-LA REALIDAD Y LA NOSTALGIA-
Rebecca toma asiento en la mesa de diseño, el lápiz en la mano y un bloc de dibujo en blanco delante. Se regodea en su pensamiento por en gran éxito obtenido con las colecciones de primavera y verano. Antes de la estación estival es hora de crear los diseños para el otoño. Mira fijamente al cuaderno de dibujo en blanco, al tiempo escucha el sonido de un repetitivo clic a su espalda indicando que alguien sube las escaleras, ese ruido la devuelve al presente.
– ¡Kim!
- Rebecca reconoce ese ritmo de caminar.
-
¿Qué tal te ha ido en las vacaciones?-
Le pregunta. Mientras, ella deposita su
taza de café sobre un posavasos. Kim se sienta en la banqueta que hay en una esquina
de la mesa de diseño. No le responde de
inmediato, la distrae su teléfono celular sonando dentro del bolso.
– El
teléfono ¡Maldita sea! – Se lamenta intentando pescarlo en el interior.
- ¡Lo
siento!- Responde al tiempo que el teléfono se queda en
silencio.
– ¡Maravillosas!
España en primavera es majestuosa. -
Se sonroja algo.
- Emilio
y yo hicimos un viaje romántico. – Se
ríe. Rebecca asiente con una sonrisa. – Bueno,
me alegro por los dos, pero hay que ponerse al trabajo. Ya sabes cómo es Tania.
También está esperando sus vacaciones en España. ¡Pero de trabajo!- Le comenta. Kim pone ojos de sorpresa y suspira profundamente con calma.
Le responde con un susurro.
- Probablemente
debería estar en mi oficina antes de que ella llegue.- Kim recoge su café, se cuelga el bolso al
hombro, duda por un segundo antes de mirar a Rebecca.
- ¡Por
cierto! Hablé con Marlene anoche y me preguntó ti.- Rebecca levanta lentamente la cabeza y
esboza una forzada sonrisa.
- ¡Ah!
¿Cómo le van las cosas en Los Ángeles? - Pregunta con curiosidad, no queriéndole dar importancia. Kim sonríe levemente, negando con la cabeza.
-
¡Bien! aunque cansada. El teatro y Jakob Bailey han sido un regalo del cielo
para ella.- Rebecca siente
angustia en su corazón al oír el nombre de Marlene que provoca se le haga un nudo en la boca del estómago.
- ¡Ya!
– Responde con sequedad. Kim
añade sonriendo.
- Le
dije que has tenido un gran éxito con las últimas colecciones y que has
disfrutado mucho como Jefe de Diseño y los martirios de Tania.- Le dice
con cierta jocosidad.
- ¡Es
cierto!- Contesta Rebecca mientras
esboza un dibujo en su libreta. Kim se despide y se dirige hacia su oficina. En
ese momento Rebecca deja de dibujar y su mente comienza a preguntarse de nuevo por
Marlene. Han pasado dos largos años desde que se fue a Los Ángeles. Solo la
mención de su nombre provoca que se pare en seco, necesita reflexionar. Dejarla marchar era lo adecuado en aquel
momento. Luego regresó para marcharse de nuevo y no volver. En su rostro
aparece una sonrisa con un toque de picardía al pensar en ella y los recuerdos
de todo lo que una vez compartieron. Con la barbilla apoyada en el puño, que
parece escondido debajo de su mentón, Rebecca se queda inmóvil. Una voz femenina la saca de sus pensamientos.
- ¡Hola
Rebecca! ¿Estás aquí? –
Pregunta tocándola por los hombros por
detrás. - ¡Buenos
días!- Rebecca contesta inclinándose hacia ella y la besa.
-
Parecías perdida, ¿Estás bien?–
Pregunta después de saborear el beso de Rebecca.
- ¡Lo
estoy!- Katherine Schmidt es una
bella mujer de largo cabello negro azabache y ojos verdes encantadores en los que
hay fuego, delgada figura y menuda, piel bronceada. Es de origen portugués y alemán, se trasladó
de Berlín a Dusseldorf tras entrevistarse con Rebecca en un desfile de moda el
verano anterior. Rebecca se enamoró de Katherine y su talento. Luego le ofreció
un trabajo de diseño de moda joven para LCL. Rebecca la mira a los ojos.
- ¿Almorzamos
en Schneider? - Katherine
le pregunta antes de dirigirse a su puesto de trabajo.
-
¡Vale! – Rebecca sigue con
la mirada el lento caminar de Katherine. Marlene se desliza de nuevo en su
mente y le parece que es ella quien va delante caminando por la sala de diseño.
Katherine es diferente de aquella figura de ojos azules y pelo rubio que la
enamoraron tan desesperadamente.
-
¡Tanja te está buscando! –
Una voz la saca de su ensoñación. Jessica le dice asomando la cabeza por la
esquina, Rebecca frunce el ceño y la mira.
- ¿Supongo
que quiere que vaya a su oficina? –
Le pregunta a Jessica en un tono sarcástico. La sonrisa de Jessica es irónica,
mientras pasa al lado de Rebecca con un rollo de tela bajo el brazo.
- Yo
sólo soy el mensajero.- Le
dice en un tono sibilino. Rebecca se separa lentamente de su mesa y se encamina
escaleras abajo a la oficina de Tanja. Entra en el despacho después de un
ligero golpeteo en la puerta y se deja caer en la silla frente al escritorio.
- Espero
que sepas que los diseños de otoño son ahora mi prioridad más importante.-
Rebecca, dice sin rodeos y con algo de agresividad. Tanja sonríe dejando
su taza de café encima de la mesa.
- Los
diseños de otoño serán un éxito, es algo que no tengo ninguna duda. Tampoco
acerca de tu dedicación al trabajo, Rebecca, y estoy segura de que vamos a
tener que hacer horas extras para conseguirlo, pero necesito algo más de ti.- Tanja habla secamente.
- ¿Qué
podría ser más importante ahora, que la caída de mi cabeza en unos pocos meses
si no se consigue ese triunfo que vaticinas?- Expone
Rebecca cruzando los brazos y la mirada fija
en ella. El gesto de Tanja se hace serio.
-
Sebastián y yo hemos decidido volver a casarnos.- Expresa
con agudeza. Rebecca sacude la cabeza con incredulidad.
– ¡Asombroso!
¿No es ya la sexta vez? -
Le preguntó en voz baja. Tanja le corta.
- ¡No
importa cual! Sebastián y yo nos casaremos el próximo mes en Konigsbrunn. Quiero
que me diseñes un vestido. –
Le cuenta sorprendiendo a Rebecca con la guardia baja.
- ¿Un
vestido?- Rebecca no puede
evitar la pregunta. - ¿Y para qué fecha
necesitas ese vestido?- Tanja se ríe entre dientes mientras se levanta de
su escritorio y se acerca a la puerta, mira por el ventanal antes de cerrar la
persiana.
- Esto
es importante para Emma, Rebecca, quiero que me vea bien.-
Rebecca suspira profundamente.
- ¿Y
qué es exactamente lo que deseas? Quiero decir que tengo un viaje a Roma
previsto para la próxima semana, he de estar en la apertura de la nueva
Boutique.- Le dice al
tiempo que se levanta de su silla y se acerca a Tanja.
- Katherine
puede manejar el viaje a Roma, te necesito aquí. Me gustaría tenerlo acabado la
primera semana del mes próximo.-
Tanja se confiesa muy cortés. El corazón de Rebecca se hunde mientras escucha a
Tanja hablar sobre la boda. Rebecca no dice nada más. Mira su reloj agobiada por
el tiempo y sale de la oficina de Tanja.
Rebecca llega a Schneider un
tanto apurada, Katherine la espera con paciencia sentada en una mesa.
- Lo
siento, llego un poco tarde.-
Le dice con una mueca de disculpa. Katherine sonríe y responde.
-
Ya me imagino la charla con ella, sé que tenías una reunión con Tanja.- Rebecca la besa en la mejilla para
tranquilizarla.
- ¡Sí!
Siempre hay algo que quiere o está tramando.- Añade Rebecca. Katherine pone su mano suavemente sobre el
antebrazo de Rebecca y la tranquiliza.
- Por
favor, vamos a disfrutar de la comida y no te preocupes por los chismes del trabajo.- Rebecca, decide pedir
del menú. El camarero les trae una copa de vino frío, Rebecca le da un sorbo
para calmar sus nervios. Katherine se percata que Rebecca está intranquila,
tiene la mirada recogida en la comida de su plato.
-
¡Ok fuera con él! -
Katherine le ordena a Rebecca. Rebecca la mira confusa con esos ojos marrones
oscuros y traga saliva.
-Tanja
y Sebastián han decidido volver a casarse el próximo mes y ella me quiere para
diseñarle un vestido.- Le dice Rebecca dejando caer su tenedor en
el plato y pidiendo al camarero otra copa de vino.
- ¡Oh!
Ya veo.- Katherine se muestra curiosa.
-
No voy a hacer el viaje a Roma como lo
habíamos planeado.- Menciona
enfadada. Katherine acerca su mano a Rebecca.
- No
puedo decir que no estoy decepcionada, pero no tenemos que ir. Podemos intentarlo
en otro momento.- La
actitud positiva de Katherine gusta a Rebecca. Ella niega con la cabeza y le responde.
- Yo
no voy a ir, pero tú sí. Tanja lo ha decidido así.- Katherine pone la servilleta sobre la mesa
y cruza sus manos.
- ¿En
serio?- Pregunta sorprendida y espera una palabra
clara de Rebecca.
- Me
temo que sí.- Rebecca
frunce el ceño cuando le responde.
- Yo
no voy a ir.- Katherine le
dice en voz alta.
-
Tienes que ir, es la apertura y no te la puedes perder.- Rebecca
le replica.
-
Alguien tiene que representar a LCL y Tanja ya ha hecho su elección.- Katherine pregunta incrédula.
- ¿Yo?- Rebecca asiente de nuevo como si ella no
estuviese segura de lo que acababa de oír.
-
¡Si tú! - Rebecca continúa
con deliberada intención.
- Piensa
en ello Katherine. Tanja te está entregando algo grande, que es parte de tu futuro en
LCL.- Katherine se siente
sin aliento.
- No
sé Rebecca, soy una diseñadora de moda no soy
mujer de negocios.-
Suplica con vehemencia.
–
Lo vas a hacer bien, tengo fe en ti. No es negocio es de la moda de lo que
tienes que hablar.- Rebecca la calma con sus palabras y con una sonrisa. Terminan su almuerzo y el último
vino.
-Ahora
tengo que diseñar un vestido para Tania y tú tienes un viaje a Roma que planificar.- Rebecca le expresa con cariño. Pagan la
cuenta y se dirigen de nuevo al trabajo.
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