Una separación necesaria

Una separación necesaria

viernes, 8 de junio de 2018

Episodio Quincuagésimo


Te tomo como mi esposa

Rebecca corta la tela a lo largo del patrón que había diseñado para el vestido de novia de Marlene. - ¡Hola! - Marlene saluda desde la entrada al traspasar la puerta. - ¡Aquí arriba! - Rebecca responde enhebrando una aguja y mirando hacia la escalera. - Vienes a casa temprano. ¿Está todo bien? - Marlene la abraza y le da un beso. - ¡Ah! Ese color es precioso. – Sonríe ignorando la pregunta de Rebecca. – Es, Marlene, una tela blanca. - Le corta y mira de reojo. Marlene suspira y se acerca hacia la pequeña ventana y ver las olas rompiendo en la orilla. - ¿Tracey, supongo? - Rebecca gruñe poniendo su trabajo a un lado y se une a Marlene en la ventana. - Creo que he enfadado a Grace. - Se da una palmada a la pierna. - ¿Grace? - Rebecca le pregunta con una ceja fruncida.  - Le dije que no podía trabajar con Tracey, que eso dificulta las cosas y ella, bueno, ella me dijo que debía lidiar con eso y crecer. -  Marlene la mira un tanto preocupada. Ella se encoge de hombros.  - Tracey tiene en mente que luchará por mi, que estoy cometiendo un error, y que realmente siento lástima por ti porque estabas enferma y podrías haber muerto. - Rebecca se siente angustiada. - Ella no tiene ni idea de nuestra vida y estoy segura de que le has contado algunas cosas. -  Rebecca esperó su respuesta. - ¡Sí! Sabe cosas, pero no sabe todo, nunca tuve la oportunidad de darle muchos detalles. - Le cuenta con honestidad. - Tal vez debería tener una charla privada con ella. -Reconoce Rebecca con suavidad y la abraza por la cintura. - ¿Qué debo decirle? - Empieza a hablar. - ¡Te amo! Me lo ha oído decir suficiente, creo que conoce algunas de las luchas por las que atravesamos. Le he hablado de mi necesidad de seguir adelante. - Levanta la ceja a Rebecca. – Aunque creo que fue un error. - Ella sonríe cálida a Rebecca al decir esas palabras, que la besa en el cuello. – Desearía que otros, además de nuestra familia, supieran lo que sucedió y lo difícil que fue por estar juntas y las pruebas a las que nos enfrentamos. Dejemos de hablar de esto, Grace fue muy inflexible en que eligiéramos una fecha. -  Rebecca revuelve entre las cosas apiladas en su máquina de coser buscando un calendario. Lo examina y propone. - Octubre, ¡Hmmm! - Ella sonríe y señala a una fecha. - El sábado veinticinco. – Expresa con una sonrisa. Marlene levemente vuelve la mirada. - Depende del tiempo. ¡Bueno! Son solo dos semanas, echemos un vistazo. - Ambas parecen ansiosas.  - ¡Bien! El tiempo parece prometedor. - Rebecca apaga el ordenador. - Marlene me casaría contigo incluso si el tiempo fuera tormentoso. – Añade, ella abraza a Rebecca en un cosquilleo y caen al sofá para besarse. - Debería decirle a Grace lo que hemos decidido. Se pondrá muy contenta y aliviada. - Ella insertó la punta de su dedo índice a lo largo del labio inferior de Rebecca. Marlene se puso de pie.  - ¿Quieres venir? - Ella mira su reloj pensando que Grace estará ya en su casa. - En realidad, tengo que terminar con ese vestido, ve a verla y te veo en un rato. - Rebecca tiene a Tracey en su mente.

Rebecca camina lentamente hacia la puerta de la cabaña de Tracey. Puede ver la luz en la cocina a través de la cortina. Se presenta en la puerta que ella golpea nerviosa. - ¿Quién es? - La voz de Tracey suena desde el otro lado de la puerta. – Rebecca. - Ella le responde áspera. Tracey abre la puerta. - ¿Marlene sabe que estás aquí? – Ella hace un gesto para que acceda al interior, Rebecca acepta y entra. Tracey cierra la puerta detrás de ella. - ¡No! No, no obstante, es hora de que tú y yo hablemos. – Le dice. Tracey se apoya en la puerta. - ¿Puedo prepararte algo? - Rebecca niega con la cabeza.  - ¡Gracias! Pero realmente tenemos que hablar sobre Marlene. -  Tracey se sienta en el sofá y Rebecca frente a ella. - Marlene parece creer que lucharás por ella, que esto conmigo es sólo una fase. - Tracey traga saliva mientras escucha a Rebecca. - Yo la amo y siento que me quiere, es simple, tuvimos una vida antes de que aparecieras. - Rebecca sonríe. - ¡Ya veo! ¿Y mi regreso causó esta ruptura? - Tracey suspira de forma deliberada. - ¡Sí! Supongo que podría decir eso. – Rebecca refunfuña a continuación. - Estoy segura que te ha contado nuestra historia. – Ella la interrumpe. – De alguna manera, pero ¿Qué sentido tiene? Ella comenzaba una nueva vida, estaba empezando a salir conmigo y si no hubieras enfermado te puedo asegurar que el resultado sería muy diferente. -  Ella se expresa con confianza. - Marlene nunca amará a nadie, sino a mí, Tracey puedes estar segura de que puede tener sentimientos por ti, pero cuando se trata de mí, es todo muy distinto. - Ella se aferra a su palabra Tracey gruñe de nuevo. - ¿Por qué decidiste venir a jugar con su vida, eh? - Rebecca frunce el ceño. - Ella me pertenece y yo a ella. Estoy perfectamente ahora y alejándome de mi enfermedad. - Tracey no sabe cómo responder no sabe si sentirse despreocupada y enojada. - ¿Sabes qué tipo de pelea pasó para estar juntas? ¿De verdad la sabes? ¿Sabes que tipo de lucha, el estrés de estar enamorada de la novia de tu hermano? ¿El sentido de culpa sabiendo que ella estaba enamorada de ti? Y en un momento no había nada que pudieras hacer al respecto, porque arruinarías a ambas familias...  Marlene dejó a mi hermano en el altar, el día de su boda, fue una revelación para ella, casi pierde la cabeza. - Rebecca se levanta del sofá y toca su frente mientras revive todo. Tracey permanece en silencio. - Mi hermano trató de matarnos, arruinó la carrera de Marlene como cantante y trató de arruinar mi vida también. - Ella mira de reojo a Tracey. Vivimos nuestras vidas ganando batallas, pero entraron tantas cosas que nos hicieron daño. Entendí la decisión de Marlene de alejarse de lo que teníamos, ella estaba sola e insegura de sí misma, necesitaba una salida, volver a encontrarse. ¿La ayudé? - Se pregunta a sí misma Tracey tiene una lágrima corriendo por su mejilla. – ¡No! Lo empeoré, trabajé tratando de adelantarme en el mundo de la moda.  La dejé sola. Me pregunto aún porqué la engañé y mentí. Tiré todo lo que quería en mi vida por la ventana. Lo veo de manera diferente ahora. La dejé escapar sin que alguien agitara la bandera blanca, me rendí a la derrota sabiendo que nunca habría otra como ella, así que no, no voy a renunciar a nosotros, estoy más allá de todo eso. El futuro con ella es lo que realmente me hace feliz. - Rebecca se detiene empieza a sentirse mal. - ¡Wow! - Tracey está asombrada. - ¿Entonces te culpas por todo? - Rebecca baja la cabeza. - La forma en que lo veo, es que ella me amaba incondicionalmente. - Tracey se levanta caminando hacia la puerta y la abre. - Es obvio que tienes mucho que compensar, Marlene es una mujer maravillosa que solo merece lo mejor. ¿Estás segura de que no volverás a caer en tus antiguas costumbres? Sólo para que lo sepas, estaré esperando a que te equivoques. - Tracey le dice en un tono convincente. Rebecca se siente eufórica, pero abatida. Ha conseguido su objetivo con Tracey, se pregunta cómo. Vagabundea hasta encontrar el camino de regreso a su cabaña y relajarse en el sofá. 
- ¡Rebecca! - Marlene le mueve el hombro y la despierta.  - ¡Hey! Debo haberme quedado dormida. ¿Qué hora es? - Ella mira alrededor de la sala como viendo en una bruma. - ¡Las siete! ¿Tienes hambre? - Marlene le pregunta. Rebecca pone la mano en su vientre. - Yo diría que sí. - Ambas ríen.  - ¿Ella dices? - Marlene se sienta a su lado colocando su mano sobre el pequeño, pero notable bulto del abdomen de Rebecca. - Estoy esperando una niña. – Rebecca sueña en voz alta. - Mientras sea saludable. - Marlene debe matizar antes de seguir hablando. - ¡Está bien! - Marlene se pone en pie. - ¡Venga! A disfrutar de la cena esta noche. - Rebecca toma su mano. - ¿Qué tal un paseo primero a lo largo de la playa? La luna está brillando y me encanta. – Le pide mirando por la ventana. Marlene da su conformidad con un gesto. Salen al porche trasero y caminan despacio cogidas de la mano, la luz de la luna les ilumina el camino. – Relájate, esta noche todo está tranquilo. – Rebecca dice rodeando la cintura de Marlene con sus brazos. - Grace quiere hacerse cargo de la comida, las flores, hmmm, de todo. - Marlene le cuenta y coloca sus labios en los de Rebecca. - Yo diría que la dejes hacer. Yo voy a terminar tu vestido y tú puedes intentar hacer algo. - Marlene mira fijamente a Rebecca a los ojos. - ¿Me pellizcas? -  Ella se ríe. - ¿Por qué? – Rebecca busca una explicación con recelo. - Quiero asegurarme de que esto realmente está sucediendo, que finalmente después de todos estos años vamos a estar juntas, unidas, viviendo nuestras vidas como siempre quisimos hacer. - Rebecca sonríe. - Es cierto y ¿Sabes qué? – Le cuestiona. - Estoy enamorada de ti, Marlene. – Expresa con una mirada tierna que acaba en un beso romántico. Marlene y Rebecca se dirigen hacia la ciudad caminando de la mano. En un pequeño café se sientan junto a la ventana que da al puerto. -Tengo que contarte… - Rebecca habla mirando el menú, pero tiene toda la atención de Marlene. - ¿Qué es? - Ella sonrió. - ¡Uff! Fui a ver a Tracey. -  Ella tartamudea carraspeando. Marlene la mira. - ¿Hiciste… qué? - Ella habla en voz baja. - Por favor, no te enfades. Necesitaba despejar nuestro camino, siento que hay disturbios y quiero claridad antes de casarnos, de verdad. – Le explica en un suave tono. - ¡Por dios Rebeca! - Marlene aprieta algo su mandíbula. - ¿Qué le dijiste? - Hay un tono de reproche en su expresión. – Le conté de nuestras dificultades, que teníamos una historia y que siempre habíamos sentido lo que significaba estar juntas. Le dije que arruiné las cosas entre nosotros y que me amabas incondicionalmente. – Le narra con orden en sus palabras, con certeza y seguridad. - ¡Bueno! - Expresa Marlene. Piensa un segundo. - ¡Tú! ¿Tú, no…? – Titubea. Rebecca interrumpió. - ¡No! No fui mala ni perversa, solo fui sincera, le dije que nunca amarías a nadie más que a mí. -  Busca un pañuelo para secarse los ojos. - Le dije…, me encontré con ella en el hospital y hablamos un rato, le dije que me dejara en paz. -  Marlene también le confiesa. -  Ojalá lo hubieras hecho antes, pero no hay nada que se pueda hacer ahora. Ella está herida y enojada, sabe que tenemos algo especial y que yo no iba a dejarlo pasar. Tengo miedo Marlene. - Rebecca le coge la mano. - ¡Marlene! Creo que ella piensa que no seremos felices, pero sea lo que tengas con ella, no es lo mismo que lo que tú y yo tenemos. - Aprieta con fuerza su mano y la mira a los ojos.

Marlene camina por el sendero arenoso hasta la playa cogida del brazo de Thomas, Rebecca espera bajo de un arco de rosas. Una ligera brisa mueve las cintas de colores que revisten las sillas de los invitados y adornadas con flores. Tristán está con Elisabeth escoltando a Rebecca. El día es hermoso y soleado. El sonido de las olas rompiendo en la orilla, tiene un efecto tranquilizante. Vestida con un traje de novia blanco de hechura sencilla, Marlene se acerca a Rebecca. Ella viste de blanco también, un blanco distinto algo menos brillante. La felicidad está plasmada en el rostro de ambas con una sonrisa espléndida. Thomas dulcemente besa la mejilla de su hija y desbloquea su brazo para entregarla a Rebecca. Ella coge su mano con una sonrisa en el rostro. Dana y Kim flanquean a su hermana Marlene. – Estamos aquí reunidos para unir en matrimonio a Marlene Wolf y Rebecca von Lahnstein. ¿Quién presenta a Marlene Wolf para el enlace en matrimonio? - El juez le pregunta con una sonrisa. Thomas responde feliz. - ¡Yo! Thomas Wolf, su padre. - Declara y se sienta. - ¿Y quién presenta a Rebecca von Lahnstein para el enlace en matrimonio? -  El juez hace de nuevo la pregunta. - ¡Yo! Elisabeth von Lahnstein, su madre. – Dice en voz alta. - Hoy es una ocasión muy especial para Marlene Wolf y Rebecca Von Lahnstein, que han decidido unir sus vidas bajo la cobertura del don del amor, y se convertirán en una sola persona para formar una familia. ¡Marlene! – Se dirige a ella con un ademán. Ella se gira, enlazan sus manos y la mira a los ojos.  – ¡Rebecca! Todo lo que el mundo representa para mí, está en ti. Mi amor es tan grande que no entiendo mi vida sin tu presencia. Eres todo lo que he deseado como compañera de vida. Estar a tu lado anima y mantiene viva mi alma. Vengo libremente para unirme a ti como tu esposa hasta el fin de mis días. – Sonríe y sus ojos brillan de moción.   - ¡Marlene! Me enamoré de ti sin darme cuenta. Eras maravillosa como amiga, pero nuestra relación tenía algo más. Las penalidades que pasamos nos han hecho muy fuertes y seguras de nuestro amor. No entendería mi existencia si no estás conmigo. Eres mi fuerza, mi voluntad y, como tú, levantas mi alma. Seré tu esposa hasta el final de nuestros días. Porque como dice el libro de Ruth: Donde quiera que tu vallas, iré yo. Donde quiera que tu vivas, viviré yo. Donde tu murieras, moriré yo y allí seré enterrada contigo. – Un momento de silencio acoge las palabras de las novias. Marlene no puede contener sus lágrimas que discurren por sus mejillas. Rebecca la contempla con expresión enamorada. El juez pide los anillos que son entregados por Grace en una cajita de plata. Marlene recoge el primero. - Este anillo es la señal de mi amor por ti y yo te entrego con todo mi corazón. - Lo desliza en el dedo de Rebecca sonriendo. Rebecca, recoge el otro anillo y lo acerca al dedo de Marlene. – Este anillo te entrego en señal de mi amor por ti y como tu amada esposa hasta el final de los días. – Lo desliza en su dedo y sonríe. Enlazan sus manos de nuevo. - ¡Entonces! Por los poderes que me confiere la ley, las declaro casadas de acuerdo a nuestras leyes civiles. Señoras y Señores les presento al matrimonio Wolf-von Lahnstein.  Pueden besarse. -  Se abrazan y besan dulcemente. Los invitados aplauden mientras regresan por el camino y hacia la casa. 
- ¡Champán para todos! - Ofrece Grace mientras David ayuda a servir los vasos. - ¡Rebecca! - Le entrega una copa. Brindan por el amor, la vida y la felicidad. Tristán con ojo avizor se lleva a Rebecca hacia un lado. - ¡Salgamos! - Hace un gesto con la cabeza hacia el camino. Pasa al lado de su esposa y besa los labios de Marlene.  - ¡Está bien! - Ella le dice. - De alguna manera yo o Elisabeth…, no sé lo que está pasando contigo. - Comienza a hablar.  Rebecca le confiesa que está embarazada. Él pone una mirada de sorpresa en su rostro. - ¿Embarazada? ¡No entiendo! - Ella le da todas las explicaciones de lo sucedido. Regresan a la recepción.  Tristán la coge la mano y se la aprieta. - Voy a ser un tío, otra vez. -                                                                                                                     Rebecca y Elisabeth se apartan a un lado y ella le revela lo que había pasado con Eric y el embarazo. - ¡Elisabeth! No lo hemos dicho a nadie más en nuestra familia. - Tristán se acerca a Marlene y deja su copa. - ¿Puedo tener el privilegio de bailar con mi cuñada? – Propone haciendo un gesto con la cabeza. - ¡Sí! – La coge de la mano. - ¡Bueno! Aquí estamos. – Comenta. - Rebecca tiene suerte de tenerte. - Le mira a los ojos. - Ella me dijo lo del embarazo. -  Él se siente cercano. – Fue difícil al principio. – Le responde Marlene con una mueca de dolor. - Apuesto a que él habría tenido algo que decir. - Sonríe levemente. – Pero no está. Me encantas Tristán, siempre hurgando. Esta es la oportunidad de tener una verdadera familia. ¿Sabes? - Contesta ella y sonríe con sarcasmo. - Sé lo grande que es tu amor por ella, nada ni nadie podría interponerse entre las dos. - Rebecca interrumpe casualmente. - ¿Puedo? - Tristán se aleja de ellas. Se abrazan y bailan. - ¡Bueno! Mi familia ya lo sabe, es hora de que lo digas a los tuyos. - Acaricia su nariz contra la de Marlene y se balancean lentamente al ritmo de la música. - ¡Lo haremos! - 

Los invitados se sientan a la mesa para una fiesta llena de vino, champán y sopa de langosta. A los postres se oye el tintineo de una copa y todos guardan silencio. - ¿Alguien tiene algo que decir? - Pregunta David, levantando su copa de champán. Grace se levanta y alza su copa mirando a sus amigas. - ¿Por dónde empezar…? – Comienza con una pregunta. - ¡Marlene! Eres la mejor amiga que alguien puede tener. Me enseñaste algo, algo muy importante, que el amor es la presencia más fuerte en la tierra y cuando amas a alguien lo suficiente, nada puede interponerse en tu camino, he visto ese amor entre tú y Rebecca. Un amor de voluntad y lucha. Os deseo a ambas nada más que felicidad. -  Marlene sonrió. - ¡Gracias amiga mía! - Tristán se alza al lado de Rebecca y se aclara la garganta. - ¡Hermanita! - Le dice con un tono socarrón. - Nunca conocí a alguien que pudiera amar a otro tan profundamente hasta que vosotras dos os enamorasteis. ¡Marlene! Eres el amor más grande de Rebecca, por no decir el único. Es un desafío que estoy dispuesto a confirmar. - Habla un poco más alto haciendo que los invitados se rían.  -  Pero al final, un desafío que has logrado dominar, Rebecca cuida de ella, enséñale cómo ser una Lahnstein, amor siempre os podéis otorgar la una a la otra, nunca lo perdáis. -  

Tristán se sienta. Thomas y Elisabeth se levantan el uno al lado del otro. - ¡Hija mía! Cuando dijiste por primera vez que amabas a Rebecca y querías pasar tu vida con ella… – Se expresa con humildad. - No estaba seguro de lo que pasaba. Pero con el tiempo en mi corazón, siempre he sabido que nadie más que Rebecca conseguiría hacerte feliz. Mi deseo es que juntas crezcan como familia. -  Elisabeth lo mira y luego a Rebecca.  - Mi querida y dulce Rebecca, finalmente la felicidad se interpone en tu camino, pero, sobre todo, ten la valentía y la fuerza de admitir que nada más que el amor gobernará vuestras vidas. – Levanta su copa en un brindis y todos la siguen.

Rebecca toma a Marlene en sus brazos, bailan una canción de amor, algo especial que suena mientras bailan solas en el espacio abierto del patio. - ¿Estamos realmente aquí? ¿O estamos en un sueño? - Marlene le pide a Rebecca que la despierte. - Soy tu esposa, es real. -  Ella comenta muy dulce. - No puedo esperar a descubrir lo que será nuestro hijo. Espero tanto que nuestras vidas se completen, Rebecca. -  Ella la besa. - ¡Marlene! - Rebecca se separa ligeramente de ella. - Es hora de contarle a tu familia nuestras noticias. - Ella la coge de la mano y cuando se acercaron a Thomas, Dana y Kim se miran.  - ¡Te amo! - Marlene susurró.  - ¡Yo también te quiero! – Le responde Rebecca con mirada de embeleso.

Tumbadas encima de la cama, la una frente a la otra con la mirada fija en sus ojos, están en silencio disfrutando de la sensación de felicidad que el día les ha proporcionado. El acto de amor ha dejado una sensación agradable en sus almas. Con lenta parsimonia se fueron besando y acoplando sus cuerpos. Con sincronía de un tempo de vals bailaron al son de la música que sonaba en el salón. La tenue luz que penetraba por la ventana le daba un tono romántico al encuentro y sus almas llegaron al culmen en concordancia a sus deseos. Después relajo y silencio, no quieren cerrar los ojos por miedo a caer en un sueño, que por muy dulce y necesario que sea, ellas dejarán de vivir la experiencia de amarse solo con los besos de sus miradas. – Sigo en un sueño, Rebecca, aún no concibo que estemos casadas. – Marlene comenta en voz baja. Sus ojos azules brillan en la casi penumbra de la habitación. – Lo estamos vida mía, esta felicidad no se nos escapará, no lo permitiré. Nada en el mundo me apartará de ti mientras viva. Te quiero como nunca creí que amaría a alguien.  - Hace una pausa y se moja los labios. - Una vez me dijiste que creías saber lo que era amar y a continuación razonaste, que en realidad no tenías ni idea. Eso es lo que me sucede contigo. Amar, amar es lo que siento ante ti. -


                               Fin

18 comentarios:

  1. Bueno que gran final buenos que sean muy feliz feliz.habra otra,historia

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  2. Muy bonita historia de amor excelente final.Felicidades al autor de esta historia.

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  3. Me alegro que os haya gustado.
    Tengo otra historia pendiente de rematar, es algo mas corta pero también interesante. Seguir atento/as porque la publicaré pronto, no tengo fecha concreta, acabar un cuento es casi tan difícil como empezarlo para que deje buen sabor de boca.

    Un saludo a todo/as.

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  4. Sisea vas a dar otra historia de Rebeca y marlene

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  5. osea vas a dar otra. Historia de Rebeca y marlene

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    1. Si. Dentro de unas semanas. Completamente original y diferente a las dos anteriores.

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    2. Hola Francisco estamos esa otra de Rebeca y Marlene que nos prometiste

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  6. vas ahora Francisco cuando vas a poner la otra versión de marro ene y rebeca

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  7. Whole Francisco cuando públicas la otra historia de que paso con Marlene y rebeca

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  8. Hola Francisco estamos superando la otra novela que nos prometisteis de Rebeca y Marlene

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    1. A finales de Agosto o primeros de Septiembre, me está dando mucho trabajo este nuevo relato y además estoy de vacaciones. Ten paciencia.

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  9. Cuando subiran los ultimos capitulos en youtube( traducidos en españo)??
    Mire todos hasta el 138 y no hay mas
    Porfi....todos los ultimoss...gracias

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    1. El 138 es el último capítulo de esa relación entre Marlene y Rebecca. Aunque "Amores prohibidos" (Forbiden Liebe) siguió una temporada más, pero no se trató ese tema de nuevo.

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    2. Si no hay más q coraje están bien enganchada q hasta de madrugada me quedo viendo estos vídeos x ellas

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  10. Mira Francisco no has publicado la versión nueva que prometiste que paso

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  11. Quisiera saber cuando publicas más sobre marlene y Rebecca por favor gracias

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