UN PROYECTO CERCANO
Marlene gira la manija de la puerta grande
de color nogal que da a la sala de espera del Dr. Eric Dressler, especialista
en fertilidad. Mira a su alrededor y se centra en lo que la rodea en la sala de
espera. Está llena de personas. Camina hacia el mostrador.
-
¡Marlene Von Lahnstein! –
Le dice a la recepcionista que le entrega un formulario. - Por favor, anote todos los datos en el impreso y me lo devuelve.-
Le dice ésta a su vez. Marlene toma el
portapapeles, busca un asiento y comienza a rellenar el papel. Vuelve a mirar
hacia la puerta y se pregunta por qué Rebecca llega tarde. Le devuelve el
portapapeles a la recepcionista y se sienta. Apoya la cabeza y la espalda
contra la pared, cierra los ojos y comienza a sonreír, ríe suavemente en voz
baja. Una mujer joven se sentó a su lado y cortésmente le preguntó.
-
¿Primeros nervios por la maternidad?-
Marlene la mira directamente a los ojos.
- ¡No! No hay nerviosismo ni tal emoción.- La mujer asiente con la cabeza.
- Mi esposo y yo lo hemos intentado dos veces antes y sin éxito.- Ella suspira con timidez. – Es mi tercera vez aquí.- Marlene percibe inquietud al pensar en un embarazo y ser inseminada y los problemas que podrían surgir. No responde de inmediato, mira el reloj de nuevo. - ¿Usted y su esposo han tenido éxito?- Marlene sonríe.
- ¡No! No hay nerviosismo ni tal emoción.- La mujer asiente con la cabeza.
- Mi esposo y yo lo hemos intentado dos veces antes y sin éxito.- Ella suspira con timidez. – Es mi tercera vez aquí.- Marlene percibe inquietud al pensar en un embarazo y ser inseminada y los problemas que podrían surgir. No responde de inmediato, mira el reloj de nuevo. - ¿Usted y su esposo han tenido éxito?- Marlene sonríe.
-
¡Uh! No realmente.- Deja
de hablar cuando ve a Rebecca entrando por la puerta. Sonríe ampliamente.
-
Lo siento. Llego tarde. Una reunión de último minuto.- Ella se disculpa besando su mejilla.
Marlene mira hacia atrás a la mujer.
- Mi
esposa y yo estamos pensando en tener nuestro primer hijo.- Rebecca recoge una revista y comenzó a pasar
páginas.
-
¡Ya veo! – Responde. Hace
una pausa para tomar aire.- Debo admitir
que admiro la valentía de usted y la
señora. No todo el mundo acepta que dos
mujeres tengan hijos y los crien.- Ella
habla en voz baja. Marlene asiente con la cabeza con una forzada sonrisa.
La puerta de la sala de espera se abre. - ¿La señora Von Lahnstein?- Marlene se
incorpora tomando a Rebecca de la mano. Entran
en un pequeño cubículo donde le hacen un examen básico y le hacen algunas
preguntas. A continuación se trasladan a una sala de examen. Se sientan
pacientemente. No esperan mucho. Marlene se da cuenta de las muchas cartas de
fertilidad que colgaban en la pared. Ella y Rebecca prestan atención a las
fotos de bebés. La puerta se abre silenciosamente y aparece un joven y apuesto
Dr. Dressler. Pelo negro con bigote y perilla, musculoso, mandíbula cuadrada y ojos
castaños.
-
Buenas tardes, señoras.-
Él saluda en un tono uniforme. El Dr. Dressler mira por encima lo escrito en el
portapapeles, toma su pluma del bolsillo
de la chaqueta y marca algo en el papel.
- ¿Y quién de las dos es Marlene?- Ella eleva ligeramente su mano con una tímida sonrisa. - ¡Por favor! ¿Puedes sentarte en la mesa de examen?- Se fija ahora en Rebecca. - ¿Y usted debe ser Rebecca?- Pregunta con voz relajada.
- ¿Y quién de las dos es Marlene?- Ella eleva ligeramente su mano con una tímida sonrisa. - ¡Por favor! ¿Puedes sentarte en la mesa de examen?- Se fija ahora en Rebecca. - ¿Y usted debe ser Rebecca?- Pregunta con voz relajada.
-¡Sí!
- Ella asiente con la cabeza. -
¿Puedo llamarte Marlene?- Pregunta mirándola a los ojos.
- ¡Sí! Por favor.- Ella responde incierta por el próximo movimiento.
- ¿Te has decidido por un donante?- Rebecca se acercó a la mesa de examen.
- ¡Sí! Por favor.- Ella responde incierta por el próximo movimiento.
- ¿Te has decidido por un donante?- Rebecca se acercó a la mesa de examen.
-
¡No! No lo tenemos. Esto es todo nuevo para nosotras, necesitamos conocer que directrices
deberíamos seguir.- El
médico se vuelve hacia Rebecca.
-
¡Ya veo! No es mala idea pensar en un
donante concertado, aunque está el banco de esperma. Deben pensarlo con
sensatez.- Marlene intervino.
-
Lo que hemos pensando es que al visitarle,
usted nos informara de alguna idea para orientarnos en la dirección correcta.- Él se acerca a la mesa y se sienta para
apuntar algunas notas sobre el papel de trabajo.
- Sugiero
una visita a su médico de familia primero para realizar unos análisis de
laboratorio y un examen físico, luego a su ginecólogo para una valoración. Una
vez que todas estas cosas estén realizadas podemos sentarnos de nuevo y revisar
todas las opciones.- Marlene y Rebecca ahora están más relajadas.
-
Gracias Dr. Dressler.- Él asiente con la cabeza.
- Si no te importa me gustaría auscultar tu corazón.- Él saca su estetoscopio y lo aplica sobre el pecho de Marlene para escuchar los latidos de su corazón, primero por delante y luego desde atrás, ella hace varias respiraciones profundas según le instruye. Con las manos explora el cuello en busca de sus ganglios linfáticos. - Todo parece correcto.- Les dice con su sonrisa encantadora. Marlene se aclara la garganta mientras él llama a la enfermera.
- ¡Por favor! Dales algunos folletos, su ginecólogo puede remitirme los resultados cuando estén acabadas las pruebas que les indico. Entonces conciertan una nueva cita aquí.- Marlene y Rebecca salen de la habitación con sensación de confianza.
- Si no te importa me gustaría auscultar tu corazón.- Él saca su estetoscopio y lo aplica sobre el pecho de Marlene para escuchar los latidos de su corazón, primero por delante y luego desde atrás, ella hace varias respiraciones profundas según le instruye. Con las manos explora el cuello en busca de sus ganglios linfáticos. - Todo parece correcto.- Les dice con su sonrisa encantadora. Marlene se aclara la garganta mientras él llama a la enfermera.
- ¡Por favor! Dales algunos folletos, su ginecólogo puede remitirme los resultados cuando estén acabadas las pruebas que les indico. Entonces conciertan una nueva cita aquí.- Marlene y Rebecca salen de la habitación con sensación de confianza.
Caminan de la mano por la calle. El aire fresco, mas
bien frío del invierno fue un duro golpe contra las recientes aventuras en
Hawai.
-
¿Vas a trabajar?- Pregunta Marlene.
-
¡Sí! Pero poco tiempo, tengo una cita con Tanja, debemos contratar
un asistente para Emily y al mismo tiempo, otro para mí.- Le sonríe dando un beso en la cara a Marlene.
-
¡Ok! Me voy a casa de cabeza, una ducha caliente y voy a buscar más de esos
folletos.- Rebecca se ríe.
- Estaré
en casa para la cena y luego podemos leer los folletos juntas.- Se
separan en las puertas de LCL, Rebecca entra y ve la débil luz de la lámpara de
la oficina de Tanja. Atraviesa el hall y entra sin llamar. Tanja levanta la
vista y sin mediar saludo le cuenta. – He
visto la colección de primavera que propone Emily y tengo que decir que ha
realizado un montón de trabajo en la última semana, verás que no se desvía en
seguir en la buena dirección.- Rebecca piensa un momento antes de responder.
- ¡Si!
Tiene talento y con ganas, me ha dado buena impresión, debo admitir que está deseosa
de aprender y no se pierde ni un detalle, asistió a una de los mejores escuelas
de diseño de moda en el mundo. -
Añade. Tanja responde que se da por enterada con una sonrisa.
- Creo que estamos más allá de una alumna aventajada ahora.- Le dice con sequedad.
- Creo que estamos más allá de una alumna aventajada ahora.- Le dice con sequedad.
-Tenemos
que contratarle un ayudante cuanto antes.- Tanja está de acuerdo. Recoge sus cosas y salen juntas.
Marlene deja caer el flujo de vapor del
agua caliente de la ducha sobre su cuerpo. Está pensando en la cita con el
doctor y la emoción de tener su primer hijo. -
¿Marlene?- Rebecca la llama mientras entra por la puerta del invernadero.
- ¡En la ducha!- Le responde en voz alta.
-
¿Quieres acompañarme?-
Rebecca hojea el correo en la mesa, deja su bolso y su abrigo sobre la silla. - ¿Rebecca?- Marlene le grita desde el chapoteo de la ducha.
- ¡Sí! Ya voy.- Se desnuda completamente y entra en la cabina para unirse a ella.
- ¡Sí! Ya voy.- Se desnuda completamente y entra en la cabina para unirse a ella.
-
¡Hmmm!- Marlene besa a
Rebecca en la cara pasando su dedo índice por su brazo. Rebecca no pierde
tiempo en abrazarla con firmeza, besando sus labios y separándolos con la fuerza
de su lengua. Ella se echa hacia atrás y la coge de ambos brazos. - Por mucho que me encantaría hacer el amor
en este momento, estoy hambrienta, hambrienta de verdad y tenemos un montón de
tiempo para esto.- Ella le susurra y toca con sus labios otra vez. Marlene
suspira profundamente con cierta decepción. Salen de la ducha y se secan para
vestirse y dirigirse camino al comedor.
- Me alegra ver que las niñas han podido
llegar a tiempo.- Tanja se burla al tiempo que da un trago a su vino.
–
Pago por cada pensamiento de ella.-
Dice Sebastián bromeando.
- ¿Estáis
cómodas en el invernadero?-
Pregunta Elisabeth. Ambas se miran
abrumadas por tanta amabilidad.
- Todo
está bien y gracias de nuevo por permitirnos estar en el invernadero hasta que
se termine la casa.-
Rebecca le responde. - La línea de ropa interior, Tania, Elisabeth
he visto algunos borradores.- Tanja deja su tenedor en el plato y se limpia
la boca con la servilleta.
-
¡Sí! Elisabeth tiene algunas ideas muy buenas. Hemos visto las antiguas
sesiones de fotos de algunos diseños que estaban en la línea de producción,
sólo necesitarían un poco de renovación.- Rebecca interviene.
- Elisabeth
¿Alguna idea de por dónde te gustaría empezar?- Ella sonríe con emoción.
- ¡París
y Roma! Dos ciudades muy románticas, creo que una vez que nos establezcamos
allí, entonces Nueva York y Londres. –
Se expresa con entusiasmo.
- Tenemos
que contratar a un diseñador para la ropa interior, que sea capaz de tomar la orientación
de Elisabeth, se trata de una gran inversión de LCL como nunca hemos desplegado
antes y no necesitamos recordar las
consecuencias si falla.-
Tanja afirma con firmeza.
-
¡Entiendo!- Responde
Elisabeth con amable actitud aceptando su
respuesta.
- Hemos tenido mucho éxito con la línea adolescente, algo que nunca
pensé que sucedería así que no estoy tan preocupada por la ropa interior como lo
estoy con la colocación de la moda en su ubicación correcta y la contratación
de diseñadores para que encajen en el programa.- Sebastián mira a su
hermana con una sonrisa.
- Veo
que estás lista para dividir y conquistar.- Se ríe causando un gran revuelo en Rebecca. Terminan de cenar, Justus le sirve otro vaso de vino. Marlene toca la mano a Rebecca y en voz
baja.
- Basta de hablar de trabajo. ¿Cómo
está Emma?- Le pregunta a Tanja.
- ¡Bueno!
Disfrutando de la escuela y tengo que decir que con excelentes calificaciones.
Hannes ha crecido otras tres pulgadas y se ha unido al equipo de fútbol de la
escuela.- Tanja divaga mostrando orgullo por sus hijos.
- ¿Dónde
está Tristán esta noche? ¿Reunión del banco tarde?-
Pregunta Sebastián, Elisabeth se aclaró la garganta.
- En
realidad, él está cenando con Emily.- La
sala quedó en silencio, todo el mundo mira hacia ella con sorpresa.
- ¿Emily
nuestra nueva diseñadora?-
Marlene le pregunta.
-
¡Sí! En la cena de la otra noche, ella tenía su ojo en él y los presenté.- Elisabeth responde con una sonrisa.
- ¡Bueno!
Bueno para ellos.- agregó
Sebastián.
-
¡Sí! Vino ayer a buscarla a LCL y se la llevó a almorzar. Ella parece estar encantada con él.- Rebecca añade tema con su comentario.
Terminada la cena se disponen para la noche.
Marlene se sienta a peinar su cabello y preparándose para ir a la cama. Rebecca yace
bajo las sábanas leyendo los folletos de los médicos de la clínica de
fertilidad. - Parece que deberías estar
estimulada sexualmente antes de ser inseminada.- Rebecca se ríe mirando a
Marlene. Termina cepillarse el último mechón de cabello antes de deslizarse
fuera de su bata y meterse en la cama.
-
Creo que podremos manejar eso.-
Le explica mientras Rebecca le entrega el folleto.
-
¡Oh! Lugares donde se tienen relaciones sexuales. ¡El coche!- Ella bromea en voz alta, Marlene le toma
la mano y tapa la boca de Rebecca.
- Esto
no es una gran aventura de la escuela.- Rebecca se pone repentinamente
seria.
- ¿Estás
bien?- Pregunta Marlene, Rebecca
acaricia el costado de su brazo con la mano.
-
¡Lo estoy! Pero tenemos que estar seguras de que esto es lo que realmente
queremos. Es un gran paso en nuestra vida, yo todo lo que quiero es que seamos
felices.- Marlene cierra el folleto y lo arroja a la mesilla
de noche.
-
¡Te quiero! Y quiero tener una familia contigo, Rebecca hemos perdido demasiado
tiempo con el “qué pasaría si en nuestras vidas” Estamos casadas y
el siguiente paso es un hogar en familia.- Rebecca suspira profundamente.
- No quiero perder nunca la chispa que enciende
el fuego entre nosotras, la otra noche cuando hicimos
el amor en el estudio fue emocionante y estimulante.- Marlene sonríe. - Por no hablar de trasiegos aventureros y los nervios.- Están abrazadas.
Rebecca besa en los labios a Marlene su
lengua los separa. - ¿Te acuerdas de la
primera vez que hicimos el amor?- Marlene le pregunta con seriedad.
- ¿Cómo
podría olvidarlo? Creí haberte perdido. Toda aquella situación se convirtió
luego en tan odiosa con Tristán de por medio.- Rebecca le recuerda.
- Hubo
tantas sensaciones esa noche. Nunca lo compartimos en una conversación.- Le comenta
Marlene. -Yo sabía que estaba enamorada
de ti, te quería, pero no era capaz de entenderlo. Mi cabeza no dejaba de dar
vueltas alrededor de aquel sentimiento.- Rebecca interrumpe el pensamiento
de su esposa.
- No
hay necesidad de volver a vivir eso, fue nuestro comienzo y estamos juntas
ahora.- Le responde
rodeándola con sus brazos.
-
¡Sí! Es importante para mí, nunca había experimentado nada como aquello. Tuve
una necesidad, la necesidad de estar contigo, me entregué a ti plenamente esa
noche y, al recordarlo, algo se estremecía dentro de mí, me duró mucho tiempo.
Tristán quería tocarme y yo casi no podía soportarlo, cada vez que nos besábamos,
soñaba que eras tú.- Rebecca
le acaricia el pelo.
- Marlene,
yo sabía que estaba enamorada, no podía
dejar de hacer lo que sentía. Si no te hubiera dicho “Te amo”, no sé dónde
estaríamos hoy en día.-
Marlene sonríe, alarga la mano y apaga la lámpara.
- Nunca
supe que estar en la cama con otra mujer podría ser tan gratificante.- Rebecca rodó encima de ella.
- ¿Gratificante?- Le susurra
une sus labios a los de ella. Rebecca levanta sus piernas y se sube encima de
Marlene, su montículo descansa en lo alto del de ella. Traza una línea por su
cuello con la lengua, ella respira con pesadez y le susurra al oído. -
¡Te quiero!- Marlene estira el cuello hacia atrás. Levanta el pijama de Rebecca, exponiendo su
carne desnuda. Rebecca cierra los ojos y
la besa en los labios, envueltas en pura pasión. Marlene puede sentir la
penetración de los dedos de Rebecca dentro de ella, gime en voz alta y fuera de
control hasta la liberación del deseo sexual que la llevó fuera de sus
sentidos. Acaricia la nuca de Rebecca
sintiendo las pequeñas gotas de sudor que se habían formado allí. Ella vuelve a
besarle los pechos a la espera de que Rebecca
friccionara sus caderas de nuevo y le provoque a retorcerse otra vez. Marlene
se desliza debajo de las sábanas y hace uso rápido de su habilidad. Rebecca se
siente como si estuviera a punto de explotar.
- ¡Marlene, te amo!- Y se queda sin aliento. Marlene acuna a Rebecca en sus
brazos. - Yo también te amo.- susurra
besando la frente de Rebecca. Cierran sus ojos, el sueño les invade.
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