espera,
¿Está todo bien?- Ella la sigue hasta la puerta.
- Por
favor, Sra. Von Lahnstein, déjeme que venga el doctor.- Ella repite. Marlene levanta la cabeza con una
extraña expresión en su rostro.
- ¿Crees
que algo anda mal?- Pregunta con nerviosismo, Rebecca se acerca
de nuevo a ella.
-
¡No sé!- Ella sacude la cabeza, al instante el
médico entra.
- Dr.
Kurtz. ¿Hay una razón para estar preocupado?- Marlene cuestiona bruscamente.
-
¡No! Es sólo un problema técnico.-
Empieza la ecografía de nuevo.
- ¡Bueno!
- Gira la pantalla hacia ellas,
ambas observan la imagen.
-
¡Marlene! Vas a tener gemelos.- Se quedan sin aliento, Rebecca en voz alta
exclama.
-
¡Gemelos!- Marlene traga
saliva mirando más de cerca a la pantalla.
- Veo, veo a los dos.- Suena su voz con alegría.
- Veo, veo a los dos.- Suena su voz con alegría.
- Este
bebé en el frente.- Apunta a la pantalla. - Es un niño, sin embargo, es más difícil saber el sexo del otro está
de espalda.- La mirada de Rebecca se
hace hosca y se echa a llorar.
– Entonces.
¿Cómo es esto de diferente con mi otro embarazo?- Marlene cuestiona preocupada con lo
desconocido. La enfermera comienza a limpiarla.
- Va
a llevar el doble de carga y, a veces puede ser un embarazo difícil, es posible
que necesite reposo en cama y en muchos casos el parto no será natural, sino
por cesárea.- Le explica
mientras escribe notas en la ficha.
-
¡Oh! Ya veo.- La mirada en el rostro de Marlene es de
aprensión, él le pone la mano en el hombro para tranquilizarla.
- No
hay que preocuparse, has tenido un buen embarazo y un niño sano antes.- Le expresa
con entusiasmo.
- ¿Cuándo
debe ser el nacimiento?-
Rebecca pregunta aún bajo el schok de los gemelos, todavía en la vanguardia de
su mente.
- En
o alrededor del diez de noviembre y si vemos las cosas se ponen difíciles,
puede que tengamos que hacer algo antes. Marlene, Quiero verte de nuevo en un
mes. Comenzarás a engordar más y algunas de las molestias que experimentaste
pueden ser dos veces ahora y necesitarás mucho descanso y menos estrés a medida
que se acerque el parto.- Le añade y le da una receta.
-
Empieza a tomar estas vitaminas hoy y si tienes alguna pregunta de preocupación
por favor llámame. Nos vemos en un mes.- Recoge la carpeta debajo
del brazo y sale de la habitación. Marlene se viste. Rebecca se mantiene
tranquila.
-
No pareces feliz.- Marlene se ha dado cuenta mientras habla.
- Estoy
feliz sólo me preocupo por ti y lo que esto podría implicar.- Se inclina hacia delante para besar a
Marlene como si estuviera ofreciendo una tregua.
- Obviamente
tenemos mucho que pensar.- Marlene
comenta mientras camina a la zona de recepción.
-
Yo podría haber causado esto.-
Rebecca se ríe con un ligero movimiento
de la cabeza.
- ¿Cómo?- Marlene pregunta curiosa.
- Tristán
y Helena son gemelos y está en mi línea de sangre.-
Abre la puerta del coche. Marlene coloca su mano en la de Rebecca, cuando
ya conduce fuera del hospital.
-
¡Tonterías! Era una posibilidad que
pudiera tener gemelos. ¿Qué pasa con Ollie? También puede tener gemelos en su
línea.- Se ríen con franqueza.
-
Debemos parar y ver Ollie, él debe saberlo de inmediato.- Rebecca
le comenta. Marlene hace una llamada.
-
¡Ollie, oye, ¿Dónde estás?-
Le pregunta.
-
¿En casa?- Él responde con entusiasmo.
-
¡Quédate ahí! Estamos a sólo unas pocas manzanas de distancia.- Ollie
espera a que lleguen. Marlene, Rebecca
por fin llegan y entran en el piso.
-
Bueno, no me hagas esperar. ¿Muchacha? ¿Muchacho?- Les
pregunta con entusiasmo.
- Quizás
haya de los dos.- Rebecca responde dejándose caer en el sofá.
-
¿Qué quiere decir?- Él la mira
con la frente arqueada.
-
Estoy embarazada de gemelos.-
Marlene le comunica. Ollie se queda sin habla.
-
¿Gemelos? ¿En serio?- Dice confuso.
-
Oíste correctamente.-
Rebecca le da un codazo, él escucha con incredulidad.
- ¿Tienes
gemelos en tu árbol genealógico?- Pregunta Marlene.
- No
que yo sepa, no lo sé. -
Responde de nuevo mirando al suelo.
-
Espero que no estés contrariada.- Continúa mirando a Marlene.
-
¡No! Fue simplemente un Schok, eso es todo.- Ella lo tranquiliza.
-
¡Bueno! Yo estaré aquí por lo que se necesite, sabes que puedes contar conmigo.
Ésto es motivo de celebración.- Se levanta del sofá y saca una botella de mosto
del gabinete, les sirve una copa a cada una.
- ¡Gracias
Ollie!- Marlene comenta.
- Estoy
muy honrado de que me halláis elegido. -
Rebecca le acaricia el hombro.
-
Te conocemos, sabemos que no harías nada que dañara a nuestra familia, además
ya ves a Mateo lo guapo que es.- Ella le asegura con voz amable y cariñosa.
- Para
nosotras eres el mejor.- Marlene remata. Terminan sus bebidas y se
despiden.
Marlene entra en su oficina y suspira al
quitarse el suéter. -
¡Cassandra! No oí que llamaba, adelante.- Entra aclarándose la
garganta.
-
Quería hablar contigo, sé que este último año ha sido un poco difícil. Pienso
que ambas estamos interesadas en normalizar el trato. Te debo una disculpa por
mi comportamiento.- Marlene puede ver la lucha interna y el
tormento en su cara.
- ¡Gracias
Cassandra! Significa mucho viniendo de ti. - Marlene se sienta a su
escritorio y cruza las manos.
-
También quiero que sepas que eres una gran instructora y que eres muy apreciada
aquí, diseño gráfico parece haber conseguido un gran éxito, felicidades por ello.- Cassandra
le relata moviéndose más cerca del escritorio.
Marlene extiende su mano hacia ella.
-
Me alegro de que podamos mirarnos a los ojos de nuevo.- Marlene se ríe, Cassandra también ríe mientras
estrechan las manos.
- Ahora,
si me disculpas, tengo algunas pruebas para evaluar.- Se
da la vuelta dejando que Marlene se sienta a gusto. El profesor Schumer se cruza
con Cassandra en la puerta.
-
¡Buenos días! ¿Cómo van las cosas?-
Él la mira y luego a Marlene.
-
No podían ir mejor.- Ella le
responde y sale dejándolo para hablar con Marlene, cierra la puerta.
-
¿Han hecho las paces?- Le pregunta y se sienta frente a su
escritorio.
-
¡Si! Vino a pedirme disculpas y todo está arreglado.- Responde
con firmeza.
-
Ella parecía encantada. ¿Querías verme?- Él cambia rápidamente
de tema.
-
¡Sí! Estoy embarazada.- Expresa con su voz llevada por la emoción, el
profesor Schumer le coge la mano.
–
Me alegro por ti y Rebecca.-
Él sonríe a Marlene.
- Voy
a dar a luz alrededor del primero de noviembre.- Ella
le relata.
- Como
siempre y cuando tengas un asistente en tu lugar yo no tengo ningún problema.- Con
una sonrisa anima el momento.
- Estoy
embarazada de gemelos.- Atrapa a Schumer con la guardia bajada.
-
¡Oh!- Exclama.
–
Entiendo que debe saberlo porque a veces éste embarazo puede ser más difícil
y necesitaré algo de descanso añadido y habré
de permanecer en casa más tiempo.- Le explica, él frunce el ceño.
-
Lo más importante es tu salud, no te preocupes, nosotros seguiremos aquí, los
hijos son de suma importancia. Has hecho un trabajo muy bueno para Universidad,
tendrás el apoyo del claustro. -
Le asegura.
-
Gracias profesor Schumer este trabajo aquí significa el mundo para mí.- Ella
muestra su euforia.
-
¡Hey! Marlene.- Miriam la
llama desde el pasillo al ver al decano salir.
- ¿Cómo estás?- Le pregunta.
- ¿Cómo estás?- Le pregunta.
-
¡Estoy bien!- Responde.
- ¿Cómo
está Rebecca?- Le pregunta
además.
-
¡Bien! Ocupada y estamos esperando.- Marlene
sonríe mientras caminan hacia sus clases.
-
Estoy feliz por vosotras. ¿Niño, niña?- Marlene se detiene en la puerta de su clase.
- Ambos,
tal vez.- Ella arquea la ceja.
-
¡Hmmm! ¿Gemelos, supongo?- Miriam sonríe ampliamente.
-
¡Sí! Gemelos.- Se miran la
una a la otra y sonríe.
- Me
gustaría ver a Rebecca manipulando gemelos.- Bromea tocando en el hombro de Marlene.
- Bueno,
tengo clase.- Y añade.
-
¡Por favor! Dile a Rebecca que os deseo todo lo mejor.- Y dicho esto se aleja de Marlene pasillo
adelante. Marlene se cruza de brazos y se queda mirando la figura mundana que
una vez que había capturado el corazón de su esposa. Sonríe tenuemente y luego
entra en silencio en su clase para cumplir un día de trabajo.
-
¡Rebecca! - Marlene llama.
-
¡Aquí!- Ella responde desde la gran sala. Marlene la encuentra
reposada en una silla con un libro de bebés en la mano.
- ¿Qué
estás haciendo?- Ella le pregunta y se sienta a su lado después
de besarla.
- Vamos a tener un niño, eso es seguro.- Ella juguetona pone los ojos en Marlene.
- Vamos a tener un niño, eso es seguro.- Ella juguetona pone los ojos en Marlene.
-
¿Y?- Marlene bromea con media
sonrisa.
- Esperábamos
una niña, el otro gemelo podría serlo.- Conjetura. Marlene
suspira.
-
¿Así que estás buscando en los nombres de niño? - Ella lo asume al voltear hacia arriba la
etiqueta del libro.
- ¡Sí!
Hay que empezar a pensar en nombres.- Rebecca suena a entusiasmo.
- ¿Y
ya has reducido la lista?-
La pregunta hace que Rebecca emita una
sonrisa.
- Hay
tantos sin embargo.- Vuelve
a reír.
-
Me gusta Nicholas y pensé que pudiéramos llamarle Nicholas Oliver, en honor a
Ollie.- Le da el libro a
Marlene mientras habla. Marlene hace un gesto con la cabeza mostrándose de
acuerdo.
-
¡Me gusta! Yo no había pensado mucho en el nombre de un niño. Descubrir que son
gemelos ha sido impactante y no me ha permitido tener mucho tiempo para hacer una pausa. ¡Rebecca!-
Marlene extiende la mano a su cara.
-
También existe la posibilidad de que sean dos niños.- Le
dice con seriedad.
- ¡Lo
sé! Esperaba tener una niña.- Rebecca
parece un poco triste.
-
Tenemos que elegir otro nombre de niño.- Expresa en un tono dulce
pero sincero. De nuevo el libro abierto
y con especial interés lo van hojeando hasta que eligen un nombre.
- ¡Así! Brandon, Brandon Thomas ¿Cómo tu
padre?- Pregunta Rebecca y se sirve un whisky en su vaso.
–
Un bonito regalo para él.- Marlene responde.
-
Madeline Viktoria si se trata de una niña.- Rebecca remarca y
cruza sus dedos, Marlene asiente contenta.
Las semanas pasan rápido, Marlene y Rebecca
se preparan para el nacimiento de sus bebés.
-
Espero que esta ecografía muestre que el bebé se ha movido lo suficiente para
ver el sexo del otro.- Rebecca comenta entre dientes mientras esperan
al Dr. Kurtz para comenzar con la técnica. Él entra en la sala y las saluda con afecto. Despues de un breve interrogatorio se dispone hacer la ecografía.
-
¡Está bien! Ya sabes que vas a sentir un poco frío al tacto.- Él
comienza a mover el puntero través de su vientre, vuelve la pantalla hacia ellas, ambas pueden
ver la imagen y contienen la respiración a la espera de encontrar el resultado
de sus ilusiones.
-
Está claro que ambos han cambiado y que los gemelos son chicos.- Rebecca aprieta la mano de Marlene mientras baja la cabeza.
- No
hay chica.- Murmura.
- Todo
se ve bien.- Señala el
facultativo, y continúa.
- Quiero
hacer algunos análisis de sangre y comprobar su nivel de lípidos, la presión
arterial es un poco elevada y quiero controlar eso, son seis meses y en un
momento las cosas podrían llegar a ser complicadas, quiero verte de nuevo en
dos semanas, descansa un poco.-
Le ordena y sale despidiéndose con cortesía. Entra de nuevo la enfermera para
extraer su sangre.
-
¿Estas decepcionada?- Marlene pregunta con firmeza cuando la
enfermera ya sale de la habitación.
- ¡No!
Bueno un poco, pero en este momento lo único que me importa eres tú y la salud
de los bebés, el Dr. Kurtz te ha ordenado descansar un poco y necesitarás más cuidados
de tu esposa.- Rebecca le indica con un voz cariñosa y el
ceño fruncido.
-
Estoy ya tan grande e incómoda.- Ella se queja con voz tenue.
- Parece
que estoy embarazada con la mitad de un equipo de fútbol.- Bromea, Rebecca y ella se ríen.
Rebecca trae una bandeja con la cena a
Marlene. Está descansando en la cama.
- ¿Cómo
te encuentras?- Rebecca le pregunta dejando la bandeja.
- Gorda
y cansada.- Dice acariciando el abultado contorno de su
vientre.
-
Ya sabes lo que el médico dijo, tienes que hacer reposo en cama.- Le
comenta con firmeza.
-
¡Lo sé! pero no me olvido de mis clases, el yoga, y el cumpleaños de Mateo.- Rebecca
la tranquiliza, toma un mechón de su cabello y lo hace girar con sus dedos.
– Estás de ocho meses, y por desgracia tu presión arterial es demasiado alta.- Le da un beso. - Ahora tienes que comer algo.- Marlene recoge el tenedor de la bandeja y se sienta. - No tengo hambre, estoy cansada.- Ella empuja la bandeja a distancia.
– Estás de ocho meses, y por desgracia tu presión arterial es demasiado alta.- Le da un beso. - Ahora tienes que comer algo.- Marlene recoge el tenedor de la bandeja y se sienta. - No tengo hambre, estoy cansada.- Ella empuja la bandeja a distancia.
-
¡Marlene!- Rebecca se
agita. - ¡Tienes que comer!- Recalca.
–
No te preocupes por mí, ya comeré más tarde.- Marlene la agarra del
brazo y tira de ella a su lado.
-
Debería estar controlando a Mateo, Ruth está muy ocupada estos días.-
Rebecca habla colocando sus manos detrás de la cabeza de Marlene.
-
Él es como dos.- Marlene
se ríe.
- ¡Sí!
Como dos terribles niños.-
Le menciona.
- Lo
encontré antes, quiero decir que le perdí de vista durante una fracción de
segundo y lo encontré en la sala grande a punto de coger una botella de whisky.- Se
ríen con simpatía.
- Me
gustaría poder hacer el amor contigo.-
Marlene, de repente, se pone seria,
Rebecca la besa con dulzura.
– Nosotras
lo haremos cuando sea oportuno.-
Sonríe y la besa de nuevo.- Pero en este
momento lo que necesitamos es asegurarnos de que los tres estáis bien, eso es en
lo que estoy centrada.- Marlene la mira a los ojos.
- Eres la mejor, mi mejor amiga, mi amante,
mi confidente.- Le toca con los
dedos los labios a Rebecca, cierra los
ojos y se besan, luego agarra su mano en busca de apoyo.
Rebecca camina nerviosa por el pasillo de la clínica. Esta vez ha entrado acompañando a Marlene, pero una vez la han sedado se tuvo que salir, los nervios de ver a su esposa en éste trance la han traicionado y está como gato enjaulado, de un lado para otro.
-
¡Hey! Ella va a estar bien.-
Thomas la tranquiliza.
- ¡Lo
sé!- Ella baja la cabeza.
-
¡Señora Von Lahnstein!- La
enfermera la llama.
- Tu
esposa te reclama.- Se disculpa y rápidamente corre al lado de
Marlene.
- ¿Estás
bien?- Ella pregunta mirando alrededor, Marlene no
responde, oye un llanto y luego otro, una amplia sonrisa se dibuja en su cara
cuando le entregan un niño y luego el otro, uno moreno y el otro rubio. - ¡Oh! Por Dios son perfectos.- Marlene
sigue sedada, logra una sonrisa y balbucea
-
¡Sí! ¿Qué te parece, Nicholas el rubio y el moreno Brandon?- Le
susurra.
- Me parece genial. ¡Te quiero! Y que guapos.- La
enfermera ayuda a Rebecca a colocarlos en sus cunas.
- Voy
a llevarlos hacia al nido, espero un momento si quiere hacerlo saber a su
familia.- Le oferta a Rebecca.
- Me
quedaré con Marlene un rato.- Le retira el pelo de la cara. - ¿Te
duele algo, cariño?- Le pregunta con toda la dulzura que le es posible.
- ¡No!
Estoy bien, todavía un poco aturdida.-
Hace una mueca.
-
Los chicos se ven preciosos.- Bromea Rebecca. - Los veo como nosotras dos, rubia y morena. Descansa y no te preocupes
por nada.- Las enfermeras regresan. - Estamos
a punto de llevarla a la habitación.-
Anuncia una de ellas.
–
Ve a enseñar a nuestras familias a los chicos.- Marlene le ordena y cierra los ojos, Rebecca le da un rápido beso
en la mejilla.
- Los
niños están en el nido.- Rebecca anuncia a todo el mundo. Señala con
el dedo al final del pasillo, allí se reúnen frente a las ventanas.
-
Chicos Lahnstein, tienen un bonito parecido a ella. - Tristán comenta colocando el brazo
alrededor del hombro de Rebecca. Emily
se acerca detrás de ellos acariciando la protuberancia que sobresale de su
vientre.
-
Rebecca, estoy muy feliz por ti y Marlene.- Elisabeth se apoya en el
hombro de Rebecca en un esfuerzo por transmitir tranquilidad.
-
Era mucho esperar gemelos. ¡Santo cielo!- Exclama.
- Felices
y sanos.- Biggi añade.
-
Parece que me voy a quedar más de lo normal.- Dana interviene.
- Me
alegro de que estés aquí.-
Expresa Rebecca.
- Me
alegro de que todos estéis aquí significa mucho para, mí y Marlene.- Todos
ellos la abrazan en una piña.
Rebecca toma un sorbo de café mientras
estudia los titulares del periódico.
- Debe
ser un interesante artículo.-
Ruth comenta llegando a la barra y entrega
a Rebecca su desayuno.
- ¡Hmmm!
- Ella entrecierra los
ojos.
-
No he oído a ninguno de los chicos todavía y Mateo sigue durmiendo a pierna
suelta. - Ruth menciona
cuando Marlene baja las escaleras.
- Pensaba
que se me hacía tarde.- Besa
la mejilla de Rebecca.
-
Tu primer día de regreso. ¿Cómo lo llevas?- Rebecca pregunta con
curiosidad.
-
Lo sabré al final del día. Papá irá a recoger a Dana para llevarla al
aeropuerto esta mañana.- Le recuerda
a Rebecca.
- ¡Ok!
¿Tiene ya las maletas?- Marlene asiente.
- Bueno,
tengo trabajo que hacer, Ruth si necesita un poco de ayuda con los chicos, voy
a estar en mi oficina.-
Rebecca se excusa.
-
Acabo de comprobar a Mateo y está empezando a moverse.- Dice
Marlene.
- Lo tendré vestido y listo para que lo recoja un poco más tarde.- Ruth informa a Marlene. Marlene entra en la oficina de Rebecca.
- Lo tendré vestido y listo para que lo recoja un poco más tarde.- Ruth informa a Marlene. Marlene entra en la oficina de Rebecca.
- Quiero
pasar un tiempo a solas esta noche.-
Ordena, Rebecca le sonríe abrazándola
por la cintura.
-
Un poco de romance.- Ella se ríe.
- Ahora
podría utilizar algo de eso pero tenemos tres niños que van a querer toda
nuestra atención.- Marlene gimotea pasando el dedo por los
labios de Rebecca.
-
Los gemelos se van a casa de papá esta tarde y Mateo se quedará con Olli y
Jorge esta noche, Ruth necesitaba la
noche libre y usted y yo necesitamos tiempo de silencio.-
Rebecca frunce el ceño. Marlene sonríe. Se besan románticamente.
-
¿Seguro que estás lista para esto?- Rebecca interroga por la excitación.
–
Lo estoy, sólo tú y yo, el vino, un baño caliente y quién sabe qué más.- Ella instruye con un toque de su dedo en
la punta de la nariz de Rebecca.
-
¡Te amo!- Rebecca habla
tumbada en la curva del brazo de Marlene, ella acaricia el pelo de Rebecca.
-
Yo estaba pensando…- Marlene comienza
- ¿El
qué?- Rebecca corta la
frase.
-
Sé que deseas tener una niña.- Se da la vuelta hacia Marlene.
-
Estoy feliz con nuestros hijos.-
Comenta con una risita, argumentando en voz baja. - Tres son suficiente.- Ella estudia la expresión del rostro de
Marlene.
-
Sé que con el tiempo seguiremos pensando en una chica.- Le advierte
con una sonrisa. - Pero es que no creo
que pueda gestar a otro niño.- Ella
bajó la cabeza con dolor.
-
¡Hey! Marlene, no está mal, podremos adoptar si decidimos en el futuro que queremos
otro niño.- Rebecca la
calma besando sus labios.
- Hay
algo que quiero decirte, solo para que lo pienses.- Mira a Rebecca en serio.
-
¿Y qué sería?- Ella vaciló.
-
Sé de la dedicación que has puesto a tu trabajo, que los viajes son una gran
parte de él, y conmigo has estado maravillosa.- Rebecca interrumpió.
- Marlene
no sé lo que quieres decir.-
Le exige en un tono atractivo.
-
¡Bien! Pero no te enfades.-
Ella empieza de nuevo. - ¿Estarías
dispuesta a gestar nuestro próximo hijo?- Espeta a una aturdida
Rebecca.
- ¿Qué?
¿Yo?- Pone la mano en el
pecho segura de lo que acababa de oír.
-
Podríamos hacer la fertilización in vitro como lo hicimos con los gemelos, podríamos darnos esa
oportunidad.- Explica muy alegre a Rebecca.
-
¡Marlene! Nunca tuve un pensamiento
sobre ello.- Deja de
hablar mirando la calidez de la cara de su esposa.
-
¿Quieres?- Marlene le
pregunta y espera una respuesta.
- ¿Tenemos
algo de tiempo para pensar en ello? No lo descarto, los gemelos tienen sólo tres
meses de edad y el suficiente trabajo para mantenernos ocupadas. Te prometo
hacer una reflexión seria.-
Marlene sonrió.
–
Te amo, y quiero hacer el amor contigo tanto como para recuperar estos meses. Y
podemos esperar, tienes razón tenemos la mitad de un equipo de fútbol que
necesita nuestra atención.-
Rebecca suspira.
- Escuela,
deportes, primeras fechas, etc…-
Rebecca sueña despierta. De pronto comienzan a reír haciéndose cosquillas mutuas. “Nuevos inicios, Marlene” Rebecca está
pensando mientras se besan. Ahora la vida no ha hecho más que empezar...