Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 6 de diciembre de 2016

CAPÍTULO 30-I



                                         -NADA COMO HACERTE FELIZ-

- Debes levantarte temprano.- Marlene le habla a  Rebecca.
- ¡Ya! Debo hacerlo.- Ella se acerca a la cama y se inclina para besarla.
- Biggie, Kim y yo nos vamos de compras hoy.- Rebecca sale de debajo de las sábanas.
- Tengo algo que enseñarte antes de salir.-  Se pone de pie, estira una mano y coge su cuaderno de dibujo. Rebecca lo abre y le muestra el dibujo completo de un vestido de novia, espera que Marlene lo encuentre atractivo.
- ¡Wow!. ¿Para mí?- Los ojos de Marlene brillan. Rebecca confirma con una sonrisa resplandeciente.
- Es realmente precioso, Rebecca eres genial.- Ella le pone su mano en la cintura y la besa con ternura.
- ¡Yo…! Sé que no hemos hablado de qué tipo de boda queremos, pero he estado trabajando en este boceto toda la semana.- Marlene se ríe.  - ¿Moderno o tradicional?- Pregunta Rebecca. Marlene responde. 
- ¡Tradicional! Sueño que me veas caminar hacia ti con un vestido de novia hermoso.-  Le expresa con una sonrisa.
- Entonces tradicional.- Con cariño le pellizca la mejilla.
- Te veré esta noche.-  Marlene recoge su chaqueta y el bolso.  
- Tengo una reunión con Elisabeth para hablar sobre el vestíbulo y estaré trabajando  hasta tarde. Debo atar algunos cabos sueltos.- Rebecca le recuerda a Marlene cuando sale por la puerta.
Rebecca se enfunda el traje de jogging, y sale a correr un rato, necesita una carrera para despejar la cabeza antes del desayuno. Circula por uno de sus lugares favoritos en el bosque a lo largo del arroyo. Se detiene para a recuperar un instante, como hace tantas veces junto a la corriente fluvial. Mira a su alrededor, recobrando el aliento contempla el discurrir del agua y comienza a dar vueltas alrededor para contemplar la belleza de los bosques que la rodean.
- ¡Esto es!-  Exclama en voz alta, su voz se dispersa a través de los árboles. Sale corriendo a la carretera de vuelta atrás y evalúa las posibilidades de futuro, en una parcela de terreno adyacente al castillo. Ella se emociona ante la visión de un pensamiento que abarca toda su mente. - Un hogar para Marlene y nuestros hijos.- Rápidamente se dirige de regreso al castillo, la ducha y al encuentro con Elisabeth para el desayuno.
- ¡Buenos días Rebecca!- Elisabeth habla mirando por encima  del periódico.
- ¡Buenos días!- Responde mientras se sirve su café.
- Tengo una pregunta.-  Se dirige a Elisabeth que deja de leer el periódico.
- ¡Dime!- El estado de ánimo de Rebecca es de felicidad absoluta, la transmite con generosidad inconsciente.  
- La propiedad que bordea el arroyo y la carretera que entra en el castillo. ¿Es para la ampliación del mismo?-  Elisabeth la  mira extrañada.
-Tu padre había pensado en ello alguna vez. ¿Por qué?-  Rebecca tomó un sorbo de café.
- Me encanta esa parte de la finca, es muy bonita.-  Duda un instante antes de seguir. Piensa como plantearlo.
- Cuando Marlene y yo nos casemos no me gustaría vivir aquí en el castillo, espero que lo entiendas.- Elisabeth asiente con la cabeza.
- ¡Entonces! ¿Qué es lo que tienes en mente?- Le pregunta con franqueza.
- Una casa, quiero construir una casa allí para Marlene, si ella está de acuerdo. Además podría tener mi oficina en ella en vez de en LCL.- Rebecca se expresa con emoción. 
- Puedo hablar con la familia en tu nombre, seguro que no habrá ningún problema, sin embargo todos tendrán que estar de acuerdo. Piensa en las tensiones que surgieron aquí al principio de la vida de Marlene. Necesitáis una salida limpia.-  Ella comenta con franqueza.
- ¡Gracias Elisabeth! Debo consultarlo con Marlene antes, en nuestras charlas acordamos que no debo tomar decisiones por mi cuenta o hacer promesas que no pueda cumplir.- Elisabeth sonríe.
– Veo que Marlene  tiene mucha influencia sobre ti.-  Rebecca suspiró profundamente.  
- La quiero tanto que necesito hacer este trabajo antes que ella se sacrifique por mí. Mi trabajo, viviendo aquí en el castillo, me temo que puede modificar nuestras vidas, necesito que haya equilibrio.- Elisabeth comenta mientras corta su tostada.   
– ¡Deberías! Pero debo preguntar ¿Y por qué no un apartamento o tal vez, la casa en la que ella está viviendo bastarían?-  Rebecca busca una manera de responder a ella.                  
- Desearía decirte algo más, pero ahora no es el momento adecuado. Espero que comprendas que hemos discutido mucho y hay cosas todavía pendientes.-  Elisabeth la hace callar.
- A su debido tiempo Rebecca, habla con ella, yo me reuniré con todos y te daré una respuesta.- Rebecca se siente contenta. Termina su café.         
- ¿Vas a venir esta tarde para el montaje?-  Le recuerda.  
- ¡Sí! Sebastián y yo nos reuniremos con vosotros esta tarde, también hay que repasar algunos detalles en tu contrato.-   Rebecca se levanta de la mesa y  besa la mejilla de Elisabeth.           
- Tengo mucho que hacer, cabos sueltos para terminar y mi colección de invierno, finalmente tiene un nombre.-  Lo dice con valentía ya que no lo ha compartido con nadie.  
– ¿Me permites que te  pregunte cuál podría ser?-  Elisabeth cuestiona con dudas de obtener una respuesta.  
-"Torbellino"-  Le suelta  y sonríe. Rebecca le expone.
- Es mi última colección para LCL y su coincidencia con mi vida. En los últimos meses ha sido un torbellino y pensé que era el apropiado. ¿No te parece?- Ambas ríen.
- Va a ser difícil reemplazarte, pero Tanja hará una buena elección, seguro.- Elisabeth manifiesta solemne.
- No te preocupes, ya están entrevistando diseñadores y no tengo dudas de que su elección será estelar. Tu línea de ropa interior tendrá que conseguir que esté en las tiendas y pronto.-  Rebecca comentó. - Nos vemos esta tarde.-  Sale del comedor y Elisabeth se retira al estudio.

Rebecca se dirige a  LCL. Entra por el vestíbulo y se acerca a golpear en la puerta de Tanja.
– ¡Adelante!- Rebecca  entra. - ¡Oh! Eres tú, pensé que estarías con Marlene planificando la boda. Felicidades de nuevo. - Duda un instante antes de seguir hablando. 
- Siempre supe que sabríais encontrar el camino para estar juntas.-  Tania habla con una amabilidad inusual hacia ella.
- ¡Gracias! Tengo que terminar los asuntos que tengo aquí. Hay una boda, entre otras cosas, que debemos planificar.-  Ella se apresura a responder. Tanja sonríe.  
- Marlene me ha pedido que la acompañe con sus hermanas. ¿No será un problema para tí?- Rebecca sonrió ampliamente.
- ¡No! En absoluto,  siempre has sido su amiga y tengo que reconocer que apoyaste nuestra relación cuando otros eran dudosos. ¡Te doy las gracias por ello!- Enfatiza la frase.
-Tu debías saber algo cuando la contrataste a su regreso. - Rebecca la interroga.
- Yo sabía que te quería de vuelta, pero no la contraté por eso, lo hice porque ella tiene mucho talento y es creativa. Nada que ver con la crisis que ha generado por aquí.-  Esto le dice sonriendo mientras contesta.
- Marlene ha estado aquí antes, ha mirado algunos diseños de vestidos. ¿Entiendo que Elisabeth será quien te acompañe?- Rebecca asiente y abre su cartera, saca el cuaderno de dibujo y se lo entrega.
- He esbozado esto para Elisabeth. Estará esta tarde para tomar las medidas y un accesorio. Podrías reunirte con Kim y Marlene también y decidir cosas. - Cierra el cuaderno de dibujo.        
- ¿Traje de novia para Marlene? - Rebecca  abre de nuevo su libreta  con una sonrisa, le muestra el proyecto terminado. - ¡Que hermosura! Rebecca no dudaba que diseñarías algo impresionante. Te vamos a echar de menos.- Tanja le confiesa.    
- Todavía estaré aquí algún tiempo, quizás no tanto en LCL, además tendrás a Marlene  alrededor.- Tania se echa a reír.
- Realmente Rebecca, yo no era partidaria de este movimiento en un primer momento, pero creo que vas a hacer un buen trabajo, no decepcionarás.-  Le menciona su error.
-Tengo que terminar la colección de otoño, por cierto, se llamará “Torbellino".-  Le anuncia a Tanja. -  Nombre único, así que me voy al piso de arriba. Después te veo.-

Rebecca va poniendo en orden su mesa, coloca sus efectos personales en cajas  reflexionando sobre el tiempo allí pasado, los altibajos, los buenos y malos momentos, las personas que habían llenado su vida en distintos aspectos. Piensa recordando en cómo éste trabajo arruinó su vida con Marlene. La familia y el nuevo comienzo que necesita la esperan. Rebecca camina lentamente a la mesa, ahora vacía, de Katherine. Acaricia los recortes sobrantes de patrones con la mano.
- ¡Lo siento!-  Murmura en voz baja. - Siento haberte hecho daño, lastimarte como lo hice.- Ella continúa rastrillando los recortes en una pila ordenada. El calor de una voz familiar habla detrás de su oído.
- Sé que debe haber sido duro y entiendo la pérdida de su sentimiento.-  Marlene le susurra y toca su hombro. Rebecca sonríe.
- Qué tan cierto y que gracioso, la vida es un círculo.- Se vuelve hacia ella.
- ¡Te amo con todo mi corazón!... Tenemos que hablar.-  Insiste.
- ¡Ok! Después de las mediciones, Elisabeth ya baja las escaleras y Kim está esperando.-  Regresan a su mesa y miran numerosos diseños hasta encontrar algo adecuado, se toman las medidas y luego solucionan los detalles del nuevo contrato.
Rebecca entra en la oficina de Marlene.
- El almuerzo, ¿Un paseo?- Marlene la mira.
- Yo estaba pensando en mi apartamento.- A Rebecca se le ilumina la cara.
- ¿Cita temprano por la tarde?- Marlene recoge el bolso y se encaminan de la mano al pisito.  Marlene ya tiene a Rebecca totalmente cubierta de besos antes de llegar al piso. Descontroladas abren la puerta y entran desgarrando la botonadura de su camisa. Comienzan a desvestirse después de cerrar la puerta. Se dirigen a la habitación envueltas en un deseo apasionado. Hacen el amor hasta agotarse la una en los brazos de la otra.      
- Acerca de antes.-  Rebecca comienza a hablar. - Fue difícil ver la estación de Katherine vacía, las cosas que compartimos, lo que significaba para mí.- Marlene la besa con suavidad en la mejilla. 
- No es necesario que me lo expliques, sé que es difícil. Ella era alguien que te amaba y se preocupaba.- Rebecca se da la vuelta hacia ella.  
- ¡No quiero vivir en el castillo!- Marlene la mira con una expresión extraña. 
- ¡Ah! No entiendo, ha sido el lugar en el que ha gravitado casi toda tu vida, te encanta aquello.-  Rebecca lleva los dedos a los labios de Marlene.
- Tengo otra idea. ¡Vistámonos!- Salen del apartamento y se dirigen a Kronningsburg. Rebecca aparca a un lado de la carretera antes de llegar al castillo, salen del coche y caminan por los terrenos hasta la parcela elegida por ella, se detienen en el arroyo que corre junto a la propiedad.
- ¿Qué piensas?- Marlene parece perdida en sus pensamientos.
- ¿Qué Rebecca?- Ella le coge la mano y caminan a lo largo del borde del arroyo.
- Esta tierra y toda su hermosura pertenecen a la finca del castillo. Me gustaría construir una casa aquí para nosotras y formar una familia.- Se para un momento antes de seguir, observa a Marlene con disimulo, ella está asombrada e inmóvil por la novedad que acaba de recibir de Rebecca.
- He hablado con Elisabeth y ella no plantea ningún problema, siempre y cuando el resto de la familia esté de acuerdo.-  Deja de hablar a la espera de una palabra positiva de ella. Marlene se vuelve hacia ella con ríos de lágrimas corriendo por su cara.
- ¿Se podría hacer esto para nosotras?-  Le pregunta.  
- ¡Me gustaría! Si tu quieres.- Se acerca, la abraza y seca sus lágrimas con sus manos. - Yo podría tener mi oficina aquí en casa y lejos de LCL. Éste sería un gran lugar ideal para criar a nuestros hijos, ¿No te parece?- Marlene la abraza dando saltos de alegría.
- ¡Te quiero! Y ¡Sí!-  Marlene piensa por un momento, mira a Rebecca y esboza una sonrisa. -Tengo una idea.- La agarra de la mano y regresan de nuevo a su piso.
Una vez dentro se dirige al armario, busca dentro y saca una caja de  zapatos andrajosa, a la que sacude el polvo antes de levantar la tapa, extrae un viejo pedazo de papel.
- ¿Qué es eso?- Exclama  Rebecca, Marlene lo despliega con sumo cuidado para evitar que se rompa.
- Cuando tenía trece años, yo ya sabía que tenía el don del dibujo, las  líneas y ángulos eran fáciles para mi mano y tal.- Ella sonríe. Le muestra un papel muy sobado, lo despliega con cuidado mostrando lo que parece ser el dibujo de un plano de una casa. Rebecca niega con la cabeza. 
- Nunca supe nada de esto, pero recuerdo tu modelo de “No límits” el que  hiciste para Tristán.- Ella la elogia. Estudian los planos, Marlene señala lo que significa cada línea y cuadrado.
- Es una casa de dos plantas, abajo estaría la cocina un salón amplio con ventanales grandes al exterior. Un espacio para el servicio, se puede añadir una estancia más para tu despacho. Arriba estarían las habitaciones para nosotras y para los niños.
- ¿Qué pasaría si se presenta esto a un arquitecto?- Añade Rebecca.
- Creo que esa es la mejor idea que he escuchado en todo el día. Voy a hacer algunas llamadas.- Marlene está eufórica.
- Voy a  trabajar hasta algo tarde esta noche. Estaré terminando la colección de otoño en mi puesto. ¡Por cierto! Le dije a Tanja que tenía  que planificar nuestra boda y está de acuerdo. Me dijo que le pediste que te acompañara con tus hermanas.- Marlene lo celebra cogiendo a Rebecca en sus brazos.
- Somos amigas desde hace mucho tiempo y creo que ella debe ser una parte de nuestra boda.- Los labios de Rebecca se reúnen a los de Marlene en un beso suave y cálido.
- Estoy de acuerdo. Deberíamos volver, y vernos más tarde.- Marlene la libera de su abrazo.
- Creo que voy a pasar un buen rato con mi familia esta noche si no te importa.- Rebecca suspira cruzando los brazos.
– Te echaré de menos. Aprovecharé para poner algunas cosas en orden.  Elisabeth hablará con el jardinero mañana y podremos decidir dónde queremos colocar el templete.- Rebecca sale para regresar a LCL, mas tarde lo hace Marlene, que con una sonrisa placentera vuelve al trabajo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario