UN NUEVO RETO
- Las
llaves de su oficina.- El profesor Schumer habla con una sonrisa de gratitud.
- Gracias profesor Schumer.-
Su voz tiembla un poco mientras lo sigue por el pasillo a su nueva oficina. Abre
la puerta y mira hacia dentro.
- Creo
que te va a gustar.- Le dice.
-
¡Wow!- Exclama con asombro,
al mostrarle el interior.
-
Habrá que configurar el ordenador antes de que termine el semestre de verano, puede
decorarlo a su gusto.- Da
un paso atrás lo que le permite tomar una perspectiva de la habitación, un
pequeño ventanal da al patio del campus, una vista agradable que posee un
jardín de rocas con hermosas flores y setos que bordean las paredes a lo largo
de las otras oficinas y aulas.
-
Cassandra estará esta tarde después del
almuerzo, voy a avisar a mantenimiento que se reúna con usted para traer sus
cosas en cuanto pueda, esta tarde me gustaría mostrarle todo alrededor del
campus, y donde estará su aula de clases.- Le explica con admirable parsimonia.
- ¡Está
bien! Muy bien.- Responde
ella todavía maravillada por su nueva oficina. Marlene pasa la mano por la mesa
de caoba fina y se vuelca sobre el ordenador para ponerlo en marcha y comienza
a introducir su información personal en él. Cuando mas centrada está alguien llama a su
puerta.
-
¡Señora!- La voz de un señor mayor llama su atención.
-
Soy William señora del departamento de mantenimiento. - Sonríe quitándose el sombrero y sosteniéndolo
en su mano, Marlene se levanta y lo saluda.
-
Marlene von Lahnstein.- Le
dice con una sonrisa.
- ¿Usted
debe tener algunas cosas para traer a su despacho? - Le
pregunta.
-
¡Sí! ¿Me acompaña?- Ella recoge las llaves de su bolso y se van
hasta el coche. Ya de regreso.
- Sólo
tiene que colocarlo aquí.-
Ella hizo un gesto a William y sonríe.
- ¿Eso
es todo señora?- Le pregunta empujando el carro hacia la
puerta.
-
¡Sí gracias! Si le necesito, le encontraré.- Cierra la puerta
cuando él sale de su oficina, se apoya en la puerta y suena un mensaje en el
teléfono.
-
¿Almuerzo?- Mensaje de Rebecca. Marlene sonríe y reenvía
un nuevo mensaje.
- ¿Dónde?- Le pregunta.
-
Podría llevarlo.- Rebecca y Marlene intercambian los mensajes de
texto, se arreglan para el almuerzo. Marlene empieza a colocar sus libros en
los estantes de la pared. Coloca la
última fotografía de su madre y con sus hermanas en el estante inferior adaptada a la altura de su vista.
-
¡Cómo te extraño mamá!- Se
frota los ojos llorosos.
-
¡Marlene!- Rebecca entreabre
la puerta.
-
¡Hey! Si lo encontraste.- Ella la abraza y la besa en la mejilla.
- Cogí
esto para el almuerzo. ¿Estás bien?-
Le pregunta inquieta mientras deposita
la bolsa del almuerzo sobre el escritorio.
–
Si lo estoy yo… estaba pensando en mamá.- Las dos miran hacia la
imagen, Rebecca sonríe.
-
Apuesto a que ella te está contemplando ahora- Le
dice para aliviar el estrés emocional que está sintiendo. Se comen su almuerzo.
-
¿Así que esto es de verdad?-
Rebecca pregunta con una sonrisa mirando a su alrededor se acerca a la ventana
y se asoma. Marlene camina detrás de ella y pone la barbilla encima de su hombro.
- ¿Cuándo
comienzas las clases?-
Marlene recupera el calendario escolar de su escritorio.
- El
quince de agosto.- Rebecca
se da la vuelta y pone sus manos alrededor de su cintura toca la nariz de Marlene
en un beso esquimal.
- Estoy
muy orgullosa de ti.- Le
expresa con dulzura.
-
¡Gracias! Significa mucho para mí tu apoyo.- Bromea haciendo cosquillas
a Rebecca, se ríen abrazadas antes de darse un beso de pasión.
-
No debemos hacer esto aquí. ¿Quieres que me despidan en mi primer día?- Marlene se ríe empujando el brazo de
Rebecca, de pronto alguien llama a su
puerta, mientras camina hacia allí, Rebecca endereza su camisa y rápidamente se
pasa los dedos por el pelo para que pareciera presentable.
- ¡Profesor
Schumer!- Marlene lo recibe
y él mira por encima del hombro con ganas de conocer a la mujer joven de pie
detrás de ella.
-
Profesor Schumer, mi esposa, Rebecca Von Lahnstein.- Él estrecha su mano en un movimiento firme.
-
Es un placer.- Dice sonriendo.
–
Lo mismo digo, encantada.-
Rebecca le contesta, su sonrisa la acusa
Marlene, que tiene cierto sonrojo en su cara.
- ¿Espero
no haber interrumpido…?- Le pregunta en voz baja.
-
¡No! Sólo hemos hecho el almuerzo y le estaba mostrando los alrededores de mi
oficina.- Ella da sus
explicaciones.
- Y
yo debería irme, tengo trabajo.-
Comenta Rebecca. - Profesor Schumer ha
sido muy agradable conocerle al fin y quería darle personalmente gracias por
dar a Marlene esta oportunidad, sé que no la decepcionará.- Ella recoge su bolso rozando su mano contra
Marlene.
-
Les puedo asegurar que estamos muy contentos de tenerla a bordo y por favor, en
cualquier momento, no dude en hacernos una visita, somos muy abiertos de mente
aquí y sentimos que la familia debe tener alguna presencia.- Contesta con sinceridad en su voz.
-
Creo que aceptaré esa oferta.- Ella responde y sale.
-
Parece encantadora.- El Profesor Schumer se sincera al verla
caminar por el pasillo y desaparecer por la salida.
- Ella
lo es y un gran apoyo.- Le
toca el hombro.
- Creo
que un día me gustará escuchar su historia.- Marlene arquea su ceja y se sonríe.
-
¿Está seguro? Hay mucho que contar.- Se ríe. Con un gesto le invita a ir por el
pasillo.
- Esta
será su aula de clases, como puede ver se ha levantado el asiento, tendrá un
proyector con una pantalla desplegable y un lugar para su portátil y poder
visualizar imágenes y tal.-
Ella se dirige a la zona de la tarima mirando por encima de la mesa.
-
¡Wow! Esto es muy bueno y emocionante.- Le comenta tirando de la pantalla toda su longitud hasta
abajo.
- Creo
que se sentirá cómoda, todas sus clases las realizará aquí, menos distracciones
de esta manera.- Él le da luz verde para que le siguiera la
lleva a la sala de profesores, abre la
puerta donde hay varias mesas, un sofá y sillas, nevera, microondas y cocina.
-
¡Agradable!- Comenta al entrar mirando a su alrededor.
- Es
posible que desee relajarse aquí, puede comer con otras personas o en su
oficina.- Añade. Recorren
el resto del campus antes de regresar a su oficina.
- Voy
a comprobar para ver si Cassandra ha llegado.- La deja un momento y luego regresó con una
mujer.
-
¡Cassandra! Nuestra nueva instructora, Marlene von Lahnstein.- Se
dan la mano.
– Estaré
para ayudar a poner sus cosas en orden.-
Ella sonríe con los ojos en itinerancia a su vientre.
-
Veo que está embarazada. ¿Espera para pronto?- Ella preguntó.
-
¡Sí! A primeros de octubre.-
Le menciona. Cassandra Hefner es una mujer rechoncha con el pelo corto y negro
de estilo para adaptarse a su rostro, sus ojos verdes, sus labios curvados, rolliza.
- Tengo
una lista de posibles asistentes, voy a buscarla a mi oficina.- El profesor Schumer les dice y dejándolas para
comenzar a trabajar en los planes de lecciones de Marlene.
- Realmente
aprecio el gesto.- Marlene expresa.
- No
es un problema, siempre estoy dispuesta a ayudar a un nuevo instructor. - Ella le habla con su sonrisa relajada.
- ¡Marlene!
¿Por qué no empezamos con un gráfico de curvas de grado?- Le propone sacando un papel y lápiz. - Es posible que desee sentarse, y sacar los pies de los zapatos.-
Le hace un gesto con la mano, Marlene se sienta y comienza a observarla.
Marlene va tomando notas con la conversación. El profesor Schumer desaparece
después de dejar la lista de posibles asistentes.
-
¿Te importa si miro la lista?- Cassandra la coge y lee los nombres que están en el papel.
-
Tess Keller. La he conocido como estudiante un tiempo, ella está en secundaria
este año y es muy estudiosa.- Marlene sonríe anotando los datos de ella.
- ¿Crees
que podría estar interesada?- Marlene compartió el papel con ella mirando
por encima de los nombres.
- La
podría llamar para usted, llegaría aquí pronto.- Sus ojos verdes se iluminan mientras habla.
-
Debo tener a alguien capacitado y que ocupe mi lugar antes de mi fecha de
vencimiento.- Le recuerda.
-
¿Ya han elegido nombre?-
Ella le pregunta mirando con una leve sonrisa.
–
Le llamaremos Mateo.- Responde
feliz.
- Yo
sé que usted y su esposo deben estar extremadamente excitados.-
Marlene baja la cabeza. – Yo…!-
Comienza a hablar cuando el teléfono del escritorio suena.
- Disculpe,
¡Hola!- Descuelga y contesta.
-
¡Sí! ¿Es la señora Von Lahnstein?-
Le preguntan al otro lado, Cassandra coge la lista y le indica con movimientos
a Marlene ella haría la llamada a Tess y sale de su oficina.
- Es desde la oficina administrativa, estamos
comprobando su teléfono, su nuevo número parpadeará cuando colguemos y puede configurar su contraseña, si tiene
alguna pregunta no dude en llamarnos.- El administrador cuelga, Marlene retrocede en
su silla cerrando los ojos cansados.
- Tess
puede llegar en aproximadamente una hora ¿Si tienes tiempo?- Ella le pregunta.
– Claro.
- Marlene mira su reloj. - Tengo una clase de yoga a las seis.- Murmura.
-
¡Oh! Creo que habremos terminado podrá salir de aquí antes de esa hora.-
Cassandra sonríe.
- Von
Lahnstein, ¿No son ricos?-
Cuestiona sentada frente al escritorio de Marlene.
-
¡Uh! Sí, muy ricos.-
Marlene le responde.
-
¿No son dueños de una casa de moda aquí en Düsseldorf?- Ella sondea aún más.
-
¡Sí! LCL, trabajé allí como director de arte hasta que me ofrecieron esta
oportunidad.- Cassandra la mira sin comprender.
–
¡Un trabajo de prestigio como ese!-
Ella comenta con sorpresa. Marlene
interviene con calma.
-
Fue un buen trabajo, pero necesitaba un cambio.- Sonríe cuando alguien llama a la puerta.
- Tess,
oye entra.- Cassandra hizo
un gesto para que se uniera a ellas. - Tess,
Marlene.- Les hace un gesto a las dos,
Tess toma su dedo índice haciendo girar un mechón de pelo rubio, está un poco inquieta,
como tímida, piensa Marlene mientras la mira a los ojos de color azul claro.
- Cassandra
piensa que podrías estar interesada en ser mi asistente, tendré mi bebé
alrededor del primero de octubre y estoy buscando a alguien que puede ordenar
mi clase sin problemas y con total profesionalismo.- Su
tono es amigable pero severo.
- Estoy
trabajando en un grado de arte.- Ella expresa algo más relajada.
-
¡Bien! Así que supongo que deberíamos ver lo bien que podemos trabajar juntas,
¿Puedes venir en la mañana del lunes a las ocho?- Marlene pregunta a la espera de una
respuesta.
-
¡Claro!- Ella parece
encantada.
¡Bueno! Entonces, te veré el lunes por la
mañana.- Ella le comenta.
Marlene regresa a su ordenador y empieza a recoger sus cosas.
- Nos
vemos a primera hora mañana.-
Comenta.
-
¡Sí! Cassandra gracias por todo, estoy muy emocionada por esta oportunidad, el
profesor Schumer ha puesto mucha confianza en mis habilidades y no quiero
decepcionarlo de ninguna manera.-
Cassandra le sonríe, su mano extendida hacia el hombro de Marlene.
-
Creo que encontrará trabajar aquí muy gratificante,
es una manera de dar salida a sus talentos y habilidades, es muy relajado, recuerda
que se trata de que eres una estudiante adulto.-
Ella sonríe mientras salen del edificio hacia el aparcamiento.
-
¡Bueno! Mi marido me está esperando, vamos a pasar la noche en la ciudad.-
Ella parece excitada.
–
Y yo tengo una clase de yoga.- Marlene vuelve a reír.
Marlene se queda sentada en su coche con la
mente confundida por las muchas cosas diferentes que quiere hacer. Se muerde el
labio inferior con mucha aprensión antes de conducir hacia su clase de yoga.
-
¿Así que esto es lo que encontraste?-
Rebecca pregunta Aaron mientras se sienta.
-
¡Sí! Parece que Bella es uno de los mejores diseñadores de trajes de baño en
España, no trabaja para cualquier empresa. Dice ser de una organización
independiente y su línea de baño será presentada en la feria de Madrid. La
verdad es que este modo de programa resalta a muchos principiantes e
independientes.- Responde abriendo su agenda y sacando un
itinerario.
-
Viajamos el dos de agosto, el desfile de moda es el tres y tu y yo hemos
reservado vuelo para el cuatro.-
Le remarca dándole el itinerario.
-
¡Gracias! Buen trabajo.-
Ella estudia el papeleo que le ha dado.
-
¡Ah! Nos hospedamos en el Madrid Inn, donde se llevará a cabo el desfile de
moda.- Rebecca sonríe.
-
¡Fantástico!- Transmite
amablemente.
-
¡Eso es todo! Voy a cenar con Emily y Tristan esta noche. - Mira su reloj.
-
¡Bueno! No te voy a entretener.-
Responde ella.
–
Marlene. ¿Cómo le va?- Pregunta mientras salen por la puerta
principal.
- Su
primer día, estaba un poco nerviosa, almorzamos, creo que todo irá bien.- Le
responde. - Ella va a perder…- Él sonríe ligeramente.
-
¡Lo sé! Pero esto es lo que siente que es lo mejor para ella y tenemos que
respetar sus sentimientos.-
Habla en su defensa.
- Eso
no cambia el hecho de que ella hizo aquí un buen trabajo y mantuvo todo el
mundo contento.- Se ríe al entrar en su coche. Rebecca lo
observa mientras se aleja, contempla lo que tenía que decir acerca de Marlene y
cómo en el fondo de su mente sabe que todavía tenía una chispa de esperanza que
volvería sus sentimientos hacia él. Marlene entra por la puerta principal.
-
¡Rebecca! – La llama.
- En
la cocina.- Se oye al
fondo.
-
¡Hey!- Marlene la abraza por detrás y besó el lado
de su cara.
- ¿Has
tenido una buena tarde?-
Le pregunta al sacar la cena fuera del horno.
-
¡Sí, muy buena! ¿Lo hizo Ruth?-
Ella le pregunta y se inclina sobre el hombro de Rebecca, - ¡Lasaña!- Marlene va a
buscar dos platos al armario. Rebecca se sirve una copa de vino. - Helena me llamó mientras venía de clase de
yoga.- Marlene comienza a hablar,
Rebecca suspira con el ceño fruncido. - Le
dije que la llamaría de nuevo esta noche.- Le dirige a Rebecca una mirada seria.
-
¡No sé!- Ella duda un
instante.- Sentarme frente a él en una
mesa a cenar es simplemente demasiado.-
Se ríe con sarcasmo.
-
Ella es tu hermana y sólo quiere hacer las paces. ¿Vas a pasar todo el verano sin
hablar con ella?- Marlene le declara.
- Yo
no quiero eso, pero es evidente que ella no hace buenas elecciones, como
siempre Helena cuando está con alguien, es que simplemente no sabe cómo actuar.- Rebecca define sus extraños sentimientos
sobre Clark.
-
Puedo admitir que es arrogante.-
Dice Marlene, Rebecca la contempla. -
Pero enfadarse con Helena.- Hace una pausa por un segundo. - Necesita
tu apoyo y estoy segura de que lo va a manejar bien, he visto muchos cambios en ella
cuando ha estado aquí, ella no está tan protegida y tranquila. - Marlene
afirma en un tono elocuente.
- ¡Ok!
Me has convencido, pero en el momento en que se pase de la raya es cuando nos
vamos.- Rebecca advierte.
-Aaron
estuvo aquí antes.-
Rebecca cambia de conversación.
- Parece
estar preocupado por ti.- La miró buscando una razón. - ¡Realmente!- Enfatiza. Marlene se
encoge de hombros.
-
No sé por qué.- Hace una
mueca y un estrabismo.
- Él
está preocupado de que no voy a ser capaz soportar no ver al bebé si estás en
otro lugar lejos de LCL.- Le cuenta terminando su comida.
-
¡Hmmm! Me parece extraño. No me dijo nada, le conté antes que a cualquier otra persona que me iba.-
Le responde con claridad.
- Creo
que todavía tiene sentimientos por ti y no poder verte todos los días puede que tenga algo de nostalgia.- Le comenta.
- Creo
que su mal no es ese, yo era sólo un accesorio allí situada todos los días,
alguien con quien podía hablar. Eso lo
tengo muy claro, me dijo desde el principio que no tenía ningún sentimiento, solo
somos amigos.- Marlene
responde honesta a Rebecca. Ella suspira acercándose hacia su rostro y la besa.
- Voy
a llamar a Helena.- Le dice Marlene, Rebecca asiente.
-
¿Helena? Soy Marlene. ¡Si! Estaremos en la cena mañana. ¡Sí! Schneider a las
siete.- Rebecca aclara en la barra los platos de la
cena. Marlene regresa para ayudarla.
–
Cenaremos a las siete en Schneider´s.-
Le expresa y acaban de colocar los
platos.
-
¿Puedo tomar una copa?- Rebecca le pide al entrar en la gran sala. Se
sirve un whisky.
-
No quiero acostarme demasiado tarde, he tenido un día largo.- Rebecca frunce el ceño.
- Podríamos
ir arriba y puedo hacer que te sientas bien…- La sonrisa la hipnotiza.
- ¡Hmmm! Estoy cansada.- Responde Marlene con tono provocador, ella
se va rápidamente. Rebecca se bebe el whisky, limpia el vaso y se apresura a
subir las escaleras, Marlene espera de pie desnuda fuera de la ducha extiende
su mano acercándola a ella y a su aliento caliente para besarse con ardor.
Marlene la hace girar a su alrededor lentamente para desabrocharse la camisa y deshacerse
del resto de su ropa y entregarse a una lluvia de besos y caricias, luego secarse
mutuamente antes de subir a la calidez de la cama y hacer el amor.
-
Siempre sabes cómo hacer que me sienta bien.- Marlene susurra en el
oído de Rebecca.
-
Te amo, es por eso.- Sonríe
humilde. Marlene acaricia el brazo de Rebecca lo que la hace girar una y frente
a la otra.
-
¿Cómo ha ido el trabajo hoy?-
Le pregunta con ternura besando sus
labios.
- Creo
que he contratado a un asistente, veremos el lunes. Estuve con uno de los
instructores que me está ayudando hasta que pueda conseguir aprender a tocar
las cuerdas.- Le cuenta.
-
¿Y quién es esta persona? - Marlene
pensó brevemente.
- Cassandra,
Cassandra Hefner.- Rebecca se la queda mirando.
-
¡Bueno! Espero que ella sepa lo afortunada que se va a ser trabajar a tu lado.-
Ella golpea cariñosa la nariz de Marlene con su dedo índice.
-
¡Buenas noches!.- Le desea
Rebecca. Marlene sonríe y la besa.
-
¡Que descanses!- Se da la
vuelta, Rebecca se acurruca a su espalda.
-
¡Rebecca!- Marlene llama a salir del armario mientras se
mete en un par de pantalones premamá.
-
¡Vamos a llegar tarde!- Exclama resonando su voz a través de las
paredes.
- Estoy
a punto de terminar el maquillaje sólo dame un segundo.- Transmite desde el cuarto de baño.
-
¿Qué llevas puesto? ¿No has decidido aún? Has tenido todo el día.- Marlene gruñe al ver a Rebecca de pie desnuda
en frente de la cama.
-
¡Hmmm!- Gimotea.
- ¿Seguro
que no quieres quedarte aquí?-
Le pregunta penosamente.
-
¡Rebecca!- La voz de
Marlene se convierte en hosca, se cruza de brazos.
-
¡Ok!- Rebecca hace una mueca y se pone su ropa
interior.
–
Me pondré esos pantalones negros con la
camisa blanca de manga larga.- Ella
le explica recuperando ambas prendas del armario.
-
Yo voy abajo.- Comenta Marlene. Rebecca ya vestida tira del
dobladillo de su blusa y endereza su cabello.
- ¿Estamos
listas?- Pregunta Marlene a
la que sale de dejar una nota en la cocina para Ruth.
-
¡Sí!- Ella recoge su bolso
y se dirigen a Schneider.
-
¡Damas!- Charlie las recibe en la puerta sonriendo. – Os veo bien.- Ella dirige su comentario hacia Marlene. - ¿Rebecca creó la ropa de maternidad que luces?-
Marlene se dirige un poco a ella.
-
¡Sí! Lo hice, en mi tiempo libre.-
Le responde.
- Helena
y su amigo están sentados en el piano bar. ¡Vamos!- Siguen a Charlie a la mesa, Clark se puso
de pie con una media sonrisa.
–
Estoy muy contenta de que hayáis venido.- Helena sonríe tocando
el antebrazo de Rebecca al sentarse.
-
¡Sí! No os he visto mucho últimamente.- Añade
Clark.
- Rebecca
¿Qué tal te ha ido?-
Helena le pregunta, ella traga saliva antes de responder.
-
Un poco liada, he estado ocupada con el desfile de Riga y vamos a hacer una
renovación de algunas colecciones pasadas de LCL.- Helena toma la iniciativa.
– He
oído a Tanja mencionar algo acerca de fantasía húmeda con Elisabeth.- Rebecca frunce el ceño.
-
¡Sí! Tanja tiene en su mente que sea una colección de todas las edades. Tendré
que buscar un diseñador de trajes de baño.- Afirma colocando la
servilleta en su regazo. Marlene sonríe.
- ¡Rebecca! Lo harás muy bien.- Clark levanta la copa de vino.
-
¡Cheers!- Toma un sorbo
mirando a Rebecca.
-
¡Marlene!- Helena se
dirige a ella. - ¡Felicidades! Por estar
en la Universidad de Dusseldorf. ¿Saben la suerte que tienen?- Le pregunta.
-
¡Gracias Helena!- Clark
brinda por ella.
-
¿Y qué es lo que enseñas?-
Le interroga.
-
Diseño Gráfico. He tenido la suerte de que Elisabeth tuviera una gran fe en mi
trabajo y me recomendó a la Universidad, estaban totalmente informados.- Ella
transmite con confianza.
-
¿Bailamos?- Clark toma a
Rebecca de la mano, ella acepta, y se presentan en la pista de baile.
-
Yo quería disculparme por mi rudeza. Espero que no sea difícil entender que
actué como un completo idiota.- Él
habla con la mirada de cierta vergüenza en su cara, Rebecca pensó por un instante.
-
¿Te gusta mi hermana?”-
Ella le cuestiona sin cambios en su expresión.
–
Enormemente, ella es amable e inteligente, divertida, todo lo que un hombre
podría desear.- Responde con sinceridad.
- Entonces,
si te sientes tan atraído por ella. ¿Por qué me has tratado de aquella manera? Yo…
No sabes nada de mí, ni de haber hecho nada contra ti. ¿Es esta la forma en que
tratas a las hermanas de las mujeres que dices que te atraen tanto?-
Rebecca se mantiene discreta al decirle lo que piensa. Siguen bailando él
piensa lo que le ha dicho.
-
Estaba equivocado y no tendría que haberte tratado de esa manera, y de nuevo
pido disculpas, nunca quise hacer daño a ninguna de vosotras.- Él baja
la cabeza.
- Acepto
la disculpa, sólo quiero que Helena tenga una vida feliz al igual que yo,
Marlene, Tristán y Emily tenemos.-
Arquea su frente en busca de una respuesta positiva por parte de él.
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