Una separación necesaria

Una separación necesaria

martes, 17 de mayo de 2016

CAPíTULO 1


                                               

                                  -LA REALIDAD Y LA NOSTALGIA-

Rebecca toma  asiento en la mesa de diseño, el lápiz en la mano y un bloc de dibujo en blanco delante. Se regodea en su pensamiento por en gran éxito obtenido  con las colecciones de primavera y verano. Antes de la estación estival es hora de crear los diseños para el otoño. Mira fijamente al cuaderno de dibujo en blanco, al tiempo escucha el sonido de un repetitivo clic a su espalda indicando que alguien sube las escaleras, ese ruido la devuelve al presente.
¡Kim! - Rebecca reconoce ese ritmo de caminar.
- ¿Qué tal te ha ido en las vacaciones?-  Le pregunta. Mientras, ella deposita su taza de café sobre un posavasos. Kim se sienta en la banqueta que hay en una esquina de la mesa de diseño. No le  responde de inmediato, la distrae su teléfono celular sonando dentro del bolso.
El teléfono ¡Maldita sea! – Se lamenta intentando pescarlo en el interior.
- ¡Lo siento!-  Responde al tiempo que el teléfono se queda en silencio.
– ¡Maravillosas! España en primavera es majestuosa. -  Se sonroja algo.
- Emilio y yo hicimos un viaje romántico. – Se ríe. Rebecca asiente con una sonrisa. – Bueno, me alegro por los dos, pero hay que ponerse al trabajo. Ya sabes cómo es Tania. También está esperando sus vacaciones en España. ¡Pero de trabajo!-   Le comenta. Kim pone ojos  de sorpresa y suspira profundamente con calma. Le responde con un susurro.           
- Probablemente debería estar en mi oficina antes de que ella llegue.- Kim recoge su café, se cuelga el bolso al hombro, duda por un segundo antes de mirar a Rebecca.
- ¡Por cierto! Hablé con Marlene anoche y me preguntó ti.- Rebecca levanta lentamente la cabeza y esboza una forzada sonrisa.   
- ¡Ah! ¿Cómo le van las cosas en Los Ángeles? - Pregunta con curiosidad, no queriéndole dar importancia.  Kim sonríe levemente, negando con la cabeza.
- ¡Bien! aunque cansada. El teatro y Jakob Bailey han sido un regalo del cielo para ella.- Rebecca siente angustia en su corazón al oír el nombre de Marlene que provoca  se le haga un nudo en la boca del estómago.  
- ¡Ya! – Responde con sequedad. Kim añade sonriendo.
- Le dije que has tenido un gran éxito con las últimas colecciones y que has disfrutado mucho como Jefe de Diseño y los martirios de Tania.-  Le dice con cierta jocosidad.
- ¡Es cierto!- Contesta Rebecca mientras esboza un dibujo en su libreta. Kim se despide y se dirige hacia su oficina. En ese momento Rebecca deja de dibujar y su mente comienza a preguntarse de nuevo por Marlene. Han pasado dos largos años desde que se fue a Los Ángeles. Solo la mención de su nombre  provoca  que se pare en seco, necesita reflexionar.  Dejarla marchar era lo adecuado en aquel momento. Luego regresó para marcharse de nuevo y no volver. En su rostro aparece una sonrisa con un toque de picardía al pensar en ella y los recuerdos de todo lo que una vez compartieron. Con la barbilla apoyada en el puño, que parece escondido debajo de su mentón, Rebecca se queda inmóvil.  Una voz femenina la saca de sus pensamientos.     
- ¡Hola Rebecca! ¿Estás aquí? – Pregunta tocándola  por los hombros por detrás.     - ¡Buenos días!- Rebecca contesta inclinándose hacia ella y la besa.
- Parecías perdida, ¿Estás bien?– Pregunta después de saborear el beso de Rebecca.              
- ¡Lo estoy!-  Katherine Schmidt es una bella mujer de largo cabello negro azabache y ojos verdes encantadores en los que hay fuego, delgada figura y menuda, piel bronceada.  Es de origen portugués y alemán, se trasladó de Berlín a Dusseldorf tras entrevistarse con Rebecca en un desfile de moda el verano anterior. Rebecca se enamoró de Katherine y su talento. Luego le ofreció un trabajo de diseño de moda joven para LCL.  Rebecca la mira a los ojos.
- ¿Almorzamos en Schneider? - Katherine le pregunta antes de dirigirse a su puesto de trabajo.  
- ¡Vale! – Rebecca sigue con la mirada el lento caminar de Katherine. Marlene se desliza de nuevo en su mente y le parece que es ella quien va delante caminando por la sala de diseño. Katherine es diferente de aquella figura de ojos azules y pelo rubio que la enamoraron tan desesperadamente.
- ¡Tanja te está buscando! – Una voz la saca de su ensoñación. Jessica le dice asomando la cabeza por la esquina, Rebecca frunce el ceño y la mira.
- ¿Supongo que quiere que vaya a su oficina? – Le pregunta a Jessica en un tono sarcástico. La sonrisa de Jessica es irónica, mientras pasa al lado de Rebecca con un rollo de tela bajo el brazo.
- Yo sólo soy el mensajero.- Le dice en un tono sibilino. Rebecca se separa lentamente de su mesa y se encamina escaleras abajo a la oficina de Tanja. Entra en el despacho después de un ligero golpeteo en la puerta y se deja caer en la silla frente al escritorio.
- Espero que sepas que los diseños de otoño son ahora mi prioridad más importante.-  Rebecca, dice sin rodeos y con algo de agresividad. Tanja sonríe dejando su taza de café encima de la mesa.
- Los diseños de otoño serán un éxito, es algo que no tengo ninguna duda. Tampoco acerca de tu dedicación al trabajo, Rebecca, y estoy segura de que vamos a tener que hacer horas extras para conseguirlo, pero necesito algo más de ti.- Tanja habla secamente.
- ¿Qué podría ser más importante ahora, que la caída de mi cabeza en unos pocos meses si no se consigue ese triunfo que vaticinas?-  Expone Rebecca  cruzando los brazos y la mirada fija en ella. El gesto de Tanja se hace serio.           
- Sebastián y yo hemos decidido volver a casarnos.-  Expresa con agudeza. Rebecca sacude la cabeza con incredulidad.
– ¡Asombroso! ¿No es ya la sexta vez? - Le preguntó en voz baja. Tanja le corta.
- ¡No importa cual! Sebastián y yo nos casaremos el próximo mes en Konigsbrunn. Quiero que me diseñes un vestido. – Le cuenta sorprendiendo a Rebecca con la guardia baja.
- ¿Un vestido?- Rebecca no puede evitar la pregunta. - ¿Y para qué fecha necesitas ese vestido?- Tanja se ríe entre dientes mientras se levanta de su escritorio y se acerca a la puerta, mira por el ventanal antes de cerrar la persiana.  
- Esto es importante para Emma, Rebecca, quiero que me vea bien.-  Rebecca suspira profundamente.
- ¿Y qué es exactamente lo que deseas? Quiero decir que tengo un viaje a Roma previsto para la próxima semana, he de estar en la apertura de la nueva Boutique.- Le dice al tiempo que se levanta de su silla y se acerca a Tanja.
- Katherine puede manejar el viaje a Roma, te necesito aquí. Me gustaría tenerlo acabado la primera semana del mes próximo.- Tanja se confiesa muy cortés. El corazón de Rebecca se hunde mientras escucha a Tanja hablar sobre la boda. Rebecca no dice nada más. Mira su reloj agobiada por el tiempo y sale de la oficina de Tanja.
Rebecca llega a Schneider un tanto apurada, Katherine la espera con paciencia sentada en una mesa.
- Lo siento, llego un poco tarde.- Le dice con una mueca de disculpa. Katherine sonríe y responde.
- Ya me imagino la charla con ella, sé que tenías una reunión con Tanja.- Rebecca la besa en la mejilla para tranquilizarla.
- ¡Sí! Siempre hay algo que quiere o está tramando.- Añade Rebecca. Katherine pone su mano suavemente sobre el antebrazo de Rebecca y la tranquiliza.
- Por favor, vamos a disfrutar de la comida y no te preocupes por los chismes del  trabajo.-  Rebecca, decide pedir del menú. El camarero les trae una copa de vino frío, Rebecca le da un sorbo para calmar sus nervios. Katherine se percata que Rebecca está intranquila, tiene la mirada recogida en la comida de su plato.
- ¡Ok fuera con él! - Katherine le ordena a Rebecca. Rebecca la mira confusa con esos ojos marrones oscuros  y traga saliva.
-Tanja y Sebastián han decidido volver a casarse el próximo mes y ella me quiere para diseñarle un vestido.-  Le dice Rebecca dejando caer su tenedor en el plato y pidiendo al camarero otra copa de vino.  
- ¡Oh! Ya veo.-  Katherine se muestra curiosa.  
- No voy a  hacer el viaje a Roma como lo habíamos planeado.- Menciona enfadada. Katherine acerca su mano a Rebecca.
- No puedo decir que no estoy decepcionada, pero no tenemos que ir. Podemos intentarlo en otro momento.- La actitud positiva de Katherine gusta a  Rebecca. Ella niega con la cabeza y le responde.
- Yo no voy a ir, pero tú sí. Tanja lo ha decidido así.- Katherine pone la servilleta sobre la mesa y cruza sus manos.         
- ¿En serio?-  Pregunta sorprendida y espera una palabra clara de Rebecca.
- Me temo que sí.- Rebecca frunce el ceño cuando le responde.
- Yo no voy a ir.- Katherine le dice en voz alta.
- Tienes que ir, es la apertura y no te la puedes perder.-  Rebecca le replica.
- Alguien tiene que representar a LCL y Tanja ya ha hecho su elección.- Katherine pregunta incrédula.
- ¿Yo?-  Rebecca asiente de nuevo como si ella no estuviese segura de lo que acababa de oír.
- ¡Si tú! - Rebecca continúa con deliberada intención.
- Piensa en ello Katherine. Tanja te está entregando  algo grande, que es parte de tu futuro en LCL.- Katherine se siente sin aliento.
- No sé Rebecca, soy una diseñadora de moda no soy  mujer de negocios.- Suplica con vehemencia.
– Lo vas a hacer bien, tengo fe en ti. No es negocio es de la moda de lo que tienes que hablar.-  Rebecca la calma con sus palabras y con una  sonrisa. Terminan su almuerzo y el último vino.

-Ahora tengo que diseñar un vestido para Tania y tú tienes un viaje a Roma que planificar.- Rebecca le expresa con cariño. Pagan la cuenta y se dirigen de nuevo al trabajo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario