ESTO ES UNA LUCHA
- Estos
diseños son hermosos.- Comenta
Rebecca dando pausa a Angelo.
- Yo
sé que siempre estoy dando las gracias, pero tengo que decir lo feliz que estoy
de que me hayan dado la oportunidad de trabajar en LCL.- Rebecca baja los hombros.
- Déjame
ver lo que puedes hacer con una hoja en blanco.- Ella le entrega una libreta de boceto. “Y no me defraudes.” Piensa Rebecca.
- ¡No
entiendo! ¿Qué es lo que quieres que dibuje?- Exclama perplejo y sorprendido.
- Muéstrame
lo que tienes, lo que puedes hacer con ese lápiz en tu mano, deja que lo que
está en tu mente sea tu guía.-
Le explica con racionalidad. Él hace una
respiración profunda.
- ¿Y
qué vas a hacer, verme? ¿Hacer una crítica?- Él hace una mueca.
- En
realidad, yo voy a estar haciendo mi trabajo, iré en busca de materiales.- Ella sonríe al verlo comenzar con un esbozo, trabaja febril para impresionarla.
Él gira la cabeza hacia la puerta del almacén para verla abrir y entrar en él.
Su mente se pregunta de nuevo sobre ésta propuesta de Rebecca. Angelo esboza
una capa hasta el tobillo equipada con
una bufanda que adorna el cuello de la modelo que había dibujado en el papel.
Rebecca saca varios rollos, insegura de la tela que estaba buscando, se frota
las sienes forzando la vista hasta que se decide por un muletón de algodón negro. Llega a la estación de Emily se sienta
y saca un bloc de dibujo. Comienza a dibujar un vestido de premamá para Marlene.
–
¡Está hecho!- Le afirma Angelo tendiéndole el boceto de la capa que tan
orgullosamente ha dibujado. Rebecca toma el papel y lo mira.
-
¡Hmmm! Un abrigo y una bufanda.-
Comenta frunce el labio y no profiere palabra. - ¿No te gusta?- pregunta
con voz temblorosa.
-
¡Me gusta! Pero…- Ella duda un momento.
- ¿Qué?- Ella toma el lápiz con el que estaba
dibujando y comenzó a señalar sus defectos.
- ¿Utilizas
los botones como fachada diseñada para el abrigo? La bufanda define la parte
superior, pero ¿Qué pasa con la sección media?- Explica
con gesto serio.
-
Que debería haber utilizado un cinturón para la sección media.- El
responde buscando la aprobación.
-
Un cinturón diseñado como una guillotina o uno simplemente de lazos. - Ella lo mira.
-
¡Ya veo!- Responde entrecerrando los ojos mientras mira
el dibujo.
- Las
mujeres quieren la ropa y los accesorios que se ajusten a sus necesidades y sus
cuerpos. Has de diseñar para una mujer que debes considerar elegante y bien
proporcionada por no hablar joven y sensual.- Ella retira el lápiz y
le devuelve el papel.
- ¡Wow!- Él expresa en voz baja.
-
A veces me gustaría que no estuvieras casada, incluso con una lesbiana. - Él le habla valiente, la sala se queda en
silencio, Rebecca lo mira con una expresión muy seria.
- ¿Qué
quieres decir?- Cuestiona
su tono y su comentario como algo inaceptable.
- ¡Yo, yo…! - Él tartamudea de vergüenza. - Nunca quise insultarte, estoy tan
emocionado de ser capaz de diseñar contigo, que a veces me pregunto qué haríamos
un equipo maravilloso si estuviéramos juntos.- Le habla para justificarse a sí mismo.
-
¿Es esto de lo que se trata? ¿Querías que me quedara hasta tarde porque tienes
algunas fantasías sobre mí?- Él baja la cabeza avergonzado. - ¡Respóndeme Angelo!- Ella le grita,
ésta vez en voz alta.
- Lo
siento mucho, yo no sé lo que estaba pensando, por favor olvida lo que dije.- Ella
sacude la cabeza él la sigue alrededor de la mesa y la coge por el hombro para
que gire hacia él.
-
No puedo evitar lo que siento por ti, eres todo para mí, una mujer perfecta. Cualquier
hombre se sentiría honrado aunque supiera que no había ninguna chispa de
interés de usted.- Él le implora.
- Estoy
sorprendida, sorprendida que te sientas de esta manera. Cuando te expliqué todo
sobre Marlene, pensé que lo entenderías.- Ella se aleja. - ¿De dónde viene esto?- Le pide una explicación.
- Sólo
trabajando contigo, junto a ti, que has pinchado mi interés y lo siento si te
hice sentir incómoda.- Él trata de tocarle el lado de la cara con la
mano.
-
¡No lo hagas!- Él baja la mano. - La gente habla por aquí.- Él la mira severamente, ella le devuelve la
mirada. - La gente siempre habla, esto es
un negocio, con un montón de gente en ella, hay personas que no tienen nada
mejor que hacer que el chisme, ¡Una mierda!- Rebecca responde con enojo.
-
Dicen que tuviste un romance con un hombre.- Ella traga saliva con
el corazón palpitante, se cruza los brazos y suspira con enojo.
-
Eso no es asunto tuyo y no te importa con quien yo me haya acostado en mi
pasado, no tiene nada que ver contigo o tu trabajo. ¿He sido clara?- Le
espeta con firmeza. Angelo se queda sin habla. Rebecca cierra el cuaderno de
dibujo y comienza a alejarse. - ¡Por
favor! Te ruego que no te enojes.-
Dice con cautela. -
¡Rebecca! No puedo cambiar las cosas que he dicho, sólo puedo pedirte disculpas,
eso es todo.- Él comienza a seguirla con un sudor frío corriendo
por su frente.
- Vete
a casa Angelo, te veré mañana.-
Le dice sin dar la vuelta y saliendo fuera de LCL.
Rebecca abre la puerta de la casa deja sus
cosas en la oficina.
–
¡Oh! Señora Von Lahnstein es usted.-
Ruth la saluda desde el vestíbulo, arquea una ceja hacia ella.
-
¡Buenas noches!- Responde al saludo con cortesía.
- ¿Le
gustaría cenar ahora?-
Ella le pregunta.
-
¡No gracias! Yo realmente no tengo hambre. ¿Te importa guardarlo?- Le pide al entrar en la gran sala.
-
Como quiera. Buenas noches.-
Ella la deja sola. Rebecca se sirve un
whisky y se sienta en la silla enciende la lámpara y se acomoda. Toma un trago
rápido de su copa y deja el vaso medio vacío en la mesa. Rebecca mira la alianza
de oro que adorna su dedo anular izquierdo, le da vueltas con su pulgar y hace
una mueca.
-
¡Dios!- Exclama en voz
baja. - No hay respeto.- Una lágrima
se forma en su ojo, se frota la cara olfateando y bajando la cabeza.
-
¡Rebecca!- Marlene llama con suave voz, ella vuelve la
cabeza para mirarla, no ha apercibido de su llegada. Marlene se apresura a su
lado.
-
Cariño ¿Qué pasa?- Se agacha
a tocar ese lado de su cara.
-
Ha sido un largo día, sólo.- Deja de hablar sacudiendo la cabeza.
-
¡Rebecca! ¿Qué sucede, hizo Tanja algo…? "El tono de Marlene es serio, Rebecca la interrumpe.
- No
tiene nada que ver con Tanja, simplemente no entiendo a la gente y
especialmente las personas con las que trabajamos.- Le explica, recoge su copa y acaba el
whisky.
-
¿Qué ha pasado? – Marlene
le pregunta con severidad.
-
¡Angelo! Lo estúpida que puedo ser.
– Marlene se encuentra perdida en la
conversación.
- ¿Qué
hizo? - Le pregunta, su
curiosidad ahora es enorme.
-
Él profesa sentimientos por mí.-
Lo suelta en voz alta. Marlene le dirige una mirada severa.
-
¿Qué? ¿Qué quieres decir Rebecca?-
Pregunta en estado de shock.
-
¿Él te ha tocado o…?- Tensa
el gesto al preguntar.
-
¡No! Él nunca tendría esa oportunidad.- Ella mira de nuevo su
anillo de desposada en el dedo, otra vez comienza a moverlo. Marlene observa el
movimiento de su dedo pulgar en su anillo. Le coge la mano para detenerla. - ¡Te amo!- Rebecca le expresa mirando a sus ojos.
-
¡Lo sé!- Ella sonríe
ligeramente. - Y estoy segura de Angelo
se debe sentir como un idiota ahora.- Ella se ríe provocando a Rebecca a hacer lo
mismo.
-
¡Está bien! Tú misma lo has dicho, habrá personas que entren y salgan de
nuestras vidas, pero sé que no hay nadie para ti, salvo yo.-
Ella le asegura erizando la parte superior del pelo con la mano.
- ¡Vámonos arriba!- Marlene coge de la mano a Rebecca y se dirigen
a las escaleras. Rebecca se siente ridiculizada en cierto modo.
- Él
hizo un comentario.-
Marlene la mira en expectativa de lo que quiere decir.
- Él
me comentó que la gente de por aquí le dijeron que tuve un romance con un
hombre.- Thore llegó instantáneamente a la mente de
Marlene.
-
¡Lo siento Rebecca! Pero no me sorprende.- Ella le replica
mientras empieza a desabrocharse la camisa.
-
¡Déjame adivinar! ¿Abby?-
Rebecca lo expresa con ira.
-
¿Importa? Dudo que ella sea la única, la gente habla y el chismorreo es algo
común. Y ¿Cómo saber si no fue Angelo quien se acercó a alguien?- Marlene
cuestiona con firmeza.
– No
lo podemos saber, pero no puedo tener esa obsesión sobre nuestras cabezas.-
Rebecca se expresa con nerviosa actitud.
–
Y ¿Qué vas a hacer? ¿Dime? ¿Eso hará que Tanja y Elisabeth cambien de opinión?
Tenemos que arreglarnos para hacer frente a Abby porque Tanja se niega a
escuchar, piensa que debemos hacer frente a la situación fuera de LCL.- Le argumenta quitándose el último artículo
de la ropa, se queda desnuda delante de Rebecca.
-
¡Quítate la ropa!- Le sonríe.
- Marlene
esto no es cosa de broma, tengo el derecho de terminar éste asunto, es mi
trabajo.- Sus súplicas son escuchadas.
- ¿Dónde
estamos?- Ella le pregunta con seriedad.
- Estamos
en casa ¿por qué?- Rebecca
responde insegura de lo que su esposa trata de decir.
- Esto
no es LCL, has manifestado tu enojo y lo he escuchado. Ahora es el momento de
poner fin a ello. No podemos solucionar el problema en este momento. En casa solo quiero disfrutar de nosotras, no
quiero hablar de negocios o cualquiera de los pendejos con los que trabajamos.- La sonrisa aparece en su cara. Rebecca comienza
a quitarse la ropa, ambas se meten en la ducha de vapor caliente y relajante. Se
bañan entre sí con sus manos frotan con suavidad la una sobre el cuerpo de la
otra la espuma del jabón. Se enjuagan y se envuelven en sendas toallas.
- ¿Mejor?- Marlene le susurra a su oído y le pilla el
lóbulo de la oreja entre los dientes. Rebecca gime. La cruda realidad del beso
con Sofía se aparece en su mente.
-
¡No puedo!- Responde nerviosa.
- ¿Por
qué no?- El tono de
Marlene se preocupa.
-
Porque, estoy estresada, cansada y con necesidad de dormir.- Ella rompe su férreo control. Marlene mira
como Rebecca se arrastra al dormitorio y se pone el pijama.
- No
puedo dejar de pensar en que es lo que te está molestando.- Le comenta Marlene al caer en la cama
junto a ella.
- ¿Por
qué dices eso?- Pregunta girando hacia ella.
- Porque
estás actuando extraña y poco dispuesta.- Le dice acariciándole la
mejilla con el dorso de su mano extendida.
- No
hay nada más, de verdad, estoy cansada y voy a tener que enfrentarme y tratar
con Angelo y sus problemas por la mañana.- Ella le responde en un tono amargo. Marlene rueda sobre
Rebecca y se pone parcialmente encima de ella.
- Te
quiero ahora.- Ella se ríe
humilde.
- ¡Marlene!- Rebecca exclama cogiendo un mechón de su cabello que le cae en la cara.
- ¡Marlene!- Rebecca exclama cogiendo un mechón de su cabello que le cae en la cara.
- ¿Me
quieres?- Ella le
pregunta.
–
Claro que te quiero.- Se
acerca hasta tocar sus labios con los de ella. - Pero no esta noche.- Le responde.
- ¿Vas
a permitir que otros dictan cuáles son sus sentimientos?- Ella pregunta con audacia.
– Marlene,
no es tan fácil, tenemos que trabajar con estas personas y es muy incómodo
siquiera pensar en ello. Nunca he dado a este hombre una razón para tener estos
sentimientos. Me pilló por sorpresa.
¿Qué se supone que debo hacer?-
Rebecca responde tirando de las sábanas y sentándose en el lado de la cama.
- Yo
no voy a dejar que cualquiera de estas personas gobiernen sobre lo que hacemos
como pareja muy enamorada, Rebecca.- Marlene
se acerca más a ella. Rebecca suspira se levanta y paseaba inquieta.
-
¡Rebecca! Por favor vuelve a la cama y deja de permitir que esto te frustre, tómate
algún tiempo y piensa antes de decidirte a actuar. No quieras iniciar una
guerra en LCL.- Ella le declara emocionalmente. Rebecca comienza
a tomar en serio lo que está diciendo.
-
¡Tienes razón! No voy a dejar que esto arruine las cosas, voy a tener que
manejarlo profesionalmente, sin dejar que mis sentimientos se interpongan en el
camino.- Sonríe a Marlene.
-
¡Gracias!- Se arrodilla
junto a la cama.
-Tenemos
que centrarnos en nuestro bebé. Quiero que nuestro hogar esté lleno de
felicidad no de indecisiones.
Sé que tendré tensiones y presiones
debido a las responsabilidades que mantengo. La gente dirá lo que quiera en LCL o en la oficina sobre nosotras. Pero
en casa, LCL no nos va a eclipsar nunca más. ¿Lo he dicho con claridad?- Ella gritó con voz ronca. Rebecca bajó la
cabeza hasta la rodilla de Marlene descansó allí brevemente.
-
¡Sí! Se hará así. Tú y yo hicimos ese
acuerdo cuando te pedí que te casaras conmigo.- Ella se expresa en un tono tranquilo.
Necesita contarle la verdad sobre Sophia. Su pecho se tensa ante la idea de decírselo
a Marlene, su mente da vueltas, se resiste a contarlo ahora o esperar a ver si
ella acepta el trabajo.
- Ahora
vuelve a la cama y te dejaré dormir
tranquila.- Marlene rompe
el pensamiento de Rebecca. Se acuesta junto a ella cerrando los ojos en un
intento de relajarse.
-
¡Buenas noches!- Marlene le
susurra. Rebecca responde en tono cariñoso.
-
¡Buenas noches amor mío!- Y
se duermen abrazadas.
Rebecca baja lentamente por las escaleras
oliendo el desayuno.
-
¿Café?- Ruth le pregunta
al detectar su presencia.
-
¡Sí, por favor!- Se sienta a la barra.
- ¿Dónde
está Marlene?- Le pregunta
mirando a su alrededor, Ruth trae una taza de café que coloca delante de ella.
-
Me dijo que tenía una mañana muy ocupada y se fue a la oficina temprano.- Ruth
regresa al fogón para terminar sus deberes matutinos. Rebecca toma su desayuno
y una vez terminado el café se dirige a su despacho y recoge su agenda.
- Vuelvo
un poco más tarde.- Le
dice a Ruth mientras sale por la puerta. Su mente se centra en lo que Marlene
estaría haciendo.
Marlene sube por las escaleras, en el área
de diseño Angelo se está preparando para la reunión de la mañana de Rebecca.
Marlene se acercó a él y le muestra una leve sonrisa.
-
Me gustaría que pudieras venir a mi oficina por favor, tengo las fotos del telón
de fondo para la colección de lencería y quería repasarlas contigo.- Angelo la mira con cierta sorpresa.
- ¿Ahora?- Le pregunta con un brazo lleno de rollos
de material.
-
Quiero dejarlo cerrado antes de la
reunión.- Angelo traga saliva muy serio, mientras, ella
entra en su oficina. Suspira con profundidad, pone el
material sobre su mesa de diseño, rápidamente se arregla la corbata y camina
nerviosamente a la oficina, golpea vacilante la puerta.
-
¡Por favor! Entra!- Le pide y él entra lentamente. Marlene saca
las fotos del sobre y le señala para que se siente.
- Creo
que estamos listos, Aarón tomó estas fotos ayer y yo quiero que las veas para
tener un idea de lo que son los telones de fondo. Revísalos puesto que estarás
muy ocupado con los modelos y la ropa interior. - Él se relaja y sonríe, coge las fotos y
comienza a pasar una por una.
-
Mi primer desfile, estoy nervioso y con la esperanza de que la colección sea una
auténtica línea de moda.- Exclama
levantando ligeramente un ojo hacia ella. Marlene se recuesta en su silla.
-
¿Cuál es tu opinión?- Él
le devuelve las fotos.
- Estoy
impresionado, impresionado de que hayas sido capaz de encajar el nombre con un tema de noche, un horizonte con las
luces brillantes de la ciudad, muy sencilla y romántica.- Su opinión
resulta motivadora para Marlene.
-
¡Sí! Es algo que siempre he tenido mucho interés en hacer.- Ella le comenta con un sarcasmo de sonrisa.
-
Debo volver al trabajo, Rebecca…- Ella le interrumpe con sequedad.
-
Hablando de Rebecca…- Él
comienza mirando con extrañeza, se siente pequeño como si supiera lo que está a
punto de decir.
- Marlene,
por favor, creo que sé…- Ella entrecierra los ojos en esta ocasión, con
severidad interpone.
- Rebecca
es mi esposa, creo que cuando interrumpió
nuestra conversación aquella noche en el castillo, te dijo que tu trabajo es de
diseñador. ¿Me equivoco?- Ella le pregunta mirando la angustia en su rostro.
- Ella
lo hizo, pero yo…- No
consigue continuar, se cubre su rostro con las manos.
- Tu
trabajo es todo lo que es, un diseñador no el ligón de LCL y debes respetar el hecho de que estamos casadas, ninguna de nosotras es responsable de
tus necesidades o tu soledad. Rebecca te dio un trabajo y uno muy bueno. Ella
se dio cuenta de tu talento y ¿Así es como se lo pagas?- Marlene
hace una pausa.
-
¡Lo siento! Nunca quise causar conflictos, sólo me siento afortunado y no voy a
mentir, trabajamos muy bien juntos, ella me ha enseñado mucho y no pude evitar
el hecho de que me atraiga.-
Él aprieta su mandíbula mientras hablaba.
-
Supera tus enamoramientos y encuentra a alguien más, Rebecca no está disponible
ni lo estará, esto es un negocio y no un lugar para escapadas sexuales o
rumores. ¡Sí! La gente habla y dicen cosas que no tienen fundamento. No sé lo
que oíste en los hilos de esa red.-
Le advierte con vehemencia.
-
Sé que estás enojada. Me doy cuenta que no tengo oportunidad con Rebecca y mi
trabajo es muy importante para mí.-
Él le responde mirando hacia el suelo, está avergonzado.
- Si
realmente quieres ser un diseñador superior aquí, entonces aléjate del peligro y
de los cotilleos, vigila tu espalda. Tanja está al día con los chismes o
rumores y no dudará en enviarte a Roma de embalaje.- Le
dice de manera asertiva. Él se muestra conforme con un gesto de la cabeza y
respira hondo.-
¿Nos entendemos?-
Él la mira a los ojos en señal de aprobación.
-
¡Sí! Lo he captado- Responde Angelo. Ella cruza las manos.
- Eso
es todo lo que tengo que decir.- Marlene sentencia con dureza. En silencio, él, abandona el despacho sin decir una palabra.
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