Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 6 de junio de 2017

CAPÍTULO 80


                        PASÓ LA TORMENTA

Ha pasado una semana desde que el desfile de moda, día de la moda ha terminado y los diseñadores con sus asistentes comienzan los preparativos para Riga, con la mayor parte del trabajo hecho. Sophía Van Dorn firmó un lucrativo contrato y Rebecca puede descansar en sus laureles.
- ¡Buenos días Aaron!- Rebecca le saluda.
- ¡Buenos días!- Le responde.
- He reservado un vuelo a Nueva York  el domingo por la noche a las nueve. ¿Voy a necesitar mi equipo de cámara para este viaje?- Le pregunta.
- ¡Sí! No creo que Kim esté por venir a Nueva York este año desde que LCL está funcionando allí.-  Ella le dice.
- ¿Tienes planes para realizar una sesión mientras estemos allí?-  Vuelve a preguntar.
- ¡Sí! El primer embarque de la línea de Katherine les va a llegar y quiero hablar con Laura,  ella se encargará de la moda adolescente allí.-  Aaron se queda en silencio.
- ¿Laura?- Rebecca se ríe entre dientes.
- Laura Smith, cabeza de LCL de diseño en Nueva York. Laura ha trabajado para nosotros desde hace bastante tiempo, creo que te gustará.- Le ilustra. Se ponen camino a la cafetería. - ¿Y cómo está Marlene?- Él pregunta.         
- Necesitaba este descanso, espero que vuelva la próxima semana.- Ella pide un expresso.
- El mío negro sin crema.- Aaron solicita, toman asiento en el bar de café.
– Apostaría que tu cabeza está en las nubes hoy.-  Aaron bromea. Rebecca sonríe, el puede ver el brillo en sus ojos. 
- Creo que he hecho feliz a toda la LCL.  Quiero decir que si Tanja es feliz entonces. ¡Yippee!-  Exclama eufórica. Sophía aparece a través de las puertas de entrada y reúne con ellos en el bar.
- ¡Buenos días!- Rebecca saluda, Aaron asiente.
- ¡Buenos días! Latte por favor.- Se sienta junto a Rebecca.
- ¿Qué tienes en la agenda de hoy? Tengo algunas cosas para negociar contigo.-  Habla con seriedad. Rebecca levanta la ceja.
- Soy todo oídos, tengo planificado un viaje a Nueva York, me habré ido toda la semana que viene.- Le informa.  
- ¿Aaron te importa si uso tu oficina?- Hace un gesto hacia ella con la punta de su dedo.
- Es toda tuya.- Apuran el café y se dirigen al despacho del asistente. Se sientan en las sillas frente al escritorio.
- ¿Qué tienes en mente?- Rebecca sondea.
- ¡Angelo! ¿Le has dicho lo del movimiento?- Ella la interroga.         
- Hoy lo haré. Tuvo que viajar a Italia después del desfile de moda. Una emergencia familiar. ¿Por qué?-  Ella pregunta curiosa.
- Si puede ser, me gustaría que el área de diseño de Angelo fuera el mío, el lugar es perfecto y me permite el acceso a los otros diseñadores y la sala de planchado.- Rebecca piensa un momento.
- Que sea el lugar para ti, es tuyo, Tanja no tendrá ningún problema. – Satisface su pretensión.
- ¡Otra cosa! Un ayudante.- Sophía hace una pausa momentánea.
- Te dije que no habría problemas con el que quieras elegir.-  Rebecca interviene para confirmarle lo acordado.
- Quiero a Natasha a mi derecha, ella es brillante, miré  algunos de sus diseños y, si la puedo utilizar,  puedo garantizarte que va a ser una diseñador de categoría superior antes de fin de año.- Sofía justifica la elección.   
- Por eso te contraté, acuérdate.- Rebecca le expresa amablemente.  
- Hablaré con Angelo ahora.-   Rebecca sube lentamente las escaleras hasta donde Angelo está ocupado trabajando en algunos proyectos.
- ¡Angelo!- Le llama en voz baja.
- ¡Oh! Rebecca ¿Cómo estás?- Ella asiente con la cabeza.
- Estoy bien, gracias.- El responde cortés. –
 ¿Cómo están las cosas en casa?- Ella le pregunta con respeto .
- ¡Bien, bien! Mi abuelo tuvo un derrame cerebral, fue algo angustioso, pero ha conseguido salir del hospital y se ha ido avivir a casa de mi padre. Parecía revivido. y volviendo a lo nuestro ¡El desfile fue un gran éxito!-  Le dice mirando a sus ojos. - Pero supongo que no es por eso que estás aquí.- Ella lo mira un momento.
- La línea de ropa interior será un éxito en París, creo que ya lo sabes. Dupree está muy impresionado por tu trabajo y quiere que diseñes en París. Tendrás tu propio asistente y, como me dijo, carta blanca para hacer lo que más te guste. Es la oportunidad de tu vida y presiento que allí crecerás como diseñador.-  Ella sonríe alentando su corazón.
- ¡Lo presentía! Lo he sabido todo el tiempo, sólo espero que no estés enojada conmigo y que no sea parte de la razón por la que me tenga que ir.-  Expresa mirando a Rebecca en busca de una respuesta sincera.
- No tiene nada que ver con eso y ya discutimos eso antes. Son razones profesionales las que te llevan a la ciudad de la luz.-  Le  dice con un tono suave.
-  Y ¿Cuándo me van a llevar?- Pregunta intrigado, dejando el lápiz y cerrando su cuaderno de dibujo.
- Voy a decirle a Aarón que te reserve un vuelo para el viernes, llamaré a Dupree y le haré saber que vas a comenzar el lunes.-  Él asiente con la cabeza.
- ¡Ok! Entonces, debería empezar a reunir mis cosas.-  Rebecca le sonríe y se aleja. - ¡Ah! Y Rebecca, quiero darle las gracias por todo, por tu fe en mí trabajo y la oportunidad de diseñar, algo que pensé que nunca haría.- Le expresa aliviado.
- No me lo agradezcas lo que debes hacer es diseñar y hacerlo lo mejor posible y recuerda que todavía trabajas para LCL.- Añade dándole un guiño. Ella lo deja recogiendo sus cosas. Sophia se acerca a conocer la situación.
- Está recogiendo sus cosas y dejará el sitio libre al final del día. ¿Emily ha comenzado en los diseños para la colección matiz?-  Le pregunta. 
- ¡Sí! Y voy a terminar de perfilar esos borradores, ella y yo los hemos trabajado antes.-  Sophía le responde.
- Me voy a ir a casa para pasar algún tiempo con mi esposa, te veré mañana.-  Rebecca se excusa.
- Aaron reserva para Angelo un vuelo a París el viernes.-  Le ordena.
- ¿Algo más?-  pregunta desde la puerta.
- ¡No! Me voy a casa,  te veré mañana.- Ella le sonríe dejándole terminar sus tareas.

Marlene está ocupada en la cocina preparando un nuevo plato que ha aprendido en la noche anterior al final de la clase.
- ¡Hmmm! Algo huele muy bien.- Rebecca le dice al entrar por la puerta principal.
- Hay cordero con una salsa dulce con un plato de arroz y verduras estofadas.-  Ella le sonríe.
– Tú en casa temprano, no te esperaba hasta la noche.-  Le dice en todo de guasa. Rebecca se acerca a ella por detrás colocando sus manos alrededor de su cintura y acariciando su vientre.    
- ¡Rebecca!- Dice con una sonrisa.
- ¿Quieres que me detenga? Podrías pensar en algo más acogedor y atractivo.- Ella le susurra al oído.
- Estoy tratando de preparar la cena.- Dice haciendo una mueca. – Además, Ruth está en el estudio.- Ella ladeó un ojo y besa su mejilla.
- ¡Ok!-  Rebecca suspira y libera a Marlene de sus manos y se sienta en la barra.
- Le he dicho a Angelo hoy lo de París, me pareció triste Marlene.- Le cuenta con cierta pena.
- ¡Ah! Y ¿Cómo se lo ha tomado?- Le pregunta mientras continúa moviendo la salsa que está cocinando.        
- ¡Bueno! En realidad lo ha tomado bastante bien. Por supuesto que estaba preocupado de que yo estuviera enojada todavía, pero le expliqué que no se trataba de eso, sino sobre el trabajo y donde él es más necesario. Creo que lo entiende y que es para mejorar.-  Marlene asiente en conformidad. - Creo que voy a relajarme un rato en el salón. Tengo algunas notas para consultar en mi agenda.-  Se levanta y se dirige al sofá. Se sirve un whisky y toma asiento, se quita los zapatos metiendo sus piernas debajo de ella.
- ¡Rebecca!- Marlene llama su atención.            
- ¡Hmmm! Pensé que estabas demasiado ocupada.- Marlene se sienta a su lado. - ¿Estás bien?-  Le pregunta algo intrigada.
- Sólo cansada, todavía estoy con algo de náusea.- Rebecca la mira extrañada.
- ¿Hay que ir a ver al doctor?- Marlene hace una respiración profunda. 
- Tengo cita el viernes, no te preocupes. Ollie viene a cenar esta noche. -  Rebecca sonríe.
- ¡Ok! No le hemos visto demasiado últimamente.-  Marlene se ríe en voz baja.
- Jorge lo mantiene en movimiento.- Responde ella. Marlene se acerca y besa a Rebecca en los labios.
-Te quiero. Tengo la salsa preparada y debo comprobar el horno. ¿Por qué no vas arriba y me preparas un baño caliente?- Su risa muestra un cambio en su actitud.
- Pensaba que no te sentías bien.- Rebecca le recuerda y cierra la agenda, la deja sobre la mesa.          
- Estoy cansada todavía, pero creo que un baño caliente me relajaría un poco.- Rebecca recoge sus zapatos y se dirige hacia las escaleras. Prepara el agua de un baño de burbujas con fragancia para ella. Siente el cálido toque de las manos de Marlene en sus hombros, se da la vuelta cuando Marlene empieza a quitarse la ropa. - ¡Wow!- Ella la contempla y la acoge en sus brazos, se besan, sus lenguas entrelazadas, gemidos que escapan de sus bocas, el placer que ambas  buscan en el tacto de sus manos y dedos. Marlene se coloca en la tina permitiendo que el calor  relaje sus músculos cansados, cierra los ojos con fuerza. Rebecca coge la esponja y la enjabona. Lava los brazos de Marlene luego los hombros.
- ¡Siéntate!- Ella le pide con calma. Marlene obedece a su propuesta, le frota la espalda con las manos estimulando en carga sexual. Rebecca se pone de pie y se quita la poca ropa que le queda. Se hunde en la bañera y apoya su cabeza en el pecho de Marlene.   Cierran los ojos  en silencio, los brazos de Marlene envuelven la cintura de Rebecca. - ¡Cómo te quiero!- Rebecca susurra escuchando el tic-tac de los latidos del corazón de Marlene.
- Por mucho que me gustaría quedarnos aquí, Ollie llegará a las seis.-  Marlene le recuerda. Rebecca se pone en pie y extiende su mano hacia Marlene para atraerla hacia ella.
- Tenemos alrededor de una hora.- Sus labios se encuentran de nuevo, salen de la bañera riendo con sus cuerpos desnudos húmedos envueltos en una pasión ardiente. - Lo que yo pueda hacer para ti.- Rebecca le habla sensualmente con sus ojos errantes sobre las curvas y los contornos del cuerpo de Marlene.
- ¡Hmmm! ¿Estás haciéndome un repaso, señora Von Lahnstein?- Su sonrisa se profundiza.
- ¡Lo estoy!- Ella se ríe con satisfacción. Se miran un momento.
- ¡Hagamos el amor!-  Marlene implora con un tono dulce.
- ¿Estás segura?-  Rebecca le cuestiona y la abraza con más ímpetu, su aliento ahora es muy cálido. El dedo índice de Marlene traza el contorno de sus labios.
- ¡Muy segura!-  Con cierto empuje se acercan a la cama, los restos de agua los eliminan con la toalla, mientras retiran la colcha, Marlene tira de ella hacia atrás exponiendo la suavidad de las sábanas. Rebecca se coloca encima y agarra sus manos tirando de ellas por encima de su cabeza y las fija a la almohada. Le besa la oreja y luego su cuello con la punta de la lengua le levanta la piel excitando su sentido sensual. 
- ¡Más por favor!-  Marlene suplica sensaciones eróticas, sus manos acarician con suavidad el camino por la espalda y las caderas de Rebecca. Se besan apasionadas. Marlene recoge en sus manos la cara de Rebecca, levantándola mira en la oscuridad de sus ojos.
- Te quiero dentro de mí.- Ella murmura rompiendo su mirada. La boca de Rebecca toma el control de sus labios besándola con ternura, haciendo que su piel tiemble de placer. Marlene siente la piel de gallina cuando la lengua de Rebecca penetra profundamente en su boca, el toque de sus manos que acarician sus caderas provocando convulsiones de placer en su cuerpo y  mente, en oleadas de brillantes colores haciendo que se estremezca. Rebecca la retiene con firmeza acercándola más y empujando su lengua más profunda que provoca a Marlene a jadear en voz alta.
- ¡Rebecca!- Ella gime agarrando su cabeza y acariciando sus cortos mechones de pelo. 
- Me encanta la manera en que te hago sentir.-  Rebecca le expresa apoyada la cabeza en lo alto del montículo de su redondeado vientre, lo besa y lo acaricia. Marlene todavía está recuperando el aliento. 
- Cuando haces el amor para mí es tan apasionado que me vuelve loca.- Ella exalta en un gemido. Rebecca se ríe entre dientes levantándose hacia ella
- ¿No es por eso, por lo que te casaste conmigo?-  Ella bromea, Marlene sonríe. La cabeza de Rebecca descansa ahora por un momento en la curva del brazo de Marlene. Se quedan ahí sin habla, en la tranquilidad de la habitación. Rebecca rompe el silencio.
– Creo que deberías  levantarte para terminar la cena.-  Ella comienza a incorporarse. - ¿A dónde  vas?- Marlene retiene a Rebecca que da marcha atrás. Acuna su rostro en la curva de su de su cuello.
- La cena, que debería estar lista para nuestra cita. ¿No te parece?- Marlene no dice nada, la besa con ternura.
- No he acabado contigo todavía.- Sonríe y la besa de nuevo mientras se pone sobre ella, su boca toca a Rebecca por los lugares más sensibles de su cuerpo. Marlene recorre a besos a lo largo de su figura femenina acariciando sus muslos mientras deja que su lengua haga el trabajo rápido en Rebecca que ahora llega a un clímax erótico que la deja inmóvil. Marlene acaricia la curva de su cintura con el dorso de la mano. - ¡Te amo!- Ella le susurra, Rebecca permanece quieta a su lado, con los ojos cerrados mientras disfruta de la dulzura del amor que acababan de hacer. Marlene en silencio se desliza de la cama y se viste.
- Bajaré en breve.-  Rebecca le guiña un ojo y asiente como respuesta.
- ¡Marlene!  ¿Me necesitaréis esta noche? - Ruth le pregunta al acercarse a ella en la cocina.
- Creo que vamos a estar bien, puedes tomarte el resto de la tarde libre, me las arreglaré.- Ella respondió comprobando la cena.        
- ¡Buenas noches!- Ella sonríe mientras Marlene saca los platos de la cena del cajón y comienza a preparar la mesa del comedor.
- ¿Necesitas ayuda?- Le pregunta Rebecca.
– Una botella de vino tinto del botellero por favor.-  Le ordena mientras coloca los candelabros.
- ¡Vaya! Se ve bien.-  Rebecca contempla la mesa y le entrega la botella.
- Me estoy preparando.- Le cuenta al colocar un jarrón de flores en el centro de la mesa.
- ¿Preparando para qué?- Ella preguntó.
-Tu familia. Quiero ser anfitriona de una cena para ellos aquí, para celebrar nuestro nuevo hogar, el niño y la boda de Emily con Tristan.-  Le narra de seguido.
- ¿Y cuándo vas a hacer eso? Sabes que estaré en Nueva York la semana próxima.- Le  pregunta Rebecca.    
- Cuando vuelvas lo tendré todo arreglado.-  Se expresa en un estado de ánimo placentero, Rebecca sonríe, en ese instante suena el timbre.
- Debe ser Ollie, voy a abrir.-  Se vuelve y sale del comedor y abre la puerta principal.
- ¡Ollie!- Le saluda.
- ¡Rebecca!- Él la abraza y le entrega una botella de jugo de uva espumoso. 
– Aunque sea tarde, pensé que lo podríamos celebrar.- Él entra. Rebecca coge su chaqueta.
- ¿Puedo ofrecerte algo?- Él sonríe.
- ¡No! Gracias. Estoy bien por ahora.- Entran y se sientan en la gran sala.
- Marlene está terminando la cena.- Le transmite Rebecca.
- ¡Bueno! ¿Parece que el desfile fue un éxito?- Le menciona.      
– Lo fue, pero faltaste como modelo.- Ella le sonríe.
- Estaba pensando de nuevo en tu colección de trajes de baño cuando acababas de regresar de Nueva York.-  Se hace un silencio.
- Aquellos fueron unos tiempos difíciles. Fantasía húmeda, lo recuerdo bien, lo hiciste para LCL y fue un gran éxito para ellos. ¿Echas de menos el ser modelo?-  Le pregunta ella sirviéndose un whisky.
- No lo hago, no realmente, Jorge y yo tenemos una vida muy ocupada con los viajes, pero ahora estoy listo para estar en casa más tiempo y hacer algunas cosas en No Limits.-  Sonríe con moderación.
- ¡Ollie!- Marlene le llama al entrar en la gran sala y se abrazan. - La cena está lista.-  Rebecca deja su vaso y se desplazan al comedor para  disfrutar de la cena. En animada charla degustan el menú preparado por Marlene.
- ¡Wow! Marlene estaba delicioso, me hubiese gustado que Jorge pudiera haber estado aquí.- Le dice.
- ¡Gracias! Aprendí este plato la última tarde de clase.- Ella le sonríe al responder.
- ¿Cómo te encuentras?- Él le pregunta para cambiar de tema.
- Estoy bien, cansada.-  Rebecca sonríe.
- Hormonal y algunas veces de mal humor.-  Marlene le dirige una mirada de descontento.           
- ¿Vamos a relajarnos en el salón? Y abrir la botella que Ollie tan amablemente ha traído.-  Rebecca relata de pie y empieza a recoger los platos.
– Vete con Ollie, limpiaré y luego me uno a vosotros. - Le propone con las manos llenas de platos que lleva a la cocina. Marlene se sienta en el sofá con Ollie.
- Pareces lejano esta noche. ¿Estás bien?- Ella le pregunta con interés. Rebecca trae la botella abierta de jugo y llena las copas.
– Me gustaría hablar con vosotras.- Toma un sorbo de su bebida.   
- Recibí una carta de Cristhian.- Expresa. Ellas le miran con sorpresa. 
- ¿Está bien?- Marlene rompe el hielo, se  pronuncia tranquila. Ollie mueve  la cabeza de manera positiva.
- Él lo está. Tiene previsto visitar Düsseldorf en unas pocas semanas y me propone una cena para charlar. - Ambas lo miran con expectación.
- ¿Una cena?" ¿Y qué vas a hacer?-  Rebecca le pregunta.
- No lo sé. Yo ni siquiera sé si quiero responderle.- Su estómago se revuelve al responder. - Lo decidiré, si Jorge está en la ciudad y luego si le invito a reunirme con él.- De forma inmediata cambia de tercio. 
- ¡Marlene! Se te ve bien. - Se acerca y acaricia con la palma de su mano sobre su vientre. Marlene pone su mano sobre la suya el calor que irradia le hace sentirse relajado.
- Quería recordarte las clases, comienzan el diez de julio.- Marlene comenta y mira a Rebecca.
-Tengo un seminario de negocios ese día en Colonia y no sé hasta qué hora durará.-  Rebecca expone. Ollie sonríe.
- Sí que lo hemos hablado y ciertamente podré estar disponible. Jorge estará en viaje de negocios,  lo marcaré en mi calendario.-  Responde con asertividad.
– Te lo recordaré.-  Marlene le tranquiliza.
- Se está haciendo tarde.- Termina su bebida.  
- Estaré en contacto y si necesitas cualquier cosa, por favor llámame.- Se levanta y se despide de Marlene. Rebeca recupera su chaqueta, se la pone y sale dando las   buenas noches.

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