Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 15 de mayo de 2018

Episodio cuadragésimo tercero


 Abre mis ojos

- ¡No me has respondido, Marlene! - Rebecca le exige. Marlene se cubre con la sábana  su pecho desnudo. - Rebecca, no quiero que sigamos lastimando a más personas. – Le responde.  - No he herido a nadie esta vez. - Expresa con firmeza.    - Te acostaste con otro hombre. - Rebecca se siente perdida. - ¿Qué quieres decir? Te acabo de decir, sé que fue un error, estaba sola, en necesidad y preocupada. ¿Por qué estás planteando esto ahora? - Ella pregunta insegura sobre el planteamiento de Marlene. – Tengo que irme. - Se levanta de la cama y comienza a vestirse. - ¡Sí, haces eso…! - Rebecca clama con ira. Piensa un segundo. - ¡No! No te detendré, simplemente no puedo continuar jugando contigo,  todas estas distracciones e incertidumbres son suficientes para volver loco a alguien. - Ella refunfuña ruidosa. Se pone la bata y Marlene se viste en silencio. Rebecca la acompaña a la puerta. - ¡Rebecca! - Finalmente habla. - Solo ve Marlene, no hay necesidad de decir nada más. - Ella le corta la mirada de desesperación y se queda en la puerta con el corazón hundido. Marlene se gira y camina hacia el auto, entra y se sienta. Arranca y se dirige hacia el camino. Las lágrimas brotaban de sus ojos, su corazón se rompe, pero sabe en su mente que la decisión que ha tomado, es la correcta.



Marlene se dirige a un encuentro con Tracey. Llega al umbral y llama golpeando la puerta, ella abre y la invita a entrar. - Supongo que te las has arreglado para ponerte en una situación de la que no estás segura. - Marlene arroja su bolso al sofá y se sienta. - Necesito decirte algo. - Comenta haciendo una profunda respiración de aliento, Tracey se sienta a su lado. - ¡Ok! ¿Qué sucede? – Pregunta Tracey con claridad. - Fui a ver a Rebecca esta mañana. - Mira a Tracey con tristeza. - Y hablamos. Le dije que quería hacer mi vida contigo. – Le transmite.  Tracey sonríe  y acaricia con un dedo la mandíbula de Marlene. - Pero hay algo más que debes saber y no estoy segura de que puedas asimilarlo. - Aprieta los dientes mientras escucha. - ¡Vamos Marlene! - Ella la anima con una sonrisa.  - Sé que está mal. - Baja la cabeza, encontrando difícil la confesión. – Puedes hablar tranquila, sea ​​lo que sea, estoy segura de que podemos superarlo. - Se aparta el pelo de la cara y alzó la barbilla. – Me he acostado con ella. - Traga saliva, Tracey cae en una desesperación agonizante. - ¡Ya veo! - Se retira rápida del sofá y camina hacia la ventana y mirando afuera, llora sin hablar. - ¡Tracey, por favor! Trata de entender.-  Marlene se acerca por detrás de ella y pone las manos sobre sus hombros. - ¿Por qué? - Ella murmuró. - ¡No lo sé! - Marlene responde rauda. - ¿No lo sabes? - Se aparta de ella. - Tenía que decirte la verdad, ahora sé que estás enfadada e insegura sobre nosotros, pero por favor no me odies. - Le ruega. - Marlene, nunca podría odiarte, simplemente no lo hago. Te entiendo a ti, a tu lógica, Rebecca. - Hace una mueca. - Estoy tan sorprendida como tú…, de que ella incluso haya venido aquí y… ha sido todo tan difícil. - Ella sugiere. - No tenía que haber sucedido. – Balbucea al seguir. - Difícil es esto. – Murmura Tracey.  - Es mi culpa porque dejé que ocurriese. -  Trata de razonar, pero comprueba que ella no. Marlene recoge su bolso del sofá. - ¡Me iré! Creo que necesitas algo de tiempo para asimilar lo que te dije. -  Tracey se gira hacia ella y se limpia una lágrima. - ¿Cómo has podido hacernos esto? ¿No significa nada lo que tenemos, para ti? – Empieza a cuestionar. - No sé si alguna vez podré volver a confiar en ti. Rebecca siempre vivirá en tu corazón y habrá momentos en que estarás insegura de mí, de nosotros y de ese dolor que tienes por ella. Vendrá de nuevo y habrá tristeza y deseo por ella. -  Dice volcando su desasosiego. - Tengo que tratar de seguir adelante y me gusta lo que tenemos Tracey. – Le habla en positivo. - No te habrías acostado con ella. – Hace una cuestión de hecho en su tono. - ¡Sí! No debería haber dormido con ella, fue un error. - Ella se sincera. - ¿Estabas tan celosa del hombre que estaba con ella que no podías dejar las cosas como estaban para no sentirte sola? Quiero decir que las espiaste y escuchaste su conversación privada Marlene, estaba mal por tu parte, pero eso me dice lo que realmente estás sintiendo, la amas y no hay nada que pueda hacer para cambiar tu mente. -  Tracey es abrasiva en su tono, su voz cruza la habitación con amargura, Marlene siente como si la estuvieran separando. - Entonces, ¿Supongo que no querrás verme por el momento? - Pregunta con cautela. - Marlene, creo que realmente no estás segura de tus sentimientos, que te importo, no lo dudo. Pero mientras Rebecca esté aquí o en la foto, no quiero sentirme abrumada por tus indecisiones, el descanso de ella ha de ser limpio y definitivo.



 Rebecca se sienta en la oficina de Grace revisando las notas del evento de gala.     - Quería agradecerte todo lo que has hecho, Rebecca. – Le dice Grace. - Fue un placer y sabes que puedes pedirme que te ayude siempre que lo necesites. - Sonríe y lleva la vista de vuelta a su bloc de notas. - ¡Rebecca! - Grace llama su atención. - ¿Has hablado con Marlene? - Rebecca levanta la vista hacia ella. - No me quiere Grace y no puedo seguir esperando que ella se presente el domingo por la mañana lista para hablar. Nos acostamos e hicimos el amor y luego ella me dijo que quería hacer su vida con Tracey. – Sus ojos se humedecen al contar lo que había pasado entre ellas. - ¡Lo siento Rebecca! Marlene está confundida, dale algo de tiempo. – Le aconseja. – Yo si necesito algo de tiempo para pensar si lo que quiero es estar con ella, no puedo obligarla a cambiar su decisión. - Grace respira hondo. - Tengo que estar de acuerdo contigo, un tiempo lejos es probablemente una buena idea, puedo decirte que ella le contó a Tracey sobre lo ocurrido entre ustedes dos y ellas ahora están separadas. – Explica. - Marlene sintió que era necesario y se ha tomado estos últimos días libres. Vete a verla, dile cuáles son tus planes, es un comienzo. - Ella le sonríe.  Rebecca recoge el bloc de notas. – Te lo agradezco, Grace. – Le responde, recoge su bolso y se dirige a visitar a Marlene.

Rebecca hace sonar el timbre del apartamento de Marlene y ella responde. - ¿Sí? ¿Quién es?  -  Ella pide que se identifique. - ¡Soy yo! Rebecca. - Abre lentamente la puerta. - ¡Hola! – Rebecca saluda y pregunta. - ¿Puedo entrar? - Ella hace un gesto con la mano para que pase. - ¿Estás bien? - Le pregunta, Marlene se queda indiferente. - No estoy demasiado dispuesta para hablar Rebecca.- Su voz suena ronca. - Voy a marcharme mañana a Nueva York. – Le cuenta con voz apagada. - Solo quería decirte adiós. -  Marlene mira esos ojos entristecidos. - Te deseo lo mejor Rebecca. -  Ella le responde.  - Intentaré encontrarme y tomar algunas decisiones. – Le dice en tono melancólico. - ¿Volverás? - Le pregunta mirando a ese rostro entristecido de Rebecca. - ¡Lo haré! Tendré que vender la cabaña y me quedan algunas cosas por resolver con Grace. – Responde sin ganas.  - ¿Cuánto tiempo? – Se interesa. - Un mes, tal vez. -  Le responde. - Lo siento por Tracey, quiero decir, Grace me dijo que le contaste la verdad sobre nosotros. - Marlene se encoge y entrecierra los ojos. - Tenía que hacerlo. No sé si nos reconciliaremos, estaba muy enojada y decepcionada, pero yo no quería comenzar nuestra vida en común con una mentira, como lo hice cuando me casé con Mark. – Manifiesta con sentimiento por el dolor que le había causado a otros. - No me arrepiento de lo que nosotros, te amo y sé que me amas, solo desearía poder retroceder las manecillas del tiempo y comenzar de nuevo, cambiaría muchas cosas, especialmente la forma en que te traté, quiero que sepas que nada ha sido insignificante para mí o en vano, y te agradezco por lo que me diste, tu amor. - Llora Rebecca mientras pronuncia esas palabras tocando el corazón de Marlene.  Ella la abraza fuerte, se estremece y dentro de su cuerpo el estómago se le revuelve. - Creo que deberías irte. - Se aparta de ella, los labios de Rebecca encuentran el camino hacia el rostro de Marlene, deposita un beso simple, pero dulce, en sus labios. - ¡Adiós Marlene! - Se da la vuelta antes de cerrar la puerta. Mientras Marlene cae de rodillas y comienza a sollozar incontrolada. - ¡Rebecca! - Se le encoge el pecho en un esfuerzo por controlar el dolor que sufre en este momento.



Marlene hojea las listas en la estación de enfermeras, firmando las tareas que ha realizado ese mismo día. - ¡Hola, buenas tardes! - Grace se acerca detrás de ella, le habla de forma inesperada. - Pareces molesta. ¿Está todo bien? - Le pregunta.- Simplemente cansada. - Responde bajando los hombros. - ¿Al menos aprovechaste los días para descansar? - Marlene hace una mueca mientras deposita las fichas. - Si los llamas vacaciones de autocompasión y depresión. - Golpea con sus uñas sobre la encimera e intenta sonreír.  - Rebecca, Tracey. - Aparta la mirada y se aclara la garganta. - Rebecca vino a verme hace unos días y se fue a Nueva York. – Le cuenta Marlene. - ¡Sí! Hablamos, supongo que encontrará lo mejor para ella. – Responde sin convencimiento. Repiquetea con las uñas sobre el mostrador.  - Tracey no quiere tener nada que ver conmigo en este momento y no puedo decir que la culpo, me siento como una mierda e indigna, y lo peor de todo es que trabajamos en el mismo sitio. -  Se lamenta. - ¿Cómo te sientes ahora que has tenido un tiempo a solas para pensar? - Marlene respira hondo. - Amo a Rebecca con toda el alma, no tengo dudas, pero no puedo pasar estrés emocional con ella. Tracey es maravillosa e inteligente, es muy perspicaz y astuta. Lo que estará pensando, es casi aterrador y está preocupada. -  Grace le tira de la manga. - ¿Preocupada por Rebecca? - La interroga.  - ¡Por supuesto! Ella sabe cómo me siento Grace, ella sabe que Rebecca es un dolor que simplemente no voy a poder sacudirme. -  Se expresa emotiva. - Tienes mucho en tu plato, pero mi consejo es que te tomes un tiempo, relájate, no te preocupes por quién está en tu vida, a quien  necesitas ahora es a Marlene. - Sonríe acariciándole la espalda. - ¡Sí! Te veré más tarde. – Le dice algo apagada. Regresa a su oficina, le aguarda una semana de trabajo. Marlene se esconde zambullida en las sesiones de fisioterapia. La relación con otras personas que necesitan de ella le ayuda a estabilizarse. El papeleo que se apila sobre la mesa ocupa los espacios muertos, ella esta entretenida y el tiempo pasa. - No me hace ningún bien descansar. -  Piensa en voz alta y logra sonreír

La voz de Tracey llama desde la abertura en la puerta. - ¿Puedo entrar? - Marlene le responde. - ¡Sí, por favor! - Tracey entra caminando despacio hacia el escritorio, y permanece pasiva. - Quería comprobar cómo estás. - Comienza Tracey. Marlene deja su bolígrafo y se recuesta en su silla. - Traté de disfrutar el tiempo que pasé descansando,  estoy atormentada por las malas decisiones que tomado. - Es tosca pero sincera. - ¿Y por qué estás aquí? - Ella la interroga con curiosidad.  – En realidad, porque estoy preocupada por ti, debería haberme dado cuenta de que no fue culpa tuya que Rebecca estuviera aquí, que debe haber un montón de asuntos pendientes entre las dos. – Explica algo triste mientras mira a Marlene. - ¿Asuntos pendientes? - Marlene espeta. - Rebecca es el amor de mi vida Tracey. No puedo inventar historias sobre ella porque es real y no imaginaria. Tu estabas en lo cierto: Siempre será ese dolor que me lastima en mi núcleo interno, pero lo que teníamos ha terminado y si quieres tener una relación conmigo, tendrás que lidiar con eso, no puedo soportar más crujidos a mi alrededor. Me gustas mucho, pero no te haré sentir mal porque me preocupen los sentimientos de Rebecca. – Le dice muy enérgica.  - Yo no esperaba…-  Marlene rápidamente la interrumpió. - ¿No esperabas qué? Yo creo que debes recapacitar en cómo debí sentirme con Rebecca apareciendo aquí y queriendo que vuelva con ella. Fue ella quien tomó esa decisión, no lo hice yo. - Tracey se apoya en el escritorio. - No cambia el hecho de que tú todavía estás enamorada de ella. -  Le dice en voz alta. - Puede que sea así, Tracey. Es duro amar a alguien y  perderlo porque la vida no es un lecho de rosas y las personas se enamoran, se desenamoran todo el tiempo y aprenden a arreglárselas.- Comenta en un tono severo. - No quiero discutir, es obvio que todavía no estás segura de las cosas. – Tracey se queda en silencio y se da la vuelta hacia la puerta. - ¡Sé lo que quiero! - Marlene añade firme. Tracey no abre la puerta. - ¿De  verdad? -  Ella se va dejando a Marlene que presiente no ha logrado nada con ella.   



- ¡Grace! ¿Qué debería traer mañana? - Marlene cuestiona siguiéndola por el pasillo. - Una botella de vino y podrías pasar por la panadería y recoger un par de panes franceses. - Sonríe Marlene.  - Parece que te sientes mejor. -  Grace la mira satisfecha. - ¡Lo estoy! Tracey vino a verme un día la semana pasada, hablamos y creo que ella vendrá, solo precisa tiempo. - Grace curiosea. - ¿Has sabido algo de Rebecca? - Marlene suspira. - ¡No! No espero que ella contacte conmigo y creo que me ha dejado muy claro que no podríamos vernos más. -  Marlene se expresa con estoicismo. - Me envió un mensaje de texto hace unos días para decirme que llegó a Nueva York bien. – Marlene asiente. - No quiero hablar de ella, solo quiero tener una comida al aire libre relajante mañana, disfrutar un poco de vino y de mis amigos. - Acaricia el hombro de Grace. - Tracey, no estoy segura de que vaya a venir, pero le pregunté de todos modos. - Menciona Grace para cerrar la conversación. - Me alegro de que lo hicieras, la situación no es tan estresante y ella querrá hablar. – Explica  Marlene.  - Bueno, tengo pacientes que tratar esta tarde, Te veré mañana. -  Se separan. Grace observa a Marlene con cautela. - ¡Grace! - Tracey la llama por sorpresa. – ¡Tracey! ¿Has decidido qué hacer con mi invitación para mañana? -  Ella se apoya contra la pared. - ¿Estará Marlene? –Pregunta. - Estará, pero por favor no dejes que eso te condicione. - Le sugiere con firmeza. - Estaré allí, esté Marlene o no. - Le habla en voz baja.



David sale al porche y se sienta en la mesa al aire libre cuando ve que su invitada se está acercando. Marlene entra y Grace abre la puerta ayudándola con los  panes.  David la besa en la mejilla, salen al porche. - Déjame prepararte un trago. -  Recoje un vaso de vino y sirve un poco. - ¡Gracias! -  Se lo entrega. Grace y ella salen hacia la playa. Tracey está sentada sobre una manta en la arena., Grace sonríe y empuja a Marlene hacia ella. – Ve y habla con ella. - Susurra dulce. Marlene e acerca a la rubia de ojos verdes. - ¡Hola! - Se planta ante ella y la mira, el sol brilla en su rostro. - ¿Por qué no te sientas junto a mí? – Le dice dando unas palmaditas en la manta, Marlene sonríe y se sienta a su lado.  Grace se desliza lejos de ellas. - Es una hermosa tarde. -  Dice Tracey en tono romántico. - ¡Lo es! –  Coincide Marlene en la idea. - ¿Has estado muy ocupada? – Pregunta Tracey. - Lo he estado, estar de vacaciones me deja con toneladas de papeleo a mi regreso. – Le dice riendo.  Tracey le da un codazo con simpatía. - Sé que últimamente las cosas no han sido lo mejor para nosotros, pero si tu lo estás, estoy dispuesta a trabajar en un compromiso. – Le expone Tracey. Marlene inclina su cabeza hacia ella. - ¿Qué tienes en mente? - Le pregunta con curiosidad. Tracey pone sus rodillas debajo de la barbilla. - ¿Qué te parece si empezamos de nuevo, como si nunca hubiéramos salido antes? - Piensa Marlene brevemente. - Será difícil olvidar los tiempos que ya pasamos juntas Tracey. - Es honesta y sincera. - ¡Es cierto! Yo no he olvidado esas veces, pero si pudiéramos trabajar en salir por un tiempo.- Marlene la coge de un  brazo, se ríen. - Creo que es una buena idea, estoy dispuesta a intentarlo. - Sus cabezas se apoyan frente con frente y un beso sella su reconciliación. - Deberíamos volver a la fiesta, no quiero ser grosera. - Tracey se levanta, Marlene toma su mano y tira de ella hacia la manta.  - Esta es nuestra primera cita y creo que si llegamos un poco tarde, lo entenderán. – Le dice convencida.  Marlene mira a Tracey a los ojos, el viento sopla, los mechones del cabello de Tracey revolotean alrededor de su cara, Marlene los aparta acariciando suavemente un lado de su rostro. – Eres muy hermosa. - Le susurra. Tracey la besa y luego mira a sus ojos. - Es un comienzo. - Se le acelera el corazón al escucharla hablar. - Me pregunto qué es lo que David estará cocinando. - Cambia rápidamente de tema, se levantan y regresan a la cabaña sosteniéndose entre ellas y haciéndose cosquillas. - ¡Te amo Marlene! -

5 comentarios:

  1. una excelente historia de amor pero me gustaria saber si Marlene y Rebeca quedan juntos.porque loque leo la historia Marlene ya empieza una nueva relacion amorosa gracia,

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  2. Yo también quiero saber si quedan juntas

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    1. Ese es el misterio de la historia. Tranquilos que el desenlace está cerca.

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  3. Ok Francisco espero que queden juntas porque tanta lucha no puede quedar el año y se sabe que ellas se aman pero la incertidumbre es muy fuerte,las relaciones de este tipo son más difíciles que las de los heterosexuales

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  4. Hay más historias de marlene y rebecca

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