Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 27 de septiembre de 2016

CAPÍTULO 20





                                                      -UN  IMPAS-

Marlene y Rebecca se mantienen separadas el resto de la semana. Los incendios entre ellas necesitan un período de enfriamiento. Rebecca trabaja con diligencia con su personal para el desfile de moda, Katherine prepara su línea de invierno y Marlene prosigue con el diseño del vestíbulo. 
El informe sobre el presupuesto se ha quedado en un segundo plano, Abby necesita aclararse con algunos números de partidas desconocidas para ella.;
- ¡Marlene!- Tanja la llama desde la puerta de su oficina. Ella acude y entra, cierra la puerta detrás de si y toma asiento delante de su escritorio.
- Abby me ha dicho que está trabajando en una nueva serie de cifras para el presupuesto ¿Ha mencionado algo de que esté lista para exponer una propuesta para la próxima semana?- Marlene le reconoce que sí.
- Lo hemos hablado, pero no hemos ido al detalle todavía. ¿Por qué?- Tanja piensa un momento.
- He decidido que no acudas a Riga. En este momento, necesito el informe sobre el presupuesto terminado. Elisabeth ha preguntado si estamos ya listas para el año fiscal.- Suspira antes de continuar. - Tiene en la cabeza que una línea de ropa interior para mujeres de más edad debe ser nuestro nuevo proyecto. Por supuesto va a estar en el presupuesto de la colección de invierno.- Marlene se sorprende un poco no asistir a Riga, pero la pausa es bienvenida, más que nada por  Rebecca, le es muy necesario cierto alejamiento.
- No me molesta si no puedo asistir a Riga. Rebecca sabe los temas y realmente esto es más para ella y Katherine, yo sólo ayudé un poco.-   Sonríe con placidez,  parece satisfecha con quedarse. Tanja tiene cierta sensación de alivio. 
- Es sólo por un par de días y lo aprecio. El Director de Arte es necesario que  asista, pero estoy de acuerdo contigo, Rebecca y Katherine gestionarán y supervisarán bien el evento.- Lo comenta con una sonrisa socarrona. Marlene se levanta de la silla.
- Tengo un vestíbulo que terminar.-  Tanja la detiene.
- ¡Marlene! Buen trabajo y por favor reúnete con Abby tan pronto como sea posible, necesito el presupuesto acabado a mediados de la próxima semana.- Marlene asiente con una sonrisa.
- Veré lo que puedo hacer.- Ella le responde con franqueza antes de volver al vestíbulo.  Al bajar las escaleras oye una voz que la reclama.
- ¡Marlene!-  Sascha la está llamando mientras empuja un carro cargado con varias cajas de cartón por el vestíbulo hacia ella.
- ¿Son los accesorios del balcón?-  Marlene pregunta en voz alta, él arquea la ceja.          
- ¿Dónde los quieres?- Le pregunta parando el carro delante de ella.  
- Aquí está bien.- Ella le mira con algo de extrañeza.
-Tengo un problema de fontanería en la tercera planta.- Le dice mientras se  agacha para recuperar su caja de herramientas al lado de la pantalla.
- ¡Bien! Ya te llamaré si te necesito.- Le asegura.
Marlene comienza a vestir uno de los maniquíes con un abrigo de invierno, mientras abrocha los botones, una voz familiar resuena a su espalda.
- ¡Marlene!- Rebecca la nombra en medio del silencio. Se acerca a ella, que responde sin mirarla directamente, continúa con su tarea.
- ¿Qué ocurre Rebecca?- 
- Tanja me ha dicho que no asistirás al desfile de moda.-  Rebecca parece triste y algo perpleja. Marlene no está muy cerca.
- ¡Sí! Me lo acaba de decir hace un rato.- Le explica mientras  abre la tapa en una de las cajas. Rebecca la coge suavemente por el brazo.  
- ¡Hey! Es muy injusto, tus fondos son una de las partes más importantes de la exposición.- Marlene mira la mano de Rebecca en su codo.
- Ella tiene sus razones y una vez que me lo ha explicado, estoy completamente de acuerdo con ello, además tengo que terminar el vestíbulo.- Rebecca sacude la cabeza incrédula.
- Creo que debes ir ¿No? Quiero decir ¿No es tu ilusión por el diseño una de las razones por las que estás en este lugar? Tu trabajo está en la exhibición para que el mundo lo vea.- Rebecca trata de ser alentador.
- Ella tomó esa decisión, y tengo un presupuesto que terminar antes de la próxima semana.-  Rebecca aparta la mano del brazo de Marlene,  en silencio se enfurece.  
- ¿Así que esto tiene que ver con Abby?- La lengua de Rebecca se vuelve aguda, no se frena al hablar. 
- ¡Rebecca! Debes tratar de controlar tus emociones. Alguien puede oírte, en  especial Katherine. No podemos tener sospechas o rumores que vuelen a nuestro alrededor en el lugar de trabajo. Ella es delicada y está lista para ir a Riga. Se feliz y deja de preocuparte por mí o lo que estoy haciendo.- 
Rebecca se siente desinflada por el tono de voz de Marlene. Se cruza de brazos llena de angustia.
- ¿Vas a verla? ¿Es esto algo continuo para ti? ¿Qué ves en ella?- Marlene se sorprende por las preguntas imprudentes que le está haciendo.
- ¿Detecto algo de celos Rebecca?- La pregunta  la enfurece más.
- Diviértete con tu presupuesto.-  Le espeta para escapar a toda prisa de las frases cortantes entre ella y Marlene, que sigue con la mirada a Rebecca subiendo por las escaleras hasta que se pierde de vista.
Poco rato después hace acto de presencia Abby.
-Te veo muy ocupada.-  La sorprende desde la puerta del ascensor.
- ¡Oh! Bueno, está siendo una semana muy atareada.- Responde mientras se acerca.
- ¿Algún plan para esta noche?-  Le pregunta mientras Marlene sigue colocando cosas alrededor de la pantalla.
- ¡No! Imaginé que Tristán podría haber vuelto ya. Estoy segura de que has estado trabajando en el presupuesto.- Abby la agarra por los hombros y corta la conversación.
- El Domingo regresa, además no deberías preocuparte por Tristán ¡Sólo somos amigos!.-  Marlene mantiene esa preocupación.
– No conoces a Tristán como yo.- Le advierte. Abby mira a las pantallas que Marlene está armando en ese momento.
- ¡Hermoso trabajo! Quería que nos viéramos esta noche, si es posible.- Le musita.
- ¿Alguna cosa en específico?- Marlene se ríe.
- Cena en mi casa y así ¿Quién sabe? Después de eso.- Habla con una insinuación.  
- ¡Hmmm! ¿A qué hora?- Marlene pregunta con claridad. 
– A las Seis.- Abby declara con una sonrisa. – Te haré un menú especial. Te veo a la tarde.- Marlene hace un gesto afirmativo. Abby la deja terminar el trabajo en las pantallas.

Rebecca observa desde el balcón la conversación que ha ocurrido entre Marlene y Abby. Ella se siente frustrada y enojada por la situación y sus miradas.  Observa a Marlene mientras trabaja afanosa en las pantallas.
- ¡Rebecca!- Katherine la coge con la guardia baja. Rápidamente se da la vuelta e intenta una sonrisa, pero el fuego en su alma ya se ha desatado.
- ¡Qué!- Exclama en voz alta.    
- No quise asustarte. Quería que mirases este diseño, sé que has estado ocupada y…-  De repente deja de hablar mirando el ceño de Rebecca.
- ¿Qué pasa?- Ella le comenta.
- ¡Nada! No puedo en este momento, tengo que tratar de un tema de cuentas.- Katherine aprecia una mirada en blanco.
- Pensé que ya había resuelto ese tema.  Rebecca se dirige a su mesa.
– ¡Eh! No, ella no estaba en ese momento y me olvidé del asunto hasta ahora.- Rebecca coge el papel del presupuesto y se dirige al ascensor.  Al llegar a la planta baja se dirige por el pasillo y en silencio hasta la puerta de la oficina de Abby que está abierta.
- ¿Tienes un minuto?- Pregunta sorprendiendo a Abby.
- ¡Oh! Rebecca favor entra ¿Sacaste mi copia del proyecto de presupuesto? Tuve que hacer algunos cambios.- Ella le comenta pensando que Rebecca  está  interesada en la propuesta de presupuesto.
- Lo hice.- Pasa lo deja sobre el escritorio.
- Pero no estoy aquí para hablar de un presupuesto, estoy aquí por Tristán.- Le explica sin rodeos. Abby sonríe.
- ¿Tristán? ¿Qué pasa con él, está todo bien?- Se levanta de su escritorio y se acerca a Rebecca. Ella la mira sin hablar.
- Rebecca ¿Está bien Tristán?- Abby se interesa.
- ¿Te importa?- Ella la cuestiona rudamente. – A mi hermano le gustas y pensé que a ti también te gustaba.- Abby suspira con  profundidad.
- Estoy asumiendo por tus comentarios de que está bien y que... ¿Estás hablando de Marlene?- Ella se apresura a interrogarla.
- ¿Cuál es su interés en ella? Ahora mismo ella es vulnerable y no necesita añadir más confusión a su vida.- Rebecca le habla claro.
- Vulnerable, confundida, no estoy segura de lo que estás hablando Rebecca, Marlene es una  mujer libre que puede tomar sus propias decisiones.- Rebecca se pone nerviosa.   - Todavía no has contestado a mi pregunta Abby. ¿Qué hay de Tristán? Creo que, al menos, debes ser honesta con él ¿No te parece?- Abby sacudió la cabeza.              
-Tristán y yo sólo somos amigos, yo nunca le he dado ninguna razón para pensar de otra manera.- Abby trata de tranquilizar a Rebecca.
- Él es mi hermano y no quiero verlo herido.- Su voz triste.
- Yo no le haré daño. En realidad, no creo que esto se trate de Tristán, pienso que es más sobre Marlene. Dime Rebecca ¿Cuál es tu enamoramiento?- Rebecca cierra los ojos tomando aire con profundidad y exhalarlo lentamente antes de abrirlos de nuevo. Su mirada se ha endurecido.                        
- ¿Enamoramiento? Me temo que te agarras a un clavo ardiendo, sí ella es mi ex, y no quiero verla sufrir. Mi preocupación ahora es mi hermano. Tú no sabes como es Tristán, no realmente. Marlene no es precisamente su mejor amigo.- Abby sonríe.
- Ella me lo dijo, me ha advertido y te agradezco lo que haces, pero eso es entre Tristán y yo, y si te preocupa, Marlene y yo tenemos mucho en común, disfrutamos cada una de nuestra compañía y le gusta.-  Abby habla con brusquedad. A las tripas de Rebecca regresa la ansiedad.
- Sólo quiero que sea feliz, no quiero que ella tenga ningún sufrimiento.- Abby inclina la cabeza.
- No voy a hacerle daño, me preocupo mucho por ella.- Rebecca no puede encontrar las palabras que necesita decir, su mente se ha quedado en blanco y confundida.     - ¡Rebecca!- Abby la llama. Rebecca se explica.
– Quiero mucho a Marlene, y no quiero verla pasar por más incertidumbres.-
Abby responde rápida.
- Y ¿qué pasa con Katherine? ¿Ella sabe cómo te sientes?- Rebecca frunce el ceño.                
- Katherine no es una parte de esta conversación, lo que Marlene y yo tuvimos nunca podrá ser reemplazado, ella siempre será el amor de mi vida y sí, la quiero  proteger. Todo es por mi culpa, este jodido lío para empezar.-  Rebecca se desata a sí misma de tal manera que sorprende a Abby.
- Pero Katherine es una parte de esto, después de todo, es tu interés amoroso, tu novia. No veo donde encaja Marlene en esta ecuación, más, si no tienes pretensiones con ella.  Como he dicho antes, Marlene puede tomar sus propias decisiones, no necesita un caballero de brillante armadura para protegerla.- Abby se enfrenta con ella sin frenarse.  No está dispuesta a dejar que Rebecca la empuje a un rincón.  Rebecca se acerca a la puerta con las entrañas ardiendo de ira.
- Todavía tienes que tratar el tema de  Tristán. Te sugiero que se lo digas antes de que las cosas se pongan fuera de tu control. Él ya ha herido a  Marlene antes y no se detendrá en hacerlo de nuevo. La culpará por todo. Sé quien es mi hermano y ella ya ha sufrido suficiente daño para toda la vida.- Hace amago de salir y de repente deja de hablar, poco a poco se vuelve hacia Abby con una mirada de preocupación.
– ¡Si! Marlene resultara lastimada por sus acciones, te haré responsable y verás que ser víctima de la ira Lahnstein puede ser muy desagradable.- Rebecca cierra la puerta sin hacer ruido ya que no está dispuesta a escuchar de Abby  una palabra más. Abby se sienta colocando el rostro entre sus manos. 
Rebecca regresa a su mesa y se sienta lanzando un profundo suspiro.
- ¡Hey! ¿Sacaste lo del presupuesto, funcionó?- Katherine habla abrazando a Rebecca desde atrás.
- Se podría decir que lo hicimos.- Rebecca puso la vista en no querer enfrentarse a Katherine.
- Me voy temprano esta tarde para hacer el equipaje. Desearía que aparecieras por la buhardilla esta noche.- Ella está al tanto del estado emocional de Rebecca.
- No puedo, tengo que cenar con Elisabeth y ni siquiera he preparado la maleta.- Katherine baja los hombros, un tanto decepcionada.
- Bueno, al menos te tengo para Riga, he oído que Marlene no asistirá.-  Ella parece aliviada pero produce cierta angustia en Rebecca, sus músculos se tensan mientras se aleja de ella.
- ¿Por qué no puedes simplemente dejar todo el asunto Marlene? ¿Por qué crees que es una amenaza? Ya te he pedido que dejes de  acosarme con ello.- Rebecca habla en voz alta, algo que la hace encogerse.
- Lo siento, Rebecca, yo no quise…- Rebecca coge su cartera.
-Tengo una reunión y luego estaré fuera el resto del día, te veré mañana.- Rebecca agarra sus cosas y se marcha, dejando a Katherine en estado de confusión. De regreso a su mesa se deja caer en la silla de su asistente. Ésta se acerca con cautela.
- A menudo os veo a las dos discutiendo.- Le comenta ella con severidad. - Y la mayoría de las veces es desagradable.- Katherine mira con sorpresa, apoya los codos en la mesa colocando la barbilla en las palmas de sus manos.
- ¿Y?- Katherine hace un gesto para que continúe.
- En realidad no soy quién para decir estas cosas, pero demasiado a menudo te veo sufriendo sobre las cosas que no tienen nada que ver con este lugar. Marlene y Rebecca tienen una historia que todos conocemos. He trabajado aquí en el pasado y vi que luchaban como lo hacen ahora, Rebecca es una Lahnstein y que va por los caminos muy orgullosa,  tú no vas a cambiar eso por mucho que trates de hacerlo.- La mente de Katherine se tambaleó ante lo que le están diciendo.
- No creo que lo haya hecho.- La asistente deja el rollo de tela que sostiene y continúa.
– No tienes ni idea, los conflictos que tenéis son insignificantes y que a veces se reflejan en tu estado de ánimo de forma negativa. Rebecca no va a cambiar sus maneras.- Katherine comienza a prestar atención a sus palabras. Mira con valentía a su asistente.
- Y ¿Qué harías dada mi situación?- Su asistente medita por un momento.
- Deja que Marlene y Rebecca resuelvan sus propios problemas. Es obvio que Rebecca se preocupa  por tí o no estarías aquí. Es un tiempo para la reconstrucción de las dos. Se fueron por caminos separados y, a veces se necesita mucho tiempo, piensa en cómo Rebecca se debe haber sentido cuando Marlene regresó de repente.- Katherine le da las gracias y ella le sonríe amablemente.
- ¡Ahora! ¿Es el material que querías?- La asistente pregunta con una sonrisa, lo desenredan para volver a centrarse en el diseño.

Abby revuelve afanosamente en la cacerola en la que cocina. Oye un ruido de alguien golpeando la puerta. Se mueve hacia allí. Abre y aparece  Marlene  con una botella de vino en la mano.
- ¡Marlene, por favor entra!- Ella traspasa el umbral.        
- Huele bien lo que estás cocinando.- Abby le dice.
- Pescado a la parrilla con salsa de mantequilla de ajo y ensalada.- Respondió  orgullosa.
- ¡Hmmm! No puedo esperar a probarlo.- Marlene se ríe dejando la botella de vino encima de la mesa y librándose de su chaqueta. Abby coge dos vasos del armario, Marlene abre el vino.
- Vino tinto y de mis favoritos.- Abby expresa emocionada.  Disfrutan de una cena con velas antes de trasladarse a la sala de estar, se sientan en el sofá.
- Interesante conversación que tuve con Rebecca hoy.- Abby le dice, pasando los dedos por el cabello de Marlene.
- No quiero hablar de Rebecca.- Le pide. Pone la cabeza en el pecho de Abby.
- ¡Ella te ama!- Abby habla en serio.
- Abby ¡Por favor! Nó. Déjalo, arruinarás esta noche hablando de Rebecca o su familia.- Marlene se siente triste e incómoda.
- Yo sé que no quieres hablar de ella, pero vino a mí hoy y al parecer está pensando en que estarás herida. Piensa que estás confusa y está realmente preocupada por Tristán.-  Marlene aprieta su mandíbula con fuerza.
- Yo no estoy confundida y, sí,  tiene razón sobre Tristán, te lo advertí, dijiste que lo manejarías, Tristán no está jugando exactamente con una baraja completa.- Le argumenta mientras Abby se coloca más cerca, sus labios encima de la cabeza y suavemente la besa.
-Tristán y yo, ni siquiera ha sido romántico. Yo le he dicho que no estaba buscando romance alguno, que había pasado por una mala ruptura, sólo que quería ser amable.- Marlene da un suspiro de alivio. Abby la atrae hacia sí para besarla, Marlene la mira.
- Espera un minuto, le dijiste a Tristán que no estabas interesada en cualquier tipo de romance, pero estás aquí conmigo.- Abby sonríe.
- Yo no podía decirle nada acerca de mi sexualidad. Cuando nos conocimos despertaste mi curiosidad, no quiero echar a perder nuestra relación, pero las cosas tienen una forma de trabajarse. Lo que me habéis dicho de él me da la oportunidad de pensar en cómo se lo voy a decir.- Marlene la interrumpe.  
- No va a ser fácil, especialmente cuando estoy yo involucrada, secretamente me odia y yo no puedo decir que la culpa es sólo suya, sin embargo,  está en mi pasado y yo no quiero roces con él o cualquiera de los Lahnstein.- Le pide con una sonrisa. Abby la besa de nuevo ya de pie. Desde el sofá se toman entre sí de la mano y se dirigen a la habitación donde numerosas velas están encendidas y una sola rosa roja posada entre las dos almohadas.
- ¡Uh huh!- Marlene comenta. -Veo que has estado ocupada en distintas formas de cocinar.- Abby se inclina haciendo una reverencia.
- Puedo parecer simple en el exterior pero soy una romántica en el interior.- Ambas ríen mientras se besan, se desvisten y caen en la cama para toda la noche.

1 comentario:

  1. Una vez más perpleja con tu forma de escribir... Sabes trasmitir muy bien los sentimientos de los personajes en la historia. No me puedo despegar de lectura, además q la trama de los personajes de esta serie me encanta, ni q decir de los actores, me fascinan.

    ResponderEliminar