Un
cambio en el viento
-
¡Buenos días! - Tristan
gime. - ¿Llegaste tarde anoche? -
Elisabeth pregunta mientras Justus sirve el desayuno. - Demasiada bebida en la gala de primavera del banco. Ann no se ha movido
todavía. - Declara abriendo su servilleta y colocándola sobre su regazo. - ¡Rebecca! - Elisabeth saluda. - ¡Buenos días! – Saluda también y se sienta.
- Elisabeth me ha dicho que has terminado
una nueva colección. - Bebe de su
café hablando. - ¡Sí! Esta noche lo
presentaré a todos en LCL. - Elisabeth sonríe ampliamente. - Estoy contenta de ver que estás de vuelta,
te hará sentirte mucho mejor. - Ella comenta y terminan de desayunar. - Es una hermosa mañana, ¿Quieres dar un
paseo? Necesito hablar. - Rebecca le
pregunta a Tristán que le murmura que es una buena idea.
Caminan por el sendero a lo largo del
jardín de rosas. - Ya sabes que lo estoy
haciendo mucho mejor. - El dirige la mirada a su pierna con sorna. – Me mantengo al día con los
ejercicios que me enseñó Marlene. - Él sonríe y ella lo empuja con el puño. - ¡Si! Es lo que veo. Estás caminando mejor.
– Menciona. – ¡Sí! Incluso he trotado
esta primavera. - Ella coloca las manos en los bolsillos de su chaqueta. - ¿Como está Eric? - Él pregunta ella se
encoge de hombros. - Quiere tener una
relación seria. - Ella sonrió. - Y asumo que no estás interesada. - Él calcula
en busca de una respuesta. - Me gusta, pero
no estoy enamorada de él, he estado dudando últimamente, no soy el tipo de
persona que se asienta, por lo menos con él, no. - Tristán suspira
profundamente. - ¿Marlene? - Le pregunta y vuelve la vista hacia ella. Tristán
la abraza. - ¡La amo Tristán! Necesito
ver si ella todavía siente lo mismo, la he lastimado antes, la he rechazado
hasta el punto de que dudo que ella me quiera de vuelta. – Expone con
dolor. - Tienes que intentarlo y creo que
deberás estar preparada, no será fácil, pero sé que te quiere, solo tienes que ser
convincente. – Él aconseja con tacto. -
No quiero lastimar a Eric, es algo que ha estado en mi mente un tiempo, ahora
debo defraudarlo. - Ella dice con severidad mirando al infinito. – Por desgracia le harás daño, aunque no
quieras. Me dijo hace un tiempo que él tenía sentimientos profundos por ti,
tengo que decirte que estaba preocupado por tu pasado. - Ella baja la cabeza. - ¡Lo sé! Creo que me ha presionado porque él no quería perderme. –
Le explica la situación. - Marlene es tu gran
amor y ahora que te acuerdas de cosas, Lizette te habría proyectado hacia ella
si las cosas no hubiesen sucedido como lo hicieron. – Le responde con
confianza. - ¿Se lo has contado a
Elisabeth? – Pregunta. Siguen caminando. - Cuando
termine contigo, me sentaré con ella y hablaremos. - Tristán sonríe. – Sabes que estoy orgulloso de ti, de que camines tan bien. LCL no debe
ser impedimento, no es el hogar para encontrar a la persona con la que se
supone que vivirás el resto de tu vida, desafiante sí pero un logro que bien lo
vale, sé que no quieres lastimar a Eric y yo… - Rebecca abraza a su hermano.
- ¡Gracias Tristán! Gracias por estar a
mi lado y darte cuenta de que esto es lo que quiero hacer, amo tanto a Marlene,
ella es la persona con la que quiero pasar mi vida. - Él agarra su mejilla con los dedos. - ¡Mi hermana pequeña! – Él niega con la
cabeza y continúa. - Ve a hablar con
Elisabeth, tienes mucho que planear y que hacer. - Ella se aleja de él en
el jardín de rosas.
Rebecca se apoya en la puerta del estudio
observando a Elisabeth que examina los informes bancarios que Tristán había
dejado para ella. - ¡Oh! Rebecca, por
favor, entra. – Se acerca al escritorio y se sienta. - ¿Estás lista para la inauguración esta noche? - Ella la mira por
encima de sus gafas de leer. – Lo estoy, será
mi última colección, creo. - Ella
sonríe ligeramente. Elisabeth sospecha que ella no ha venido a hablar de moda, se
quita los anteojos. - ¿Hay algo de lo que
quieras hablar conmigo? - Rebecca cruza las piernas y apoya las manos sobre
la rodilla. - ¡Sí! Quería decirte algo. -
Ella la mira brevemente. - ¿Estás bien? -
Rebecca sonríe. Elisabeth cierra el libro de contabilidad que estaba viendo. - ¡Adelante Rebecca! - Ella amablemente la
anima. -
He tomado una decisión. – Anuncia, Elisabeth sospecha que afectará a
la familia. - He decidido ir en busca de Marlene
y ver si ella me da una segunda oportunidad. - Sus palabras suenan firmes,
Elisabeth escucha con dudas. - ¡Ya veo!
¿Y Eric? - Rebecca hace una mueca. -
Se lo diré después de la inauguración. – Elisabeth no sale de su asombro. - Debo decir que estoy sorprendida, pero no
desilusionada, será difícil para Eric. - Explica suavemente a Rebecca. - Eric es un hombre maravilloso que merece a
alguien que le dé lo que él desea y merece. Quiere asentarse. - Elisabeth inquiere con curiosidad. - ¿Te ha pedido que te cases con él? -
Rebecca parece sorprendida. - ¡No! No lo
ha hecho, pero él me ha dado a conocer sus sentimientos. - Elisabeth se levanta de su silla y se sienta
junto a ella. - ¿Marlene lo sabe? -
Ella niega con la cabeza. - ¡No lo sabe! Pero
tengo que intentarlo, la amo, Elisabeth, y lo sé, pero necesito estar con ella
y si ella me quiere tendré que hacer sacrificios. – Sus sentimientos están
a flor de piel. - ¿Vas a renunciar a LCL? Las cosas van muy bien, acabo de revisar los
libros del banco y estoy satisfecha con el resultado financiero del desfile. -
Ella le informa apresurada. - LCL se las arreglará sin mí como lo hizo
cuando no pude por el accidente. Podría trabajar y diseñar desde casa. - Insiste con una sonrisa de confianza. Elisabeth
pensó en lo que estaba diciendo. - Solo
quiero que seas feliz Rebecca, eso es todo lo que todos nosotros hemos querido
para ti, tu padre sabía cuánto significaba ser feliz. Tú eras su pequeña niña,
te amaba. – Le recuerda Elisabeth. - Sé
que lo hizo y sé que él conocía que la única forma en la que, de alguna forma,
iba a ser feliz era estar con Marlene. - Le explica sus sentimientos de
nuevo. – Debes prepararte para hacer un viaje
de ida y vuelta si es necesario. – Su madrastra se hace realista. - ¡Elisabeth! Si voy a ganarme a Marlene en
este momento, tendré que dar más de mí, no solo un poco y lo más probable es
que ya esté en condiciones. - Ella habla sombría. - Eso es comprensible, LCL ha sido próspero desde que te has
apoderado de él, no me puedo quejar, pero es hora de vivir para ti, Rebecca,
nos las arreglaremos. – Elisabeth aún tiene una reflexión más para Rebecca.
- André está haciendo un trabajo
fantástico como jefe de diseño y ha encontrado su sitio, debes ir y hablar con
él antes de la inauguración y arreglar todos los temas de lo que haya que hacer.
- Rebecca levanta sus ojos acuosos. - ¡Gracias Elisabeth! – Sale después de
besar a su madrastra y regresa al invernadero, se viste y luego se dirige a
LCL.
- ¡Hola Rebecca! – Saluda feliz
André con una carga de dibujos en las manos. - ¡A mi oficina! - Ordena apuntando con un dedo. - ¡Está bien! – André la sigue hasta el despacho, muy
intrigado. Coloca los cuadernos de dibujo sobre su escritorio. - ¿Algunas ideas nuevas? - Le pregunta
Rebecca. - ¿Estás feliz aquí? – André
no responde, a su vez, ella vuelve a preguntar. - Quiero decir como diseñador de moda. – Añade. - ¿Por qué Rebecca? ¿Está todo bien? - Se
preocupa. - Es hora de hacer algunos
cambios en mi vida. - Ella duda un instante. André escucha con el oído muy
agudo. - Es sobre Marlene. – Interrumpe
André. - ¿Lo que tú y yo hablamos hace un
tiempo? - Ella asiente con la cabeza. -
Tengo que ver si hay otra oportunidad. A pesar de los reproches, necesito
intentarlo. - André apunta algo que está en el aire. - Eric
no lo va a tomar bien. – Ella frunce el ceño. - No estoy enamorada de Eric. - Le
dice claramente. - No cambia el hecho de que me guste, pero no
pienso en mi vida con él. – Remata el tema. - ¿Qué hay de esta presentación? -
André pregunta con firmeza. - ¡Sí!
Es mi última colección formal. - Contesta en voz baja. - ¿Serás feliz si vas a vivir a los Estados Unidos? ¿Serás capaz de
diseñar allí? - Le propone hacerse cargo de todo el diseño de LCL, él lo
cuestiona y se siente halagado, hace muchas preguntas. -
¡Yo…! - Comenta balbuceando. - Estaré
feliz de hacer lo que sea necesario para que LCL funcione eficientemente. -
Y sonríe aliviado. - ¡Gracias André! Sabía
que podía contar contigo, después de cerrar esta muestra tendrás que bajar a la
dura tarea de la dirección. - Ambos se ríen con estrépito. - Este es el día más feliz que he visto en
ti en mucho tiempo Rebecca, estoy encantado por que hayas encontrado el amor en
alguien que sabes te corresponde, aunque sabes que va a ser difícil y tendrás
que hacer sacrificios. Pero el amor, bueno, es lo que es. - Él bromea. - He sabido todo el tiempo que ella era la
única y la descubrí cuando empecé a recuperar la memoria de lo sucedido con
Lizette. Recordé que quería buscar a Marlene y el destino me la devolvió como
mi fisioterapeuta. – Reflexiona con afectividad. - ¡Sí! Me enteré por los comentarios aquí en LCL. - André explica, Rebecca gruñe con desagrado. - Fue
una situación delicada, cuando apareció aquí, ella estaba casada y su esposo
era mi doctor. - Suspira negando
con la cabeza. - ¡Algo pasó! – Inquiere
mirándola. - Tuvimos una aventura y ella
me confirmó que todavía estaba enamorada de mí. Luché al principio, pero luego
me di cuenta de que tenía que resolver cosas pendientes en mi vida antes de
tomar alguna decisión sobre lo que realmente quería. - Rebecca le cuenta con claridad. - Pero luego estuvo Eric. - André parece
confundido cuando dice su nombre. -
Marlene quería que me fuera con ella a New Port. Decidió aceptar un trabajo
allí, no quería quedarse en Alemania, yo no podía, necesitaba encontrar lo que
había perdido, y se lo expliqué, pero ella insistía en que la acompañara y nos
separamos, fue hiriente, pero tuve que mantenerme fuerte, no podía obligarla a
quedarse y ser infeliz, ella había pasado por muchas cosas y esta era una
verdadera oportunidad para ella en su carrera. – Le explica con serenidad. - ¡Ya veo! Así que cuando ella se fue,
pensaste que las cosas podrían haber terminado y comenzaste a salir con Eric. -
Ella asiente. Rebecca cierra el tema y comienzan a ultimar detalles de la
muestra para mostrar la última colección.
Elisabeth y Rebecca se sientan en la
primera fila. Las modelos comienzan a caminar por la pasarela y el escenario,
los fotógrafos disparan fotos y los periodistas comentan entre ellos.
Finalizada la exhibición. La prensa las rodea. - ¡Bueno! otra gran colección Señora. Von Lahnstein. - El Sr. Flock
entrevista a ambas. Eric se mantiene al margen y Rebecca le mira mientras es
Elisabeth quien contesta las preguntas de los periodistas. Una vez concluidas
todas las obligaciones de cierre del desfile Rebecca se dirige a su despacho. Entra
en su oficina y comienza a guardar sus cosas. Un ligero golpeo se oye en la
puerta. - ¡Adelante! – Es Eric que
aparece con gesto serio. - Parece que has
copado el mercado otra vez. – Comenta sereno. - ¡Sí! Lo he conseguido. Y creo que para LCL será un éxito. – Él se
acerca. - Te he
echado de menos. - Le acaricia la mejilla con la mano. Ella emite un gemido.
– Tenía pensado hablar contigo después. –
Le dice, Eric la interrumpe. – Quería
preguntarte algo. - Mete la mano en el bolsillo de su chaqueta, saca un anillo
de compromiso y se arrodilla. Rebecca se sorprende y se asusta. - ¿Me harías el honor de convertirme en mi
esposa? – Él pregunta con sus ojos traspasando los de ella. Rebecca se
queda sin palabras. - ¡Por favor! Rebecca.
– Le suplica en voz alta. - Me siento
halagada y honrada, Eric. – Duda un instante. - Pero no puedo. – Él se levanta del arrodillado. - ¿Por qué? ¿No somos tan buenos juntos
Rebecca? Tienes que admitir que si es así. -Le suplica. - ¡No es eso, Eric! Sí me importas mucho,
pero no puede ser. – Ella le contesta con suavidad. - ¡Rebecca te amo! Es a ti a la que quiero y con quién deseo pasar mi
vida. - Ella le coge de la mano y se sientan frente a frente el uno del
otro. - Hay una rubia de ojos azules que
me está esperando, Eric. Ella es todo mi mundo y la mujer que amo. Estoy
enamorada y lo he sabido desde el primer momento que nos dimos un beso hace
años, es ella la que no puede salir de mi mente y hace que mi corazón revolotee,
que mi estómago tenga mariposas…- Eric
la interrumpe brusco. - ¿Marlene? -
Ella sacude la cabeza afirmando. - Pero
ella se ha ido y tiene una vida lejos de ti. ¿Dejarías de diseñar para LCL? No
estás siendo racional. -Le implora en voz alta. - Sé que te duele Eric y nunca quise hacer eso, tienes que creerme. –
Pide disculpas. - ¡Te amo! Me gustaría
que pensaras antes de actuar, puedes salir herida, devastada por una decisión
sobre la que no tienes control. ¿Sabe ella cómo te sientes? - Pregunta con
emoción, ella apenas puede hablar. - ¿Rebecca lo sabe? - Él la agarra por
los brazos. - ¡No! Ella no sabe que voy a
buscarla. - Le responde. - Así que
básicamente te estás preparando para el fracaso, debes escuchar a la razón. -
Le insiste. - ¿Querías que mintiera, te
dije que todo en mi vida era perfecto? Mi pasado era inestable y tenía cosas
que me atormentaban. Te dije que no teníamos lazos y es doloroso, Eric. Debía
ser honesta contigo, no endulzarlo, nunca te amaré como me amas. - Una
lágrima cae de su ojo mientras contempla la expresión pensativa de su rostro. - Y nunca te amaré como la amo a ella. Sé
que no será sencillo. ¿Quién dijo que lo sería? - Ella se desgañita. - Sólo
pensé… - Él traga saliva cuando ella deja de hablar. - Sabías cuando nos conocimos que solo estaba buscando compañerismo,
diversión. - Ella baja la cabeza, - ¿Así
que todo este tiempo, yo no era más que un entretenimiento y que en realidad me
utilizabas? - Su pregunta la enfurece. -
¡Eric! Se racional. ¿Cuántas veces tengo que decir cómo me siento? Nunca te
olvidaré y tú eres una parte muy importante de mi vida, me has ayudado a ponerme
en pie. - Ella clama comprensión. – Siento
que no eres honesta contigo misma. Que esto es una cierta clase de farsa, una
mierda si no lo entiendes. Nosotros no dormimos juntos por compañerismo, había
algo más entre los dos. - Él se
manifiesta en voz alta. – ¡Eric! ¡Lo
siento! Pero es tarde y tengo trabajo para terminar. ¿Podrías disculparme por
favor? – Él suspira profundamente, camina hacia la
puerta y la abre, mira hacia ella. –
¡Esta es Rebecca! – Lo dice en un exabrupto. Cierra la puerta y la deja.
Rebecca se siente insignificante.
Tristán aparece a continuación. - ¡Hola!
Me parece que las cosas no van bien. – Le dice al notarla dolorida.
Ella se acerca rápida hacia él y lo abraza. –
Eric no ha sido agradable, está muy enojado y molesto, trató de hacerme cambiar
de opinión. - Rebecca balbucea al hablar. - ¡Por supuesto que trataría de hacerte cambiar de opinión! - Tristán bromea en un esfuerzo por relajarla.
- No siento lo mismo que él. ¡Dios mío! ¿Cuántas
veces debo decirlo? Me sentí mal y amargada por sus comentarios cortantes. -
Ella se explica entre sollozos. - Es un
hombre y ahora está herido, siente que deberías avergonzarte. – Tristán le
comenta con frialdad. Ella se cruza de
brazos y le dirige una fría mirada. -
Supongo que puedo decirlo, sé lo que se siente. – Expresa con honestidad. - ¡Vamos Tristán! Hemos pasado de todo. -
Él la abraza por los hombros. - Sé que tú y Marlene compartís ese tipo de
amor que nada o nadie puede romper, estoy de tu lado, solo quiero que seas
feliz. - La abraza de nuevo. -
¡Venga! Déjame llevarte a casa. - Coge
su chaqueta del perchero y se la coloca sobre los hombros. - ¡Mi bolso! - Lo agarra, apaga las luces y cierra la puerta de su
oficina. Salen y se marchan a casa.
Marlene está sentada en su oficina escribiendo
algunas notas, Grace golpea su puerta y entra. - ¡Hola! ¿Qué tal estás? Y ¿Cómo te ha ido en Nueva York? - Ella
se sienta frente al escritorio. - Como
cualquier seminario. ¡Aburrido! - Ella exclama y ahora pregunta. - No tuve tiempo de hablar contigo antes de
irnos. ¿Cómo te fue con Tracey? -
Parece emocionada de oír cualquier buena noticia sobre Marlene. Ella deja caer
el lápiz sobre los papeles que estaba escribiendo y frunce el ceño. - No tan bien como pensé. – Le explica
con dudas. - ¡Oh, lo siento! Pensé que
realmente estaba interesada. - Ella dice con tristeza. - ¡No es eso! Soy yo, salimos y fue una noche divertida. Me invitó a su
casa, allí hablamos con seriedad, sobre todo sobre mi pasado. Ella piensa que
necesito aclarar mi mente acerca de Rebecca. Tracey está interesada, pero no
quiere una relación nublada por incertidumbres. - Marlene apoya la mejilla
encima de su puño. - Pensé que tu ruptura
con Rebecca estaba limpia cuando te fuiste y después de Navidad. ¿Rebecca
todavía está en la foto? - Ella busca una respuesta de Marlene. - Hemos terminado, no he escuchado otra
palabra de ella y yo he intentado seguir adelante. Me gusta mucho Tracey, puedo
imaginar cómo se siente, Rebecca es mi pasado, ahora es obvio para mí, pero
debo tener dudas persistentes. - Intenta sonreír. - Tal vez deberías tratar de hablar con Rebecca otra vez, todavía
podría haber una conexión. - Le dice con sensatez. - No
creo que sea una buena idea Grace. ¡Lo intenté! Y todo lo que obtuve fue un
mensaje diciendo que estaba bien y esperaba que mi vida estuviera yendo
perfecta.- Termina casi sollozando.
- Percibo que todavía la amas mucho.
– Grace le apunta. - Lo hago, pero ya
caminé por esa puerta. - Ella suspira algo aparatosa. -
Ella no volverá a mí y tengo que lidiar con eso. - Le responde con tono de
realismo. Grace se siente mal por Marlene, por su pasado y la incertidumbre de
un futuro con alguien. - Sé que no te rendirás, hay alguien especial
para ti esperando. - Marlene la mira. - Debería enfocarme en mi carrera y no en
aspectos personales ahora mismo. – Contesta tajante.
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