Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 20 de septiembre de 2016

CAPÍTULO 19


-LOS SENTIMIENTOS SIEMPRE PERMANECEN-


Marlene entra en LCL con una extraña sensación paranoica. Mira a su alrededor para ver si alguien se da cuenta de su tardanza al traspasar la puerta como a hurtadillas. 
Se sienta en la barra del café y ordena un expreso.
- ¡Buenos días Marlene!- Kim la saluda con afecto mientras se acerca desde la entrada. 
- ¡Hola! ¿Te vas?- Marlene bebe su café tratando de despertarse. Kim llega tirando de su maleta, la apoya contra la barra y coloca el maletín encima.
– Con leche, por favor.- Pide con cortesía y exhalando aire.
-Te veo un poco pálida ¿Estás bien?- Interroga Kim a su hermana. Marlene responde con la mirada algo apagada.
- Demasiado tequila anoche, pero estaré bien pronto.- Kim sonríe  con ironía.
- ¿Rebecca?- Pregunta mientras Marlene toma un sorbo de su café.
- Abby la contable. Trabajamos ayer hasta tarde, le apetecía una copa, así que fuimos a No Limits.- Le dice. Kim contesta con curiosidad.  
- ¿Abby?- Susurra.
– ¡Si! Ella es una linda chica y…- Kim corta rápida.  
- Y el rumor es que ella está saliendo con Tristán. Sin duda que no…-  Se detiene a media frase, conoce a  su hermana muy bien y su expresión facial le ha regalado un montón de secretos internos. Marlene baja la mirada. Kim la agarra del hombro.
- ¿Qué pasó Marlene?-  Marlene duda, está indecisa.
- ¡Nada! Nos fuimos de copas, eso es todo.- Kim se ríe entre dientes. 
- ¡Marlene! Dime algo mejor que eso. Una noche de trabajo, que te has quedado hasta tarde y bebísteis tequila hasta emborracharte con alguien que apenas conoces.- Marlene se mira las manos.
- Hablamos mucho, sobre Tristán, Rebecca, me sentí cómoda ella es un buen oyente y…- Marlene no está segura de si debía decirle a Kim toda la verdad, pero ella sabe que su hermana no se rendirá hasta que llegue a la verdad.   
- Resulta que ella en realidad sólo piensa en Tristán como un amigo, su verdadero interés soy yo. Nos fuimos a su casa y pasamos allí la noche.- Marlene siente que la cabeza le pesa, se muerde el labio inferior como pidiendo perdón. No puede  mirar a su hermana.  
- ¡Marlene!- Kim exclama asustada.   
-¡Shh! ¿Quieres que alguien te oiga? Baja la voz.- Ella le dice en voz baja.
- ¿Qué pasa con Rebecca y Tristán? ¿Qué vas a hacer? ¿Puedes darte cuenta que esto se  convierta en un lío y fuera de control?- Kim toca la mano de su hermana y la acaricia.
– Nadie debe saber nada, Kim y te agradecería que no digas una palabra a nadie, ni siquiera a Emilio.- Le exige con inquietud. Kim se apea del taburete de la barra y termina el café con leche.
- ¡Ok! tienes mi palabra, pero cuando regrese de Estocolmo,  deberíamos hablar.- Marlene se pone de pie a su lado.
- ¿Estocolmo?-  Le pregunta.     
- Tanja y Sebastián están pensando en abrir allí una boutique. Estaré unos días y luego regreso para la muestra de Riga.- Le cuenta.  
- Parece que lo estás haciendo realmente bien, estoy orgullosa de ti.- Añadió Marlene.
- ¿Yo? Señorita Director de Arte.- La empuja dando a su hermana un codazo. Ambas ríen al pie de las escaleras. Marlene camina hacia el almacén, pasa al lado de la mesa de diseño, contempla las cajas de ropa y accesorios preparados para el viaje a Riga. Mira a su alrededor en busca de Rebecca, pero no ve a nadie, mira hacia delante  y se da cuenta de que los diseñadores y asistentes están reunidos cerca de la sala de costura.
- ¡Marlene!  ¿Podrías unirte a nosotros? - Confundida frunce el ceño.
- ¡Lo siento! Llego tarde pero… ¿Tenemos una reunión programada?- Le pregunta a Rebecca, ella le niega con la cabeza.
- Te dejé una nota en tu escritorio ayer por la tarde ¿No la viste?- La mira con severidad.            
- ¡No! Yo no. Estuve toda la tarde con la contable trabajando en el presupuesto.- Marlene comienza a experimentar un pensamiento culpable de su noche con Abby.
- ¡Ya veo! Pedimos nuevas bolsas de ropa para rellenar  mañana. Tanja quiere diseñar un nuevo logotipo para las bolsas y cajas de envío. Riga es lo prioritario. Los escenarios ya se han enviado.- Marlene se queda en silencio sintiendo el tono cortante enfadado de Rebecca. 
Más tarde regresa a su oficina y se sienta, encuentra una copia del  informe sobre el presupuesto con una nota adjunta a la misma, la abre, lee su contenido y sonríe. Dobla el papel y se levanta, sale de su despacho para acercarse a la oficina de Abby.
- Recibí tu nota.- Le dice al entrar en su oficina. Abby se incorpora y se acerca a ella, suavemente toca su brazo.
- ¡Bien! No estabas y quería saber cómo te fue durante la noche.-  Marlene  le contesta con disimulo.
-Tenía una reunión, se me hizo tarde y Rebecca estaba un poco molesta.- Abby sonríe       
- Estoy segura que lo superará, como has dicho, tiene una novia con problemas y eso es suficiente para mantenerla ocupada.- Le responde con petulancia. Marlene se ríe también.
- No quiero hablar de ella.- Abby toma un mechón de pelo de Marlene en la mano la mira a los ojos.
- ¡Eres tan hermosa!- Marlene eleva la nota doblada en la mano y la levanta hacia ella. Ambas se miran con el anhelo de tocarse.

Rebecca está revisando sus papeles y abre su cuaderno de dibujo, encuentra un documento de trabajo de la oficina de contabilidad que se cae al suelo. Se agacha a recogerlo y lee la nota dirigida a ella. Mira a su alrededor y con el ceño fruncido se pregunta por qué le han dejado ese papel. Mira los números que, no tienen mucho sentido para ella, no los entiende.    
- ¿Qué es eso?- Katherine le pregunta al acercarse a ella.
- Una nota y un informe sobre el presupuesto de la oficina de contabilidad la deben haber dejado aquí mientras estábamos en la reunión.-  Katherine la coge  del brazo. 
- Tal vez sea porque eres el jefe de diseño, y algo debes tener que ver con ello.- Rebecca se encoge de hombros.
- Debo ir y hablar con Abby.- Ella toma la nota en la mano y se dirige hacia el ascensor. Katherine sonríe y la sigue.
- Tengo una reunión con Tanja, te veré más tarde.- Rebecca asiente mientras la puerta del ascensor se cierra. Camina en silencio por el pasillo hasta la oficina de Abby, mirando el informe sin comprender nada. La puerta de la oficina de Abby está entreabierta, escucha por la abertura la voz familiar de Marlene  que le llega a través de la rendija, se detiene y escucha.
- Acerca de la noche anterior.- Marlene habla, Abby se le está acercando y le coge ambas manos.
- ¡Fue maravilloso Marlene! No vamos a estropear el momento.- Rebecca estira  el cuello y las ve a través del resquicio. No puede creer lo que está presenciando. Ellas dos en un abrazo.
- ¡Yo!-  Susurra Marlene.
- ¡Shh!- Abby acerca sus labios a Marlene y la besa. El corazón de Rebecca le salta a la garganta, el color desaparece de su rostro,  se congela, su cuerpo siente frío. Su mano tiembla, agarra el picaporte con fuerza logrando deslizar  la puerta haciendo un ruido chirriante para abrirla más. Marlene se aparta de Abby y ambas se giran hacia el ruido.
- ¡Rebecca!- La voz de Marlene suena agrietada al exclamar su nombre en voz alta. Rebecca no puede hablar,  las mira por un segundo antes de dar la vuelta, desaparece rápido por el pasillo hacia el ascensor. Marlene trata de salir después de ella, Abby la agarra del brazo.
- ¡Déjala ir Marlene!- Ella la aparta casi con violencia.   
- No puedo, no en un momento como éste, Abby.- Marlene corre hacia el ascensor, la puerta ya se ha cerrado, espera a que se vuelva a abrir. Rebecca corre a la mesa de Katherine y habla  a su ayudante.
- Informa a Katherine que no me siento bien y me he ido a casa, la llamaré más tarde.- El asistente toma nota. Rebecca coge su bolso cierra su cuaderno de dibujo y la cartera antes de salir corriendo. Marlene sale apresurada del ascensor, pasa la mesa de Katherine y para en la de Rebecca mira a su alrededor y se da cuenta que su cartera está cerrada. Se vuelve hacia su auxiliar y le pregunta.
- ¿Has visto a Rebecca?- El asistente levanta la cabeza y responde.
- Dijo que no se sentía bien y se fue a su casa.- Marlene hace una mueca y responde.
- ¡Gracias!- Recoge el bolso de su oficina y sale de LCL en dirección al castillo.

Rebecca llega al castillo y rápidamente sube corriendo a su habitación, lanza el bolso al suelo y cae sobre la cama sollozando incontrolada, se siente hundida, no termina de tener tranquilidad en sus sentimientos. Ver a Marlene en brazos de otra persona le ha revuelto sus emociones y le despierta esa sensación de incertidumbre que siente desde que ella ha regresado a su vida. 
Poco después Marlene entra en el castillo por la cocina, haciendo el camino hacia a la habitación que una vez compartió con ella. Se para y espera de pie  en la puerta observando a Rebecca mientras llora.
- ¡Rebecca!- Marlene la llama con toda la dulzura que le es posible. Rebecca se limpia la cara arqueando la cabeza para verla de pie mirando su rostro húmedo por las lágrimas.
- ¿Qué quieres? ¡Vete!  ¡Por favor!- Ella le ordena con vehemencia. Marlene se acerca a la cama.
- No puedo Rebecca.-  Se sienta a su lado. - ¿Por qué lloras?- Marlene pregunta con un tono de tristeza.
- ¿En qué estabas pensando?-  Rebecca de repente arremete en un tono  violento. - ¿Has pensado siquiera en Tristán?-  Marlene parece temblar.
- Tristán no tiene nada que ver con esto, Abby y yo…, hay una atracción entre nosotras desde que nos conocimos, Tristán es sólo un amigo.- El rostro de Rebecca se pone rojo de ira.
- En realidad, nunca piensas en Tristán, ni por un minuto. ¿De verdad crees que él la invita a salir porque quiere ser su amigo?- Encuentra una justificación perfecta en su hermano. Marlene trata de explicarse. 
- Pensé en Tristán… ¿Pensaste tú en Tristán cuando te enamoraste de mí?- Marlene le responde con rudeza.
- Eso no es justo. Tú  también estabas enamorada de mí, yo le hice daño, pero traté de hacer las paces, él es mi hermano. No puedo cambiar el hecho de que estábamos enamoradas, pensé que aprenderíamos de eso.- Rebecca se sienta cerca de ella. - ¿Tienes sentimientos por ella?- Le pregunta bajando la cabeza.
– Percibí una atracción cuando nos conocimos. Tuve la idea que ella se había interesado por mí también. Hemos trabajado estrechamente en el presupuesto y es como te digo, he podido confirmarlo.- Le dice con cierta crudeza. Rebecca traga con fuerza, siente el estómago en la garganta.
- ¿Has dormido con ella?- La expresión facial de Marlene le dice todo a Rebecca. Se echa a llorar de nuevo, el llanto es ahora de desconsuelo, sus lágrimas corren por las mejillas. Marlene le limpia la cara con el pulgar.
- Tú ya has hecho tu elección, no puedo hacerte feliz, ninguna de las dos quiere sufrir como nos pasó antes. Tengo que seguir adelante.- Esta vez le habla con dulce tono, Rebecca asiente con la cabeza diciendo que está de  acuerdo, pero  su interior se estremece, solo con pensarlo.
- ¡Lo sé! Tienes razón, es difícil vernos con otra persona. La realidad de todo esto me está golpeando muy fuerte.- Ella mira fijamente a sus ojos. - ¡Marlene! ¿Qué hicimos mal?- Marlene intenta sonreír y suspira mientras le cae una lágrima del ojo. 
- Nos fuimos distanciando. Eso  sucedió.-  Se pone en pie, ahora es Marlene quien está sufriendo, el dolor en su corazón es insoportable. - ¡Por favor! No llores más. Hemos tenido tanto que debemos  estar contentas.-  Marlene quiere ser positiva.
- Abby tiene que decirle a Tristán la verdad, no creo que mi hermano pueda soportar otro golpe como éste. Te implicará y me temo que tratará de hacerte daño de nuevo.  Abby no tiene ni idea de lo que es su estado mental cuando se ve decepcionado.- Rebecca comenta sabiamente.
- ¡Sí! Es verdad. Hablaré con ella, aunque no sé si me creerá. Piensa que es un chico muy simpático.- Marlene le cuenta mientras acaricia la espalda de Rebecca.
- Debo volver al trabajo.- Se dirige despacio hacia la puerta y se da la vuelta para mirar a una Rebecca muy herida y hosca. 
Marlene, en el fondo, percibe que ha dado los primeros pasos para obtener algo positivo de Rebecca. Sabe que la vida siempre ofrece más posibilidades. Ella hace una respiración profunda dejando la estancia en silencio. Rebecca cierra los ojos y trata de olvidar a Marlene en brazos de Abby. El dolor empapa su conciencia, en su interior la visión del abrazo que vio en aquel despacho le duele en lo más profundo, pero lo ha dirigido a los temores por Tristán y cómo podría manejar la situación al descubrir que Abby es gay y no está interesada en él por nada distinto a  la amistad.
- ¿Cómo reaccionará al descubrir que Marlene está involucrada?-  Se lamenta ante la idea de su aventura sexual. De cómo ella la había empujado fuera de su lado, perdiéndola de este modo. Siente náuseas, se levanta a toda prisa y se lava la cara con agua fría, coge la toalla y se mira en el espejo. 
Regresa a su cama, se sienta y contempla el joyero que Marlene le regaló en su viaje a París. Un recuerdo de su amor por ella. Rebecca  recobra la calma sonriendo al recordar aquella mini luna de miel. Lo abre y escucha la canción que suena, un hermoso minueto clásico. 
Tiene guardadas muchas pequeñas cosas que se regalaron cuando estaban juntas. Recuerdos que rememoran todo por lo que habían luchado tan desesperadamente, por su amor. 
Los sentimientos permanecen aún dentro de su alma, nunca se fueron y nunca se irán. El ver a Marlene en brazos de Abby ha despertado su pasión como si estuviera guardada en esa pequeña caja de nácar esperando a ser abierta de nuevo. Rebusca dentro de ella y sus dedos tocan el collar con una pequeña piedrecita que Marlene le había colocado alrededor del cuello aquel día maravilloso en el lago. Lo aferra en la mano contra su pecho y percibe el tic-tac de su corazón latiendo rápidamente. Rebecca se lo lleva a los labios para besarlo. En ese instante tiene la visión de que las cosas comienzan a estar más claras para ella.
- ¡No puedo dejarte ir! Te amo demasiado como para dejar que  otra llegue a tu corazón como lo hice yo.- Se lo jura a sí misma. 

2 comentarios:

  1. Me encanta Marbecca por fin esta pareja tiene q recobrar su amor, verbotene liebe es una gran serie alemana

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  2. Tu escritura descriptiva es genial, me encanta, es el tipo de lectura q más me agrada pq me hace sentir en el escenario. Gracias por este sitio web.

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