Una separación necesaria

Una separación necesaria

viernes, 12 de mayo de 2017

CAPÍTULO 73

                                           

                                          ESTO ES UNA LUCHA

- Estos diseños son hermosos.- Comenta Rebecca dando pausa a Angelo.
- Yo sé que siempre estoy dando las gracias, pero tengo que decir lo feliz que estoy de que me hayan dado la oportunidad de trabajar en LCL.-  Rebecca baja los hombros.            
- Déjame ver lo que puedes hacer con una hoja en blanco.- Ella le entrega una libreta de boceto. “Y no me defraudes.” Piensa Rebecca.
- ¡No entiendo! ¿Qué es lo que quieres que dibuje?- Exclama perplejo y sorprendido.
- Muéstrame lo que tienes, lo que puedes hacer con ese lápiz en tu mano, deja que lo que está en tu mente sea tu guía.-  Le explica con racionalidad. Él hace una respiración profunda.  
- ¿Y qué vas a hacer, verme? ¿Hacer una crítica?-  Él hace una mueca.
- En realidad, yo voy a estar haciendo mi trabajo, iré en busca de materiales.- Ella sonríe al verlo comenzar con  un esbozo, trabaja febril para impresionarla. Él gira la cabeza hacia la puerta del almacén para verla abrir y entrar en él. Su mente se pregunta de nuevo sobre ésta propuesta de Rebecca. Angelo esboza una capa hasta el tobillo  equipada con una bufanda que adorna el cuello de la modelo que había dibujado en el papel. Rebecca saca varios rollos, insegura de la tela que estaba buscando, se frota las sienes forzando la vista hasta que se decide por un muletón de algodón  negro. Llega a la estación de Emily se sienta y saca un bloc de dibujo. Comienza a dibujar un vestido de premamá para Marlene.  
– ¡Está hecho!-  Le afirma Angelo  tendiéndole el boceto de la capa que tan orgullosamente ha dibujado. Rebecca toma el papel y lo mira.
- ¡Hmmm! Un abrigo y una bufanda.- Comenta frunce el labio y no profiere palabra. - ¿No te gusta?-  pregunta con voz temblorosa.
- ¡Me gusta! Pero…-  Ella duda un momento. 
- ¿Qué?- Ella toma el lápiz con el que estaba dibujando y comenzó a señalar sus defectos.
- ¿Utilizas los botones como fachada diseñada para el abrigo? La bufanda define la parte superior, pero ¿Qué pasa con la sección media?-  Explica con gesto serio.  
- Que debería haber utilizado un cinturón para la sección media.-  El responde buscando la aprobación.
- Un cinturón diseñado como una guillotina o uno simplemente de lazos. - Ella lo mira.  
- ¡Ya veo!-  Responde entrecerrando los ojos mientras mira el dibujo.
- Las mujeres quieren la ropa y los accesorios que se ajusten a sus necesidades y sus cuerpos. Has de diseñar para una mujer que debes considerar elegante y bien proporcionada por no hablar joven y sensual.-  Ella retira el lápiz y le devuelve el papel.
- ¡Wow!- Él expresa en voz baja.
- A veces me gustaría que no estuvieras casada, incluso con una lesbiana. - Él le habla valiente, la sala se queda en silencio, Rebecca lo mira con una expresión muy seria.
- ¿Qué quieres decir?- Cuestiona su tono y su comentario como algo inaceptable.
- ¡Yo, yo…! - Él tartamudea de vergüenza. - Nunca quise insultarte, estoy tan emocionado de ser capaz de diseñar contigo, que a veces me pregunto qué haríamos un equipo maravilloso si estuviéramos juntos.-  Le habla para justificarse a sí mismo.
- ¿Es esto de lo que se trata? ¿Querías que me quedara hasta tarde porque tienes algunas fantasías sobre mí?-  Él baja la cabeza avergonzado. - ¡Respóndeme Angelo!- Ella le grita, ésta vez en voz alta.
- Lo siento mucho, yo no sé lo que estaba pensando, por favor olvida lo que dije.-  Ella sacude la cabeza él la sigue alrededor de la mesa y la coge por el hombro para que  gire  hacia él.
- No puedo evitar lo que siento por ti, eres todo para mí, una mujer perfecta. Cualquier hombre se sentiría honrado aunque supiera que no había ninguna chispa de interés de usted.-  Él le implora.
- Estoy sorprendida, sorprendida que te sientas de esta manera. Cuando te expliqué todo sobre Marlene, pensé que lo entenderías.-  Ella se aleja. - ¿De dónde viene esto?-  Le pide una explicación.
- Sólo trabajando contigo, junto a ti, que has pinchado mi interés y lo siento si te hice sentir incómoda.-  Él trata de tocarle el lado de la cara con la mano.
- ¡No lo hagas!-  Él baja la mano. - La gente habla por aquí.-  Él la mira severamente, ella le devuelve la mirada. - La gente siempre habla, esto es un negocio, con un montón de gente en ella, hay personas que no tienen nada mejor que hacer que el chisme, ¡Una mierda!-  Rebecca responde con enojo.
- Dicen que tuviste un romance con un hombre.-  Ella traga saliva con el corazón palpitante, se cruza los brazos y suspira con enojo.
- Eso no es asunto tuyo y no te importa con quien yo me haya acostado en mi pasado, no tiene nada que ver contigo o tu trabajo.  ¿He sido clara?-  Le espeta con firmeza. Angelo se queda sin habla. Rebecca cierra el cuaderno de dibujo y comienza a alejarse. - ¡Por favor! Te ruego que no te enojes.-  Dice con cautela- ¡Rebecca! No puedo cambiar las cosas que he dicho, sólo puedo pedirte disculpas, eso es todo.-  Él comienza a seguirla con un sudor frío corriendo por su frente.
- Vete a casa Angelo, te veré mañana.- Le dice sin dar la vuelta y saliendo fuera de LCL.

Rebecca abre la puerta de la casa deja sus cosas en la oficina.
– ¡Oh! Señora Von Lahnstein es usted.- Ruth la saluda desde el vestíbulo, arquea una ceja hacia ella.    
- ¡Buenas noches!-  Responde al saludo con cortesía.
- ¿Le gustaría cenar ahora?- Ella le pregunta.
- ¡No gracias! Yo realmente no tengo hambre. ¿Te importa  guardarlo?- Le pide al entrar en la gran sala.
- Como quiera. Buenas noches.-  Ella la deja sola. Rebecca se sirve un whisky y se sienta en la silla enciende la lámpara y se acomoda. Toma un trago rápido de su copa y deja el vaso medio vacío en la mesa. Rebecca mira la alianza de oro que adorna su dedo anular izquierdo, le da vueltas con su pulgar y hace una mueca.
- ¡Dios!- Exclama en voz baja. - No hay respeto.- Una lágrima se forma en su ojo, se frota la cara olfateando y bajando la cabeza.     
- ¡Rebecca!-  Marlene llama con suave voz, ella vuelve la cabeza para mirarla, no ha apercibido de su llegada. Marlene se apresura a su lado.
- Cariño ¿Qué pasa?- Se agacha a tocar ese lado de su cara.
- Ha sido un largo día, sólo.-  Deja de hablar sacudiendo la cabeza.
- ¡Rebecca! ¿Qué sucede, hizo Tanja algo…? "El tono de Marlene es serio, Rebecca la interrumpe.
- No tiene nada que ver con Tanja, simplemente no entiendo a la gente y especialmente las personas con las que trabajamos.- Le explica, recoge su copa y acaba el whisky.
- ¿Qué ha pasado? – Marlene le pregunta con severidad.
- ¡Angelo! Lo estúpida que puedo ser. – Marlene se encuentra  perdida en la conversación. 
- ¿Qué hizo? - Le pregunta, su curiosidad ahora es enorme. 
- Él profesa sentimientos por mí.- Lo suelta en voz alta. Marlene le dirige una mirada severa.
- ¿Qué? ¿Qué quieres decir Rebecca?- Pregunta en estado de shock.
- ¿Él te ha tocado o…?- Tensa el gesto al preguntar.   
- ¡No! Él nunca tendría esa oportunidad.-  Ella mira de nuevo su anillo de desposada en el dedo, otra vez comienza a moverlo. Marlene observa el movimiento de su dedo pulgar en su anillo. Le coge la mano para detenerla. - ¡Te amo!-  Rebecca le expresa mirando a sus ojos.
- ¡Lo sé!- Ella sonríe ligeramente. - Y estoy segura de Angelo se debe sentir como un idiota ahora.-  Ella se ríe provocando a Rebecca a hacer lo mismo.
- ¡Está bien! Tú misma lo has dicho, habrá personas que entren y salgan de nuestras vidas, pero sé que no hay nadie para ti, salvo yo.-  Ella le asegura erizando la parte superior del pelo con la mano.
-  ¡Vámonos arriba!-  Marlene coge de la mano a Rebecca y se dirigen a las escaleras. Rebecca se siente ridiculizada en cierto modo.  
- Él hizo un comentario.- Marlene la mira en expectativa de lo que quiere decir.  
- Él me comentó que la gente de por aquí le dijeron que tuve un romance con un hombre.-  Thore llegó instantáneamente a la mente de Marlene.     
- ¡Lo siento Rebecca! Pero no me sorprende.-  Ella le replica mientras empieza a desabrocharse la camisa.
- ¡Déjame adivinar! ¿Abby?- Rebecca lo expresa con ira.   
- ¿Importa? Dudo que ella sea la única, la gente habla y el chismorreo es algo común. Y ¿Cómo saber si no fue Angelo quien se acercó a alguien?-  Marlene cuestiona con firmeza.
– No lo podemos saber, pero no puedo tener esa obsesión  sobre nuestras cabezas.-  Rebecca se expresa con nerviosa actitud.
– Y ¿Qué vas a hacer? ¿Dime? ¿Eso hará que Tanja y Elisabeth cambien de opinión? Tenemos que arreglarnos para hacer frente a Abby porque Tanja se niega a escuchar, piensa que debemos hacer frente a la situación fuera de LCL.- Le argumenta quitándose el último artículo de la ropa, se queda desnuda delante de Rebecca.
- ¡Quítate la ropa!-  Le sonríe.  
- Marlene esto no es cosa de broma, tengo el derecho de terminar éste asunto, es mi trabajo.-  Sus súplicas son escuchadas.
- ¿Dónde estamos?-  Ella le pregunta con seriedad.
- Estamos en casa ¿por qué?- Rebecca responde insegura de lo que su esposa trata de decir.
- Esto no es LCL, has manifestado tu enojo y lo he escuchado. Ahora es el momento de poner fin a ello. No podemos solucionar el problema en este momento.  En casa solo quiero disfrutar de nosotras, no quiero hablar de negocios o cualquiera de los pendejos con los que trabajamos.- La sonrisa aparece en su cara. Rebecca comienza a quitarse la ropa, ambas se meten en la ducha de vapor caliente y relajante. Se bañan entre sí con sus manos frotan con suavidad la una sobre el cuerpo de la otra la espuma del jabón.   Se enjuagan  y se envuelven en sendas toallas.
- ¿Mejor?-  Marlene le susurra a su oído y le pilla el lóbulo de la oreja entre los dientes. Rebecca gime. La cruda realidad del beso con Sofía se aparece en su mente.
- ¡No puedo!- Responde nerviosa.
- ¿Por qué no?- El tono de Marlene se preocupa.
- Porque, estoy estresada, cansada y con necesidad de dormir.-  Ella rompe su férreo control. Marlene mira como Rebecca se arrastra al dormitorio y se pone el pijama.
- No puedo dejar de pensar en que es lo que te está molestando.- Le comenta Marlene al caer en la cama junto a ella.
- ¿Por qué dices eso?-  Pregunta girando hacia ella.
- Porque estás actuando extraña y poco dispuesta.-  Le dice acariciándole la mejilla con el dorso de su mano extendida.
- No hay nada más, de verdad, estoy cansada y voy a tener que enfrentarme y tratar con Angelo y sus problemas por la mañana.- Ella le responde en un tono amargo. Marlene rueda sobre Rebecca y se pone parcialmente encima de ella.
- Te quiero ahora.- Ella se ríe humilde. 
- ¡Marlene!- Rebecca exclama cogiendo un mechón de su cabello que le cae en la cara.      
- ¿Me quieres?- Ella le pregunta.
– Claro que te quiero.- Se acerca hasta tocar sus labios con los de ella. - Pero no esta noche.- Le responde.
- ¿Vas a permitir que otros dictan cuáles son sus sentimientos?- Ella pregunta con audacia.
– Marlene, no es tan fácil, tenemos que trabajar con estas personas y es muy incómodo siquiera pensar en ello. Nunca he dado a este hombre una razón para tener estos sentimientos. Me pilló por sorpresa.  ¿Qué se supone que debo hacer?- Rebecca responde tirando de las sábanas y sentándose en el lado de la cama.
- Yo no voy a dejar que cualquiera de estas personas gobiernen sobre lo que hacemos como pareja muy enamorada, Rebecca.- Marlene se acerca más a ella. Rebecca suspira se levanta y paseaba inquieta.
- ¡Rebecca! Por favor vuelve a la cama y deja de permitir que esto te frustre, tómate algún tiempo y piensa antes de decidirte a actuar. No quieras iniciar una guerra en LCL.-  Ella le declara emocionalmente. Rebecca comienza a tomar en serio lo que está diciendo.
- ¡Tienes razón! No voy a dejar que esto arruine las cosas, voy a tener que manejarlo profesionalmente, sin dejar que mis sentimientos se interpongan en el camino.- Sonríe a Marlene.             
- ¡Gracias!- Se arrodilla junto a la cama.
-Tenemos que centrarnos en nuestro bebé. Quiero que nuestro hogar esté lleno de felicidad no de indecisiones. Sé que tendré tensiones y presiones debido a las responsabilidades que mantengo. La gente dirá lo que quiera en LCL o en la oficina sobre nosotras. Pero en casa, LCL no nos va a eclipsar nunca más. ¿Lo he dicho con claridad?-  Ella gritó con voz ronca. Rebecca bajó la cabeza hasta la rodilla de Marlene descansó allí brevemente.
- ¡Sí! Se hará así. Tú  y yo hicimos ese acuerdo cuando te pedí que te casaras conmigo.- Ella se expresa en un tono tranquilo. Necesita contarle la verdad sobre Sophia. Su pecho se tensa ante la idea de decírselo a Marlene, su mente da vueltas, se resiste a contarlo ahora o esperar a ver si ella acepta el trabajo.
- Ahora vuelve a la cama y te dejaré  dormir tranquila.- Marlene rompe el pensamiento de Rebecca. Se acuesta junto a ella cerrando los ojos en un intento de relajarse.
- ¡Buenas noches!- Marlene le susurra. Rebecca responde en tono cariñoso.
- ¡Buenas noches amor mío!- Y se duermen abrazadas.

Rebecca baja lentamente por las escaleras oliendo el desayuno.
- ¿Café?- Ruth le pregunta al detectar su presencia.
- ¡Sí, por favor!-  Se sienta a la barra.
- ¿Dónde está Marlene?- Le pregunta mirando a su alrededor, Ruth trae una taza de café que coloca delante de ella.
- Me dijo que tenía una mañana muy ocupada y se fue a la oficina temprano.-  Ruth regresa al fogón para terminar sus deberes matutinos. Rebecca toma su desayuno y una vez terminado el café se dirige a su despacho y recoge su agenda.
- Vuelvo un poco más tarde.- Le dice a Ruth mientras sale por la puerta. Su mente se centra en lo que Marlene estaría haciendo.
Marlene sube por las escaleras, en el área de diseño Angelo se está preparando para la reunión de la mañana de Rebecca. Marlene se acercó a él y le muestra una leve sonrisa.
- Me gustaría que pudieras venir a mi oficina por favor, tengo las fotos del telón de fondo para la colección de lencería y quería repasarlas contigo.- Angelo la mira con cierta sorpresa.
- ¿Ahora?- Le pregunta con un brazo lleno de rollos de material.  
- Quiero  dejarlo cerrado antes de la reunión.-  Angelo traga saliva muy serio, mientras, ella entra en su oficina. Suspira con profundidad,  pone  el material sobre su mesa de diseño, rápidamente se arregla la corbata y camina nerviosamente a la oficina, golpea vacilante la puerta.
- ¡Por favor! Entra!-  Le pide y él entra lentamente. Marlene saca las fotos del sobre y le señala para que se siente. 
- Creo que estamos listos, Aarón tomó estas fotos ayer y yo quiero que las veas para tener un idea de lo que son los telones de fondo. Revísalos puesto que estarás muy ocupado con los modelos y la ropa interior. - Él se relaja y sonríe, coge las fotos y comienza a pasar una por una
- Mi primer desfile, estoy nervioso y con la esperanza de que la colección sea una auténtica línea de moda.- Exclama levantando ligeramente un ojo hacia ella. Marlene se recuesta en su silla.
- ¿Cuál es  tu opinión?-  Él le devuelve las fotos.
- Estoy impresionado, impresionado de que hayas sido capaz de encajar el nombre  con un tema de noche, un horizonte con las luces brillantes de la ciudad, muy sencilla y romántica.-  Su opinión resulta motivadora para Marlene.
- ¡Sí! Es algo que siempre he tenido mucho interés en hacer.-  Ella le comenta con un sarcasmo de sonrisa.
- Debo volver al trabajo, Rebecca…- Ella le interrumpe con sequedad.
- Hablando de Rebecca…- Él comienza mirando con extrañeza, se siente pequeño como si supiera lo que está a punto de decir.
- Marlene, por favor, creo que sé…-  Ella entrecierra los ojos en esta ocasión, con severidad interpone.  
- Rebecca es mi esposa, creo que cuando  interrumpió nuestra conversación aquella noche en el castillo, te dijo que tu trabajo es de diseñador. ¿Me equivoco?-  Ella le pregunta mirando la angustia en su rostro.
- Ella lo hizo, pero yo…- No consigue continuar, se cubre su rostro con las manos.
- Tu trabajo es todo lo que es, un diseñador no el ligón de LCL y debes respetar el hecho de que estamos casadas, ninguna de nosotras es responsable de tus necesidades o tu soledad. Rebecca te dio un trabajo y uno muy bueno. Ella se dio cuenta de tu talento y ¿Así es como se lo pagas?-  Marlene hace una pausa.
- ¡Lo siento! Nunca quise causar conflictos, sólo me siento afortunado y no voy a mentir, trabajamos muy bien juntos, ella me ha enseñado mucho y no pude evitar el hecho de que me atraiga.-  Él aprieta su mandíbula mientras hablaba.
- Supera tus enamoramientos y encuentra a alguien más, Rebecca no está disponible ni lo estará, esto es un negocio y no un lugar para escapadas sexuales o rumores. ¡Sí! La gente habla y dicen cosas que no tienen fundamento. No sé lo que oíste en los hilos de esa red.-  Le advierte con vehemencia.
- Sé que estás enojada. Me doy cuenta que no tengo oportunidad con Rebecca y mi trabajo es muy importante para mí.- Él le responde mirando hacia el suelo, está  avergonzado.
- Si realmente quieres ser un diseñador superior aquí, entonces aléjate del peligro y de los cotilleos, vigila tu espalda. Tanja está al día con los chismes o rumores y no dudará en enviarte a Roma de embalaje.-  Le dice de manera asertiva. Él se muestra conforme con un gesto de la cabeza y respira hondo.- ¿Nos entendemos?- Él la mira a los ojos en señal de aprobación.
- ¡Sí! Lo he captado- Responde Angelo. Ella cruza las manos.
- Eso es todo lo que tengo que decir.- Marlene sentencia con dureza. En silencio, él, abandona el despacho sin decir una palabra.

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