- ¡Hola!-
La voz de Abby saluda a Marlene mientras se acerca por el pasillo hacia su
oficina.
-
¡Buenos días!- Marlene
habla en voz baja, su rostro aún está sonrojado de su conversación con Rebecca.
- ¿Café?- Abby lo ofrece mirando a Marlene.
- ¡No,
gracias!- Responde ella y
se sienta.
-
¡Marlene! ¿Estás bien? Te veo un poco alterada. ¿Te consigo un vaso de agua?- Marlene niega con la cabeza. Se da cuenta
de que se ha dejado la hoja de presupuesto en su escritorio.
-
¡Lo siento, Abby! Me olvidé de la hoja de presupuesto que me dejaste.- Abby abre el cajón de su escritorio y le
entrega una copia.
- Realmente
no sé mucho de presupuestos.-
Marlene hace una mueca.
- ¿Estás
segura de que deseas empezar ahora? Pareces tensa. ¿Es que Rebecca…?-
Abby es muy perspicaz. Marlene hace una respiración profunda.
- Ella
está tensa, tiene problemas de novia.-
Marlene pone mirada de desesperación. Abby siente una punzada de emoción.
-
¿Novia?- Cuestiona como si
fuera inconsciente de lo que está pasando a su alrededor.
–
¡Katherine! - La voz de
Marlene suena triste.
-
¡Hmmm! Por lo que deduzco Rebecca tiene una novia y las cosas, obviamente, no están
bien entre ellas.- Abby
habla a la ligera. Marlene no responde de inmediato, parece perdida en sus
pensamientos.
-
¡Abby! ¿Hay alguna manera que podamos trabajar en esta propuesta de presupuesto
esta tarde?- Abby sonríe.
- En
realidad me voy temprano esta tarde, Tristan me lleva a un concierto en el,
parque.- A Marlene le resulta difícil de asimilar la
relación de ambos dos.
-
¿Así que supongo que tu prioridad es ahora Tristán?- Pregunta
con interés.
- Solo
una amistad.- Abby
responde con rapidez. Marlene recoge la propuesta de presupuesto y la dobla por
la mitad. Abby se levanta de su escritorio y se acerca a Marlene.
-
Estoy libre mañana por la tarde, tengo una reunión temprano con Martin y luego
almuerzo con Tristán, que está preparando un simposio de banca. Repasa ese papel
y si tienes alguna pregunta, escríbela y hablamos sobre ello.- Abby
parece alegre y relajada para Marlene.
-
¡Gracias Abby! Tanja quiere que aprenda sobre los presupuestos de los diseñadores y asistentes
por no hablar de las costureras y los modelos.- Abby se incorpora.
- Creo
que está más interesada en la moda, tienda internacional y abrir boutiques como
continuación de LCL.- Comenta con una sonrisa.
- Debería
dejar que trabajes. Me voy a centrar en
una nueva perspectiva para el vestíbulo de LCL. ¡Otra idea de Tanja!.- Comenta con humor pensando en su amiga más
cercana.
- ¡Mañana
entonces!- Abby la observa
al salir por la puerta. Arquea su ceja, ha despertado su interés.
Rebecca se sienta en el banco fuera de LCL sumida en sus pensamientos. Ha cambiado de ambiente en un intento de relajarse del estrés que siente de su reciente agitación con Katherine. El ánimo de Rebecca se ha reforzado con el
comentario de Marlene.
- ¿Ahora qué?- Se pregunta con sus sentimientos proyectados hacia ella.
Marlene sale de LCL, por la ventana de su despacho ha visto a Rebecca sentada en el parque y con gesto de preocupación. Se acerca a ella mirando fijamente a su rostro, observa inquieta su mirada perdida sobre la vegetación.
-Te
vi aquí y me pareció que estabas intranquila, pensé que sería bueno comprobar si en verdad te pasa algo. ¿Estás bien?.- Marlene se sienta junto a ella.
-
¿Es esto, estar bien? En serio, tengo una novia que está en el armario y mi ex
está en mi cara todos los días.-
Rebecca exclama con ironía y con angustia.
-
¡Lo siento! No me di cuenta que estaba en tu cara todos los días y que ¿Katherine
está en el armario?- La
respuesta de Marlene es de sorpresa. Rebecca le echa una mirada dura.
– Su familia no sabe que es gay, ni tienen ni idea de que existo.- Ella le cuenta sin rodeos.
- ¡Ah!
ya veo, ¿Es por eso qué estaba tan molesta y arremetió contra mí?- Marlene le
pregunta. Rebecca gimotea.
-
Ella cree que tienes un motivo para estar aquí y que me quieres recuperar, que no
te detendrás ante nada para sabotear lo que tenemos.- Marlene suspira y luego responde.
- Creo
que ya hemos hablado de esto antes, cuando te conté la conversación en el almacén.- Rebecca sacude la cabeza con calma.
- Ni
siquiera he hablado con ella sobre eso todavía, estoy muy enojada. La noche de
la boda, le conté todo sobre nosotros y nuestra ruptura, que hice trampa
y lo devastada que estuve cuando te fuiste. Ella no es estúpida y me preguntó
acerca de ti. Nosotras, nuestra relación.
Si aún te quería. ¿Cómo podrían dos personas enamoradas, destrozarlo todo en un
momento?- Marlene agarra con fuerza el hombro de
Rebecca, como para calmarla.
-Tomamos
estas decisiones mucho antes de separarnos, no hablamos, estabas
insegura, envuelta por la LCL, te engañaste, me engañaste, las cosas
no estaban destinadas a un futuro. Podemos profesar nuestro amor a uno otro lado
una y otra vez, pero en realidad no cambiaría nada.- A Marlene
la voz se le quiebra mientras habla. Rebecca baja la cabeza
-Tengo
que poner las cosas en perspectiva cuando se trata de Katherine, he estado
caminando sobre una nube esta semana.-
De repente se levanta, Marlene se dirige a ella.
-
Te necesito para centrarnos en este trabajo, te he dicho antes que ni tú
ni... en lo que a Katherine se refiere vaya a interferir en él. Creo que por fin
estoy encontrando mi camino.- Le replica.
- Yo
voy a intentar poner mi mejor esfuerzo para hacer lo correcto.- Rebecca consigue sonreír. - Sabes
que no será fácil, pero voy a hablar con Katherine y dejar las cosas claras, te
lo prometo.- Añade
Rebecca. Marlene le dirige una mirada sutil pero curiosa.
-
Promesas, recuerda que hablamos de cumplir las promesas.- Rebecca sonríe en voz alta.
- Sí
que las hago y no las cumplo, voy a trabajar eso.- Marlene
se pone de pie.
-Tengo
un presupuesto para preparar y algunos cambios que hacer en el vestíbulo.-
Regresan a LCL juntas. Los ánimos están un poco más tranquilos. Alguien inclinada sobre el balcón está aún muy enojada y nerviosa. Katherine las observa cuando empiezan a subir las escaleras. Rápidamente se hace la desapercibida y se dirige de nuevo a su mesa.
Rebecca desenrolla un poco de tela y la coloca horizontal sobre la mesa. Dispone un esquema de un diseño de invierno en él. Con una tijera fina corta material.
Regresan a LCL juntas. Los ánimos están un poco más tranquilos. Alguien inclinada sobre el balcón está aún muy enojada y nerviosa. Katherine las observa cuando empiezan a subir las escaleras. Rápidamente se hace la desapercibida y se dirige de nuevo a su mesa.
Rebecca desenrolla un poco de tela y la coloca horizontal sobre la mesa. Dispone un esquema de un diseño de invierno en él. Con una tijera fina corta material.
- ¿Has
almorzado?- Katherine se sitúa detrás de ella y le pregunta con timidez. Rebecca deposita las tijeras en la
mesa y vuelve hacia ella.
- Yo
no tengo mucha hambre.- Le
responde con honestidad.
-
¡Rebecca! Conozco tu enfado.-
Ella le dice tocando su mano. Rebecca la retira.
-
¡Por favor detente! No estoy de humor para hablar de nosotros Katherine. En la
forma en que me siento ahora, hablar simplemente no es una opción.- Se expresa secamente. Katherine retrocede. Una
lágrima cae de su ojo. No dice nada más mientras regresa de nuevo a su lugar.
Marlene las observa a través de las persianas. Su corazón late rápido
mientras contempla la escena.
La tarde de trabajo se prolonga a la noche. Las costureras trabajan de manera constante en sus máquinas, los asistentes desenrollando kilómetros de tela, todo eso le da a Rebecca un sentido de logro. Se muestra satisfecha por el duro trabajo de las personas a su cargo y con el talento de las diseñadoras que había reunido. Katherine se queda para ponerse al día en sus diseños de invierno. Se entierra en su trabajo, su lápiz traza líneas llevado por su mano y por su ingenio. Tanta actividad alivia sus pensamientos. De vez en cuando mira a Rebecca por si la nota relajada, siquiera remotamente, pero no, ella está ocupada dirigiendo LCL, con todo su brillo y esplendor.
Deja que su mente se retraiga de nuevo a la noche de la boda y la dolorosa conversación que tuvieron. Gimotea con profusión. A final de la jornada cierra su cartera y se marcha. El aire de la noche es refrescante enfila su camino de regreso a la buhardilla. Transita atormentada, comprueba su teléfono, no hay mensaje de Rebecca, pero no hay ninguno.
La tarde de trabajo se prolonga a la noche. Las costureras trabajan de manera constante en sus máquinas, los asistentes desenrollando kilómetros de tela, todo eso le da a Rebecca un sentido de logro. Se muestra satisfecha por el duro trabajo de las personas a su cargo y con el talento de las diseñadoras que había reunido. Katherine se queda para ponerse al día en sus diseños de invierno. Se entierra en su trabajo, su lápiz traza líneas llevado por su mano y por su ingenio. Tanta actividad alivia sus pensamientos. De vez en cuando mira a Rebecca por si la nota relajada, siquiera remotamente, pero no, ella está ocupada dirigiendo LCL, con todo su brillo y esplendor.
Deja que su mente se retraiga de nuevo a la noche de la boda y la dolorosa conversación que tuvieron. Gimotea con profusión. A final de la jornada cierra su cartera y se marcha. El aire de la noche es refrescante enfila su camino de regreso a la buhardilla. Transita atormentada, comprueba su teléfono, no hay mensaje de Rebecca, pero no hay ninguno.
Rebecca continua trabajando sin descanso, de pronto mira su reloj, entonces levanta la vista y se da
cuenta que el cansancio comienza hacer mella en su mente y en su cuerpo.
– ¡Es muy tarde!- Exclama exhalando aire de una profunda respiración. Coge su
bolso y sale a la calle , el frescor de la noche golpea su rostro, sin embargo no está segura de qué hacer o a dónde ir. Comienza a caminar, sus pasos la dirigen camino a No
Limits. Entra y se sienta en la barra.
-
¡Josie! Ponme un whisky por favor.- Ollie
se acerca por detrás de ella.
-
¡Rebecca!- Se vuelve hacia
él y se abrazan. Toma un sorbo de su bebida y hace una mueca, él se sienta a su lado.
-
¿Estás sola esta noche?-
Le pregunta viendo una ligera mirada de desaliento en la cara.
- Se
podría decir que sí.- Ella
responde apurando su bebida.
-
¡Otra Josie!- Ella le sirve
el vaso con un ruido sordo.
-
¿Katherine? ¿Son cosas buenas?- Él le frota el hombro. Rebecca lo mira.
- En
realidad no.- Duda al responder. Ollie la mira y luego la
abraza, Rebecca se deja llevar por el llanto.
- ¡Vaya!
Parece que necesitabas un buen lloro.-
Ollie siempre ha sido, y es, un hombro en que apoyarse.
-
¿Marlene?- Su comentario da
en el blanco.
- Justo
cuando pensaba que lo tenía todo planeado. He conocido a la chica más perfecta,
ella es amable, hermosa, talentosa y podría seguir.- Sus ojos se llenan de lágrimas, Ollie intenta
arroparla.
-
¡Hey! Ahora no es tan malo, Marlene es una parte importante de tu vida, tu
primer gran amor, recuerda cómo luchaste. Las cosas suceden, echa un vistazo
a Christian y yo, Christian tuvo una
gran cantidad de luchas y yo no podía hacer frente a ellas.- Le recuerda.
- Me
encantas Ollie. No sé qué hacer, no soy capaza de pasar por todas las incertidumbres sola.- Ella pide otra copa.
- ¡Rebecca! No te rindas. ¿Qué quieres Katherine o Marlene?- La pregunta es directa y con intención.
Rebecca lo mira con inquietud.
– No
lo sé, yo misma me dicho una y otra vez que no le haría daño a Katherine pero
me duele Marlene.- Ella
traga saliva. -
Me encanta Katherine.- Declara
en voz alta para él. - Pero
estoy enamorada de Marlene.-
Le ha costado mucho, pero al final lo dice, siente que el alivio inunda su
cuerpo y mente. Ollie la ayuda a levantarse del taburete.
- Tienes
mucho que pensar y decisiones que tomar. No va a ser fácil, pero confío que;
aquello que decidas, será lo correcto.- Él la acompaña hasta la puerta.
-Te
llamaré un taxi.- Se ofrece gentil, ella consiente para ganar
compostura.
-
¡Gracias Ollie! Eres un buen amigo.- La acompaña al taxi,
que ya espera.
- A
Konisnburg.- Le indica con una suave sonrisa.
Marlene y Sascha están separando pieza por pieza el
conjunto de maniquíes en el escenario.
- ¿Algunos grandes cambios?- Sascha le pregunta, Marlene guarda silencio al principio. - ¡Hola, Marlene!- Vuelve a llamar su atención.
- ¿Algunos grandes cambios?- Sascha le pregunta, Marlene guarda silencio al principio. - ¡Hola, Marlene!- Vuelve a llamar su atención.
-
¡Sí! Tanja quiere tener en el vestíbulo una mirada fresca. He retirado algunas
cosas y las he llevado al almacén del
sótano.- Sascha pregunta otra vez.
- ¿Quieres
esto ahora?- Poniendo sus
manos en el carro. Marlene le contesta dirigiéndose al ascensor.
-
¡Sí! A la puerta de la derecha hay varias cajas y pantallas, colócalas a un
lado del estante de la ropa. Tengo que ir a la sala de costura.- Le ordena con un gesto sutil. Las puertas
del ascensor se cierran.
Marlene trabaja montando un maniquí que ha recuperado de un rincón. Acabada la tarea sube por las escaleras cuando ve aparecer a Rebecca, que camina con pausa.
Marlene trabaja montando un maniquí que ha recuperado de un rincón. Acabada la tarea sube por las escaleras cuando ve aparecer a Rebecca, que camina con pausa.
-
¡Buenos días!- Saluda Marlene.
-
¡Sí! Buenos días.- La voz
de Rebecca suena agrietada. Marlene, se estremece.
-
¡No te veo muy bien!-
Rebecca responde con evasivas. Marlene sigue a su lado, puede observar las
sombras debajo de sus ojos inyectados en líquido y sombríos.
- Si
tuviera que adivinar me da que has bebido un poco de más la pasada noche.- Rebecca la mira mientras por su cabeza
cruzan los disparos de whisky que consumió al regresar al castillo.
- ¿Tomaste
algo para la resaca?-
Marlene busca una aclaración. Rebecca le devuelve una mirada Lahnstein.
-
¡Sí! Estaré bien en un rato. Si me disculpas tengo cosas que hacer.- La voz de Rebecca es fría. Ella da un paso
atrás, de lejos la observa sentarse a su mesa
y apoyar la cabeza sobre sus manos abiertas. Marlene se acerca a la sala de
costura para recoger accesorios de un estante de ropa, deja de contemplar la resaca de Rebecca.
Katherine asoma por las escaleras, mira para comprobar que Rebecca está en su sitio. Se estremece al tenerla a la vista, se las arregla para acercarse a ella.
Katherine asoma por las escaleras, mira para comprobar que Rebecca está en su sitio. Se estremece al tenerla a la vista, se las arregla para acercarse a ella.
-
¡Rebecca!- Llamando su atención.
-
Ahora no Katherine.- Ella
le responde y levanta la cabeza.
-
¡Rebecca! Tenemos que hablar.-
Katherine le habla en voz baja, haciéndose fuerte en el tono. Rebecca mira a
sus ojos tratando de reorientarse.
- No
quiero hablar, ya te dije ayer que éste no es el lugar para arreglar nuestros
problemas.- Rebecca se
expresa con tozudez.
- Entonces
vamos a dar un paseo ahora.-
La da un empujoncito en el hombro con la mano. Rebecca gira su cabeza hacia
ella y suspira, mira a una Katherine decidida y enojada. Se levanta de golpe y
la cabeza comienza a girar haciéndole un nudo en el estómago.
- No
tengo mucho tiempo, tengo que centrarme en un nombre para mi colección de
invierno.- Bajan las escaleras y salen por la puerta.
Katherine está sorprendida por la falta de emoción de Rebecca sobre sus
problemas.
-
¡Bueno! Marlene tiene razón en una cosa.- Conjetura Katherine.
- ¿Y
qué es?- Ha conseguido
llamar su atención, Rebecca está ahora en
sintonía.
– Estás
absorta en tu trabajo, preocupada por LCL y distraída.- Rebecca cambia a un ritmo más rápido.
- Estoy de acuerdo con ello. Cuando nos conocimos te dije que parecías tan
entusiasta y dedicada como yo, que íbamos a establecer un nuevo mundo de la
moda juntas.- Katherine piensa por un segundo.
-
Sin embargo hemos mantenido secretos entre nosotras, nunca ha sido una relación
muy abierta y honesta acerca de nuestras vidas fuera del negocio. La revelación
sobre Marlene no estaba en tu mente. ¡En fin! La realidad es dolorosa.- Katherine vuelve la mirarla de cerca.
- No
tenía ninguna razón para hablar de Marlene contigo, ella fue mi pasado, y tú
eras mi futuro, no tenía ni idea de que volvería. ¿Alguna vez hemos hablado de
alguna de tus ex novias?- Rebecca argumenta y pregunta en un intento de
cambiar la conversación. Katherine baja la cabeza.
–
Siempre he tenido que esconder mis inclinaciones porque no importa lo grande
que sea Berlín, es mi familia y habrían descubierto lo que viví en la
discreción hasta que pude salir, yo no he tenido una sola novia hasta que me
enamoré de ti.- Katherine
está más relajada y sincera. Rebecca acaricia el costado de su cara con la
mano.
–
He pensado mucho sobre la charla que tuvimos y la sorprendente verdad acerca de
Marlene, pesaba sobre mí cuando me tuve que marchar a Berlín.- Rebecca se siente tensa.
- No
tenemos que hablar de ella.-
Katherine le coge un lado de la cara y la traslada a los labios se la besa con suave
gesto.
- Si
lo hacemos, no hay encubrimiento Rebecca, esto es lo que quiero. Te amo y sé
que en este momento debo estar muy aturdida. Hemos llegado demasiado lejos sólo
para que los temores y los celos arruinen lo que tenemos.- Rebecca se adelanta besando sus labios
suavemente. Katherine cierra los ojos abrazando a Rebecca. Contiene el temblor
apretado con el deseo de estar a solas con ella.
- ¿Podemos
ir al desván?- Le pide a
Rebecca. - ¡Por favor Rebecca! Necesitamos
estar un tiempo a solas ¿No te parece?- Katherine le da la mano a Rebecca e inician el camino
hacia el desván. Entran para caer la una en los brazos de la otra. Besándose camino de la cama. Katherine se para frente a
Rebecca en silencio, comienza a desnudarse lentamente quitándose el vestido de
una sola pieza y se queda desnuda ante una Rebecca divertida. Ella la acuesta sobre
la sábana y se desnuda, juntaron sus
cuerpos volviendo a besarse con intensidad y se entregan con pasión.
-
¿Mejor que hablar?- Rebecca
susurra al oído de Katherine. Ella se ríe.
-
¡Hmmm, no quiero arruinar este momento.- Le responde. Rebecca
la abraza con fuerza escondiéndose entre las sábanas, se ríen acariciándose de
forma lúdica. Katherine se da la vuelta para mirarla con seriedad.
- No
quiero poner fin a esta tarde Rebecca, quiero tenerte aquí haciendo el amor.- Rebecca sonríe.
-
¿Quieres renunciar al trabajo, de verdad?- Rebecca bromea. Yacen
allí disfrutando juntas de cierto estado de relajación. El trabajo, por una vez,
podía esperar. Rebecca está a gusto con
Katherine, quiere encontrar la serenidad, esa paz interior que una vez tuvo,
pero perdió. Pero… no hay claridad real, piensa en lo que dijo Marlene de ser
consumidos por sus propias acciones. “La verdad es demasiado dolorosa para
revelarla”.
- Debemos
volver al trabajo.-
Rebecca le da un codazo a Katherine que se ha dormido. Se visten y regresan
como de un almuerzo prolongado.
Toda la empresa de LCL está ocupada con los preparativos de Riga, apenas las han echado de menos. Katherine se instala en su mesa, abre su cartera soñando con el momento que ella y Rebecca habían disfrutado antes. Rebecca se afana en ultimar su trabajo de los borradores para su línea de invierno. Tanja en silencio se acerca a ella.
Toda la empresa de LCL está ocupada con los preparativos de Riga, apenas las han echado de menos. Katherine se instala en su mesa, abre su cartera soñando con el momento que ella y Rebecca habían disfrutado antes. Rebecca se afana en ultimar su trabajo de los borradores para su línea de invierno. Tanja en silencio se acerca a ella.
-
¿Un almuerzo tarde?- Le
dice con claridad con poco de dureza, pero da en el blanco.
- ¿Qué
quieres Tanja?- Tanja deposita
la lista de diseñadores y asistentes frente a ella. Rebecca cogió la lista.
- Entrevistas
pronto Rebecca.- Tanja le
indica.
-
¿Para cuando? Riga está en una semana.- Tanja frunce el ceño.
- Hasta
que, Elisabeth crea que es el momento que tomes un poco más de responsabilidad que
una simple Diseñador Jefe.- Tanja le responde. Rebecca suspira.
- Voy
a hablar con Elisabeth, concretaré algunas entrevistas cuando regrese de Riga,
ahora si me disculpas.-
Rápidamente pone fin a la conversación con una mirada extraña.
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