Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 9 de agosto de 2016

CAPÍTULO 13


                                             -PASIONES ENCONTRADAS-

Tristán llega a la oficina del contable  y encuentra la puerta entornada. La empuja suavemente con la mano.
- ¡Hola!- Saluda.
- ¡Sí! Por favor entre.- Abby se pone de pie detrás de su escritorio. Él entra llevando el libro bajo el brazo,  mira hacia ella.
- ¡Hola! Soy Tristan, Tristan Von Lahnstein.-  La contempla con admiración y se queda prendado.
- ¡Hola Tristán!- Le estrecha la mano. - ¡Abby Wilkes!-  Tristán pone el libro sobre el escritorio. – Encantada de conocerle. Me dijeron que iba a traer los libros de contabilidad.-  Le dice mientras ambos toman asiento.
- Nuestro auditor ha completado su revisión y está listo para traerlos de vuelta  aquí.- Tristán le dice con una sonrisa, le parece que se comporta con atrevimiento en su tono y un poco coqueta. Suena el teléfono de escritorio de Abby
- ¡Disculpe!- Le comenta. Tristán escanea la oficina mirando las fotos personales que había colocado en su escritorio. Mientras, en secreto, la mira por el rabillo del ojo, sonríe pensando en su atractivo, le parece sencillo pero elegante. Abby cuelga el teléfono y le rompe de su ensoñación.
– Me pondré con esto pronto, tengo un presupuesto que efectuar para el personal de diseño.- Ella le comenta.
- ¡Ya veo! Te dejo mi tarjeta de visita entonces. Ha sido un placer conocerte y si puedo ser de cualquier utilidad, no dudes en ponerte en contacto conmigo.- Lo acompaña hasta la puerta.
- ¡Muchas gracias! Espero que cuando traiga el siguiente libro, disponga de más tiempo.- Ella le explica ya en el pasillo.
- ¿Supongo que usted es familiar de Rebecca?- Tristán sonríe.
- ¡Sí! Ella es mi hermana pequeña, ¡ah! y Tanja,  ella está casada con mi hermano mayor Sebastián.- Responde con  cortesía. El interés por ella es ahora mayor.
- Marlene es un Von Lahnstein también. La he conocido, vamos a trabajar juntas en el presupuesto. Ella parece ansiosa pero amable.- Él sacude  la cabeza antes de responder.
- Marlene es Von Lahnstein por matrimonio. Matrimonio anterior quiero decir, mi hermano Hagen se casó con ella. ¡Es complicado!-  No dice nada más. No quiere decir nada más sobre ella. Mira su reloj.
- Tengo una reunión del banco en treinta minutos. Una vez más, si necesitas algo.- Ella sonríe. 
- ¡Le llamaré!-  Le observa mientras se abre camino por el pasillo. Mira su tarjeta de visita en la mano y luego piensa en la última parte de la conversación. Lo de Marlene y su vacilación para hablar de ella.

- ¡Rebecca!- Tristán llama.             
- ¡Tristán!- Le responde.  - ¿Qué te trae a LCL?!- Se dirigen hacia la cafetería.
– El libro de contabilidad de LCL, del Banco para la contable, ¿Abby?- Ella le sonríe. 
- ¿Qué pasa con ella?- Pregunta al tiempo que pide un café con leche. Se sientan a la barra. - ¿La has encontrado?-  Interroga Rebecca. Él se encoge de hombros.
- Sólo tenía curiosidad. ¿Crees que podrías averiguar si ella está casada o algo así?- Rebecca ríe mientras abraza a su hermano. Él se aparta con una sonrisa.
- ¿Y por qué  eso?-  Pregunta con picardía. -Tristán, sabes que estoy muy ocupada y  no estamos en el décimo grado.- Ella bromea tirando de la solapa de su chaqueta.     
– Rebecca, no quiero aparecer como pedante o grosero, pero me interesa.- Él quiere explicarse.
-Voy a ver lo que puedo averiguar, pero no te prometo que sea hoy.-  Ella termina su café con leche. - Tengo trabajo que hacer.- Tristán se pone en pie.          
- ¡Gracias Rebecca!- Se marcha en dirección a la salida.  Rebecca se dirige hacia la escalera, se vuelve y sonríe pensando en cómo su hermano necesita encontrar la felicidad y la armonía en su vida. 


Marlene imprime algunas ideas para el telón y sale de su oficina en busca de Rebecca. El área de diseño está con bullicio, abundan las discusiones sobre los patrones y los vestidos.  Se acerca a uno de los asistentes.

- ¿Has visto a Rebecca?- La joven niega con la cabeza. Marlene continua su búsqueda de nuevo, se asoma al balcón para ver a Rebecca y a Tristan hablando.
Espera con  paciencia en la mesa de Rebecca, se siente extraña y agotada por su disputa anterior. Estudia los telones de fondo que ha impreso.
- ¡Hey!- Rebecca habla con tono inseguro, ella también está bajo la presión de la discusión.
- ¿Estamos dispuestas a trabajar?-  Marlene le pregunta al verla acercarse.
- ¡Sí! He hablado con el fotógrafo, las fotografías deben estar en mi correo.  ¿Quieres echar una mirada?- Rebecca  trata de romper la tensión entre ellas.
- ¡Claro!- Rebecca abre su portátil y sube las imágenes.
- ¡Wow!- Marlene exclama con una voz relajada.
– Han salido realmente bien.- Recorren todo el álbum. Ambas ríen relajadas, por un momento parece que no hubiesen tenido una reyerta.
- ¡Marlene!- Rebecca llama su atención. - Has hecho un buen trabajo de nuevo con el tema de la tierra. Estoy impresionada, es curioso ver cómo te has venido arriba con la moda adolescente.- Marlene mira las impresiones en papel de un telón de fondo que estudian juntas. - Un trabajo de escuela, es moderno y con líneas limpias.- Marlene mantiene una mirada seria. 
- ¡Sí! Si estudias los diseños de Katherine verás que presta mucha atención a los detalles, cinturas cónicas, pliegues en la camiseta del niño, aquí su vestido es muy estrecho en la cintura pero el cuello se eleva al cuadrado.- Rebecca abre la cartera de Katherine y saca algunos de sus bocetos.
- ¡Hmmm! Tienes razón, buen ojo Marlene.- Elogia su capacidad. Colocan unos cuantos bocetos más para ver.  
- Nos reuniremos con Elisabeth el lunes. Le dije que tendríamos un tema entonces. Me gustaría crear algo con la ropa de los maniquíes, el ajuste de la iluminación y los accesorios.  ¿Cuándo crees que se puede tener un telón de fondo hecho?- Le pregunta con amabilidad.
- A primera hora de la mañana, ya sabes que me llevará algún tiempo.- Marlene recoge los papeles de los fondos propuestos.            
- Bueno, pues vamos a trabajar en los maniquíes.- le dice Rebecca bromeando.  
- Vestimos los maniquíes y trabajamos con ellos  haciendo algunos ajustes con la iluminación.- 

Con atención y profesionalismo van componiendo la idea propuesta, visten maniquís y los van ubicando en el escenario. Rebecca da un paso atrás después de ajustar el pañuelo a juego en un vestido .       
- ¡Marlene! ¿Sería posible añadir un poco de vegetación en el telón de fondo como en paisajismo?- Le pregunta levantando una ceja.
- ¿Quieres un paisaje a medida?- Le consulta mirando a sus ojos. Las miradas se vuelven intensas entre ellas. De pronto se encuentran perdidas en sus pensamientos. El teléfono de Rebecca comienza a vibrar. Mira hacia abajo, al bolsillo del pantalón y lo extrae.
- Tengo que contestar.- Sonríe y se excusa. Responde.
– ¡Katherine! -  Marlene quiere ser discreta pero escucha la conversación.
- ¿Cómo ha ido todo?- Rebecca se interesa por la madre.
- ¡Bien! La cirugía fue un éxito, piensan que han eliminado todo el cáncer. Le darán el alta en los próximos días.- La nota llorosa, Rebecca trata de animarla.
- ¡Oye! ¡Que va a ponerse bien, te lo prometo! ¿Te gustaría que fuera a verte? Podría tomar un vuelo a primera hora de la mañana.- Ella se ofrece con sinceridad. Se hace el silencio en el otro extremo.
- ¡Hola! Katherine ¿Estás ahí?- Mira la pantalla de su teléfono.
- ¡Katherine!- Expresa de nuevo.
- Lo siento Rebecca, no, no es necesario que vengas. Además toda mi familia está aquí y yo no sería capaz de estar contigo. Por no hablar de la carga de trabajo que tienes ahora.-  Camina alejándose de la sala de diseño.
- Estoy manejando la carga de trabajo muy bien, pero tu estado emocional es lo más importante para mí en este momento.- Contesta en estado de perplejidad. Katherine toma el auricular del teléfono como si estuviera tratando de ocultar sus palabras de otros.
- Estoy cansada, pero mi estado emocional está muy bien ¿Cómo voy a explicar a mi familia que tengo una novia que quiere venir a consolarme?-  Rebecca se siente molesta.
- ¿Qué quieres decir? No estoy entendiendo, nunca he conocido a tu familia, yo no hablo de consuelo, pero si ser tu apoyo. Tu eres mi novia.- Ella no responde de inmediato se aleja de la sala de espera.
- Mi familia no sabe nada de ti, yo nunca lo he contado. Ellos no saben que soy gay. Ahora mismo la salud y la recuperación de mi madre es más importante que presentarte como tal y tener que hablar de mi sexualidad.-  El rostro de Rebecca se pone rojo de furia y consternación. - ¡Lo siento!  Debería habértelo dicho cuando nos conocimos, pero en aquel momento era irrelevante.- El tono de Katherine es poco profundo y al mismo tiempo tenso.        
- Estoy sorprendida, conmocionada y herida Katherine. ¿Cuándo lo vas a decir?- Rebecca interroga con  ansiedad.
- No quiero hablar de ello ahora mismo, tengo que hablar con el médico que se acerca por el pasillo, te llamo en unos pocos días.- No dice nada más cuelga dejando a Rebecca en desanimo y enojo. Camina despacio hacia Marlene, ella trabaja sobre un fondo. Trata de recomponerse. Se seca los ojos,  los dedos por el pelo y desliza su teléfono móvil en el bolsillo. Se acerca en silencio, se detiene y observa su trabajo. Sonríe contempla la belleza de Marlene para que le ayude a despejar su mente de la conversación que ha tenido de pesimismo.
- ¡Hey! ¿Todo bien?- Marlene pregunta de forma inocente.
- ¡Sí!- Rebecca contesta  desnudando el maniquí.
- Te veo desanimada podemos parar si quieres.- Ella niega con la cabeza.
- ¡No! Prefiero trabajar, pretendo que Tanja no aparezca por aquí dictando lo que hay que hacer. Creo que si trabajamos bien podemos terminar pronto.- Contesta con firmeza pero Marlene sabe, la conoce muy bien, que algo no está en orden.
- Vi a Tristán aquí antes.-  Marlene trata de cambiar de conversación.
- ¡Sí! Está empezando a devolver  los libros de contabilidad. Por la forma en que me preguntó por  Abby, parece interesado. ¿Sabes algo sobre ella?- Rebecca la interroga sin presión.
- ¿Quién yo? No, no sé nada más que ella fue contable en Hamburgo. En realidad no hemos hablado mucho.- Marlene contesta sin saber la causa de su curiosidad. Le quitan la ropa a los maniquíes empujándolos hacia atrás contra la pared. Marlene imprime una nueva muestra de telón de fondo, esta vez con un tema paisajístico, Rebecca lo aprueba y se preparan para completar. El tema lo expondrán a primera hora de la mañana siguiente.
- Espero que a Tanja le parezca bien, todo esto será un desperdicio si no lo hace.- Marlene tercia cerrando la puerta de su oficina  y caminando al encuentro con Rebecca.
- No me gusta estar detrás, quiero decir que creo que esta es la primera vez que estaré por delante.- Rebecca se ríe tratando de luchar contra la tentación de pensar o hablar de la conversación deprimente que tuvo con Katherine.
- ¡Gracias Marlene!- Comenta en un tono tranquilo.
- No te preocupes Rebecca, solo quiero tener un buen comienzo aquí y creo que debemos acostumbrarnos a vivir con nuestro pasado. Parece que estemos en el buen camino.  No quiero pasar mi tiempo en ascuas.-   Las dos sonríen mientras caminan juntas. Luego cada una va a su hogar para pasar la noche. 

Rebecca ojerosa y cansada se abre paso a través de la puerta principal de Konnisbrung. Cierra la puerta detrás suya, alguien apunta más allá de la gran sala.
- ¿Rebecca eres tú?- Elisabeth habla oculta, Rebecca se detiene y entra en la estancia en la que Elisabeth, sentada frente a la chimenea, disfruta de una copa.
- Es un poco tarde para volver del trabajo.-  La saluda con la bebida en la mano.– Siéntate conmigo aquí un rato.- Rebecca se sienta frente a ella.- ¿Quieres un whisky?- Le pregunta.        
- ¡No! ¡Gracias! Estoy cansada y ni siquiera tengo hambre.- Ella suspira profundamente.
- Pareces de mal humor.- Elisabeth le comenta.
- Hablé con Katherine esta tarde.- Rebecca comienza a relajarse en la silla.- Han operado hoy a su madre y creo que todo va a salir bien.- Elisabeth sonríe.
- Es una buena noticia, tal vez ella pueda volver pronto.-  La mirada de Rebecca se torna oscura.  - ¡Rebecca! ¿Qué ocurre?-  Ella le pregunta al percibir lo sombrío de su semblante.      
- Katherine está preocupada y estresada. Le pregunté si quería que yo fuera a verla  para ser su apoyo.- Baja el rostro a sus manos.
- ¿Qué pasó?- Elisabeth pregunta con preocupación.
- Se puso tensa por teléfono, estuvo distante y poco afable. Le pregunté cual era el problema. Estuvo reacia a contestar. La familia de Katherine no sabe nada de mí ni que Katherine es gay. Se puso grosera y acabó con el diálogo cuando traté de enfrentarme a ella. - Elisabeth sonríe y se sirve otro whisky.
- Ya veo, no estés demasiado molesta. Puede haber muchas razones por las que no les ha dicho que tiene novia. No debes basar tu ira o depresión por algo que no ha explicado del todo.-  Rebecca se pone de pie.  
- Simplemente no me lo esperaba ¿Por qué me llama desde el hospital y luego es un secreto?- Elisabeth la abraza.
- No te preocupes, estoy segura de que ella tiene una explicación. Pones demasiado en esto. ¿Están los temas para Riga completos?-  Trata de cambiar de tema.
- Creo que estarás satisfecha. Marlene y yo estamos trabajando muy duro para terminar cuanto antes, la primera podría añadir.- Ella se ríe con orgullo en sí misma.
- Bueno, entonces sé que puedo esperar a ver el producto final. Tendremos que discutir otras líneas de moda contigo,  en especial la línea de ropa interior que se intentó antes.- Elisabeth le argumenta con franqueza. Rebecca piensa por un momento.
- No hemos aprovechado el mercado de la ropa interior, pero lo que sí que puedo recordar es que lo trabajamos en el pasado. Vamos a pasar lo de Riga en primer lugar.- Manifiesta con claridad.
- ¿Cómo están las cosas trabajando con Marlene?- Rebecca hace una mueca mientras camina hacia la chimenea descansa su brazo en la parte superior de la repisa.
- Me gustaría olvidar las frustraciones de nuestro pasado. Es un proceso difícil pero trato de no enojarme con ella. Tanja nos ha puesto en una situación complicada.- Rebecca habla alejándose de la chimenea.  Ya en la puerta.  
- Rebecca sigue intentándolo parece que estás contenta con su trabajo. Recuerda que es importante para tu relación laboral.- Rebecca sonríe.
-Tengo que hacerlo, Elisabeth, porque en el fondo todavía la amo.- Los ojos comenzaron a llenarse con lágrimas. Se disculpa con Elisabeth y sube las escaleras a su habitación. Allí descarga toda la ansiedad acumulada. 

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