Una separación necesaria

Una separación necesaria

viernes, 30 de noviembre de 2018

20ª Entrega


Es solo un trámite. 

La temporada de revista de Brodway poco a poco se va transformando en un éxito casi inesperado. El público acude de forma creciente a la revista en la que Marlene luce sus mejores dotes de actriz. Por su parte Rebecca está exultante con su tienda de la calle Stanton. El fluir de clientes es constante y las ventas de sus modelos aumentan de forma constante, se ha vuelto muy popular entre la alta sociedad neoyorquina. Las ganas de Rebecca por crear nuevos diseños son estimuladas con tanto laurel. Antes de la primavera ya se está planteando realizar su propio desfile de moda, como cualquier modista de alta costura. Marlene la anima en esa idea y como buena organizadora le prepara un estudio previo para llevarlo a una realidad.
Todo parece maravilloso de cara al futuro, pero deben de cumplir con lo prometido entre ellas, enlazar sus vidas como lo están sus almas. Tanto trabajo casi les hace perder el rumbo y olvidar que tienen pendiente una ceremonia de boda que debió aplazarse por un desgraciado accidente.
Rebecca propone que, ya concluido el otoño y casi el invierno, opina que con la primavera avanzada y la floración explotando el mes de Mayo sería una buena época para realizar la ceremonia. Marlene se muestra conforme, hasta le parece una preciosidad que se casen rodeadas de flores en plena efervescencia.  Consigue en el teatro licencia para una semana, actuará una de las suplentes en su lugar y Rebecca no necesita cerrar la tienda. A primeros de mes viajan a Düsseldorf, no sin antes planificar con toda la familia los detalles de la boda, cuando ellas lleguen estaran ultimados los encargos y casi todo lo concerniente a la ceremonia.
Justus despliega todo su ingenio para que ese día todo sea perfecto para las condesitas, como ella las llama, organiza a la servidumbre, los adornos florales, el templete de la ceremonia, y todos aquellos elementos necesarios para que todo esté perfecto.



El día anterior a la boda se realiza en el castillo una cena familiar en la que solo están presentes los Lanhstein y los Wolf. Es una idea de Tristán que está resuelto a compensar todo lo que de inoportuno ha forjado. La cena se desarrolla con toda cordialidad, llena de sonrisas y buenos deseos entre todos. Con parsimonia actitud al llegar a los postres Tristán se levanta y hace sonar su copa golpeándola con un tenedor. Con la atención sorprendida de todos comienza a hablar. – Deseo hacer un brindis por lo que va a suceder mañana. Queridas Marlene y Rebecca, sé que en el pasado todo fue tormentoso entre nosotros. Nada deseo más que olvidarlo y que vosotras lo olvidéis también. Mi apuesta para el futuro es un deseo de que seáis felices sin interferencias que os perturben. He entendido que vuestro amor es el más sólido que he visto nunca. Marlene, sé que cuidarás de Rebecca como solo tú eres capaz, no se necesitan más pruebas de tu amor por ella después de lo vivido. Rebecca, tienes a tu lado lo más preciado que una persona pueda desear, un amor incondicional fuerte y solidario, cuídala, es una joya, lo sé muy bien. Solo contemplar como os miráis cualquiera puede apreciar esa conexión de vuestras almas. Espero que seáis felices el resto de vuestra vida. ¡Por el amor y por vosotras! – Levanta su copa y le acompañan todos los comensales poniéndose en pie. -¡Por el amor! – Dicen todos al unísono.



Y llega por fin el ansiado día, un bullicio tremendo recorre  el castillo. Han preparado la carpa en el centro del gran patio. La ceremonia será al aire libre. 
Las novias han pasado la noche en el invernadero mirándose fijamente a los ojos. - Mañana sellamos nuestras vidas, Marlene.- Ella la mira complacida y le responde con dulzura. – La sellamos hace mucho Rebecca, mañana prometemos no volver a separarnos nunca.- Coge aire despacio y vuelve a mirar a esos ojos marrones que la absorben.   – Hay algo que quiero decirte. Ya sabes lo que me gusta leer libros de los clásicos, de la historia y de las religiones como la judía o la cristiana. A veces encuentras cosas muy interesantes y muy bonitas. Esta que te voy a relatar me hizo acordarme de ti cuando estaba en Los Angeles. Describe con toda claridad lo que es el amor entre dos personas y no puede describir con más exactitud lo que siento. Es del libro de Ruth en la tradición judaica, dice así: No me pidas que te deje o que me aparte de ti. Donde quiera que tú vayas, iré yo. Donde quiera que tú mores, moraré yo y donde tu murieras, moriré yo y allí seré enterrada. Es el pensamiento más bello que conozco sobre el amor y así pienso, donde tú estés allí me  encontrarás.- Rebecca no sabe qué decir, solo contempla maravillada la belleza que Marlene atesora en su interior y en su cuerpo. La besa con toda dulzura y se abrazan con fuerza.

Hileras de sillas blancas están ocupadas por amigos y familiares con los que Marlene y Rebecca querían compartir su enlace y al fondo hay un arco de flores silvestres cuidadosamente diseñado que marca el lugar donde ellas se comprometerán para siempre. La espera para el comienzo de la ceremonia acaba  al sonar, del cuarteto de violinistas que comienzan a interpretar, el Canon de Pachelbel. Tristán y Tomás situados en sus respectivos lugares, al principio del pasillo, están listos para escoltar a las novias. Marlene a la derecha y Rebecca a la izquierda aparecen por detrás de las barreras florales que habían mantenido a las dos escondidas simbólicamente la una de la otra. Ambas mujeres irradian alegría en el momento en que sus ojos se fijan entre sí, una sonrisa permanente aparece en cada una de sus caras encantadoras. Casi en estado hipnótico comienzan a caminar una hacia la otra, frente a frente, sólo para ser interceptados por Thomas y Tristán. La separación será breve, apenas el paseo por el pasaje entre las sillas hasta el arco floral. Marlene se coge del brazo de su padre y Rebeca de su hermano, cada uno conduce con orgullo a las novias por el pasillo hacia la oficiante. Thomas y Tristán toman las manos de ambas damas para unir a las novias. Thomas besa en la mejilla a Marlene y Tristán en los dos hombros de Rebecca desvaneciéndose hacia el fondo. Kim y Dana son las damas de Marlene. Hagen y Sebastian testigos a la izquierda de Rebecca. Marlene percibe temblando la mano de Rebecca en la suya. De pie delante de la audiencia no es fácil para Rebecca. En un esfuerzo por tranquilizarla Marlene acaricia suavemente sus dedos, susurrando en el oído en voz baja - ¡Cálmate! - Rebecca consigue sentirse serena ante la sensación del tacto de Marlene y el sonido de su voz, con un ligero asentimiento de sí, las dos dan un último paso más hacia la oficiante de la boda. Ella comienza la ceremonia con una breve alocución.    - Nos hemos reunido aquí con la finalidad de unir en matrimonio a Rebeca von Lahnstein y Marlene Wolf. Esta unión es el fruto de un sentimiento de amor fuerte y sólido entre ambas contrayentes. Han decidido unir sus almas para afrontar el futuro con la esperanza de una vida en armonía y con el objetivo de ser felices hasta el final de sus días. – Hace una pequeña pausa y abre una carpeta para comenzar a leer. - ¿Rebecca von Lahnstein y Marlene Wolf acudís a esta ceremonia voluntariamente con los corazones dispuestos a recibiros la una a la otra en matrimonio?- Se miran fijamente a los ojos - ¡Sí! - Contestan ambas mujeres. 
¿Prometéis amaros, respetaros con absoluta lealtad, compartir la alegría y apoyaros en las dificultades? – Vuelven a mirarse frente a frente. - ¡Si! Es lo que haremos toda nuestra vida. – Responden al unísono.
Marlene se esfuerza todo lo posible por prestar atención a las palabras pronunciadas por la oficiante, pero su atención no puede desviarse de los cautivadores ojos marrones de Rebecca que están encerrados en los suyos. Las palabras aleatorias del discurso del oficiante, como el respeto y la lealtad, distraerían a Rebecca y Marlene de la mirada de cada una. Llega el momento de que Rebecca y Marlene intercambiaran los anillos y los votos. Con el permiso de la oficiante Marlene comienza a hablar. - Me resultó difícil escribir lo que siento necesario para decirte en estos momentos. No pude encontrar todas las palabras que podrían describir ... cuán increíblemente enamorada estoy de ti.  Recuerdo una época en la que tuve miedo de decir en voz alta que te quería y ahora ... No quiero nada más que todo el mundo lo sepa, que sin ninguna duda, tú, Rebeca von Lahnstein tienes todo mi corazón. Nunca supe lo poderoso que era el amor hasta que descubrí la vida contigo. Todo mi mundo quedó hecho un revoltijo. Aquello que pudiera pensar acerca de amar a otra persona cambió radicalmente… para mejor. Cuando entraste en mi corazón ya no pude imaginar mi vida sin ti. Tu amor me ha hecho más fuerte y sólo espero que mi amor pueda hacer lo mismo por ti, espero con ansias conocer lo que nuestro futuro juntas tiene reservado y juro estar a tu lado siempre, para lo bueno y para lo malo.-
Biggi ayuda a Tommy a acercarse a Marlene, y en su pequeña mano sostiene la almohadilla con la banda de raso para Rebecca. Marlene toma la banda y enlaza la mano de Rebecca en la suya cuidadosamente, toma el anillo de desposorio, lo pone en el dedo de Rebecca. - Este anillo representa mi promesa de que seré la morada del amor y la devoción que tengo y siempre tendré por ti. - La alegría de Rebecca se desborda mientras mira el símbolo de oro que ahora adorna su mano. Su atención a Marlene es interrumpida por la petición de la oficiante, ahora es su turno. Antes de que pudiera hablar, siente un suave tirón de su vestido. Rebecca baja la mirada hacia el dulce rostro de Emma, que está de pie a su lado con el brazo extendido, sostiene la banda de raso en oro que debe enlazar la mano de Marlene. Rebecca toma el anillo del querubín con la mano, agradece el gesto a la niña con una sonrisa, y se dispone a completar los votos. Rebecca comienza a hablar, sus abrumadoras emociones hacen que su voz quiebre. Una vez más Marlene no puede resistir el encanto subconsciente de Rebecca. Marlene es ahora la que empieza a estar emotiva. Rebecca se aclara la garganta y comienza de nuevo.  – Marlene, tú has sido mi inspiración y mi apoyo a través de los momentos más difíciles de mi vida, te sacrificaste por mí porque me amabas incondicionalmente e incluso siempre viste en mi lo mejor de mi persona.  Que esta unión sea el comienzo de una vida larga y feliz llena de hogar, familia e hijos. Que nunca más nos perdamos en el camino. Y lo más importante, dejar que el amor que compartimos sea un recordatorio constante de lo que hemos construido. Que él sea ese faro de luz que alumbre el sendero en nuestro caminar en tiempos de incertidumbre. Marlene te doy mi amor eterno ante nuestra familia y amigos. Este anillo te entrego como un símbolo de mi amor por ti, junto con el tuyo será el lazo que una nuestras vidas juntas para la eternidad. - Antes de que el oficiante pudiera reanudar, añadió Rebeca. - Eternidad, ese es el tiempo que te amaré. - Marlene no creía que su corazón pudiera llenarse más de amor por ella, estaba delante suya besándose con la mirada. Dándoles su momento el oficiante continuó. - Es un honor y un privilegio para mí deciros, Rebecca von Lahnstein y  Marlene Wolf, que desde ahora estáis unidas en uno, en el amor y el matrimonio. Pueden certificar el enlace con el beso ceremonial. - A pesar de que sus labios se habían reunido muchas veces antes nunca habían tenido un beso tan dulce para ambas mujeres. Fue el único beso que selló su destino, las dos en uno solo. Un beso que podrían haber dejado ir por mucho más si no hubiera sido por el anuncio de la oficiante. - Señoras y caballeros, les presento al matrimonio Rebecca y Marlene von Lahnstein Wolf. - Ambas se dan la vuelta para presentarse ante su familia y amigos. Incapaces de contener tanta felicidad se toman de la mano y dan sus primeros pasos hacia un futuro juntas para siempre.


                 Se acabó.


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