Una separación necesaria

Una separación necesaria

viernes, 13 de abril de 2018

Episodio trigésimo quinto


Un cambio en el viento

- ¡Buenos días! - Tristan gime. - ¿Llegaste tarde anoche? - Elisabeth pregunta mientras Justus sirve el desayuno. - Demasiada bebida en la gala de primavera del banco. Ann no se ha movido todavía. - Declara abriendo su servilleta y colocándola sobre su regazo. - ¡Rebecca! - Elisabeth saluda. - ¡Buenos días! – Saluda también y se sienta. - Elisabeth me ha dicho que has terminado una nueva colección. -  Bebe de su café hablando. - ¡Sí! Esta noche lo presentaré a todos en LCL. - Elisabeth sonríe ampliamente. - Estoy contenta de ver que estás de vuelta, te hará sentirte mucho mejor. - Ella comenta y terminan de desayunar. - Es una hermosa mañana, ¿Quieres dar un paseo? Necesito hablar. - Rebecca le pregunta a Tristán que le murmura que es una buena idea.
Caminan por el sendero a lo largo del jardín de rosas. - Ya sabes que lo estoy haciendo mucho mejor. - El dirige la mirada a su pierna con sorna. – Me mantengo al día con los ejercicios que me enseñó Marlene. -  Él sonríe y ella lo empuja con el puño. - ¡Si! Es lo que veo. Estás caminando mejor. – Menciona. – ¡Sí! Incluso he trotado esta primavera. - Ella coloca las manos en los bolsillos de su chaqueta. - ¿Como está Eric? - Él pregunta ella se encoge de hombros. - Quiere tener una relación seria. -  Ella sonrió. - Y asumo que no estás interesada. - Él calcula en busca de una respuesta. - Me gusta, pero no estoy enamorada de él, he estado dudando últimamente, no soy el tipo de persona que se asienta, por lo menos con él, no. - Tristán suspira profundamente. - ¿Marlene? -  Le pregunta y vuelve la vista hacia ella. Tristán la abraza. - ¡La amo Tristán! Necesito ver si ella todavía siente lo mismo, la he lastimado antes, la he rechazado hasta el punto de que dudo que ella me quiera de vuelta. – Expone con dolor. - Tienes que intentarlo y creo que deberás estar preparada, no será fácil, pero sé que te quiere, solo tienes que ser convincente. – Él aconseja con tacto. - No quiero lastimar a Eric, es algo que ha estado en mi mente un tiempo, ahora debo defraudarlo. - Ella dice con severidad mirando al infinito. – Por desgracia le harás daño, aunque no quieras. Me dijo hace un tiempo que él tenía sentimientos profundos por ti, tengo que decirte que estaba preocupado por tu pasado. -  Ella baja la cabeza. - ¡Lo sé! Creo que me ha presionado porque él no quería perderme. – Le explica la situación. - Marlene es tu gran amor y ahora que te acuerdas de cosas, Lizette te habría proyectado hacia ella si las cosas no hubiesen sucedido como lo hicieron. – Le responde con confianza. - ¿Se lo has contado a Elisabeth? – Pregunta. Siguen caminando. - Cuando termine contigo, me sentaré con ella y hablaremos. - Tristán sonríe. – Sabes que estoy orgulloso de ti, de que camines tan bien. LCL no debe ser impedimento, no es el hogar para encontrar a la persona con la que se supone que vivirás el resto de tu vida, desafiante sí pero un logro que bien lo vale, sé que no quieres lastimar a Eric y yo… - Rebecca abraza a su hermano. - ¡Gracias Tristán! Gracias por estar a mi lado y darte cuenta de que esto es lo que quiero hacer, amo tanto a Marlene, ella es la persona con la que quiero pasar mi vida. -  Él agarra su mejilla con los dedos. - ¡Mi hermana pequeña! – Él niega con la cabeza y continúa. - Ve a hablar con Elisabeth, tienes mucho que planear y que hacer. - Ella se aleja de él en el jardín de rosas.



Rebecca se apoya en la puerta del estudio observando a Elisabeth que examina los informes bancarios que Tristán había dejado para ella. - ¡Oh! Rebecca, por favor, entra. – Se acerca al escritorio y se sienta. - ¿Estás lista para la inauguración esta noche? - Ella la mira por encima de sus gafas de leer. – Lo estoy, será mi última colección, creo. -  Ella sonríe ligeramente. Elisabeth sospecha que ella no ha venido a hablar de moda, se quita los anteojos. - ¿Hay algo de lo que quieras hablar conmigo? - Rebecca cruza las piernas y apoya las manos sobre la rodilla. - ¡Sí! Quería decirte algo. - Ella la mira brevemente. - ¿Estás bien? - Rebecca sonríe. Elisabeth cierra el libro de contabilidad que estaba viendo. - ¡Adelante Rebecca! - Ella amablemente la anima. -  He tomado una decisión. – Anuncia, Elisabeth sospecha que afectará a la familia. - He decidido ir en busca de Marlene y ver si ella me da una segunda oportunidad. - Sus palabras suenan firmes, Elisabeth escucha con dudas. - ¡Ya veo! ¿Y Eric? - Rebecca hace una mueca. - Se lo diré después de la inauguración. – Elisabeth no sale de su asombro. - Debo decir que estoy sorprendida, pero no desilusionada, será difícil para Eric. - Explica suavemente a Rebecca. - Eric es un hombre maravilloso que merece a alguien que le dé lo que él desea y merece. Quiere asentarse. -  Elisabeth inquiere con curiosidad. - ¿Te ha pedido que te cases con él? - Rebecca parece sorprendida. - ¡No! No lo ha hecho, pero él me ha dado a conocer sus sentimientos. -  Elisabeth se levanta de su silla y se sienta junto a ella. - ¿Marlene lo sabe? - Ella niega con la cabeza. - ¡No lo sabe! Pero tengo que intentarlo, la amo, Elisabeth, y lo sé, pero necesito estar con ella y si ella me quiere tendré que hacer sacrificios. – Sus sentimientos están a flor de piel.  - ¿Vas a renunciar a LCL? Las cosas van muy bien, acabo de revisar los libros del banco y estoy satisfecha con el resultado financiero del desfile. -  Ella le informa apresurada. - LCL se las arreglará sin mí como lo hizo cuando no pude por el accidente. Podría trabajar y diseñar desde casa. -  Insiste con una sonrisa de confianza. Elisabeth pensó en lo que estaba diciendo. - Solo quiero que seas feliz Rebecca, eso es todo lo que todos nosotros hemos querido para ti, tu padre sabía cuánto significaba ser feliz. Tú eras su pequeña niña, te amaba. – Le recuerda Elisabeth. - Sé que lo hizo y sé que él conocía que la única forma en la que, de alguna forma, iba a ser feliz era estar con Marlene. - Le explica sus sentimientos de nuevo. – Debes prepararte para hacer un viaje de ida y vuelta si es necesario. – Su madrastra se hace realista. - ¡Elisabeth! Si voy a ganarme a Marlene en este momento, tendré que dar más de mí, no solo un poco y lo más probable es que ya esté en condiciones. - Ella habla sombría. - Eso es comprensible, LCL ha sido próspero desde que te has apoderado de él, no me puedo quejar, pero es hora de vivir para ti, Rebecca, nos las arreglaremos. – Elisabeth aún tiene una reflexión más para Rebecca. - André está haciendo un trabajo fantástico como jefe de diseño y ha encontrado su sitio, debes ir y hablar con él antes de la inauguración y arreglar todos los temas de lo que haya que hacer. - Rebecca levanta sus ojos acuosos. - ¡Gracias Elisabeth! – Sale después de besar a su madrastra y regresa al invernadero, se viste y luego se dirige a LCL.
- ¡Hola Rebecca! – Saluda feliz André con una carga de dibujos en las manos. - ¡A mi oficina! - Ordena apuntando con un dedo. - ¡Está bien! – André la sigue hasta el despacho, muy intrigado. Coloca los cuadernos de dibujo sobre su escritorio. - ¿Algunas ideas nuevas? - Le pregunta Rebecca. - ¿Estás feliz aquí? – André no responde, a su vez, ella vuelve a preguntar. - Quiero decir como diseñador de moda. – Añade. - ¿Por qué Rebecca? ¿Está todo bien? -  Se preocupa. - Es hora de hacer algunos cambios en mi vida. - Ella duda un instante. André escucha con el oído muy agudo. - Es sobre Marlene. – Interrumpe André. - ¿Lo que tú y yo hablamos hace un tiempo? - Ella asiente con la cabeza. - Tengo que ver si hay otra oportunidad. A pesar de los reproches, necesito intentarlo. -  André apunta algo que está en el aire. -  Eric no lo va a tomar bien. – Ella frunce el ceño. - No estoy enamorada de Eric. -  Le dice claramente. -  No cambia el hecho de que me guste, pero no pienso en mi vida con él. – Remata el tema. - ¿Qué hay de esta presentación? -  André pregunta con firmeza. - ¡Sí! Es mi última colección formal. - Contesta en voz baja. - ¿Serás feliz si vas a vivir a los Estados Unidos? ¿Serás capaz de diseñar allí? - Le propone hacerse cargo de todo el diseño de LCL, él lo cuestiona y se siente halagado, hace muchas preguntas. - ¡Yo…! - Comenta balbuceando. - Estaré feliz de hacer lo que sea necesario para que LCL funcione eficientemente. - Y sonríe aliviado. - ¡Gracias André! Sabía que podía contar contigo, después de cerrar esta muestra tendrás que bajar a la dura tarea de la dirección. - Ambos se ríen con estrépito. - Este es el día más feliz que he visto en ti en mucho tiempo Rebecca, estoy encantado por que hayas encontrado el amor en alguien que sabes te corresponde, aunque sabes que va a ser difícil y tendrás que hacer sacrificios. Pero el amor, bueno, es lo que es. - Él bromea. - He sabido todo el tiempo que ella era la única y la descubrí cuando empecé a recuperar la memoria de lo sucedido con Lizette. Recordé que quería buscar a Marlene y el destino me la devolvió como mi fisioterapeuta. – Reflexiona con afectividad. - ¡Sí! Me enteré por los comentarios aquí en LCL. -  André explica, Rebecca gruñe con desagrado.  - Fue una situación delicada, cuando apareció aquí, ella estaba casada y su esposo era mi doctor. - Suspira negando con la cabeza. - ¡Algo pasó! – Inquiere mirándola. - Tuvimos una aventura y ella me confirmó que todavía estaba enamorada de mí. Luché al principio, pero luego me di cuenta de que tenía que resolver cosas pendientes en mi vida antes de tomar alguna decisión sobre lo que realmente quería. -  Rebecca le cuenta con claridad. - Pero luego estuvo Eric. - André parece confundido cuando dice su nombre. - Marlene quería que me fuera con ella a New Port. Decidió aceptar un trabajo allí, no quería quedarse en Alemania, yo no podía, necesitaba encontrar lo que había perdido, y se lo expliqué, pero ella insistía en que la acompañara y nos separamos, fue hiriente, pero tuve que mantenerme fuerte, no podía obligarla a quedarse y ser infeliz, ella había pasado por muchas cosas y esta era una verdadera oportunidad para ella en su carrera. – Le explica con serenidad. - ¡Ya veo! Así que cuando ella se fue, pensaste que las cosas podrían haber terminado y comenzaste a salir con Eric. - Ella asiente. Rebecca cierra el tema y comienzan a ultimar detalles de la muestra para mostrar la última colección.



Elisabeth y Rebecca se sientan en la primera fila. Las modelos comienzan a caminar por la pasarela y el escenario, los fotógrafos disparan fotos y los periodistas comentan entre ellos. Finalizada la exhibición. La prensa las rodea. - ¡Bueno! otra gran colección Señora. Von Lahnstein. - El Sr. Flock entrevista a ambas. Eric se mantiene al margen y Rebecca le mira mientras es Elisabeth quien contesta las preguntas de los periodistas. Una vez concluidas todas las obligaciones de cierre del desfile Rebecca se dirige a su despacho. Entra en su oficina y comienza a guardar sus cosas. Un ligero golpeo se oye en la puerta. - ¡Adelante! – Es Eric que aparece con gesto serio. - Parece que has copado el mercado otra vez. – Comenta sereno. - ¡Sí! Lo he conseguido. Y creo que para LCL será un éxito. – Él se acerca. - Te he echado de menos. - Le acaricia la mejilla con la mano. Ella emite un gemido. – Tenía pensado hablar contigo después. – Le dice, Eric la interrumpe. – Quería preguntarte algo. - Mete la mano en el bolsillo de su chaqueta, saca un anillo de compromiso y se arrodilla. Rebecca se sorprende y se asusta. - ¿Me harías el honor de convertirme en mi esposa? – Él pregunta con sus ojos traspasando los de ella. Rebecca se queda sin palabras. - ¡Por favor! Rebecca. – Le suplica en voz alta. - Me siento halagada y honrada, Eric. – Duda un instante. - Pero no puedo. – Él se levanta del arrodillado.   - ¿Por qué? ¿No somos tan buenos juntos Rebecca? Tienes que admitir que si es así. -Le suplica. - ¡No es eso, Eric! Sí me importas mucho, pero no puede ser. – Ella le contesta con suavidad. - ¡Rebecca te amo! Es a ti a la que quiero y con quién deseo pasar mi vida. - Ella le coge de la mano y se sientan frente a frente el uno del otro. - Hay una rubia de ojos azules que me está esperando, Eric. Ella es todo mi mundo y la mujer que amo. Estoy enamorada y lo he sabido desde el primer momento que nos dimos un beso hace años, es ella la que no puede salir de mi mente y hace que mi corazón revolotee, que mi estómago tenga mariposas…-  Eric la interrumpe brusco. - ¿Marlene? - Ella sacude la cabeza afirmando. - Pero ella se ha ido y tiene una vida lejos de ti. ¿Dejarías de diseñar para LCL? No estás siendo racional. -Le implora en voz alta. - Sé que te duele Eric y nunca quise hacer eso, tienes que creerme. – Pide disculpas. - ¡Te amo! Me gustaría que pensaras antes de actuar, puedes salir herida, devastada por una decisión sobre la que no tienes control. ¿Sabe ella cómo te sientes? - Pregunta con emoción, ella apenas puede hablar.  - ¿Rebecca lo sabe? - Él la agarra por los brazos. - ¡No! Ella no sabe que voy a buscarla. - Le responde. - Así que básicamente te estás preparando para el fracaso, debes escuchar a la razón. - Le insiste. - ¿Querías que mintiera, te dije que todo en mi vida era perfecto? Mi pasado era inestable y tenía cosas que me atormentaban. Te dije que no teníamos lazos y es doloroso, Eric. Debía ser honesta contigo, no endulzarlo, nunca te amaré como me amas. - Una lágrima cae de su ojo mientras contempla la expresión pensativa de su rostro. - Y nunca te amaré como la amo a ella. Sé que no será sencillo. ¿Quién dijo que lo sería? -  Ella se desgañita.     - Sólo pensé… - Él traga saliva cuando ella deja de hablar. - Sabías cuando nos conocimos que solo estaba buscando compañerismo, diversión. - Ella baja la cabeza, - ¿Así que todo este tiempo, yo no era más que un entretenimiento y que en realidad me utilizabas? - Su pregunta la enfurece. - ¡Eric! Se racional. ¿Cuántas veces tengo que decir cómo me siento? Nunca te olvidaré y tú eres una parte muy importante de mi vida, me has ayudado a ponerme en pie. - Ella clama comprensión. – Siento que no eres honesta contigo misma. Que esto es una cierta clase de farsa, una mierda si no lo entiendes. Nosotros no dormimos juntos por compañerismo, había algo más entre los dos. -  Él se manifiesta en voz alta. – ¡Eric! ¡Lo siento! Pero es tarde y tengo trabajo para terminar. ¿Podrías disculparme por favor? – Él suspira profundamente, camina hacia la puerta y la abre, mira hacia ella. – ¡Esta es Rebecca! – Lo dice en un exabrupto. Cierra la puerta y la deja. Rebecca se siente insignificante.

Tristán aparece a continuación. - ¡Hola!  Me parece que las cosas no van bien. – Le dice al notarla dolorida. Ella se acerca rápida hacia él y lo abraza. – Eric no ha sido agradable, está muy enojado y molesto, trató de hacerme cambiar de opinión. - Rebecca balbucea al hablar. - ¡Por supuesto que trataría de hacerte cambiar de opinión! -  Tristán bromea en un esfuerzo por relajarla. - No siento lo mismo que él. ¡Dios mío! ¿Cuántas veces debo decirlo? Me sentí mal y amargada por sus comentarios cortantes. - Ella se explica entre sollozos. - Es un hombre y ahora está herido, siente que deberías avergonzarte. – Tristán le comenta con frialdad.  Ella se cruza de brazos y le dirige una fría mirada. - Supongo que puedo decirlo, sé lo que se siente. – Expresa con honestidad. - ¡Vamos Tristán! Hemos pasado de todo. - Él la abraza por los hombros.  - Sé que tú y Marlene compartís ese tipo de amor que nada o nadie puede romper, estoy de tu lado, solo quiero que seas feliz. - La abraza de nuevo. - ¡Venga! Déjame llevarte a casa. -  Coge su chaqueta del perchero y se la coloca sobre los hombros. - ¡Mi bolso! - Lo agarra, apaga las luces y cierra la puerta de su oficina. Salen y se marchan a casa.



Marlene está sentada en su oficina escribiendo algunas notas, Grace golpea su puerta y entra. - ¡Hola! ¿Qué tal estás? Y ¿Cómo te ha ido en Nueva York? - Ella se sienta frente al escritorio. - Como cualquier seminario. ¡Aburrido! - Ella exclama y ahora pregunta. - No tuve tiempo de hablar contigo antes de irnos.  ¿Cómo te fue con Tracey? - Parece emocionada de oír cualquier buena noticia sobre Marlene. Ella deja caer el lápiz sobre los papeles que estaba escribiendo y frunce el ceño. - No tan bien como pensé. – Le explica con dudas. - ¡Oh, lo siento! Pensé que realmente estaba interesada. - Ella dice con tristeza. - ¡No es eso! Soy yo, salimos y fue una noche divertida. Me invitó a su casa, allí hablamos con seriedad, sobre todo sobre mi pasado. Ella piensa que necesito aclarar mi mente acerca de Rebecca. Tracey está interesada, pero no quiere una relación nublada por incertidumbres. - Marlene apoya la mejilla encima de su puño. - Pensé que tu ruptura con Rebecca estaba limpia cuando te fuiste y después de Navidad. ¿Rebecca todavía está en la foto? - Ella busca una respuesta de Marlene. - Hemos terminado, no he escuchado otra palabra de ella y yo he intentado seguir adelante. Me gusta mucho Tracey, puedo imaginar cómo se siente, Rebecca es mi pasado, ahora es obvio para mí, pero debo tener dudas persistentes. - Intenta sonreír. - Tal vez deberías tratar de hablar con Rebecca otra vez, todavía podría haber una conexión. - Le dice con sensatez.    - No creo que sea una buena idea Grace. ¡Lo intenté! Y todo lo que obtuve fue un mensaje diciendo que estaba bien y esperaba que mi vida estuviera yendo perfecta.-  Termina casi sollozando. - Percibo que todavía la amas mucho. – Grace le apunta. - Lo hago, pero ya caminé por esa puerta. - Ella suspira algo aparatosa.         - Ella no volverá a mí y tengo que lidiar con eso. - Le responde con tono de realismo. Grace se siente mal por Marlene, por su pasado y la incertidumbre de un futuro con alguien.  - Sé que no te rendirás, hay alguien especial para ti esperando. - Marlene la mira.  - Debería enfocarme en mi carrera y no en aspectos personales ahora mismo. – Contesta tajante.  

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