Nuevo relato sobre Marlene y Rebecca bajo la pluma de Visla girl. Traducción y adaptación hecha por mí independiente del relato anterior. Es una historia diferente desde un planteamiento completamente diferente al anterior.
Espero que guste pues tiene también tintes de drama y resulta interesante.
EPISODIO UNO
Algo
viejo algo nuevo algo prestado algo azul.
La calidez de una brisa de verano de junio
sopla entre los árboles que bordean la entrada de Town Square Park. Los faldones
de los manteles de lino son aleteados por esa brisa haciendo sonar un tintineo al
golpear los platos. Las conversaciones de
familiares y amigos dejan en el aire el ambiente festivo de una
celebración. – Te veo preciosa.
- Una voz suave llama detrás de Marlene
Wolf, rápidamente se da la vuelta para ver a su mejor amiga, la recibe con una
sonrisa. - ¡Grace! - Marlene se
acerca a ella, medio la abraza tomando sus hombros con alegría. - Quería tener la oportunidad de decírtelo
antes de la boda. - Grace lo expresa con brillo en sus ojos. Marlene se
queda mirando esos ojos verde oscuro de Grace Brandon, su mejor amiga desde que se mudó a New Haven, Connecticut
diez años antes. - ¿Me ayudas a recogerme
el vestido? - Añade tranquilamente sonriendo. - Me casé en otra ocasión anterior, fue una boda tradicional. - Comenta. -
No creo que a Mark realmente le importe. - Le recuerda Grace mientras toman
una copa de champán. - Tu sabes que cuando David y yo nos casamos
años atrás, solo queríamos huir, fugarnos. - Sonríe Grace bebiendo su
champán. – ¡Bueno! También tuvimos otras
ideas. – Marlene ríe. Los rubios mechones de sus cabellos brillan con la
luz que atraviesa las ramas de los árboles del lugar. Marlene rápidamente
vuelve su atención a su esposo y recién casado. - Nunca te he agradecido el haberme presentado a un hombre tan
maravilloso. – Le dice con un resplandor en el rostro. Grace estudia brevemente
la expresión de Marlene. - No hay
necesidad de agradecerme nada Marlene, Mark es un joven con talento que merece
encontrar la felicidad. – La coge por el brazo para contemplarlo mientras él
conversa con un colega.
El Dr. Mark Blair es un hombre alto y bien
conformado, el pelo rubio polvoriento, mandíbula cuadrada pero robusta, sus
ojos grises reflejan un alma amable e inteligente. Marlene expresa un
pensamiento. - ¡Tengo suerte! – Lo observa
fijamente, se acerca y le besa. - Creo que tu padre parece un poco cansado. –
Le dice él. - Voy a comprobar, si me
disculpas Grace. - Ella se dirige hacia Thomas. - ¡Papá!
- Ella extiende la mano. - ¡Oh Marlene! - Le sonríe. - Mark me dice que pareces estar cansado. –
Él la mira con severidad. - Creo que he mezclado la bebida un poco de más.-
Responde mirando al resto de invitados.
- Te llevaré de vuelta al apartamento donde podrás relajarte. - Ella
agarra la base de su corbata. - ¡Quítatela! - Ambos se ríen. - ¡Hija mía! – Empieza a hablar. – Estoy orgulloso de
ti, has logrado hacer una carrera y casarte con un buen hombre. - Marlene
se sonroja. - Estoy muy feliz desde que vivo aquí, mi carrera, mi trabajo y una vida
social. – Comenta mostrándose de acuerdo. Thomas la mira con el ceño
fruncido y aprieta los labios. - ¡Marlene! De alguna manera, no creo que
ese sea siempre el caso. - El corazón de Marlene se acelera. - He ocultado mi pasado y he hecho algo que
necesitaba hacer desde hace mucho tiempo, encontrar la felicidad y lo he
conseguido. - Thomas la mira, ella se lo recuerda. - ¿Qué más puedo querer? – Le
responde con una sonrisa. - Este es el
día de tu boda.- Con su mano acaricia un lado de su cara. - ¿Estás segura? - Le pregunta. - Creo que voy a tomar otra copa de champán
y a sentarme en ese banco de allí.- Señala con decisión. Marlene baja los hombros.
- No vamos a tardar mucho, lo prometo.-
Vuelve a sonreír dejándolo solo con sus pensamientos. Marlene se acerca a Mark.
– ¡Discúlpenme! - Le dice a los
invitados con los que está conversando. - ¿Está
bien Thomas? – Pregunta con una mirada de preocupación. - Viajar desde Alemania es largo y agotador,
él ha llegado ayer por la mañana, creo que le gustaría relajarse y poder hablar
con su hija.- Marlene le comenta
suavemente, Mark le acaricia el brazo. - ¿Por qué no lo llevas a casa? Relájate un
poco y hazle los honores. – Alienta su pensamiento con una sonrisa animosa,
mira su reloj de pulsera. - La gente del katerin
está haciendo bien su trabajo y Grace puede ayudarme a atender a los invitados.
- Ella le da un beso en los labios. - ¡Te amo! - Añade. - ¡Vete! - Le susurra él. - Marlene
no es necesario que te vayas de tu boda - Protesta Thomas al montarse en el
coche. Se marchan al apartamento de Marlene.
Ella se cambia rápidamente, sirve una copa de vino y
se sientan en la terraza. – ¿Estás segura de lo que has hecho? –
Thomas pregunta sin ambages. – Tengo
suerte que sea él. - Marlene responde rodando su anillo de boda con el
pulgar. - ¿Crees que alguna vez volverás
a casa, quiero decir…? – Marlene suspira.
- Mark y yo iremos pronto, me
gustaría llevarlo a los lugares que eran importantes para mí cuando era niña,
quiero compartir nuestra cultura con él y nada mejor que visitar a mis
hermanas. – Marlene comienza a sentir cierta nostalgia de la casa de sus
padres. - Mi apartamento puedes usarlo
cuando quieras. – Ella acerca su mano y le acaricia. - ¡Gracias papá! Hablé con Kim la semana pasada. Parece que el
restaurante de Emilio funciona bien y en España están a gusto los dos. -
Añade apoyando la cabeza sobre el hombro de su padre. Thomas la abraza. - Como
dije, echo mucho de menos nuestra casa, pero hay muchos malos recuerdos para mí
allí. – Responde con honestidad alejándose de él y mirando hacia la calle. - ¡Marlene! - Thomas llama su atención. - Quiero
preguntarte si compartiste tu pasado con Mark. - Ella se da la vuelta para
mirar de frente a su padre con una expresión lúgubre. – Salí de allí con el corazón hecho trizas. - Responde bajando la cabeza. Thomas puede ver
la mirada distante en los ojos de su hija. -
No quiero sobrepasar mis límites. - Interviene rápida Marlene. -
Le dije que estuve casada con Hagen, que me separé, que me violaron y tuve
momentos muy difíciles. - Responde
con severidad. - ¿Sabe él? Marlene
interrumpe una vez más a su padre. - ¡Por
favor, papá! No le he mencionado a Rebecca. Quiero olvidar todo el dolor. –
Se expresa con toda sequedad. - La verdad,
no es algo que debas esconder a tu marido. ¿Te avergüenzas?- Pregunta con toda la intención y con una ceja
fruncida. -
¿Avergonzarme? ¡No! - Se hace
eco de sus palabras. - Tuvimos nuestro
tiempo, nuestra oportunidad, pero eso ha sido hace años, ahora estoy lejos de
ella y estoy feliz, ¿Por qué debería ahondar en un pasado lleno de recuerdos
junto a ella? – Habla con cierta frialdad. - Le hablaste de Hagen ¿Tienes miedo de que te hubiese dejado si supieras
que estás enamorada de otra mujer? - Le pregunta mirándole a los ojos, ella
comienza a llorar. - Tuve un tiempo muy
difícil después de nuestra ruptura, a menudo me preguntaba si he tomado la
decisión correcta. Yo necesitaba encontrar mi verdadero camino. Venir aquí fue
la solución. Hallar nuevos amigos y encontrar a Mark han cambiado mi vida para
mejor, Rebecca es sólo un recuerdo lejano. - Comenta limpiándose las
lágrimas. -Tendré que decírselo a Mark en el momento oportuno. Lo haré, te lo
prometo, pero ahora mismo tengo que concentrarme en este matrimonio y en mi
carrera.- Le dice a su padre con el ánimo caído. - ¿Cómo están los Lahnstein, realmente? - Ella cuestiona con
angustia, Thomas se encoge de hombros. - He
estado apartado de ellos tres años, excepto Elisabeth, en ocasiones hablamos,
pero ella no tiene mucho que ofrecer aparte de cómo estás y es bueno verte. - Le dice y se ríe entre dientes. - He cambiado mucho en diez años. Paso la
mayor parte del tiempo en Hannover o en Barcelona, Biggi y yo visitamos a tus hermanas con
frecuencia. - La sonrisa refleja satisfacción. - Sé
que Dana y Kim disfrutan de tenerte cerca. ¿Cómo están Hagen y Dana? - Pregunta con
angustia. Thomas se encoge de hombros. - Maxi
ha crecido hasta convertirse en un joven estupendo, es muy bueno en la escuela
y le encantan los caballos. Cuando vuelva, voy a pasar la mayor parte del
verano con ellos ayudando a ampliar el granero. Realmente disfruto mi tiempo en
su compañía y desde que Dana tiene adoptado a Maxi, ha cambiado mucho, la noto,
muy entregada. - Sonríe ampliamente
cuando la puerta del apartamento se abre.
- ¡Oh! ¡Hola!- Se levanta y se acerca a Mark le abraza y le besa. - ¿Estás bien? – Pregunta a Thomas. - ¡Si! Pero estoy muy cansado y necesito
dormir un poco. ¿Te importa si me retiro? – Le pregunta a Marlene que lo
acompaña hasta la habitación de invitados. -
Te despertaré cuando llegue la hora para ir al aeropuerto. – Le comenta y cierra
la puerta detrás suya. - ¡Bueno! ¿Cómo
está?- Mark le pregunta acariciando el rostro de Marlene con las puntas de
sus dedos. - Muy cansado, pero feliz por
nosotros. - Cierra sus brazos alrededor de su cintura. - Me gustaría poder llevarte a algún lugar especial. – Sonríe. - Estoy trabajando en eso. - Bromea. - ¿Trabajando en qué? Sera difícil con la
carga de casos que has tenido últimamente. – Comenta ella. Besa sus labios. - ¡Mark! Sé los sacrificios que has hecho para ser el mejor cirujano
que New Haven ha visto alguna vez. – Le da palmadas con las manos a los
costados. – Lo sabes demasiado. - La
acercó más y la besó románticamente. - Lo
sé, pero no quiero esperar. ¿Entiendes? - Marlene tomó su mano y lo conduce
al dormitorio, desata su corbata y le desabrocha la camisa, gimotea apasionada.
- ¡Hmmm!
Mi nuevo marido, te amo y te quiero.- Consigue quitarse la ropa lentamente
hasta que se queda desnuda, caen en la cama para hacer el amor toda la tarde. - Es difícil creer que finalmente estamos
casados.- Él habla mientras está
sobre ella. - Me alegro de que me
convencieras. - Ella ríe acariciándole la cara con el dorso de la mano. - Quería hablarte de algo muy importante
para mí. - Le dice mirando a sus ojos. -
Tienes toda mi atención. - Ella ríe
besándolo. - Sé que nuestras vidas están
ocupadas. – Él empieza a hablar. - Muy ocupadas. - Marlene acepta que rastree su cuerpo. - Quiero tener un hijo contigo. – Le espeta sin cuidado, Marlene
se siente incómoda. - ¿Un niño? – Suspira.
– Suena a decepción. - Se levanta y descansa a su lado. - No estoy decepcionada, sino más bien
sorprendida, acabo de comenzar mi nuevo trabajo y no puedo dejar de trabajar y hacer eso ahora. - Suplica
en voz baja. - Has trabajado duro y he
reconocer que te has hecho un hueco, pero sinceramente tendrías mucho tiempo
para ello. – Él replica. - ¡Mark! Tengo
treinta y cinco años y simplemente no sé si quiero tener un hijo… - De
repente deja de hablar. - ¡Por favor! No
lo descartes, sé que estoy pidiendo mucho, pero quiero niños. - Traga
saliva mientras hace una mueca. - Necesito
tiempo para pensar en ello. - Le habla
severa. - ¿Qué es lo que nos detiene?
Quiero decir que estamos casados. - Marlene se sienta en el lado de la cama
pasando sus dedos por el cabello y se excusa para ir al baño. - ¿Marlene estás bien? - Pregunta Mark desde
de la puerta. Marlene abre silenciosamente el armario de medicamentos y saca un
paquete de píldoras anticonceptivas, toma una rápidamente. - ¡Marlene! - Mark pregunta de nuevo cuando ella abre la puerta. - Estoy bien, sólo un minuto. - Ella duda en cerrar el gabinete lentamente. - ¡Oye! - Él la coge en un abrazo. - No quería molestarte y supongo que es precipitado.
- Se aclara la garganta. - Deberías haber discutido esto contigo
antes. ¡Lo siento! - Se disculpa. - Me pilló desprevenida, eso es todo. -
Responde con su mandíbula rígida, eleva el pulgar rápido en señal de aprobación.
- Mark, te amo con todo mi corazón,
realmente lo hago per… - El la mira.
- Shh, entiendo, pero por favor…- Él
agarra un mechón de su cabello. - ¡Por
favor! Piénsalo. – Marlene le mira mostrando cierta tristeza. - ¡Lo haré! - Él la abraza. Ella recuesta la cabeza sobre su
hombro y se muerde el labio inferior pensativa. - Deberíamos vestirnos tu padre probablemente esté ya listo para la
cena. – Le dice con una sonrisa aliviando su conciencia preocupada.
-
¡Buenos días! - Grace se
encuentra con Marlene en el pasillo. –
Estoy muy ocupada hoy. - Marlene la saluda pasando a su lado. – ¡Eeey! - Grace la sujeta por el
brazo. - ¿Qué
te ocurre? - Pregunta preocupada. - El
señor Bender está esperando. – Le contesta. Grace la detiene de nuevo en el vestíbulo de
la sala de terapia física. Marlene mira
a través de la ventana de cristal. - ¿Por
qué estás tan tensa? - Le pregunta, ella la mira brevemente. - ¿Mark y tu habéis tenido vuestra primera
pelea? ¡Pareces nerviosa! - Ella le cuestiona, Marlene miró brevemente - Mark, tiene en mente que quiere tener un
bebé. - Grace se quedó sin palabras.
- ¡No sé! No esperaba esto de él. Quiero
decir que nunca hemos hablado de tener
un hijo. – A su amiga le parece que lo expresa molesta. - ¿Has hablado con él, de ello? - Ella
le pide que no comente nada. - Lo
intenté, pero él no quiere que lo descarte. Me ha casado para hacer su sueño una
realidad. – Se le sale el corazón por la boca. -
Marlene, no quiere decir que tenga que suceder de inmediato. - Grace trata
de ser la voz de la razón. - He trabajado
duro para conseguir esta profesión. Quiero progresar en ella. ¡Tengo treinta y cinco años! Estoy empezando
una nueva vida. Un hijo ahora sería un
obstáculo. - Exclamó en voz alta. - Tranquilízate Marlene.- Ella la agarra
por los hombros aliviando sus tensiones. -
El señor Bender está esperando, hablaremos más tarde. - Se separaron cada
una a su trabajo.
- Dr.
Blair, por favor, venga y toma asiento. – Le dice Garrison. Con
un gesto le extiende la mano y la estrechan. Mark se sienta frente al doctor. - ¿Has tomado una decisión? - Arquea la ceja al preguntar. - He decidido vincularme a la posición de
Düsseldorf, Alemania – Contesta pensando en Marlene, que estaba en el fondo
de su mente. - ¡Ah! Buena elección. Me
pondré en contacto Bruno Kessler y le hago saber que has aceptado, odio perder
buenos talentos como tú, pero San Vicent está necesitando a alguien con tus
habilidades y nuevas técnicas. – Le dice sentándose en su silla. - Es sólo por dos años. – Ratifica Mark. - ¿Se lo has dicho a tu encantadora y
nueva esposa? - Le pregunta firmando papeleo para personal. - ¡No!
Quiero sorprenderla. No tuve una luna de miel todavía y creo que esto será
perfecto. - Explica con toda
confianza. - ¿Quieres que trabaje a tu
lado? - Le pregunta dándole los
documentos de viaje. – Puede ser una buena experiencia para ella
y estará entre la gente que conoce y su familia. - Expresa sonriente. - Creo que deberías compartirlo con ella. ¿No crees? - Sonríe el Dr. Garrison caminando con él a la
puerta. De vuelta camina hacia la sala
de terapia física donde Marlene está terminando con su último paciente. - ¡Hey! - La sorprende mientras entra
por la puerta. - ¿Puedo hablarte? Es
importante. – Se apartan hacia un lado.
- ¿Se puede saber qué pasa? - Todavía siente la incomodidad de la última
conversación. – Enseguida te lo comento. - Él toma una respiración profunda
mirando a sus ojos. - He decidido aceptar una beca de dos años.
– Marlene se sorprende, nunca le había hablado de tal propuesta, antes de
decir cualquier cosa, decide que debe escuchar. - ¡Nos vamos a mudar a Düsseldorf! - Sonríe ampliamente esperando
una buena respuesta. - ¿Qué? – Responde
aún más sorprendida y a la vez consternada.
- Mis habilidades son necesarias y con las nuevas técnicas que he estado
trabajando. Esto es una oportunidad real para que comparta mis conocimientos y
tú estarás trabajando a mi lado. - Se cruzó de brazos y se apoyó contra la
puerta. - Ojalá hubiera sabido esto de antemano.
– Sus ojos comenzaron a mirar en distintas direcciones, Marlene no sale de
su sorpresa. Siempre censuró que se tomasen decisiones a sus espaldas que la
afectaban. Recuerda que eso le sucedía con Rebecca, ahora su marido realiza la
misma operación. Comienza a sentirse indignada. - ¿Quieres compartir la noticia con tu padre? Estoy seguro de que él
estará exaltado. - Él la abraza con fuerza. -… Y deberíamos empacar, nos iremos la próxima semana. - Él roza
sus labios contra los de ella. Marlene responde de forma sarcástica. – Estoy segura que se alegrará. -
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