LOS CAMBIOS LLEVAN
RIESGOS
Marlene se dio la vuelta en la cama
agarrando a Rebecca firme alrededor de la cintura.
-
¿Estás despierta?- La besa
en el cuello.
-
¡Hmmm!- Gimotea pero apenas se mueve. Marlene comienza a tocar la punta de los cabellos de
Rebecca con su dedo índice, la besa en el cuello de nuevo, pero tiene la
sensación de que Rebecca seguía enojada por lo de la noche anterior.
-
He tomado una decisión.- Le
dice en voz baja al oído. Rebecca duda un segundo antes de rodar sobre su
espalda.
- Sorpréndeme.
¿Cuál será?- Ella se queda mirando al infinito. Marlene
apoya la cabeza sobre su pecho.
- He
decidido aceptar la oferta de la Universidad.- Percibe acelerado el ritmo cardíaco de
Rebecca. Marlene susurra pensando en ella dejando LCL, el espacio que dejaría el
no verla en el entorno del trabajo.
- No
puedo decir que no me sorprende.-
Ella responde pasando los dedos por el cabello de Marlene.
- Sólo quiero que no te muestres decepcionada.- Marlene responde con un suspiro.
- Yo nunca podría estar decepcionada contigo, te amo.- Le dice con mirada tierna.
- Quiero ser yo quien se lo diga a Tanja. Me reuniré con el profesor Schumer mañana, y quiero dar a Tanja tiempo suficiente para encontrar a alguien y así poder trabajar con ellos.- Le explica con una sonrisa.
- Yo nunca podría estar decepcionada contigo, te amo.- Le dice con mirada tierna.
- Quiero ser yo quien se lo diga a Tanja. Me reuniré con el profesor Schumer mañana, y quiero dar a Tanja tiempo suficiente para encontrar a alguien y así poder trabajar con ellos.- Le explica con una sonrisa.
-
¿Comenzarías el primero de agosto? - Rebecca
le pregunta besando su cabeza.
-
¡Sí! Tendré que contratar un asistente y
entrenarle antes de la baja maternal, al menos estaré un mes o así con mis
clases.- Rebecca percibe
la emoción en su voz, la abraza con
fuerza.
- Estoy
muy orgullosa de ti.- Añade y la besa suavemente, cada una cierra
los ojos con sus pensamientos.
-
¡Te echaré de menos en LCL!-
Rebecca dice entre dientes.
-
Te hará volver a casa por la noche con más ilusión.- Comenta
Marlene.
-
¿Cómo vas a funcionar con Mateo, cuando sea un poco mayor?- Le
pregunta levantando la cabeza.
- Habrá
días que mi horario será algo mas completo, estará con Ruth, ya te lo he
dicho, voy a tener clases la tarde de los miércoles y sé que estarás en casa
para él.- Le responde, Rebecca hace una mueca.
- Nunca he cuidado de un bebé Marlene.- Ella expresa con severidad.
- Relájate, aprenderás y serás una buena… de las mejores madres, deja de ser tan nerviosa.- Ella le exige al tiempo que rueda fuera de la cama y se coloca la bata.
- Nunca he cuidado de un bebé Marlene.- Ella expresa con severidad.
- Relájate, aprenderás y serás una buena… de las mejores madres, deja de ser tan nerviosa.- Ella le exige al tiempo que rueda fuera de la cama y se coloca la bata.
-
¿Dónde vas? Estamos bien disfrutando de este tiempo juntas.- Ella se arquea apoyándose en los codos.
- Voy
a hacer café para nosotras.- Rebecca se acurruca bajo las mantas, la cruda
realidad de cuidar un bebé entra de nuevo en su mente y se queda sin aliento.
- ¿Está
todo bien?- Marlene pregunta dejando la bandeja de café
sobre la cómoda. - ¡Oh! Sí. ¿Por qué no iba
a estarlo?- Murmura aceptando la
taza de manos de Marlene.
- ¿Crees
que te gustará la enseñanza? Quiero decir: Te gusta dibujar y el diseño, éste
es un verdadero reto y diferente a ser
director de arte.- Marlene
sonríe sorbiendo su café.
-
Me las arreglaré, mis conocimientos de informática son buenos, tengo varios
programas para trabajar y así podré trabajar con cualquier estudiante. Con
lo que ya he aprendido creo que dominaré el reto. ¿No te parece? - La exposición de Marlene parece racional
para Rebecca que termina su café.
-
Yo debería ducharme.- Marlene le dice, Rebecca sale de la cama.
- Y
yo debería ir a ver a mi hermana.- Ella
expresó suavemente.
- ¿Crees
que ahora es un buen momento?-
Marlene le pregunta.
- No
hay buen momento, pero no estoy dispuesta de ser utilizada como una embaucadora.- Muestra
una mirada de desconcierto, ella abre la ducha, Marlene está a su lado y escucha
su tono de enfado.
- Es
un hijo de puta y no estoy dispuesta a dejarlo caminar por encima de nosotras. No
tiene ni idea de lo sucedido. Tristán incluso se enojó con él porque no
sostiene su lengua cuando debe y lo quiero detener, él es un huésped en la casa
de nuestra familia.-
Rebecca casi delira mientras entra en la ducha, Marlene baja la cabeza sabiendo que no puede parar a Rebecca y el asunto debe tratarlo en el seno familiar. Rebecca se viste y baja por las escaleras.
Rebecca casi delira mientras entra en la ducha, Marlene baja la cabeza sabiendo que no puede parar a Rebecca y el asunto debe tratarlo en el seno familiar. Rebecca se viste y baja por las escaleras.
- ¿Quieres
desayunar?- Le pregunta
Marlene.
-
¡No! Gracias, no tengo estómago para ello. Sólo quiero dejar este asunto
terminado con mi hermana.-
Le responde, Marlene es todo lo que
escucha antes de cerrarse la puerta.
-
¡Buenos días Justus! Sra. Lentz.- Rebecca
les saluda al entrar por la puerta de la cocina.
- Condesa,
estaba a punto de preparar el café para el desayuno. ¿Le importaría unirse a
todos los demás?- Le pregunta colocando la jarra sobre la
bandeja.
-
¡No! ¡Gracias! Necesito hablar con Helena ¿Está despierta?- Justus sonríe cómico.
–
Afortunadamente ella no es como su novio, que todavía está dormido.- Rebecca fija su mirada.
- ¿Podrías
pedirle que venga a la cocina? Es importante.- Él
asiente saliendo de la cocina camino del comedor. A los pocos minutos aparece
su hermana.
-
¡Rebecca!- Helena la llama
con cierta sorpresa. Ella reacciona con
un ligero movimiento de su cabeza.
- Señora Lentz, ¿Nos disculpa?- Le pregunta en un tono relajado, la Sra.
Lentz sonríe y deja sus cosas a un lado de la mesa y sale de la cocina.
-
¡Lo siento Rebecca! Sé lo enfadada que debes estar.- Helena le dice en un tono razonable.
-
No me gusta tu novio o lo como lo llames.- Rebecca arremete
contra ella con voz fiera.
-
¡Cálmate por favor! Rebecca.-
Le pide con serenidad. - Él Había bebido
más de la cuenta.- Rebecca encaja su
mandíbula.
- Él
fue grosero y ha hecho comentarios tanto a Tristán como a mí. Yo no conozco a
este hombre de nada, pero se atreve a darme su opinión de que soy totalmente
responsable de la ruptura entre Tristán y Marlene.- Ella gruñe muy enfadada y con una mirada muy
dura. Helena suspira y suplica.
- Una
vez más, sólo puedo pedir disculpas por su mal comportamiento.- Ella sintió un dolor en la boca del
estómago al responder a su hermana.
- No
me molesta el hecho de que tenga un
problema con parejas del mismo sexo, pero es un huésped en la casa de nuestra
familia y debe aprender a mantener la boca cerrada. Lo que sucedió entre
Tristán, Marlene y yo está resuelto, ella es mi esposa y estamos a punto de
tener un hijo. Tristán ha encontrado a Emily y son felices. Sólo espero por tu
bien que este hombre venga con limpieza a por ti. Y espero que nunca tengas que
pedir perdón más veces por los problemas o errores de esta otra persona.- Rebecca expone su posición con estoicismo.
-
No estoy segura de que esto sea procedente en él. Clark nunca ha tenido un problema con las
personas homosexuales. Llegaré al fondo de ello, no quiero arruinar nuestro
verano aquí, quiero y necesito pasar tiempo con todos vosotros.- Ella
responde con dulzura. Rebecca extiende la mano a la mejilla de Helena.
- Eres
mi hermana y te quiero y no deseo que te hagan daño tampoco. Me temo que Clark
tiene un problema en su cabeza de antes, y además profundo. Al venir aquí se ha
abierto esta herida de alguna manera. Mantener secretos nunca es una buena
cosa, creo que todos hemos aprendido a partir de nuestro pasado. Marlene y yo
no queremos sentirnos incómodas cuando estemos en tu compañía.- Helena
corta rápida.
- Y
yo tampoco Rebecca.- Responde
con una expresión facial de consternación.
- ¡Por
favor! Resuelve este problema.- Le dice dejando a Helena reflexionando sobre el comportamiento
irracional de Clark.
-
¡Hmmm! La carne asada estaba muy buena Biggi.-
Rebecca alaba la comida al dar el último bocado de su plato. Disfrutan de la cena en casa de Thomas y Biggi
Rebecca alaba la comida al dar el último bocado de su plato. Disfrutan de la cena en casa de Thomas y Biggi
-
¡Gracias Rebecca! Pero ahorrar algo de espacio para un pedazo de la tarta.- Les dice.
-
¡Entonces! ¿Cómo te encuentras?- Thomas mira a su hija.
- Estoy
bien papá, cansada, a veces.-
Mira hacia su plato mientras ella le responde. Sonríe y luego vuelve un ojo hacia Rebecca. Marlene
deja su vaso en la mesa.
-
¡Papá, Biggi! Tengo que compartir algunas noticias con vosotros.- Ella
comienza a hablar voz nerviosa por la
emoción.
-
¡Bueno! No nos tengas en vilo!-
Thomas interrumpe, Biggi le agarra la manga de la camisa tirando de él.
-
Me han ofrecido un nuevo trabajo.-
Ella responde mirando a ambos.
- ¿Qué?- Él interviene.
-
¡Sí!- Marlene se aclara la
garganta. - La Universidad de Dusseldorf y su
departamento de bellas artes ha decidido añadir el diseño gráfico y la moda a
su oferta docente de este año. La respuesta a sus encuestas ha sido abrumadora.
Me he entrevistado con el profesor Hans
Schumer la semana pasada.- Les cuenta. Thomas parece divertido e iluminado
por su decisión.
-
Pero ¿Qué pasa con el bebé? -
Le pregunta con seriedad.
- Me
tomaré mi permiso de maternidad como está previsto, tendré un asistente
entrenado para que me sustituya. La Universidad cuenta con un centro de
cuidado infantil para que las madres y los padres puedan pasar tiempo con sus
hijos durante los descansos.-
Menciona.
- ¿Cuándo vas a empezar?- Pregunta Biggi.
- ¿Cuándo vas a empezar?- Pregunta Biggi.
-
El primero de agosto, tendré mucho que hacer para elaborar mi plan de trabajo en
una nueva oficina.- Su
sonrisa irradia felicidad.
- ¿Estás
segura?- Thomas la interroga
intrigado.
-
¡Sí! Estoy muy segura.- Marlene le responde.
-
¿Rebecca?- Thomas la mira con
suspense.- ¿Cuáles son tus sentimientos?-
Le pregunta con curiosidad.
-
No puedo decir que no esté decepcionada con su salida de LCL, pero estoy muy
orgullosa de ella. Es dueña de sí misma y una
gran profesional que se merece esta oportunidad.- Les asegura con firmeza. Mientras Marlene
ayuda Biggi a recoger la mesa.
- ¿Quieres
una copa de vino?- Thomas le ofrece Rebecca.
-
¡Sí, por favor!- Ella se sienta en el sofá y él le entrega la
copa y se sienta junto a ella.
-
Parece entusiasmada con este nuevo reto.- Le comenta.
-
¡Sí! Y la he apoyado, Marlene es muy inteligente por no hablar de brillante, su
talento la guiará con sapiencia.- Ella reflexiona bebiendo su vino.
- Me
preocupa el bebé, nuevo estrés.- Bromea.
- Yo
también me preocupo, pero ella me asegura que todo estará bien y tengo que
confiar. Esto es lo que ella quiere.-
Rebecca señala, Marlene se acerca por
detrás de ellos, posa su mano sobre el hombro de Rebecca.
-
¿Más vino?- Ella pregunta, Rebecca le entrega la copa.
-
¡Gracias!- Le expresa.
-
No puedo evitar que me preocupa. Recuerdo cuando Vickie estaba embarazada de
Tommy, creo que hizo demasiadas cosas, pero no pude convencerla de lo contrario.-
Thomas tiene un aire de
preocupación.
–
Por lo que a mí respecta no debo preocuparla, se pone tensa.- Rebecca le dice con una risita.
-
Yo tampoco debería preocuparla, pero a mí sí me preocupa.- Revela Thomas. Biggi y Marlene se acercan a ellos.
- Así
que maestra o profesora.- Biggi expresa contenta.
-
¡Sí! Tengo muchas ideas que corren por mi cabeza.- Le relata.
-
Te prometo que te ayudaré con lo que
pueda.- Rebecca le dice con adoración.
- Hagen
y Dana estuvieron esta mañana, tenían que regresar. Dana estaba nostálgica.- Le cuenta Thomas. Rebecca habla a
continuación.
- Tuve
una larga conversación con Hagen, la granja parece ser un éxito y Maxi está
realmente creciendo pero quiere un hijo propio.- Después de un largo rato compartiendo
conversación con Thomas y Biggi, Marlene y Rebecca regresan a casa.
-
Necesito una siesta.-
Marlene se declara al abrir la puerta.
- Necesito
algo más que una siesta.-
Rebecca expresa en broma besando un lado
del cuello de Marlene.
- No
estoy realmente en el estado de ánimo Rebecca.- Le expresa a subiendo las escaleras con
Rebecca aferrada a ella.
-
Podrías cambiar de opinión.-
Le responde con su mano presionando
suavemente la trasera de Marlene.
- Eso
no vas a hacerlo.- Quejándose
y cambiando la mirada hacia atrás, hacia Rebecca.
-
¡Oh!- Responde Rebecca
sensualmente agarrando a Marlene besando sus labios con fuerza, la lengua de
Rebecca sondea su boca con un gemido.
-
¡Déjame mostrarte!-
Rebecca le dice en un ruego. Se besan apasionadas hasta que caen en la cama.
Rebecca se mueve a un lado de ella, su mano vaga hacia el montículo, mira hacia
los ojos azules sensuales de Marlene.
- Te
amo más de lo que jamás podría imaginar, mi corazón late fuera de control
cuando te miro, tu tacto me vuelve loca.- Ella
le susurra romántica. La mano de Marlene se desliza hasta el primer botón de
los pantalones vaqueros azules de Rebecca como un chasquido, se miran brevemente.
La mano de Rebecca guía a Marlene ella le abre la cremallera y le quita los
pantalones, seguido por la camisa y la ropa interior. Rebecca, ahora desnuda,
lentamente desabrocha la camisa de Marlene y la deja caer al suelo, le
desabrocha el sujetador y luego le retira el resto de la ropa.
-
Eres tan hermosa Marlene y tengo la gran
suerte de que te hayas decidido hacer tu vida conmigo.- Ella
le habla con dulzura y luego acaricia suavemente su vientre.
-
Te amo Rebecca, te he amado durante tanto tiempo como puedo recordar, incluso a
través de los tiempos más difíciles y con nuestras debilidades.- Ella le relata solemne. Yacen abrazadas
mirándose mutuamente. Rebecca hace una respiración profunda y se sienta al lado
de Marlene tragando saliva.
- Marlene,
necesito decirte algo.- Ella comienza a rasgar su garganta haciéndose
daño mientras trata de formar las palabras. Marlene la agarra el hombro.
- ¿Por
qué estás llorando? - Ella
le pregunta levantándose a su lado.
- Es
realmente necesario que escuches, esto no es fácil para mí.- Se pone de rodillas baja la barbilla antes
de responder.
-
¡Ok! Tienes toda mi atención. ¿Qué es lo que podría ser tan difícil de decirme?- Su
mirada es hace atenta y seria.
-
¡Dios! No sé por dónde empezar.-
Ella se arrastra.
– ¿Empezar?
Desde el principio.- Marlene trata de ser un apoyo.
- Cuando
acepté este empleo, supe que tendría que tomar decisiones difíciles de llevar a
cabo, que tendría que usar mi inteligencia, el talento y el conocimiento para
contratar gente para hacer un buen trabajo en LCL.- Sacude la cabeza secándose una lágrima que
había rodado hasta la barbilla. - Cuando
viajé a Bruselas fui con la intención de contratar a Sophia que trabajaba para
Henri. - Ella mira a los ojos de Marlene.
–
Y la contrataste, parece feliz y se lleva bien con todos.- Marlene sonríe con una expresión agradable.
- La
verdad del asunto es aquella noche que fui a su habitación… me dio un beso.- Rebecca puede ver elevarse la tensión en
la cara de Marlene.
-
¿Te fuiste a dormir con ella?-
Le pregunta sin rodeos saliendo de la cama y poniéndose la bata.
-
¡No! Yo no, me sorprendió totalmente, yo, yo…- Trata
de explicar.
- ¿El
qué Rebecca?- Marlene empieza
a pasear aparta la vista de ella.
- Yo le dije que estaba casada y que estábamos esperando nuestro primer hijo.- Le contesta honestamente, se levanta de la cama y se mueve hacia Marlene.
- Yo le dije que estaba casada y que estábamos esperando nuestro primer hijo.- Le contesta honestamente, se levanta de la cama y se mueve hacia Marlene.
– Ponte
algo de ropa.- Le ordena Marlene
suspirando con dureza.
-
¡Lo siento! No pasó nada Marlene. Juro no pasó nada.- Ella declara en voz alta mientras empieza
a vestirse.
-Te
pregunté hace semanas que era lo que estaba mal, me lo has ocultado todo este
tiempo.- Exclama en voz
alta.
–
Contrólate baja la voz Marlene, o
quieres que Ruth nos oiga.-
Marlene cierra la puerta.
-
¡Marlene quería decírtelo!-
Rebecca incrementa su llanto.
- ¿Querías
decírmelo?- Le suelta en
tono brusco y enojado.
- Realmente
no ha sido un buen momento, yo no quería darle importancia, fue sólo un
incidente aislado y desafortunado. Nunca le mostré ningún interés.-
Ella deja de hablar y baja la cabeza, Marlene empieza a caminar de nuevo.
-
¿Mostrar su interés? Ella trabaja para nosotros Rebecca.- El rostro de Marlene se convirtió en hosco.
-
Le dije que estaba casada, de verdad, por favor, tienes que creer que nunca
volvería a engañarte, lo juro.-
Extiende su mano en el hombro de Marlene, de repente ella se aparta.
- ¿Tuviste que atornillarla para conseguir que trabaje
para LCL? - Las lágrimas fluyen ahora por su rostro.
- No
le he puesto una mano encima, no estoy interesada en ella de esa manera y no
tenía ni idea de cuando la conocí que era bisexual.- Rebecca imploró tratando de acercarse a
ella.
– Por
qué no me dijiste que ella te dio un beso. ¿Me estás engañando Rebecca? ¿Tuviste
contacto con ella? ¿Está ella en tus sueños cuando duermes por la noche? Me
refiero a que la contrataste, aceptó y que ¿Hay alguna razón que no sea LCL por la que se
quedó?- Comenta Marlene
sentada en la cama.
-
¡No lo sé!- Enseguida baja la cabeza en admisión de
culpabilidad. - Sólo escucha Marlene y si
quieres que me vaya, lo haré. Pero en este momento tú y nuestro hijo es lo más
importante en mi vida y te quiero, nunca he tenido relaciones sexuales con ella.
Después del beso, rápidamente salí de su cuarto y ella se disculpó. No sabía nada
acerca de nosotras hasta que se lo dije. La verdad del asunto es que realmente
quería que viniera a trabajar para LCL y dudé de mí misma y de mis habilidades,
yo sólo podía ver lo que podía hacer para LCL y sabía que si te decía algo
sobre el beso, te pondrías en contra de ella y me presionarías para no
contratarla. Y no quería que eso ocurriera.- Rebecca le habla con voz clara y precisa.
Marlene se cruza de brazos mirándola
directamente a los ojos.
- Estos
son exactamente los motivos por los que nos separamos la primera vez, porque no
nos comunicamos, ocultaste durante semanas lo de tu romance con Thore y ahora
has mentido sobre Sophia porque querías contratarla, no puedes tomar decisiones
de negocio solo para ti. ¿Cómo sabes lo que yo te hubiese dicho?- Se
pregunta con angustia en su corazón.
-
¡Vamos Marlene! sabes que te habrías enfadado.- Conjetura Rebecca.
-
¡Bueno! Entonces no me conoces en absoluto. Me contaste lo ocurrido con Angelo de inmediato, pero no has tenido las
agallas para decirme lo de Sophia. Me pregunto Rebecca si no te sientes atraída
por ella, más que el diseño de moda.- Sus observaciones son crudas y toman por
sorpresa a Rebecca.
-
¡Te amo! Yo sólo quiero estar contigo. ¿Por qué no me escuchas?-
Ella la abraza por la cintura atrayéndola.
-
¿Escuchar? Puedo escuchar todo el tiempo, pero entonces dime la verdad de cuando te la pida o la suplique. Me
has mentido, no tienes fe en mí o en esta
relación. ¿Qué voy a pensar?- Le pregunta con la expresión facial de tristeza,
ella comienza a llorar de nuevo, los labios de Rebecca tiemblan.
-
¡Por favor! ¡No! Te necesito, y sí, me he equivocado por no decírtelo de
inmediato, te lo ruego entiéndeme y perdóname, por favor.- Marlene y ella bajan la cabeza al pozo de
su estómago que le duele incontrolable. Acaricia su vientre con delicadeza.
-
¡No sé Rebecca!- Suspira y
abre el cajón de la cómoda, rebusca dentro de él y saca un par de pijamas y los
entrega a Rebecca. Con cautela los coge y suelta el abrazo que tenía en la
cintura. Sin decir nada más decisivo y en silencio sale de la habitación y cierra
la puerta.
Sin comentarios en suspenso
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