Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 24 de enero de 2017

CAPÍTULO 43



                                   POR LAS BUENAS O POR LAS MALAS

- La pasión por la moda.- Rebecca lee en voz alta mientras saborea el artículo escrito en el periódico.
- Veo que conseguimos la primera página.-  Comenta  Elisabeth tomando su lugar en la mesa.
- ¡Lo hicimos!- Rebecca exclama emocionada. El desfile, la tarde anterior, fue un éxito y lo comentan en la mesa durante el desayuno. Tanja entra en compañía de  Sebastián y Tristán.
- ¿Dónde está Marlene?-  Tanja pregunta en un tono agradable, Rebecca deja el periódico a un lado.
- Decidió dormir algo más esta mañana, anoche estuvo muy activa.- Añade entregando la primera página a Elisabeth.     
- Creo que yo también dormiría igual, felicidades por el éxito.- Tristán expresa con una sonrisa.
- Gracias, pero no puedo recibir yo el éxito. Emily tuvo un buen inicio, los diseños y fondos de Marlene le dieron a la colección de primavera los matices  que necesitaba. Todo el personal, desde los asistentes a las costureras, todos hicieron su parte, no habría sido un éxito si no lo hubiésemos trabajado como un equipo.-  Rebecca contestó de manera asertiva.
- Me gustó la ad lib de la ropa interior.- Expuso Sebastián  mirando a Tanja.
- Creo que ha sido una edición especial de verdad, estoy esperando que Rebecca tenga la oportunidad de lanzar al señor Dupree en París.- Expone Tanja con franqueza. Rebecca deja su taza de café y se aclara la garganta.
- ¡Por cierto! Roma, el gerente de la tienda, Angelo Carmella.-  Se dirige a Tanja.
- ¡Sí! ¿Qué hay con él?- Tanja responde  con cierta sorpresa.
- ¿Quién lo contrató?- Pregunta con entusiasmo.      
- Lo hice yo.- Sebastián responde mirando a Rebecca con preocupación.
- ¿Hay algún problema?- Pregunta Elisabeth.
- ¡Sí! Él no debe gestionar la tienda.- Sebastián gruñe. 
- ¿Cuál es el problema?  Hice un buen fichaje.- Tanja intervino.    
- ¿No querrás decir que nos está robando?-  Rebecca explota en una carcajada.      
- ¡No, no! En mi visita estuve con él en su oficina, estaba llena de diseños de ropa interior, bufandas, bolsos y accesorios, le pregunté quién los había hecho y afirmó que los había sido él, yo no le creí al principio, pero después de echar un vistazo a su cartera de diseños me convenció.-  Elisabeth se le ilumina la cara.
– A ver Rebecca, quiero oír más.- Ella continúa.
- Le he pedido que venga a Dusseldorf para hacerle una entrevista a  LCL.-  Antes de continuar, le da un trago al café, como queriendo pensar lo que va a decir.- Creo que es posible que haya encontrado nuestro diseñador de ropa interior.- Habla con confianza. 
- ¡Hmmm!-  Tanja gruñe. - Prepararé una reunión. ¿Cuándo vas a estar de vuelta de París?- Le pregunta a Rebecca.     
- El jueves,  iba a salir el lunes, pero tengo algo con Marlene, tenemos asuntos que atender.-  Elisabeth mira a Rebecca con un brillo en sus ojos.  Rebecca le guiña un ojo.
- ¡Bien! Le programaré un vuelo para él para el jueves. Y nos reunimos el viernes. ¿De acuerdo?- Tanja expone  viendo conformidad en los asistentes.           
- Suena bien.- Responde Rebecca y se levanta de la mesa. - Si me disculpan, tengo algunos negocios que atender esta mañana.- Pone la servilleta sobre el plato y termina el último sorbo de su café antes de salir.

Rebecca se dirige hacia el edificio de apartamentos donde vive Abby. Encuentra el apartamento, número 2B y golpea con el puño la puerta.
- ¿Quién es?-  Una voz preguntó desde el otro lado.
- Rebecca.- Responde con brusquedad y cortante. La puerta se abre lentamente con Abby allí de pie, sorprendida.
- ¿Que la podría traer aquí un sábado por la mañana?- Ella le pregunta con intriga. Rebecca le contesta  con dureza.
– Vengo a decirle amablemente que deje a Marlene en paz. Ella está casada conmigo y no puedo imaginar cómo eso no es definitivo para usted.- Abby suspira y cruza los brazos.
-Tuvimos algo muy especial hasta que entró usted en escena. Quiero decir que estábamos juntas porque usted estaba con Katherine y le manifestó que la amaba.- Rebecca frunció el ceño.
- Siempre fue la intención de Marlene recuperar mi cariño, pero eso ya lo sabe usted, ella se lo dijo. Ella me ama, siempre ha sido así y siempre lo hará. No quiere tener nada más que ver con usted. No voy a negar que se preocupa por usted. ¿Usted no pasa tiempo con alguien y simplemente luego se olvida de ellos?-  Abby interrumpe.
- ¿Así lo hizo con Katherine?-  Rebecca gimió profundamente
- Amaba a Katherine, pero no era la forma de amar o ser amada que Marlene y yo tuvimos en el pasado.- Abby pasa los dedos por su pelo tirando de él lejos de su cara.
- Usted  no ha pensado mucho acerca de su relación con Marlene cuando la engañó, el infierno que le provocó, lo mismo ha hecho a Katherine cuando la engañó con Marlene.- Son palabras duras de Abby. Rebecca traga saliva al darse cuenta de que cualquier conversación racional con Abby era casi imposible.
- Percibo que las ambiciones de su vida se centran en cómo tratar de arruinar la mía  con Marlene.- Abby se rió entre dientes. 
- Yo la quiero y lo sigo haciendo lo que, incluso si usted me despide de LCL, voy a ser ese dolor que padecerá contínuamente.-  Rebecca la mira con desprecio.
- ¿Me está amenazando? ¿Un dolor? ¿Realmente usted vive en la alegría de ser un dolor en el culo?- Abby se ríe en voz alta.
– Cree que ha ganado ¿No? Está casada, pero es obvio que siente miedo, por lo que a mí se refiere.- Rebecca aprieta los dientes.
- ¡Sí! ¡He ganado! Si quiere llamarlo así, pero para ser honesto, Marlene regresó a Dusseldorf para mí y usted fue sólo una distracción menor.-  Las palabras de Rebecca entran a través de ella como un cuchillo.
-  ¿Cuánto tiempo pasará antes de engañarla de nuevo? ¿Cuánto tiempo Rebecca?- Ella preguntó bruscamente la cara roja como sus fosas nasales.
- ¡Nunca! He aprendido la lección, por desgracia yo hice trampa y fallé a la persona que más amo en esta vida, pero ella ha perdonado todas mis faltas del pasado.- Rebecca habla con franqueza. El corazón de Abby golpea salvajemente.
- No me hace ningún bien discutir con usted, Rebecca, ella me encantó y he perdido, pero no puedo cerrar mis sentimientos para echarlos fuera.- Abby trata de hablar con calma y con razón. 
- Estoy pidiendo que deje tranquila a Marlene, ella está casada y fuera de su alcance, entiendo que deben trabajar juntos y he aceptado eso. Confío en mi esposa, pero ella se molesta cuando usted va más allá de una relación de trabajo. Por eso estoy aquí. Déjela  en paz o ella  no tendrá más remedio que presentar cargos por acoso contra usted.- Las palabras Rebecca resuenan en sus oídos como golpes pesados.
- Seguramente ella no piensa que la estoy acosando, seguro que no lo haría.- Rebecca cortó rápidamente.
- Ella lo hará, porque está cansada de sus juegos, está cansada de tratar de explicarle sus sentimientos, háganos a todos nosotros un favor y detenga todo ésto.- Abby hace una mueca.
- Eso casi suena como la mendicidad Rebecca. ¿Se lo ruego?- Rebecca se acerca a ella hasta la intimidación.
- Yo no tengo que mendigar nada. Estoy tratando de ser cívica, en realidad.- Le comenta.
- ¡Bueno! Yo no quiero perder mi trabajo por cargos de acoso  y no quiero hacer daño a Marlene.  Pero quiero saber lo que ella siente, prefiero escucharlo de su boca. ¿Entendido?-  Rebecca se cruza de brazos dando golpecitos con el dedo índice contra la manga.  
– Le transmitiré lo que ha dicho.- Rebecca empieza a salir. - Espero que en el futuro todo esto esté perfectamente claro.- Abby lo escucha con una mirada en blanco, Rebecca cierra la puerta detrás de ella.

– Hey! ¿Dónde has estado?- La voz de Marlene hizo eco penetrando en  los pensamientos de Rebecca cuando entra en el invernadero.
- No estoy muy segura de que quieras saberlo.- Ella frunce el ceño.
- ¿Y tú? Pensé que todavía podías estar durmiendo. Anoche fue una noche de  bastante ritmo.- Rebecca habla con calma evadiendo su pregunta intrusiva en la interrogante  de donde había estado.
- Es mediodía Rebecca, lo hice, dormir un poco más y ya he desayunado. He estado con papá. La mayoría de las ventanas están en su sitio, y si el tiempo se mantiene, van a trabajar mañana y terminaran con ellas. - Ella sonríe moviendo a Rebecca y agarrándola por la cintura. – Ahora, no me has contestado. ¿Dónde has estado?- Se expresa con seriedad. Rebecca siente una sensación de repugnancia.
- Fui a ver a Abby.- La sonrisa de Marlene se torna hacia un ceño fruncido, retira las manos de la cintura de Rebecca.
- ¡Ah! Lo hiciste.  ¿Cómo fue?-  Rebecca no duda, pero no le mentirá a Marlene sobre cualquier aspecto de la conversación que tuvo con Abby.
- Ella te ama, no puedo cambiar de opinión sobre eso. Puedo entenderlo de alguna manera. Me dijo que no podía cerrar sus sentimientos por ti.-  Rebecca coge su abrigo. – Vamos fuera.- Marlene se enfunda su abrigo.- Le pedí que nos deje en paz, que estabas harta de sus juegos que te pone en una situación incómoda. Ella no entiende cómo te sientes. Le dije que estamos casadas y que eso debería ser suficiente.-  Rebecca mira con actitud arrepentida a Marlene.
- Ella ha tenido un momento difícil, te juro Rebecca, yo nunca le dije que estaba enamorada de ella y no me preocupo por ella, nos hemos dado cosas pero nunca pensé que se enamoraría de mí, hablamos mucho acerca de mis luchas y sentimientos por ti.- Rebecca levantó la mano para hacerla callar.
- Sé que nunca la has amado, le explique que era simplemente una distracción, que regresaste para hacerme volver contigo y pero por entonces estaba Katherine.- Rebecca suspiró mientras comenzaba a caminar.
- ¿Qué pasa con Katherine?-  Pregunta Marlene.
- Cómo está dolida, mencionó de cuando te mentí y engañé  y que sólo sería cuestión de tiempo antes de engañarte de nuevo.-  Marlene baja la cabeza.
- Yo sé que no vas a cometer el mismo error otra vez. ¿Que hiciste para convencerla de que nos deje en paz?- Rebecca mira con tormento en sus ojos oscuros.
- ¡Yo creo que sí, yo, yo!- Rebecca duda.
- ¿Qué le dijiste?- Marlene se expresa  abrupta.
- Le dije que si ella no te deja en paz que no tendrías más remedio que presentar cargos por acoso  en su contra.- Rebecca siente una opresión en su pecho. Espira aire despacio mientras espera la respuesta de Marlene.
- Eso es bastante drástico Rebecca ¿No te parece?-  Ella le pregunta con una mirada de asombro. 
- No, yo he intentado todo lo demás, ¿Qué quieres que haga? Tanja y Sebastián aprecian su trabajo, y yo, debemos admitir que es buena en lo que hace. ¿Debería haber ido a Elisabeth, a sus espaldas, y que ella lo diese por terminado?-  Su tono se vuelve caliente caliente.
- ¡No! Porque si lo hiciera Tanja nos culparía a las dos. - Marlene contesta honestamente.
- Hay algo más.-  Le comenta Rebecca frotando sus sienes, en un intento de liberar la presión que  tiene dentro de su cabeza.
- ¿Qué?- Marlene está aún más intrigada.
- Ella quiere oírte decir que puede ser así, que presentarías cargos.-  Afirma Rebecca con voz temblorosa.
- Ya veo, ahora que estoy  tratando de convencerla que cambie en sus sentimientos.-  Añade lanzando sus manos en el aire.
- ¡Tranquilízate! Lo siento. Ella no atendía a razones.- Le responde tomándola por sus brazos. Marlene extrae del bolsillo su teléfono celular y escribe un mensaje a Abby y lo guarda de nuevo en su abrigo.
- ¡Vuelvo! No te preocupes.- Rebecca percibe una sensación de inseguridad, pero sabe que debe dejar que ella exprese la última palabra.                

- ¡Entra!- Abby la saluda con una sonrisa cautelosa. - Estoy casi segura que estás enterada que Rebecca ha venido aquí antes. Puedes quitarte el abrigo.- Ella le ofrece con un gesto de la mano.
- ¡No! No voy a estar tanto tiempo.- Marlene contesta. - ¿Cómo pueden estar las cosas en ésta espiral fuera de control? Te advertí que nos dejaras en paz. ¡Pues no! Son persistentes tus molestias y que claramente no has escuchado.- Marlene argumenta con calma. Abby baja la cabeza.
- ¡Te amo!- Abby dice como un lamento.
- ¡Por favor! Sólo detente, nunca diré te quiero, yo no te amo, estoy muy enamorada de Rebeca ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?-  Abby suspira profundamente para recoger sus pensamientos.
- No puedo cerrar mis sentimientos, no te puedo amar un día y  el siguiente olvidarlo. Lo que teníamos era tan especial.- Marlene la interrumpió.
- Fue compañerismo y sexo solamente, no tenía la intención de que fuera otra cosa. Mi foco estaba siempre en Rebecca y tú lo sabías o ¿Se te ha olvidado de alguna manera?- La discusión entre las dos se convierte en caliente.
- Lo hice al principio, pero las cosas cambiaron para mí, no me estaba dando cuenta de que me enamoraba de ti, y acabe por hacerlo. Rebecca estaba comprometida con Katherine. ¿No tienes ningún buen pensamiento acerca de lo que teníamos?-  Ella implora en la búsqueda de una pequeña chispa de sentimientos reales que Marlene aún podría albergar.
- ¡No! Me preocupo por ti como persona y, ¡Sí! Tuve un muy buen momento contigo, no voy a mentir que teníamos una relación muy especial, pero yo no te amo.- Marlene relata con honestidad.
- Así que incluso. ¿Si Rebecca se hubiese quedado con Katherine no habrías seguido conmigo más lejos? – Presiona a Marlene buscando una respuesta directa.
- No puedo responder a eso, no sé qué hubiera pasado si Rebecca me hubiese negado, pero ella no lo hizo. Llevamos enamoradas demasiado tiempo y ninguna persona o cosa alguna podrá mantenernos separadas.- Ella le comenta.      
- Rebecca no tiene un buen historial, ¿Qué pasará cuando te engañe otra vez? ¿Qué vas a hacer? ¿Volverás gateando de nuevo a mí?- Abby habla con dureza. 
- Eso es entre Rebecca y yo, no tiene nada que ver contigo ¿Qué quieres? ¿Quieres que acabe mi relación con Rebecca para hacerte feliz? ¿Estás  en algún viaje de ego? ¿Crees que en ese instante habría venido corriendo de nuevo a ti sólo para poder probar ese punto? ¿Estarías feliz sabiendo que convives con alguien que está enamorado de otra persona? - Marlene se siente despreciada y eso la enfurece.
- ¡Tienes razón! Yo no sería feliz sabiendo que Rebecca está siempre en tu mente, pero yo no puedo dejar de amarte y con ganas de estar contigo es que, simplemente no es tan fácil.- Le expresa en voz alta.
- Tienes que probar Abby, tienes que controlar tus sentimientos, tus arrebatos hacia Rebecca, tienes que dejarnos en paz, tenemos que trabajar juntas y deseo que haya una buena relación de trabajo entre las dos, pero no a expensas de tus sentimientos. - Marlene razona en forma de advertencia.  Abby se siente acosada y acorralada.
- Es difícil tenerte aquí de pie, rogándome que detenga algo que quiero tan desesperadamente, quiero abrazarte, te quiero en mi cama, pero me doy cuenta de que simplemente, eso no va a suceder.- Sus palabras atormentan a Marlene nuevamente como lo habían hecho en el pasado.
- No quiero presentar cargos, no es algo que se me apetezca hacer. Sobre todo después de lo que pasé cuando me violaron, el dolor que sentí, la burla, no quiero tratar con ello y yo te conozco. Entiende que, testificar fue muy duro y frente al hombre que me violó, fue una pesadilla, por decir lo menos, pero si me pones la espalda contra la pared, no tendré más remedio, no necesito recordarte que mi cuñado es también mi abogado y estoy segura de que entiendes que no será muy bueno para ti. Pero si tengo que seguir adelante, lo haré. - Marlene declara racional y con un control completo. Abby llora sacudiendo la cabeza.
- ¡No! Necesito éste trabajo. Te amo pero no voy a dejar que esto me arruine, me controlaré cuando estéis cerca, tú y Rebecca, te lo prometo, por favor, no haré nada para destruir lo que había entre nosotros. - Las súplicas las expresa en un tono sincero. Marlene  sin más, sale tranquilamente cerrando la puerta detrás de ella. Las tensiones que consumen sus emociones ahora parecen muy lejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario