Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 22 de noviembre de 2016

CAPÍTULO 28

                           

                                   
                                   -LAS PIEZAS EMPIEZAN A ENCAJAR-

Katherine corre desesperada, coge desprevenidos a casi todos al entrar en LCL. Casi atropella a Marlene por casualidad al pasar a su lado a toda prisa, por poco le tira el café de la mano.
- ¡Wow!- Le sale espontáneo, pero le da tiempo a ver la cara de ira en la expresión de Katherine, que, sin decir nada, enfila escaleras arriba. Marlene se vuelve al oír el sonido de las puertas delanteras, Rebecca entra corriendo.
- ¡Hey!- La agarra por el brazo. Rebecca se deja sujetar, está sin aliento y tiene una mirada irracional en su cara.
- ¡Ve más despacio!- Le ordena. Rebecca no dice nada. Marlene se percata de lo enrojecido de su cara.
- ¿Qué ha sucedido?- Rebecca parada delante de ella espera a calmar su respiración antes de darle una explicación.
- Le dije la verdad… Sentí un gran alivio.- Expresa entrecortada.
- Supongo que le has dicho todo.- Marlene busca algo más concreto.
- ¡Casi todo!- Rebecca sigue conmocionada.
- ¿Casi? Y ¿Qué hay de Berlín?-  Marlene quiere saber.
- Aceptó la oferta de LCL, triunfará como diseñadora jefe allí, estoy segura se irá tan pronto como avancen con la remodelación. ¡No lo sé!- Marlene tuerce el gesto.
- Tanja me ha encargado algunos bocetos para Berlín. Me ha designado para entrevistar personal con ella y tendré que viajar allí.-  Rebecca siente como un crujido en su cabeza.
- No creo que sea una buena idea para ninguna de las dos. Hablaré con Tanja mas tarde, se que ha habido retrasos con las obras del edificio. No me busques, Katherine aún está aquí y ahora me odia.- Marlene sonríe.
- Creo que ella te ama demasiado. Siempre te odiará.- Rebecca se toca el lado dolorido de la cara que le causa un leve dolor.
- Necesito verla, sé que no puedo hacer las paces, pero al menos quiero intentar suavizar el desastre que he creado.- Marlene piensa en lo dicho por Rebecca y cómo les pasó en numerosas ocasiones tratando de sobrevivir en su propia relación. Rebecca camina lenta hacia las escaleras. Desde allí puede ver a su ya ex novia aturdida que está recogiendo sus efectos personales.
- ¡Hey!- Dice al llegar a su lado. Katherine no la mira, permanece en silencio tirando sus cosas en una caja de cartón.
- Sé que no quieres hablar conmigo nunca más, pero no quiero que te vayas con dudas o incertidumbre. ¡Por favor! ¡Katherine!- Rebecca le ruega, pero esas súplicas caen en oídos sordos. - ¡Por favor! Vamos a hablar. ¿Podemos ir a algún lugar?- Trata de encontrar alguna respuesta de Katherine.
- ¿De verdad? No hay nada que hablar de lo que quieras decirme. ¿Tú crees que iba a cambiar lo que ha sucedido entre nosotras?- Rebecca traga saliva.
- Sé que no es lo que querías escuchar. Realmente estoy feliz por ti. Podrás tomar tus propias decisiones, no me necesitas para tener éxito.- Katherine siente la penetración de sus palabras y gruñe en desacuerdo delante de Rebecca que le pregunta.
- ¿Te vas?- Katherine sonríe mal, Rebecca entiende el mensaje y se retira a su propia mesa. Al cabo de unos minutos aparece Abby que la mira con curiosisdad.
-¡Hey Katherine! ¿Qué pasa?- Le pregunta ya cerca de la mesa. - ¿Porqué estás empaquetando esas cajas?- Le pregunta agarrándola de un brazo.
- ¡Déjame por favor! No estoy de humor hoy.- Le dice cerrando la tapa de la caja.
- ¿Qué está pasando?- Muestra preocupación por ella.
- He decidido aceptar la propuesta de Berlín como diseñadora jefe.- Abby abre los ojos sorprendida. –Y sin Rebecca.- Añade mientras va rompiendo algunos papeles.
-  ¡Lo siento! Supongo que lo decidiste antes de conseguir una confirmación de Rebecca.- Ella asiente limpiándose los ojos.  - ¿Hay algo que pueda hacer? ¿Hablar con Rebecca, tal vez?- Abby investiga con astucia.
- No puedes hacer nada. La situación es que ella no está enamorada de mí. Lo está de Marlene y va a interponerse en tu camino.- Abby puede sentir que se le eriza el bello.
- ¿Qué? ¿Ella te dijo eso?- Pregunta sintiendo un frio que recorre su piel. No sabe dónde se encuentra Marlene en este momento y siente algo de inquietud.

A mediodía Rebecca entra en la oficina de Tanja, se sorprende al comprobar que está en compañía de Sebastián y Elisabeth.
- ¿Me habéis llamado?- Pregunta al aire, todos asienten. Tanja pone una mueca por sonrisa.
- ¡Sí, por favor toma asiento!- Le dice su hermano que abre el maletín mientras Elisabeth revisa unos papeles, es ella quien toma la palabra.
- ¡Buenos días Rebecca!- Habla mirando por encima de sus lentes, le devuelve los papeles a Tanja. – Te hemos llamado porque tenemos una propuesta para ti, que creemos te interesa.- Habla mientras llena una taza de café. Rebecca mira sorprendida.
- ¿Una propuesta?- Pregunta atragantada. Elisabeth retoma la palabra.
- Nuestra empresa ha crecido mucho y precisa de una cabeza pensante que esté comprometida, que coordine el estilo, las ideas y los diseños. Hemos pensado que esa persona seas tú. Necesitamos una dirección de la moda, esa cabeza pensante.- Rebecca se queda sin palabras.
- ¿Director de la moda, cabeza pensante?- Coloca su mano en el pecho como si estuviera tratando de atrapar el aliento. - ¡Yo!-   Exclama en un intento de comprender la situación.
- ¡Sí, tú!- Sebastián sonríe cerrando su maletín. Pone el contrato encima de la mesa y mira a su hermana con cierta admiración. – Piensa en las posibilidades. Tendrás que viajar, las manos libres en relación con los diseñadores y el personal. Podrás contratar un asistente para trabajar contigo. Yo estaré aquí para enseñarte aspectos de la gestión, tendremos mucho trabajo si finalmente LCL se encamina en la dirección correcta. Las expansiones serán muy lucrativas.- Le sonríe, acerca su mano y le acaricia el hombro.
- ¿Tendría que renunciar al diseño si me tengo que mover?- Lo pregunta insegura de lo que implica el trabajo.
- Días de gloria Rebecca, necesitamos crecer con tus habilidades.- Añade Elisabeth facilitando que Rebecca rebaje algo la tensión que ahora se le está acumulando. Tanja se levanta de su escritorio.
- Katherine ha aceptado la oferta de Berlín.- Rebecca hace una mueca.
- ¡Sí! Soy consciente.- Tanja se aproxima.
- Podrías tener tu oficina principal en Berlín, si lo deseas.- Ella sacude negativa su cabeza. Piensa antes de responder.
- No será necesario.- La oficina se queda en silencio.
- No he preparado la selección de los asistentes y personal todavía. ¿Quieres permanecer en el equipo de entrevista?- Le pregunta  Tanja. Rebecca se apresura a contestar.
- No creo que sea una buena idea. ¡Katherine y yo hemos roto!- Elisabeth y Sebastián la miran con estupor.
- ¡Lo siento!- Le dice Elisabeth con sinceridad. – Tu oficina podría estar pues, justo aquí dentro de LCL.- Le propone apurando su café.
- ¡Gracias! Me siento muy honrada por ofrecerme esta oportunidad.- Rebecca sigue con la mirada un tanto perdida. Sebastián le entrega la propuesta recogiendo el contrato de encima del maletín. Ella lo toma con su mano.
- Por favor disculparme. Está siendo un día complicado. Me gustaría aprovechar el resto para estar sola y leer esto.- Tanja la mira con gesto serio. Necesita tiempo y cambiar de ambiente para serenarse. Nota que la tensión se va acumulando, le tiemblan las manos y a veces tiene la sensación de balbucear en lugar de pronunciar correctamente las palabras.
- ¡Rebecca! Si hay alguna pregunta o tienes alguna duda, voy a estar en el castillo, hoy tengo poco trabajo.- Le dice Sebastián, ofreciéndole su apoyo.
Rebecca sale del despacho y regresa a su mesa. Desde las escaleras observa el lugar vacío que Katherine ocupaba. Baja la mirada al suelo con cierta sensación de dolor por el sufrimiento que ha causado.
- ¡Rebecca! ¿Tienes un momento?- Abby se acerca a ella.
- Katherine parece realmente dañada, pero antes, qué suerte para ella. Se le ofreció un puesto de prestigio y que merece la pena. ¡Te las has arreglado para arruinarlo todo!- Rebecca le echa una mirada desconcertante.
- Yo no aprieto arriba para cosas personales. Para tu información, ella aceptó y como estoy segura que te lo ha contado, me ha dejado.- Le responde recogiendo sus cosas.
- ¿Dejado?- Abby se ve empujada a la escalera detrás de Rebecca.
- ¡Déjame sola!- Le exige vehemente. – Lo que suceda entre Katherine y yo no tiene nada que ver con usted.- Le dice con cierto desprecio bajando las escaleras.
- ¿No te referirás a Marlene?- Le espeta airada lo que congela el paso de Rebecca que despacio ladea su cabeza hacia atrás.
- ¿Marlene? ¿Por qué metes a Marlene en esto? Ella no tiene nada que ver en esta conversación.- Abby discrepa.
- Ella lo tiene todo que ver en esta conversación, no me gusta fingir que no lo sé.-  Rebecca comienza a descender despacio haciendo caso omiso de los comentarios de la contable.
- ¡Aléjate de Marlene!- Abby grita enfadada. Rebecca sale rápida por la puerta y regresa a su casa. Abby se para en la parte superior de las escaleras con los brazos cruzados en un ataque de ira. Está tentada de volver a por Rebecca.
- ¡Abby!- Marlene llega hasta ella y se da cuenta de la cara  de angustia que esta expresando.
- ¿Qué ocurre?- Pregunta. Abby no responde inmediatamente.
- ¡Nada!- Dice colocándose ante ella.
- Pareces molesta. ¿Qué está pasando?- Marlene la interroga con calma.
- Rebecca y Katherine se han separado. Katherine está hundida.- Marlene la mira extrañada. La noticia no le causa impacto, le sorprende que proceda de labios de Abby, aunque ya lo pensó después de la escena de la entrada, esperaba que fuera Rebecca la encargada de decírselo.
- Creo que eso es asunto de ellas.-  Le explica tranquila.
- Katherine me dijo que Rebecca todavía está enamorada de ti y que ella no podía competir con eso.- Abby comenta con frialdad. Marlene sonríe.
- ¡Rebecca! Siempre la amaré, ya te he dicho esto antes, no es un secreto.- Marlene se lo dice en tono conciliador.
- Lo sé, pero tenemos una buena cosa y simplemente no quiero ninguna distracción.- Declara emocionalmente.
- ¡Por favor! Deja de hacer esto más de lo que es.-  Marlene implora.  – Tengo trabajo que hacer. Hablamos mas tarde. ¿Ok?-  La deja en las escaleras y regresa a su oficina. Cierra la puerta y la bloquea para evitar que cualquier visita no deseada la interrumpa. La propuesta de matrimonio sigue pesando sobre su mente.
- ¡Rebecca!- La llama en voz alta pensando en ella. Ya tiene claro lo que debe hacer para que su vida se recomponga de nuevo y recuperar lo que es mas importante para ella. Esa fue la razón de que volviera a casa, la necesitaba en su vida y ahora la tiene al alcance de su mano. Antes de ver de nuevo a su amada debe solventar su relación con Abby. En su fuero interno estima que eso no le pueda generar ningún problema, después de todo solo son amigas con sexo incluido. Coge el teléfono y le envía un mensaje citándola para tomar una copa después del trabajo. 
– Tendré que pensar y ensayar lo que debo decirle.-  

En el castillo todo es tranquilidad. Rebecca trata de evadirse de toda presión, en veinticuatro horas su mundo ha dado un giro radical y espera que se complete. Está sentada en la cama dibujando ese vestido de novia que diseña en secreto para Marlene. Sumida en sus pensamientos escucha unos golpecitos en la puerta. Se da la vuelta para encontrar a Katherine allí parada con la expresión de derrota en su rostro.
- ¿Puedo entrar?- Le pregunta y espera una respuesta.
- ¡Sí! ¡Por favor!-  Rebecca cierra el cuaderno de dibujo y se pone en pié.
- Vengo a dejarte la llave de la buhardilla para Elisabeth.- Habla dudando y trata de contener las lágrimas.
- ¡Tú ganas Rebecca! ¿No vas a reconsiderar tu postura? ¡Te amo! ¡Oh dios! No puedo creer lo que estoy pidiendo.- Llora incontrolada. Rebecca le retira el pelo de la cara.
- ¡Por favor! No llores. Lamento mucho hacerte daño. Pero… debo preguntarte si ¿Estarías feliz a mi lado, sabiendo que estoy enamorada de otra persona? ¿Podrías superar el hecho de que hice el amor con ella? Estos últimos meses han sido muy difíciles para mí. Desde que regresó he estado ausente de todo lo demás, siempre la he amado y será así toda la vida.- Rebecca siente el peso de la culpa pero comienza a percibir que está levantando su conciencia.
- ¿Qué vas a hacer? Ella ha construido una relación con Abby.-  Le pregunta en voz baja mientras las lágrimas siguen fluyendo por su rostro. 
- No iba a decirte eso... le he pedido a Marlene que se case conmigo.- Le aclara todo en un tono suave, pero que no evita el dolor y la ansiedad de su ex novia, que se lleva las manos a la boca para sollozar  más. - Nunca tuve la intención de hacerte daño. No debes preocuparte de lo que pase entre Marlene y yo. Ella nunca va a amar a nadie porque estamos destinadas a estar juntas. Necesito de su compañía y ella la mía.- Katherine tiene ahora la certeza de que su mundo con Rebecca se ha hundido definitivamente. Sin embargo no se sustrae a hacer una observación.
- Algo que no funcionó antes, es dudoso que alguna vez lo hayas perdido. Recuperarlo y empezar de nuevo es a lo que tú no estabas dispuesta. Ahora la has reconquistado. Piensa en ti misma por una vez.- Rebecca muestra una cierta ironía en su sonrisa escuchando lo que ella está diciendo.
- Nunca he pensado que las cosas sean perfectas en una relación amorosa. Mi corazón me dice que debo tenerla cerca, que es mi relación perfecta. Ella es mi gran amor y siempre lo será. La propuesta de matrimonio debe haberte llegado como una gran sorpresa, pero no me voy a contener por ti. No quiero mentir porque aumentaría la desconfianza que ya tenemos entre nosotras. Pero créeme te he querido y te quiero, pero su amor es muy intenso hacia mí y yo le correspondo porque es ni alma complementaria.- Respira profundamente. Aunque está siendo sincera, le duele el daño emocional que está causando a Katherine. -Eres digna de que te hagan grande en LCL, no me necesitas para probarte a ti misma como la gran diseñadora que eres.- Katherine le corta con brusquedad.
- No necesito tu patrocinio, no creo que te des cuenta de lo que tú y yo perdemos. Voy a estar siempre en tu vida te guste o no. He firmado con la Lahnstein para toda mi existencia.- Le arroja con todo el fuego en sus ojos. Rebecca suspira.
- Creo Katherine, que una vez en Berlín, debes enfrentarte a tu familia y hacer las paces, deja de ocultar quien eres.- Rebecca lo  dice con dulzura.
- Adiós.- Le dice con brusquedad y sale de la habitación muy enojada.

Abby pregunta a Marlene mientras caminan. - ¿No Limits?- Le propone. Intenta coger su mano pero Marlene lo evita.
- ¡Sí!- Está bien.- Abby se para frente a ella.
- ¿Qué ocurre? Estás muy rara esta tarde.- Marlene mantiene la calma.
- Estoy cansada, solo es eso.- Miente con convencimiento. Entran en el bar y se sientan en una mesa de atrás, algo distante de la demás gente. Marlene se pide un vino.
- Bueno, ya sabes lo de Katherine y Rebecca. Katherine ha aceptado la proposición de Berlín. Lamentablemente sin Rebecca.- Comenta Abby. No le dice toda la verdad, omite su conversación con Katherine y la bronca con Rebecca.
- ¡Sí! Vi antes a Rebecca y me dijo que las cosas con Katherine habían cambiado.- Marlene responde con el corazón latiendo aprisa dentro de su pecho.
- ¿Te comentó Rebecca algo acerca de cómo fué la ruptura?- La pregunta sorprende a Marlene pues no había comentado con ella la conversación que mantuvo con Rebecca.
- ¡No! Me topé con Rebecca poco después de que sucediera.-  Marlene mide sus palabras con cuidado.
- Es una pena que no se mueva a Berlín, lo siento por Katherine, ella está realmente enamorada.- Con esta afirmación de Abby la situación pasa a ser algo incómoda para Marlene.
- Abby, necesito decirte algo importante.- Marlene comienza a hablar, Abby trata de cogerla por la cintura.
- ¡Espera! – La aparta con su mano y la mira. – Sabía que Rebecca iba a romper con Katherine.- Abby traga saliva.
- ¿Qué quieres decir? No entiendo por qué ella te diga que…- Dice alterada y tensa.
- Porque lo hemos compartido y sé cuáles son sus sentimientos, ella me ama.- Le dice con clarida. Abby interviene muy nerviosa.
- Eso fue hace mucho tiempo, ella te dice que te ama porque está celosa y enojada, porque podrías estar interesada en otra persona. Katherine sólo es un ser  atrapado en medio.- Le dice con voz de estrés y a continuación traga de golpe un tiro del tequila.
- Ella no es como crees, no es mala persona. Te dije cuando nos conocimos que yo la amaba, no te olvides que…- Marlene se detiene, Abby está muy enojada.
- ¡Así que! ¿Qué es tan importante que querías decirme? Yo no quiero discutir contigo sobre tu ex novia, ella está fuera de control y es una irresponsable.-  Le espeta con irritación. Marlene decide no morderse la lengua.
- Rebecca y yo nos hemos acostado e hicimos el amor.- Después de esta afirmación Abby la mira con espantada.
- ¿Quee? ¿Cuándo?-  Marlene le devuelve la mirada.
- ¿Importa? ¿Qué tienes en contra de ella? Su familia es propietaria de la empresa donde trabajamos, pero hablas de ella como si fuera basura. Has sido crítica desde el principio. ¿Es porque intentó advertirte acerca de Tristán?- Marlene espera una respuesta.
- No puedo creer que te acostases con ella. ¿Qué es lo que piensas de mí en todo esto?- Empieza a llorar. – ¡Me estoy enamorando de ti!- Le dice, colocando a Marlene en una situación bastante incómoda.



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